"The Story about a Prince and a Courtier"
By Crystal.-
Basado en los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
Capitulo 26. "Mis recuerdos..."
"Ella no conocía la palabra piedad; así como su nacimiento fue concebido con la sangre de inocentes sacrificadas y entregadas sus almas al Poder Oscuro para que ella pudiera existir, así era ella: Oscura, miserable y con un rostro angelical perfecto para enviar a sus victimas al otro mundo y alimentarse de su fuerza vital: su amor y pureza.
Masacró a cientos de inocentes en Marmolite, sin piedad, sin misericordia, solo obedeciendo las órdenes de su "Padre".
¿Pero acaso ella conocía el significado de aquella palabra?
¿O acaso alguien en el planeta sería capaz de destruir a la criatura con rostro de ángel, pero con la fuerza de cien demonios?"
Eran pasada la media noche ya. Muy tarde, según consideraba Touya de pie en un extremo y de brazos cruzados. Entonces lo escuchó: Ahí escuchaba los pasos de ella, mientras se dirigía una vez mas por el pasillo; pero esta vez, no se detuvo delante de la puerta de su padre, como sospechaba; Como creía que, ocurrieron las noches siguientes a aquella primera que la sorprendió en ello.
Ella caminaba ya sin el bastón. Era víspera ya del Solsticio. Aunque no eran ambientes de celebraciones, eran notables las entradas y salidas de la casa Li, de personas muy extrañas. Demasiado para aquellos ambientes: Aquellos extraños visitantes, vestían como ermitaños; ropas anchas y nada lujosas, mas bien, prácticas. Incluso, se notaba que, no eran Lores muchos de ellos. Simples hombres. En algunos casos, también mujeres. Siempre aparecían pequeños grupos. Conversaban por horas con la dueña de la casa y se iban, pero no solos: Siempre habían soldados fieles a la casa Li, que les acompañaban. Los detalles eran muy secretos.Yue, había vuelto a ser Yukito. Decisión del guardián. Aunque Yukito permanecía a su lado, nunca conversó con Touya sus dudas. Tampoco le solicitó respuesta ante la pregunta de ¿Cómo llegó a la casa Li? Poco recordaba él.
Ella, cojeaba, era notable pero estaba cubierta con una mantilla en sus hombros que la protegía del frío y trataba de mantenerse en pie. Se escuchaba como le costaba esfuerzo caminar derecha.
En un momento, resbaló en el piso de mármol pero no cayó: Algo la sostuvo. Cuando ella se incorporó, pudo sentir su aroma: El aroma un poco especial de Kinomoto; un aroma que, había aprendido a sentir a su lado. Sus ojos se dilataron al reconocerlo. Él le tenía aferrada por los hombros.
-¿Estás bien?- preguntó y dirigiéndole la palabra por primera vez desde el incidente en la posada días atrás.
Ella asintió pero aun en su cercanía. No se notó en que momento, él rozaba sus labios con ímpetu y deseo: Deseo que ella respondió separando sus labios, olvidándose de todo: De todo lo que había pasado en todo ese tiempo y distanciándolo de su mente a años... siglos solo para disfrutar de sus besos. Besos que, le robaban el aliento.
Cuando separó sus labios de los de ella, tocó su mejilla (Aun algo golpeada), para demostrarse a si mismo, que no era un sueño.
Pero ella, se alejó de él. Echó para atrás aun cojeando. Él, cambió su semblante a uno mas distante y preguntó.- ¿Qué haces a estas horas, aquí fuera?
-Eso no es de tu incumbencia- dijo ella alejándose. Quería alejarse. Quería correr. Quería que él se alejara de ella. Porque era lo mejor. Ahí recordaba aquel sueño: aquel horrible sueño: su muerte. Después, los sueños que le atacaban: los sueños de chicas, implorando piedad y sangre en sus manos.
En esos instantes, se preguntaba ¿Por qué no podía impedir que él le besara? ¿acaso quería que le besara?
-"No. Morirá si sigues así... si siguen así ambos..." –pensó tratando de convencerse a si misma.
¡pero que difícil era!
-¿Acaso no puedes dormir?- preguntó no fingiendo dejo de preocupación y trató de acercarse ante el rostro que notaba en la chica: Un rostro a punto de llorar.
Ella levantó su mano entre ellos y dijo.- Si te acercas, te juro que gritaré...
-¿Qué es lo que te pasa?- preguntó él observándole- Soy yo... aunque por la forma en que me acabas de responder al beso, sabes que soy yo.- sonrojándole violentamente.
-¡Como te atreves! ¡¡Insolente!!
-¿Aun sigues enojada conmigo?- mirándole y cruzándose de brazos. Mantuvo su distancia de ella.
-¿Contigo? ¿por que habría de estarlo contigo?- preguntó curiosa pero no tratando de dejar de sonar distante.
-Por lo que me dijiste...- respondió él. Ella le observaba curiosa. Incluso, relajando mas su cuerpo.- Hace días ya... me culpaste a mi...- bajando la mano que colocó entre ambos.
-¿De que?
-De tu fracaso en asesinarlo...- respondió él. Su rostro cambió inmediatamente y rechazó su mirada, observando al otro lado.
-Eso a ti, no te importa... ¿por qué tiene que importarte? ¿Y por que te culpas a ti "de mi fracaso"?- observándole interrogante.- Fui yo la que fallé. No tu...- retirándole la mirada.
¿Cómo podía ser querida por aquel sujeto? Ella estaba allí, hablando de la muerte de un ser humano. Una muerte que ella, iba a llevar a cabo. ¿por qué le importaba? No creía que nadie merecieran alguien así; alguien, como ella... menos de todos, él.
-¿crees que debí dejar que murieras y perdieras tu alma?- preguntó él.
-Tu...- dijo ella tratando de recordar. Como le había dicho al padre de Touya, ella, no recordaba grandes detalles. Solo recordaba cosas aisladas y nublosas de aquella noche. Pero recordaba a su torturadora. Recordaba a la mujer de cabellos verdes y ojos cafés. Recordaba a un joven, que podía sentir su magia, alguien peligroso. Emitiendo una magia mas o menos parecida a la chica de cabellos verdes; respondía la chica al nombre de "Loto". Ella le decía "Padre" pero era todo, tan confuso. Pero leyó su mirada: Aquella mirada llena de dolor y arrepentimiento.- Tu estabas en el palacio...- viéndole asentir.- ¿Dónde?
-En el salón del trono—asqueándose ante los recuerdos de aquella noche.- Cuando bailaste...- ella abrió los ojos mas aun y se sonrojó con violencia.
Lo que le faltaba ¡¡Kinomoto la vio en aquellas fachas!!
-No te vi... no te sentí...- tartamudeaba ella aun azorada.
-Eso no es lo importante- dijo él tomándole de los brazos y tratando de mirar mas allá: A sus ojos directamente. – Tu me culpaste a mi. –haciendo una pausa para respirar.- y tenías razón. Yo tuve la culpa... la culpa por preocuparme por ti... por no dejar que murieras....
Ahí lo comprendió: Comenzaba a comprender. Quien le interrumpió cuando lo iba a hacer: Cuando iba a matar al heredero de un trono lleno de sangre y torturas.
-¡TU! gritó ella separándose de él y alejándole.- Tu me impediste que matara a ese maldito...- dijo ella viéndole que no negaba la acusación.- Por eso el sensei me ha dicho que sea considerada con mi salvador, nunca dándome un nombre...- ahí notó como su voz se enronquecía.- Tu fuiste quien me detuviste...- comenzando a recordar.- La pelea en el patio... el guardián... tu y Tao... y Yukito... estaban ahí.
Ahí ella recordaba mas aun.
-No iba a permitir que tu alma, pagara las consecuencias...- trató de explicar con paciencia. Viéndole como ella se alteraba.
-¡¡TU!! Por tu culpa... por ti.... ellas murieron...- notándose su tristeza, combinada con ira – Por ti... por mi... ellas murieron...- echándose de rodillas en el suelo frío, cubriendo su rostro con sus manos. Se le escuchaba llorar.
El trató de levantarla pero ella le empujaba con sus brazos. – Déjame ayudarte...
Ahí una idea vino a su mente: la chica sufría las mismas pesadillas que él. Entonces ¿No era un sueño? Aquellas mujeres, murieron.
-¡Déjame en paz!- gritó ella molesta- ¡Aléjate de mi!
Así lo hizo: Se contuvo de ayudarle. De abrazarle, de protegerle en sus brazos.
-pero ¿por que le confías todo a mi padre?- preguntaba él, aparentando no importándole el estado en que la chica estaba. Un estado histérico.
Y es que, quería respuesta.
-¿Escuchas mis conversaciones?- le miró ella con dolor.- ¡¡No me importa!! ¡¡Quiero que te alejes de mi vida!! ¡¡Aléjate de mi!! ¡¡Deja de espiarme!! Y preocuparte... no merezco...- tartamudeó. El intentó otra vez acercarse pero ella, le detuvo. Vaya fuerza que ejercía para aun estar convaleciente.
Pero al él, le dolía no protegerla: Quería protegerla. Era una lluvia de sentimientos que le invadían y no poder hacer nada, le consumía aun mas.
Porque eso parecía: una pequeña ave que necesitaba ser protegida; no un buitre con garras.
-¿Itzume? –se escuchó provenir de atrás de ellos. Ahí estaba: Fujitaka Kinomoto venía con vela en mano (Aunque el pasillo estaba iluminado) - ¿Qué pasa?-. dejando si, al padre de Touya abrazarle y ayudarle a ponerse de pie.
Fujitaka miró con recelo a su hijo. Itzume no era de las que lloraba. Pero las dos veces que, la ha encontrado con su hijo, la encuentra llorando.
