EPILOGO iii: "Nuestra historia..."
BASADO EN LA HISTORIA:
"The Story about a Prince and a Courtier"
By Crystal.-
Basado en los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
Iniciado el 1 ro. De noviembre 2004
"Si me hubieran contado, alguna vez, mientras vivía en la casa Li, que terminaría resignada con mi pasado y cómoda con mi futuro, le hubiera dicho que, se había vuelto loco...
Si me hubieran dicho que, me resignaría y estaría conforme con la vida que llevo, le hubiera mandado a arrojarse de la torre mas alta...
Si me hubieran referido el hecho que me enamoraría perdidamente de un hombre que no tenía nada en común conmigo mas el hecho que, ambos fuimos educados para vida de guerreros; que no tuviera casi nada que ver con Li Clow, aquel hombre que en una vida pasada no me enseñó lo que era el amor, pero si, me quiso a su manera y yo lo quise también... si, lo hice... pero no como amo a él, ahora... no como, en estos momentos.
Nuestros cuatro hijos son la prueba palpable de ello. No se cansa Meiling de referirme aquello, que, tenemos ¡Cuatro! Pero cada hijo nuestro, tiene un pedacito de él.
Soy feliz... no pensaba que lo sería. Mucho menos cuando ni idea tenía que, cuando batallé contra Loto tenía un pedacito de mi, dentro de mi vientre; un pedacito de él... y de mi... jamás, nunca en mi vida, le hubiera hecho pasar aquel riesgo, yo, tampoco lo hubiera corrido.
Simplemente porque sabía que no se perdonaría si perdiera un hijo suyo... suyo, y mío...
Nuestra incompresible hija.
Pero no era que lo aceptaría así nada mas. No sabía en aquel momento que lo único que me salvó de una muerte inminente el día de ataque de Loto con su armada en la casa Li, fue que estaba Kagome en mi vientre.
Aunque no entiendo como... Eriol tampoco lo entendía en aquel entonces, pero tenía sus sospechas. ¿Cómo una criatura que fue concebida aquel mismo día fue capaz de salvarme? Hay teorías... teorías que solo compartimos Touya, Eriol y yo. La compartimos nosotros porque a mas nadie le inmiscuye lo que pasaba. Aun me pongo roja de solo pensar como todos supieron que Touya y yo, seríamos padres. Pero, nadie nos juzgó...nadie.
Ahora les contaremos la historia de cómo, después de mucha lucha, muchos riesgos, nuestra fábula, superó las expectativas y como al final, si permanecimos juntos...
Y como nos amamos..."
I'm missing you,
I'm feeling blue,
In the night.
With starry skies, and starry eyes,
Shining bright SilentlyHabía salido temprano aquella mañana a revisar los predios de sus propiedades. Aun recordaba como ocho años antes, había vuelto con su padre y su hermana a verificar la casa que perteneció a su padre y luego, amablemente después de la Rebelión Matso le restauró su nombre a la propiedad y Fujitaka se la entregó a su hijo.
-"Después de todo, traerás a tu familia a vivir aquí. ¿qué haré yo con una casa tan grande para mi solo? Me quedaré en la casa que nos predispuso el presidente en cerca del Senado y tu quédate con esta."- de eso habían pasado ocho años.
Estaba con los demás trabajadores de la propiedad recorriendo los terrenos y revisando lo que se había producido cuando un galopar le hizo fijar la mirada al que avanzaba montado en un corcel. ¡Mi señor Kinomoto!- exclamó el sujeto .- ¡Están aquí!
Touya con su acostumbrado semblante declaró calmadamente (solo por el exterior)- bien... iré luego... ve que todo, marche bien allá.
Walking in your sleep
With love you come to me.
Silently...
Silently you come away
Won't you stay another day?
Silently you run away
Forever and ever
How silently you took my love away.
Silently
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El sujeto asintió yéndose tan pronto como llegó. Touya volvió a sus faenas sin notables cambios en su personalidad. Y los demás que laboraban allí, no tenían que preguntarle porque quería que le dieran aviso. ¿aviso de que?
Era feliz. Lo era. Miró al horizonte donde allá, a lo lejos, vio la casa, que, lo vio nacer. La casa que recibió en el mundo a Sakura. Casa donde le dio el último adiós a su madre y la casa, que, sus cuatro hijos nacieron.
Era feliz. Felicidad que nunca pensó que lograría alcanzar. Aunque no fue fácil.
¿quién dice que las cosas se dan de la manera fácil?
Y esos recuerdos venían a su mente en aquellos instantes...
I'll be waiting... (echo)
I'll be praying... (echo)
For the day...
When you will learn (echo)
And will return (echo)
For always.
Talking in your sleep.
Of love you sing to me.
Heavenly...
Silently
Estaba trabajando en la taberna. Pulía el mostrador y habían pocas personas en aquella hora. Miró a su alrededor pero continuaba con su trabajo.
Vio a Yukito quien venía con un ultimo barril que colocó de una vez en un extremo y le saludó.- ¿Largo día?
El mas largo de mi vida- declaró él mirándole.- ¿vas a casa?
Asintió declarando.- si, tengo que llegar temprano... ¿Sabes? Tuve el sueño mas extraño de toda mi vida...
¿Ah si¿qué puede ser?
Yukito se inclinó al otro lado procurando que nadie les escuchaba y dirigiéndole la mirada recalcó en sus palabras que le taladraban en su ser- soñé que estabas casado...
¿ah si?
Si. No solo eso... con una muchacha muy linda... –sonrió Yukito- ¡Me gustaría verte hacerlo Touya¡Que te cases!
Touya volvió a tomar el paño y comenzó a pulir el mostrador.- Solo he amado a una mujer en mi vida Yuki... solo una...
SI hablas de Kaho dudo que vuelva por ti...
no hablo de Kaho.- dijo Kinomoto calmadamente.- hablo de Itzume.
¡ay Touya! dijo Yukito sonriéndole. Touya se sorprendió de aquello.- ¡Otra vez con esa mujer que nunca ha existido..!
¿qué nunca...- exasperándose.- ¡no digas tonterías!
No. Será mejor que tu no las sueñes...- despidiéndose- Ve a descansar... cierra temprano y olvídate de esa mujer...
Finalmente se marchó de la taberna y su amigo vio por donde se fue. ¿Que ella nunca existió? Jamás. Ella era real.
Muy real.
Touya quedó con aquel pensamiento en su sien. Aquel latir y aquella sensación que algo no estaba bien.
Cerró el negocio y se sentó solo en la cocina y bebió algo; pero no recordaba que supiera a nada. En aquellos instantes no tenía sabor.
Cuando miró al reflejo en el vaso, veía su mirada: Su mirada oscura y aquel liquido color verde como la menta fresca, le recordaron sus ojos. A ella le gustaba el té de menta.
¿no vas a seguir bebiendo?- preguntaron delante de él y levantó la mirada.
Aquellos ojos verdes le miraban divertida. – Parece que está delicioso.- replicó ella.
Le miraba entretenida. Con un vestido de esos con escote que últimamente veía a ciertas jóvenes de la capital usar. Un escote muy pronunciado, pero que se le veía muy provocativo, provocativa y hermosa. Ella se inclinó hacía él con la mesa por en medio y acarició su mejilla.
Yuki me dice que no eres real- cerrando sus ojos al recibir su toque- Pero eres real...
si, -declaró ella con aquella dulce voz que solo él solía sacar de ella.- Soy real. Igual tu...
Se que, hicimos lo correcto- declaró no abriendo sus ojos y tocando la mano en su mejilla con la suya. – pero siento que te he perdido...
Ella rió muy sutilmente- Jamás me perderás... tu eres mío y yo soy tuya... así siempre será... – haciendo una pausa declaró.- Es hora que despiertes... no te preocupes... ya ... falta... poco...
Sentía el zarandeo en contra de su cuerpo. Escuchaba la voz llamarle.- Touya... ya falta poco... Touya...
Finalmente despertó no encontrándose muy seguro de donde se hallaba Estaba seguro que en vez de aquellos ojos verdes que le miraban con infinita ternura, no estaban ya delante de él. Ahora estaban unos color café: tan profundos como los de él.
me ha costado trabajo levantarte- declaró su padre sonriéndole con simpatía. Ahí Touya miró mas atrás. Habían hombres en diversas hogueras esparcidas a su alrededor y ellos estaban en la intemperie. Estaban acampando.- ¿soñabas algo? Te escuchaba murmurar...- no recibió respuesta.- bueno, ya falta poco. Nos moveremos al amanecer. Reúne tus cosas...
el hombre sacudió su cabeza y pasó sus manos por sus cabellos. Su padre, desistió fácilmente, viéndole irse a compartir con otros de los miembros de la caravana.
Había pasado ya un mes de la salida del castillo, justo después de haber dejado a Sonomi allá con su hija. Fujitaka no pudo evitar reír por dentro cuando intercedió por los muchachos con Sonomi: esta aun refunfuñaba el hecho que un buen candidato para su hija, no habría escondido su identidad y le hubiera mentido.
Esa situación estaba, superada. Pronto ellos, junto a Sakura y Shaoran se casarían. Incluso era para un mes sus bodas.
Pero el único que no encontraba consuelo era su hijo.
Y era claro, la mujer que mas amaba no se encontraba entre los muertos, y tampoco entre los vivos.
Pero algo parecía aun mas inquietar su mente. No sabía el que.
Touya mientras, pensaba en ella y el hijo que pronto nacería. Un bebé de ambos; fruto de aquel amor que el uno sentía por el otro. Era suya, había sido suya.
Y ahora, parecía que la perdiera.
Había solicitado a los que sabían la condición de Itzume, que no lo dijeran mas allá: ya habría ocasión de explicar cuando el momento llegara. Y no era precisamente por lo que podrían decir de ella.
Era porque en verdad, no había necesidad de preocupar a su padre, o a Lady Ieran quienes tantas responsabilidades tenían sobre si. Tanto él como Ieran, no sabían aun nada.
Kiobe le había planteado las opciones claramente el último día que estuvo en el castillo.
Hay probabilidades que, no vuelva a despertar Kinomoto.- declaró mientras estuvieron a solas en la habitación de ella.- No se cuando vuelvas. Ieran aun no sabe nada... pero si noto algo extraño...
quiero que hagas todo lo posible para que así no sea- declaró Touya con firmeza. Respiró profundo y suavizando su mirada aclaró.- Sakura y los demás, me han hablado de lo confiable que eres... confiaré en ti. Sus vidas, están en tus manos.
Comprendo a la perfección.—tocándole el hombro con fraternidad- No te preocupes... haré lo que esté en mis manos...
Así se había despedido y se había marchado:; no sin antes besar la frente de la chiquilla durmiente. Le dolía separarse de ella. Eso significaba que, la dejaría sola. Y todo podía pasar en su ausencia.
Todo...
Entonces, escuchó. El sonido de galopar aproximarse a ellos. Eran muchos. Los hombres se reunieron alrededor de las fogatas y se levantaron cuando una flecha pasó entre ellos con mucha suerte, dando en el árbol bajo el cual, Touya había dormitado.
¡ATENCIÓN HOMBRES!- gritó Touya Kinomoto.- ¡Tenemos compañía!
Los sonidos de espadas desenfundadas y del jolgorio de los armados, pronto fue sumado a la bulla de los cascos de corceles y de sus mismos caballos que eran montados por los miembros de la armada de la Nueva Republica.
Uno de los últimos encargos que ocuparon los Kinomotos, para los Li y Matso.
Tomoyo, pasaba justo por delante de aquella puerta después de recibir las instrucciones de Kiobe para el cuidado de los pocos heridos que ya llegaban al lugar. Ya los que llegaban por curaciones eran de los mismos que pelearon por la Liberación y ahora guardaban celosamente los puestos tomados y que algunos que aun no se adaptaban la idea de la caída de Cho, lastimaban con consecuencias de sentencias en los calabozos mientras reorganizaban la corte Marcial.
La puerta que resguardaba el cuerpo de la amada de Kinomoto. Pensó que, se hubiera vuelto loca a aquellas alturas si, Eriol fuera quien no despertara. Escuchó el murmullo de alguien que parecía contar una anécdota: Se volvió tradición que tanto como Sakura (Cuando estaba en el mismo estado adormecido) y ahora con Itzume, los conocidos pasaran a hacerles historias de lo que pasaba con ellos.
En este caso, le tocó a Eriol. Escuchaba cuando él a su manera, narraba una historia a la chica. Parecía haber tomado la historia a la mitad pues solo escuchó una parte.- Y lo mejor fue... cuando ella se preguntaba quien rayos era yo.- riendo. Tomoyo no pudo evitar el reír tampoco. Sabía cual era la historia.- ¿Puedes imaginarte su reacción cuando supo que era la misma persona que cortejaba a su hija con treinta años? Ya me imagino que te lo encontrarás gracioso cuando te lo cuente al despertar. – frunciendo su mirada y dejando de reír declaró.- Me casaré con ella pronto...- ahí Tomoyo abrió despacio la puerta, notando a su prometido sentado y tomando de la mano a Itzume.- Querida... lo logré. Encontré como dijiste la felicidad... pero, no será completa sino estás con nosotros...- murmurando al acercarse a su rostro.- Eres la madrina... ¡Quien mejor que tu! Eres mi hermana. Aunque no verdadera, te siento como tal. Aunque claro, eso signifique, defenderte de Sonomi. Ella persiste una vez se adaptó la idea que, debe de ser familia. Pero digo yo ¿Después de todo lo pasado, no somos tu y yo, acaso familia? Yo digo que si...
