"The Story about a Prince and a Courtier"

By Crystal.-

Basado en los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.

Capitulo 11.- "¿Secuestro  o Escape?"

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"Yukito Tukishiro siendo siempre el confidente y mejor amigo de Kinomoto, había ocupado un lugar especial en la familia de su amigo.  Lo conoció cuando este ingresó como cadete para seguir los pasos de su padre.  Ante la salida repentina de Fujitaka, Touya renunció al ejercito, siendo seguido por Yukito.

A pesar de su buena posición social, Tukishiro era tabernero en el negocio de su amigo, y prácticamente juntos, educaron a Sakura desde la partida de su padre.


Pero pronto se descubriría que todo esto estaba conectado en un destino un poco mas profundo y místico.

Como todo se conecta en una vida pasada,

El destino se encarga de conectarla en el mañana."

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 Ambos descendían del carruaje detenido en aquella transitada calle. No fueron pocos los soldados y hombres que estaban por allí que le dirigieron una mirada al par.  Identificaron a al joven como Tomoyo Dairujij y la pasaron por alto dada las amenazas de Kinomoto de quien molestara a la joven. Pero lo que si llamó la atención era que la joven estaba acompañada por aquel caballero de ojos azules que no parecían conocerle.

-Solo tardaré un momento- dijo la joven Tomoyo- Si quiere, puede esperar aquí-   llevando la nota agarrada en aquellos guantes blancos.

-Si me permite, mi cochero tiene que llevarme a la casa de un conocido... ¿Le digo que le pase a recoger? ¿media hora tal vez?

-Eso estaría magnifico- dijo ella sonriéndole- Muchas gracias.

La vio dirigirse no por la entrada sino, por la parte lateral, ingresando por un callejón. Cuando la vio ingresar por aquella puerta, decidió que era hora de marcharse.

-¿Adonde Mi señor?- dijo el chambelán observándole.

- A casa de Kaho Mitzuki- dijo Eriol seriamente. Ingresó en el carruaje e inmediatamente se perdía en la distancia.

Tomoyo ingresó en la cocina y en esos momentos, una joven de 16 o 17 años de pelo negro y ojos verdes le observaba.

-¿Puedo ayudarle en algo?- observando a aquella joven vestir con extrema elegancia y portando unos guantes blancos y su pelo en una cofia.  Aquellos ojos azules se dilataron ante la presencia de aquella mujer.

-¿Quién es usted?- preguntó Tomoyo, extrañada y algo molesta ante esa presencia en aquel lugar.

-Soy Itzume- dijo la joven observándole- Vivo aquí... ¿usted es?

-No puede vivir aquí- dijo ella negándole con el rostro y de manera muy educada- aquí viven Touya y Sakura Kinomoto...

-Así es... pero por el momento, vivo con el joven Touya- sonriéndole- ¿Puedo ayudarte en algo?- hablándole menos formalmente.

Tomoyo no comprendía nada ¿por qué esta mujer vivía con el joven Kinomoto? ¿Qué significaba esto?

-No...- dijo la joven volviendo a la realidad.- ¿Dónde está Touya? tengo un mensaje de su hermana...- escuchaba la voz de Yukito atendiendo los clientes en la taberna.

-¿Sakura?- dijo la joven emocionada y observándole con interés- ¿Acaso estuviste con ella?

-Si... ¿Cómo sabes tu de Sakura? ¿Acaso la conoces?

No podía creer que Sakura conociera a aquella joven y nunca le hubiese comentado nada.

-No la conozco- dijo la joven – no personalmente de todas maneras... y Touya no está... Fue a un encargo...

-Ya veo- dijo Tomoyo observando todo con interés. Observó a la joven con interrogante. ¿De dónde salió esta joven? Era la primera vez que la veía...- tengo que irme... – dijo de repente y dirigiéndose a la puerta.

-¿No quiere dejarle dicho algo a Touya? con gusto se lo comunicaré.

La carta de Sakura estaba doblada en la palma de su mano mientras la apretaba.  Se sentía molesta.  Perturbada por aquella mujer allí.

Sin responderle tan siquiera , sale por la puerta por donde entró y justo allí cuando venía con paquetes en mano, se ve cara a cara con...