-Vamos mi niña- dijo Fujitaka llevándosela lentamente por el pasillo y dejando a su hijo detrás.- Vamos a tu habitación para que duermas...
Touya observó como la chica, tenía mas confianza a su padre que a él mismo. O tal vez, no confianza: mas bien, ternura y entendimiento al ver como su padre se la llevaba por el pasillo.
¿Cuál era el interés que había entre ellos?
No se permitía a pensar en lo imposible.
O tal vez ¿si era posible?
Ella era su pupila. Eso quedó claro a como Ieran Li, los recibió aquel día: Vio a su padre como a un viejo amigo; Alguien a quien le debía un gran favor. Después fue fácil saber y comprender que, esos años de ausencia de su hogar, era por el simple hecho que instruía a Shaoran Li y a Itzume.
Su padre sabía mas de la chica que él mismo.
¿por qué esta niña confundía tanto su mente?
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-Mi querida Tomoyo- suspiró Eriol echado en un sofá en su casa de los Ríos. No se percató que fue escuchado por Nakuru y Spinel quienes lo observaban en aquel estado compungido.
-Sabe que está protegida... que de seguro, llegó al Este...
-O con los Hermanos de la Luna- declaró Nakuru.- Pero ... ¿por qué permanece tan distraído?
-Nakuru- llamó Eriol a su creación. Esta en un saltito (nada correcto en una dama), se colocó a su lado.
-¿Si, amo?
-Me contaste que, Kinomoto se fue con Itziar y Yue al Este.- viéndole asentir.- Esas inmediaciones están protegidas por magia.... para dificultar ataques... y evitar intervenciones...- declaró el sujeto con su mirada fruncida sobre el rostro de la joven mujer quien aun portaba la cicatriz de aquel ataque en el castillo.- Es hora...
-¿Amo?
-Tenemos que, llegar al Este...- dijo Eriol sonriéndole sutilmente.- Apuesto que, querrás ver a Tao Makoto- con una sonrisilla de complicidad - ¿No querida?
Ella asintió y dirigiéndose a él- Usted, supongo que ¿Querrá ver a su prometida?
-Los tiempos son peligrosos y si, estoy preocupada por ella...- negando con su cabeza- Pero no es a mi querida Tomoyo a quien quiero ver...
-Amo: No comprendo...- dijo ella con incertidumbre.
-Hay un episodio que cerrar: Es imperativo que, hable con Itziar...
-¿Amo, la chica? ¿la bailarina?- pues Eriol, no faltó que contara los desastrosos detalles de aquella noche que la chica demostró todos sus encantos y lo admitía: En sus bailes, reconoció el viejo y pasional espíritu de Itziar. Y aquello, hacía que su corazón se dividiera en dos: dos imágenes: una presente de ojos azules como el mismo mar y de hermosa sonrisa y otra, llena de misterio, ojos verdes y mirada soñadora pero llena de nostalgia.
¿A cual de las dos amaba? ¿Acaso al pasado o a su presente?
Pero ¿Acaso Itziar recordaba sus sentimientos por Clow?
La única forma de averiguarlo era viéndole. Hablando con ella. Y sin saberlo su corazón le dio la respuesta; en el momento que la imaginó besándole y viendo aquellos ojos azules devolverle la mirada.
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-Sakura... ¿no has hablado con Li?.- preguntó Tomoyo interrogando a su amiga en un momento que, observaba el entrenamiento de la joven. Incluso, Tsubame estaba allí.
Ya iba a dar inicio al de ese día.
-Si me lo hubieran dicho, hubiera tomado rumbo a donde Kiobe- reclamaba Kiddy mientras ajustaba su traje de entrenamiento a su cuerpo.- NO quiero entrenar hoy... ¡¡¡Menos en víspera de Solsticio!!!
-Lo siento Kiddy – dijo Sakura apenada incluso atrajo su mirada- Supongo que, te molesta que te hayan asignado ser mi mentora por el tiempo... ¿no?
-Ah no te preocupes.- dijo la chica siendo sincera. La verdad era que, Sakura, le había caído muy bien.- Además, solo será por hoy... mañana no entrenaremos...
Ella asintió apenada y vio como Kiddy escogía sus armas y Tsubame se le acercaba a susurrarle algo.
-Bueno Sakura...- dijo Tomoyo atrayendo su mirada- ¿No has hablado con Li de lo de "el asuntito"? – como se refería al beso de su amiga.
Sakura se sonrojó y bajó su mirada respondiendo con un –No.- muy bajito.
-Pero Sakura... creo que deberías hablar con él...
-No Tomoyo...- dijo ella decidida.- él salió de allí sin ninguna explicación de su parte... huyó; mira que desde ese día, no lo he visto...
-Sakura...- dijo su amiga apenada.
Sonrió para no preocuparle y decir.- No te preocupes...
Pero Tomoyo la conocía bien: Sabía que Sakura, gustaba de Li. Sabía que era sensible y por supuesto que, le había dolido aquello.
¿Pero sería ella quien tendría que intervenir entre ambos?
-¡¡Oye!!- dijo Kiddy atrayendo sus miradas- ¿Estás lista?- preguntando a Sakura.
-Si.—dijo la chica con entusiasmo.
Tomoyo tomó asiento a un lado y pronto Tsubame estaba a su lado en silencio. Cuando comenzaron Kiddy y Sakura a combatir con espadas (tipo Kendo el combate), Tomoyo preguntó.- ¿Donde está el anciano?
-Está un poco enfermo – dijo Tsubame observando a Sakura y Kiddy pelear.- Y tiene asuntos que atender...
-si él se retira ¿Serías tu la nueva Líder o tu madre?- preguntó Tomoyo.
-Mi madre no quiere el cargo- dijo la joven mirando seriamente a Sakura.- Estoy además, mas preparada que mi madre, para dirigir a los Hermanos...
-¿Y Kiddy?- preguntó Tomoyo.
-Ella no es legitima nieta del abuelo...- dijo la chica.
-¿No? ¿No es tu hermana?
-De sangre no...- dijo Tsubame observando la destreza de Sakura. Frunció su mirada gritando.- ¡¡¡Den con mas fuerza!! No están en un baile.- siendo escuchado por ambas chicas.
-Pensé que era tu hermana...
-Pues te equivocas... le quiero, como una hermana... pero no lo es...
Tsubame observaba el combate dando indicaciones a la vez que las chicas desplegaban todo su potencial: Sakura esquivaba y recibía ataques como toda una profesional; era un despliegue de todo el entrenamiento que ambas pusieron en práctica en aquellos días.
Pero en un momento de Kiddy, aventó la espada de Sakura con un movimiento muy cerrado.
Tsubame se enojó poniéndose de pie y reclamó.- ¡¡Llevan tiempo en esto!!! ¿como pudiste dejar que te la quitara tan fácil?Pero no era a Kiddy: Era a Sakura.
-Lo...s iento...- dijo ella.
-Sentirlo, no basta- respondió Tsubame diciendo.-Busca la espada... no...- rectificó.- Vamos a pelear con verdaderas espadas.- buscando una espada de verdad de un lado.- ¿Te atreves?
Sakura dudaba aquello.
-Tu, usarás la carta de la Espada...- dijo Tsubame seriamente.- yo usaré, una espada corriente.
Pero Sakura, no se preguntó en esos instantes ¿Como ella sabía la existencia de una carta de Espada?
-¿Estás segura?- preguntó Sakura.
-No estás lista- dijo Tsubame agitando con destreza su espada.- Aun te falta mucho camino por recorrer. Debemos entrenar con las armas en tu poder. Podemos iniciar con la Espada... yo lucharé con una común. Aunque con la debilidad que demuestras, podré derrotar una arma de defensa mágica.
Tomoyo escuchaba a Tsubame: parecía otra. Era amable cuando la conocieron. Fue muy cortés cuando Sakura pasó la prueba del anciano ¿Que le pasaba ahora?
Pero tal vez era que, no podía ser dulce en un momento de entrenamiento.
Kiddy la observaba algo confundida ¿Que pretendía Tsubame?
Colocándose en pose de combate dijo con confianza.- Empieza tu... dame tu mejor golpe... y esto, no es un juego Sakura...- dijo mirándole con seriedad. Los golpes serán de verdad...
-Tsubame... exageras...
-¡No te metas Kiddy! Esto es entre "la Elegida" y yo...
Sin nadie percatarse Xian Hue se paró en la puerta, pero no estaba solo: Li estaba con él. Ahí observaron como el combate dio inicio.
Sakura, haciéndole caso a Tsubame, se defendía (Con dificultad al principio, pues Tsubame ejercía un peso increíble en la espada). Pero se protegía de sus ataques, que notaba que, eran con intención de herirle. O eso, hacía creer.
Sakura retrocedía con habilidad innata de su atacante, pero Tsubame le seguía los pasos. El choque de las espadas resonaban aun mas en el lugar.
En un momento que Sakura se acerca a una pared, Tsubame trata de darle con el puño para hacerla caer. Sakura, hábilmente se baja y la esquiva, pero una patada que ella le propina da justo en la parte superior de su pierna.
-¡¡TSUBAME: TE ESTAS PASANDO!!dijo Kiddy Molesta. Tomoyo se lleva una mano a la boca para ahogar un grito.
Sakura retrocede respirando con dificultad: Vaya que le golpeó duro.
Li estaba avanzando pero Hue le corta el camino diciéndole.- Se lo que sientes... pero Tsubame algo se trae... trata de demostrarle algo: ten paciencia...Pero Li, apretó sus puños en desesperación.
Como Tsubame se enfrentaba a Sakura, Li observaba aquello con extraña familiaridad y sonrió a lo que Hue dijo.- ¿Que pasa?
