Todos los personaje han sido creados de la gran imaginación de JK Rowling, yo solo he creado algunas cosas que no se comparan al gran universo que estoy utilizando aquí
Esta idea la he sacado 100 de mi cabeza, pues nunca he leído un fic con esta idea, pero si alguno ya la había utilizado, juro que ni siquiera sabia que existía su fic
Capitulo 1 "El inicio de una nueva vida"
Era un día normal en Hogwarts, todos felices por que el curso estaba por acabar, 2 semanas mas y serian libres, todas las vacaciones de verano; Harry, por supuesto, estaba destinado a pasar todo el verano, o parte de el, con los Dursley; ¿su objetivo, tratar de pasar sus vacaciones con los Weasley, pero por lo pronto tenia que concentrarse en estudiar, pues faltaba tan solo un día para empezar los exámenes finales. Ya eran las 6 de la noche y solo había podido repasar sus apuntes de transformaciones y pociones, algo en su mente le impedía concentrarse en ello, pero de cualquier forma, ya era la hora de la cena y prefirió ir al gran comedor a despejar su mente junto con Hermione y Ron. Llegando a su destino, pudieron ver que casi todos los alumnos habían tomado la misma decisión que ellos; en la mesa Gryffindor estaban todas las caras ya conocidas, desde todos los Weasley que continuaban estudiando en Hogwarts, los que iban en el mismo curso que ellos, hasta los de los cursos anteriores. Estando cenando, con profesores frente a ellos y el ambiente tranquilo, sucedió lo que tanto habían temido. Una luz verde se vio por el vitral del gran comedor, en el jardín, acompañado de un gran estruendo que hizo que todas las ventanas del castillo se rompieran; era verdad, había por lo menos cerca de 40 mortifagos entrando por las ventanas dirigiéndose a ellos tirando hechizos a diestra y siniestra, pero algo mucho mayor se aproximaba, detrás de una gran barrera de ellos estaba ni mas ni menos el Señor Tenebroso acercándose mas y mas a un Harry sorprendido; todos miraban estupefactos aquella escena, aunque por lo mismo a uno que otro le alcanzaban hechizos aturdidores o mortales; solamente empuñaron los dos sus varitas y comenzaron a lanzarse hechizos, pero era demasiado tarde, un "Avada Kedavra" se escuchó y un rayo que procedía de la varita gemela a la de Harry, perteneciente a Lord Voldemort, iba directo al ojiverde. Veía cómo se dirigía a él, en cámara lenta, una muy fuerte luz verde que se le acercaba cada vez mas, hasta que le pego directo en el pecho, produciéndole un muy fuerte dolor en...
Oh! Mi cicatriz!- Harry se enderezaba en su cama, un sudor frío se notaba en su frente- Bah.. estos sueños de nuevo... cuando podré descansar...-
Estas bien Harry?- decía desde la otra cama un pelirrojo de notables pecas llamado Ron- Valla, si eres mejor que un despertador, siempre te levantas a las siete en punto!-
No te burles, que si por mi fuera, me quedaría dormido hasta la hora en que se pone el sol, aunque sabemos muy bien que no puede ser así-
Bueno, bueno, no discutamos de eso, por cierto, tengo hambre... que habrá hecho de desayunar la vieja Morgan, espero y no sean esos emparedados de ensalada que tanto odio...- Se levantó y con paso lento se dirigió al baño, abriendo la puerta y azotándola al cerrarla – Oye arréglate, haber si hoy estamos de suerte y logras peinarte – Le gritó desde adentro del baño, para que Harry pudiera oírle. Después abrió la puerta un poco menos de medio metro y sacando la cabeza dijo- Sabes, anoche leí en "Artefactos muggle, un peligro para la sociedad" que existe un producto para aplacar el cabello que se llama gel, dice que si funciona, a mi en lo personal me daría miedo usar eso, que tal si se me cae el pelo! Tu si deberías de usarlo por que... – un cojín volador había dado justo en la cabeza del pelirrojo haciéndolo callar en absoluto.
Ya metete al baño, que yo también estoy hambriento, además Weasley, nadie se mete con mi cabello! – dijo entre risas Harry, tratando de evitar un chorro de agua k había salido de la varita de Ron – Basta ya, es enser... TU, la pagaras! – Le había caído un montón de agua en la cabeza, provocando que el moreno se levantara de su cómoda cama para tratar de ir a agarrar a Ron, pero el ya había cerrado la puerta con llave – Veras cuando salgas...