-Cuidado- dijo el sujeto - ¿Tomoyo? – sonriendo al observar a la joven- ¿Cómo estás? ¿Sakura regresó contigo?- mirando detrás de ella a ver si veía a su hermana. Pero quien estaba de pie observando era Itzume.

Pero notó algo.  Tomoyo se veía algo molesta.  Inquieta.

-Señor Kinomoto- dijo ella haciendo una reverencia.  Era la primera vez que le llamaba por su apellido. 

-¿Que pasa?- preguntó observando a Itzume con una interrogante. En verdad esta joven se estaba comportando de manera un tanto extraña para su actitud de costumbre.

-Sakura... le ha enviado esto- colocando la carta en sus manos. Ahí fue cuando Touya le observó su mano y el anillo.  La tomó por ella acercando el aro a su rostro.

       -¿ Te casaste?- observándole detenidamente a su rostro. La mirada de aquella joven.

-Si- respondió ella. Itzume se acercaba detenidamente. Ella agregó mientras él le dejaba ir su mano.  Notaba dolor en su mirada.  Mantuvo el silencio, rompiéndolo su prima dijo, Con permiso.- haciendo una reverencia y retirándose.

-Vaya- dijo Itzume sonriendo- Es muy joven para casarse... ¿No?

-Si amas a alguien, la edad no tiene importancia- dijo Kinomoto observando a la joven Dairujij perderse al doblar saliendo a la calle principal. -¿No crees?

Ante este comentario Itzume quedó bastante pensativa y siguiendo a Kinomoto hasta el interior expresó, tomando unos paquetes de sus manos- ¿tu le correspondes?

-¿Que cosa?- preguntó observándole.

-A ella.  Desde que entró aquí, me vio como a una intrusa... debe de sentir algo por ti.

 -Es mi prima.  Es la mejor amiga de mi hermana.  No siente nada por mi... fuera de eso...- discutió el joven tratando de acomodar los paquetes.

-Porque no eres mujer, no te das cuenta... ella, esa chiquilla está enamorada de ti.- observándole- ahora la pregunta es ¿Sientes lo mismo por ella?

-Itzume: no te vuelvas una molestia- dijo Kinomoto evadiéndole- Ella es mi prima.  Es una niña...

-La cual está casada...

-Ahí te equivocas: Tomoyo es de las chicas que es bastante clara con sus sentimientos y no se casaría con alguien a quien no quisiera... ella merece ser querida. Ella quiere quien quiera se haya casado con ella...

Ella lo tomó por el brazo para verle directamente al rostro y preguntó bajito- ¿Acaso tu sabías  lo que ella sentía? – no respondió nada- Si.- sonriendo.—tu lo sabías...

-ella estaba confundida- dijo Kinomoto admitiéndolo.- Solo siente admiración por mi, es todo... ahora no se porque se puso en esa condición.. es solo, mi prima.

-¿Como sabes que es solo eso?- preguntó ella sentándose. Él la imitó también sentándose.

-Tomoyo no tiene figura paterna en su casa.  Su padre murió cuando ella era apenas una bebé.  Siempre ha estado cerca de Sakura y yo siempre las he cuidado.  A ambas.  Quiero y le tengo estima a Tomoyo... pero ¿Por que se ha molestado de esa forma?

-Porque me ha encontrado aquí... – dijo Itzume poniéndose de pie y caminando a las escaleras dijo- La desilusión se le pasará...- y bajando la voz- Nos pasa a todas...

Kinomoto no comprendió este ultimo comentario.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Sakura, soy yo: Keroberos...- decía el guardián en su verdadera forma.

-¿Kero? ¿Eres tu?- preguntaba ella acercándose a él- No sabes el susto que me has dado...

-No podemos quedarnos aquí- dijo Li una vez Sakura comprendió lo de Kero-. Vendrán mas y ahí estaremos en problemas....

-¿Huiremos?- preguntó Kero.

-Vamos a la casa – dijo Sakura-. Cuando la señorita Nakuru llegue, le explicaremos...

-Y la arrestarán a ella y a ti; y a tus amigas, les espera laborar como esclavas... o peor- dijo Li mirándole- ayudaron a un criminal.

-¿Criminal? ¿que criminal?- preguntó Kero.