Hola.-declaró sorprendiéndole y mirándole con entendimiento. La joven llevaba unas vendas que aplicarían a los heridos, en sus manos.- ¿Cómo está hoy?- acercándose a su prometido y este abrazándole con ternura.
Igual.- sacudiendo su cabeza de manera negativa.—Kiobe dice que, le da pocas expectativas de que despierte. Pero no la conoce como yo la conozco... despertará...
Tomoyo respiró profundo: admiraba el gran coraje de Eriol y su persistencia, pero hasta ella misma dudaba que despertara. Sakura lo había logrado ya un mes antes.
Agradezco que, no te pongas celosa con ella.- Dijo Eriol trayéndole a la realidad: sus ojos azules chocaron con los amatista de su prometida.- Es como mi hermana.
lo se, Eriol...- acariciando su mejilla- Lo se. No puedes culparme meses atrás cuando creía que tu vida anterior y la de Itzume se reunirían en esta para estar juntos, lo que significaba que, yo, estaba fuera de tu vida. – sonriéndole.- Pero ambos sabemos que no es así: Itzume tiene a Touya y yo, te tengo a ti...
Eriol como toda respuesta, la aprisionó en sus labios y Tomoyo no se despegaba de él. Si todo salía bien, ambos no dudaban que pronto contraerían matrimonio.
Kiobe en ese momento ingresó y declaró al verlos besando.- ¡Ay tanto amor me tiene al borde de un ataque por azúcar! – Sonrojando a Tomoyo, y Eriol no pudo evitar sonreír.- La verdad es que, ustedes son encantadores juntos ¡Una parejita ideal¿cuándo será la boda?- sonriéndoles mientras revisaba la condición de la chica adormecida. Justo cuando Tomoyo le iba a responder, ve el semblante que Kiobe adquirió de repente.
¿qué ocurre ...Kiobe?
Se mantuvo seria. Miró a Eriol quien se levantó para dejar que ella revisara a la chica.- Tomoyo: ven ayúdame. Hiraguizawa: Kinomoto iba a las colinas del norte. El comandante de turno tiene la localización exacta: manda un mensaje diciéndole que vuelva al castillo cuanto pueda...
¿Kiobe que pasa?- preguntó Eriol mirándole con notable inquietud.
Kiobe los miró a ambos diciendo muy despacio.- Es inevitable...- mirando el rostro de la chica.
Touya estaba en una especie de jardín. No lo reconocía o no creía reconocerlo. Escuchaba el sonido del agua correr; miró a la distancia notando un gran río. No presentía que estaba solo.
Hola querido.- dijo una voz detrás de él. Se volteó. Ella estaba ahora con una preciosa túnica color crema y era algo traslucida en sus hombros y en su falda. La parte del torso hasta mas allá de su cintura, era ajustada pero, con una especie de forro y su escote era en estilo griego terminado en v. –No pensé que te vería hasta un rato atrás...- no logrando decir mas nada: Touya la había alzado por su cintura y a continuación le besaba con intensidad siendo respondido con entendimiento por parte de su amada mientras ella acariciaba sus mechones negros localizados en su cuello.
Sus ojos negros se encontraron con los verdes de ella cuando los abrió.- ¿estás aquí¿no es broma¿en serio estás aquí?. –inundándole con preguntas. Ella ante aquello, rió.
Claro que estoy aquí.- declaró acariciándole la mejilla.- ¿dónde se supone que estoy?
Touya sacudió su cabeza de manera negativa- ¡ya no importa! – abrazándole.- ¡Como te he extrañado¡Estamos juntos al fin! – ella respondió a su abrazo.
No. Aun no. Siempre estoy contigo. Siempre estoy contigo. Solo que, no me logras ver.- ahí él le miró y ella respondía aquello con una calma aparente. Touya comenzó a sentir un punzón en su hombro y se lo miró. Luego a ella.- estás herido... – pasando su mano por el hombro- ¿no es así?
Solo me duele un poco.- declaró él. Vio que ella se dio la vuelta.- ¡Espera¿a dónde vas?
No te preocupes Touya... pronto nos veremos...- ahí Touya sentía una intensa sensación de dolor. Escuchaba murmullos a su alrededor y abriendo los ojos, se vio a si mismo a la sombra de un árbol. Trató de moverse, pero gimió de dolor, atrayendo con eso la mirada alarmada de su padre.
Touya...despertaste...- viéndole verse aliviado.- Estamos a dos días del palacio...
¿Qué... que ocurrió? pasando su mano por su cabeza.
una emboscada...- explicó.- Caíste herido después de tumbar al menos a cinco del bando contrario. Te hemos atendido como ha sido posible pero Kiobe debe de verte.- sirviéndole de una especie de jarra, un poco de agua- ¿cómo te sientes?
Touya se encogió de hombros y bebió en silencio. Miró su hombro herido. ¿Sería a causa de la herida o en realidad la vio?
¿Dónde había estado? Se preguntó, mirando a la distancia a los soldados que comenzaban a acampar en la zona. Miró nuevamente a su padre quien le declaró.- Te noto algo confundido... ¿Algo que pase hijo?-. viéndole negar con su rostro, Fujitaka se sentó a su lado.- ya estoy comenzando a sonar como mi padre- suspiró.- claro que te pasa algo; te pasa algo que a mi me pasó- ahí Touya le miró.- estás enamorado...
tu no lo imaginabas-declaró viéndose los vendajes.- que terminaría hecho este desastre...
Bueno, siempre te imaginé a ti con una dama de sociedad de renombre y estatus...
¿No con Itzume?
Precisamente con ella- declaró sorprendiéndole.- Cuando le instruí en la casa Li, desde que tenía catorce años, la veía superarse a si misma. Me recordaba a ti precisamente. Tenía aquella mirada decidida y parecía algunas veces, llevar el peso de todo el mundo en sus hombros. Entendí la noche del ataque de ese monstruo y del secuestro de Tomoyo que, todo aquello era porque se trataba de una reencarnación. Y de alguien tan poderosa. Tu igual y ahora mismo, parecería que llevas el peso de todo el mundo en tus hombros ¿por qué no te quedas en el castillo en la capital? A su lado, te habrías calmado un poco.
Porque no soy un inútil.- declaró.-Soy un hombre de armas a tomar... lo sabes- vio a su padre asentir.- pero...- dirigiendo su mirada a la hierba.- no me quedaré allá para verla día tras día, hundirse mas y mas...- haciendo una exhalación.- no lo soporto.
¿cómo lo sabes?
Kiobe me lo ha dicho: cada día que pase, es mas difícil que despierte...
Si, si lo se. Pero dice "difícil" pero no imposible.- apoyando una mano en su hombro declaró.-ánimo.
Era ya de noche. Shaoran y Sakura estaban con Keroberos en uno de los salones y el pequeño guardián por décima vez, se negaba a compartir el hogar de Sakura y Shaoran una vez se casaran.
¡Pero Kero... ¿por qué no! Vivirás en nuestra casa... no será un palacio pero...
¡NO! – chilló por enésima vez esa noche.- Elige Sakurita: o ese mocoso idiota o yo ¡pero no te casarás con mi aprobación!
¡Kero eres un necio!- exclamó Sakura. – me voy a casar con Shaoran inmediatamente todo esto se resuelva... ¿por qué no lo entiendes?
porque Sakurita. Puedes hacerlo mucho mejor que este decrepito muchachito...
¿Muchachito¿decrepito?- comenzando a surgir una vena sobre la frente de Shaoran Li. Y que decir de toda su aura: parecía a punto de explotar.
Kero: respeta a Shaoran por favor.—exclamó Sakura. En esos instantes Tomoyo y Kiddy ingresaron al salón. Kiddy estaba un poco pálida y lucía en un hermoso vestido de maternidad elaborado por Tomoyo sobre si de color verde que contrarrestaba con sus cabellos color fuego.
¿qué pasa Sakura?- preguntó Tomoyo.
Kero continua amenazándonos. Ahora dice que, se encerrará en el libro si me caso con Shaoran- Entristecida- Cosa que sabe que, me pondrá muy triste...
Kero ¿cómo puedes ser tan cruel¿te gusta ver a Sakura triste?
No. Pero ¡tampoco quiero que se case con ese mequetrefe!
Kero: Ten mas respeto por Li. – le defendió Kiddy – Es un héroe de guerra...
¡Que héroe! Mas bien, mequetrefe.
la vena en la frente de Li, continuaba haciéndose mas y mas grande.
¡Mequetrefe tu abuela!
¡Ja, no la tengo!
Shaoran, Kero, por favor...- declaró ella entristecida. Ya sus ojos estaban con lagrimas. – Si no pueden llevarse bien...- comenzando a llorar. Ambos bajaron sus ánimos. – ustedes...
Sakura no llores...- dijo Shaoran molesto por la situación.
¡Cállate niño! Sakurita, no llores...- iba Kero a consolarla.
En ese instante: Sakura Kero, Kiddy y Shaoran se miraron entre si. Tomoyo los miró a todos diciendo .- ¿Ocurre algo?
¿Shaoran...- dijo Sakura mirándole y de ahí miró el techo. Kero también lo hizo e igual Kiddy.
si, lo se.- dijo Li frunciendo aun mas su mirada.
Un nuevo poder se sentía despertar en el lugar...
En la habitación de Itzume, Kiobe estaba leyendo unos libros cuando por igual, sintió aquella magia provenir. Bajando el libro de su cara, vio como el lecho de la joven adormecida brillaba con intensidad. Incluso tuvo que cerrar los ojos para no cegarse con la luz que arrojaba el cuerpo de ella.
Escuchó un exhalar intenso producirse en el lecho. Después, dejando de brillar poco a poco, la habitación volvió a una iluminación normal. Cuando Kiobe se acercó a la chica y tocó su mano, sus ojos se abrieron.
Justo en ese instante, Shaoran, Sakura, Kiddy, Kero y Tomoyo ingresaron. Segundos después, lo hizo Eriol. Este ultimo no veía de donde estaba que pasó.- ¿Sentí una gran descarga de magia o fue mi imaginación? – todos observaban pasmados el lecho.- ¿Tomoyo que...- pero no pudo decir mas nada: una vez se acercó, encontró su respuesta.
Unos hermosos ojos verdes, observaban escrupulosamente a todas partes.
Llegaban los corceles a lentitud con la caravana. No eran uno ni dos los heridos pero si fueron cuatro los que fallecieron en la emboscada propinada a los de la rebelión. Touya pudo aguantar esos dos días, con pura determinación y la ayuda de su padre. Una vez sintieron su presencia en palacio, no tardaron Tomoyo, Kiddy y Nami descender con hombres para auxiliar los heridos.
Touya cuando se fijo en Kiddy declaró.- usted debería estar descansando.- mirando su estado de gestación muy avanzado ya.
Y usted debería descansar.—mirando la herida en su hombro.- Mira Tomoyo: aquí hay una buena para que sutures...- sonriendo.- Sin anestesia...
Touya miró alzando una ceja a su prima.- Oye si solo sabes coser ropa...- habló incrédulamente.
Si a mi también me da gusto verte Touya...- declaró Tomoyo. Miró atrás a Kiobe y esta negó con su cabeza.
Lleven a Kinomoto a la enfermería...- declaró a dos hombres.- llévenlo por el ala norte...
¿Por qué por la norte?- preguntó Tomoyo por lo bajo.
Está mas lejos de las alcobas.
Cuando le diremos...- dijo Kiddy.
No podemos ser nosotras quien se lo diga. – declaró – por lo que noto, no recibió la nota escrita por Hiraguizawa. – observando a Tomoyo.- Ve con Eriol a la habitación de ella, y dile que Touya volvió. – viendo a Tomoyo marcharse- No nos incumbe en efecto...
Con su brazo en un cabestrillo Touya Kinomoto observaba a los demás heridos en la enfermería. No sabía porque, pero tenía un presentimiento que le hacía sentir mas inquieto de lo que realmente era su costumbre. Por un día entero, había permanecido allí pero ni siquiera su hermana Sakura se quedaba verle.
Entonces, sus sueños, no eran con Itzume ya. Parecía que su conciencia, había dejado de jugar con él. Pero en verdad, aquellos días de ausencia de su lado, su única esperanza del mañana eran aquellos sueños, donde se expresaban con pasión, todo lo que sentía el uno por el otro, cosa no imaginaría para él.
Había recibido sorpresivamente la visita de una vieja amiga de él. Era "amiga" en un sentido de encuentro meses antes de conocer a Itzume cuando tuvo un encuentro con aquella mujer como de las tantas en su vida, que fueron encuentros para deshacer una ansiedad masculina pero no era mas que ello, a pesar que todas aquellas mujeres, terminaban prendadas del hombre.
Touya en aquel entonces, no tenía un solo centavo. Ahora, solo tenía la casa que había permanecido en su familia por generaciones. Pero la fortuna pertenecía a Fujitaka. No a él.
