Capítulo II: "El lenguaje de la Serpiente"
-¡Puedo sentirlos… puedo escucharlos respirar! – Murmuraba Deyra – tienen temor y no quieren despertar… Pero deben hacerlo… despierten… tienen que hacerlo… aunque sea solo una parte… ¿Qué ha pasado¿Por qué tienen miedo¿Acaso no pueden despertar sin mí?
-¿Qué pasa Deyra? – se acercó Scarlet, que por lo regular nunca le dejaba sola mucho tiempo, aunque en esos momentos, Dey no se quitaba del lado del rubio.
-Puedo sentirlos… los escucho respirar… algo ha pasado… a la cruzada, algo les ha pasado…
-Tienes razón, debieron estar aquí hace unas horas… a la fecha y horas exactas… cuando el portal se abriera ellos entrarían, porque al igual que nosotros, jamás volverían al mundo…
-Deben despertar… ellos deben despertar… Deben estar aquí, para hacerme compañía… para hacernos el encierro menos solitario.
-Igual y sabes que ellos fueron creados para servirte y protegerte, igual que yo, solo que a diferencia de ellos, yo no tengo los genes de tus padres en mí.
-Eso es algo que nunca entenderé… ¿Por qué jugar a ser dioses?
-No te pudieron dar hermanos de pequeña, por eso decidieron transplantar sus genes y no sé como, a mujeres embarazadas, que en ese entonces eran sirvientas, pero algo salió mal… porque desde que nacieron actuaban… como si fueran tus criados, en vez de amigos de juego… según me contaron
-Por eso se los llevaron…
-Para que durante la cruzada se les inculcara, que el echo de haber nacido de la servidumbre, no se les consideraba como tal, que eran tus hermanos, mas que criados… Aunque creo que sus madres tuvieron algo que ver… tal vez miedo a tus protectores, cuando quedaste huérfana.
-No debieron llevárselos… Ahora no despiertan…
-Lo siento…
-¡Deyra! – gimió scarlet, cuando Dey entró en trance, poniendo los ojos oscuros, como sin vida, su cuerpo llenándose de luz, levitando, haciendo que sus cabellos se esparcieran en el aire… buscando algo, algo que pudiera despertarlos… donde quiera que ellos estuvieran.
Y fue que en la enfermería de Hogwarts, una misteriosa serpiente se arrastraba directo a la cama de los tres jovencitos, lenta y peligrosamente, ésta se subió a la cama, paseándose por el cuerpo de los tres, de una cama a otra, siseando en sus oídos.
Cuando Harry, Ron y Hermione entraron a la enfermería, se quedaron helados ¿Cómo es que una serpiente estaba dentro de la enfermería¿Cómo había podido entrar siquiera al colegio? Y peligrosamente se arrastraba de un cuerpo a otro.
-¡Una serpiente!
-¡Hay que sacarla!
-¿Será venenosa?
-¡Va a morderlos, si alguno se mueve los muerde!
Harry, en un inusual acto de valor y aplomo, como siempre, se abalanzo hacia la serpiente, y mirándola fijamente, comenzó a hablarle, para sugerirle que no les hiciera daño.
-"¡Aléjate de ellos!"
-"No voy a dañarlos" – siseó la serpiente
-"¿Cómo entraste, que haces aquí?"
-"quiero que despierten"
-"¿Qué despierten?"
-"Despiértalos"
-"¿Yo?"
-"Yo solo soy materia, pero tu estás presente, lee lo que mi mente te dicta"
-"¿Qué estás diciendo?"
La serpiente le miró penetrantemente a sus ojos verdes, enviando mensajes a su mente… y haciendo que la mente de Harry, la cual nunca fue buena para la oclumancia, se dejara influenciar y casi automáticamente, repitiéndolo en el lenguaje pársel.
-"Despierten niños de las sombras, se los mando yo… Despierten ahora, que es su señor el que les habla"
-¿Qué estará diciendo Harry?
-Parece que la serpiente le ha hipnotizado…
-¡Harry! – le gritó Hermione
-¿Eh? – gimió el chico y cuando se volvió, la serpiente se metió bajo la cama.
-¡La serpiente se escapa! – gritó Ron y todos se asomaron bajo la cama, pero inexplicablemente, el reptil había desaparecido.