-Viste como me moví ahí- dijo Li observando a Sakura dudar- ¿Que otra cosa puedo ser que un criminal?

Ahí, tanto Keroberos como Sakura recordaban lo escuchado de boca de esos soldados aquel día: Buscaban a un criminal y ese sujeto aparece herido en el cauce del río.

-¿Y si nos entregamos?- preguntó Sakura- ¿No será eso lo mejor?

-Creerán que estás con él- dijo Kero señalando con indiferencia a Li- y lo peor está que, usaste poderes delante de aquellos soldados...

-Lo que le dirán a la señorita Akizuki y al señor Eriol- dijo Li completando la idea de Kero- Te arrestarán... con cargos de brujería... –Cruzado de brazos- y ellos por mas buenos que sean, no podrán o no querrán ayudarte. No nos queda otra alternativa que huir...

-Tiene razón Sakura- dijo Kero.  En ese momento, el báculo se convierte en llave en manos de la joven.

-¿Que clase de fenómeno soy? ¿Que soy?- comenzando a sollozar.  Kero y Li la observaban estupefactos ante su reacción. – Ahora, no veré jamás a mi hermano, a Yukito, ni a Tomoyo.

-cálmate Sakurita- dijo Kero – no hay porque ponerse en esa situación. Eres una persona muy valiosa.- viéndole limpiarse las lagrimas de sus ojos-  Vamos a la casa por el libro – continuó Kero- antes de que vuelvan mas soldados  y se dirijan a revisar la casa...

-Le acompañaré...- dijo Li.

-¿Que? ¿Por que tienes tu que venir?- preguntó Kero adoptando su falsa identidad- Mejor escapa antes de que alguien te encuentre y ahora no esté nadie para defenderte...

-No necesito que me defiendan- dijo Li.

-¿Ah no? ¿Que hicimos Sakura  y yo hace unos instantes? Te defendimos. Eres un criminal y que Sakura ande contigo no le agrega menos leña al fuego ¿Sabes?

-Soy alguien que puede defenderle si algo mas allá de su capacidad surge...- dijo Li observando al guardián- Al menos, soy mas efectivo que un juguete para niños...

-¿A quien le llamas juguete?- preguntaba Kero avanzando con dirección a la casa pero discutiendo con el sujeto.

-¿A quien crees?-preguntó Li discutiéndole..  Aquí se da cuenta que Sakura le observa y dice - ¿Que pasa?

-¿vas a venir conmigo? ¿Con nosotros?- preguntó la joven.

-Te debo mi vida.- dijo Li- lo menos que puedo hacer es, pagarte el favor y seguir mi camino... Aun así, ladrón o no, criminal o no, no se realmente quien soy... por lo menos aun no.  Pero tengo dos deudas de vida contigo.

-Muchas gracias- sintiéndose mucho mejor que no iba a estar ya tan sola. Comenzó a avanzar con ellos.

Alguien con alas de mariposa observaba desde lo mas alto de un árbol, presencia que no fue captada por los jóvenes mientras avanzaban a la casa.

-Creo que habrá problemas – dijo la guardiana- El amo Eriol me matará...- Comenzando a temblar dada la situación.- no gustará esto en nada..-pensando unos instantes- ¿Aunque que pasaría si Kinomoto se entera de la fuga de su hermana con un ladrón? Es un príncipe que se cree ladrón...- analizándolo unos instantes- quisiera estar al lado de mi querido Kinomoto consolándole- viniéndole a su cabeza ciertas imágenes de ella consolando a Touya - - Ay como me gustaría- comenzando a soñar despierta.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Tu dirás Eriol- dijo Kaho. Ambos estaban sentados en el salón de la casa de la joven.

-¿Has visto algo extraño? ¿algo fuera de lo normal?- preguntó el joven.

-No- dijo la joven sonriéndole.- nada.  Bueno excepto los rumores de la desaparición de cierto príncipe y a quienes los guardias buscan como un fugitivo...

-Estoy al tanto de esa supuesta desaparición...

-Han puesto en alerta a todos los puestos de guardias ante cualquier extraño que se vea visto en los alrededores...- dijo Kaho – está en alerta máxima. Y eso, que esto es una provincia ¿te imaginas en la capital?

-Siento que algo va a pasar...- dijo Eriol observándole- No podemos intervenir...

