"The Story about a Prince and a Courtier"

By Crystal.-

Nota 1: No soy dueña de Cardcaptors.  Nombres, y demás, pertenecen a CLAMP. Hago esto con fines de entretenimiento.

Nota 2: alguna relación que exista con algún fic que ande por ahí es pura coincidencia y me disculpo con los autores.

Nota 3: Eriol es solo de mi propiedad... (Hablo en serio) es mi encanto *_*-

Capitulo 2: "Sakura y el guardián".

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

"La joven Sakura Kinomoto era una chica de 17 años, vivía con su hermano Touya, en un segundo piso de una taberna que el joven había colocado.  Sakura era una chica que le gustaba leer y le fascinaban las historias acerca de la magia.  Sin darse cuenta, un libro algo especial ha caído en su poder.

Pero en realidad, era obra del destino y alguien muy especial, quien esperaba por 400 años este evento, que en esos momentos se desarrollaban.

La estuvo protegiendo desde que vio lo especial que era, aquella tarde en la librería de Yumen.  Ocultó también el hecho que la joven, con la rapidez que salió de la librería a la llegada de esos soldados, y de las miradas de estos, que ella llevaba libro alguno en sus manos.  Por esa vez, Eriol le había salvado.  ¿pero cuantas veces lo haría y cual era su destino?

En otro lado de los territorios, alguien especial era encomendado para una misión.

No sabiendo que ambos destinos, eran el mismo...

No sabiendo que no existen las coincidencias, solo lo inevitable.

Pero de la llegada del libro a manos de Sakura a los eventos actuales, pasaron tres días."

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Sakura se encontraba en esos momentos dormida.  No había ocurrido nada importante a excepción de aquel sueño que tenía en esos momentos.  Una voz, familiar, de algún lugar le decía que "Era la elegida para restaurar el poder, pero que no estaría sola".  Era aquel sueño nuevamente.  Nunca contaba los sueños que tenía.  Pero aquel sujeto, era extrañamente familiar y aquella presencia ¿De quien era?  Podía ver un león... color naranja. Ella, volaba por los cielos. Pero no estaba sola... Habían mas personas a su lado... incluso...- Ouch...- despertándose bruscamente en medio de la noche.  -¿Qué pasa?. – viéndose a si misma en el suelo- ¿Me caí? ¡¡Que vergüenza!!-poniéndose de pie y observando aun a la luna en el horizonte. –pero ¿Qué era este sueño? Lo vengo teniendo con frecuencia...

*-*-*-*-*-*-*-*-* A la día siguiente *-*-*-*-*-*-*-*

Rika, una joven de 17 años estaba dentro de un carruaje dirigiéndose a gran velocidad al pueblo desde la campiña y propiedad de sus padres en las colinas, a dos días del pueblo.  En la infancia, era vecina de Sakura Kinomoto.  Cuando la familia Kinomoto se mudó para el pueblo, Rika no se separó de su amiga y mantuvieron contacto. Ahora, ella vivía con su tía durante una temporada en una de las casas mas lujosas de la comarca. 

-Hemos llegado señorita- dijo el chambelain. Ahí se percató que estaba delante de una hermosa residencia que tenía un jardín llamativo y muy rebosante de flores.  Dándole la mano al Chambelain para descender, vio como un sirviente le saludaba con respeto.

-Buenas señorita.- dijo haciendo una reverencia.

Estaba ataviada con un precioso vestido color verde y llevaba un collar de perlas en su cuello. Sus labios eran de una tonalidad rosa y sus cabellos eran algo cortos pero terminaban en bucles.

-¿Se encuentra Lady Tomoyo?

-Si mi dama- dijo el sirviente- si me acompaña.- Indicándole que le siguiera.

-Mis cosas- dijo indicándole a Chambelain que buscara en el interior del carruaje.  Ahí estaba algo envuelto con sumo cuidado, ubicado en el asiento enfrente del que la joven ocupaba.

-Sí mi Lady- dijo el chambelain buscando y extendiéndolo a la joven.

