"The Story about a Prince and a Courtier"
By Crystal.-
Basado en los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
Capitulo 23. "La Noche y el día de la Luna llena".
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Ieran Li era una mujer enérgica, poderosa, líder, educada y madre. Su matrimonio con Hien pasó a dar como resultado, cuatro hijas, una sobrina algo confundida, una "desaparecida por el momento", aprendiz de magia que es la reencarnación de una poderosa hechicera (de esto ultimo, no tenía conocimiento) y un hijo, que en esos momentos, luchaba por recordar quien era y guiaba a la elegida por las Cartas Clow, para traer equilibrio.
Pero a pesar de ser madre, en esos momentos, era lo que menos tenía: Sentido de maternidad. Al ver la llegada de Meiling junto al Sirviente de lady Kaho, y no ver a Itzume acompañándole, o sin noticias de su hijo, ni siquiera presentó preocupación aparente. Pero notó que Meiling, tampoco se notaba muy preocupada como en ocasiones anteriores por su hijo. Al contrario, la notó mas relajada y hasta ¿alegre?
Pero no le costaría mucho a Meiling, comenzar a abrir sus ojos, sus pensamientos y su corazón...
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Los copos de nieve cubrían una a una los grandes ventanales de cristal y otros de vitral, emplomado que no lucían en esos momentos todo su esplendor, que habían en los pasillos y enormes y lujosas habitaciones de aquel palacio. Los sirvientes caminaban y desfilaban de uno a uno a sus asignaciones mientras fieles guardias cubrían los arcos de columnas. Era poca la luz solar que allí traspasaba debido a que estaba nevando mucho. Por tanto las antorchas de los pasillos y las chimeneas de los salones estaban encendidos. Ya el invierno había llegado al castillo Li.
La joven de mirada negruzca caminaba confiada y ataviada con uno de sus mejores trajes mientras era seguida por una doncella. Siempre fue así: Siendo servida y educada para ser alguien. Alguien muy importante. Desde pequeña siempre pensó que su deber era, ser bonita, educada, comportarse como una dama y así, el príncipe, su primo, la seleccionaría sin duda como su esposa. No era por un interés por realeza o corona, era mas bien, porque desde que tenía conciencia, siempre, había visto a Shaoran y siempre le había gustado.
Ahora y después de pasar tanto tiempo con aquel sujeto, dudaba. Decía que dudaba pero ella misma no lo creía. Y es que, la declaraciones por el que Miroku y ella compartieron desde su salida de Kaho hasta su llegada en la frontera, era merecedor de toda la admiración de una dama. Tenía su admiración.
Pero ¿era posible que a ella le gustara Miroku?
Recordaba las imágenes las palabras a la perfección:
------- Flash Back-----------
Iban en el carruaje. Finalmente Meiling, al no tener con quien hablar comenzó a hacerle conversación al sujeto, quien con paciencia respondía con honestidad todas sus preguntas; Meiling se había percatado de dos cosas, al momento que le hizo una interrogante.- Pero Miroku: ¿Cómo es posible que, siendo un campesino, seas la mano segunda de Lady Kaho y su esposo? – cosa que nunca llegó a comprender.
-Es simple señorita Meiling: no pienso quedarme estancado toda la vida como sirviente... cada ser humano, es provisto de una pizca de deseo...- Meiling se notaba interesada y algo confundida así que tomando una bocanada de aire, observaba fijamente su mirada azabache y comentó.- cuando digo deseo, me refiero a algo que les gusta... algo que quieren conseguir... por ejemplo- mirando a la ventana. Ahí observó mientras pasaban a unas mujeres cerca del camino recolectando manzanas y pidió al cochero que se detuvieran. Ahí observaban a las mujeres y le pidió a Meiling que bajasen del carruaje. Ayudándole, ambos descendieron y con la voz baja el sujeto comentó.,- Mírelas a ellas... ¿qué piensa cuando las ve?
Meiling no quería equivocarse por lo que dijo.- A campesinas... recolectoras...
-¿Cree usted que, es lo único que aspiran a la vida? ¿Solo ser eso? – aclarando dijo.- Eso fue lo que la vida de cada una les tuvo preparado pero no por eso tienen que estancarse ahí ¿Cierto?
-Pero Cho no permite que las mujeres estudien –comentó ella.- solo se quedan siendo damas de sociedad y amantes, o esclavas, limpiadoras o recogedoras como ellas...
-Así es. Pero habemos otros, que nos esforzamos y tenemos la suerte de nacer con la cualidad y en cierta forma, la ventaja de superarnos a nosotros Mismos. No seremos príncipes pero podemos ser personas tan o mas valiosas como ellos y productivos. – Haciendo una pausa.- el hombre o la mujer vale mas por ser honrado, honesto y productivo, que aquel que tenga una corona o fortuna y no lo sea. – Observándole ahora a ella y ella devolviéndole la mirada- ¿No lo cree así?
Meiling observó un instante nuevamente a aquellas mujeres. Ya no eran jóvenes, vestían de una manera muy ordinaria y nunca en su vida, se hubiera atrevido a dirigirles la palabra. Pero las miraba, buscando lo que Miroku veía que ella, no.
Luego miró sus manos: estaban cubiertas por unos delicados guantes de seda y sobre uno de ellos, figuraba aquella sortija muy delicada. Miró nuevamente al impecable "servidor" de Kaho Mitzuki. Este observaba con paciencia infinita a las mujeres recolectar los frutos.
-Los hombres nunca quieren a las mujeres sin dotes, Miroku- dijo la joven finalmente rompiendo el silencio. – Para ellos es tan importante la belleza como la dote...
-¿Por qué dice eso?
Ella le observó con intensidad y luego a las mujeres.- pueden ser honradas, honestas y productivas. Pero sin dote, en estos tiempos, no valen nada...
-Se equivoca señorita Meiling. Hay muchas maneras de progresar sin necesariamente, ser hijos de lores o tener títulos... lamentablemente estos tiempos, encasillan a las damas como usted, a ser criadas para aceptar matrimonios por conveniencia, como es su caso con su primo...
-¿Qué quiere decir con eso?
-Vamos Lady Meiling.- dijo Miroku hablándole.- En serio ¿Usted está enamorada de su primo?
-A mi Shaoran me atrae desde mucho tiempo atrás...
-Atracción no es amor...
-¿Qué me quiere decir con eso?
-Admiración no es lo mismo que amor, atracción no es lo mismo que amor.- dijo esto acercándose a la joven y teniendo confianza para acercarse a centímetros de su rostro y ella se le quedó mirando fijamente a los ojos a la vez que él lo hacía.- Amor es quedarse fascinado, encantado con su forma de ser, pensar, actuar y dejarse llevar por esos sentimientos... eso es amor... es callar por amor... o por lo menos- volteando su cara- ese es mi punto de vista...
Meiling volvió a la realidad una vez, la conexión visual fue rota diciendo.- Conoces mucho del amor Miroku...- sonriendo.- Cualquiera pensaría que, estás enamorado...
Él miró como ella se volteó para regresar al carruaje y ofreciendo caballerosamente su brazo, dijo.- Si, cualquiera...
-Pero estoy de acuerdo con usted- dijo atrayendo la mirada de la chica a la vez que ambos caminaban a la par al carruaje.- Uno puede ser quien quiera en esta vida...
-Lady Meiling.- usted, lo dice, pero no es partícipe de ello...
-¿Qué me quiere decir?
-Si alguien, inferior a usted se le declarase, usted se negaría... porque "quiere a Shaoran" usted no verá a nadie fuera de "Shaoran Li"...
------------ Fin del Flash Back -----------
Esas palabras fueron a dar a un punto exacto en el corazón de Meiling. Miroku se sabía comportar en sociedad: Miroku, se vestía muy bien. Todo ropa de cualquier Lord o Terrateniente. Incluso, Miroku, supo comportarse delante de Lady Ieran. Era apacible estar con él. Incluso conversar.
Pero Shaoran nunca había sido tan expresivo con ella. Nunca. Siempre lo recordaba como alguien muy cerrado, siempre entrenando con Itzume. Ella una vez, creyó que, Itzume le atraía a Shaoran. Así rebelde, con pocas costumbres de etiqueta como debía comportarse una verdadera dama y con todas esas actividades de entrenamiento. Pero sin embargo, Itzume estaba siempre a un paso mas cerca de Shaoran que jamás ella se encontraría. Tal como le dijeron una vez: "Flores y Espinas"
Pero ¿Miroku, estaba cerca de los de ella? No comprendía. Solo pensaba en él. Incluso comenzaba a pensar que, solo con él quería estar.
Una vez llegaron a su casa, a donde Lady Ieran, este explicó lo que habían hecho: se habían casado para que, pusieran a la joven a salvo. Pero era solo un matrimonio de ley. Solo eso. Ella observó ese anillo que llevaba en su dedo. Era una hermosa pieza y se notaba que, no era barata. Sospechó que, fue idea de Kaho y como idea de su ama, ella adquirió la pieza o fue un préstamo.
Al levantar la mirada, mas adelante, vio la figurad del sujeto.
-Miroku- dijo ella sonriendo por verle finalmente después de dos días. Ahí estaba, observando la nieve caer en los jardines, a través de uno de los vitrales del pasillo. Él, al escuchar su voz, se volteó no evitando sonreír. Al fin alcanzándole ella dijo.- no te he visto en dos días...- notándose algo inquieta. –Sorprendentemente, me he sentido sola en estos días... y ...
-Supongo que debe de hacerle mucha falta Shaoran Li – dijo Miroku algo hiriente. Ella le observó borrando su sonrisa.-me imagino...- en ese momento, eran iluminados por las antorchas del lugar.- Me imagino...
Ella con una cabezadita, ordenó a la doncella que se retirara. Esta inmediatamente, así lo hizo, dejando la pareja a solas-Estás equivocado.-dijo ella negando con su cabeza agregó.- por mas sorprendente que se escuche, no. No he pensado últimamente en Shaoran...- el sujeto le observó algo inquieto y ella continuó.- Me hiciste ver algo: si Shaoran me quisiera, hubiera hecho lo imposible por encontrarme... por verme...no importando las circunstancias... – haciendo una pausa.- y yo, tal vez, incluso, hago el sacrificio de quedarme en la "casa" de ese sucio e irrespetuoso tabernero, con tal de verle.- Hablando de Touya.- pero en vez de eso, quise salir de allí lo antes posible, alojándome donde tu ama... Lady Kaho... eso me hace ver, egoísta, envidiosa, malcriada y totalmente incorrecta a tus ojos...- haciendo que el sujeto sonriera pero por un momento._ Es decir: Admiras mas a una campesina iletrada que a cualquier dama de sociedad, y me atrevo incluso a incluir a Lady Kaho en el grupo...
-¿Acaso me dice que no está enamorada de Shaoran?
-No lo creo.- sonrió ella. Ahí comenzó a sollozar a lo que ella dijo.- me costó tanto averiguarlo... – limpiando sus ojos. Rió incluso, nerviosa. – Increíble... un hombre me hizo ver mi manera errónea de ver mi relación con mi primo...
