AL CAER LA NOCHE

Idea original y primera versión escrita por NOZOMI-CHAN.
Corrección y maquetación por Neko-chan y Tenshi Lain.

Basado en los personajes de Inu-Yasha, pero siendo catalogado como Universo Alternativo (AU) y con los personajes OoC (Out of Character... esto se traduciría como fuera de personalidad ¿no?), así que esto de parecido con la historia de Rumilko Takahashi tiene poco. Si alguien sabe alguna forma de ganar dinero con esto, que nos lo diga XD

Capítulo 3: Una batalla conflictiva.

Rin y Kohaku empezaron a luchar con fiereza. No se distinguían uno del otro por la rapidez de sus movimientos, solo se veían los destellos que producían las espadas al chocar.

Los ángeles, demonios y vampiros seguían luchando entre ellos sin prestar especial atención a aquel duelo.

- Te defiendes muy bien para ser una chica - comentó Kohaku sonriendo.

- Tú también para ser un vampiro - devolvió Rin junto a un mandoble de su espada.

La lucha seguía encarnizada.

- ¿Quién eres en realidad¿qué vienes a hacer aquí? - preguntó el vampiro.

- Hablas mucho para ser un vampiro. Ya te he dicho quien soy y de donde vengo no te importa - le cortó Rin

- Mmm... ¿no será que ni tú lo sabes? - replicó Kohaku.

La expresión del rostro de Rin cambió y bajó la guardia por un momento, cosa que aprovechó el vampiro para inmovilizarla.

- No tendrías que despistarte chica, podría acabar contigo - dijo el vampiro atacándola.

Rin seguía inmóvil pensando en aquella frase del vampiro, cuando de repente sopló el viento dejando caer su capa ya que el broche se había roto durante la refriega.

Todos observaron a la chica, sus blancas alas, su cabello.

- Vaya, no eres humana. Ya me parecía a mí jajaja...

- Ahora moriréis todos por haberme visto - dijo Rin elevándose en el aire.

Juntó sus manos y creó una bola de fuego azul. Todos los presentes dejaron de luchar para mirarla, maravillados por su belleza y la fuerza de su aura. Pero no se dieron cuenta de lo que en verdad estaba pasando, hasta que empezó a caer la gigante bola de fuego azul arrasando todo a su paso.

La gente del pueblo observaba desde la distancia el hermoso resplandor azulado sin saber lo que en realidad significaba: la destrucción de todos los seres que en aquellos momentos se encontraban en el campo de batalla.

Rin calló rendida al suelo entre las cenizas de los cadáveres de sus enemigos. Apenas se dio cuenta de que alguien la cogía en brazos antes de desmayarse.

Cuando por fin despertó se encontró en un lugar desconocido, una casa que nunca antes había visto. Se levantó de la cama para poder mirar por la ventana, pero solo encontró oscuridad. Justo entonces entró una doncella:

- Veo que la señorita ha despertado. Avisaré al señor - dijo la doncella con una sonrisa en los labios.

- Espera un momento ¿dónde estoy y quien es usted! - preguntó Rin confusa e intrigada.

- Estáis en el castillo del señor - contestó la sonriente doncella cerrando la puerta al salir.

- Ya, eso ya lo he visto ¬¬

Se acercó a la cama para poder vestirse y se dio cuenta entonces de que quien la había acogido, debía de haber visto la marca y sus alas. Buscó por todas partes su arma, pero no la encontró. La habían despojado de todas sus pertenencias. Tan solo llevaba aquel camisón que ni era suyo.

- T.T no puede ser... menos mal que mi maestro ya está muerto, o si no me mataría él por descuidada T.T - se lamentó Rin cayendo de rodillas sobre la cama.

Justo en aquel instante la doncella volvió a entrar.

- Señorita, le traigo unas ropas para que se pueda arreglar y recibir al señor - dijo dejando la ropa en la cama.

- ¡Un momento! Oye ricura... dime donde están mis cosas, mis armas y quien diablos es tu señor - dijo Rin ya cabreada.