Aquel día, había solicitado permiso a Kiobe para ir a ver a Itzume pero ella se negó, inventándole excusas sin sentido. Que había perdido mucha sangre, que no era el momento, que esperara a que Tomoyo regresara de su descanso.
Pero Tomoyo en toda la tarde, no volvió.
Pensó que Yukito iría a visitarle, pero parecía que, lo evitaban.
Ya era muy de noche cuando perdió la paciencia. No podía dormir. Miró a su alrededor y escuchaba los ronquidos de los demás en aquella enfermería. Se hartó. A duras penas pudo colocarse una ropa sobre sus hombros y mareado, se puso de pie, saliendo con cuidado de la enfermería.
Por el tiempo que pasó con su herida perdiendo tanta sangre, parecía en efecto, que su condición era delicada. Le dolía su brazo y mucho. Pero aun así y apoyándose en la pared, recorrió el largo y solitario pasillo. Podía sentir que tenía algo de fiebre pero no le importó.
No había nadie en su alrededor y tampoco cerca. Una vez ascendió los escalones, situación que le tomó media hora, llegó con sudor y respirando con rudeza a la alcoba. Sintió al girar la perilla que las fuerzas le abandonaban. Ya de por si había llegado muy débil al castillo.
Todo se volvió oscuridad y cayó sin poder impedirlo al suelo perdiendo el conocimiento definitivamente.
Escuchó una tonada siendo murmurada por alguien. Pero su vista era bastante nublada. Unas manos tibias acariciaron sus mejillas cuando él abrió los ojos pero solo veía distorsiones. Escuchó aquella voz diciendo.- ya, ya... estarás bien...- cerró sus ojos. Se los encontraba tan pesados.
Volvió a perder el conocimiento.
Se vio a si mismo en un pasillo. Era su vieja casa. Escuchó risas provenir de mas adelante. Eran risas infantiles. Cuando dobló una esquina, se encontró de frente con una mujer de ojos verdes y cabellos plomizos.- Hola hijo.
¿Mamá¿que haces?- interrogó sorprendido - Pensé que después de lo que pasó aquel día no te volvería a ver...
creo que así es. Yo también. Pero quise despedirme de ti.
¿despedirte?
Touya: después de esto, no volveré a visitarte. – le sorprendió.- A ti o a tu padre. Ya no me necesitan. He cumplido mi misión y he sido ascendida. – sonrió. Notó como su hijo se veía preocupado.- ah no te preocupes. No me necesitarás mas. Has aprendido a amar a alguien mas que mi misma. Has madurado. Sakura tiene a su amor y tu también...
Pero ella...
Ella ha estado y siempre estará contigo.- besándole la mejilla. Ahí Touya sintió la calidez y tibieza de su roce. No pudo evitar que una lagrima se resbalara por su rostro.- te ama. Y tu la amas. Y tienen una familia por la cual preocuparse. No se den por vencidos. Y siempre te amaré...
Despertó finalmente. Era el atardecer. Escuchaba ecos en el fondo. Notó una figura que salía con algo en sus manos. Sentía que una de sus manos estaba sostenida tibiamente entre algo. Miró a su alrededor, notando que estaba en la alcoba de Itzume. Estaba en su lecho.
Ah despertaste, que bueno. Nos tenías preocupados.- declaró la voz de Eriol Hiragizawa, sorprendiéndole. ¿qué hacía ese hombre allí?- pensábamos que se nos iría. O por un momento fue así.
¿qué hago aquí¿que hace aquí?
No lo recuerda- declaró como hecho.- bien. Kiobe le encontró inconsciente.
Sentía aun su mano aferrada pero no volteó.
¿dónde está?- observando que donde se encontraba era precisamente el lado donde Itzume o su cuerpo estaba adormecido.- ¿dónde está Itzume maldición?- gruñó. Su herida le dolió al tratar de moverse.
tranquilo. – declaró Eriol con una misteriosa sonrisa y complacido. Su mirada era de complicidad.- o le dolerá mas. Por un tiempo, sus poderes también estarán algo distorsionados... durmió por tres días seguidos. Nos tenía a todos preocupados.
¿qué quieres decir con distorsionados¡a mi no me importan mis poderes! Quiero saber donde rayos está ella.
bueno, si se diera un minuto para mirar a su izquierda en vez de a mi, notaría que ella está a su lado.
Touya hesitó mas aun al ver la mirada que Eriol lanzaba a un lado: justo a la izquierda de Touya.
se que te gustan los hombres poderosos, pero tendrás que conformarte con ser niñera de este testarudo y malgenioso, querida. – replicó Hiragizawa.
Touya volteó mirando a su mano. Su mano estaba entrelazada con una mano pequeñita y delicada. Observó su brazo, notando una herida: una cicatriz que conocía bastante. Continuó hacía arriba, y no creyéndoselo unos ojos verdes, emocionados y que él conocía bastante le observaban con ternura.
Escuchó aquella voz que decía.- hola amor mío. Ya regresé. – murmurando cerca de su rostro y levantando un poco su cabeza del lecho, se abrazó a él para murmurar.- creí que te perdería. - No dejando de sonar emocionada y aferrándose a su cuello. Murmuró.- espero que no sea tarde... lo esperas desde hace mucho tiempo...- Levantó su mirada para encontrarse a milímetros del rostro de su amado.- Touya: yo te amo...
Eriol se puso de pie y caminó hasta la puerta, contento de si mismo. Les regalaría un buen tiempo a solas.
– no sabes...- murmuró acariciando su rostro.- lo que esperé para que me dijeras eso...- buscando sus labios y fusionándose en un beso, apasionado que empezó con un roce sutil de sus labios para terminar en toda una expresión de amor y pasión que nunca les abandonó.
Al ingresar en su casa, encontró a dos mujeres quienes siempre ayudaban con los deberes, que le saludaron con mucho respeto. Una vez avanzó dejándoles atrás una de ellas murmuró.- La verdad es que el señor es un hombre muy guapo.- mientras continuaban lavando pisos.- y la señora es muy amable y hermosa. Hacen una pareja de ensueño. A pesar que la señora es alguien muy joven para él.
El hombre avanzaba siendo observado por ambas mujeres que lavaban los pisos.
Mi padre me cuenta que él dirigía cuando la rebelión, una de las armadas. Y según me relató, porque él estuvo de servicio en el palacio cuando Matso subió al poder, el señor Kinomoto amaba a la señora. Pero, ella estaba muy dudosa en aceptarlo. Creo que era porque, él no es muy abierto a sus sentimientos. Creo incluso a mi opinión, que él no daba a entender tal vez que la amaba.
¿Bromeas?
¡no! Para nada. Ella estuvo muy enferma. Eso dice mi padre. Yo estaba aun con doce o trece años cuando la rebelión, pero nunca fui a palacio. Dice incluso, que es de suerte que esté ella con vida. Muchos creían que moriría.
¡pobre hombre! Lo que debió sufrir. Aunque no es muy dado a expresiones afectivas con ella.- observando a la otra.- rara vez le veo ser sentimentalista o romántico. Ella es muy detallista con sus hijos. Rara ves, la he visto siendo romántica con él tampoco.
pues que sepa una. – la otra hizo un ademán con sus brazos.- tal vez en público no. Quien sabe. Lo que si es que creo lo que mi padre dice. A veces, se nota que él le mira. Pero hay que ser muy susceptible para percatarse que quiere decir con su mirada. El no es muy dado al afecto.
¿crees que ellos, se casarían por obligación?
no lo creo.- dudó la otra. ,- mi padre, dice que si se amaban y mucho. Aunque, las malas lenguas dicen que, ella se aprovechó de él. No lo creo. Hay otras, que son mujeres que fueron algo de su pasado que dicen que la señora supo amarrar a Kinomoto.
pues digan lo que digan, hacen una hermosa pareja.
y sus niños son unos amores...
Eso sí –rió la otra.
Touya entró a la habitación de donde provenían las risas: la recamara de Tseo y la vio allí sentada con Saita en sus brazos y Kagome se abalanzó con una sonrisa a los brazos de su padre.- ¡llegaste. Tardaste demasiado tiempo en venir papá! Pensé que estarías aquí para recibirnos.
lo siento.- declaró tomándole en brazos.- se me hizo tarde. – miró a su esposa y esta le sonrió sutilmente mientras continuaba sentada en una silla. Touya desde su lugar, se contuvo y declaró.- ¿qué le pasa a Saita?
tiene un poco de fiebre- declaró.- creo que fue el frío que le afectó. – mirando a su hija mayor declaró.- Kagome ¿por qué no vas a donde la señora Sada y le solicitas que bañe a Saita con agua fría? – Kagome tomó a su hermana en sus brazos y jaló a la otra con su mano.- estaré ahí en un momento.
Touya notó la mirada lastimada de su esposa. Algo había pasado.,
¿Tseo?- preguntó su padre- ¿por qué no vas y ensillas tu caballo y me esperas? Daremos un paseo solo nosotros...
¿en serio padre? – se mostró emocionado y no tardó mucho en colocarse unas botas y salir por la puerta gritando-. Le espero en la caballeriza...
Touya no se movió de su sitio. Con los brazos cruzados preguntó.- ¿con quien te encontraste?
¿cómo lo sabes que me encontré con alguien?- ella evitó su mirada. Pero su voz sonaba afectada.
Casi siempre, cuando vas a la capital, encuentras a alguna persona que te hace sentirse como menos cuando eres lo primero. – declaró abiertamente.- y siempre llegas con esa cara.
me encontré con una de tus ex.- viendo que su esposo respiraba profundo declaró.- no hagas esa mueca.- declaró.- se que no tengo nada porque preocuparme pero cuando me vienen con uno de sus comentarios... yo...- viendo que su esposo avanzaba.- es decir yo...- Touya la aprisionó en sus brazos y colocándose cara a cara a él.
te he dicho una y mil veces que mujer en mi vida, hubo muchas. La única a la que amé ahora y siempre, eres tu Dama querida- tomando con dulzura su rostro por su barbilla.- siempre serás lo mas importante junto a nuestros hijos. No me arrepiento de nada.
Ella asintió en silencio. Veía aquellos ojos y aquellos labios rojos y acercó mas y mas su rostro.- ¿qué haces?- preguntó ella sonrojándose.
¿tu que crees?- preguntó de manera irónica. – te extrañé.-con su mirada reveladora. Sus labios iban a hacer contacto con los de su esposa, cuando se vio precipitado a abandonar su intento.
Disculpe señora- declaró una de las mujeres avergonzadísima. Había entrado cuando Touya estaba totalmente inclinado y acorralando a su esposa- ¡mil disculpas!
está bien- declaró Itzume escapando de los brazos de Touya. Sonrió cortésmente.- ¿que ocurre?
Mientras la muchacha explicaba a la señora de la casa, Touya suspiró. ¡condenado mal momento para entrar! Pensó el dueño de la casa.
Tampoco, le gustaba que su esposa se sintiera de menos, cuando era la primera en sus pensamientos, día y noche. Siempre había un instante que pensara en ella. La amaba.
Observó su silueta. Era esbelta. Su torneado cuerpo. Su estrecha cintura. Sus cabellos: como adoraba perderse en las noches entre sus cabellos e inhalar su aroma que parecía hipnótico. Y sus ojos. Fue lo primero y lo que siempre mas amaba de ella. Eso y la única manera que ella, le hacía sentir por las noches, especial en aquellos encuentros íntimos y fortuitos que no dejaban que su pasión se extinguiera.
Vio que continuaba charlando con la mujer. Entonces pasó por su lado declarando.- Tseo me espera. Nos vemos a la hora de la cena.- no teniendo un detalle de despedida con ella.
No que le interesara a Itzume. Sabía que cuando estaban solas, Touya era muy detallista, expresivo, amoroso y pasional. Comenzaba a besarle y sus manos, recorrían y recorrían.
Se estremeció delante de su mucama, pero ella no se dio cuenta. Recordar los toques de su esposo, era transportarse a momentos, y horas, que... que el solo pensarlo, la colocaban roja de la vergüenza.
En eso sonrió no pensando en lo que la muchacha le decía al llevarle por el pasillo una de las habitaciones de sus hijos.
Así como aquel día. Aquel día que ambos se reencontraron después de meses de ausencia uno de brazos del otro.
Ese fue un día en verdad especial...
Cuando Kiobe ingresó declaró.- ¡vaya con ustedes!- separándoles repentinamente. Itzume estaba con su cuerpo sobre el hombre y se besaban y no se cansaban de besarse. Itzume podía moverse pocas distancias pero se recuperaba. Aquella tarde Touya descubrió que ella había despertado y horas antes, Eriol los había dejado a solas ordenando que nadie les molestase. - ¿no están deshidratados?
Itzume adquirió un rojo carmín que se posó en sus mejillas y Touya se sonrojó también pero tosió para recobrar la compostura. -¡ah el amor de jóvenes!- y observándoles guiñó el ojo diciéndole a Itzume.- querida ¿por qué no vas y tomas un baño mientras le cambio los vendajes a tu hombre? No te preocupes... no te lo robaré.
Itzume asintió y declaró.- vuelvo ahora- dándole un beso muy significativo en la parte baja de su mejilla. Touya la vio ponerse de pie y ser acompañada por Kiobe al cuarto de baño. Segundos después, la mujer curandera regresó cerrando la puerta de la habitación detrás de ella.