-Le costará trabajo derrotarla... si la derrota.
Hue no sabía si, hablaba de Sakura o Tsubame.
La mirada azulada de la nieta del líder de los Hermanos de la Luna era bastante seria y enfocada en Sakura , a la vez que se defendía sin esfuerzos de su contrincante. En un momento que hubo acercamiento de cuerpos para empuñar cada cual fuerza sobre la espada del contrincante, Tsubame golpeó esta vez con fuerza el estomago de Sakura. Incluso hizo que esta retrocediera y hasta tosiera.
-¡¡SAKURA!! gritó Tomoyo no pudiendo evitarlo.
Sakura estaba tocando su estomago. Esa chica le dio con toda la fuerza que tenía. – Eso es todo... – dijo Tsubame sonriendo sutilmente- ¿esto es todo???
-Está herida...- dijo Li.
-Está bien...- dijo Hue. Incluso se cruzó de brazos para decir.- Creo que ya veo lo que hace Tsubame...
Li no comprendió aquello. Pero a su mente y ver aquella chica hicieron que nuevos recuerdos vinieran a su mente.
-Vamos Shaoran.- decía la voz. Ahí lo notaba: cubierto todo su cuerpo, parecían ropas de entrenamiento, excepto sus ojos: aquellos ojos verdes y desafiantes. La voz era de, mujer,.- Golpea mas fuerte...
-Eres una chica... no voy a lastimarte...- dijo Li evitando un ataque de ella.
Ahí lo notaba: Era su voz. ¿acaso aquella extraña le había dicho Shaoran? Era el mismo nombre que escuchó ese otro día.
-¿Ahora te das cuenta de ello?- rió la chica con confianza- Llevo siendo tu compañera años... – y viendo que no se movía, sonó molesta.- ¡¡GOLPEA O NO TE ATACO!!- gritó la chica de ojos verdes antes de embestir en contra de Shaoran y arrojarlo al suelo con ella encima de él pero ella, le dio una patada que la hizo caer del otro lado.
En un ágil movimiento, Shaoran aprovecha que ella está en el suelo, cayendo sobre ella y la espada de Li, quedó sobre la garganta de su contrincante.
-Buen movimiento.-dijo ella con lo que había entendido no era su enemiga. Era su compañera de combate. Pero ¿Quien era la chica?
-Gracias Itzume- dijo su propia voz.
Volvió a la realidad del salón: Las jóvenes aun continuaban combatiendo. Sakura esquivaba ataques pero ella ¿no los proporcionaba?
-Si no me golpeas, terminarás derrotada... – dijo Tsubame.
-Sakura- escuchó la joven la voz de Li interviniendo. De reojo ella observó como él le hacía una señal con su rostro: una señal que ella conocía: la señal que aprendió de "Cambio de táctica"
ágil como conejo, la joven elegida, entendió el consejo de su primer instructor y saltó del otro lado en una pirueta y acorralando ahora a Tsubame en la esquina y en la espada de Sakura. Sakura cambió por completo sus movimientos en el encuentro de las espadas, doblándola y no atacando directamente filo con filo.
-vamos Sakura...- dijo Tomoyo gritando vítores.
-¡Eso es Sakura!- dijo Kiddy prácticamente comiéndose las uñas de la tensión.
Tsubame le costaba trabajo pues, había visto como la estrategia de la joven cambió por completo: Era como si otra joven peleara contra ella. Y el método que cambió para sostener la espada, era nuevo: totalmente nuevo.
Li observaba aquello no evitando admirar a su pupila: porque en todo aquel tiempo que viajaron juntos, Li le enseñó trucos de pose y ataque y aprisionamiento. Ahora Sakura usaba uno de los métodos, forzando la empuñadura de la espada.
Pero sus dudas de donde lo aprendió, eran cada vez, menos oscuras.
Él fue entrenado para combates.
Pero ¿Quién era la chica de sus recuerdos? ¿quién era Itzume?
¿Acaso su verdadero nombre era, Shaoran?
Tsubame golpeó con inmensa fuerza a Sakura en la parte de atrás de su rodilla derecha, para hacerle disminuir su fuerza y su agilidad: Sakura gritó de la molestia, provocando que Tomoyo gritara su nombre, Kiddy insultara a Tsubame y Li: El pobre; si hubiera sido él saca su espada y le corta la cabeza a Tsubame.
Porque había lastimado a Sakura.
Pero Sakura no se dejó caer. Sostuvo su cuerpo, sobre sus piernas, aun la lastimada, sorprendiendo a Tsubame.
Ese golpe debió hacerla caer. Pero no lo hizo.
Pero no era lo único: Era notable que la espada de Sakura y la misma Sakura, compartían la magia.
Tsubame lo sabía también: la espada estaba aprendiendo a leer la mente de su dueña.
La magia incrementaba e igual la fuerza ejercida por Sakura. Esta con un levante de espada de la parte inferior, pudo burlar a Tsubame: Esta pensaba que Sakura se acercaba para pegarle con su otra mano o pierna, pero contrario a lo que ella pensaba, colocó su otra mano en la empuñadura, ejerciendo mas fuerza y logrando con ella, que la espada de Tsubame saliera volando a un lado.
Incluso le apuntó con el filo de espada encontrándose Tsubame, acorralada. Tsubame levantó sus manos, respirando agitada y demostrando que, había sido derrotada.
-Muy buen cambio de táctica- dijo aun con la espada sobre su garganta. Aun respiraba con dificultad.
-Gracias- dijo Sakura seria. Se notaba su rostro fruncido. Irradiaba molestia.
-¡¡SAKURA!! gritó Tomoyo aventándose a gran velocidad hasta donde se encontraban ambas- ¿Estás bien?
-Un poco adolorida,- dijo ella retirando el filo de la espada de su contrincante y quedándose allí de pie. Kiddy, Hue y Li, venían mas atrás.
-¡¡AY SAKURA!! ¡¡QUE FORMA DE DERROTARLA!!- gritó Kiddy emocionada.- Y eso te mereces por abusadora...- dijo reclamándole a Tsubame, quien se incorporó, notándose sudor en su rostro.
-Tenía que aprender; los soldados se aprovechan de todas las artimañas para matarnos... no combatirán mano a mano y con decencia. Siempre usarán sus artimañas mas sucias...
Justo cuando Sakura iba a dar un paso, cae al suelo quejándose.
-¡¡Sakura!!- dijo Tomoyo tratando de ayudarla a incorporarse.
Pero cuando menos lo pensaba, ya la chica estaba en los brazos de Li.
-Li...- dijo Sakura sonrojándose al notar como la levantó él: Ligera como una pluma y de una sola vez.
-sujétate de mi cuello.- dijo el sujeto y mirando con seriedad a los demás, dijo.- Voy a llevarla a donde Kiobe, para cerciorarnos que no es serio.- hablando de la pierna de la chica.
La azorada joven era conducida a las afueras de la "sala" de entrenamiento en los brazos del joven, seguida por Tomoyo.
-Fue muy duro mantenerte de pie tanto tiempo- dijo Li sin recibir respuesta de Sakura (quien continuaba aferrada del cuello del sujeto).- Ese golpe que ella te dio, fue para que perdieras el balance...
-Un truco muy sucio...—dijo Tomoyo aturdida ante todo lo que fue testigo.- Pensé que, estaba de nuestro lado...
-Lo está- dijo Li respondiéndole a la joven Daidojij..- No crea otra cosa, Señorita Tomoyo. Tengo que decir, que las intenciones de Tsubame eran buenas, pero no su método...
-Ella está en lo correcto- dijo Sakura atrayendo la mirada de Li.- Quiere enseñarme... lo comprendo...
-Si algo le pasa...- dijo Li atrayendo la interrogante de la joven.- Olvídelo.- dijo molesto.
Mientras se dirigían a donde Kiobe, escuchaban los quejidos a todo volumen de Kiddy; no era dudable a quien era que le gritaba: abusadora, aprovechada y preponderante.
Tsubame les observaba fijamente hasta que, se fueron de allí.
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-¡Pues vaya que se pasó esa niña!- dijo Kiobe indignada ante la condición que Sakura llegó a sus aposentos. La joven estaba con la pierna sobre un almohadón mientras Kiobe le colocaba un combinado de paños calientes y una especie de Ungüento hecho con hierbas y menta. -¡¡Tratarte de ese modo!!
-Esa niña me la pagará- decía Kero molesto.
-Eso pasa por no estar presente Keroberos.- Dijo Kiobe molesta- si hubieras estado allí, no lo hubieran hecho.- mirándole enojada.- Eres el protector de Sakura ¡¡¡Protege!!
Li permanecía en silencio a un lado del lugar. Sus ojos cerrados y brazos cruzados. Pensaba en todo lo ocurrido. La mención de Itzume. Observó a Sakura: sus ojos eran verdes. Pero Sakura irradiaba felicidad, ternura, brillantez con sus ojos. La otra, solo veía desafío: reto, empeño.
-No culpen a Tsubame –decía Sakura con una mueca en su rostro: la pierna le latía del dolor. Incluso, se mordió el labio inferior, mientras Kiobe le atendía.
-Li- dijo atrayendo su mirada café- Necesito ir a donde la madre de Tsubame por algo...- señalando a Tomoyo agregó.- Y Tomoyo me acompañará; ven aquí...- diciéndole que se acercara.
-¿Qué?- preguntó señalándose a si mismo.