-Espérenme aquí- dijo a los demás.   Después de eso, acompañó al sirviente al interior de la residencia.

En esos momentos, una mujer joven de ojos azules estando acompañada de una doncella se encuentra en su camino con Rika. 

-Querida Rika- saluda con una reverencia a la joven la mujer y la doncella a la cual Rika responde.-Que placer veros por aquí...

-Señora Dairojij- respondiendo al saludo- Es un gusto ¿Ha visto a Tomoyo?

-Por supuesto está en el salón de recreo- y despidiéndose de ella agregó- espero que te quedes a cenar.-

-le agradezco la invitación, pero no puedo- dijo la joven- tengo que llegar a casa temprano pues tengo una cena en casa de un conocido con mis padres.- dijo la joven.

-Lastima... espero que os vaya bien – haciendo una reverencia.

-Igualmente.- dijo la joven.  Despidiéndose de Lady Dairujij, se dirigió al salón de recreo.  Tocando dos veces, escuchó como alguien se dirigía a la puerta. La joven de ojos azules la observó a través de una abertura al abrirla y ella dijo- Soy yo.

la joven de la casa,  la dejó entrar y cerró la puerta detrás de la recién llegada- ¿Lo trajiste?

Enseñó el paquete que estaba envuelto. Dirigiéndose a un cómodo sillón a pocos pies de las jóvenes dijo- pero ¿Para que quieres esto?

Tomoyo recibió el paquete y lo abrió con sumo cuidado como si se tratara del tesoro mas delicado del mundo.  Develando su contenido y sonriendo complacida dijo- es para después... Naoko y Chiharu vienen después y Sakura prometió que vendría.- observando el libro que se leía "mitos y leyendas mágicas"

-¿Cómo está ella? Hace mucho que no la veo...

-Está bien-  dijo la joven- Hace dos días estuve en el pueblo y la vi...

-¿Acaso tu madre sabe que vas a una taberna?- preguntó Rika alarmada.- La mía se pone histérica si se entera...

-Mi madre sabe que voy al pueblo- dijo Tomoyo- pero suerte para mi, mis doncellas no revelan a donde es que voy.  Aun no.  ¿Por qué no vienes esta noche?

-Lo siento, no puedo.  Tengo una cena con unos conocidos de mis padres.  Oye supiste el ultimo rumor en la corte...

-¿Ultimo rumor?- preguntó Tomoyo.

-El gobernador está alarmado.  El rey está histérico.  ¿Recuerdas la leyenda acerca del libro mágico y del surgimiento de los magos de la muerte?

-aquel rumor que dice que aquel mago tenebroso arrojó una maldición contra del reino y del mundo y que surgirá el mago de la muerte, que terminará con la dinastía pero así con la humanidad.

-Ese mismo.-dijo Rika- Escuché a mi padre anoche conversarlo con unos invitados que estaban en la casa.  Era  un sujeto extraño.  Tendría treinta años y dicen que tiene un año viviendo en la comarca.  Pero es la primera vez que lo veo.  Hablaban de eso anoche.  Por un momento, tuve ganas de depositar ese libro en su lugar e irme a dormir... por esto, iré al infierno.

-No tienes de que preocuparte.-dijo Tomoyo- creo que entre, Sakura y tu, no hay competencia de que serán las primeras que irán al cielo.-pero observaba que a su amiga, eso no la consolaba.

-Oye ¿Tienes idea del problema para sacar este libro de mi casa? Estaba bajo llave. Una de las extrañas colecciones de mi familia que data de los tiempos de los hechiceros. Si descubren que saqué ese libro, me condenarán a muerte entregándome a los cazadores...- mirando con desconfianza la portada de ese libro.

-No te preocupes.- dijo Tomoyo- mañana lo llevaré a tu casa y lo dejaré envuelto. Nadie sabrá nunca que salió de ahí.

-No quiero tener problemas... es todo.  ¿Te puedes imaginar la deshonra si mi padre se entera que me gusta leer? ¿ o en todo caso, las leyendas de los hechiceros? En mi hogar caería la desgracia y deshonor que no se retirará durante siglos...