- Lo conocerá en unos momentos. Su ropa se está lavando y por las armas no se preocupe que están bien guardadas. Además no las necesita. Mi señor no es malo - y con su eterna sonrisa melosa, volvió a marcharse.

- No puede ser... maldita doncella risueña, no me ha dicho nada útil ¿quién será su señor ¬¬? Me saca de quicio y aún no lo he visto ¬¬. En fin, vamos a vestirnos - dijo Rin examinando la ropa que le habían dejado. Enarcó una ceja pensando que tal vez puestas no se verían tan raras, pero no... eso lo comprobó en cuanto se plantó ante el espejo - ¡madre de dios¿Qué es estooooooo¡Parezco una bailarina exótica T.T! Vaya señor más pervertido ¬/¬

El atuendo consistía en un top extremadamente pequeño, una tela casi transparente que caía desde los hombros hasta el ombligo, una faldita que poco dejaba a la imaginación y un velo que le cubría medio rostro con una fina tiara en la frente, todo en tonos rosas.

- ¿La ropa es de su agrado mi señora? - preguntó la doncella asomando la cabeza por la puerta (NdTL¿qué no sabe llamar a la puerta o qué? ó.o?)

- Pues francamente NO. Quiero algo más discreto .

- Aaam... pues el señor dijo que eso era lo que quería verle puesto - dijo la doncella con una sonrisa inocente.

- Pues dile a tu señor, que si tanto le gusta, que se lo ponga él y se mire ¡porque yo esto no me lo pongo! - exclamó Rin cabreada (NdTL: pero si ya lo lleva puesto...).

- Por mucho que me guste, no es de mi talla y a ti te queda mucho mejor que a mí - dijo alguien desde la puerta.

- ¿Tú eres el señor de este sitio¡Muéstrame tu rostro, pervertido! - dijo la chica de cabellos oscuros.

- ¿Acaso no me reconoces? Y eso que hace poco que nos presentamos... - comentó la voz.

- Anda guapo, sal del escondite y déjate de adivinanzas, que no estoy de humor para juegos.

- Mm... ya veo - dijo saliendo por fin de la oscuridad.

- ¡Aaaah¡Eres TÚ¿Cómo puede ser? - exclamó Rin sorprendida al reconocer a Kohaku el vampiro.

- Pues muy fácil. Me fui volando antes de que tu ataque me pillara y bajé cuando las llamas se extinguieron. Fue entonces que te vi en el suelo.

- Yo más bien diría que huiste con el rabo entre las piernas y volviste para ver si había alguien que te hubiera visto huyendo ¬¬

- Pues no... solo lo esquivé ¡yo soy muy valiente! - argumentó Kahaku hinchando el pecho.

- Si, ya claro ¬¬

- Pues SI .

- En fin ¿Por qué me has cogido y traído hasta aquí, eh? Devuélveme mis cosas y prometo que tu muerte será rápida y dolorosa.

- Si, encima jajajaja... XD No, no quiero ¬¬. Te traje aquí para saber si la leyenda es cierta y tú eres una 'enviada'.

- No, claro que no lo es. Solo soy una copia - dijo Rin con total convicción.

- ¿En serio? O.O'

- ¡Eres realmente tonto¿Pues que no me ves o necesitas un dibujo? - le ladró Rin ya cansada de su estupidez.

- Mmh... no, déjalo ¬¬ ('que mal carácter tiene para ser tan guapa') ¿entonces eres la enviada que nos destruirá a todos para salvar el mundo de los humanos?

- Más o menos... ¿Ahora me devuelves mis cosas para que pueda seguir con mi misión?

- ¿Pretendes que te deje ir para que después me mates a mí y a mi gente?

- Yo no llamo gente a los chupa sangre. Y sí. Si me dejas marchar tú y tus muertos ambulantes seréis los últimos de mi lista - dijo Rin resuelta sentándose en la cama.