Aun no lo sabe, Kinomoto- declaró ella notándose en verdad seria. Se acercó y comenzó a desenvolver su torso y su brazo- en verdad, no he sabido como tocar el tema con ella. Quedamos en que tu se lo dirías.- sorprendiéndole.- o eso quedamos, Eriol Hiragizawa y yo. Ha estado cuidándole junto a Tomoyo en tu ausencia.
¿no se ha percatado?
¿bromeas? Con lo grave que has estado, cuando llegaste aquella noche y caíste al suelo inconsciente, ella estaba asustadísima cuando te reconoció. Incluso, tu hermana, tu padre y yo hemos estado muy preocupados que eso quedó en segundo plano. – limpiando sus heridas- Pero se le está notando en su físico. Está hermosa tanto como cualquier mujer que puede dar la vida... no podrás ocultárselo mas. O nosotros. Ella debe de darse cuenta.
Dos magníficos días pasaron y era reconfortante que el amanecer viniera y sentir el tibio brazo de su amado, rodearle y despertar de un sueño, en su pecho. Nunca se separaban y eran raras las ocasiones que no estuvieran juntos.
La noche anterior, recibieron por medio a Shaoran la noticia que Ieran Li, finalmente iría a la capital. Touya pensaba (mientras Itzume estaba ajena a sus pensamientos), que aprovecharía cuando estuvieran a solas, el momento para informarle a la protectora de Itzume, sus intenciones de desposar a la joven hechicera.
Claro que después que aceptara su proposición y no tuviera objeción con el compromiso del ex tabernero con su protegida, entonces, él se responsabilizaría de su estado de gestación y se casarían.
Mientras Touya y la curandera conversaban en la habitación, aquella mañana mientras cambiaban sus vendajes, la joven hechicera estaba sumergida en tibias aguas perfumadas mientras tomaba su baño. Era reconfortante, y no pudo evitar sonreír.
Se sentía por primera vez completa. Estaban juntos. Había sobrevivido. "Ambos habían sobrevivido". Su mirada fue a dar a las velas encendidas del lugar. La madre de Touya le había salvado su alma. Ella tenía que morir. Pero Kinomoto Nadeshiko no lo permitió.
No pueden quedarse solos. Han perdido bastante con el pasar de los años. Sakura volvió a casa ¿por qué no hacerlo tu también? Y serás feliz. Además, ellos dependen de ti
El silencio era interrumpido por el gotear del agua en el piso. Sus cabellos estaban mojados sobre su pecho y se sintió extraña. Tan extraña. Ahora que podía pensar las cosas...¿era su imaginación o su cuerpo estaba...
Está diferente...- declaró observándose a si misma. Su abdomen estaba mas ensanchado. Estaba ¿engordando? Pero no recordaba haber comido nada. Estuvo meses adormecida ¿eso le hizo engordar?
Sacudió su cabeza.- es imposible engordar adormecida.- murmuró. Pero entonces recordaba que, en aquel tiempo, no usaba vestidos. Trató de colocarse su vestido pero determinó que este tenía el cierre dañado pues no podía ajustarlo. Todo aquel tiempo, usaba batines. No que a alguien le molestara. Después de todo, solo habían ido a visitarles Shaoran y Sakura. Eriol y Tomoyo, el mismísimo Yue y Kiddy con Kero (ahí se enteró que Kero había peleado con Shaoran y Sakura). ¡cual fue su sorpresa al ver el vientre de Kiddy tan ensanchado! Después, la ex guardiana y Meiling acompañadas de sus queridos amores y esposo.
Comenzó a asustarse. Se vio a si misma poniéndose de pie y saliendo de la tina y observó del cuello para abajo, notando en efecto cambios demasiado abruptos. Se sonrojó notando incluso que su busto estaba mas grande.- algo no anda bien. – cubriéndose con un paño y secándose. – algo no está bien...- murmuró algo nerviosa.
Se vistió abruptamente. Salió del cuarto de baño y Touya le declaró.- sorpresa... dice Kiobe que ya puedo volver a mi recamara- encontrándole que avanzaba hacía ella. Aun tenía un cabestrillo en su brazo y la tomó con su brazo sano atrayéndole a si.- aunque han sido adorables estos días a tu lado sin lugar a donde escapar... tengo que volver a mis asignaciones pronto... – buscó sus labios pero ella, para su sorpresa, interpuso sus manos entre ella y su cuerpo y esquivó su roce.
Ella bajó su mirada- ¿qué te pasa? – preguntó aturdido.- ¿ocurre algo malo?
Sus cabellos estaban húmedos y sueltos cayendo como cascadas oscuras sobre su espalda y sus mejillas.
No.- murmuró. Miró con valentía sus ojos y declaró con una sutil sonrisa.- estoy bien.
Touya hesitó. No. Ella no estaba bien. - ¿estás segura?
Retrocediendo dos pasos asintió con su rostro.- Iré a dar un paseo...- murmuró evitando su mirada. – Necesito algo de aire...
Espera- declaró aferrándole por un brazo.- es decir... – tosió. Ella le miraba no exenta de miedo por los descubrimientos de mas temprano. Ella pensaba que lo que le pasaba era una consecuencia por desafiar a la misma muerte.
¿querría decir que cambiaría físicamente? No volvería a ser ella misma jamás. ¿acaso, moriría?
¡no nuevamente cuando estaban juntos! Pensaba que era por siempre...
Es que... quería... es decir...- él se notaba nervioso y ella le miraba algo confundida. Touya no era de los que actuaban nerviosos.- quiero que nos casemos...- le sorprendió. Estaban sus mejillas enrojecidas y su mirada llena de expectativa. Buscó sus manos y declaró.- se que, hemos sido afortunados al estar juntos después de todo lo que pasó...- ella bajó su mirada analizando sus palabras. – y además, has sido mi mujer en cuerpo y espíritu aunque no de ley...- sonando en verdad apenado.- cuando te merecías una sortija alrededor de tu dedo... pero las circunstancias como tu y yo...- sonaba en verdad no practicado aquel discurso. – y quiero que lo nuestro sea en verdad, con todas las de la ley. Quiero que estemos juntos y siempre estar ahí para el otro. Quiero amanecer siempre a tu lado... y que seas mía siempre...- ahí observó que una gota de algo cayó al suelo. - ¿Itzume?- levantando su mirada. Notó sus ojos embargados en lagrimas.- ¿qué te ocurre¡Itzume!- exclamó en verdad preocupado.
Lo siento.-declaró.- pero algo pasa conmigo Touya. Algo no bueno...- gimoteando.- no puedo ... no puedo aceptar tu propuesta...
¿qué?- exclamó. Le tomó por los brazos haciendo que le observara a los ojos: pudo leer claramente miedo. Tanto miedo.- ¿por qué no¿por qué no puedes casarte conmigo¡yo te amo! Si no te tengo a mi lado me volveré loco... –insistió. – ¿qué es lo que te pasa?
no se... no se- sacudiendo su cabeza.- pero no puedo ser egoísta... ¿cómo puedo aceptar tu propuesta sin saber que tiempo me queda?
¿tiempo que te queda¿egoísta?- Touya no entendía nada.- ¿de que hablas?- ahí escuchó que la puerta se abría, pero no prestó atención de quien era. La escuchó cuando volvió a cerrarse. Seguro era Kiobe o alguien mas- ¿por qué me haces eso¡quiero estar contigo¿por qué tu no?
no tienes idea- ella declaró con sus ojos embargados en lagrimas.- ni una sola...- tocando su vientre un segundo. Touya miró donde ella se había tocado.- pero... no se que pasa conmigo...
Touya sonrió. ¿era ese el miedo que ella tenía? Había descubierto que algo pasaba con ella, y de seguro pensaba que era malo.
El la abrazó para sorpresa de ella. Murmuró solo para ella.- comprendo que estés asustada. – ella se sorprendió.- lo que te pasa es normal...
¿normal?- buscando su mirada- ¿acaso sabes tu que me pasa?- viéndole asentir.
si.- tomando una bocanada de aire.- bueno, no sabía en verdad que esto pasaría. Kiobe pensaba en verdad, que no despertarías. – ella no llegaba a entenderle. Y se le notaba en su mirada.- tendrás un bebé...
ella duró un minuto en silencio.- un... ¿un que?
Un bebé.- declaró sonriendo. Itzume notó sus ojos irradiaban felicidad. Él se sintió libre y tocó su vientre e Itzume sintió una especie de respingo desde adentro. – ese es nuestro hijo...o hija.
¿qué cosa?- retrocedió.- ¡no! Es imposible...
no lo es.- declaró acercándose. Ahí observó que ella tal vez no quería eso. Claro que no lo querría. Apenas tenía 19 años. – es nuestro hijo... fruto de nuestro amor... ¿recuerdas? Es un niño nacido del amor de ambos...
miraba a Touya y buscaba que fuera una broma. No podía ser madre. Ella misma no sabía lo que era eso. Ahora, un temor mayor llenaba su corazón.
Ella había sido abandonada cuando pequeña. Sus padres murieron masacrados y ella fue la única sobreviviente, llevada donde Ieran Li. Ella no sabía que era ser madre. No se sentía preparada.
Fue demasiado para un solo día.
suponemos que cuando luchaste contra Loto, ya estabas esperando un bebé.- murmuró. Ella se sorprendió. ¿se atrevió a poner su hijo en peligro¿qué clase de madre era? – nada me haría mas feliz que nos casáramos y esperemos nuestro hijo... juntos... claro que tendré que buscarme un trabajo. – sonriéndole.- perdí la taberna y todo el dinero que tenía. Solo nos queda la casa de mis padres. mi padre, me la puso a disposición para cuando decidiera establecerme. Y lo haremos: juntos.
no lo quiero.- murmuró finalmente.- no puedo...- negando con su rostro.- Touya... no puedo...- hipó.- no puedo, no quiero...- él la tomó nuevamente por sus brazos.- voy a lastimarlo...
ya veras que no será difícil. – declaró insistiendo.- tienes que estar asustada.- viendo como se derrumbaba entre sus brazos.- pero entre ambos, lo cuidaremos... te cuidaré, y tendremos un bebé.
por eso quieres casarte conmigo. Por el bebé.- declaró – no quiero casarme...- mintiendo. En esos momentos sus hormonas y aquel miedo, estaban ganándole a su corazón, su mente, y su espíritu. – no quiero... no quiero...- llorando.- no quiero un bebé...no puedo ser madre...- él la aferró sorprendido que dijera tales palabras.- ¡aléjate! No quiero un bebé... no ahora...
no digas eso.- declaró en verdad preocupado y asustado.- ¡no digas eso!- tomándole aun con mas fuerza - ¡despierta y piensa lo que dices!
Itzume gimió con su rostro embargado en lagrimas.- ¡Itzume!- exclamaron detrás. Ahí estaba Fujitaka Kinomoto y se notaba preocupado. A su lado estaba Shaoran, mas allá Sakura y detrás, Eriol con quien reconocieron como Ieran Li- ¿qué te pasa?
Señora Ieran- declaró la muchacha notándose en verdad preocupada. Se lanzó a los brazos de su protectora dejando a Touya detrás, con rostro sorprendido que paseaba de su padre a Eriol. Luego viceversa, - ¿qué hace aquí?
vine tan pronto pude. – acariciándole su pelo y su espalda.- ¿qué te ocurre?
Itzume no respondió a la mujer. Eriol aun observaba a Touya y este miraba a las mujeres con rostro de alta traición.
usted.- declaró Ieran-- ¿qué le ha hecho a mi Itzume?- declarándose protectora de la muchacha y sorprendiendo a Shaoran y Fujitaka. Es cierto que Itzume fue criada como una mas de las Li, pero Ieran siempre la trató con cierto distanciamiento y pudor. Así como a sus otros hijos. - ¿qué le ha hecho¡respóndame!
Fujitaka observaba aquella mirada en su hijo y este observaba la muchacha que lloraba en brazos de la mujer.- pregúntele a ella.- gruñó.- que me ha hecho a mi...
¿Touya que hablas?- preguntó Sakura. Pero Touya Kinomoto salió pasando por el lado de todos y dejando a la muchacha llorando en brazos de su protegida.,- ¡Touya! –observándole por donde se marchaba.
¿qué le haría ese hombre a Itzume?- preguntó Ieran con sobreprotección a Fujitaka Kinomoto dos horas después mientras ambos resguardaban el sueño de la muchacha.
seguro fue alguna discusión de enamorados... tranquilícese.
No puedo estar menos que inquieta.- murmuró ella mirando el rostro de la chica que habían sedado con unas hierbas en un té. - ¿notó como estaba? Es la primera vez que la veo así.
ellos se aman y me resulta un tanto extraña la conducta de Touya cuando el siempre, evita confrontaciones. Mas aun con las personas que ama.
solo advierto algo Kinomoto. Ese muchacho hizo algo a mi protegida y juro que le haré pagar.
no le hizo nada malo.- declaró Kiobe interviniendo. Venía con una bandeja con frutas, panes y queso.- traje esto para que coman.- explicando la bandeja.- ese hombre está en todo derecho sobre la muchacha.
nadie está en derecho...- declaraba Ieran pero Kiobe le interrumpió.