-Cálmate- dijo su amiga- no logras nada con ponerte de esa manera...

-Pero Tomoyo- respirando profundo- ¿Acaso no te imaginas si alguien nos descubre? Estaremos en serios problemas...

-Sabes muy bien que nadie lo sabe... excepto  Sakura, Chiharu y Naoko... además de nosotras... .- levantándose agregó- Cálmate y ve a casa... – Despidiendo a la joven-¿No tienes algo importante que hacer hoy?

-Por favor, Tomoyo: cuida ese libro... de todas maneras, mi vida estaría en peligro si alguien sabe que el libro proviene de mi...

-Claro que si- sonriéndole con confianza.  Ambas se dirigieron a la puerta de la residencia, para despedir a su joven amiga.  La vio hasta que el carruaje se perdió de vista.

*-*-*-*-*-*-*-*-* al otro día *-*-*-*-*-*-*-*-*

"Tengo que darme prisa si quiero hacer todos mis deberes e ir temprano a donde Tomoyo"- decía la joven Sakura Kinomoto mientras con un canasto en brazo, recorría la zona del mercado.  Estaba rodeada de tarantines, donde los mercaderes y productores ofrecían desde verduras, hierbas diferentes, joyas, fruta, pescado y carnes.  Claro que también habían uno que  otro vagabundo. Vistiendo un sencillo vestido de algodón de tonalidad café, recorría el mercado, quienes allí la conocían.

-Buenos días señorita Kinomoto- Decía uno de los vendedores.

-Buenos días señor Hio.- decía la joven sonriéndole amablemente.

Así era las mañanas que ella iba al mercado.  Era notable que al ser una chica tan amable, todos los de allí le saludasen. 

-la preciosa señorita Kinomoto- dijo una voz proveniente de un extremo.  Venía de un joven de tal vez 22 o 25 años. Se llamaba Tao Makoto. Sus ojos eran de color negro y pelo castaño como y parecido al de su hermano- Estás hoy mas hermosa que siempre- y acercándose- pero por otro lado, siempre estás hermosa...

-Muchas gracias- decía la joven sonrojándose un poco.  Lo conocía.  Era hijo de uno de los comandantes del ejercito que estaban bajo las ordenes del gobernador de la provincia.  Cuando su padre, trabajaba para el rey, era común la visita de ese sujeto en su casa, cuando aun era una pequeña.

-¿Qué tal si te invito a una reunión que habrá en la vieja casa de mis padres? Hace mucho que no hablamos tranquilamente...

-Ay lo siento- decía la joven comenzando a alejarse- pero tengo cosas que hacer...

-¿Cómo está tu hermano?- preguntó él para hacerle conversación a la joven.  Sabía que Sakura se convertía aun mas en una joven muy atractiva, además ella era divertida de conversar y tan amable.  Aprovecharía cada segundo con ella, aunque fuese hablando de su hermano.- hace mucho tiempo que no lo veo...

-Sabes que tiene la taberna cerca de aquí. Puedes ir a saludarlo si lo deseas.- Decía la chica – Lo siento, ya tengo que irme...

-Espera...- decía tratando de detenerla- Déjame acompañarte...

-Lo siento... se me hace tarde- acelerando su paso y sin observar detrás.

Llegó a su casa.  Entrando por la puerta detrás de la taberna y encontrándose cara a cara con su hermano.

-Her... mano- decía la joven al ver cruzado de brazos y con un rostro de pocos amigos a Touya.

-¿Por qué saliste de la casa sin permiso? ¿Y sin decirme?

-Solo quería hacer las compras en el mercado, para ayudarte...

-Sabes que de las compras, me encargo yo.- Dijo Kinomoto- no tienes que hacerlas tu...

-Solo quería ayudarte...

-No debes salir sin decirme.- dijo el joven Kinomoto- Lo sabes monstruo.

-¡¡no me llames monstruo!!- dijo la joven discutiendo como una chiquilla- No me gusta que me digan así.

-Ve a tu habitación y baja para que ayudes con los platos- señalando el fregadero- están muy sucios...