-Que vengas aquí- dijo la mujer otra vez. Una vez el joven se acercó ella lo sentó en la cama, retirando el almohadón y dijo – Tu cuidarás a Sakura mientras volvemos... tienes en un par de minutos retirar el paño caliente y – buscando otro – colocarle este frío. Lo que voy a buscar necesita para el dolor que la piel esté fría...- Sonriendo ante la linda imagen que acababa de formar (Li cuidando a Sakura y ella apoyada de la pared mientras él cargaba su pierna sobre las de él).- Vengo ahora... a ver si ella tiene pastelillos de chocolate.- Atrayendo la audición de Kero y su atención.
-¡Pastelillos!- dijo Kero antes de salir volando delante de Kiobe.
Tomoyo sonrió al notar al par (bien azorado), y se marchó al lado de Kiobe.
¡Vaya situación que había conseguido la curandera!
-¿ya no te duele?- preguntó Shaoran ante el inminente silencio.
Con su mirada baja, ella asintió apenadísima.
Pero era mentira. A ella, le molestaba. Shaoran miró debajo del paño tibio para notar la seria roncha dejada por el golpe de Tsubame.
Ante lo fruncido de su rostro Sakura lo observó para decir.- No es nada...
-Eso debe de doler.- atreviéndose a tocarlo. La chica gimió.-¡Oh! Lo siento... pero ¿no que no le dolía?
-Mentí- dijo con lagrimas en sus ojos.
-Sakura: no debiste de hacerlo.- sonó preocupado y decepcionado de la chica.- si le duele, tal vez Kiobe tenga algo para el dolor...
-se supone que la elegida debe de ser fuerte... si lloro por cada golpe ¿qué clase de persona sería?- preguntó ella.
¡Como le dolía a él verla tan compungida!
Cuando menos lo pensó, la mano de él estaba en un lado de su cara: en su mejilla. Con sus ojos llorosos, le dirigió la mirada al joven.
-Humana... – respondió él no evitando sonreír para irradiarle confianza.- Nada mas que un ser humano, Sakura... un ser que sangra, sufre... y le duele lo que le pase a ella... o a los demás...
Retiró las lagrimas con sus dedos de su rostro mientras decía.- Gracias...- Ahí recordó azorándose. El beso. Aquel beso que él le dio.
No fue la única: él lo recordó también.
-De nada- respondió él sonrojado sutilmente. Retiró el paño tibio y colocó inmediatamente el frío: si no tenía suerte, le dejaría un tremendo moretón: y posiblemente, dificultad para caminar.
-¿Me ayuda a ponerme de pie?
-¡Como cree eso!- gritó el sujeto – Claro que no. No hasta que Kiobe te revise- se negó.
-Pero ¿Y si me dice que tengo que permanecer aquí?
-Pues aquí se queda- respondió él.- ¿Cómo cree que se va a parar así?- Ella bajó su mirada a lo que él preguntó.- ¿Qué pasa?
-¿Por qué me trata de "usted"?- preguntó ella afligida.
-¿por qué?
-¿He hecho algo, que te ofenda?.- preguntó tomando la confianza (y fortaleza de mirarle a los ojos).- ¿Qué te he hecho?
-¿Por qué cree que me ha hecho algo?- preguntó notándose como cada vez mas ambos rostros estaban cerca. Li se inclinaba mas a Sakura. Tocando sus manos y aferrándoles con la de él dijo.- Créeme: no has hecho nada malo...
-Lo que pasó...- dudó ella decirle ¡Que difícil era confesar cosas de ese tipo para ella!- Lo que pasó el otro día...
-Ah eso.- dijo él aun no retirándole la mano de encima.- Lamento si le molesté...
negó con su cabeza para decir.- No, no... no me molestó...
-Es que no debí.—disculpándose.- Sabrá si usted está comprometida con alguien... fue ¡un atrevimiento de mi parte!
-No... no lo estoy- dijo Sakura inmediatamente. –No estoy comprometida... – atrayendo aun mas su mirada mas cerca de ella.- no hay nadie... y usted...- tragando.- Usted...
-¿Qué? ¿yo que?-preguntaba él mas cerca. Sin querer, lastimando a Sakura en la pierna. Se notó en su rostro.- ¡Ah lo siento!- colocando la pierna de la chica nuevamente con cuidado en el almohadón: Como si se tratara de una pieza que, se rompería con el viento mas simple. – No sirvo para cuidar... mejor la dejamos así ¿No? – hablando de la pierna de ella y Colocándose sin proponérselo al lado de la chica pero arrodillado al lado de la cama.
-Gracias- dijo ella decepcionada que, no haya tenido voluntad de decirle. Pero ¿qué le iba a decir? ¿Cómo la confundió su actitud de aquel día? ¿cómo él le huyó en un segundo beso? ¿qué molesta en verdad se encontraba?- y no crea: siempre me ha cuidado.- dijo ella – Siempre me cuidas... muy bien...- azorada.- Digo yo. Nadie me dirá lo contrario. Menos de todos, tu...
Pero sin ambos planteárselo, sin ambos planificarlo, Shaoran alzaba su rostro directo al de la chica mientras que Sakura, se inclinaba hacía él recibiendo de sus labios, un tercer beso: mas profundo, mas lleno de sentimiento, de preocupación, de intención y por supuesto, de amor.
Porque era lo que nacía en aquel lugar. Mas aun cuando Li aferró su mejilla con su mano para acercarle mas a ella.
Y el beso era mas profundo. Pues Sakura con su mano, buscaba el cuello del sujeto.
-¡Excelente! dijo Kiddy sonriendo emocionada desde un rincón. La pareja estaba, tan ocupada que ni cuenta se dieron.
-Hasta que por fin- dijo Hue a su lado y en un susurro y sonriendo complacido. Después tosió incómodo diciendo.- No se como me convences de esto... – reclamándole a la chica con la cual compartía el hueco para ser testigos de aquel mágico momento.
-¡Oye! No es como que te torcí el brazo para que me acompañaras.- dijo la chica ofendida y dejando de espiar a los protagonistas. Incluso se cruzó de brazos y se colocó en porte de dama ofendida.
-Bueno, bueno- dijo el sujeto haciendo una reverencia.- me disculpo con usted ¡Oh Dama!
-Si es así, entonces le perdono Oh distinguido caballero.- burlándose de los cortesanos y hombres de sociedad.
Pero no lejos estaban burlándose de los Cortesanos, estos, planeaban sus caídas.
-Un extraño movimiento se ha detectado del Noreste Mi Señor- dijo el jefe de armadas en el salón del trono.- Mis informantes me dicen que, los movimientos de ermitaños y viajeros se han incrementado en los últimos días. Por lo menos, ha subido en un 25 por ciento.
-Con el Invierno sobre ellos, es muy difícil ver movimientos de ese tipo y mas en el Noreste... el frío es mas intenso...- expuso otro en Uniformes.
-La verdad alteza que, los jefes de puestos fronterizos lo han notado también...- dijo uno mas anciano.
Cho observaba y leía aquellos reportes presentados mientras estaban en el cálido salón del trono. Su atuendo conformado de oro y telas finas caían sobre el cansado cuerpo de un hombre que, era el único y último heredero del trono.
Su voz resonó para decir.- ¿Han revisado estos viajeros? – mirando a su almirante.- ¿Buscaron armas, contrabando, joyas, tal vez?
-Si alteza- dijo uno respondiendo por el Almirante.- No encuentran nada. Ni armas... ni mucho menos joyas. Son hombres, viajando con mujeres y adolescentes...
-No una amenaza para mi reino...- dijo Cho ya desinteresado en el asunto.
-Eso creía su alteza de una mujer...- dijo la voz de Eriol Hiraguizagua proviniendo de las puertas.- ya ve como su majestad, estaba equivocado...
Los militares y allí presentes (Excepto el almirante y Cho) hicieron una reverencia ante el Lord.
-Ah Hiraguizagua.- dijo Cho sonriendo forzadamente.- ¿Tengo, acaso que temer de muerte a mujeres y niños?
-Pensé que, su alteza había aprendido la lección- dijo la enigmática figura de treinta años delante del rey.
Una extraña sonrisa se posó sobre los labios del anciano.
-¿viniste a las celebraciones del Solsticio?- no ordenando a sus subordinados que se retiraran.- Espero que este año, participes Hiraguizagua...
-Lamento decepcionar a su alteza- refirió el sujeto.- Pero hay cosas, compromisos que me atan en otro lugar... espero que su alteza, comprenda...
-"Compromisos"- dijo el rey tomando una bocanada de aire- todos tenemos compromisos...
Eriol le observó algo extrañado.
El rey, disimuló para decir.- Espero que por lo menos, estés aquí después del Solsticio, hay algo urgente que tengo que hablar contigo...
-Por supuesto alteza – dijo Eriol haciendo una reverencia.- Gracias por vuestra comprensión...- disculpándose, abandonó el salón.
La sonrisa inmediatamente se borró del rostro de Cho.
-Almirante- dijo y el que ocupa ese cargo hizo adelante con una reverencia.- coloque soldados, los mejores que tenga en reserva en palacio para el Este....- mirando por donde Hiraguizagua se había retirado.
-¿Alteza? ¿En medio del invierno?
Se dirigió nuevamente a su trono para decir.- La verdad es que, no debería preocuparme, pero tengo que hacerlo.- se refirió ante la situación de los extraños movimientos humanos en las zonas Noreste.- Las comunas que se mueven...- dijo sin siquiera inmutarse.- Síganlas.. que se mezclen si es posible...
-Es imposible mezclarse, su majestad- dijo otro de los presentes, atrayendo la mirada de su rey.- esas personas saben quienes pertenecen y quienes no...
--Hombres cobardes...- dijo la voz femenina proveniente de un lado de aquel salón. Allí estaba ella: sus ojos cafés observaban cada una de las figuras allí presentes. A su lado, estaba su Padre.- Son todos unos cobardes...- cerrando sus ojos.- Majestad: no son fieles...- refiriéndose a las conductas de los allí presentes- Temen al Ocaso...