-Usted quiere mucho a su alteza- dijo él en un susurro.- pero no lo ama, como quisiera hacerlo...
Ella negó con su cabeza, afirmando con ello, lo dicho por el sujeto.
-Creo que en mi cruzada por cegarme por ese sentimiento, dañé e incluso lastimé a personas en el camino... ¿Qué torpe, no? Enamorada de una ilusión... ¿quién querría a una ilusa como yo?
-No sea tan dura con usted misma Lady Li-.- dijo Miroku pasándole su pañuelo para que ella secara sus lagrimas- Después de todo ¿Quién la culpa? Nunca lo he hecho yo. Solo quise que despertara de ese sueño...- y viéndole limpiarse agregó.- ya por fin, ha madurado Lady Li...
-¿Disculpe?
-Esa admiración era un capricho de una niña, ahora, se puede decir que es una dama...
Ella se le quedó mirando un instante antes de decir.- ¿Por qué no damos un paseo?- mostrándole el pasillo que quedaba delante de ellos.- Así conocerá los alrededores del palacio...
-Bueno, si estará bien...- haciendo una pausa ella extendió el pañuelo para regresárselo y el caballero dijo.- No por favor; usted consérvelo.- y ambos caminando uno al lado de otro y el sujeto, comentó después de un largo silencio.- Lady Kaho no necesita de mis servicios pronto... me dijo que, me tomara todo el tiempo que fuera necesario...
-¿Ah si?
-Con los puestos de vigilancia que hay en toda la frontera, se hace mas difícil entrar a las tierras de Cho, que salir... y ahora cuando pasamos, la vigilancia estaba muy estricta.
-Es por aquella absurda idea de los hechiceros y los demonios...- dijo Meiling aun del brazo del sujeto.- Los soldados están asustados. Ya escuchó todos aquellos rumores en todo lo largo de nuestro camino y cuando nos deteníamos. No había otra cosa en boca de los pasantes en las posadas y en los puestos de soldados que, los hechiceros y que nos encontramos en el "Ocaso de la Dinastía" – caminando pausadamente por el pasillo.- Oiga: disfruté mucho su compañía en todo el viaje...- aclaró la chica- En realidad, me he dado cuenta que, en todo el tiempo desde mi llegada a "Los Ríos" siempre has estado presente... y te has preocupado por servirme. Te lo agradezco...
-No era un servicio.-dijo deteniéndose y volteándose a ella- Es un placer "my lady"
Tal vez fue por la forma en que dijo aquello ultimo que, Meiling se le quedó mirándole de otra manera. Lo veía desde un tiempo a acá, de otra manera. Desde que vestía bien, veía como se comportaba con Lady Ieran y los demás miembros del lugar. sin darse cuenta, pequeño sonrojo cubrió sus mejillas.
-bueno ¿Continuamos?.- preguntó el joven, entre ambos, tomando el camino nuevamente.
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Ella se sentía tan desanimada. Faltaban solo horas, para que el plazo del anciano se cumpliera y no tenía la mas mínima idea o ganas de desafiar a aquel hombre.
-Sakura... ya no pienses en eso- decía Kero en su falsa forma mientras la joven maestra estaba recogida en su cuerpo sobre la cama preparada por Tsubame en una de las cavernas. Incluso esa era especialmente para aquellas "personas Especiales" era considerado junto con el hogar del anciano, Santuarios entre los Hermanos.- ese hombre es un viejo gruñón que quiere que le resuelvan los problemas...
Pero Tomoyo se preocupaba por su prima y lo ocurrido la noche anterior, pero ella tenía sus propios problemas también. Miraba en la palma de su mano el anillo que Eriol le colocó en su dedo antes de dejarle ir. Lo miraba con intensidad y con el rostro serio. No sabía porque pero la relación de Clow-Itziar y después Eriol, le hacían sospechar. Y todo gracias al sello dibujado en la caverna.
-Faltan horas... no se que hacer...- decía Sakura en un murmullo. Kero estaba triste. No le gustaba ver así a Sakura.
-¿Puedo interrumpir?- dijo una voz masculina proveniente de la entrada del lugar. Venía con un abrigo marrón, que le quedaba maravillosamente. Sakura le dirigió la mirada (incluso con un sonrojo al recordar lo dicho por Kiddy), e incluso notó que, el abrigo se le veía excelente. Sakura asintió y él se acercó diciendo.- ¿Alguna idea para sorprender ese anciano con tus habilidades?
Ella negó con la cabeza en silencio. Kero dijo.- GRRRR:.. lo digo:: ¡¡SI ASUKA ESTUVIERA AQUÍ, LO TOMARÍA POR EL CUELLO Y LO MANDARA A VOLAR!!!- haciendo ademanes de lo que haría aquella anciana de 400 años antes, con el actual líder.
Pero Li, observaba preocupado y triste a Sakura. Tomoyo se dio cuenta y dijo tomando su abrigo.- Ay, me duele la cabeza- dijo atrayendo las miradas de los tres allí presentes.- No me siento nada bien...- tomando a Kero después de colocarse el abrigo, comentó. –Voy a ver a la curandera... –caminando a la salida.-Li por favor, quédate con Sakura hasta que vuelva...
-¿Qué? ¿por que tengo que ir contigo?- se quejaba Kero sin éxito a Tomoyo .- ¿por qué no vas sola?
Pero Li no hacía caso a los refunfuños del guardián. Solo observaba a la joven entristecida.
-Ven y acompáñame... no me siento bien y me puedo perder en los pasillos de la caverna de esta montaña...
-¿Qué te vas a perder? Es hacia abajo todo el tiempo...-Reclamó Kero. No le gustaba para nada la idea de dejar a Sakura tan triste ¿o con Li? Pero cubriéndole Tomoyo los labios y saliendo con el guardián, este no pudo reclamar mas. Tampoco Sakura impidió que se lo llevaran.
-¿Estás bien?- preguntó Li. Las voces discutiendo (o ya murmullos) de Tomoyo y Kero, se escuchaban en la distancia. Ella movió sus brazos en silencio. Podían incluso escuchar los murmullos y ecos en la distancia, de las personas en aquella montaña en sus gajes de oficio.
Él exhaló y se sentó a su lado, diciendo.- ¿Acaso no pensará en todo lo que ese anciano dijo, cierto?
Ella no parecía querer responderle. A lo que él agregó.- Aclaremos algo: usted es fuerte. Poderosa. Por 400 años, han esperado que aparezca, Sakura... he visto como se enfrenta a sus enemigos con gran agilidad. Yo mismo le he entrenado en espada y puedo percibir su magia incrementándose. Que ese anciano sea un inconformista, no nos concierne. Además, solo estamos aquí porque ese sujeto le trajo y a mi Tsubame... mas nada. Ni siquiera Keroberos sabía donde estaban. No nos hubiéramos encontrado con ellos y ahora mismo, estuviéramos llegando a donde los Li. Además, estoy de acuerdo en algo: Clow la escogió a usted. Igual el poder encerrado en el libro.
-Siempre animándome- Dijo la joven ante la declaración del sujeto..
-¿por qué no he de hacerlo? No miento. Usted quiere y puede con todo...- respondió él mirándole. – Si no pudiera, se lo dijera, pero no se lo digo: porque la he visto. Ese anciano no sabe nada y no la conoce, para ver de que es capaz...
Ella miró un instante para encontrarse con su mirada café?. Ahí estaba de nuevo: Aquel sentimiento que sentía oprimido en su corazón. Pero no era dolor: no. Era algo mas: Algo mas que surgía cada vez que él, estaba cerca, cada vez que le hablaba, cada vez que le daba ánimos.
-Recuerdo un juego que hacía con mi padre y mi hermano cuando era una niña- dijo en un susurro._ lo poco que dormí anoche, fue soñando aquello.- sonriendo sutilmente y viendo los dedos de su mano sobre su pierna.- recuerdo que, alrededor de la casa, nos escondíamos, esperando encontrar al otro.
-¿Ah si?- preguntó con tal de verla mas animada. Aunque fuese, hablando del pasado.
-extraño a mi padre y a mi hermano.- declaró, pero no poniéndose tan triste como la encontró. Narrando un poco mas dijo.- Se cubrían los ojos y mi hermano o yo, nos íbamos a esconder a los alrededores... era divertido... quisiera regresar a ese momento y poder hacerlo. Jugar como siempre, por siempre...
-Ya no es una niña pequeña. Ya es una adulta que, tiene que enfrentar las consecuencias y la misión que le fue impuesta. Pero no se preocupe.- Dijo fijamente.- yo siempre le apoyaré...
No se dieron cuenta. No supieron cuando y en que momento, la mano de él que estaba apoyada en el lecho, buscó la mano de ella. El roce sutil de sus dedos tibios, provocó mirarle fijamente. Ahí, en pocos momentos, ante el corazón latiente y acelerado de ambos, ambas manos se encontraban entrelazadas.
Ambas miradas se quedaron pegadas, por así decirlo. Sakura sentía como el calor traspasaba todo su cuerpo con ese toque de parte del sujeto, llegando incluso a sus mejillas. Sus miradas fijas, uno en el rostro de cada quien, lograba que un centímetro de distancia entre cada rostro de perdiera, acercándose sutil y pausadamente.
Faltaba solo tal vez milímetros entre los rostros y los labios, cuando se escuchó de la puerta- ¡¡Sakura!!- ingresando Urara e interrumpiendo el momento. Pero para sorpresa, susto, vergüenza y exaltación de ambos, sus manos se desentrelazaron pausadamente. La chica con una sonrisa y no atenta a lo que acababa de interrumpir comentó- ¿Cómo estás??? No te había visto desde que llegamos.- se separaron nuevamente por completo. Ahí vio a la jovencita de catorce años, venir a ella con un canasto de frutas y vestida como las demás jovencitas de la sociedad. Observando a Li, se azoró un poco y dijo.- ¿Cómo estás? ¿te sientes mejor? – observándole donde tenía los vendajes bajo su camisa y abrigo.
El solo asintió. Se puso de pie y su lugar lo ocupó Urara en el lecho. Miró a la puerta y respiró profundo. ¡¡Rayos!! Tan cerca que estuvo de...- "¿Qué rayos estuve a punto de hacer?" – Mirando a Sakura conversar y aceptar el obsequio de Urara. Aun tenía un sutil halo rosa, como consecuencia de aquel suceso. ¿podría considerarse suceso aquello? Claro que si. Era un avance. Shaoran sonrió un instante al ver como Sakura, ante la presencia de Urara, y lo que le contaba parecía animarle.
-¿Escuchaste Li?-dijo Sakura atrayéndole a la realidad y con Urara a su lado. Aquí este parecía algo despistado y ella aclaró.- Urara parece que, ha encontrado sus parientes...- viendo a la adolescente asentir.