Sakura suspiró largamente.  Subió las escaleras y se despojó de aquel vestido colocándose otro para los deberes del hogar.  Se acicaló su pelo con sus dedos.  Cuando una brisa hizo que su atención fuera a dar a la ventana que estaba al lado de su cama. Cuando se dirigió y la comenzaba a cerrar, percibió un extraño sonido proveniente de detrás de ella.

-¿Qué es eso?- observaba detrás, buscando el origen de aquel extraño sonido.  Solo escuchó silencio- Será mi imaginación- Pero no terminó de decir esto, cuando el sonido era escuchado nuevamente.

Una gota comenzó a deslizarse desde su nuca.  No le gustaba aquella sensación.  Miraba a todas partes de su alcoba pero no había nadie. Pero le daba la impresión que no estaba sola.  Nuevamente el sonido como un silbido,  corto y agudo, se escuchó.

-¿Pero que es eso?- observaba a todas partes.  Ahora si estaba preocupada. Una de dos opciones: o un fantasma o algo terriblemente mal pasaba con ella.

-Sakura... ¿vas a tardar toda la mañana?- se escuchaba la voz de su hermano llamándola desde abajo.

-¡¡Ya voy!!- respondió la joven.  Pero aun seguía con sus oídos bien despiertos y ojos atentos.  Algo dentro de ella, le dijo que buscara debajo de su cama.

Mirando debajo de esta, para hacerle caso a sus instintos y con un miedo algo notable, observó todo lo que había ahí debajo.  Unas zapatillas, una pequeña araña que se introducía por una rendija del piso y...

-"el libro"- dijo Sakura en su mente, tomando aquel libro de cubierta roja de debajo de su cama- "Lo había olvidado". – sonriéndose.  De un momento a otro, sintió como el silbido provenía por unos instantes de aquel libro.

-Sakura... los platos no se lavan solos- dijo Su hermano desde abajo perdiendo la paciencia.

Sakura, exhalando profundo ante la insistencia de su hermano, depositó el libro en su cama dejándolo ahí, para resolver el misterio cuando regresara de lavar los platos.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Se olvidó del misterioso libro, dado que tuvo que ayudar a su hermano en la parte de atrás de la taberna.  Yukito no fue a trabajar, algo que era bastante extraño ya que era el primero que estaba en la puerta al joven Kinomoto abrir todas las mañanas.  A pesar de que eso de que Yukito faltara, nunca pasaba, Touya no parecía darle aparente importancia a ello.

-Pero hermano- le discutía Sakura en un momento- ¿No se te hace raro? Yukito siempre llega a tiempo... ya pasa del medio día y no llega- mientras le servía a su hermano pan con queso y miel para que comiese.

-Sakura, no empieces- dijo Touya consumiendo su alimento. – Es raro, si. Pero no es imposible... de seguro, se presentó una emergencia... o se enfermó... mira que con todo lo que come...- Sonriéndose sutilmente.

-Aun digo que debes ir a verle... a lo mejor está muy enfermo...

-está bien además, vive con sus abuelos.  Ya deja de preocuparte y ponte a lavar los platos...

-¿Por qué no vas a ver como está y yo manejo la taberna hasta que vuelvas?

-Tu lugar no es en la taberna...- dijo Kinomoto- Ni en ningún lugar de todas maneras.  Esta no es tu vida, Sakura... la primera oportunidad que tenga, del momento que, Papá vuelva, te sacaremos de aquí...

-Hermano...- dijo Sakura a media voz.  Sabía que a su hermano no le gustaba que estuviera en ese ambiente, ni tampoco entre los borrachos y vividores del pueblo.  No era ambiente para su hermana- Si no hubiera sido por esto, quien sabe donde estuviéramos...

-¿por qué no vas a casa de Tomoyo?- dijo Kinomoto con tal de que Sakura, no pasara mas tiempo allí.- Prefiero que vayas y  no ocasiones problemas aquí...

-Pero ¿quién te ayudará con los clientes?- señalando al interior de la taberna.