Harry se separó de la ya cerrada puerta y fue hacia el espejo que tenia en su recamara. Vio ese ya tan conocido rostro, tan joven, de tan solo 18 años, y en su cara una expresión de una persona adulta decidida a formar su propia vida desde ese momento. Acababan de salir de Hogwarts hacia tan solo año y medio, y en un intento desesperado por salir de su casa, Ron y él rentaron un apartamento de estudiantes recién egresados de escuelas mágicas, pero no pensaban quedarse mucho tiempo ahí ya que la casera de dicho departamento no era muy gentil que digamos, le apodaban "La Morgan", aunque su verdadero nombre era Megan.
Ellos no eran los únicos ex-estudiantes de Hogwarts en ese lugar, había varios conocidos, pero la atención de ambos se concentraba en Hermione y en Ginny, hermana de Ron, que estaban viviendo en el cuarto continuo al de ellos. Habían estado pensando en la posibilidad de cambiarse a vivir a un lugar que acababan de construir, era una casa de estudiantes como en la que estaban en ese momento, pero en la que solo había capacidad para 8 personas, y tenia una casera igual de joven que ellos, solo esperaban que no fuera igual de amargada que la Morgan.
El joven agarró en cepillo que estaba cerca, y siguiendo la recomendación de Ron, trató de aplacar su pelo desordenado color negro azabache, pero fue imposible – Quizá deba de hacerle caso a Ron y comprar ese gel muggle, aunque no recuerdo que me funcionara en la infancia, a lo mejor seria la posibilidad de que el que me compraban los Dursley solo fuera gelatina sabor natural en un bote reciclado...- se dijo para si mismo Harry recordando la vez que se puso un gel que le "compraron" los Dursley y al ponérselo empezaron a seguirle las abejas, todavía tenia la marca del piquete de la abeja que lo empezó a perseguir... – Maldita abeja... su piquete me dolió mucho, solo me alegró la idea de que una abeja al picar a una persona, muere, ja, quien diría que la que moriría seria ella...- dijo en voz baja tocando una pequeña cicatriz en el brazo izquierdo. Él recordaba haber leído sobre las abejas cuando era pequeño, en un libro de pasta amarilla que estaba tirado bajo la gran cama de su primo. En éste decía que las abejas perdían su aguijón después de haber picado a una persona o animal, y que por esa razón morían.
Valla, te quejas como niño chiquito, solo fue una abeja- dijo una voz de mujer que provenía de la puerta.. puerta que por cierto estaba abierta (N.A. Hago notar que la puerta debería de estar cerrada, ¿como pudo la chica conseguir abrirla?)– jaja, no pensaba que tenias pijamas de escobas voladoras y snitchs- Harry vio que se trataba de una chica delgada de muy bonito cuerpo, blanca, con un bello rostro y un cabello rojo fuego.
Oh... es mi pijama favorita, Ginny...- Le contestó poniendo cara de niño chiquito, aunque se le notaba en sus mejillas un leve color rosado, lo cual indicaba que se había avergonzado por lo que dijo Ginny. – De perdido no tengo una de ositos- y la apunto con el dedo a ella, que vestía una pijama rosa de ositos.
Ya, jaja pero de perdido es mas madura que la tuya-
Ya veo – contesto sarcásticamente un Harry sonriente. En ese momento salió Ron del baño envuelto solamente en una toalla que rodeaba su cintura.
Ginny! Que haces aquí! – Se llevo ella tal sobresalto al verlo, sobre todo en la situación en la que él estaba, que prefirió darse la vuelta para no verlo.
Solo quería decirte que hoy recibí una lechuza de la nueva casera, dice que nos podremos mudar el próximo lunes, valla, tenemos 2 días para empacar, como sea ya me voy- Dijo por ultimo antes de cerrar la puerta de golpe.
Estas niñas de ahora!- dijo Harry a Ron con sarcasmo, al tiempo que agarraba su ropa limpia y entraba al baño. Abrió la llave de la regadera y comenzó a desvestirse; mientras se calentaba el agua se vio en el espejo de nuevo – creo que necesito hacer ejercicio- se dijo así mismo y alguien en el espejo asintió con la cabeza antes de que el ojiverde se metiese a duchar.
Al terminar, salió de la regadera y se vistió, por tercera vez se miro en el espejo he intento peinarse de nuevo – Harry, has llegado a pensar que te estas volviendo muy vanidoso? – y le sonrió al espejo. Abrió la puerta del baño y se encontró con que ya no estaba Ron, en la mesa un pergamino que tenia escrito algo en tinta verde resaltaba. Camino hacia el, y lo leyó:
Harry:
Pero que demonios haces en el baño, te tardas mil años!. Vino por nosotros Hermione, para ir a desayunar, pero en vista de que no estás disponible... bueno, ya lo sabes, decidimos ir a alguna otra parte. Además de que me muero de hambre... bueno, eso también ya lo sabes. Llegare en la tarde, empaca lo que puedas, te encargo cuides a Ginny en ausencia mía y de Hermione.