-Mi tía de lado materno vive aquí... igual mis primas. Tsubame y Nami se encargaron de preguntar por ahí. Mi tía les dijo que, ella tenía una sobrina de mi edad y que se llamaba Urara, que mis padres vivían fuera del santurario y por ello fueron asesinados. Pensaba que, yo había muerto... o peor...- abrazando a Sakura con lagrimas en sus ojos dijo.-y gracias a ti, vuelvo a tener familia.- siendo abrazada por igual por la joven.
Shaoran se sintió bien ante la escena. Pero en su mente vino una imagen. Una chica de cabellos marrones. Eran algo cortos, pero... abrazaba a alguien. De cabellos negros y mirada castaña también. Era mujer. Pero no podía ver la cara con claridad. La chica lloraba. Por algo pero... ¿Qué? Ahí vio a la mujer decir algo... pero era tan borroso.
Pero sin que se diera cuenta, la mirada esmeralda, no observaba a Urara. Lo observaba a él, que estaba perdido entre sus recuerdos.
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Cho Akiyashi en esos momentos, conversaba con su hechicero. Le explicaba todo lo ocurrido la noche anterior con aquella bruja.
-¿Así que eso pasó?- preguntaba Shu Mei. Ambos estaban en unos de los salones secundarios del palacio.- Sentí la presencia... pero solo por unos instantes...
-Esa maldita- decía Cho.- ¿Cómo lo hizo? ¿por qué no la detectaste?
-Majestad: un hechicero experimentado, sabe ocultar su existencia entre otros como ellos...
-Eso me dices y me vuelves a decir...- mirando a la distancia, unas doncellas que limpiaban unos floreros- Por eso, no confío en las mujeres.. .por eso, tampoco lo hizo Cho Peing.- ellas, son víboras traicioneras. Engañosas bajo esa belleza temporal. Por eso nunca tomaré una reina. Hay que saber usarlas y luego, dispensarlas. Por eso él creó esas leyes y doctrinas, en donde la mujer no puede estudiar ni ocupar cargos... por eso las brujas fueron quemadas. Se creen mas listos que los hombres...
-¿Dónde está ahora esta mujer?- escuchando todo lo dicho y haciendo caso a poco.
-¿Acaso no puedes sentir su poder?- observándole estupefacto.- Shu Mei ¿Acaso pierdes tus habilidades?
-No majestad-Respondió el hombre.- Lo que ocurre es que con el experimento que corrí, perdí mas energía de lo que creí. En unas semanas, estaré bien...- sonriendo sutilmente.- muy bien...
- está en la habitación "especial"- sonrió con cierto placer- a ver como sobrevive a los interrogatorios y a la "habilidad" de ese lugar- ahí miró a Shu Mei preguntándole.- ¿Cómo está tu "Loto"? – preguntó.
-Bien... adaptándose. Es hábil. Aprendiendo cada día mas.
-¿Cuándo la enviarás a la misión especial?
-Cuanto antes mejor.- bajando su voz comentó..-Su majestad tiene que tomar precauciones... sentí algo. Muy poderoso...
-si, si.- dijo Cho indiferente- eso me dijiste cuando llegaste... sentiste ¿Algo poderoso?
Shu Mei asintió.- Eres el hechicero mas poderoso Shu Mei. ¿o te has subestimado?
-Sigo siéndolo majestad- dudó decir.- Pero lo que sentí fue fuerte. Magia antigua, si me permite decirle.
-Shu Mei. – dijo Cho exasperándose y poniéndose de pie. – 400 años. Matándolos, torturándolos, exterminándolos de la tierra y ellos surgen como ratas...- caminando a la puerta- Y todavía no me demuestras tu talento. Demuéstramelo...
Así y con esto se despidió del sujeto.
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La mirada de la joven ataviada con sus instrumentos de entrenamiento en sus manos caminaba ciertamente algo pensativa a los eventos del día anterior. Pensaba en la relación que había entre Sakura y Shaoran. Porque había una relación. Pero mas que todo, el secreto acerca del pasado de Shaoran que su abuelo le reveló, sorprendiendo con ello a la muchacha y solicitándole que, por nada del mundo se lo contase a él, cuya memoria perdió o a la supuesta elegida o al mismo Keroberos. Que si era posible, que se lo guardara para si. Sintió un rastro de algo que provocó, que esta fijara su atención a la entrada de la caverna donde estaba la supuesta elegida. Frunció su rostro al recordar las duras palabras de su abuelo.
La verdad y a su opinión, el hombre fue, algo rudo y por supuesto desconfiado. Sentía el poder en aquella chica ¿por qué su abuelo no? Pero algún plan tenía ese anciano con Sakura. Solo esperaba que, Sakura demostrara porque Clow la eligió a ella.
-"El sujeto era listo... muy listo. Por algo, alguna razón en si, Clow vio venir esto... pronto, tal vez, sepamos esa razón..."
Pero sintió algo mas. No era solamente la presencia de Sakura en el sitio. Era de alguien mas. Claro que lo reconocía. Sonrió incluso ante lo que percibía.
-Tsubame.- dijeron muy cerca de si y con una voz aguda que hizo que la joven se sobresaltara. Ahí notó como la pequeña Urara ingresaba a la "morada" que ocupaba la elegida.
-Hue... tenías que ser tu...- dijo fríamente para luego mirar nuevamente a la, digamos "Habitación de la recién llegada" - ¿Qué vienes a hacer aquí?- sin siquiera mirarle.- Según creí, te ibas de nuevo...
Hue le molestaba esa característica particular de Tsubame: Alejar a uno y todos. Desde que era pequeña, tenía esa particularidad. La verdad era que, entre Kiddy y ella, había una gran brecha en comportamientos. Pero ¿Cómo era que, ambas podían llevarse tan bien todo el tiempo, mientras con él, lo trataba tan indiferente?
-Así era- respondió él seriamente.- Pero... – dudando decirle.- Vine a ver si a Sakura se le ofrecía algo antes de irme...
ella sacudió su cabeza de manera negativa para decirle ahí, mirándole directamente a los ojos.- ¿Acaso sientes algo por ella?
-No es de tu incumbencia, Tsubame ¿O me equivoco?
Ella rió irónicamente para decir.- No te equivocas....- colocando su arco cruzándole su espalda abrigada. -Pero tanto como tu, tengo curiosidad por lo que hará para sorprender al abuelo.
-El anciano fue muy rudo con ella- opinó el sujeto.- Incluso es mas susceptible e incluso, flexible con Kiddy y las tonterías que comete...
-Si... Kiddy suele ocasionar enredos incluso, de índole amorosos que el abuelo tiene que desenredar...
-Esa mujer está totalmente loca...- dijo Hue no evitando sonreír.- oye...- observándole y dudando preguntarle.- Te quería preguntar algo...-ella le miró de reojo pero inmediatamente se puso a "revisar" sus instrumentos de entrenamiento.-Si... tal vez... fuera posible...
-Hue, no tengo tiempo.- le cortó la chica secamente.- tengo cosas que hacer y poco tiempo para entrenar...
-Eso es todo lo que haces... siempre lo mismo... morirás hundida en responsabilidades y tantos entrenamientos... – en oposición a como la mujer llevaba su estilo de vida.
-Hue somos amigos, conocidos, diría yo, pero no te permito que me hables como si fueras mi padre- apuntándole.- No lo eres... mira a ver si Kiddy desea estar contigo...- alejándose- no tengo tiempo yo... voy a donde el abuelo.
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---- un Rato después ----
Tomoyo en esos instantes y sin que nadie le dijera nada, se había presentado al santuario del anciano. No parecía haber nadie alrededor. Miró por aquí y por allá, incluso llamó un par de veces, pero nadie le respondió.
-No hay nadie- suspiró la chica.
-¿por qué vinimos aquí Tomoyito?? – preguntó Kero a la joven que lo llevaba en brazos. El frío comenzaba a sentirse un poco mas.
-Necesito hablar con el anciano.- declaró la chica.
Justo cuando iba saliendo se encuentra con la mirada azulada de la nieta del sujeto.- ¿Qué haces aquí? – preguntó interrogante y algo áspera la joven. –Nadie puede estar aquí...
-No le hables así.- dijo Kero saliendo en su defensa y la joven observándole con interés.- Tomoyo no estaba haciendo nada malo. Solo quería hablar con el anciano...
Tsubame sonrió sutilmente para decir.- Si que eres una criatura bocona ¿Eh? Y supongo que tienes hambre siempre...
-¿Cómo te atreves?- preguntó Kero pero antes de que le dijera lo que pensaba, la voz de Tomoyo se escuchó.
-¿por qué hacen esto? ¿acaso no saben lo preocupada que tienen a Sakura?- atrayendo las miradas de ambos.- Sakura... ella ha demostrado que es capaz de todo.. ¿por qué ahora ese anciano quiere que le demuestre lo que todos nosotros sabemos? Incluso, Xian Hue está enterado de sus habilidades. Urara también...
-Sakura, como la elegida, tiene que saber enfrentar los retos que se le presenten..- respondió Tsubame seriamente. Hizo una pausa y colocando su mano en el hombro de la chica, dijo, atrayendo su mirada- El Poderoso Mago Clow, no eligió como dueña de su poder a un don nadie...ella tiene magia. Solo tiene que, aprender a canalizarla y obtendrá todo lo que se proponga. – sonriendo por un segundo agregó.- Que confíe en su luz interna... y la magia la guiará...- y dado por terminada la conversación dijo.- Es hora que te vayas... el tiempo se acaba...
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Las horas de deliberación pasaron pronto para los jóvenes. Sakura ya estaba reunida con Keroberos, Tomoyo, Li (quien a pesar de la insistencia de Kiobe de que se quedara recostado este, no hacía caso), y Tsubame al igual que Kiobe, Kiddy y Xian Hue estaban allí silenciosos en una esquina.
Ante la llegada del anciano este miró con indiferencia a Sakura y compañía lo que colocó a la chica mas nerviosa aun.
-Oye: Todo estará bien.- dijo Li dándole ánimos.
-Sakura: Estarás bien...- dijo Tomoyo irradiándole confianza y olvidándose por esos momentos, el otro problema que le aquejaba.
-Sakura: si sientes que te quedas sin fuerzas, abandona tu intento—dijo Keroberos en su verdadera forma. Sakura tenía el báculo de estrella en sus manos. – Por favor: hablamos de los riesgos...
Sakura asintió en silencio. Y era porque su intento era peligroso en si...
------------- Flash Back -------------
-Entonces...- dijo Sakura después de que Tomoyo le contó su encuentro con Tsubame.- ¿Qué siga mis instintos?
-Eso dijo- respondió su prima.- que tu corazón daría la solución...
-La única forma...- sacando el mazo de cartas a la vista- es cambiando las cartas... demostrarle que puedo con la misión... pero no haciéndolo sola- observando a Li y recordaron lo que hablaron temprano aquel día. – tendré que tener todo su apoyo... ¿cómo lo sorprendería?
-Si me lo preguntas a mi, creo que se sorprendería si: a) te lanzas de la base de la montaña; b) que lucharas hasta la muerte con Tsubame o c) si cambiaras parte de las cartas a tu voluntad...