Cho miraba a aquélla mujer con aquella entonación de seguridad, para luego, con sus manos apretando las empuñadora de su trono decir.- ¿Es eso cierto?- mirando a cada uno de sus vasallos.
-Por supuesto que si, majestad- sin siquiera hacer reverencia. Trataba a Cho, como un igual.
Mientras, los demás temían a aquella mujer. El Almirante lo sabía por lo que la comitiva de soldados que acompañaron a esa alma oscura junto a Shu Mei a Marmolite: la cacería y el baño de sangre que ella embistió en el interior de los muros de aquel lugar.
Buscando hechiceros, decía.
Pero mas bien, para ella, era un deporte.
Las mató sin piedad alguna.
-Alteza- dijo el comandante presente allí. Incluso ante la mirada de Cho, tartamudeó.- No... no ... creerá lo que .... ella diga ¿Cierto, alte... alteza?
-No me demuestran lo contrario.- respondió Cho molesto y poniéndose de pie.- Ustedes, temen al famoso Ocaso. – colocando sus brazos en su espalda.- Pero el Ocaso, vendrá a ellos...- Mirando a Shu Mei y este asintiendo con una sonrisa sutil en sus labios.- Almirante... partirá ahora mismo al Este... Usted comandante, al Noreste...- ambos lo observaban sorprendido ¡A esos lugares tan fríos! Y a mitad del invierno.- todo aquel movimiento que noten, todos aquellos ermitaños... morirán... – haciendo un ademán con sus manos de que se retiraran.
-Majestad- avanzó Shu Mei. Su "hija" lo observaba curiosa. Todo para ella, era curioso.- ¿qué ha decidido con el caso de Micashi?
-Nunca he tenido razones para sospechar de él, Shu Mei- dijo el rey.- Siempre me ha sido muy fiel y leal...- no hablando precisamente de aquel soldado.
-Pero todo lo que dijo Micashi, Alteza...
-Si, lo de su boda a escondidas para salvar a su prometida... con la cual nunca estuvo comprometida... – dijo Cho resumiéndole todo lo que el soldado le refirió.- El Capitán Micashi tiene una clase de disputa con Hiraguizagua... nunca han caído bien...- su mirada fue a dar a la chica presente.
-Micashi y toda su familia, por 400 años, ha sido muy leal a su familia, alteza...
-Lo se....- exhaló.- Lo se...- tosiendo.- Lord Hiraguizagua, me ha anunciado que, no estará para las celebraciones de mañana... no estará... creo que, tampoco estará en casa....
-¿Qué sugiere su majestad?- preguntó Shu Mei curioso.
-Lo que Micashi me informó me preocupa...- dijo Cho aun indignado ante lo dicho por Micashi.- ¿Qué tan peligroso puede ser un hombre con poder?
-Bastante Majestad.
-De todas maneras, he mandado a mis mejores hombres a las encomiendas al Noreste y al Este...- mirando a la "hija" de Micashi.- ¿Está lista?
-Eso creo majestad- mirando a su creación.
-Tu- dijo mirando a la chica de cabellos verdes.- ¿Estás lista, muchacha?
Le miró con frialdad y al mismo tiempo dijo con cierta ingenuidad- ¿acaso me tocará jugar?
Cho sonrió ante aquella frase asintiendo con su rostro. –pero no aquí...- dijo dando las instrucciones.- ¿tiene poderes?
-Algunas habilidades, si...
-Si las sospechas de Micashi son ciertas, nos estamos enfrentando a alguien peligroso.- Acercándose a la chica y tomándole por los hombros le besó en la frente diciendo.- Hazle un favor a tu padrino...- curvando sus ojos.- Mata a Eriol Hiraguizagua... pero no aquí... en los caminos.- separándose de ella.- Lejos de "Mi Capital". No quiero mas sangre que manchen mi precioso Solsticio... será el Ocaso, pero para ellos ¿No Shu Mei?
Su hija le observó con una interrogante en su mirada y Shu Mei asintió. Con una reverencia, ella se retiró tan misteriosamente como había aparecido.
-¿Qué pasará con Kinomoto?- preguntó Shu Mei ahora que estaban a solas.
-Donde esté Hiraguizagua, estarán Kinomoto y la mujer. – dijo seriamente.- Solo me bastó un tiempo: un par de días con Micashi para enterarme de muchas cosas: Que Kinomoto tuvo esa chica en su casa y en el negocio. La chica desaparece. Las constantes visitas de Hiraguizagua a aquel lugar... la aparición de aquel hechicero a Micashi... todo tiene lógica.
La casa, fue quemada por ordenes mías por supuesto. Sus fotos en puestos de vigilancia para que el primero que lo vea, los mate sin siquiera pedirles que se rindan... claro, que toda esa información proporcionada por mi fiel vasallo me saldrá muy cara... pero él mismo invirtió dinero y tiempo para, conseguir todo eso... lástima que, no estará presente para la muerte de Hiraguizagua...
-¿Y si ya no están en el territorio?- preguntando de Touya y los demás.
-Si no están aquí, bueno, nos preocuparemos por ello cuando el momento llegue.- Sonrió.- ¿Quién necesita un heredero cuando tenemos a tu hija?- rió maléficamente.- La mandaremos en un momento, y creo que, terminará el trabajo que inició en la torre Norte ¿No lo crees?
-Por supuesto, Majestad- dijo Shu Mei a su líder.
-Aunque, Micashi, se ha encomendado una labor...- sorprendiendo a Shu Mei.- Quiere a la mujer... a la que Hiraguizagua protege...
-¿Cómo que la quiere?- preguntó Shu Mei.
-Lady Daidojij.- dijo el rey Cho. – La hija por supuesto...- brillándole los ojos.- recuerdo a su madre. Una hermosa mujer... recuerdo que, enviudó...- sonando algo serio.- Necesitamos un seguro en palacio... si la chica, Daidojij fue defendida por demonios y hechiceros, quiere decir que, alguien muy fuerte le protege... y el hecho que, la joven es prima de Kinomoto, empeora las cosas...
-Su majestad duda...-dijo Shu Mei leyendo en efecto, sus intenciones.
-Es demasiada coincidencia: todo se conecta con los Ríos. Y lo peor de todo: Uno de quien creía era fiel a mi, es posiblemente el principal enemigo..
-Confíe en mi pequeña- dijo Shu Mei haciendo una reverencia.- Ella, hará el trabajo...
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-¿Meiling? ¿Meiling?- decía Futtie a la chica por tercera vez.- Despierta- notándole distraída.- ¿Qué te pasa?- ahí atrayendo su atención.
Ellas estaban preparando pasteles para el Solsticio, con ayuda de las doncellas que, trabajaban en las cocinas. Por tradición en la casa Li, se tenía que, las mujeres confeccionaban una torta pequeña, para obsequiársela al ser que ellas mas quisieran a la media noche del Solsticio. Una tradición inculcada por la Abuela de Meiling. La tía abuela de Shaoran.
-¿Eh?
-Oye pero la verdad es que, estás mas distraída de costumbre- dijo Femeii.- ¿Un hombre tal vez?
-¡No!- respondió ella azorándose.- Solo que...- pero no la dejaron explicar.
-Ah como puedes creer eso Femeii- dijo otra de las chicas allí presentes- Con el galanazo que se vino nuestra prima- azorándole aun mas.
-Ah es cierto... es un guapo caballero.- se refirió Futtie.- pero... ¿No escuché decir a mamá que era tu esposo?
-¡Esposo pretendido!- dijo Femeii provocándole.- ¿Recuerdas? Ellos se casaron de a mentiras para que no los detuvieran...
-Bueno, eso no se- dijo la otra.- Es decir, Meiling pasa mucho tiempo con él... ¿acaso olvidaste a Shaoran, Primita?- sonriendo con complicidad. ¡vaya que les gustaba las intrigas!
-Se acabó el azúcar- dijo Meiling sacudiéndose las manos.- iré por mas...- marchándose de allí para que no le interrogasen mas o le cuestionaran o inventaran historias con ella.
Pero Meiling si pensaba en él. Pensaba casi todos los momentos en Miroku. ¿Acaso, se estaba enamorando de él?
Pero por otro lado, estaba preocupada. Preocupada, no por Shaoran, o por ella o por el mismo Miroku.
Estaba preocupada por Itzume. Cuando la vio llegar aquel día de tormenta, pensaba que, se trataba de una ilusión: una horrible pesadilla.
La chica con la cual competía para llamar la atención de su primo, llegaba en brazos de los hombres vestidos de soldados y un sujeto con alas. Viéndole, y después supo que, se trataba del segundo Guardián de las cartas creadas por su ancestro, Li Clow.
Pero ¡¡pobre chica!! Llegó tan amoratada y golpeada que, no podía caminar por si sola. tenía un tobillo fracturado, no dudando que fue, parte de su tortura. Y aunque siempre había sabido que Itzume tenía siempre milagrosas curaciones, su condición curaba lenta y dolorosamente.
Pero dolor era la palabra exacta. Itzume se vio sumida en tal depresión que no permitía que nadie, excepto ella, el señor Kinomoto (A quien después se sorprendió de ver nuevamente y nunca relacionarlo con Touya Kinomoto el de la taberna y quien terminó siendo su hijo), y Ieran. Pero contrario a lo que pensaba, no permitía a Touya Kinomoto en sus aposentos. ¿por que?
Porque según recordaba, Itzume besó a Kinomoto. ¿o fue él que besó a Itzume? ¡Tonterías! A Itzume le gustaba el ordinario tabernero.