-Hoy es jueves, no hay muchos por aquí, por el asunto del conteo para los impuestos...- dijo Kinomoto- anda vete... pero regresa antes del anochecer... y si te quedas allá, avísame...

Sakura dijo- Gracias- e inmediatamente fue a su habitación para cambiarse de ropa.  Colocándose un vestido bastante bonito pero sencillo de listones de color azul y rosa, unos zapatos, menos atractivos pero si cómodos y funcionales, bajó las escaleras y salió por detrás de la taberna de camino a donde su amiga.

Una joven de edad de ella, y vestida de manera tan delicada, llamaba la atención de las personas, pero conociendo a su hermano Touya, nadie se atrevía a pasarse de listo con Sakura.  Además, era una Kinomoto.  Ese apellido, aun tenía prestigio e infundía respeto entre círculos de las distintas clases sociales de la comarca. 

De un momento a otro, pasó por delante de la librería que pertenecía a  aquel anciano Yumen .  Pero no estaba la librería.  Todo estaba hecho cenizas.  Había escuchado rumores, pero no había tenido la oportunidad de ir a ver con sus propios ojos.  Estaba horrorizada ante todo aquello.  Todos esos libros, destruidos.  Decían según varios que iban a la taberna ,que Yumen, estaba dentro al momento del incendio.  Encontraron un cuerpo pero no podían confirman que era de Yumen.

Escuchó a una mujer a su lado, de tal vez 40 años, que también observaba aquello- él se lo buscó... vendiendo y prestando todos esos libros prohibidos...

-Mucho duró- dijo otra. – No podía pensar que toda esa literatura prohibida, nadie haría nada nunca...

-Es lamentable- decía una tercera.  Era una anciana.- Era un buen hombre...

-Dicen que fue un incendio- dijo un hombre que pasaba por allí.  – No le dio oportunidad de apagarlo y se quemó con el...

-Bueno.  –haciendo una pausa la primera mujer.- Podemos decir que ya, el pueblo está limpio de toda esa basura de la magia ¿No?

Sakura continuó su camino escuchando aun a lo lejos aquellos comentarios.  Sakura no comprendía todo eso... ¿Magia? Ahora ella leía historias fantásticas acerca de hechiceros y de magia... pero era ilegal ya de por si, que una mujer supiera leer... a su edad, ya le estuvieran proponiendo matrimonio, o en todo caso, casada y con niños- Sacudiendo su cabeza- no voy a sacrificar mi juventud, con un matrimonio arreglado... prefiero creer en el amor...- dijo en voz alta sin darse cuenta.  Estaba por cruzar una calle cuando un hombre de profundos ojos azules se interpone en su camino. 

-Eso es bueno- dijo el sujeto sin saludar siquiera- creer en el amor...

-Disculpe- dijo Sakura- no sabía que hablaba en voz alta... – Y observando su rostro, agregó- ¿No nos hemos visto antes? –haciendo memoria.

-No lo se- dijo el hombre pero sonriéndole amablemente- pero es una comarca pequeña... ¿No?

-Supongo – dijo ella y se disponía a caminar a su destino, cuando el hombre le habló.

-¿Eres visitante por aquí o vives en el pueblo?

-Vivo aquí con mi hermano, señor- dijo Sakura- si me disculpa, tengo que irme.-cruzando la calle sin dejar que el hombre respondiera.

El se quedó viéndole hasta que ella llegó a una casa, y un sirviente abrió la puerta que daba al jardín. 

-¿Qué ocurre?- dijo una guapa y elegante joven acomodándose en su brazo. Ella vestía con elegancia como cualquier dama de la época.

El hombre de ojos azules dijo- solo hablaba con una vieja amiga.- sonriendo complacido- Vamos.  Tenemos cosas que hacer...- dirigiendo a la joven a un coche que la esperaba.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Sakura esperaba pacientemente en un sillón de un pequeño salón.  De todas maneras, la doncella dijo que iría por su amiga en esos momentos.  No había pasado dos minutos cuando la puerta se abre ingresando la joven de ojos azules.

