Sábado por la mañana, todo Hogwarts estaba durmiendo, pero en el cuarto del prefecto más arrogante y deseado del colegio sucedía otra cosa. Pensamientos invadían la cabeza de Draco Malfoy, dudas y confusión, imágenes y recuerdos. Era difícil para el separar todos aquellos pensamientos en realidad y imaginación. Cuando por fin logró quedarse dormido, después de la conversación con la sangre sucia de Granger, Draco se paso toda la noche alucinando con numerosas imágenes e instancias que le venían todo el tiempo. Se sabe que un sueño dura aproximadamente un minuto, aún cuando a Malfoy aquellos sueños le parecieron una eternidad. Primero tuvo un sueño sumamente confuso, estaba sentado en una esquina de la biblioteca, pero no estaba solo, a su alrededor estaban Goyle y Crabbe.

-Draco son las 9 recién, a donde quieres llegar con todo esto. ¡Suelta eso!

-No me van a decir que hacer par de imbéciles, yo hago lo que quiero.

Tenía algo sostenido en las manos, se trataba de una botella. Dentro burbujeaba un líquido azul oscuro que producía un humo verde. Agarró la botella y se la llevó la a la boca tomando un largo sorbo. Al principio se mareo bastante, a pesar de eso volvió a tomar. Crabbe intento quitárselo, pero se levantó, escondió la botella entre su ropa y desaparecio por la puerta de la Biblioteca. .

Después de este sueño, Draco se despertó intrigado. Le tomo harto tiempo hasta que pudo dormir de nuevo, pero esta vez el sueño lo dejo aún más confundido….Soñó que se encontraba acostado en esa misma cama, y de pronto escucha la voz de una mujer que le dice: "Yo también te necesito", luego esta misma voz comenzó a repetirse cada vez más fuerte, finalmente la misma voz se convirtió en un grito desesperado hasta que llego a despertarlo.

-Hermione!- Draco gritó inconscientemente, se había dado cuenta que aquella voz le pertenecía a Hermione, todo estaba teniendo sentido, el liquido azul, Hermione…

Hermione se despertó y por ser sábado no se preocupo de levantarse. Mientras que comenzaba a abrir los ojos su cabeza iba a mil por hora recordando la conversación de anoche; lo que había pasado ayer con Malfoy la tenía asustada, que el llegara a semejantes conclusiones, hacia temer a Hermione que Malfoy supiera todo y querría solo hacerse el tonto acusándola por estupideces para demostrar su comportamiento. No podía ser pura coincidencia el tremendo interés que tenía el idiota de Malfoy de repente por ella. Hermione sintió que no podía seguir dedicándole tanto tiempo al asunto este, si iba a ser olvidado lo mejor sería no pensar en el.

Minutos después salió de la torre de Gryffindor y fue a dar una vuelta por los patios del colegio. Se encontró en el camino con Ginny que parecía también estar solo merodeando.

Ginny se acero a Hermione cuando la vio.

-Mione, que tiempo que no hablábamos.-

-Si, lo se, he estado tan pendiente de otras cosas, perdóname si no he sido muy comunicativa.

-¡No importa! ¿Sabes lo que paso ayer?-Ginny sonrió y se sonrojo simultáneamente.

-No….¿Que paso?

-¡Harry me pidió que fuera su novia!

-¡Que bien Ginny! Ya era hora que lo hiciera. –Hermione la abrazó de la alegría.

-Puede ser!……Mione que es lo que sucede te notó tan triste, tan distante.

-No se, no me siento bien, ya nada me alegra, me siento sola y deprimida.

-Pero Herm! Si me tienes a mi! Tú lo sabes, además Ron te adora y tienes mucha gente que te quiere mucho.

-Si…bueno, Ginny quizás algún día pueda contarte todo lo que me sucede en la cabeza pero no es el momento. No te preocupes, yo estaré bien.

Cuando Hermione volvió a su habitación, encontró una rosa roja sobre su cama. En seguida pensó en Ron y lo tierno que era mandándole flores para que lo perdonara por su comportamiento de ayer aún cuando había sido ella la culpable. La rosa llevaba una nota que decía:

Te espero esta noche en el calabozo de Pociones, a las 10 en punto, no le digas a nadie y procura que nadie te vea, un beso.

Ron

Hermione se emocionó solo con leer la nota, pensó en cuan feliz era con Ron y que ningún Malfoy vendría a quitarle lo mucho que Ron la quería, primera vez en mucho tiempo, Hermione sonrió para si misma.