Pero en realidad, era la depresión de la chica lo que le preocupaba. Sumida en tal tristeza, como si quisiera que, el mundo se acabara y se la tragara con él.
-Meiling- dijo Miroku detrás de ella y sobresaltándole. Su mirada chocó con la intensa contemplación de la que era victima por aquel joven. Incluso, sus manos temblaron.
Vaya lo cerca que estaban ambos.
-Lo siento... creo que, te asusté...- dijo el sujeto disculpándose.
Ella movía su cabeza de manera negativa diciendo.- Lo siento yo... estaba distraída...
-¿Pensando en Li?- preguntó pero no sonó celoso. Mas bien, parecía consternado. Su mirada era dulce y atenta a la de la chica.
Ella aun llevaba en sus manos el pequeño saco de azúcar que tomó de los anaqueles de aquella bodega, al lado de las cocinas.
-No... en Itzume- dijo la chica.- Ya viste como llegó... me preocupa. Está muy depresiva...
-¿Ha hablado con ella?
-No de lo que pasó.- respondió ella – Y por lo que he notado, creo que ha dejado su relación con el tabernero...
-Usted suena complacida de que eso haya pasado. Claro, ¿Cómo una dama de sociedad podría fijarse en alguien inferior a ella, se preguntará?
-¡NO! dijo ella alterada y atrayendo una mirada sorprendida del sujeto.- no...- dijo a una voz mas apropiada.- no creo eso...- sonrió.- No mas. Y noté algo: Itzume, aquella noche que...- dudando decir y con cierta timidez ante el tema—Que los encontramos besándose, tenía en si una mirada, sus ojos irradiaban un brillo, que jamás había visto en ella...
Ahí el lo notó: la chica llevaba aun en su mano, aquel anillo.
-Lo lleva puesto- tomando la mano donde la chica llevaba la sortija y sonrojándole sutilmente.
-Si...- respondió ella.- Es tan hermoso... es difícil no querer usarlo...
-Pero aquí, no estamos en peligro ya... podemos dejar de pretender...
-A mi me gusta pretender.- dijo ella sonriéndole con picardía. Él le observó muy impresionado.- ¿A ti no? Es mas...- agregó.- ... No siento que pretendamos.- Tocando sutilmente un mechón de sus cabellos que caía sobre su frente y colocándoselos al sujeto a un lado. Pero se quedó mirando sus ojos.
-No estamos casados de verdad...- dijo en un susurro a centímetros del rostro de ella, pero la distancia de sus cuerpos era perdida.
-A mi me parece que si...- sonrió ella confiada.
La mano de él aun continuaba aferrada a la mano de la chica pero su rostro se acercaba mas y mas al de Meiling. Ella cerró sus ojos y sonreía a la vez que, el sujeto tomaba un beso de sus labios, con sencillez y agrado. Cuando se separaron, él parecía que iba a decir algo.
Meiling dejó caer el saquito de azúcar a un lado, sobre un barril y lo atrajo para si nuevamente, sin dejarle decir una palabra, recibiendo un nuevo beso de su parte, pero esta vez ella rodeó su cintura, con las manos de él, para sentirse protegida, querida y salvo.
Como ella sabía que el sujeto le haría sentir.
Pero el beso de ambas partes y en aquel lugar se hacía cada vez mas intenso y apasionado. Tal como Meiling era. Tal como Miroku comenzaba a darse cuenta que, él era por igual. Porque ella le rodeaba su cuello con una mano y con la otra, acariciaba sus cabellos.
Pero él la deseaba de esa forma, desde el momento que la conoció: Desde el instante que, entró a la casa de Kaho.
Pero ya las diferencias no importaban; se había ganado lo mas difícil que era de conseguir: los labios de Meiling y su corazón.
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-Entonces ¿Son novios?- preguntó Tomoyo a solas con Sakura mientras le ayudaba a estar lista para la fiesta que se llevaba a cabo en otro lugar de la montaña.
Las chicas, ayudadas por Kiobe, Nami y Kiddy estaban con vestimentas de las Hermanas de la Luna. Unas piezas muy sencillas pero al mismo tiempo alusivos a que celebraban. Incluso, Kiddy les prestó objetos de plata y cobre para adornar sus cabelleras y listones de diversos colores.
Las chicas usaban unos tops tipos corsés con listas de varios colores y con mangas pero muy coquetos y algo atrevidos para unas jóvenes de 18 años. Pero la verdad era que, Los Hermanos de la Luna, no se llevaban de protocolos y no usaban vestidos ostentosos, con sabrán los Cielos cuantas yardas de fábrica necesitaban. Estos dado el lugar eran prácticos y con ellos no se dejaban de ver hermosas. Su parte inferior era una falda que llegaba hasta los tobillos (Dado los tiempos, el motivo de la ropa y las circunstancias), de colores rosa pastel y celestes.
-Eso creo- sonrió Sakura mientras su prima terminaba de acicalarle la poca melena que le quedaba (Después de aquel corte de pelo que se hizo meses antes). Sakura estaba sonrojada.- La verdad es que, me siento feliz- sonriéndole a su amiga.- ¿es eso, malo?
-No Sakura- dijo su prima.- no hay sentimiento mas reconfortante que, el amor...
-Extraño no estar en esta época con mi hermano... o Yukito... ¿qué crees que habrá pensado Touya? ¿con mi escape?
-Creo que, le habrá dado un ataque cuando se enteró...- sonrió su prima para hacerle reír.- Imagínatelo nada mas...
-Estoy preocupada Tomoyo... Touya, no está acostumbrado a no verme...
Tomoyo estaba segura que, Eriol habría hablado con Touya: él sabía lo de Sakura; sabía lo que pasaba; no dudaba que, le habría dicho que no se preocupara.
¡Como había cambiado todo! Un año atrás veía a Touya Kinomoto como un amor imposible: Un hombre que jamás se fijaría en ella mas allá de ser la prima de su hermana y su mejor amiga.
Ahora, le preocupaba otro hombre: Un hombre que, sospechaba, tenía un secreto mas grande y mas profundo.
Un hombre que, estaba enamorado de ella. Pero ¿sería acaso Eriol Hiraguizagua aquel hombre en una vida pasada, admirado por los Hermanos de la Luna?
Y si era así ¿Cuál era el destino que le depararía si acaso, se reencontraba con Itziar?
Su mente se fue de allí, pensando si eso pasaba ¿Qué haría ella? Apretaba el cepillo contra su pecho al pensar aquello y el corazón le dolía. ¿él acaso se atrevería a dejarle? ¿a dejarle, por aquel recuerdo?Pero si, él buscaba a aquella chica, a Itziar. Si en todo aquel tiempo, había pensado en ella ¿Por qué le habría creado ilusiones consigo?
¿o era que, en verdad se había enamorado de ella y olvidado a la otra?
Pero todo lo que ellos decían; toda la leyenda rodaba en el amor de Clow e Itziar. ¿acaso el amor, podría atravesar incluso reencarnaciones?
-¿Tomoyo?- preguntaba Sakura asustada ante aquello. Tomoyo parecía dormir de pie, apretando con fuerza el cepillo contra su pecho.- ¿Tomoyo que te ocurre?
-"Pero si él... si él la ama ¿qué pasará conmigo? ¿Acaso me resignaré? ¡¡NO!! Estoy equivocada.. él me ama... me lo dijo... pero ¿Por qué en todo este tiempo, no ha tratado de contactarme? ¿acaso... acaso, se olvidaría de mi? ¡No! Tomoyo: No aceptes esa mentira... es tu cabeza jugándote bromas... él te ama... te lo dijo: hizo todo eso, para salvarte..."- sonriendo por un instante, pero después cambió la sonrisa diciendo.- "pero ¿Qué pasará si, ahora mismo, él está con ella?"
-¡¡TOMOYO!! gritó Sakura ahora a su lado y observándole impresionada dijo al verle abrir sus ojos, ojos que surgían lagrimas.- ¿Qué te pasa?
Tomoyo no pudo contenerse. No sabía como. Pronto y sorprendiendo a Sakura, se abrazó a ella, como una niña indefensa y llorando. Llorando por aquel temor que le invadía, corazón, mente y espíritu.
-¡AY Sakura: no se que hacer!- dijo la chica llorando con fuerza. – No se que hacer...- decía mientras lloraba con impulso.
-¡Cálmate que me asustas!- dijo la joven maestra de las cartas al verla en tales condiciones. Pasaba su mano por su espalda, pero no era suficiente. Sentía que no lo era.- ¿Por qué lloras? ¿por qué así? ¿qué es lo que te pasa?
Pero Tomoyo no respondía nada. Solo lloraba. Se conformaba con llorar.
Pero el sonido de sus llantos llegaron a la puerta, quien una chica de mirada azulada observaba sorprendida al interior y se acercó con frenesí preguntando.- ¿Qué pasa? ¿qué le ocurre?- acariciando la cabellera de la joven Daidojij.
-No se- dijo Sakura algo fría con Tsubame: Después de todo, le dio tal golpe en su pierna que aun cojeaba, pero menos. –no me dice nada- ahora dirigiéndole la mirada a su prima, quien continuaba llorando.
-Sakura: ¿Y si él la prefiere a ella? – dijo Tomoyo entre sollozos.- ¡no quiero perderlo! – Sakura no comprendía nada.- ¿y si ella, lo quiere a él?
-Tomoyo ¿qué dices?- sonrió Sakura nerviosa. No entendía jota. Cuando la chica le miró, su rostro estaba embargado de tristeza y rojo de llorar.
Pero Tsubame, sospechaba que se trataba. Porque ella sabía el secreto de Tomoyo: que ella había descubierto la relación de su prometido, Eriol Hiraguizagua. Lo mismo que ella, había deducido al ver sus recuerdos y el anillo en su mano.