-Sakura... te ves divina- dijo la joven. – Sabía que ese vestido te vendría de maravilla. A mi no se me ve tan bien como a ti, amiga.

-Muchas gracias- dijo la joven- ¿Oye quieres acompañarme?

-¿adonde?

-Adonde Yukito.- dijo Sakura a su amiga- no fue hoy a trabajar...

-Sakura: no puedo- dijo Tomoyo- y tu tampoco.  No es correcto de una dama, el presentarse en casa de un caballero sin una invitación...

-Pero Tomoyo...

-Lo siento amiga, pero tendrás que esperar a ver que le ocurrió... no podemos...

Sakura bajó su cabeza.  Lamentaba el no poder ir a donde Yukito.  Pero su amiga tenía razón.  No podía aparecer en casa de un joven sin ser invitada. Habían reglas, además su reputación sería puesta bajo la critica de toda la sociedad.  Tenía que pensar en el nombre de su familia.

-Nunca me acostumbro a la etiqueta.

-Tienes que hacerlo si quieres que un buen caballero se fije en ti... para casarse contigo...

-¿Tienes pretendientes, Tomoyo?- preguntó Sakura.

-Algunos, pero no me he enamorado aun...- sonriéndole- además queda mucho tiempo por delante...

-Cierto...- dijo Sakura.

-Disculpe señorita- dijo una doncella, interrumpiéndoles- tiene unas visitas... las señoritas, Naoko y Chiharu...

-Hágalas pasar-dijo Tomoyo. Cuando la doncella se retiró, ambas jóvenes se pusieron de pie.-Tengo algo divertido planeado para hoy Sakura- en ese momento entran las recién llegadas haciendo una reverencia- será un tarde, bastante inusual...

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Cuando el reloj de un extremo de la taberna tocó las cinco, Kinomoto observó que no había nadie en el negocio. Terminando de acomodar unas botellas y vasos, decidió cerrar la puerta por donde usualmente la clientela entraba.  Subió las escaleras y se dirigió a su habitación no sin antes echarle un vistazo a la de su hermana.  Algo en esa habitación llamaba su atención pero ¿Qué?   Cuando llegó a la de él, se despojó de esa ropa de trabajo y lavándose se colocó una camisa blanca propia de la época.   Terminando de vestirse, con botas negras y pantalones de la época también.

Saliendo por la puerta detrás del negocio, no pudo evitar arrancar unos cuantos suspiros de las jóvenes doncellas que vivían a los alrededores.  Era un joven gallardo, apuesto, trabajador e hijo de uno de los mas fieles soldados de la familia real.  No eran una, ni dos, las interesadas en el apuesto Kinomoto. Era mas bien, toda un alboroto.  Cuando se reunía con algunos de los jóvenes de los alrededores, en aquellos días, que estaba prohibido el trabajar a ciertas horas, Kinomoto tomaba este tiempo para reunirse con sus amigos, en el parque.   

En su camino, no pudo evitar ser saludado por varias personas.  Incluso pasó por una deriva, siendo pasado a su lado, los coches que iban apresurados, ya sean entregando mensajes, carruajes de las damas y nobles de la comarca, o carruajes con esclavos, como el que pasaba en ese momento.  Su rostro se contorsionó ante la imagen.

"Personas que no podían pagar los impuestos seguramente"- pensó el joven y sin darse cuenta por estar pendiente a los desafortunados que viajaban detrás del carruaje en una especie de jaula tropezó con alguien que salía de una especie de tienda con paquetes siendo llevados por otra persona.

-Lo siento-dijo el joven Kinomoto.-

-Fijate por donde caminas .- dijo el Chambelain- Mi señorita ¿Se encuentra bien?- Ayudando a incorporarse a una joven elegantemente vestida. Mientras Touya recogía los paquetes.

-Estoy bien, gracias- dijo la joven. Cuando Touya se fijó en ella no podía creer de quién se trataba.  Ella al reconocer al joven sonrió algo apenada y mirando a los ojos- Touya...- dijo ella a media voz.