Espero ansiosa la llegada de la noche, y cuando comenzó a oscurecer, Hermione se puso un vestido rosa que llevaba guardado de hace tiempo, se dejo el pelo suelto y se puso un poco de maquillaje. Mientras se miraba al espejo llegó Parvati por su espalda y le pregunto porque se arreglaba tanto, ella le mintió que solo se estaba probando el vestido y que ahora se iba a cambiar que tenía intenciones de ir a la Biblioteca. Cuando faltaban solo 10 minutos para las 10, Hermione se fue de la sala común de Gryffindor y camino hacia los calabozos. No hubo ningún problema en ser vista ya que nadie andaba a esa hora por los corredores de Hogwarts. Al bajar las escaleras que se dirigían a los calabozos vio un pequeño rayo de luz saliendo de una rendija de una puerta. Se acerco a esta y la abrió muy despacio, al abrirla lo primero que vio fue la sala de clases de pociones iluminado por 3 o 4 pequeñas velas. Por la tenue luz de las velas pudo ver que había alguien encapuchado parado frente a ella, se imaginó que era Ron, hasta que de pronto este dijo:

-Que bueno que viniste-…A Hermione le dio un escalofrío que recorrió todo su cuerpo, pensó en lo peor cuando escucho aquella voz que no era definitivamente de Ron. Solo cuando el encapuchado se bajo la capucha pudo saber ella quien era.

-¡Malfoy! ¡¿Que haces acá!

-Te engañe, pensaste que Ron tendría una idea como esta, bueno…no… imagínate jajaja Ron pensando en salir tan tarde, que susto….-Draco imito alguien asustado y se rió solo, luego se fijo en como vestía Hermione, la miro de abajo hacia arriba y evitando demostrar que estaba impresionado corrió la mirada y puso cara de superioridad.

-¿Para que querrías que viniera para acá? No que pensabas que yo te había dado una poción y ahora me invitas a los calabozos a las 10 de la noche. Nadie te entiende Malfoy.

-Hermione, cállate,… Me he acordado de todo, y se exactamente lo que paso esa noche que tanto quieres olvidar.- Hermione sintió que se congelaba de pies a cabeza, que su corazón paraba de latir y sintió vergüenza, mucha vergüenza, esta conversación no iba en buen camino. Decidió demostrar que no estaba en lo más mínimo intimidada por él por lo que no se le ocurrió otra cosa que echarle la culpa por todo.

-¡¿Qué es lo que me diste Malfoy! Sabes muy bien que no fue mi decisión propia.

-Te diré. Era una poción muy fuerte, aún no se como hiciste para recordar lo que paso, si tomas de ella, créeme que no recordarás nada de lo que hiciste. Aparte tiene unos efectos, increíbles debo decir…

-Desperté acostada junto a ti, con eso basto. ¿Cómo recordaste tú entonces?- Hermione lo miró con odio y asco.

-Invadiste mis sueños, y gracias a eso recordé cada momento…. Exactamente.-Esto último lo dijo despacio como si disfrutara hacer sufrir a Hermione.

-En fin Malfoy, para que me quieres acá…

-¡No te vas de acá hasta que resolvamos esto!-Dio un paso hacia al frente y se acerco a Hermione.

-Tú y yo no tenemos nada que resolver. Así que, me voy.-Hermione se dio media vuelta y intento abrir la puerta, pero Draco había sido más rápido y con el hechizo Colloportus la cerró con la llave que estaba en el cerrojo, luego grito Accio y la llave voló hacia Malfoy, este la guardo en su túnica. Hermione no tenía su varita consigo por lo que se sintió incapaz de intentar escapar. Malfoy se acercó a Hermione y le dijo susurrando en el odio:

-Entiende que ya no te olvidas de mí, porque después de lo que me hiciste, aun cuando tú me odies, tú serás mía. Más vale que empieces a buscarle explicaciones a tu Roncito para explicarle todo lo que pasó entre nosotros- Hermione retrocedió.

-Fue tu culpa Malfoy, lo sabes muy bien! Que idiota fui, en verdad pensé que podías cambiar por mi, creo que me deje llevar por el momento….pero bien nada es lo que parece… Escúchame tú ahora, tuviste tu oportunidad de arreglarlo, pero demostraste seguir siendo el mismo estúpido que cree tener el poder sobre todos.- No queriendo verlo más, se volteo y se quedo mirando a la puerta como esperando que esta se abriera sola. Acto seguido se escucharon pasos que venían de afuera…. cada vez se hacían más fuertes porque aparentemente se iban acercando. No hubo tiempo de esconderse ya que la persona abrió la puerta segundos después. Asomo la cabeza y era nada más y nada menos que el Profesor Snape.

-¡¿Me podrían explicar que hacen acá!- Snape se mostraba enojado, pero se notaba que estaba feliz por encontrarlos con las manos en la masa.

-Profesor, Malfoy me encerró acá!

-Señorita Granger eso ni quita la hora que es y la irresponsabilidad de estar fuera de su cama. ¿Me quieren explicar que hacen tan tarde en mi sala de pociones?

-Severus si fue un error de mi parte, tenía que resolver un problema de convivencia con Granger y pues se nos paso la hora. No volverá a suceder.

-A pesar de ser mi estudiante favorito, a los 2 quiero que les quede claro que tendrán un castigo, los quiero ver Mañana a las 8 en punto en mi despacho. No quiero excusas, cualquier actividad que tengan puede ser pospuesta. Ahora vayan a dormir.- Cuando Snape les dio el paso para salir, Hermione se fue de primera sin decir comentario alguno.