- Encima mal educada... - murmuró entre dientes - Te dejaré ir con una condición - dijo sentándose a su lado.

- ¿Ah sí¿Cuál?

- ¡Que me des un beso o! - dijo Kohaku acercándole los morritos.

- ¡AAAAH¡Apártate de mí salido¡Prefiero morir antes que besarte! . - aseguró la morena dándole una bofetada.

- ¡Ayyy! Que mal carácter tiene esta chica... Mira que rechazar al vampiro más hermoso y apuesto de todos - dijo mientras se frotaba la mejilla en la que se podían ver claramente los cinco dedos de Rin.

- Tú tienes los ánimos muy subidos. Eres demasiado positivo, seguro que no te deprimes ¬¬

- Es que con esta capa no puedes admirar por completo mi belleza - dijo Kohaku muy pagado de sí mismo.

- Presumido ¬¬

- Y tú serías una perfecta reina para mí, eres muy hermosa, desde el primer instante, tu belleza me deslumbró - dijo cogiendo sus manos entre las suyas.

- Si ya... anda quita que ahora te salen flores de la boca. Anda déjame irme.

- Te dejaré marchar si me prometes que volverás - insistió Kohaku.

- Hombre, volver, volveré y será para lo que tu ya sabes - dijo Rin con un sonrisa cínica.

- Ya... por eso te acompañaré. Tengo una cuenta pendiente con los ángeles - dijo Kohaku levantándose.

- ¡Ah no! No soy ninguna niñera. No cuido a bebés. No y no.

- Mmm. no me llames niño, te saco un siglo de ventaja niñata ¬¬

- Ya pero la mentalidad no te llega ni a los dos años, guapo.

- En fin. Nos iremos mañana a primera hora de la noche - sentenció Kohaku.

- Por eso no te quiero llevar. A mí como que quedarme todo el día durmiendo y viajar solo de noche no me va. ¿sabes guapo? ¬¬

- ¡No te preocupes por eso ! Tengo un collar que me permite estar al sol.

- ¿Ah si¿y por que no te has tomado un poco el sol, eh?

- No empieces. Nos iremos mañana por la noche y punto. Por el día tengo cosas que hacer.

- Aaaaaaaaaaaaaaammms - murmuró Rin.

Ya de día, Rin estaba sentada junto a la ventana (muerta de aburrimiento) mirando el paisaje. De pronto se dio cuenta de que se acercaba un numeroso grupo de individuos al castillo y empezaron a entrar. Fue entonces que se dio cuenta de que eran demonios, aunque por sus pintas no debían ser más que soldados rasos. A Rin solo le interesaban los que ostentaban rango.

- Mira, vaya patrulla de cazafantasmas ¬¬ mm grrrr ¡y yo aquí encerrada! Bueno, de todas formas no me interesan - dijo mientras se dejaba caer en la cama para descansar.

Ya llevaba rato durmiendo, cuando la puerta se abrió y un sigiloso Kohaku se le acercó para susurrarle al oído.

- Amooooor... despiertaaaaaaaaaa... es la hora de comer ¡muuuack! -

- O.O ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah¡quitaaaaaaaaaaaa¡mariquita ¿qué haces! - dijo Rin entre asustada y furiosa.

- Jejeje... te traigo la comida - - dijo Kohaku levantándose y señalándole una mesa ya servida.

- ¬¬ ya... ¿no será sangre o carne cruda?

- No tonta. Es comida de humanos - aseguró el vampiro.

- Amms.

Se trataban de unos spaghetti a la carbonara, muy buenos, había que reconocer eso. Rin se los comió con mucho gusto y al acabar Kohaku le dijo:

- Mmm... esta noche nos iremos.

- Ya lo sé. No te olvides de traerme mis cosas ¬¬ y no me des ropa rara - le advirtió apartando el plato vacío.

- Ya yaaaa... En fin descansa hasta entonces - dijo Kohaku encaminándose a la puerta.