-Kaho- dijo Kinomoto al reconocer a la joven de largos cabellos como algo castaños y rojizos y aquellos ojos. Claro que los conocía.- No sabía que habías vuelto...

-Solo por un tiempo- dijo ella haciendo una reverencia.  El la respondió-- ¿Qué haces tu aquí? No pensé que eras de los que venían al pueblo... pensé que estarías en esa gran propiedad de tus padres o en todo caso, y dado como has crecido, en el ejercito.. como tu padre...

Touya la observó silenciosamente mientras los labios rosa articulaban todo lo que le decía.  Una vez ella terminó, él reaccionó diciendo- Se nota que no tienes mucho aquí...

-llegué hace un par de semanas... estoy se puede decir en viaje de negocios...

-Bueno...- dijo Kinomoto sin responderle nada de lo que ella le preguntó o al menos le hizo comentario.- Espero que disfrute su estadía- dijo cortantemente.  Los ojos de ella delataron la tristeza que ella sentía. Por lo que parecía, el joven aun no la perdonaba.  Hizo una reverencia la cual ella respondió.

-¿Por qué no vienes a visitarme?- preguntó ella – me estoy quedando en casa de un amigo...

-últimamente estoy muy ocupado...- dijo el sujeto y fijándose en ella ,agregó- No pensé que volverías... menos ahora...

-¿Lo sientes, no?- dijo Kaho. Sonrió ante el gesto de Kinomoto y agregó acercándose al joven- Claro que lo sabes... ¿Qué el momento se acerca?

Kinomoto dirigió su mirada al chambelain que escuchaba todo aquello y Kaho hablaba con aquella abierta confianza y en medio de la calle (por así decirlo)

-Estos no son, los momentos, o el lugar para este tipo de comentarios, Lady Mitzuki...

-¿Tal vez, después?- dijo Kaho.- Si quieres, podemos hablar en otro momento...

-si, tal vez, nos encontremos en la calle...

-Que gran coincidencia sería esa, Lord Kinomoto...- dijo Kaho. 

-No existen las coincidencias... solo lo ....

-Inevitable- dijo Mitzuki.  No parecía molesta ante esa situación.  Mas bien, complacida.- Tienes razón- despidiéndose de Touya- Hasta entonces...- Al lado de ellos, estaba un coche negro, bastante lujoso pero no llamativo al extremo.  La joven con ayuda del Chambelain, abordó el carruaje y muy pronto, se alejaba del lugar de encuentro con el joven Kinomoto.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Pronto estuvo en casa de Tukishiro. Cuando ingresó y saludó, preguntó - ¿Qué te ha pasado hoy? – Yukito vivía en uno de los sectores de aquella provincia, en el pueblo con sus abuelos.-

-Lo siento- dijo Yukito- pero mis abuelos salieron de viaje y fue a ultima hora... no hubo manera de decirte...

-No sabes con quien me encontré hoy...

-¿Quién?

-Kaho Mitzuki- Los ojos de Yukito expresaron sorpresa- Si. Esa misma...

-¿Qué pasó?

-Lo que tenía que pasar y como ocurrió años atrás...

-¿Estás bien?

-Claro que si.  Han pasado años desde aquello.  Cuando ella se marchó.

Yukito respetó el silencio de su amigo.  Claro que sabía que Kaho Mitzuki se había ido.  Aun Kinomoto tenía aquella fortuna del que era dueño su padre.  Por eso, Kaho lo saludó como si aun fuera aquella persona rica y de poder del reino.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Esa noche regresó a casa en un carruaje proporcionado por Tomoyo.  Cuando descendió de este, vio que las luces de la taberna estaban apagadas.  Silenciosamente entró por la parte de atrás, una vez despachó al sirviente que la trajo allí.  Su tarde se había hecho corta.  De pronto era de noche.  Sabía que no era un sitio para una dama estar a solas.  Lo sabía, pero aun así, no había hecho caso.

Cuando cerró la puerta, inmediatamente encendió las velas que estaban a un lado, donde siempre estaban.  Iluminando la cocina, se percató que su hermano no estaba.