-¿Cambiar las cartas? ¿qué tiene que ver todo esto?- preguntó Li.
-Al cambiar las cartas, podría hacer algo... algo que sorprendiera al anciano... pero para hacer algo que le sorprenda...- parecía pensar y analizar la respuesta- Tendrías que... hacer algo fuera de lo normal...
-¿A que llamas fuera de lo normal?- preguntó Urara quien estaba allí también.
-Por ejemplo algo que, nadie se lo esperara...- dijo Sakura analizando lo dicho por Kero y Tomoyo.- Algo que necesitara usar toda mi capacidad y que soy competente para el desafío... incluso lo sorprendería mas que, un duelo a la muerte...
-No digas eso Sakura- dijo Tomoyo atemorizada ante la idea- Aunque Li sea buen maestro y tu una buena aprendiz, ni siquiera llegas al nivel de esa chica: Tsubame, o Nami o la otra...- no recordando su nombre.- Si es hasta la muerte....- no queriendo terminar aquella idea- ¡¡No!! Debe de haber otra manera...
Li escuchaba todo aquello en silencio. Miraba a su alrededor y a Sakura quien aun pensaba que hacer. Faltaba poco. Lo sabía. Pronto vendría aquel sujeto a retarla.
Pronto el fuego de aquel lugar fue haciéndose mas chico y extinguiéndose.
Ninguno excepto Urara se movió de su sitio. Esta tomó unos maderos a un lado para avivar las llamas. Comenzó a arrojarlas en el silencio que se produjo en el lugar.
-aquí es muy oscuro- dijo Tomoyo acercándose a la chica y arrojando también maderos. – solo en aceite para lámparas y la madera, deberían recolectarla en todo el año para subsistir...- mirando al techo (o techo supuesto) del lugar. Había lo que parecía ser un hueco para que el humo saliese de ahí. Su mirada se enfocó en aquel detalle y comentó.- ¿qué es ese hueco?- señalándoles.
-creo que es para que el humo no se quede aquí.—dijo Li observándole y analizando un instante esto.- Imagínense como andaría el humo aquí adentro con tantas personas y tantas hogueras en el interior... y mas en invierno.
-Mi tía me dice que aquí pasan el invierno... esto es un santuario- dijo la chica,- En primavera todos habitan del otro lado; Justo en las afueras de esta montaña. No se quedan ahí en invierno para que los soldados y los cazadores no los encuentren...
-Pero aun así, es muy oscuro...y mas en invierno....- dijo Tomoyo.
Pero mientras ellos hablaban a Sakura se le ocurría una idea: una idea para demostrar que en efecto ella tenía el poder suficiente para ser la correcta dueña de las cartas.
-¿Qué tal...- dijo Sakura atrayendo sus miradas- ¿Qué no tuvieran que usar madera y leños jamás para iluminarse... aquí dentro?- ninguno de ellos comprendió su comentario o su inquietud.- ¿Qué tal si, no tuvieran que temer a la noche? ¿ o a la oscuridad?
-¿Qué dices Sakura?- preguntó Tomoyo temiendo que, los nervios nublaran el sano juicio de la chica- Claro que siempre habrá día seguido de la noche...
-Una noche, en el día... un día en la noche... – dijo ella ocurriéndosele una idea- ¿Qué crees Kero?
Kero finalmente parecía comprender lo que la chica trataba de decir. Ella comenzó a buscar entre las cartas, sacando dos en particular. Se las mostró solo a Kero y este, abrió sus ojos como platos y comprendiendo se exaltó diciendo.- ¿QUEEEEEEEEEEEEEE???? No, no, no... no harás eso ¿Cierto?
-¿qué pasa?- preguntaba Li preocupado ante la reacción de la criatura y la seriedad de Sakura.
Pero Kero lo ignoró al decir.- él creó esas... pero no creo que llegó el día que la llegara a usar; ninguna... de esas...
Tomoyo se acercó al igual que Urara al ver ambas cartas y preguntó.- ¿Es peligroso?
-Bastante- dijo Kero – son unas cartas muy poderosas... las principales del Mazo me atrevo a decir. Además, son las servidoras de Yue...
-¿Yue?- preguntó Sakura- ¿El otro guardián?
-Son bastantes complicadas- señalando las cartas- son muy fieles a Yue... no se porque- dándole desinterés en todo eso.- lo que si se es que, lo que planeas es arriesgado...
-¿Qué tan arriesgado?- preguntó Li preocupado.- ¿Alguien quisiera decirme que es lo que tanto hablan?- y es que Li, no comprendía aun porque tanto alboroto. Y era por la simple razón que no llegó a ver que cartas eran en particular.
-Podría... una vez, que lo haga... podría caer inconsciente... y no despertar... esas dos... absorben poderes.. la magia de manera muy fácil.. – dudando de su capacidad o de su sano juicio, agregó.- querer hacer lo que quieres....
-Pero ¿Es factible?- preguntó Sakura confiada.
Kero asintió en silencio. Dos minutos de profundo silencio fue seguido por este comentario.- Siempre y por lógica, no deberías de hacerlo ahora... y mas aun, para demostrarle a alguien algo...- sacudiendo su cabeza de manera negativa.- es magia avanzadísima. Y por mas capaz que seas, esto aun te dejará sino es dormida, muy débil para continuar el camino... por un tiempo al menos.
-Sino hacemos esto, jamás llegaremos con Ieran Li- dijo Sakura- Aunque lleguemos a ella, también pondrá algún impedimento para no ayudarnos... tengo que hacerlo...
Kero vio en su mirada decisión y negativa ante el retroceder en la idea. El tiempo se acababa. Dijo en un suspiro.- espero que sepas lo que haces- a media voz y se retiró de la caverna.
Y era por la simple razón que la idea no le agradaba para nada. Le simpatizaba Sakura... y si algo le pasaba...
Urara tomó de la mano a Tomoyo y ambas abandonaron el lugar. Pero no Li; este se quedó de brazos cruzados mirando intensa y decididamente a Sakura.
-¿No piensas retroceder, cierto?
-No me creo capaz de hacerlo- dijo Sakura- es la única manera para que el anciano... reconozca lo que soy... quien soy...
-Si hay tanto riesgo, te pido por favor, que recapacites...- imploró el sujeto con su mirada fija en la joven de cabellos cortos.
Pero ella no se volteaba a mirarle a los ojos. Permanecía de espaldas. Miraba un punto en el muro. Porque prefería mirar ese punto, a que él leyera en sus ojos el temor que le invadía ante el riesgo que corría. Porque temía. Temía que aquella mirada, leyera todo sobre ella. Ella sentía que, él hacía eso.
Pero él imploró una vez mas diciendo—NO tienes que hacerlo...
-No tengo... pero debo...- sin mirarle aun.
Tal vez por la impaciencia que el tiempo se acababa, estaba nerviosa. Pero mas que todo, dio un saltito del susto cuando sintió el toque masculino del sujeto en uno de sus hombros. Incluso, él notó lo nerviosa que estaba.
-No tienes porque...- dijo en un susurro solo escuchado por ella. No sabía porque pero su voz, era tan relajante y algo confiada. Le irradiaba confianza. Sentía como su rostro ardía. Y pensaba en lo que casi ocurre mas temprano estando ellos a solas. –me preocupo por ti...- haciendo que ella sintiera aquellas "mariposas" o nudos en su estomago. –no quiero que te pase nada malo...
-Lo se- dijo ella avanzando y soltándosele. Se volteó para sonreír confiada y decir.- Pero nada me pasará... "pase lo que pase, todo estará bien..."
El exhaló profundamente. Podía ser tan terca cuando se lo proponía.
Se volteó a la puerta para decir en un soplo.- No se que pasaría...- cerrando sus ojos.- No se que pasaría si algo.... si algo... si algo te ocurre... pero, estaré ahí... – dejando de hablar, saliendo por la "puerta" y dejando a una sorprendida, anonadada y ruborizada Sakura.
------------- Fin del Flash Back ----------
-"no voy a pensar en su mirada hacía mi"- pensaba Sakura hablando de la mirada indiferente en el anciano.- "Pensaré en la confianza de mis amigos..." –Observando los rostros optimistas de Tomoyo y Urara. La mirada de Xian Hue. No sabía porque pero su mirada era de apoyo y confianza. Pero después miró a Li. Este le observaba no sonriendo pero si recordando lo que pasa entre ellos. ¿Acaso pasa algo entre ellos?
Pero Li, miró con penetrante mirada a Xian Hue. Este miraba a Sakura con admiración. Comenzó a sentir su rostro algo caliente.-" ¿por qué este, tiene que mirarla tanto?" – se preguntaba Li. Pero la voz del anciano los trajo a la realidad.
-Bien muchacha- dijo el anciano mirando a Sakura fijamente. – el tiempo se ha acabado.- Mientras ingresó un joven de cabellos negros y mirada azabache colocándose al lado de Kiddy y dirigiendo su mirada a Sakura, Tomoyo y Keroberos. Pero para su sorpresa este se le quedó mirando a él. - ¿Tienes el poder suficiente para llevar la responsabilidad o me entregarás las cartas para que mi nieta, Tsubame....- señalando a la aludida-... Se encargue?
-No señor- ahí el anciano sonrió desconfiadamente y ella agregó frunciendo su mirada.- Soy Sakura Kinomoto... no seré tan práctica como Tsubame en magia o en defensa o tal vez, como guerrera, pero el Mago Clow confía en mi... si hace eso, es porque existe algo en mí que no hay en nadie mas... y no voy a arrojar esa confianza por el aire solo para que "ustedes se encarguen".
Xian Hue al igual que Li sonrieron ante la decisión de la chica y su determinación. Pero no así lo hicieron otras personas presentes. Li sentía aquella mirada inquisidora sobre el y para nada disimulada.
-¡¡Así mismo Sakura!!- gritó Kiddy sorprendiendo a los demás ahí en incluso arrojando vítores y aplaudiendo.
-¿Puedes guardar silencio?- dijo Nami llamándole la atención.
-¿De que lado estás?- preguntó Kiobe observando a la guerrera sorprendida.
-Bueno les diré algo: Clow la eligió a ella por algo... Siempre he dicho que era un hombre listo... incluso en las historias, se cuenta eso. ¿por qué no creer que en efecto ella es su elegida?
Pero el anciano una vez la calma volvió dijo.- Puedes decir ello con tal determinación mi niña... pero eso no te salvará a ti o a las cartas si pierdes, y el imperio las obtiene...
-Sakura ha hecho poco a poco, las cartas suyas. Son de ella. Incluso, hay algunas que están bajo su sello.- defendió Kero pero no alterado. Mas bien calmado. Muy calmado.- tal vez, sería mejor que, nos dirigiéramos al Este. Donde Lady Ieran. Ella, tal vez, la reciba...