La muchacha está encinta.- Ieran y Fujitaka se observaron y luego a la curandera.- y Kinomoto es el padre...- hablando del primer hijo de Fujitaka.-así que no se sorprendan por su actitud. La pobrecita tiene miedo. Y además, sabemos que cuando las futuras mamás están esperando, se vuelven muy susceptibles y nerviosas.
Fujitaka no se sorprendió de aquello. ¡si bien sabía que aquellos encuentros nocturnos entre su hijo y la hechicera no era para solo charlar! Y la muchacha era todo menos una niña.
Sonrió incluso.- ¿qué le causa tanta gracia?- declaró Ieran.- ¡es un desastre! La chica será madre sin estar casada. ¡es demasiado joven!- exclamó.
cálmese Ieran.- declaró Fujitaka.- las cosas no son...
no diga tan mal, por favor no lo diga Kinomoto. La muchacha era mi responsabilidad. Ahora, concibió un hijo fuera de unión marital.
está exagerando.
no exagero.- declaró poniéndose de pie. Kiobe la observaba atónita.- me la llevaré de regreso a casa. Me la llevaré y allá tendrá a su hijo.
recuerde que ese niño, es mi nieto.- declaró Fujitaka a la defensiva.- Touya jamás permitirá que se lleve a su mujer y a su bebé. Y yo no daré mi apoyo. Es mi nieto. Y es mi hijo a quien trata de separar de ella.
él no está en la par de tomar esas decisiones.
¡claro que si lo está!- declaró Fujitaka.- es el padre de bebé. Ama a la muchacha y usted lo sabe. No debemos intervenir. Son adultos y tomarán sus propias decisiones.
lamento entrometerme pero es verdad- declaró Kiobe.- su hijo, y los demás corroboran cualquier declaración. Ese hombre está loco por ella y desde antes de saber que tendría su hijo, había que verlo con ella. Ahora, no puede troncharles su camino, llevándosela. No sería, correcto. Hay que darle dos o tres días. Le aseguro que, ella recapacitará.
¿cómo lo sabe?
porque una de mis muchachas, no es mi hija, pero como si lo fuera, está esperando un bebé. Y créame cuando le digo que, esa mujer es susceptible y sensible cuando menos una lo espera. Es el tiempo de gestación y ciertos cambios de humor...- haciendo una reverencia.- ahora, será mejor que vayan a descansar. No se preocupen. Yo la cuidaré.
Eriol suspiró largamente. Se fijó en su calendario y sonrió. En dos días mas, su mejor amiga, cumplía años de casada con Kinomoto. Se preguntaba ¿se habrá recordado de aquello?
Lo sabía porque gran parte tuvo él en que aquella boda de Itzume y Touya se realizara. Recordó el estado histérico en que encontraron él, Sakura, Shaoran, el señor Kinomoto y Ieran Li, a su amiga. Al borde de un ataque de nervios. Su mirada se fijó a la puerta cuando notó unos ojos azules y pelo revuelto observarle con inocencia. Sonrió y asintió permitiéndole pasar. - ¿que pasa?
bueno, estaba aburrido para serte franco padre.- declaró su vástago sentándose frente a él.- además, Nakuru y mi madre planean visitar a Itzume y llevarle un regalo... no se para que. Y piensan invitar a Kiddy, la madre de Pai.
ah, Tomoyo lo recordó también. – sonrió Eriol.- ¿dónde están ahora?
tomando té en la terraza.- declaró su hijo.- en verdad estoy aburrido...- juntando sus piernas en su silla.- y Pai también.
Hagamos algo.- declaró Eriol sonriéndole.- tengo que enviar este mensaje a mi viejo amigo Yamasaki. ¿Quieres acompañarme a la mensajería?
¡si, claro!- exclamó entusiasta.- ¿quieres que vayamos con Pai?
si, claro. Invítalo- viendo su hijo salir con prisa afueras del estudio.
Observando a su alrededor, en especial en el espacio que había entre su librero y la ventana, escuchó las risas del exterior. Se acercó notando a Nakuru y a su esposa, reír de algo en particular. No sabía de que, pero su esposa se veía delicada, hermosa y feliz.
Recordó en estos momentos, viendo como los rayos del sol, iluminaban sus bucles, los días, que paseaba por los jardines del palacio con ella y notó a la muchacha de cabellos negros y ojos verdes, sollozar con un libro en sus manos. Ieran Li estaba a su lado.
Escuchaban él y Tomoyo que Ieran le decía algo a su protegida y esta no asentía ni rechazaba. Escucharon al final cuando ella dijo.- es lo mejor para ti y el bebé. Iremos antes de que nazca y tendrá allá lo que él no puede darle aquí...
Eriol frunció su mirada. No estaba pensando mal: Ieran planeaba llevarse a Itzume.
Itzume hola.- declaró Eriol acercándose. Tomoyo le siguió la corriente, caminando a su lado aunque no sabía que planeaba.- no te había visto en un par de días...- sonriéndole.- señora Ieran.- dando un cordial saludo. – me sorprende verle aquí a estas alturas del día.
Si, bueno, Itzume necesitaba compañía y salir de su habitación.
¿Nos permite hablar con ella?- preguntó Eriol sorprendiendo a ambas mujeres.- quisiera hablar con ella.
si, claro.- declaró aceptando. Poniéndose de pie declaró.- si se les hace tarde charlando, acompáñenla a su habitación.
Quedándose a solas, Eriol se sentó a su lado y declaró.- hola...- ella le sonrió nerviosamente.- la maternidad te ha hecho verte hermosa.- ella bajó su cabeza.- ¿por qué estás triste?
Ahí ella le observó. - ¡ay Eriol: creo que cometí un error!- comenzando a llorar. Tomoyo se asustó y observó a su prometido preocupada.- ¡creo que lo lastimé y jamás me lo perdonará!
¿quién¿quién no te perdonará?
Touya.- declaró .- le dije que no lo quería... no quería a nuestro bebé. Pero si lo quiero... pero es tarde... no lo he visto...
¿a quien no has visto¿a Touya?- preguntó Tomoyo.
Itzume quitando sus lagrimas asintió.
Touya está bien Itzume. Ha estado ocupado...- declaró Tomoyo. Entrelazó sus manos con las de la chica. Los ojos verdes se posaron en su mirada amatista.
no mientas para protegerlo. Se que...- hipando.- dije cosas el otro día. Que no son del todo ciertas.
lo amas. Claro que lo amas. Y él lo sabe. Pero como Tomoyo dijo, te da un poco de espacio. Se asustó mucho como le hablaste días atrás.
es que no se...
escúchame. – declaró ahora Tomoyo.- esta vez, te debo un gran favor. Sin ti, creo en parte, Eriol y yo no estuviéramos juntos ahora. Te voy a declarar algo acerca de Touya Kinomoto. No es algo que no sepas: él te ama. Touya te ama como no ha amado otra en esta vida. Lo se porque lo conozco. Ha habido mujeres en su vida, pero tu eres la única. ¿entiendes? Te ama y lo conozco para saber que no se dará por vencido en su persecución por ti. Ya vendrá a ti... ten fe.
creo que, lo he perdido Tomoyo.- hipando.- él quería lo mejor para nuestro bebé y lo he perdido. Creo que, volveré con Ieran a casa.- sorprendiéndoles. Eriol y Tomoyo intercambiaron miradas estupefactos.- será lo mejor para mi y nuestro bebé. De todas maneras, fui yo quien lo rechazó.
pero creo que si te lo pide de nuevo.
no lo pedirá. Algo que he aprendido es que, él no volverá a insistirme o a perseguirme. – negando con su cabeza.- tal vez hasta me odie...
Eriol había contado con lujo de detalles a los presentes lo dicho por Itzume aquella noche. Sakura después de unos instantes de silencio declaró.- ella está completamente loca... mi hermano está insoportable desde que ella dijo todo eso. Él cree que ella no lo ama. ¡Y que decir lo del bebé! Ama a esa chica y es su hijo ¡Está que mi padre no lo controla a veces!
¿qué podemos hacer?- preguntó Shaoran.- mi madre está decidida con llevársela y que Kinomoto no haya ido siquiera a verla en estos días, ha puesto mi madre mas en contra. Se la lleva en los próximos días y no me ha dado explicación. Solo me dice que ella es su responsabilidad. No quisiera ver a Itzume sufrir...y sabemos que así sucederá. Si su salud recae es riesgoso no solo para ella, sino para el bebé.
¿ella se atrevería a separarlos?- preguntó Sakura.
no es eso—declaró el ex príncipe- mi madre tiene ideas particulares y precisas. Un tabernero no cabe en los planes de matrimonio de Itzume. Aunque sabía que esos dos se traían algo, y nunca puso peros, ahora, es una molestia su relación. Aun no comprendo porque. Se lo pregunté pero no me dio una respuesta concisa.
¿crees que pondrá resistencia en nuestro matrimonio?- preguntó Sakura con temor en su voz.
si las coloca, las saltaré.- declaró con dulzura.- nadie me impedirá que nos casemos...- sonrojándole.
¡ah pero que tiernos!- declaró Kiddy sonriendo y los demás les observaban con perspicacia.
conozco a mi amigo.- declaró Yukito atrayendo las miradas y las atenciones de todos.- Touya quiere casarse con ella. Pero no le propondrá matrimonio de nuevo. Es un cabeza dura... y siente su ego lastimado...
tengo una idea- declaró Tomoyo sonriendo.- ¿qué tal una emboscada?
¿emboscada?- preguntaron muchas voces al unísono.
solo tenemos que, reunirlos a los dos en un mismo lugar. Casarlos. Se que Itzume, no quiere irse y dejarlo. Se que Touya la ama pero no se lo propondrá de nuevo. Entonces ¿que tal reunirlos a ambos y organizar nosotros la boda?
Pero Tomoyo...- dijo Kiddy nerviosa, tocando instintivamente su vientre ensanchado. Ya en cualquier momento, podría entrar en labor.
Tiene lógica- declaró Sakura animada.- mira, Kiobe y Tomoyo se encargan del vestido de la novia. Kiddy y yo, de las flores. Tu Shaoran, Yukito y Eriol, de avisarles a mi padre y a los demás, y preparar todo lo demás. Incluso quien oficiará la boda.
creo que podemos conseguir que Matso lo haga. – declaró Shaoran . – después de todo, es un representante de la ley.
¡o el abuelo!- declaró Kiddy- para que se casen bajo la ley de los Hermanos De La Luna. – sonando ilusionada.
Sakura y Tomoyo asintieron esperanzadas.
Ahora ¿cómo convencer a Kinomoto? Es un cabezadura.-declaró Shaoran- jamás permitirá que nos entrometamos.
Eso déjenmelo a mi- sonrió Yukito.- me encargaré que acepte.
Yo también- declaró Eriol.- después de todo, tenemos algo en común. O mejor dicho un par de cosas en común.- observando a Tomoyo subjetivamente.
está decidido entonces – declaró Sakura entusiasmada. - ahora, lograremos llenar los detalles mas pequeños.
El sujeto cabalgó con su hijo toda la tarde. Una de las cosas que mas charlaron fue la presencia de sus tíos en casa de su abuelo y la posibilidad de que su madre (según escuchó en el desayuno entre ambos), se aventure al senado, algo que a Touya le dio mala espina.
¿qué dijo tu madre de esto? – preguntaba camino a su casa.- ¿A la posibilidad de hacer eso?
Touya no le gustaba aquello. Bastante le había costado para él que su esposa llevara una vida normal. Vida que no había llevado desde su infancia pero que merecía: tranquila, alrededor de personas que le amaban. A su alrededor.
Pero ahora, esto amenazaba su vida como la llevaban. Touya gustaba de aquella vida que habían llevado: criando a sus hijos lejos de la alborotada capital y lejos por supuesto de todo aquello que en un principio, se prometió a si mismo no intervenir. Ahora ¿acaso su esposa, perseguía ambiciosamente una carrera política¿no encontraba suficiente el ser su mujer, cuidar a sus hijos e intervenir esporádicamente en el senado?
Mamá parecía bastante entusiasmada, aunque para serte sincero, el abuelo notaba sus distracciones momentáneas e incluso, el tío Shaoran.- Touya retiró la vista de su hijo observando a su residencia.- parecía meditar las cosas... ¿crees que nos abandone para involucrarse en la capital con el senado Padre?- ahí atrayendo su mirada.
Escúchame bien: su madre jamás los abandonaría. A ninguno de ustedes. Son su vida, son su esperanza... lo son todo.- sonando en verdad seguro de lo que hablaba.
Comprendo... pero es que, el temor de que perdamos a mamá...
Jamás la perderán.- declaró con decisión. – Eso es solo seguro una idea pasajera. – su hijo se notaba inseguro y él declaró para que estuviera del todo convencido.- Tu madre, decidió una vez no casarse conmigo.- sorprendiéndole y atrayendo la mirada de su hijo.- Al final, pensó que si era lo mejor... ya lo ves: años después y cuatro hijos después y seguimos juntos...
En verdad fue así que ocurrió pero otra cosa era la intervención de (quisiera o no) de Shaoran Li, Hiragizagua, Tomoyo y la misma mujer de los Hermanos de la Luna.