-No directamente ¿Cierto?- preguntó ella.

Él estaba a punto de responderle cuando una joven entra.

-Lady Kaho- decía Meiling ingresando con un pequeño canasto de costura- Ah disculpe- observando a desconocido- Soy Li Meiling. "Lady Li Meiling".- haciendo una reverencia ante el caballero.

-Mucho gusto – dijo Eriol no sin antes lanzarle una mirada de jocosidad a su anfitriona- Eriol Hiraguizagua: a sus pies – respondiéndole.-

-Eriol Hiraguizagua es un viejo amigo- Dijo Kaho.- Lady Meiling es prima- Aquí Meiling tosió- Perdón: prometida del príncipe Li Shaoran.  ¿De quien hablábamos?

-Si, claro- dijo Eriol- Encantada señorita...

-Disculpen si quieren....

-No por favor, - dijo Eriol deteniéndole cuando se retiraba- quédese... así nos hará compañía.

-No creo- dijo Meiling haciendo ademán de retirarse.

-Quédese...  –observando el rostro del guapo hombre.

-Bueno- dijo la chica tomando asiento- ¿por qué hablaba de Shaoran?

-El señor Hiraguizagua es un viejo amigo- Dijo Kaho- y me preguntaba de lo que ha pasado en el pueblo dado que estaba de viaje... ¿Cierto?

-Así es- dijo Eriol- nos conocemos de mucho tiempo atrás...

-¿Y son amigos?

-Si- respondió Kaho.

-Disculpen mi intromisión ¿qué hace usted aquí, Lady Li?- preguntó Eriol.

-estoy aquí hospedada con Lady Mitzuki gracias a un hombre que nos trajo aquí...

-¿Un hombre?

-Touya Kinomoto- dijo Kaho observándole- un "viejo amigo".

-así es... es un tabernero- dijo Meiling no evitando hacer una mueca- Ahora mismo... solo esperamos que el príncipe Shaoran se nos una y nos iremos de regreso a nuestro territorio...

-¿No viven dentro de los territorios de Cho?- preguntó Eriol.

-No señor- dijo Meiling – vivimos un poco alejados de todo lo que tiene que ver con Cho Akiyashi. Donde vivimos, la madre de Shaoran tiene guardias fieles a su disposición...

Eriol escuchaba todo aquello con atención.

- No comprendo- tratando de asumir ignorancia- ¿por qué el príncipe es considerado enemigo?

-Pues según Itzume, es porque el rey aun no tiene heredero. Si él muere, Shaoran puede pedir el trono.  Y puede obtenerlo...

-¿Itzume?- preguntó Eriol.

-Es una protegida de Lady Ieran, la madre de Shaoran.  Decidió acompañarnos.  Ella sabe mucho de esta situación mas de lo que aparenta...

Kaho sabía que Itzume tenía poderes mágicos. Pero no podía decir nada de esto a Eriol delante de Meiling. Eso haría que la joven sospechara. Tenía que mantenerse al margen.

El reloj del pasillo marcó las cuatro de la tarde. Meiling se puso de pie y dijo- con permiso.. tengo cosas que hacer- haciendo una reverencia. Se retiró momentos después.

-¿Qué piensas?- preguntó Kaho.

-Tengo que conocer a esa Itzume ¿Está aquí?- preguntó.- por lo que parece, sabe mucho mas acerca de la relación de los Li con la corona.  Eso me puede ayudar...

-Me alegra que sientas curiosidad- dijo Kaho sonriéndole. Aquí Eriol le observó con atención- Itzume... tiene poderes mágicos.  Es poderosa, tanto como Shaoran... o mas aun... mas que el mismo Shaoran...- ambos se dirigían a la salida de la casa.

-¿Acaso conoces al príncipe?- preguntó esbozando aquella mirada de que conocía algo que la mujer no.- ¿Sabes donde está esa chica?

-Si- dijo afirmando – está donde Kinomoto... pero no conozco el príncipe Li. Pero déjame decirte algo: esa chica tiene un gran poder aun oculto... porque no ha salido a surgir pero cuando lo haga, nos dará una sorpresa a todos.

-¿Crees que estará bien allí? Toda persona con poderes, puede servir a la causa. Solo hay que ver que esté de nuestro lado.