-Lo dudo mucho.- habló el anciano.- Lady Ieran confía en nuestras decisiones y nuestro juicio.- observando a Sakura- Ve al Este sola, sin ningún Hermano de la Luna, y nunca te recibirá. Puedo asegurártelo...
-¡¡no pueden hacer eso!!- salió Li a la defensa, atrayendo las miradas de los allí presentes.
-Li por favor.- dijo Tomoyo reteniéndole.- Esta es la lucha de Sakura... – susurrándole a su oído.- Solo de Sakura...
Pero Tsubame le observaba con interés.
--Pruébalo entonces...- dijo el anciano.
-¿Qué quiere ver?- preguntó Sakura.
-No lo se. Hemos escuchado las sorprendentes habilidades de esas famosas Cartas de Clow... de su sello y sus guardianes...- mirando a Kero. De ahí, volvió su mirada a Sakura y dijo.- pruébanos que, dominas el poder...
Sakura tomó aquello como el desafío en si. –Libérate...- fue todo lo dicho por ella en ese momento, el báculo apareció ante los ojos de los allí presentes.
-¿Qué tanto ha escuchado de estas cartas? – preguntó Sakura mirando a cada uno de los presentes- ¿Conocen tal vez, la función o habilidad de cada una?
-Solo lo que se conoce por parte de Asuka- intervino Tsubame.- Que sus habilidades eran mas allá de todo lo tradicional de la magia... acorralada por los cuatro elementos y sus derivados: Agua, viento, fuego y tierra... de ahí derivarían las otras....- sorprendiendo a sus propios "hermanos"- o eso dice los diarios de Asuka y de Itziar...
-¿Conocen entonces las cartas de Luz y Oscuridad?- preguntó su dueña.
-Cartas comunes...- dijo el anciano.
-Las cartas regentes del Día y la Noche- dijo Tsubame en un susurro que fue escuchado por Kiobe y Xian Hue. Sus ojos se contorsionaron al pensar lo que ella haría. Aquellas cartas eran la apariencia aun de las Cartas Clow. Aun no eran rosas, como las Sakura.
Sakura desplegó con su magia el sello debajo de sus pies. Cerrando sus ojos, la magia comenzó a brillar de su poder interior. – Cartas que fueron Creadas por Clow: abandonen esa vieja forma y transfórmense...- ante esta petición, las cartas comenzaron a flotar y girar delante de ella a gran rapidez.- Háganlo en el Nombre de Sakura ¡¡Luz!! ¡¡oscuridad!!
Ante este mandato y delante de todos ellos, las cartas en efecto fueron rodeadas por la energía rosa de la chica. Comenzaron a chispear y una potente brillo cegador comenzó a rodearles. A medida de aquello y mientras el báculo estuvo extendido las cartas cambiaban.
Pero a mitad, se detuvieron. Fueron detenidas. No avanzaba. Sakura sabía con ojos cerrados lo que pasaba y sentía como la magia extraída pero no lograba cambiarlas. Incluso comenzaba a ejercer presión en el báculo con sus manos. Pero le estaba costando trabajo.
-"No lo logrará"- dijo Tsubame para si.- "A este ritmo... es muy poco. Ella es fuerte... ¡¡Vamos chica!! Puedes lograrlo... solo un poco mas... confía en ti..."- mirando a un lado vio a Li desesperado por ayudarle. Eso se notaba y ella leía.- "Confía...." – miró a Kero y también estaba preocupado.
Pero en el interior de Sakura, comenzó a escuchar voces; voces que le decían que todo saldría bien. Voces que le decían que faltaba poco. Voces que le aseguraban que hacía lo correcto.
Imágenes; imágenes de ella con su padre. Imágenes con su hermano; con Yukito, con Eriol, con Tomoyo. Imágenes de cuando conoció a Kero. Imágenes de cómo el mago Clow le daba ánimos. Si ella, no fuera la elegida, no se le aparecería en cada momento que lo necesitaba.
Tal vez, estos pensamientos, eran los que le obligaban a continuar. A no ceder. A no darse por vencida.
Avanzó un poco mas en la transformación. El anciano de por si, estaba sorprendido. Sabía que, cartas de tal magnitud y cambiarlas al mismo tiempo y como lo estaba haciendo, era arriesgado. Muy arriesgado.
-"por favor Sakura"- decía Shaoran en su cabeza- "por favor... tu puedes"- sentía como quería acercarse a ella y apoyarla. Pues la veía que la magia hacía que perdiera el equilibrio. Ya estaba de una rodilla. –No te des por vencida...- gritó y siendo escuchado por Sakura.
El anciano esto, le llamó mucho la atención. Hasta le ocasionó alegría. Conocía las raíces de aquel chico y él interés que este colocaba en apoyar a la joven, sobrepasaba sus expectativas.
Tal vez el escuchar aquello provenir de Li, hizo que ella recobrara energías escondidas dentro de ella, que hicieron que recobrara la postura y forzara aun mas el cambio.
Kero trató de acercarse, porque ya estaba en una etapa riesgosa. La luz, invadía aquella caverna y no dudaba que los efectos se sintieran a todo su alrededor. Pero sería mas de lo que ella esperaría.
Las cartas una vez ella dijo.- "por favor... cambien".... e ilumínenlo todo... convivan en la noche de hoy en toda la tierra... - fue suficiente. Unos segundos después, unas Cartas Sakura de Luz y Oscuridad giraban delante de ella y sonrió al verles. Las voces dándoles confianza y las imágenes, se detuvieron.
-Sorprendente- dijo Kiddy mirando a su alrededor como aquel lugar brillaba en su esplendor. - ¿vieron eso? Esa chica...
-Pudo cambiar esas cartas- dijo Nami completando y mirando sus manos y su cuerpo.- e iluminarlo todo... es como si tuviésemos sol de medio día en la primavera...
Xian Hue se acercó tratando de llegar a Sakura, pero Li y Tomoyo se adelantaron. Igual Kero que se acercó diciendo.- Bien hecho Sakura... muy bien hecho.
Pero ella se sintió mareada pero sonreía.
-Muchacha: Nunca en mi vida he visto tal cosa... en todos mis años... esas cartas, son las mas poderosas pero como poderosas, son las mas difíciles de dominar mucho mas, cambiar...
Pero, Li notaba que Sakura no estaba bien. – oye ¿Estás bien?
-Estoy... estoy...-dijo ella perdiendo el equilibrio y apoyándose de él en sus brazos. El sujeto la tenía a milímetros de su rostro. Pero ella, al cerrar los ojos, le preocupó bastante olvidándose de todo lo demás.
-Sakura...- dijo Kero al notar como perdía el conocimiento.
-¿Sakura?
-¿Qué le pasa?- preguntaba Kiddy.
Pero Tsubame impidió que alguno de los de ellos se acercaran a los recién llegados. Notó como Li con preocupación la condujo suavemente al suelo y la mantenía recogida en sus brazos. La chica aun tenía el báculo en sus manos y las cartas revoloteaban a su alrededor. Sorprendentemente no sobre Sakura: Sino, alrededor de ambos.
Pero no fue hasta que Li, rozó con sus dedos la mano donde Sakura tenía su mano, que este brilló mas: Porque habían dos conexiones logradas: ahí notaron la activación de aquellas cartas con el brillo mas intenso jamás visto e incluso, cegador y pronto aquel efecto, se trasladaba a todos lados de esa montaña: no solo eso; De la tierra misma.
El atardecer fue afectado por unas enormes franjas de color dorado. Como si fuera el pleno día. Eran como franjas de tigre. Pero ellos, al estar dentro de la montaña, no lo notaban a vista. Pero los mas fuertes de allí, lo notaban pues el poder había sido esparcido en todas partes. Notándose incluso en el cielo con las enormes franjas de luz que circundaban los cielos.
Li se dio cuenta del efecto que tuvo el tocar a Sakura y la mano en el báculo. Pero estaba mas preocupado en su condición que en lo que ocurrió en si.
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*-*-*-*-*-*-*-* Media Noche... castillo de Cho en la Capital. *-*-*-*-*-*-*-*
Todo lo que se habló en lo que quedó del día era el efecto de día-noche que ocurrió en horas mas temprano. Aun el fenómeno causaba mucha sorpresa e impresiones contrarias en todo el imperio.
Para algunos, era la señal inminente de la caída del Imperio de Cho.
Para otros, la señal de que el mundo que conocían llegaba a su fin...
Pero en otros lugares de aquel lugar, era una señal. Señal de que, había que aliarse pues la hora de resurgir, iniciaba. Y así lo harían.
Las grandes franjas amarillentas y naranjas en el cielo, contrarrestaba con las otras franjas: oscuras, azuladas y negruzcas que le daban paso a una noche normal. Pero ese, no era el día y mucho mejor, la hora de aquello.
Pero otras personas, poco les importaba el curioso y extraño fenómeno.
Pero un dúo de jóvenes que recorrían los pasillos con disimulo de patrullaje, si les extrañó todo aquello; incluso Yukito notó lo preocupado que se notaba Touya cuando el rumor se expandió y ellos junto a muchos guardias, fueron testigos de aquel extraño fenómeno. Para Touya, era el inicio de algo. Pero su mente, debía mantenerse limpia en esos instantes. Estos, tenían otros planes.
Touya y Yukito ya caminaban a paso doble por los míseros pasillos laterales a los principales del palacio. Tenían el tiempo sobre ellos. Lo sabían. La nueva guardia en el calabozo de la torre Norte, duraría veinte minutos. Lo sabían, habían visto el horario de los puestos.
La noticia de la mujer que trató de matar a Cho se corrió como pólvora entre los soldados y entre todos las personas del lugar. pero, Touya, no pudo dormir en ese tiempo. Su humor era del peor a pesar que incluso se ganó la admiración del mismísimo rey.
Pero sabía lo que había sentido el día del baile. Horas antes. Un poder. Una magia, una energía muy negra, peligrosa e inestable se levantaba dentro de los muros del palacio. Y su sexto sentido le daba por supuesto la idea de que a Itzume o Itziar, le quedaba muy poco, si es que acaso, estaba viva.
La llegada del invierno a las tierras, le daban la posibilidad de escapar con la joven con dirección al Este, como lo había planeado. Claro que no esperaba que la intervención de su parte, se diera en tales magnitudes y tan tarde, a su pesar.
La había entregado a sus enemigos. Nunca se lo perdonaría: para salvar el alma de la joven, la entregó a Cho, dejándole inconsciente y en manos de aquellos verdugos. Sabía que, ella tal vez, solo tal vez, hubiera podido con Cho, aunque le hubiera costado su vida.
Pero ¿acaso su mente le decía que, había cometido un error?
-Por aquí.- sonó la voz de Yukito indicándole por donde doblar. El hedor proveniente de los húmedos muros de aquel pasadizo entraba por sus fosas nasales y comenzaba a surgir efecto en sus sentidos. Primero a la derecha, luego izquierda; izquierda nuevamente. Parecía que el lugar no tenía fin.
Justo y delante de una intersección se detuvieron: Debían tomar derecha o izquierda. No les quedaba mucho tiempo.