Tomoyo observaba en aquellos instantes a su hijo mayor corretear en el jardín de la residencia mientras eran perseguidos por una muchacha que era la institutriz trataba de alcanzarle. Eriol no estaba en casa y Tomoyo le había dado mucha mente aquel día (mas aun con su hijo mas pequeño en sus brazos), sobre la vida que llevaba. Después, pensó en Kiddy y mas tarde en Sakura. Sus vidas les habían permitido compartir mucho en aquellos años. Pero nada era comparado con los recuerdos de la boda que realizaran todos en complicidad para Touya e Itzume. Se fijó en su mente y por su calendario que pronto, sería el aniversario de la pareja.
¡que lejos se veían aquellos días que, ellas planearon con sumo detalle todo con respecto a las bodas de ambos. Y fue en aquellos días que, presentó a Kiddy y Sakura con una parte de sus regalos.
¡En verdad es magnifico!- declaró Sakura sorprendida a su prima mientras observaba con admiración el cuadro que esta había pintado.- ¡Oh Tomoyo! Está sublime...
¿En serio lo crees?
Si – asintió Kiddy azorada y observando también la pintura con admiración,.- no pensé que formaría parte de ella... cuando me dijiste que estabas pintando. ¡pero hasta te recuerdas de nuestras vestimentas! – viéndose a ella misma con sus trajes que usaba mientras cohabitaron en las montañas sagradas. - ¡Es increíble! Recordaste cada detalle.
Les agradezco sus halagos pero no es nada. Eriol me ha dicho que para ser de principiante está muy bien.- declaró sonriendo.- y pensaba obsequiarles a cada una un cuadro... es una pena que, Tsubame no esté aquí para opinar al respecto. – Entristeciéndose y observando la pintura.- pensé que hacerle uno a Itzume estaba a la par y a lo justo pero Touya no me lo permitió.- sorprendiéndoles.- confiscó todos mis bosquejos que elaboraba cuando aun estaba dormida...
¿qué mi hermano hizo que?- preguntó Sakura en verdad sorprendida.- ¿en serio?
Si. Eriol dice que es por celos...- surgiéndole una gota a cada una en sus cabezas- y además no pretendiendo que el cuadro se volviera un recuerdo de su vida, ya saben por si al final cruzaba al otro mundo. Claro, que esto era cuando aun estaba dormida.
Creo que para la ceremonia de mi hermano e Itzume deberíamos colocar este cuadro.- declaró Sakura sonriéndole a Kiddy- Así Tsubame estará presente, aunque sea en espíritu. – Kiddy asintió mientras instintivamente tocó su vientre.
Ya estamos listos- declaró Kiddy.- El abuelo realizará la ceremonia- mirando a Sakura agregó-.- aunque está mas entusiasmado en realizar tus bodas con Li...- sonriéndole y Sakura se sonrojó.- Dice que por lo menos, antes de morir, desea casarlos... y a ti también- sorprendiendo a Tomoyo (quien se reía del sonrojo de Sakura),- tiene una fiebre de realizar matrimonios que nadie creería. Aunque claro, creo que estaba con las ganas de casar a Tsubame y a Hue.
Sabes ¿Kiddy? – declaró Tomoyo con precaucion al tocar aquel punto.- Creo que tu abuelo nunca tuvo intención que Tsubame y Hue se casaran pero si ustedes dos- sorprendiéndoles.- Cuando se enteró de lo ocurrido entre ustedes dos, a ti no te castigó. Solo puso a prueba su amor: los alejó un tiempo uno del otro para probar si eran solo deseo o amor.
Creo que tienes razón – declaró sonriendo sutilmente – Hue y yo nos amábamos de una manera que creo que confundía a todos. Pero siempre nos tuvimos estima...
Lamento lo que ocurrió con Hue, Kiddy- declaró Sakura sutilmente.- Creo que si algo así me pasara con Shaoran, me moriría... – se estremeció de solo pensar el haber perdido a Shaoran.- Hue era un gran amigo.
Kiddy asintió y mirando el cuadro una vez mas declaró a Tomoyo.- ¿Sabes? Creo que Tsubame te quedó justo como era: valiente, decidida y hermosa...- haciendo una pausa.- si llego a tener una niña, creo que le pondré su nombre- no evitando derramar una lagrima.- Es lo menos que se merece mi hermana...
A la mañana siguiente, todo estaba listo en uno de los salones del castillo. No todos estaban enterados de lo que ocurría. En uno de los salones contiguos Itzume era victima de las jóvenes que le ayudaban a prepararse para sus bodas con Touya. Lo que ella no sabía era que Touya aun no estaba enterado: aquello le correspondería a Yukito a quien le dieron la tarea de informarme momentos antes de entrar al salón.
En el salón circular había casi en el centro un circulo hecho de flores blancas cuyo tallo tocaba con simetría los pétalos de la siguiente flor, formándose una cadena en la cual los novios debían de colocarse.
Mientras Eriol y Shaoran se ocupaban de encender todas las velas que debían de estar encendidas. Eriol explicaba a Li—Las velas simbolizan la llama eterna del amor... según la tradición de los Hermanos de la Luna, la luz simboliza pureza y claridad dentro de la vida marital. Mientras mas iluminada se encuentra una ceremonia, se desea una mayor claridad y felicidad... – encendiendo una por una las velas en los candiles. Observando a su alrededor su mirada brilló un poco mas y utilizando sus poderes, incluso encendió aquellos que estaban en el candil enorme del techo y Shaoran le miró reprochadoramente.- ¿qué? Quiero que ella tenga un matrimonio feliz... ¿tu no?
En verdad lo último que me imaginaba de Itzume (entre muchas cosas que me sorprenden de ella), es que se fijara en alguien como Touya Kinomoto. El hombre tiene un temperamento explosivo.
Ella sabrá controlarlo... ten fe.- viendo a la puerta contigua al salón donde se suponían que Itzume estaba con las demás enlistándose para sus bodas.- Tengamos fe que, Touya no se avergonzará de esto y no la rechace...
¿Bromeas, cierto? Los últimos días, no hay quien soporte su mal humor... y sabemos que fue porque Itzume rechazó su propuesta de matrimonio. Es terco pero sabemos que, ama a Itzume.
Mientras en la habitación contigua Tomoyo decía.- Listo.- delante de las miradas inquisidoras de Kiddy y la madre de Tsubame, quienes sabían los vestuarios tradicionales en tales ceremonias- ¿qué tal?- preguntó observándoles.
Sakura observaba maravillada a su futura cuñada mientras esta esperaba el visto bueno de las mujeres. Kiddy y la Madre de Tsubame se observaron entre si y nuevamente el traje de la muchacha: la parte superior era una especie de corsé que estaba rodeando un bluson de mangas anchas color crema y en la parte inferior era una falda de corte ancho que descendía hasta arrastrar en el suelo. Su pelo estaba amarrado en una coleta alta que estaba decorada con flores y listones del mismo color de su vestido y color verde pálido que bajaban hasta su espalda. En sus manos Sakura colocaba en aquellos instantes un ramo de flores de muchos colores tomadas del prado cerca del palacio.
Estás hermosa- declaró Kiddy sonriendo - ¡Soñada¡Tomoyo: hiciste un estupendo trabajo!
¡Vaya! Si hubiera sabido que te verías algún día tan femenina, me hubiera lanzado del balcón- sonrió Meiling a Itzume y ella respondió su sonrisa- ¡Estás preciosísima!
Agradezcámosle a la señora Li: Meiling robó ese corsé de sus pertenencias... lo demás fue solo de ensamblar.
¡Voy por Shaoran y Eriol! – declaró la joven Li entusiasmada- ¡Miroku se sorprenderá!- marchándose a buscar los hombres que la entregarían a Touya.
Pareces nerviosa- declaró Tomoyo al ver en verdad el nerviosismo en la futura señora Kinomoto,.- No debes de estarlo. Touya te ama...
Es que, no se en verdad como se habrá tomado las noticias- mirando a la puerta en aquel momento se abría. Dos hombres ingresaban notando en verdad, las vestimentas de la joven. Ella ante ellos, se azoró.
Vaya... hiciste un buen trabajo.-declaró Eriol besando a Tomoyo en la mejilla y luego a su amiga- estás hermosísima.
Shaoran asintió mirando un instante a Sakura y después a su compañera y declaró.- Te ves radiante...- sonrió dándole confianza y abrazándole.- Siempre tendrás a un hermano en mi... nunca lo dudes.
Sakura sonrió maravillada ante la escena y pronto la voz de Nakuru los interrumpió diciendo.- ¡Ya está aquí!
¿Ha entrado? – preguntó Sakura alterándose como todos los presentes.
Miroku y Meiling han ido en búsqueda de Ieran Li- declaró.- Tao me ayuda pero, no creo que podamos aguantarlo mucho mas... están allá afuera y temo que le de un golpe a mi queridísimo Tao.- declaró ante el humor explosivo de Touya.
Mientras en las afueras del salón en efecto Touya parecía querer golpear a Tao si era necesario. Yukito le había solicitado que vistiera bastante arreglado y pulcro pues habría una actividad (de la cual no le dio detalle) al atardecer en uno de los salones. Touya había interrogado a su amigo hasta el cansancio y este como excusa le explicó que era una especie de cena, con todos los involucrados en la toma de palacio.
Una absurda idiotez si me lo preguntas- le dijo segundos antes de llegar a las puertas de aquel salón- ¿A quien se le ocurre hacer una cena de celebración cuando aun hay personas que no han vuelto a sus casas por miedo a ser atacados? Y además hay muchos otros que sus cosechas se vieron arruinadas... hay hambre y todo lo demás y cientos de soldados que marchan aun por los territorios.
Tao ahora, detenía a ambos amigos de ingresar. Yukito comprendía las intenciones del sujeto (en complicidad con los demás) pero no aun así Touya. Tao observó a Kinomoto y luego a Tsukishiro y este negó con su cabeza. ¿aun no le había dicho de que trataba todo aquello?
¿Por qué rayos no me dejas pasar?- gritó ya delante de él.- ¡Déjanos pasar! Supongo que estamos invitados si, nos invitaron- señalándose a si mismo y a Tsukishiro. Aunque Yukito sabía que, Touya en verdad, quería ver a Itzume: este le había comentado que la joven había asegurado a Sakura que asistiría aun cuando no quería ver a Touya por todo lo ocurrido.
Kinomoto: por favor... cálmate- decía Tao Makoto- Me han dado ordenes que no pases...- sorprendiéndole. Touya tenía ganas de estrellar su puño contra su cara y eso era notable.
¿Quién te dijo eso¿Itzume¿el idiota niño príncipe? –como despectivamente se dirigía a Shaoran.- ¿O Ieran Li que no quiere que hable con Itzume?
No se... no se... el asunto es que, aun no puedo dejarte pasar...
¡Dile a cualquiera de ellos que no desistiré! – declaró Kinomoto.- Voy a ver a Itzume... ¡Quieran o no!
Touya...- decía Yukito alarmándose ante como se estaba alterando.
¡No Yuki! He sido un tonto... he tratado todo este tiempo de hablar con ella y mi maldito orgullo no me lo ha permitido... no voy a permitir que se marche con Ieran sin yo hablar una vez mas con ella... – ahora mirando a Tao - ¡Y ni tu ni nadie me lo impedirá!
Yukito tenía una gruesa gota en la cabeza. Prácticamente Touya se volvió un hombre de casi tres veces su estatura para gritarle a Tao y la potencia de sus gritos, no dudaba que, fueran escuchado en los cuatro rincones del castillo y hasta mas allá. Fuera por los gritos o no, Sakura se apareció en la puerta y la juntó detrás de si.
Hermano ¿por qué gritas?- viendo a Tao con una gota en su cabeza pero aun así soportaba sus gritos.- Hasta adentro se oye tu escándalo...
Este necio que no me deja pasar "Siguiendo órdenes" – dijo arrastrando sus palabras y mirando a Tao como si quisiera fulminarlo con la mirada.
¿En serio? Bueno si es siguiendo órdenes, entonces deja que las siga- dijo con simpleza.
¿Tu también Sakura? – preguntó asombrado y mas molesto que nunca. - ¿Acaso todos se han predispuesto en esconder a Itzume? – Sakura observó a Yukito y este negó con su cabeza.
La voz de Tomoyo quien salió por la puerta al igual que Fujitaka (este sonriendo sutilmente) les atrajo diciendo.- Ya estamos listos...- observando a Touya con voz soñadora declaró.- Ah ¿ya estás aquí?
¿Cómo que si ya estoy aquí¡He estado aquí desde hace bastante rato!- exclamó molestándose en verdad de que todos supieran algo que él no.- ¿qué demonios pasa?
Fujitaka observó a Yukito y le preguntó.- ¿aun no lo sabe?
No he podido decírselo- admitió el sujeto.
¿Decirme que¿qué es lo que todos ustedes saben que yo no?
Todos se marcharon del lugar excepto Fujitaka yendo al interior del salón. Touya se exasperó con la actitud de todos ¿cuál era el gran secreto? Fujitaka teniéndole compasión con acento recto dijo- Dime Touya ¿en serio estás decidido a casarte con Itzume¿a no permitir que Ieran Li se la lleve?
Claro que si- declaró aun mas confundido.- Pero no entiendo que ...
¿La amas?
Sabes mas que todos, que tanto significa para mi.- declaró con firmeza y su padre leyó la decisión en sus ojos.