Aquel anillo, Tsubame lo miró por nueva vez al ver a la chica quitar las lagrimas de su rostro.
Pero eso no era suficiente.
-No entiendo porque estás así.- dijo Sakura.- Pero sea lo que sea, es lo que te ha tenido tan preocupada desde que llegamos, ¿no? – viéndole asentir.
-Desde mucho antes... en realidad, no se ya nada- declaró ella. Pero no dijo mas nada.
Y es que, le prometió a Eriol que, no le diría nada a Sakura. Aun no.
-¿Crees que, pueda hablar con ella a solas, Sakura?- preguntó Tsubame sorprendiendo a ambas jóvenes. Miraba a Tomoyo fijamente.
Sakura asintió. Todo con tal de que Tomoyo se sintiera mejor.
-Te espero en la fiesta – dijo Sakura saliendo de allí con una pequeña cojera.
-Lastimaste a Sakura- dijo Tomoyo ante la mirada de ambas mujeres al retirarse del lugar. - ¿Cómo pudiste lastimarla así?
-Quería demostrarle algo: Algo que pensé que era claro: hay que obtener artimañas y trucos para defendernos... con esa visión he crecido y soy quien soy... fue una lección dura de aprender... pero que, era parte de mi destino y de una segunda oportunidad en este mundo... – señalando que se sentara en la cama. Así Tomoyo lo hizo seguida de Tsubame.- ¿Me contarás que te molesta?- viendo como la chica evitó su mirada.
-No es por nada, pero es personal...- dijo ella hipando y quitándose las lagrimas.
-Entiendo. ¿por si acaso, no tiene nada que ver con Li Clow? – siendo observada con incertidumbre por Tomoyo.- ¿Con la leyenda?
-¿por qué tendría que ver ambas cosas?
Tsubame sonrió sutilmente para decir.- No puedes enseñarle al perro viejo nuevos trucos.- tocando su mejilla con simpatía. –Tu extraño comportamiento y tu distracción te delatan. Aunque no te conocí antes de llegar aquí. Pero Hue, habló de ti cuando llegaste... – siendo observada por Tomoyo.- Una gran diferencia...
-Pero ¿por qué me dices que si tiene que ver con Li Clow?
-Todo esto comenzó, cuando viste las litografías a tu llegada; además, de otras cosas...- y tosiendo agregó.- La verdad es que, Itziar amó a Clow, cierto. También que, Clow no fue hasta el final que supo sus sentimientos por ella; pero fue muy tarde.
-Ese es el problema- declaró la chica. Ahí Tomoyo miró el anillo en su dedo.- Y si lo que siente por mi no es verdadero ¿Qué haré?
-Me alegro, en cierta forma, saber que Li Clow reencarnó en este mundo. Eso explica que, Sakura, tenga su libro.- Sonriendo pero mirando no a Tomoyo: Miraba a la llama de unas velas.- Clow quiso a su manera, a Itziar. No te niego que, Itziar lo amara profundamente; incluso, dejando a su familia y a su gente por él. Pero vino a los Hermanos de la Luna; no a la casa de Clow. ¡Que triste debió ser su despedida!
-¿qué sabes tu de eso?- preguntó Tomoyo curiosa.
-Pues todo lo que se ha dicho en nuestra sociedad y mucho mas...- no dando detalles.- Mira: Clow no jugó nunca con los sentimientos de nadie. Ni siquiera, hacía caso a su propio corazón en materia del amor y de sus sentimientos por Itziar.- abrazándole.- Confía que él, no cometerá un nuevo error o el mismo error del pasado: confía que, te ama a ti... – separándose de ella, miró a sus ojos para agregar.- Somos quienes somos Tomoyo: nuestras vidas pasadas nos moldean. Algunos tienen la suerte (o maldición) de llevar recuerdos de ese tormentoso pasado en una nueva vida y aprender de ellos o superarlos. –tomando la mano donde estaba la sortija agregó.- Cree en ese amor: Cree en el símbolo de este anillo y cree en él.- hablando de Eriol.- Confío plenamente en que, Li Clow, y tu prometido, tal vez sean personas totalmente distintas... pero mas aun, que una persona a quien le has abierto tu corazón y tus sentimientos jamás te traicionará.
-Pero ¿Y si pasa? ¿y si la escoge a ella por encima de mi?
-Hay que superarlo. Superarlo, seguir adelante y vivir.- Haciendo una pausa.- Se lo que piensas ¿Qué sabe ella? ¿qué sabe ella de amar y no ser amado? Créeme algo: seré joven pero he aprendido a ver en silencio en mi alrededor. Se lo que es ese sentimiento.- frunciendo su rostro.- Mas de lo que quisiera... mas de lo que, admitiría delante de los demás.- y haciendo una pausa preguntó.- Sakura... ¿Ella sabe tu relación con la reencarnación de Li Clow?
-No y no debe saberlo- imploró Tomoyo.- Por favor: él arriesgó su cubierta por salvarme a mi. Confió en mi mostrándome quien era.... y me mandó con sus poderes a donde estaban Sakura y Li: no puedo defraudar esa confianza. Por favor.
-Sacrificas a tu prima... por él...
-No la sacrifico: solo que, él me lo pidió. Creo que era para, que ella cambiase las cartas... no se... pero me dijo que era de vital importancia que no lo supiera; hasta que él no se presentara...
-Una cosa ¿El se ha puesto en contacto contigo? ¿te ha buscado?
-Si, en un principio- en un exhalo dijo – pero, después que llegamos aquí, no ha podido.- comenzando a congojarse.- lo que me hace preocuparme mas por él... y si acaso...- dudando decirle.-Si la ha encontrado a "ella".
-Celosa de un recuerdo.- sonrió Tsubame sonriendo.- No te ha contactado porque esta montaña está protegida.-sorprendiendo a la chica- Con talismanes y una magia muy poderosa.- mirando a su alrededor.- Este es un santuario. Venimos aquí en invierno, pero en la primavera, vivimos al otro lado de la Montaña.- tomando sus manos.-Aunque quisiera localizarte a ti, a Sakura o al guardián, no podría. Ese es el propósito de los Talismanes y amuletos y los demás conjuros: que la magia no drene adentro, menos, detectada por los de afuera.- Frunciendo su mirada- Una extrema medida tomada por una mujer en su época... viendo como importantes personas morían.... solo porque eran perseguidos por asesinos no comprendían la importancia de la magia en la vida. Magia no es solo poderes y hechizos: la magia también está en el amor Tomoyo... en el amor y en la vida.
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El carruaje iba herméticamente cerrado mientras el cochero iba a la intemperie, recibiendo a toda capacidad el frío que chocaba contra su cuerpo y los caballos luchaban por la nieve en los caminos.
Pero en su interior, un hombre de mirada azulada observaba a Nakuru con Spi dormido en sus brazos. Llevaban viajando en ese clima desde su salida de la capital. Debían alcanzar el Este y la casa de los Li, cuanto antes.
-Está muy pensativo amo.- dijo Nakuru –¿Qué le molesta?- atrayendo la mirada de su creador.
-No lo se Nakuru – dijo Eriol.- Aquella magia... tan peligrosa. Tenemos un enemigo: enemigo que, nos dará problemas en derrotarle...
-¿Eso le preocupa?- preguntó ella.
-La lucha no será solo de Sakura. Será de todos...pero aun, el desenlace es aun no posible de ver... ni siquiera yo, puedo verlo.
-¿Y cree que, Itziar o quien sea, lo ha visto?
-Por algo, se dirigió a matarle. – dijo Eriol- No creo que, lo haya hecho por venganza... conocí a esa chica en Kinomoto. En esos momentos, no pude leer una gota de venganza en su ser.. pero ahora...- sacudiendo su cabeza.- Ella vio algo: Algo que, la hizo tomar esa decisión, no dudando que haya heredado esa otra habilidad de su otra vida... de su otro yo.
En ese momento, los caballos que arrastraban el carruaje, relincharon haciendo que el vehículo se detuviera con tal sorpresa que sus ocupantes saltaron en sus sillas.
-¿Qué fue eso?- preguntó Nakuru observando sorprendida a su amo. Incluso Spinel se despertó de inmediato.
Eriol sintió eso e igual ella: Aquel rastro de magia poderosa y peligrosa estaba cerca.
-Mi Lord: -dijo el cochero.- Hay algo aquí...- pero no pudo decir mas nada: un grito ahogado fue escuchado, dando paso al silencio.
-¿Amo? – mirando a Eriol llamar a sus poderes y el báculo apareciéndose en sus manos.
-Quédate aquí dentro...- ordenó. –Tu también Spinel.
Al abrir la puerta, el viento frío y copos de nieve comenzaron a caer sobre su abrigo. Su mirada fruncida fue a dar a la criatura a lado de sus corceles: Esta los acariciaba con sus ojos cerrados mientras el cuerpo inerte del cochero yacía a un lado. La sangre mojaba la nieve tiñéndole del rojo carmín.
Pero ella, cubierta con guantes negros parecía mas concentrada en acariciar los jamelgos.
Él no se atrevía a preguntar nada: pero por la magia y el aura que le rodeaba que era negra, no era nada bueno.
-Hermosos animales- dijo finalmente ella. Estaba cubierta por un abrigo negro y sus ojos cafés observaron interrogante a su contrincante. Aun los acariciaba incluso con su cabeza apoyada a uno de ellos.- No saben temer una vez les tratas con ternura...- sonrió descaradamente.
-¿Qué eres tu?- preguntó Eriol. Aun llevaba su Báculo a la vista de la extraña.