-Ahora ¿ por donde?- preguntaba Yukito. Touya miraba uno y otro lado. ¡¡Maldición!! No podía utilizar su poder para detectar magia. Shu Mei estaba en palacio; no tardaría en encontrarlos.
-¿Izquierda o derecha?_ preguntaba su amigo observándole- ¡¡Touya!! no tenemos tiempo...- mirándole con intriga.
-Si pudiéramos...- dijo Kinomoto, dudando y mirando con énfasis a su amigo.- No se... – por primera vez, mostrando su debilidad.
-¿Crees que debemos regresar?- mostrando detrás de ellos el camino.- No estamos tarde...
-Ella estará muerta para mañana a lo mejor... si no es que...- dudando y no queriendo admitir lo que sabía en su mente que era posible. no sentía su presencia tan poderosamente como la noche anterior.
-Aun no lo está- dijo una voz detrás de ellos, haciendo que ambos hombres se voltearan empuñando sus espadas.- Tranquilos...- al ver las filosas armas tan cerca de su rostro que veía su reflejo y el de las antorchas en ellas. – Estoy de su lado...- mirándoles con las manos alzadas a ambos lados.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Kinomoto a su rival.- ¿Por qué estás aquí?
-Vine a ayudarlos, créanlo o no ... y estoy aquí gracias a una persistencia femenina.- sonrió con una gota en su cuello.
Por supuesto, hablaba de Nakuru utilizando sus "encantos femeninos" con el soldado.
-Tao.. no tengo tiempo...- dijo Kinomoto exasperado.
-Tranquilo... está a la derecha- señalándoles y mirándoles fijamente a ambos agregó.- Y créanme... estoy de su lado...
Touya le costó tal vez por la rivalidad que durante mucho tiempo existió entre ambos , el creerle. Pero Tao Makoto había facilitado sus entradas a palacio buscando a la joven Itzume. Ahora, les ayudaba a sacarla de allí.
Confió y asintió. Pronto los tres hombres se movían con agilidad en búsqueda de la joven a quien Touya rogaba a los cielos, aun estuviera con vida.
Pero nada lo prepararía para lo que sería testigo.
-Por aquí.- dijo Touya deteniéndose ante una puerta vieja y opaca. No tenía rejilla para observar al interior.
-¿Esta?- preguntó Tao observándole.- Esa es una bodega de ese brujo horrible...- negándose.- Ahí no está...
Insistió diciendo.- Te digo que es aquí...
Yukito observó el rostro de Touya decidido y preguntó a Tao- ¿Cómo entraremos? ¿tendrá llave?
Touya lo sintió. Un gran poder rodeaba aquella habitación. Posiblemente para que la prisionera no usara sus poderes al tratar de salir.
Tocó el cerrojo de la puerta y lo sintió. Incluso retiró sus manos inmediatamente.- ¿Qué te pasa?- preguntó Tao.
-Esta habitación tiene algo malo...- dijo el sujeto no dando detalles- Tao: Tendrás que sacarla tu de ahí...
-Un momento.- preguntó el sujeto desconfiando de Kinomoto- Si dices que tiene algo malo. ¿por qué yo y no tu, o tu amigo?
-Si uno de nosotros entramos, podemos perder el conocimiento....- Yukito incluso lo observó algo confundido.- a ti no te pasará nada...
Se cruzó de brazos para decir algo punzante.- Vuelvo y te repito que, no entraré al menos que uno de ustedes venga conmigo...
Pero Touya lo tomó por la solapa y perdiendo la paciencia dijo con enojo en su voz y a centímetros del rostro del sujeto.- Y yo te digo que no le queda a Itzume mucho tiempo... Abre la puerta y ve por ella, o no verás mas la luz del día...
Makoto notó el enojo en Kinomoto. Cuantas veces no lo había visto de una manera enojada, pero ahora, parecía un desequilibrado.
-Muy... bien...- dijo siendo soltado del agarre del soldado. Incluso abrió el cerrojo de la puerta y no pasó nada mas que abrir. Miró a Kinomoto buscando respuesta para ello.
Sabía que, Itzume fue capturada por tratar de matar a Cho. Incluso Nakuru quien lo contactó en otra parte del castillo, le dijo parte de lo ocurrido, pero no que había usado sus poderes. No sabía que Itzume era hechicera. No sabía de los poderes de Touya y lo de Yukito; de el porque no podían ingresar a aquella habitación.
-Está abierta- dijo Makoto. En aquel momento escucharon una campanada. La campanada que decía que era hora que los soldados estuvieran en sus puestos.
-Date prisa que se nos acaba el tiempo...- dijo Kinomoto reclamándole.
Una vez ingresó dejando a los dos amigos en la puerta Yukito preguntó.- ¿Por qué no podemos entrar?
-Hay una magia muy poderosa Yuki, absorbe el poder y la energía de las personas... sabes que tengo habilidades....
-Como Sakura también y como...- ahí conectó la idea y dijo.- Esta habitación... es....
-Exactamente. Para contener los seres con magia y poderes... lo que significa que, no es la primera vez que alguien con magia está en este lugar...
-¡¡Kinomoto!!- gritó Tao.- ¡¡Ven aquí!! ¡¡Rápido!!
Ambos hombres escucharon esto y Touya temió lo peor. Pero no podía ser lo peor; Sentía que el lugar en efecto absorbía de alguien. Porque lo sentía y en cierta forma, lo "Veía" pero ingresó sin poder Yukito hacerle la pregunta de ¿Por qué entonces él que no poseía poderes, no podía entrar?
Touya ingresó a sabiendas de lo que esperaba. En efecto, comenzó a sentir desde que puso un pie en su interior, como algo salía de él. Se sentía mareado. Muy mareado y como comenzaba a sentir como golpetones fríos y exactos en distintas partes de su cuerpo. Su magia se iba de él.
Llegó al fondo de aquel terrible lugar. Sentía el olor a algo. Parecía azufre y olor mas profundo y áspero aun que hacía que quisiera cubrirse su boca y su nariz y así lo hizo.
-Por aquí.- le indicó Tao con su voz dada la penumbra del lugar- Ella....- dudó decirle._ ella no está bien.
Touya no tenía antorchas en sus manos. La poca luz del pasillo, no llegaba hasta ahí. Pero tampoco había una ventana cerca de ellos. Solo había una pequeña ventana. Al fondo de aquel oscuro lugar.
-Busca una antorcha.-dijo Touya. Palpó como Itzume estaba atada de manos y pies a la pared. Pudo palpar sus ataduras, pero a sabiendas que, perdía cada vez mas energía, ambos, un corte imprudente con su espada y desangraría a la joven.
Estaba inconsciente pues no la escuchaba hablar. Tampoco respirar. Mientras Tao corrió al exterior por una antorcha y volvía, él tocaba su rostro. Se sentía frío. Muy frío y él cada vez mas perdía su poder.
-Touya... tal vez yo...- escuchó decir del exterior de Yukito.
-¡¡NO!! Quédate ahí afuera... – Dijo en un respiro.- Mejor vigila. – dirigiendo su mirada nuevamente a la joven. O lo que creía que era Itzume.
Tao ingresó con una de las antorcha que tomó del pasillo. Mientras avanzaba mas claro se hacía el rostro de Itzume. Touya observó con horror al igual que Tao de lo que la chica había sido victima.
Touya sentía hervir su sangre a la vez que con su espada liberaba a la joven de lo que parecía ser una especie de tortura. Estaba atada de manos y pies desde la parte superior de la habitación. Estaba vestida de harapos a diferencia de la noche que bailó en el salón. Su rostro, su bello y juvenil rostro, golpeado, moretado y sangraba por boca, nariz y frente. Su sangre de la frente parecía venir de la parte superior de su cuero cabelludo.
Sus blanquecinos brazos estaban llenos de magulladuras y moretones. Sus pies, estaban sujetos también sufrían laceraciones por la violencia con que la trataron y estaba atada. Pero sus ojos estaban cubiertos por una venda. Probablemente para que no pudiera ver a quien podía atacar.
-Oh Itzume- decía Touya mientras él, la liberaba con su espada y Tao la sujetaba para que no cayera al suelo. Finalmente libre, la chica cayó sobre los brazos de Makoto, quien retiró la venda de sus ojos.
Touya ya no podía mantener la vista fija. Pero tenía que hacerlo. Sentía como su energía se escapaba de si. Pero el problema mayor, vendría para sacar a Itzume del palacio o ellos, salir con ella.
Salieron a duras penas de aquella habitación (Touya por su falta de energía) y Tao pues cargaba a la joven y no era tan atléticamente dotado como Kinomoto .
-Madre mía- dijo Yukito al ver en las condiciones que estaba Itzume. Ahí notó cuando Touya salió que este tuvo que sostenerse de la pared para no caerse- ¿Estás bien?
Pero Touya no habló, asintió un momento.- Tenemos que largarnos de aquí, o compartiremos celda con ella. Está demasiado fría...- comentó Tao. Ahí Yukito se retiró la chaqueta larga que llevaba y con ella cubrió a Itzume. Esta ni se movió un centímetro. Tampoco abrió los ojos.
Sus harapos tenían sangre de ella y la sangre seca en su rostro era notable. – Touya...- dijo Yukito mirando apesadumbrado a Itzume y después a su amigo.- ¿No estará....
-Tenemos que salir de aquí.- dijo Kinomoto enojado. Pero no enojado con Yukito. Tampoco con Itzume, o con Tao por ayudar a la chica a entrar a palacio. Estaba enojado consigo mismo. Porque él, era quien había impedido que la chica matase a Cho al ingresar y dejarle inconsciente. Él había ocasionado todo eso. Todo por salvar su alma, su cuerpo, su espíritu.
Tao señaló al otro lado diciendo.- Vamos por aquí... los soldados vendrán por donde nosotros vinimos y por aquí, sale al patio de entrenamiento... no tendremos ningún problema mayor.- dirigiendo el camino.
Touya notó como Tao se esforzaba en serio en ayudarles. Pero ¿por qué? ¿acaso lo hacía por él? No... Kinomoto admitía que nunca había sido amable con él. Mas bien, nunca quiso que se acercara mucho dado a que Tao era muy conquistador y sabía que hubo un tiempo que seguía a Sakura. Pero acaso... ¿Lo hacía por Itzume?
Tampoco comprendía como y porque él sabía mas de las rutas dentro de aquel laberinto de pasadizos secretos para las habitaciones laterales de la torre Norte que ellos.
Pero tenía que esperar para poder responder o articularle al sujeto esas preguntas.
Touya sentía débil. Tan débil. Pero debía de continuar; ya no eran solo él e Itzume; estaban las vidas de Tao y Yukito en riesgo por igual.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Mientras y en otro lugar del castillo, alguien sintió aquello. Sintió un rastro débil, vago y disperso de poderes. Se dirigió al guardia empotrado a su puerta (no se permitía a nadie en el interior de aquel lugar sin permiso) y dijo.- llama a los soldados... diles que se dirijan al lado Norte...- frunciendo su rostro.-Alguien escapa...- Ante esta orden, el soldado se fue del lugar y Shu Mei cerró la puerta detrás de si.