- Esto ¿Kohaku¿Qué hacen todos esos demonios aquí en el castillo? - preguntó la chica antes de que se fuera.

- No te preocupes por eso. Solo han venido a pasar el día. - dijo antes de cerrar la puerta.

Rin se acostó en la cama de nuevo y poco después se durmió... y empezó a soñar...

"Estaba en un lugar oscuro. El cielo de color rojo sangre, había muchos muertos, tanto demonios como ángeles y arriba de una colina había alguien de pie... una persona manchada de sangre de pelo semi-largo un camisón, tenía un ala negra y otra blanca. Le daba la espalda, por lo que no le veía la cara, pero parecía estar mirando el cielo escarlata. Justo cuando por fin se daba la vuelta, una luz la deslumbró."

Abrió los ojos de repente al escuchar como la llamaban.

- Rin ¿estás bien? Estabas gritando y estás empapada de sudor ¿qué te ha pasado? - preguntó Kohaku preocupado.

- Eh... no, nada. Una pesadilla extraña. No me pasa nada - contestó Rin pasándose una mano por la frente.

- Amms... pues venga levántate. Que nos vamos en una hora. La doncella te dirá donde puedes asearte (Neko-chan¿la doncella no tiene nombre/ Nozomi-chan: ...)

La sonriente doncella la condujo hasta unos baños que más bien parecían baños de aguas termales.

- Aquí tenéis señorita - dijo mientras le daba unas toallas.

- Gracias... ¡Oye! Aquí no vendrá nadie ¿verdad?

- No, esto es de uso exclusivo de las doncellas. Les diré a las otras que usted lo está usando y así no la molestarán, pero si necesita algo no dude en buscarme - aseguró mientras hacía una reverencia, después se fue tras cerrar al puerta con cuidado.

Rin se quitó la ropa y se metió en las cálidas aguas.

- Esto es la gloria... ¬ - murmuró apoyando la cabeza en una roca.

Tras un buen rato, se levantó y salió. Una vez vestida decidió ir a buscar a la doncella para decirle que ya había terminado. Pero al llegar al pasillo por donde la mujer se había ido se encontró con la agradable sorpresa de que el pasillo estaba lleno de puertas en ambas paredes. Decidió elegir una puerta al azar y probar, pero solo encontró más puertas. Lo mismo ocurrió con la segunda y la tercera...

- ¡Aaaaah¡Dios esto nunca acabaráááááááá! T.T ¡Socorrooooo! - dijo Rin desesperada. En ese instante oyó el ruido de una puerta al abrirse en la otra punta del pasillo - ¡Uooh! Mi salvación . - dijo con una gran sonrisa.

Al acercarse un poco vio a la doncella caminando en sentido contrario a ella. Le gritó para llamar su atención, pero estaba muy lejos y no la oyó. Rin echó a correr hacia el lugar por el que estaba girando la doncella.

Al llegar al pasillo lo encontró vacío, pero al fondo había una enorme puerta entreabierta de la que venía el murmullo de varias voces. Rin se acercó y miró por la rendija.

- Ejejee... que conste que esto no es cotilleo jeje...

Era una gran sala y en ella se encontraban reunidos los demonios que había visto llegar y muchos vampiros. Todos parecían escuchar con atención lo que Kohaku estaba diciendo.

- Mmmmh... a saber lo que dirá... no le oigo - miró a su alrededor buscando una forma de acercarse sin llamar la atención y entonces vio a otra doncella que pasaba por allí -. Perdone ¿me podría dejar esa ropa solo unos momentos? - preguntó Rin con una sonrisa encantadora que hacía que nadie le negara nada.

- Eem... bueno. Tome - dijo la joven dándole un vestido idéntico al que llevaba puesto y además una capa para cubrir sus alas.

La doncella se fue por otro pasillo y entonces Rin regresó a la puerta.

- Uf... a ver si no me pillan - se dijo a si mima mientras entraba. Caminó con cuidado entre los presentes intentando pasar desapercibida.