-¿Por qué preguntas cosas que tienes las respuestas? – respondió ella.- Como esas niñas del palacio.- dejando los caballos.- era escuchada el ruido de la nieve en su caminar.- Tontas... imploraban... pedían algo llamado piedad... no conozco la palabra... – sonriendo inocentemente.- ¿Sabes acaso el concepto de esa palabra?
Eriol no le respondió. Para él, parecía una mujer normal: algo maligno con el rostro de una mujer.
Por lo que sintió: Algo mas peligroso aún.
-¿Por qué no me respondes?-. preguntó acercándose. Finalmente se detuvo a dos metros de él. Él, mantenía su distancia.- ¿Eres uno de los famosos demonios? – sonriendo.- Tampoco conozco ese concepto... ¿sabes? Hay muchas cosas que, no conozco... pero me gusta jugar...-al decir esto y con sus poderes, un rayo, sale directo al cuerpo de Eriol. Pero este, levanta su magia, surgiendo un escudo que, disolvió el rayo.
Ella sonrió divertida e incluso aplaudió: Era una versión de una niña de cinco o seis años, jugueteando en un jardín con otros niños. Incluso riendo.
-¡hasta que por fin!- gritó ella complacida.- Un digno contrincante... ¡¡Ahora si jugaremos!! – alejándose unos pasos.- Me mandó mi padrino a matarte... pero me gusta jugar...
-¿Tu padrino?- preguntó observándole.
-¡Ay pero que lindo hablas!- dijo ella complacida. Eriol aun estaba confundido ¿Aquella voz era una artimaña de aquella criatura?- ¿Sabes? Hay uno como tu... varios en verdad... los siento... mi padre me contó. Conocí una. – sonriendo.- Pero donde estaba ella, no podía jugar como quería yo... así que, jugaba yo con ella...
-Itziar- dijo el sujeto.
-¿La conoces?- preguntó reflejando inocencia. En ese momento, lanza otro ataque, pero mas fuerte. El rayo mas brillante y dirigido nuevamente a Eriol. Era como si fuera una espada de energía: así era como mataba a sus victimas: Cortadas con su poder. –Claro que la conoces.- leyendo su magia.- Eras uno de, los que la protegían cuando escapó. Leo tu poder. Cuando la encuentre, jugará de nuevo conmigo... pero esta vez, beberé lo que quede de ella. De ella y de ellos. Los que la salvaron... pero primero, creo que, terminaré contigo... – surgiendo nuevamente aquella sonrisa hipócrita y algo inocente. – Primero jugaremos y después, te mandaré al otro mundo...
Eriol vio como un gran brillo surgía de sus manos para luego ser cegado por aquella luz brillante que atacó de nuevo su escudo.
Solo escuchaba detrás, la risa de satisfacción de aquella criatura.
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la casa Li estaba sumida en un silencio profundo. No eran tiempos para celebrar. Aunque, las chicas de la casa, organizaron aquella noche la entrega de los pastelillos elaborados como la tradición impuesta por la Tía abuela Li requería para aquella noche. Vaya sorpresa que se llevó Miroku cuando probó el de chocolate hecho por Meiling.
Aunque nadie le explicó el propósito de aquello su sorpresa vino al probarlo: ante las atentas miradas de las jóvenes y los invitados presentes.
Meiling, mientras, esperaba el veredicto: sentada a su lado.-Está delicioso.- sonrió el sujeto y haciendo que la chica sonriera.- ¿Lo cocinaste tu?
Touya cruzado de brazos observaba todo aquello sin ningún interés. Su padre, estaba sentado a su lado y al otro lado, Yukito y mas allá Tao Makoto quien sorpresivamente, captó la atención de las hijas de Ieran Li en un principio: Al igual que Touya.
Pero Meiling advirtió que, Kinomoto era de Itzume.
Así que la que quedaba soltera de las Li, estaba atraída por Tao.
Pero este, explicó que estaba involucrado con alguien mas. Sorprendiendo en cierta manera a Kinomoto.
Itzume, no estaba presente.
-Muchas gracias- dijo Meiling apenada.
-Muy bien hecho Lady Li- dijo Fujitaka atrayendo la sonrisa de la chica. Chica que repudiaba a su hijo pero, ¿Le caía bien a su padre?
Touya alzó una ceja ante aquello.
-Muchas gracias Sensei.- dijo ella complacida ante el cumplido.
Lady Ieran conservaba un silencio sepulcral.
Fue entonces cuando la silueta de alguien se hizo presente en el salón: Pero atrayendo las miradas de Fujitaka, Touya y la misma Lady Ieran quien estrepitosamente se puso de pie.
Igual Touya y Fujitaka al darse cuenta que, aquella presencia es una joven: no pasaría de quince años. Su rostro pálido observaba con inquietud a los allí presentes. Era un espectro.
-¿Qué pasa?- preguntaron los allí presentes ante las caras serias u lúgubres que eran testigos.
-¿Tía Ieran?- preguntó Meiling.
-¿Sensei? – dijo la mayor de las Li, ante el extraño estado de ellos.
Pero solo, Touya, Fujitaka y Lady Ieran podían observar a la aparición delante de ellos. Los demás, no poseían el don de ver fantasmas.
-Creo que esto, no es buena noticia- dijo Fujitaka.
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-¿Estás listo no?- preguntó observando a Li (Quien se notaba azorado delante de una especie de espejo), vestir con ropas menos formales que los grandes señores de la época pero con un toque típico de fiestas. -¡Vaya que te ves bien!
-¿Lo crees?- mirando a su amigo asentir y después mirarse nuevamente.- ¿Crees que le gustará a Sakura?
-¡Vaya que monos se ven!- dijo Kiobe ingresando al lugar con materiales para zurcir. – pensé que necesitarían unas puntadas mas, pero así como están se ven excelentes...
-oye Kiobe- dijo Hue guiñándole un ojo (sin que Shaoran se percatara). - ¿Y las chicas?
-Están bien...
-¡no te pregunto eso! ¿cómo se ven?
-¡Ah! ¡AHHH!- dijo finalmente entendiendo.- pues Sakura se ve preciosa... –mirando a Li azorarse. Pensó unos instantes, para agregar- Lo de ustedes ya se sabe en todas partes... ¡Felicidades!
-¿lo de nosotros?- preguntó Li.
-Pues que son pareja... ¡Se ven encantadores juntos! El anciano tiene altas expectativas en ustedes...
-¿QUÉ QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE????- fue lo único escuchado en el lugar. E incluso, escuchado en el exterior de la vivienda de ambos hombres ante la risa de Hue por su reacción y lo colorado que estaba.
------------- Continuará...
Holaaaaaaaaaa a todos y todas. Tengo que ofrecer enormes disculpas por los inconvenientes y mi tardanza con los capitulos. UU lo advertí; no tengo mucho tiempo y además, los inconvenientes superan mis tiempos libres. Pero aquí estamos con un capitulo nuevo que aclara aun mas las cosas.
llegamos a las preliminares... así es... solo cinco capítulos mas para el gran final. Pero para que muchos sufran en estos instantes... ya el final está concebido. No habrá cambios y será definitivo... ahora solo resta pasarlo a la pc.
Muchas gracias como siempre a mis betas: Naiko li y Serv., quienes toman preciado tiempo de sus vidas para ayudarme con las correcciones.
Gracias también a todos ustedes que lograron que los reviews superaran tal vez a Princesa del Cerezo ¡¡¡Sigan escribiéndolos!!! Me entusiasman a subir y actualizar...
Como se habrán dado cuenta los capítulos están mas largos ahora... hay mucho que explicar y poco tiempo para hacerlo.
Shaoran y Sakura tendrán muchos problemas por Kero para estar juntos, pero se saldrán con las suyas. Tsubame no es mala, solo exigente... ocultando un gran secreto como el que ella tiene ¿quién no? Por lo menos, se preocupa por Tomoyo ¿Algo es algo, no?
El siguiente capitulo tiene mucho mas romance, mas intriga y por supuesto, el final se acerca pero la pregunta que todos se hacen ¿quiénes lograrán sobrevivir y ver el mañana?
Gracias especiales a las nuevas personas que gustosamente me han escrito a mi correo y a los nuevos que me dejan review. A los viejos ¡¡¡Siempre agradezco su apoyo!!! Gracias a Bárbara, Karenina, una nueva chica de nombre Perla que me ha hecho llegar el review mas sorprendente de un tiempecito para acá ¡¡¡muchas gracias por tus amables palabras!!!! Y espero que este capitulo te haya gustado como me encantó a mi escribirlo. Muchas gracias también a otro nuevo lector Sakuli. También a Mandy y a Hai-os, creo que así se escribe, q me informó que estoy nominada en un concurso de fics O.O ¡¡¡ay que emoción!!! Para mas detalles vayan a a informarse.
Muchas gracias tb a Misao y a Tsuki Lunita y también a Terra quienes me brindan su apoyo en esta historia. Tambien a maxie chan, ciakaira, syringen, andresakurita, aleirbagpotter y a todos los demás Espero que les guste este capitulo 26.
Para los chicos que me hacen la pregunta (o que de seguro se harán) ¿Cuál es mi pareja favorita en este fic? Tengo que serles honesta: me gusta de la serie Eriol... incluso, se notó en el fic "Princesa del Cerezo" Es tan encantador... mi beta dice que "Amor que nunca muere" Espero que sea así. Pues bien, mi pareja favorita de este fic es....¡¡¡¡¡tadaaaaaaa!!!! Touya e Itzume lo que lo pensaban acertaron...
Ahora si, me despido... continuaría escribiendo hasta mañana (se porque lo digo);
Saben la rutina: comentarios, dudas, tomatazos, a Eriol por paquetería, infórmenlo a o un review está bien tb jejejej...