¿Qué significa esto? – preguntó una voz detrás de ellos. Touya se volteó mostrando su molestia ante la presencia de la mujer, quien venía con Miroku y su esposa.- estos dos me han arrastrado hasta aquí con excusas inverosímiles.
Póngase en línea- declaró Touya cruzándose de brazos. Ieran le miró con acidez y Fujitaka intervino.
Justo a tiempo señora – declaró el padre de Touya sonriendo con cortesía.- De todas maneras, la boda no puede realizarse sin la madre de la novia.- sorprendiéndoles a ambos. Touya e Ieran intercambiaron miradas de incertidumbre.- De todas maneras Itzume le considera como su madre...
¿Itzume...- preguntó Touya.
Reconsideró las cosas... – declaró Fujitaka con su usual calma y sutil sonrisa.- Con la ayuda de todos sus amigos y demás seres queridos hemos organizado la boda...- ahí observando a Touya.- La de ambos...
Ieran guardó un silencio sepulcral ante aquello. Fujitaka agregó.- Touya debe de entrar con usted a su lado...- sorprendiéndole a ambos.- ¿Creen poder hacerlo?
Ieran tomó una bocanada de aire y sin sonreír declaró observando a Meiling.- Debiste advertírmelo.- declaró observándole con su filosa mirada.- Así me habría puesto algo mas acorde a la actividad.- señalando sus vestimentas.
Estás bien Tía Ieran.- llevándose del brazo a Miroku.- Los esperamos dentro. – abriendo totalmente las puertas del salón. Touya pudo observar (no evitar estar sorprendido) que aquel salón estaba totalmente iluminado en velas desde el suelo hasta el tope incluso el candil que estaba en el salón estaba encendido. Vio que todos estaban con una sonrisa, en expectativa esperando que entrara. La única que faltaba allí era Itzume y no veía a Shaoran Li (suponía que estaría al lado de Sakura) y tampoco a Hiragizawa. Lo que si veía era un anciano que estaba en el centro del circulo de personas que había en medio del salón.
Quiero decirle Kinomoto que no apruebo como las cosas se dieron entre ustedes- declaró Ieran atrayendo su mirada. – Pero Se que ella ha llorado desde que ustedes discutieron. No quiere irse de tu lado... y es algo que comprendo... si ella no te amara, jamás se hubiera entregado a ti... quedando encinta...
Touya no respondió nada. Ambos ingresaron a un mismo paso. El anciano con su recto rostro, tenía a su lado a Kiddy y esta sonrió a Touya.
no hace falta, que aparente
tu conoces cada línea de mi mano y me convence.
Cristian Castro "No hace Falta"El prometido, debe de ingresar al circulo- señalando al suelo. Touya observó el circulo de flores en el suelo y no comprendía que era aquello. Su incertidumbre fue leída por la próxima en tomar el trono de la sociedad Hermanos de la Luna.
no hace falta, que nos prueben
si sellamos de palabra esta promesa y somos fieles
Cristian Castro "No hace Falta"
Es una típica ceremonia de la sociedad Kinomoto... pero es tan legal como cualquiera... – declaró sorprendiéndole. – Te guiaremos en todo el proceso... no te preocupes.- Él accedió ingresando al circulo de flores sin pisar ninguna y sin romper el circulo. Podía leer la emoción en las caras de todos los conocidos y las lagrimas en los ojos de Sakura y Tomoyo le dieron a entender que, por primera vez, todo tenía sentido.
no hace falta, que demuestre,
que recuerdo con detalle cada fecha con claveles,
que nos juzguen, que se mire en el espejo y se confiese
Cristian Castro "No hace Falta"
A los pocos segundos una puerta lateral se abría en donde salían Eriol y Shaoran. Cada uno del lado de la joven que reconoció por sus ojos verdes: jamás pensó hasta ese momento, que se veía mas hermosa. Se quedó embelesado observando como aquel traje la embellecía aun mas. Las flores en sus manos, los detalles en su pelo (era la primera vez que la veía fuera del campo de batalla con el cabello atado), pero los detalles sobresaltaban sus mejillas sonrosadas. Eriol y Shaoran la llevaron hasta el circulo y el anciano dijo.- Estas dos personas son aquellas que, confieren a la joven a su prometido, bajo un acuerdo que trasciende documentos ... un acuerdo en que aprueban esta unión así como todos los presentes. – el anciano indicó con su mano a la joven que ingresara al circulo al lado de Touya.
es tan grande el sentimiento que nos une, no se vende.
El anciano comenzó a recitar algo que solo aquel en total conocimiento de la tradición entendía. Touya y los demás (exceptuando Eriol, gracias a sus recuerdos como Li Clow, Kiddy y por lo que parecía Itzume), entendían aquello.
Itzume se acercó a Touya y dijo en voz baja.- Aun estás a tiempo... por si no quieres... lo comprenderé.
no hace falta llevarte a la gloria vestida de novia por aparentar,
no hacen falta los ramos de flores,
no sanan dolores si busco y no estás.
Jamás .- declaró enérgicamente – Estamos en esto juntos...- sonrió sutilmente a su novia y ella se sonrojó mas al asentir.- Al menos claro, que me gustaría saber que tanto dice...
Itzume sonrió. -"Estas flores simbolizan el circulo que hay cuando dos personas deciden unirse de por vida. Nuestras vidas y muertes son un ciclo continuo. Las almas jamás cambian sino nuestras circunstancias en el transcurso de nuestras vidas... en esta unión están las almas como una. Una unión que, transcienden nuestros espíritus. Armonía, amor, convencimiento y comprensión, son sus bases. La fidelidad en carne y pensamiento, es la consecuencia del amor filial. Unión de familias, sociedades... amigos"- interpretó la muchacha y le explicó a Touya. El anciano dejó de hablar.
sólo pido tiempo...para amar
Tómense de las manos- declaró Kiddy.
Ambos jóvenes así lo hicieron. El anciano declaró ahora en su idioma- La unión de sus manos simboliza el acuerdo de ambas partes, de protegerse, amarse, ser fieles uno con otro, cuidarse y vivir con la comprensión total que, su unión no es algo que debe de ser abandonado. Debe de ser lo primero, lo esencial y lo último desde que sale el sol hasta el día siguiente cuando vuelve a surgir. El circulo en sus pies, el compromiso de unión hasta el final que debe existir entre parte y parte... – comenzó buscando algo en su bolsillo y cuando lo sacó lo entregó a Touya en sus manos, atravesando el circulo.- y la sortija el compromiso hecho material de que esta mujer es tuya. Nadie mas debe de interferir entre ustedes. Ella es tuya y tu de él... – señalando a Itzume.- Así será hasta que el ultimo respiro salga de cada uno. – Touya colocó el anillo en la mano de su prometida quien a partir de ese momento era su esposa.- Nadie puede intervenir en su unión y por supuesto permanecerán así hasta que esta vida termine e inicien la siguiente...- sonriéndoles.
no pretendo transformarte,
solamente si prestamos atención a vías del arte,
escucharte y desnudarte.
Delante de sus seres queridos y además bajo las leyes sagradas de nuestra sociedad, son uno desde ahora y por siempre...- declaró Kiddy- Yo, como segunda de nuestra sociedad, apruebo y bendigo su unión...- sonriéndoles y guiñándole el ojo a Itzume.- Ya puedes besarlo...
Shaoran estaba abrazado a Sakura y viceversa. Igual Tomoyo y Eriol y los demás allí presentes que entendían a la perfección el voto marital entre ambos y cuanto se amaban no podían menos, estar emocionados. Itzume fue tomada con delicadeza por los hombros y sus ojos estaban centelleantes.
si tus ojos y tus labios son mi cielo, cómo descuidarte.
Lamento haberte lastimado y todo lo que te dije- declaró ella en verdad apenada y dijo.- Pero hemos hecho lo correcto ¿cierto? – entrelazando una de sus manos con una de las de él.
No hace falta llevarte a la gloria vestida de novia por aparentar,
no hacen falta los ramos de flores,
no sanan dolores si busco y no estás.
Touya como toda respuesta, buscó sus labios y ambos se besaron en un intercambio del amor que en verdad y fuera de los malentendidos que tuviesen en el pasado, ambos se profetizaban. Ella estaba y se sentía finalmente completa en su vida, y los aplausos de los allí presentes, fueron los que le delataron a Touya que, estaban con compañía y se vieron forzados a separarse.
no hace falta guardarnos secretos ,
se lleva el respeto en la complicidad.
no hace falta decir que es perfecto,
fingir que eres mía frente a los demás.
Después de todos aquellos años, aun se amaban como el primer día. Era irónico, pensó Touya alguna vez viéndole dormir a su lado. Una extranjera que llegó como por cosa del destino a su camino, le brindó todo lo que buscaba en otros brazos por tanto tiempo.
El amor verdadero.
Ingresó a su casa a toda prisa y disculpándose con su hijo, le dijo que, guardara su corcel también. Sus pasos se sentían a toda prisa por los pasillos de la residencia y una de las sirvientas le vio la mirada algo preocupante en su rostro. Touya supo donde encontrarla e inmediatamente, la vio en efecto de pie. El cerró la puerta detrás de él y ella le dijo.- Que bueno que llegan temprano...- sonriendo aunque no se fijaba en el rostro que llevaba Touya.- Así cenaremos todos juntos...- pero no pudo decir mas nada pues cuando se volteó, fue aprisionada en unos brazos ansiosos y sus labios capturados en un beso pasional y fogoso que le robó el aire y le hizo soñar despierta mientras era explorada su boca con vehemencia por quien era su esposo. Cuando este se separó de sus labios (mas aun en búsqueda de aire que por deseo) ella pudo leer la fogosidad en su mirada y su pasión latente.
Touya- dijo ella en un ahogo – Vendrán los niños... ¿qué haces? – preguntó aun abrazado a él pero consciente que Touya fuera de la alcoba de ambos no era abierto a tales demostraciones pasionales.
No voy a permitir que nunca te alejes de mi...
Jamás me permitiría tal lujo.- respondió ella a milímetros de sus labios y sentía su boca caliente por el beso arrebatador recibido momentos antes. - ¿Qué te hace decir eso? Jamás me alejaría de ti...
Nada ni nadie- dijo mirándole con deseo.
Ella rió bajito y declaró.- ¿qué se te ha metido ahora Touya? Estás extraño...- mirando a la puerta- Tanto así que nunca harías esto...
¿Tiene algo de malo la espontaneidad? – preguntó con un susurro, alejando sus cabellos de su cuello. ella cerró sus ojos ante su roce.
No nada de malo... – y con su mirada brillante sobre los ojos de su esposo.-No tiene nada de malo la espontaneidad, - declaró con voz bajita pero tan enamorada agregó.- porque según recuerdo, una noche, años atrás, este comedor fue testigo de nuestra espontaneidad... y Saita fue concebida... así que no tengo nada en contra de nuestra expontaneidad ¡Pero no a tan temprana hora de la noche! – rió ante el gesto abochornado de su esposo ante su declaración.- ¿Qué dirías entonces a nuestras mucamas si nos encontraran...- pero él colocó su dedo sobre sus labios antes de que alguien mas escuchara.
Te amo... no quisiera jamás que... sintieras que no eres todo lo que debías ser por estar conmigo... porque solo saliste encinta con Kagome...
Eso fue uno de los eventos mas benditos y hermosos de nuestra vida- declaró aferrada a su cuello.- ¿sabes que otras cositas son hermosas en nuestra vida?
Ella se acercó a su oído y aun abrazada a él les mencionó todas y cada una- Cuando nacieron cada uno de nuestros perfectos hijos... cuando nos conocimos y cuando en tus brazos supe que solo había un hombre perfecto en mi vida... y ese eres tu.
No pudiendo decir mas nada pues no había mas nada que decir, los labios de ella, besaron con pasión a los de su esposo para que estuviera mas seguro que nunca, al igual que ella estaba, que su vida, era estar juntos.
no hace falta llevarte a la gloria vestida de novia por aparentar,
no hacen falta los ramos de flores,
no sanan dolores si busco y no estas.
sólo pido tiempo...para amar.
Lamento interrumpirles...- declaró una voz infantil divertida ante la escena a puertas cerradas en el salón y las consecuencias de su intromisión en pocos segundos. – Pero tenemos hambre y no podemos esperarnos mas... ¿podrían por favor dejar eso para lueguito?
Sus ojos brillaban ante su descubrimiento ¡no se cansaba de tomarle el pelo a su padre! Mas aun con aquella actitud que trataba de aparentar de frío y distante.
¡Kagome!- gritó un sonrojado Touya a su primogénita aun ante la mirada divertida de la misma. Se separó de su mujer mientras le gritaba a su hija.- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no es correcto hacer tales comentarios¡y Toca antes de entrar!
Detrás de ella venían sus demás hermanos y ella replicó con total madurez- Pero no están en su cuarto... – declaró con falsa ingenuidad.- Esa regla se aplica para su habitación ¿o también cuenta el comedor como parte de ello? Aquí comemos todos¿no es así mamá? Es un sitio publico y si tanto te molesta, entonces no se pongan de traviesos aquí...