-¡Oh¿En dónde está? – comenzaron a buscar bajo las camas, cuando Madame Pomfrey apareció.
-¿Qué hacen?
-¡Una serpiente, se metió una serpiente y ahora desapareció!
-¿Una qué¿Acaso están bromeando?
-¡No bromeamos! – Protestaron - ¡Le juramos que había una aquí y desapareció!
-¡Ah! – Gimió la enfermera, cuando se volvió hacia los jóvenes heridos y éstos estaban con los ojos abiertos.
-¿Qué¿La serpiente?
-¡Han abierto los ojos!
-¿En serio? – los chicos se volvieron a verlos y efectivamente, los tres jovencitos, se incorporaron de sus camas, pero tenían los ojos vacíos, sin brillo, mirando fijamente a la nada.
-Es verdad… ¡Hola, hola¿Cómo están?
Pero los tres estaban mudos, seguían mirando a la nada, entonces Harry se inclinó hacia una de ellas, para ver que tenían, y al preguntarle si estaba bien… habló en pársel, inexplicablemente.
-"¿Estás bien?"
-¡Harry! – Chilló Hermione
-¡Lo siento, no sé que me pasó! – pero de pronto, los ojos de la chica a la que le había hablado, tomaron brillo y parecieron despertar de su letargo y de repente alzó los brazos hacia Harry.
-¡Amo!
-¿Eh?
-¡El amo me ha despertado!
-¿Qué dices niña¿De que hablas?
-¡Ah, mi amo! – Y la chica se tiró a los pies de Harry - ¿Mi amo me da permiso de despertar a mis hermanos? A no ser que también quiera hacerlo usted…
-¡No… yo no…! – gimió Harry confundido.
-¿Entonces puedo hacerlo¿Aunque no le tengan el mismo respeto que yo¿En verdad puedo hacerlo?
-¿despertarlos? Si… pero ¿ya están despiertos, no?
-¡Ah, mi amo me ha dado permiso! – y en seguida se dirigió a los otros dos, mientras que todos se miraban confundidos.
-Creo que la batalla les alteró los sesos – Dijo Ron – Pero debo reconocer que son lindas esas dos…
-¿Cómo te llamas?
-¿Qué?
-Tu nombre jovencita ¿Cómo te llamas?
-Yo… yo soy Kim…
-¿Kim¿Kim qué?
-No lo sé amo… solo sé que me llamo Kim… mi mente está en blanco… te reconozco como mi amo, debo obedecerte y tú debes llenar mi mente en blanco con tus conocimientos…
-¿QUEEEEE?
-¡Amo, ellos son mis hermanos, Ian y Jade!
-¡Deja de decirme amo!
-¡es que eres mi amo! Tú me despertarse, tú eres mi amo…
-¡No lo soy!
-Sólo somos esclavos – de pronto habló Ian con voz pausada y fría – servimos a aquellos que hablan la lengua de la serpiente…
-¡Escuchen ella no es mi esclava, ni ustedes lo son! – Gritó Harry desesperado - ¡Ustedes deben ser magos, deben tener familia¿Cuáles son sus apellidos?
-No tenemos – respondió Jade – solo el nombre… nuestra mente está en blanco… Necesitamos aprendizaje.
Madame Pomfrey fue en busca del director y los profesores, mientras que Kim miraba embelesada a Harry… y para aclarar este enredo… Kim, Ian y Jade eran los jóvenes a los que les habían traspasado los genes de la familia de Deyra, mismos que fueron dormidos para traerlos de vuelta de las cruzadas, para ser despertados por Dey, despertándolos ella, los chicos le recordarían, y todo los datos sobre ella volverían a sus mentes, pero… al ser despertados por otro, su mente estaba en blanco.
Deyra se desvaneció en el sillón en donde estaba sentada antes, mirando a Draco, aunque luego abrió los ojos muy agitada, mirando asustada a Scarlet.
-¿Qué pasa?
-¡Despertaron!
-¿en serio?
-¡Pero no fui yo! – Gimió - ¡Ahora… ahora seguramente me han olvidado!
-¿Cómo puede ser eso?
-Despertaron… y no fui yo… Tuvo que ser alguien más… y ahora le pertenecen a el ¡Pero cuando los encuentre volverán a mí, serán míos de nuevo!