-No se porque se quedó allá.. pero creo que percibe el poder que hay en Kinomoto... esa chica, es un misterio.- y respondiendo la duda de Eriol, agregó- Está de nuestro lado.  Se preocupa por el príncipe Li y puede ser una poderosa aliada si el príncipe se lo solicita.

-vigílala.- dijo Eriol.- trataré que la casa Kinomoto, no sea tocada por los guardias...

-¿Entonces como sabes que es hermosa? – preguntó Kaho.—no la conoces...

Sonriendo agregó- No por ser hermosa... no la conozco. Ahora que me lo dices.  Pero si los guardias entran y ella se coloca en actitud violenta y usa sus poderes, estará con la soga en el cuello ¿Comprendes? Una hechicera se irá a la hoguera o directamente donde el hechicero oscuro... tengo que irme... me esperan.

-¿Entonces me contaste que aparentas estar casado?- preguntó Kaho. - ¿Acaso tu esposa sabe toda la verdad?

-No... ni siquiera sabe de toda la farsa...-deteniéndose frente a su carruaje.

-Pero presiento que ¿Es mucho mas que una pantalla? Sientes algo por esa joven ... ¿No?

- sin saber la verdad, no te puedo asegurar nada- dijo Eriol- Mantenme informado de todo lo que pase.- subiendo a su carruaje.

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Llegó bastante temprano aquel día.  Estaba algo seria a su llegada a la residencia de Clow. Como siempre, este percibió su llegada y abrió la puerta de entrada.  No había nadie del camino desde la entrada hasta el salón donde ella, ya con seis meses de entrenamiento, percibía su presencia y los poderes de su mentor. 

Continuó su camino hasta llegar a aquel salón.  Clow sin voltearse dijo observando su mas reciente creación agregó- Es Return. ¿No es adorable?

-¿Qué hace esa carta? – dijo la joven bastante seria. Pero él no había observado su rostro aun. Aunque si notó que era extraño que la joven no entrase criticando algo que observó mal en aquella casa por parte de su dueño. Clow a veces creía que la joven, no le simpatizaba el hechicero y que solo lo utilizaba.

-Regresar en el tiempo- dijo Clow entusiasmado- ¿Sabes acaso cual será la carta de contra juego?

-la carta tiempo- respondió la joven seriamente.  Clow se encontró esto extraño, su respuesta tan seca y directa, además de su voz entrecortada,  pero sonrió a la carta.  Aun no observaba a la joven.

-Exactamente- dándole la razón a la joven- pero la carta, no permitirá algunas acciones...

-pero ¿puedes utilizarla para cambiar el pasado?- notó cierta dejadez en el tono de voz de la joven pero aun así, continuaba observando su creación girar en el medio de aquel salón, con el sello desplegado en el suelo.

-eso dependerá...- volteándose a la joven y se quedó sorprendido al observar el rostro de la joven. Estaba totalmente bañado en lagrimas. Sus ojos rojos de tanto llorar.  Se limpiaba con afán su rostro.- ¿Qué pasa?

La observó vestir un traje muy sencillo. Clow le proporcionó una habitación en aquella mansión, para que se vistiera y descansara cuando practicaba en aquella casa. Sus ojos, aquellos ojos azules lo observaban con tal tristeza, melancolía y rabia.  No podía sentir ira en su corazón.  Clow la observaba con preocupación.

-¿Qué ocurre?- se atrevió a preguntar.

Ella continuaba limpiándose las lagrimas mientras el sujeto se acercaba.  Ella finalmente dijo- ¿Por qué nací siendo mujer?- su voz era entrecortada y que sufría. Ella continuó- tu, dejaste a tu familia en el Este y te embarcaste aquí para vivir solo y hacer todo aquello que deseas, que gustas... yo sin embargo- dejándose ganar por los sollozos.

Clow se acercó finalmente y colocó su mano en su hombro, mientras la joven cubría su rostro con sus manos. 

-Nacemos con un propósito en vida Itziar.- dijo Clow- ¿Por qué no me cuentas que te ocurre? Tal vez entre ambos podamos hacer algo.

-¡¡no!- retrocedió ella observándole- No hay nada que puedas hacer... no hay nada que nadie pueda hacer... ¡¡Es definitivo!!- gritó enojada y aun con sus lagrimas saliendo de sus ojos.