"Probablemente, donde Yukito"- dijo en su cabeza y comenzó a ascender al piso superior- Tanto que le dije que fuera y ahora estoy sola aquí y él se fue...- De repente, escuchó aquel extraño sonido nuevamente que escuchó por la mañana.  Comenzó a sentir temor.- "¿Por qué ahora? Cuando vengo de escuchar esos horribles cuentos de misterio y dragones de Naoko"- con miedo palpable. – Santo cielo...- Comenzando despacio a avanzar.  Cuando se detuvo delante de la puerta de su alcoba.  Abriendo la puerta de madera, observó lentamente en toda la habitación.  – No hay nada- dijo el voz alta.

No pasaron unos segundos cuando observó encima de su lecho. El libro.  Aquel extraño libro estaba ¿Brillando?

-¿Qué rayos es esto?- preguntó ella acercándose con cierto temor.  Era de todas maneras, mejor que cualquier fantasma.

Tomando el libro con las manos pero a cierta distancia del resto de su cuerpo.  Este brillaba. 

De un momento a otro... el seguro que tenía aquel libro en un extremo, de repente se abrió... Sakura ante esto, estaba preocupada y alejaba cada vez mas de aquel libro.

Sus ojos esmeralda estudiaban la portada de aquel extraño libro. Incluso, el hecho de que, el libro era titulado "Clow" en la portada y ella siendo algo despistada, no le dio la mas mínima indicación de que algo fuera de lo normal pasaba.

-¿Qué pasa?- se preguntó ella. Con el libro abierto, observó su contenido. No eran paginas escritas.  Eran - ¿Cartas?- se preguntó ella observándolas en el reverso.  No se atrevía pero tanteando, tomó una en sus manos y la observó detalladamente.  Poseía según ella observaba líneas doradas en sus extremos. El sol, la luna entrelazados y en su portada tenía una palabra escrita en caracteres diferentes.

-¿Dos tipos de lenguajes?- preguntó la joven y sentándose estudiando aquella carta.- ¿Qué dice esto?- prestándole mas atención a la carta que a lo que ocurría en la portada del libro,. De la cual parecía como que algo surgía, o en todo caso, despertaba..- Dice.... dice...- Tratando de leer lo que decía- Pero este no es nuestro lenguaje... tampoco este.- señalando con su dedo los caracteres mas parecidos a su idioma- Parece... ¡¡Ah ya se!!- sonriendo ante su ingenio...- es Vi... Vien....

Enfrente de ella algo llamó su atención.  Levantó su vista de la carta que estaba en sus manos para encontrarse con aquella extraña cosa (según ella que le observaba).

Con una voz algo chillona y observando a la preciosa joven quien sostenía aquella carta mágica en sus manos, solo pudo decir-  ¡¡¡Hola, Hola, Hola!!!. –Sonriéndole abiertamente.

Sakura, observó atónita a esa cosita que con el uso de sus alitas volaba enfrente de ella.  Olvidándose que llevaba en sus piernas aquel libro mágico y aun con la carta en su mano, emitió semejante grito que hubiera despertado hasta un oso invernando.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh – fue lo único que se escuchó y estremeció en aquel segundo piso.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Comentarios de la autora:  Bueno, pobre Sakura.  Aunque me pongo en su lugar: un hermano celoso, una chica bonita, que no le gustan las historias de misterio y que de repente llegando a su casa, se emitan sonidos raros y para empeorar la situación, salga de la nada, una extraña criatura ¿Alguien la culpa?  Yo no lo haría.  Gracias por los comentarios... y debo decir que esta si será una historia bastante larga... Para lo que les gustan largas. gracias a Naiko quien me inspiró a que continuara... Estaba algo dudosa pero viendo los reviews puedo darme cuenta que, la historia gustará... gracias también a Claudia quien me ha hecho llegar sus comentarios y sus ideas tb...

Próximo capitulo: "Chica normal: Destino inesperado" .

Comentarios, dudas tomatazos a: Sakura_Journal@yahoo.com

O tb. Review... esos los agradezco tb.-

Chao .