Le inquietaba aquel fenómeno que aun se sentía en el ambiente: magia, poderosa, amenazante y pura; llena de luz. Pero miró mas allá y sonrió. Si iban a enfrentarles, quien quiera que fuese, se encontrarían con un par de sorpresas en el camino. Solo esperaba que, sus poderes se recuperaran en su totalidad y esto, se conseguiría con el tiempo.
Miró adelante a la silueta de aquella figura estilizada que le observaba curiosamente. Sus cabellos eran verde mar y sus ojos marrones que le miraban con respeto y algo de ingenuidad frívola. - ¿Qué ocurre Padre?
Vestía con una corsé de color negro y usaba una especie de pantalones muy ajustados, muy adelantado o liberales para esos tiempos.
-Nada mi querida- besándole sus cabellos y haciendo que esta voltease su mirada y su atención a lo que leía antes de que Shu Mei caminase a la puerta dijo- Continúa...
-¿Cuándo podré volver a "jugar" con mi amiga?- preguntó. En realidad su voz era muy educada pausada y reflejaba ingenuidad, ocultando atrás de aquel bello, blanquecino y perfecto rostro, la monstruosidad de su sangre, su cuerpo y su nacimiento en si.
-Si los soldados hacen su cometido, tal vez, no vuelvas a jugar con ella, mi querida...- dijo en un susurro y sospechando que aquel rastro de magia de momentos antes, era que había escapado la chica.- Pero no te preocupes, si ellos terminan con ella...- sonriéndole complacido.- Hay muchas otras con quienes jugar... y esta vez, aprenderás a hacer las cosas bien...
-¿puedo matarlas?- dijo sonriendo nocivamente ante el horror pero inocencia, en su petición. - ¿Y torturarlas?
-Todo lo que quieras- respondió Shu Mei con cierta alegría ante su "hija" y su simpleza al hablar de todo aquello como si no fuese nada. Porque para él, no era nada. Y que decir de su "hija" cuyo nacimiento vino lleno de lagrimas, odio, sufrimiento y sangre. – Todo lo que tu quieras... en Marmolite hay eso, y mucho mas...
Ante ello, esta sonrió mas ampliamente. Su mirada fría y calculadora se concentró en el libro de ataques y artes de asesinato o torturas, que Shu Mei consiguió para ella.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-Ya casi llegamos.- dijo Tao algo agotado ya. Que decir de Touya. Pero Yukito se percató al momento que Tao cae por poco al pasillo, que ya estaba sintiendo cansancio en sus brazos. Le sorprendía porque Touya podía levantarla como pluma. Pero Tao era un ser humano normal y no era físicamente tan dotado como Touya. Se adelantó al sujeto y mientras Touya se inclinaba a un muro este dijo en susurro a Tao.- Dámela... ya estás agotado y vas adelante con ella; si nos encontramos con la guardia... no podrás defenderte, mucho menos, a ella.
Tao asintió dejando la chica en brazos de Yukito. En ese momento y al estar en sus brazos, la chica se tambaleó y exhaló ligeramente. Yukito se sintió también algo extraño. Touya percibió algo mas.
Fue cuando escucharon detrás de ellos la voz de alarma de los soldados. Los tres se voltearon para mirar el semi oscuro pasillo y voltear a la salida para Tao y Touya desenfundar sus espadas.
-No estás bien Touya...- dijo Yukito al recordar la palidez del sujeto una vez salieron Tao y él con la chica de la habitación.- No podrás pelear...
-Preocúpate por ella- dijo Kinomoto hablando de Itzume.
El movimiento de soldados en el patio ante la alarma era notoria. Pero se dirigían por la entrada principal, dejando casi descuidada y solo con la presencia de dos soldados de espalda a ellos en aquella entrada.
Tao y Kinomoto se acercaron a ellos tan sigilosamente que solo bastó de un movimiento de sus espadas para estos ser heridos mortalmente y yacer en el suelo. La sangre brillaba en sus espadas. Aun el fenómeno continuaba en el cielo y se podía ver también la luna llena en todo su esplendor.
Una desventaja en parte. Todos notarían sus presencias si se dirigían a las caballerizas para escapar en un coche o un caballo.
-¿Ahora que?- preguntó Tao leyendo en parte el pensamiento de Yukito. No tenía la mas mínima idea que hacer ahora. En el momento que planearon la fuga de la chica, contaban en la hora solo con la luna llena, que era esa noche. No contaban con que aquella noche era, parcialmente el día también.
-Estaremos bien.- Dijo Kinomoto seriamente.- Yuki: protege a Itzume...- este incluso acomodó el abrigo para que no se notara la presencia de la chica en sus brazos. Él no sentía incomodidad en el peso como Tao pero aquella sensación desde que la tomó en los brazos permanecía. Aquella sensación de ¿Familiaridad? ¿un presentimiento, tal vez? No sabía que era, pero aun persistía. Este asintió en silencio.
Caminaron tal vez unos cincuenta o cien metros sin llamar la atención. Tal vez, por el hecho que nadie se imaginaría que serían soldados quienes planearían aquella fuga. Pero cuando les faltaba poco para salir del patio se encontraron con diez guardias frente a ellos.
-Alto ahí.- dijo uno de ellos- Requieren nuestra presencia en el patio del Palacio ¿Adonde van ustedes?- mirando a uno y otro.
Tao estaba nervioso. No lo negaba. Pero Yukito y Kinomoto permanecían apáticos ante la pregunta.
-¿No escucharon? ¿Qué buscan aquí?- desenfundando otro su espada.
Pero Kinomoto levantó la suya con determinación y dijo.- Será mejor que guardes eso...
Fue ahí y en ese instante cuando otro de ellos dijo.- ¿Kinomoto? ¿quién salvó al rey?- sorprendido.- ¿Adonde vas a estas horas? – no confiando pero suavizando su mirada.- ¿Qué es eso?- señalando en los brazos de Yukito.
-Nada de tu incumbencia.- dijo Tao mostrando su rango en su uniforme. Ahí notaban que Tao era de mas alto rango que ellos y se colocaron en posición de atención. – Vayan a sus posiciones soldados...
Ellos asintieron y cuando comenzaron a retirarse, Kinomoto por primera vez agradecía la presencia de aquel sujeto y Yukito pensaba que estaban a salvo fue que dijo una voz - ¡¡¡Ahí Están!!!- viniendo de una parte en la pared del castillo a pocos metros de ellos y proveniente de donde habían salido.- ¡¡¡Son ellos!! ¡¡Tratan de escapar con la bruja!!
-Ahora la acción empieza- dijo Touya con cierta ironía, al ver como los diez soldados retrocedían nuevamente a donde ellos estaban. Ahora tenían espadas en manos.- ya me encontraba aburrido...- dijo sonriendo con algo de felicidad por partir algunos.
-Touya.... me da la impresión que extrañabas esto...- dijo Yukito algo sarcástico.,
-¿Bromeas?- dijo Makoto colocándose al lado de Kinomoto y le dio incluso tiempo de decir- Kinomoto partía cabezas en la Academia...- ahí comenzó la lucha y encuentro de espadas.
Ahí Yukito recordó y notó lo que Tao hablaba: Kinomoto los derribaba y dejaba inconsciente o bien heridos en un dos por tres: y eso, que no se encontraba en su capacidad total.
-¡¡Protégela Yuki!!- gritó Kinomoto sobre el ruido de las espadas.
Pero los sonidos y luchas de espadas, atraían a mas y mas soldados de todas las partes del castillo.
-Estamos siendo rodeados...- dijo Yukito observando arqueros, colocándose lado a lado en las enormes murallas de piedra. –Touya ¿Qué haremos?
Pero Touya protegía a Yukito con Itzume en sus brazos. Estos dos estaban de lado y lado siendo protegidos por Makoto y el hombre. Touya cada vez mas se encontraba mas agotado. Y mientras salían y eran derrotados, era herido en sus brazos y hombros con las espadas.
Yukito miró una nueva vez a los muros de aquel lugar. los arqueros se preparaban para lanzar sus flechas con fuego, sobre ellos.
Tao pensaba que era el fin.
En el momento que el jefe de los arqueros ha dicho.- Listos.... ¡¡¡Fuego!!!- la lluvia de flechas se dirigía con exactitud al punto donde estaban los cuatro.
Pero una ráfaga de viento (o lo que se sintió como una) desvió todas las flechas del lugar. Cayeron todas alrededor de Kinomoto y compañía e incluso, hiriendo a soldados que atacaban al trío, pero ninguna, ni una sola pudo herir a los jóvenes.
-Vuelvan nuevamente a cargar....- dijo el jefe de arquería.
-Ah por favor...- dijo una voz femenina atrayendo el jefe de arquería. Ahí lo notó: Una hermosa y estilizada figura estaba frente y sobre uno de los grandes bloques en su puesto en la muralla. Vio las enormes alas de ella, y no tuvo que preguntarse de donde provino. Tampoco pudo razonar mucho incluso porque una mujer tendría alas como mariposa y una enorme cabellera en color fucsia. - ¿Volverán a perder el tiempo?- habilitando con sus poderes y en sus manos surgiendo los cristales de ataque.-¿Quieren intentarlo?- dijo con una sonrisa de victoria en sus labios. Adoraba las miradas de terror que obtenía de los arqueros.
-Un.... un.... un....- le costaba trabajo a uno de los arqueros pronunciar lo que quería.- Un.... ¡¡¡¡Demonio!!!- dijo finalmente para hacer reír a la joven.
-¿Acaso habían visto un demonio tan lindo como yo?- preguntó ella no evitar sonreír aun mas ante la declaración del sujeto. Tampoco se dio cuenta cuando uno de ellos, tan nervioso pero aun así, cargó su arco y le lanzó una flecha, solo rozó su delicado rostro hiriéndole.- ¿Qué crees que haces?- cambiando su sonrisa por un desdén total.- ¿Cómo te atreves??? –lo ultimo que ella permitía era que alguien se metiera con su cara. Su bella y perfecta cara. ahí activó su magia surgiendo de sus manos unas esferas de color rosada y que comenzó a lanzar en contra de los sujetos, haciéndoles correr despavoridos e incluso algunos, saltaron desde esa altura.
-Idiotas- dijo tocando su mejilla lastimada con sus dedos y viendo la sangre que había en ella- Si me deja cicatriz, lo seguiré hasta el final de sus días...
-Ruby Moon- dijo la voz de su amo en su cabeza- Recuerda cual es tu misión....- Ella inmediatamente recordó su propósito y se dirigió abajo protegiendo a Touya y compañía.
Incluso se colocó entre Touya, Tao y los soldados, llamando un campo de fuerza con sus poderes.
-Grandioso- dijo Kinomoto nada sorprendido ante su presencia.- Pero ¿que piensas hacer con ellos?- señalando detrás de Ruby Moon a unos sujetos que se colocaban en fila al mismo nivel de ellos y con arcos y flechas.