En ese momento, Clow observa a su derecha. En el escritorio que había en el lugar en ese momento, comienza a surgir humo de él. Ella continuó- Estamos destinadas a las decisiones de los demás... estamos siendo destinadas a  una sociedad donde la mujer no puede hacer nada...

-¿Qué es lo que ocurre?- preguntó Clow aun percatándose que el enojo de la joven, una energía que salía de ella y aquel escritorio que surgía humo de él. Itziar estaba demasiado enojada para darse cuenta.

-¡¡Cho Peing!!- dijo molesta- el rey... ha proclamado una ley que rige que la mujer no tiene derecho a opinar ni a estudiar...¿ Puedes creerlo? – Molestándose cada vez mas- ¿Sabes que es lo peor?- sin esperar que Clow respondiese, agregó.- Que mi madre está de acuerdo con semejante locura "Es mejor tener un hombre que tome las decisiones por nosotras que enfrentarnos en esta vida y molestarnos o preocuparnos!! Claro lo dice porque este sujeto, un amigo personal de Cho, pretende a mi madre por la fortuna dejada por mi padre...- aun mas enojada. Ahora estaba surgiendo fuego del escritorio. Clow observaba todo esto con atención.- ¡Mi madre no se da cuenta que la utiliza! Lo ultimo que ha hecho antes de yo salir de allá es decir que me contraerá en matrimonio para asegurarme un futuro ¡¡no quiero que me asegure el futuro!! ¡¡Como estoy está bien! ¡¡solo quiero por primera vez en mi vida que me dejara decidir por mi misma!- en ese momento, el mueble se incendia en su totalidad.

Ella observa esto sorprendida. Clow sin embargo observaba esto con tranquilidad. De  su báculo surge y una carta se coloca en frente de él. Pronto y con el uso de la carta del Agua, las llamas se van extinguiendo poco a poco.  Hasta volverse humo.

Clow la observa a ella (Que está totalmente sorprendida ante lo ocurrido) y dice- supongo que no sabías que eras algo fugaz ¿Cierto?

Tartamudeando de la impresión, preguntó- ¿Qué...que ha pasado?- tratando de alcanzar el sofá de color rojo terciopelo del hechicero y sentándose en él.

-Por lo que parece, tienes cierto poder que no teníamos idea que tenías en ti.- explicó el hombre- la habilidad de crear fuego con la mente o con tus sentimientos, en este caso, son muy escasos...

-Eso dijiste de la clarividencia- dijo Itziar aun impresionada- ¿Cómo ha pasado esto?

-Es muy misteriosa aun la manera como estos poderes despiertan en los individuos... tal vez es tu talento, o tal vez, lo heredaste de tu padre; Sea cual sea el caso, eres talentosa y este es un don que hay que saber controlar- señalando el escritorio – o no sabes las consecuencias que estos pueden traerte a ti...

-No puedo...- dijo poniéndose de pie y observando el escritorio y el hombre- no puedo- repitió. – si esto ocurre delante de los demás, delante de mi madre- retrocediendo.

-Te mostraré como controlarlo...- dijo Clow – en verdad eres alguien muy valiosa...- bajando el tono de su voz- demasiado.  No fue coincidencia nuestro encuentro...

-¿Alguien valioso?- preguntó ella alterada- mas bien, peligrosa... ¡¡Soy peligrosa!! Si vuelvo a enojarme, ¿Qué otra cosa se incendiará? ¿El pueblo??? ¿Mi casa? ¿qué??

-Cálmate- dijo el sujeto observando ahora un mueble de allí comenzando a botar humo.- lo que tienes que hacer es aprender a controlar tu ira... es todo...

Ella se sentía mejor al escuchar las palabras de aquel hombre.  Había aprendido mucho con él.  Sonrió por unos instantes y dijo – Tengo que irme...- dirigiéndose a la puerta.

-¿Adonde vas?

-a las aguas subterráneas que hay en unas cavernas, no lejos de aquí... me tomaré el día libre para descansar y calmarme... ¿No te molesta?

-No sabía que habían depósitos subterráneas...- respondió el hombre.

Apuntándole con el dedo y enseriándose agregó- No se te ocurra espiarme con tus poderes, o creeré que eres un pervertido...