-tranquila Dey, cuando los encontremos, los dormiremos de nuevo y los despiertas, te recordarán y no se separarán de ti jamás…
-¿Y mi príncipe? – De repente se volvió hacia el rubio - ¡Ah! Mi ángel sigue durmiendo… ¿Hasta cuando podré ver esos maravillosos ojos que esconde?
Scarlet suspiró, Deyra trataba cual muñeco de porcelana al chico, antes ella desplegaba todos sus impulsos amorosos hacia sus serpientes, o hacia sus escritos, pero ahora… lo tenía a el… tenía a ese muñeco sin nombre…
La chica le dio un beso a Draco, despejando unos mechones de cabello rubio que tenía en su frente, y corrió a su propia habitación… entrar en ese lugar, no era lo que se esperara de una familia oscura, el cuarto estaba tapizado de pergaminos, muchos pergaminos clavados en las paredes, y muchos más apilados en el suelo, la cama, llena de escritos y lo mismo que el escritorio, ella se acercó e hizo muchos a un lado, sacó un pergamino en limpio y mojó la punta de la pluma en el tintero, escribía rápidamente.
"Su mágica presencia ha logrado llenar el vacío de mi corazón, siento que tu esencia recorre mis venas, es que me fascina tu apariencia y te suspiro, te respiro, sin embargo, no quiero la realidad, con un dejo de egoísmo, quisiera que no despertaras nunca para que no te marcharas, sin embargo mi alma reclama ver tus ojos, oír tu voz, porque desde que lo conozco soy muy feliz, me volví una romántica y que ahora mirare las estrellas siempre y las pondría en tu mano si las pidieras, ahora soy una soñadora eterna"
En tanto, en Hogwarts, Kim no dejaba de ver fascinada a Harry, sus enormes ojos brillantes color caramelo, penetraban cada ser del moreno, quien estaba incómodo, porque esa muchacha le profesaba una adoración, siendo que hacía menos de una hora que lo conocía.
-Nada – Dijo Dumbledore mientras daba unas palmaditas a Ian, el director había tratado de introducirse en su mente, de averiguar algo, pero no había sido posible – o hay una muralla impenetrable… es como si no hubiera nada.
-¿Será que poco a poco recuerden algo?
-Es imposible que no tengan recuerdos… lo que mas me tiene intrigado es que todos hablan pársel… todos despertaron solo porque Harry habló en pársel.
-Ya le dije profesor… había una serpiente, ella se metió en mi mente y repetí lo que me ordenó…
-Harry… en serio, debes retomar tus clases de oclumancia
-Es verdad, alguien pudo haberte manipulado, ten en cuenta que no es la primera vez que se meten en tu mente…
-¡Amo¿Qué haremos ahora? – Preguntó Kim un poco asustada – No me puedes dejar ahora… No se donde estamos o que debemos hacer, tu debes decirme, ordenarme, yo te obedezco…
-No soy tu amo
-¡Lo eres, me despertaste, aquel que es nuestro amo nos despertaría, eso si lo tengo presente!
-Buen lío Harry – masculló Hermione entre dientes – Por andar haciéndole caso a esa serpiente, ahora tienes un problema a cuestas.
-Es tarde para la cena – Avisó Dumbledore mirando un reloj de arena – Vayan a cenar muchachos.
-Si profesor
-Ustedes – se dirigió a Kim, Jade e Ian – descansen hoy, mañana ya veremos.
Harry salió con sus amigos, dejando aturdida a Kim, quien no entendía cómo es que su amo salía de la habitación, sin decirle nada, ni dar una orden siquiera.
-¿Qué haremos si nos rechaza como amo? – Preguntó Jade con miedo - ¿Qué haremos sin un dueño?
-Tengo miedo – murmuró Kim
-Algo anda mal – dijo Ian – sé que somos esclavos… que debemos obedecer al que hable la lengua de la serpiente, pero… falta algo… no se que podemos hacer… ¡No se nada!
-el que habla el lenguaje de la serpiente se marchó sin decirme nada… pero debo ser buena esclava y esperar a que el regrese…
-Nosotros igual…
Los tres jóvenes se sentaron en las camas, con la mirada vacía ¿Qué sería de ellos de ahora en adelante si el que habla la lengua de las serpientes no los quería? Seguramente, se volverían a dormir.