Pero los sorprendidos eran Tao y Yukito en cierta forma ¿Qué rayos era aquella mujer? Hermosa, pero por lo que se percataron, peligrosa. Pero Tao estaba sorprendido ante aquella cabellera de un color tan estrambótico. Nunca había visto algo así. No sabía porque, pero el rostro le resultaba familiar. Touya por el otro lado, para nada sorprendido que aquella criatura estuviera dispuestos a defenderlos a uña y regañadientes.
Nakuru atacaba a todas direcciones, pero dejando desintegrarse el campo de fuerza.
-Tenemos problemas- dijo ella con cierta melodía sarcástica y esperando respuesta con ello.
Pero en cierta forma, ni siquiera Ruby Moon era suficiente para la cantidad de soldados que surgían.
Para empeorar la situación, Touya y ella, sintieron aquello. Era negro, poderoso y se acercaba.
-¡¡Tenemos que largarnos de aquí!!!- Gritó Tao.- O no lo lograremos...
-Tranquilo querido.- dijo Ruby Moon sorprendiendo el sujeto. Por supuesto: como podría Tao reconocer la verdadera identidad de aquella sensual y atrevida dama con quien tenía un idilio de todos los sentidos. – Algo pasará...- sin ella saber que pasaría. Era tal vez, su manera única de mantener los ánimos arriba. Comenzó a notar que, el cielo comenzaba a colocarse en su normalidad. Perdía la luz en sus franjas y la luna se notaba mas.
Pero el mismo Eriol, que era testigo de aquello con sus poderes, no podía predecir que pasaría. Necesitaban de algo. De algo poderoso; Poderoso y escondido entre ellos. De ahí, su energía la concentró en el sujeto de mirada castaña y pelo grisáceo quien protegía a la chica con su cuerpo.
Por alguna extraña razón, ninguna de los arqueros, habían podido lastimarles. Ni una sola de las flechas había lastimado o herido a Yukito.
Los soldados continuaban con su intención primordial: apuntaban a Yukito y con él, a Itzume en sus brazos. Pero esta, por lo que sintió dentro de su inconciencia, despertó; no sorprendida que estuviera en los brazos de Yukito.
-Tu...- dijo en un susurro, escuchado por Yukito. Este dejó de prestar atención a su alrededor concentrándose en ella.
-Despertaste...- dijo en susurro mirando sus ojos esmeraldas. Ella lloraba. --¿Qué pasa?
-Vinieron por mi...- cerrando sus ojos, tragando y abriéndolos dijo con dificultad- él está aquí...
Yukito asintió. Pensaba que hablaba de Touya.
Ella lo sintió. Se encontraba débil. Escuchaba las espadas y los gritos de los soldados. Miró a un lado que dejó caer la cabeza y notó a los soldados que se preparaban a dispararle a Yukito y a ella en sus brazos. Pero no llegaban a acertar. Ella sonrió ante esto. Alguien mas estaba cuidándolos. Velando por ellos.
Le dolía mucho su cuerpo. Sentía que su cabeza zumbaban abejas. La recordó: recordó quien le ocasionó una parte y en cierta forma, casi todas aquellas laceraciones. Ahí lo sintió: Aquella cosa; aquel monstruo se acercaba.
Miró adelante donde Yukito en parte mantenía su atención. Lo sintió. Era débil. Estaba débil. Ahí también sintió un guardián a su lado. Había otra persona. La silueta la reconoció como Tao. Pero tuvo que cerrar sus ojos. Estaba muy cansada. Tan débil. Nunca en su vida se había sentido tan débil.
-¿a dónde planean huir?- preguntó Ruby Moon a Touya. aun no se percataban que la chica había despertado. Pero si sentían que, alguien mas, estaba de su lado y hacía alguna clase de encantamiento para que las flechas no llegasen a ellos.- donde quiera que vayan , buscarán a tres hombres y una mujer.- mirando atrás. Notó como los labios de Yukito se movían. Y era hablándole a alguien. Ese alguien era Itzume.
-Iremos al Este- dijo Kinomoto.- aunque me cueste la vida, la llevaré a donde Ieran Li. – esto lo decía mientras atacaba y esquivaba golpes de soldados.
Tuvieron que retroceder pues mas se agrupaban y los que solo cayeron inconscientes, recuperaban el conocimiento y se unían a los recién llegados.
Pero Ruby Moon lanzaba mas de sus ataques mágicos a ellos. Pero notaba que, no era suficiente. Vio nuevamente, los soldados impuestos en los muros. Arqueros también. No podrían salir por la puerta principal. El puente y la puerta enorme de hierro había sido cerrada.
Mientras ella trataba de mirar o buscar un plan de escape, algo mas pasaba por otro lado.
- si... eso... esa criatura, se acerca- declaraba Itzume a media voz y a Yukito - ... será el fin...- temiendo por primera vez- Tienes... tienes que volver...- dijo mirando a Yukito y este devolviéndole una mirada de incomprensión.- Tienes que salir...
-¿Salir?- no comprendiendo lo dicho por la chica- estás débil... confundida... cuando salgamos, todo estará bien...
-No saldremos si no sales...- dijo ella con insistencia.- por favor... tienes que salir....- mirándole directamente a los ojos.- Por favor... se que estás ahí... y que estás viéndolo todo...- sus ojos estaban con lagrimas.- Por "ella", por "él", por Touya... por mi.... nos conocimos hace ya mucho tiempo...- haciendo una pausa, pero Yukito aun seguía confundido. Parecía para él que, ella alucinaba.- Por favor...- dijo con voz de comando y tocando la mejilla del sujeto. Al hacer esto, Yukito sintió aquella tibieza en lo mas profundo de su corazón. Aquella confianza. Aquella sensación de que, algo pasaba. Sintió por primera vez, la Luz proveniente de Touya, la magia que provenía de Ruby Moon y aquella alma en el cuerpo de la chica que tenía en brazos. Al mirarla, esta sonrió por un segundo para decir.- Si... por favor, sal "Yue"...
Ante esta petición, Yukito perdió el conocimiento y en su lugar, surgieron de su espalda aquellas enormes alas y aquella luz plateada que hizo ante esto, que Itzume perdiera el conocimiento nuevamente, viéndose ella y Yukito rodeados por las alas.
La luz, fue vista y sentida de
reojo por los que luchaban de espaldas.
Los arqueros que iban a atacar a Yukito e Itzume pero esta con sus
poderes, evitaban que las flechas llegaran muy cerca de ellos, salieron
despavoridos al notar que la luz plateada se extinguía, dejando en su lugar,
una vez las alas, volvieron a su espalda a un hombre, alto, muy hermoso y con
una mirada platina sorprendente.
Miró a la joven que estaba en sus brazos inconsciente y miró mas adelante. Con sus poderes, intactos, comenzó a atacar, ascendiendo a los cielos con la chica aun en sus brazos y defendiendo y a la par, eliminando a aquellos que atacaban a Touya, Tao y Ruby Moon.
Pero alguien mas, descendió al patio. Se mantuvo en las sombras observando aquello. Sentía que la magia allí presente, no era la única. Otra persona, también lo sintió.
Eriol sintiéndose descubierto y en peligro pues él desde una de las habitaciones y ventanas que daba al patio usaba sus poderes. Tuvo en ese instante que dejar poco a poco de usarlos. Su anonimato se encontraba en peligro.
Yue no perdió tiempo y con la chica en sus brazos, se dirigió a la puerta y embistiendo a los soldados sin siquiera mirarles dos veces, abrió con su magia la puerta y rompiéndola en mil pedazos.
La nieve comenzó a caer para ventaja de los jóvenes. Ya con el camino libre gracias a Ruby Moon, sus habilidades y la conveniente intervención de aquella criatura a quien Touya sabía por un presentimiento de quien se trataba, tomaron unos caballos a un lado y emprendieron la huida, no pudiendo ser seguidos por nadie. Ruby Moon y Yue con la chica en brazos, surcaron los cielos detrás de ellos y protegiéndolos de todo contra ataque proveniente del castillo.
Aquella oscura y negra presencia, quien notó y presenció su huída sin tan siquiera levantar un dedo para prevenirlo. Notó como había sangre, dolor y muerte a su alrededor y respiró profundo. Le gustaba eso. Por eso la hizo sufrir al "jugar con ella" le gustaban las lagrimas de sufrimiento. Le gustaba el dolor en otros. Sus cabellos verdes eran agitados por el viento frío que comenzaba a sentirse en aquella noche.
Simplemente sonrió al verlos marcharse y en su mente dijo.- "ya la veré pronto..."- volviéndose para dirigirse nuevamente al interior del castillo.
Pero la presencia de Yue entre ellos y para Eriol Hiraguizagua (quien lo había visto todo), indicaba en efecto que, el fin se aproximaba...
Porque el ultimo eslabón de la cadena, había sido encontrado y el otro, había despertado...
*************** Continuará....
Comentarios de la autora: si que esta historia está quedando larga... demasiado. Imagino que se han comenzado a desesperar U_U no es mi culpa... es que cuando empiezo una escena quiero expresar todo lo que ocurre... ¡¡¡no la puedo dejar por mitad!! Tiene que ser, perfecta.
¡¡¡Dos capítulos en una actualización!!! No creo que, haya hecho esto con esta historia... la verdad es que, pronto cumplirá un año... ¿o no? Por ejemplo, princesa del Cerezo cumplió un año ya en abril...y aun el tercer epilogo no sale ¡¡WOW!! Jamás había durado un año con una historia... y esta va mas lejos que princesa... creo :P:P:P:P
En este capitulo han quedados mas huecos desenterrados y sin concluir...
Primero y ante todo:
¿Qué pasará ahora con Sakura y Shaoran? Ay ya admiradoras de este par; el próximo capitulo "Romance de Invierno" tendrán una parte de la conclusión...
¿Qué pasará con Yukito y Yue? Pues ya este surgido, traerá preguntas de Touya, preguntas que involucran a Yue- Clow e Itziar y su vida pasada con Clow. Los "trapitos al sol" que sacará Touya.
También ¿Qué pasará ahora que la identidad de los fugitivos está al claro? Pues no se esperará menos que la búsqueda y persecución de estos: También una cacería a Kinomoto y su casa en los Ríos, develando los misterios y la revancha entre el jefe de los Ríos y Eriol.
Muchos se preguntan (o en el caso de Naiko Li) ¿Cómo es que Nakuru nunca fue sonsacada por Cho? ¿Nunca fue "perseguida" por este mujeriego gobernante... el próximo capitulo tendrá la respuesta a esta pregunta.
¿Cómo pueden tener el capitulo 24 más rápido? ¡¡tadadaaaaaa!!! Pues dejando review... ¿Qué otra cosa pensaban?
Falta poco ya para que la historia llegue a su fin (para los que se están desesperando con esta historia), en realidad, siempre advertí que, era larga... una de las mas largas que jamás he escrito... ¡¡¡así que, no se quejen!!!
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