- Amigos míos. Demonios y compañeros de lucha. Os he convocado aquí para anunciaros que me iré de viaje - decía Kohaku en esos momentos.

- ¿Y eso por que¿Dónde te vas? - dijo uno de los presentes.

- Iré en busca de la famosa cazadora para destruirla - aseguró el vampiro.

- Algunos dicen que la han visto en este castillo - aseguró otro hombre con siguiendo que todos se pusieran a murmurar.

- ¡SILENCIO! El que habla aquí soy yo... escuchadme, tendré que usar ciertas tácticas para pillarla desprevenida. No hagáis caso de mi actitud estando con ella, por eso os he llamado.

- '¡Maldito Kohaku¡La que te va a matar soy yo!' - pensó Rin mordiéndose el labio inferior para contener las ganas de atacarlo allí mismo.
Se dio la vuelta y salió del lugar, para regresar a su habitación. O intentarlo...

- ¿Y ahora que? T.T estoy perdida... pero bien T.T - decía Rin tras llevar más de una hora dando vueltas por los pasillos. Fue entonces que volvió a divisar a la doncella que conocía - ¡eeeeeeeeeeeeeys! No te me escapes - dijo sujetándola de un brazo.

- Ah, señorita. Decidme - dijo con su habitual sonrisa.

- Llévame a mi habitación ¡snif! Que me he perdido T.T - dijo mirándola con cara de cordero degollado.

- Eeh... si, claro - dijo la doncella sorprendida.

Tras cinco minutos llegaron a la puerta de la habitación.

- Aquí está, señorita.

- ¡Ah! Gracias . - dijo Rin entrando.

- De nada. No dude en buscarme si necesita lago - - y se fue de la habitación.

- Si quiero algo ya me las apañaré. Cada vez que voy a buscarla me pierdo ¬¬ - pensaba Rin. En ese instante entró Kohaku con una sonrisa marca Colgate (NdN-C: es una marca de pasta de dientes, por si alguien no la conoce)

- ¡Hola amoooooooor! - saludó mientras daba saltitos hacia ella con los brazos extendidos.

- Ni te me acerques vulgar vampiro, si no quieres morir ¬¬ - dijo Rin con su mirada más asesina y cara de 'te pillo y te mato'.

- Uuuuix ¿qué te pasa¿Tienes la regla ¬¬?

- ¡Imbécil! - dijo Rin dándole una brutal colleja que lo tiró al suelo de morros (NdA: una colleja es un golpe con la mano abierta que se propina en la nuca y/o parte posterior del cráneo, suele sonar bastante fuerte... y doler .).

- Uix... sí que estás de mal humor. En fin, ya nos vamos - dijo Kohaku sobándose la nuca.

Rin y Kohaku fueron a las cuadras y se subieron en un par de caballos ya ensillados por los sirvientes. (Kohaku sugirió la posibilidad de ir los dos en el mismo caballo, pero la mirada asesina que le dedicó la morena fue suficiente argumento para retirar la propuesta -'). Después salieron de las murallas del castillo y se dirigieron rumbo al territorio de los ángeles.

Ahora empezaría la verdadera lucha.

Continuará...

Nozo-chan: Ohayo, aquí tenéis el tercer capítulo de mi fic, que al parecer no ha tenido nada de éxito ò.ó ¡Por favor, al menos un review para decirme lo mal que está T.T!

Neko-Chan: venga, venga, que no es para tanto, verás como pronto te envían reviews.

Yoh: eso, venga, anímate.

Nozo-chan¡Vosotras no sabéis como me siento! Neko tiene al menos un review en sus historias, y tú Yoh todavía no has subido ninguna .

Yoh:P

Neko-Chan: Mentira, en el de Kero-chan in Candyland no tengo ninguno TT

Nozo-chan: No importa. Con el próximo capítulo terminaré la primera parte de este fic, y si no me mandáis reviews ¡no subiré la segunda parte! Ale, ya estáis avisados.

Matta ne!