Ron
Harry suspiró, como era posible que Ron siguiera ocultado que le gustaba Hermione después de tantos años – creo que entonces invitare a Ginny a ir a algún lugar – fue hacia donde estaban sus cosas, agarro un frasco con colonia y se puso un poco, agarró su varita, un poco de dinero y salió a la búsqueda de la pelirroja. Dio tan solo unos cuantos pasos y llego a la puerta continua, que era la entrada a la recamara de las dos chicas. Un poco nervioso, toco la puerta... nadie contesto...- Ginny, estas ahí? – siguió tocando la puerta, pero de pronto descubrió que la chapa de ésta no tenia llave, así que la giro y consiguió entrar a la habitación. Camino un poco y vio que la puerta del baño estaba abierta, y se escuchaba el ruido de agua cayendo, procedente de la regadera.. – Gi.. Ginny?- se iba acercando cada vez mas, su corazón se aceleraba a cada paso que daba; solo estaba a un paso de la cortina, agarró la orilla y empezó a correrla...
- ¡¿Harry! – Una Ginny desconcertada estaba parada en la puerta del baño – que haces aquí? – dijo en tono divertido.
Na.. nada, pense qu.. que te había pasado algo –
A... ya veo... – pasó enfrente de él, termino de abrir la cortina y cerro la llave de la ducha – La deje abierta sin querer.
He... yo... vine para.., vine para ver si tu.. y yo.. íbamos a alguna parte... ya que tu... ejem –se aclaro la garganta- tu hermano y Hermione salieron. – al terminar solo sonrió, aunque parecía un tanto estúpido
Claro- Dijo una Ginny contenta
A donde quieres ir? – le pregunto a Ginny mientras la tomaba del brazo y se dirigían a la puerta para salir del cuarto – yo no conozco el nuevo departamento, que te parece si vamos y después te llevo a comer a un lugar que esta cerca de ahí, y que próximamente será donde pasaremos mucho tiempo todos-
Genial, quiero conocer los lugares de por ahí cerca-
El comenzar una nueva vida les daba un poco de miedo, después de estar 18 años junto a sus padres, o bajo el cuidado de los profesores de Hogwarts, el estar a su propio cuidado era muy raro; ahora a ellos les tocaba seguir los pasos de sus padres...
Harry y Ginny caminaron hacia la salida del edificio. Era como un laberinto, pues cada pasillo que pasaban era diferente y muy difícil de volver a encontrar, esos variaban desde papel tapiz de diferentes formas y colores, hasta alfombra colores diversos y puertas con números del 1 al 1,000,000 de distintos materiales. En ésta estancia habitaban por lo menos unos 2 millones de jóvenes, ya que era la mas conocido y al primer lugar al que acudían después de dejar sus colegios. Este gran edificio estaba hechizado para que a las personas que lo vieran no les llamara mucho la atención, pues de no tenerlo, tendría la apariencia de un gran rascacielos, pero en realidad tiene la fachada de un edificio de tan solo 3 pisos.
Según las indicaciones que les habían dado, tenían que caminar unas 5 cuadras desde el lugar en donde se encontraban, salieron de la puerta principal que estaba custodiada por 2 gárgolas de estilo medieval y caminaron por el jardín delantero del edificio , el pasto estaba húmedo por el rocío de la mañana.
Estaba empezando a pensar, que seria bueno ir a algún lugar estas vacaciones.. no seria maravilloso, ver todas las ruinas mágicas de Roma!- dijo una Ginny contenta comenzando a dar brinquitos de alegría a cada paso que daba…
Si, tal vez, solo que existe un problema, no nos podemos dar el lujo de viajar si ni siquiera conseguimos un trabajo , no crees? – En los ojos de Ginny se torno una muy gran desilusion, al moreno le entusiasmaba la idea de viajar con Ginny, pero muy debajo de eso, tenia que pensar en lo que tenia que ser de su futuro, no desperdiciaría una oportunidad de formar su vida por unas simples vacaciones.
Siguieron su marcha con paso lento, en un silencio casi total, aunque de vez en cuando se escuchaba un suspiro de cualquiera de los dos e intercambiaban miradas de desesperación. Dieron la vuelta a la esquina y pudieron visualizar ese lugar tan especial que tanto estaban esperando. Al verlo, Ginny corrió hacia allá y se detuvo justo en el jardín delantero.
¡Wow, que gran lugar, ¿¡a que es lindo?- Dijo la pelirroja casi comiéndose el grandísimo lugar con sus ojos y sonriéndole a Harry
Valla que lo es- Y le devolvió la sonrisa.
En los dos se les notaba una alegría especial en sus rostros, algo nuevo estaba por comenzar, y era lo bastante emocionante como para esperar a que llegara.
Esto es nuestro futuro Gin, este será el próximo lugar en el que gritaremos, lloraremos y emocionemos... este es nuestro hogar.