-No tenía intenciones de hacerlo- dijo Clow sonriendo a las ocurrencias de la chiquilla.- Ve tranquila y con cuidado...

-Muchas gracias- dijo ella antes de retirarse finalmente.

 Después de todo, había pasado ocho meses ya de su encuentro con la joven y los poderes de esta eran notables ya. Pero le preocupaba ¿qué pasaría en un momento que la ira realmente se apoderara de ella? ¿sería acaso capaz de controlarla?

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-mi señor- dijo el cochero cuando su amo estaba sentado cómodamente en el carruaje observando a la ventana y por la rendija le informó.- tengo que decirle que la señorita Tomoyo no estaba en casa de los Kinomoto cuando fui por ella...

-¿A que te refieres?- preguntó curioso.

-Que no estaba cuando pasé por ella.- respondió. – Según la joven que vi en la cocina, la joven salió alterada... no me dijo porque

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Estaba avanzando rápido en el camino a la casa de su prometido. Cuando llegó nadie abrió la puerta. Nadie estaba en la casa.  Cuando cerró la puerta, sus ojos estaban llenos de lagrimas las cuales trataba de limpiar con avidez de sus ojos, pero era en vano.

Sus sollozos eran escuchados como susurros entre los corredores y pasillos de aquella elegante residencia.  No sabía porque se sentía tan tonta consigo misma. Tan desafortunada. ¿por qué estos sentimientos se apoderaban de su ser? Después de todo, había venido de entregar un encargo de Sakura.

-"porque mas nada, era tan importante como Sakura"- dijo ella en un susurro. Pero lagrimas salían de su rostro.

Se sentía triste, molesta, melancólica, furiosa. ¿pero por que?

Se retiró su abrigo delante de una puerta al final de aquel corredor. La ultima puerta. No era su habitación.  Pero sintió la necesidad de ingresar en ella.

Abriendo la puerta delicadamente, miró a su interior.  Las cortinas estaban corridas, dándole penumbra a aquel salón, pero pudo observar un candelabro encendido en una mesilla, al lado de un sillón. -¿Hola?- preguntó con aquella melodiosa voz característica de ella, pero nadie le respondió- Volvió a preguntar a la vez que se acercaba aquel sillón. Observó un libro allí depositado y el cual estaba abierto en una pagina. Miró a su alrededor.  Las velas en el candelabro estaban a mitad de haber sido consumidas.  Tomó el libro en sus manos y leyó el encabezado en la primera pagina : "Magia de la Luz".  Movió varias paginas con interés mas adelante.  Este no era un libro.  Las paginas amarillas, desplegaban dibujos hechos a mano y letras y trazos de tinta y pluma.   No era un libro común.  Era una especie de diario ¿pero porque magia de la Luz?

Miró a su alrededor, dejando su abrigo en el sillón.  Sin percatarse, desde una esquina de un librero en su parte mas oscura, un gato negro halado, observaba cada uno de sus movimientos.

Tomó el candelabro y observaba admirada los libros que habían en los libreros que estaban cerrados con llave.  Veía letras doradas desplegarse ante ella.  Pero llegando a una en particular casí cerca de la ventana, observó algo que llamó su atención.

Era en especial, un libro. Al principió una corazonada atacó su cuerpo.  Vio como aquel libro de cubierta negra con letras doradas que resaltaban decían en su encabezado "E.H." que no tardó mucho en comprender que se trataba de Eriol Hiraguizagua.  Pero no era ese detalle lo que le sorprendía.  Era el hecho que aquella portada del libro era parecida en su físico- El libro de  cartas de Sakura...- dijo en un susurro escuchado por Spinel, desde su escondite.

-"oh no" – exclamó Spinel en su cabeza- "Si ella descubre o toca el libro, y lo abre, estaremos perdidos..."

Trató de abrir aquella compuerta de cristal que protegía aquel libro, pero fue en vano, Estaba con llave.

Su instinto dijo que, algo extraño ocurría. Sus instintos jamás se equivocaban.  Había algo extraño allí.  Y la presencia de ese libro tan parecido al que su amiga poseía (Con la diferencia de aquella portada negra), no hacía menos sospechoso todo aquello. Se dirigió al sofá.  Tomando el libro acerca de la "Magia de la Luz"  y apagando las velas en el candelabro, salió de aquel salón sin percatarse que dejaba su abrigo atrás.