Itzume estaba bien apenada por la actitud y mas aun los comentarios de su hija y trataba de controlar a Touya (no era un hombre que abusaba de sus hijos físicamente, pero no hacía mucho que le había referido a su esposa que la joven necesitaba una buena tunda para que corrigiera ese carácter de saber mas que todos), quien trataba de por todos los medios calmarse (una vena salía en su frente enrojecida) mientras su esposa lo guiaba a su lugar en el comedor.
Se sentó aun molesto y respirando bastante iracundo y su esposa a su lado. Kagome replicó con aire de ingenuidad y rostro de cachorrito lastimado.- ¡Ay perdóname papá¡No quiero molestarte! Es que creo que soy mala por naturaleza...- haciendo un falso pero bien dramatizado drama.- ¡no quiero que te enojes conmigo, mi dulce, encantador, amoroso papá!- abrazándose al brazo del sujeto.
Touya miró a su esposa y luego a los ojos de su hija. La verdad no sabía en primer lugar como se metió en semejante problema (¿De donde había salido una niña tan precoz como Kagome?) era el misterio mas grande. Ninguno de sus hijos tenía aquella actitud. Pero de lo que si estaba seguro era de que, era la hija de ambos y era definitivo.
Será mejor que comamos- declaró Itzume sonriéndole sutilmente a Touya y este dejó su mal temperamento.- Se enfriará la comida.- siendo servidos por una doncella.
Touya se quedó observando a su esposa por largo rato durante la cena: se preocupaba y ocupaba que cada uno de sus hijos se alimentaran correctamente y hasta después de que ellos terminaban (supervisaba los platos de sus hijos y los instaban a comer sus legumbres), era cuando ella prácticamente empezaba a comer.
Era una ardua, difícil y retadora tarea que se notaba que ella hacía con amor.
Touya se quedaba siempre hasta tarde en el estudio revisando las cuentas de la cosecha con su tasador y luego era cuando se disponía a marcharse a dormir. Camino a su recamara se encontró con una pintura de su madre y siempre tenía la costumbre de sonreír al retrato de la mujer de ojos verdes, que dejó aquel mundo a tan temprana edad. Después de la incursión en la batalla de palacio, mas nunca la volvió a ver.
Ni siquiera en sueños.
"Se que tu tuviste que ver... con que la recuperara. A ella y a Sakura"- declaró en su mente observando fielmente aquel retrato.- "Siempre te ocupaste de nosotros... cuando viviste y mas allá. Te lo agradezco y siempre estaré en deuda contigo. Supiste devolverme a la mujer que estaba destinada para mi en todo este tiempo. Algunas veces me pregunto porque creerás que soy testarudo pero con todo y todo en la amistad entre ella y el esposo de Tomoyo, me pongo celoso... si, celoso. No soporto que ellos tengan una vida pasada... una historia en la cual, no participé"- exhalando y pasando su mano por sus cabellos.-"Soy testarudo y a veces inconforme" – gruñó para si- "después de todos estos años..." – dudó en continuar.- "La sigo celando como un completo idiota. Caí en sus redes como nunca lo sospecharía... como nunca me imaginé. A pesar de todo, soy feliz. Como jamás pensé que sería. No quiero que se marche. No la quisiera jamás dejar ir. Pienso que así se sentiría cualquiera que la tuviera para él. porque ella es perfecta. Lo se. Cualquier hombre..."- dudando continuar.
Buenas noches- dijo en voz alta para marcharse a su recamara y no seguir pensando en aquello. En ese momento se encuentra con la última persona que creería que vería tan tarde: su hija Kagome.
Kagome ¿qué haces despierta tan tarde?- replicó su padre observándole con intensidad. No confiaba en la actitud de su hija de que parecía que guardaba secretos a todo y todos. Su mirada era de que "Sabe mas que todos a su alrededor" eso algunas veces le incomodaba.
Es que,- suspiró.- Estaba con mamá...- no evitando hacer un ademán de desaire.- ¿papá?- preguntó mirándole con tristeza- ¿Crees que soy tan hermosa como mi mamá?
¿A que viene esa pregunta?- no respondiéndole a su hija.
bueno, es que, verdaderamente, y no digo esto para molestar ... como siempre dices. Es notable como miran a mamá los hombres ...
¿Cómo... miran a tu madre?- preguntó algo imperioso, aunque no dejando de sonar preocupado. Y algo molesto.
Pues si- dijo ella con tristeza- ¡Ay papá! La tratan con una dulzura y una caballerosidad algo preocupante para mi...- viendo como se ponía rojo agregó.- Aunque claro, saben que es una señora casada y mamá te quiere mucho... pero, te convendría mas o menos cada cierto tiempo, ser amoroso con ella ¿no? Y delante de otros, para que no haya dudas...
¿Amoroso¿Dudas? - preguntó algo aturdido. A Touya para nada le gustaba ser amoroso o tierno o demostrar en público, sus latentes sentimientos por su mujer.
Si, delante de otros... abrazarla, tomarle de la mano, esas cosas... Sabemos entre nosotros que, no te gusta mucho que digamos acariciarla en público... ¡Y son tan diferentes que bien podrían creer que, tienen problemas! Pero nosotros sabemos que no es así, pero podía darle falsas ideas a "otros" que no deberían mirar lo que no les pertenece.- gruñó.
¿problemas?- preguntaba un intranquilo Touya.
Si, problemas...- declaró algo inquieta- Mira por ejemplo el día que te la encontraste en la Capital... si apenas la saludaste... o a mi en todo caso. Pero si te empeñaste en molestar a Tía Sakura... ¡Quien es un ángel!
Eso no era ... bueno, es cierto que, apenas la saludé. Pero ella, tenía cosas que hacer... y yo también... –se justificó torpemente su progenitor.
La chica suspiró. Sabía que su padre amaba a su madre con todas sus fuerzas ¿Pero que tanto le costaba cada cierto tiempo demostrarlo en publico para que no hubiesen dudas?
Buenas noches papá- dijo solemnemente antes de marcharse por el pasillo y sonrió una vez se alejó de su padre.
Ciertamente aquella noche, conseguiría lo que quería. Alejar y "ocupar a sus padres" en otras cosas para que no se percataran de lo que pretendía. Miró atrás y vio a su padre entrar en la alcoba con su madre y escuchó la puerta cerrarse. Con rapidez se dirigió al estudio de la casa y esperó unos momentos.
Sentada en el sillón de su padre, escuchó el repicar del reloj del lugar y miró a la vidriera cerrada de una parte del estudio. Subiéndose en una mesilla, abrió aquella vitrina y ahí observó los dos libros que en particular le llamaban la atención. Decidió tomar la cubierta del libro rosa pues allí era que estaba su interés. La palabra "Sakura" en aquel libro que fue transformado por quien era su tía años atrás.
Usando sus poderes (poderes y habilidades que sus padres desconocían) invocó y llamó al guardián o a su espíritu a su presencia. La esencia del guardián Yue fue capturada años atrás y la persona que era Yukito, desapareció con él al interior del libro.
Su mirada de infantil figura se posó ante el surgimiento en medio de la sala (después de un destello de luces y magia), de la entidad que recordaba como Yukito. Pero no Yue. El sujeto miró a su alrededor bastante confundido.
¿Dónde estoy? – preguntó algo aturdido. Observó a la figura delante de ella y replicó.- ¿Quién eres tu?
Cerrando el libro y sonriendo suspicazmente. –Parece que Yue mantuvo aislado su recuerdo de mi persona ¿no es así? – Yukito estaba aun mas confundido. ¿acaso aquella menuda personita hablaba de Yue¿cómo sabía de Yue? – Tan típico de ese frío guardián.
¿Quién eres tu? Este lugar me parece conocido... ¿Qué hago aquí?
Te invoqué... bueno, pretendía invocar a Yue pero parece que las cosas me salieron un tanto diferentes... ¿podrías decirle a tu otro yo, que aparezca?
él no quiere aparecer...- declaró con aun mas confusión.- Dice que tu asunto es conmigo... no con Yue.
Es un testarudo.-declaró con una gota sobre su cabeza- Me gustaba lidiar con él pues, es a quien conozco, - dejando el libro a un lado y parándose frente a frente a Yukito.- el asunto es que, necesito ayuda...
Aun no me dices quien eres ni que es lo que quieres.- declaró .- ¿Cómo pudiste usar el libro de Sakura?
Permíteme presentarme... mi nombre es Kagome Kinomoto.
¡Hija de Touya! – exclamó sorprendido observándole.
Una de los tantos- declaró con desánimo. Yukito no comprendía.- Mis padres han estado ocupados todos estos años y bueno, tengo tres hermanos menores después de mi...- declaró con doble intención.
Ah ya veo- declaró Yukito no exento de una sonrisa- ¡Me alegrará mucho ver a Touya¿dónde se encuentra ahora?
¡No tan rápido!- declaró deteniéndole.- Créeme: que subas ahora empeorarás las cosas... para los tres- con una gota en su cabeza- además ¡el no sabe que tengo poderes mágicos! – exclamó con advertencia.- Tampoco mamá. Además, no quiero que les digas que yo te liberé.
¿Piensas dejarme fuera del libro?
Así es.- declaró con firmeza.- Necesito que nos ayudes con algo.
¿De que se trata? – preguntó algo preocupado.- ¿Sakura está en problemas¿O Touya?
Fingiendo el propósito verdadero de su presencia en el lugar replicó.- Es que, el presidente...- comenzando a contarle lo que había escuchado durante su visita entre las conversaciones de los adultos y los hechos que informaron a Fujitaka de la presencia de Eriol y Shaoran en el senado.
Inconsciente ambos que, la presencia de Tsukishiro entre ellos, abrirían mas eventos que entre todos, solo se podían controlar.
------------ Fin epilogo tres. Concluido el seis de mayo, 2005.
Comentarios de la autora¡Al fin! Después de ¿seis meses? OO! Finalmente termino este epilogo dedicado a todas las fans de Touya –Kun y en esta historia, de Touya e Itzume.
La verdad que la parejita pasó grandes peripecias para al fin estar juntos ¿quién sabe mas de eso que su hija Kagome, fruto de uno de sus encuentros durante la rebelión? Bueno, este capitulo no hay que hacer grandes comentarios mas que ¿Qué planeará esta niña en verdad¿acaso no se da cuenta de las consecuencias de pensar mas que los adultos¿qué planea con Yukito aquí¿Qué pasará cuando los demás lo vean¡Ya se enterarán!
La mas importante aun ¿Acaso Touya jamás se percatará de quien es en verdad su precoz hija? ¬¬ ¡quien sabe en verdad!
Un beso enorme a mis betas por supuesto y claro, a mis ilustradoras oficiales: Dark Hikari ( de quien es la segunda imagen de las chicas pintada por Tomoyo). También a Lady Silvermoon quien me elaboró el hermoso bosquejo de Shaoran y Sakura que salía en el primer epilogo y en los capítulos finales de esta historia. He dedicado la semana primera de mayo para darle finalmente los toques finales a este epilogo y agradezco a todos su paciencia.
Como siempre, para ver y descargar este epilogo en su versión en word ( que se ven las imágenes y fondos utilizados) diríjanse a Deuz Amis. La dire está en mi perfil (para los que no la han visitado).
Las canciones usadas en el presente epilogo son las siguientes: la apertura corresponde a "Silently" perteneciente a la serie Silent Mobius en la primera mitad de su temporada. La segunda es de Cristian Castro y tenía intencionada esta canción a esta pareja desde que iba en los últimos capítulos de "Prince".
Para todas ustedes que me escriben dándome a entender cuanto les fascina esta historia ¡Muchas gracias! Gracias especiales a Misao y Akane, Barbara y Karenina, Princess Serenity, Sakura Blanca, y Perla (NOTA: SI ALGUIEN CONOCE LA DIRECCIÓN ACTUAL DE ESTA ULTIMA O ESTÁS LEYENDO ESTOS COMENTARIOS, POR FAVOR CONTACTAME. NECESITO LOCALIZAR A PERLASAKURA). Los que me ayudaron a que la historia fuera una de las mas leídas en español y siguieron desde un principio sus aventuras, muchísimas gracias. Los llevo a todos en mi corazón y me inspiran a continuar con los epílogos. Aunque últimamente esté atrasándome, no saben como me ayudan.
En notas mas alegres (depende quien esté alegre) he predispuesto la subida de un sidestory de Touya e Itzume en Deuz Amis. Estará en una carpeta de ellos dentro de la categoría de "The Story about..." y anunciaré por supuesto cuando esté en línea (a lo mejor a la par que este epilogo). No estará en ffnet u otro sitio público para no marcar la susceptibilidad de algunos lectores y que no tienen edad suficiente y otros para leer este tipo de material. Se verá enmarcado precisamente en la noche que Kagome ha liberado a Yukito/ Yue y el marco del capitulo veinte nueve de Prince titulado "Union de poderes y ¿coincidencias?"
Las preguntas que la mayoría debe de hacerse, hasta este momento con los ojos como platos ¿Habrán Sides de Eriol y Tomoyo y Saku y Shaoran? La respuesta es si. Para esos personajes, habrán sidestorys que serán publicados a la par de los próximos epílogos. No soy Mikki Chan pero haré lo posible para no desilusionar a nadie.
Para quienes quieran contactarme, pueden hacerlo por Deuz, Grenier o en todo caso por mis correos.