Spinel se mantuvo en su sitio, después de todo, era peligroso si ella decidía volver a entrar.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-¿Lista?- preguntaba Li acercándose a Sakura, mientras ella llevaba un pequeño paquete debajo del brazo.

Observaba aquella casa, donde había pasado los últimos días que hasta ahora, se habían convertido en inolvidables.  Pero su rostro de entristeció. Ahora, nunca mas, vería a Tomoyo, o a Eriol, o a su hermano...o a

-Yukito-. Dijo Sakura en un susurro.- no lo volveré a ver...

-Es lo mejor, Sakurita- dijo Keroberos.

-Tenemos que irnos...

-Esperen –dijo Sakura y extrayendo un pequeño paquete de un bolsillo de aquel vestido dijo a Li- Toma...

-oye- dijo Li adivinando por su peso y el sonido, de lo que se trataba- pero esto es ¡¡Dinero!!

-¿De donde lo sacaste?- preguntó Keroberos.

-De mi hermano- dijo Sakura- No se porque, pero creo que lo colocó entre mis cosas.  Apenas esta mañana me di cuenta cuando sacaba unas cosas de mi equipaje.  Quiero que tu lo guardes- hablando con Li.

-¿Por qué yo?- preguntó el joven asombrado y extendiendo su mano para que la chica lo tomase nuevamente- esto te pertenece a ti...

-No, por favor- dijo Sakura- en estos momentos y con todo lo que ha pasado, puedo perderlo sin querer.  Estará mejor contigo...

-Sakura ¡pero si es un ladrón!- exclamó el guardián de las cartas Clow. –puede escaparse con el dinero. ¿entonces que será de ti?

-Kero- dijo Sakura- Li no hará eso ¿Cierto Li? Además- comenzando a avanzar- a partir de ahora, somos unos forajidos- agregó con emoción- todos nosotros... iremos al Este. Resolveremos el misterio de las Cartas, buscaremos a un Li y asunto resuelto.   -.contenta.- Cuando todo se resuelva, podré volver a casa, con mi hermano, Yukito y Tomoyo...- y viéndole sin nada en las manos agregó- ¿No llevarás nada?

Él, extrajo el amuleto de su bolsillo y aquellos extraños papeles y dijo- Es todo lo que traía conmigo.- introduciéndoselos de nuevo en sus bolsillos.  Lo que espero es que, al señor Hiraguizagua no le moleste que, tomé estos abrigos de un armario- Mostrándole los dos abrigos que llevaba sobre si. –No ando con nada en las manos si me los pongo ¿No?

Sonriendo, ella avanzaba delante, dirigiendo el camino, dando de cuando en cuando, ciertos saltitos, como una niña de 10 años que va a la tienda con sus padres por primera vez, mientras Kero y Li se observaron uno a otro.  Finalmente la criatura  del sello, dijo- ¿Soy yo, o tengo la impresión que ella le emociona la idea de que seamos criminales?

-Creo que es mas bien la aventura- dijo Li con una gota en su cuello- O que nos busquen o que en realidad, cree que vamos de excursión...- Viéndole avanzar y gesticularles con la mano en el aire. –Vamos.- avanzando él. 


Pero Kero se dirigió hasta el hombro de Sakura. Li la alcanzó y pronto se pusieron en marcha, saliendo de las propiedades de Hiraguizagua.

No dándose cuenta, que la aventura apenas iniciaba...

--------- continuará...

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¿Qué tal está esta historia? ¿Les está gustando? Espero que si ... pobre Tomoyo... pero ¡¡Ya lo saben!! Ya saben de quien estaba enamorada Tomoyo. Nada mas y nada menos que de su primo, Touya.  pero la impresión de haber encontrado a Itzume en la cocina y decir que vivía con Touya... ¡¡Que pesado estuvo eso!!

¿LE preguntará Tomoyo acaso de aquel misterioso Libro? ¿qué le responderá él?

¿Qué pasará cuando Itzume conozca a Eriol? ¿acaso llegará a conocerlo? Muchas cosas aun están pendientes en el aire. Así que espérenlo.

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