A/N: Para referencias a mi estilo y a ciertos aspectos del fic, lean 'Littera Minima' y sus secuelas, de la cuál esta es su última entrega. Por Favor, Quienes Dejan Reviews Anónimas, DEJEN UN MAIL DE CONTACTO PARA QUE PUEDA RESPONDER SUS COMENTARIOS CON MÁS AGILIDAD, DADO QUE NO VOLVERÉ A PONER ESTAS RESPUESTAS EN MI PROFILE.
¡MONTÓN DE GRACIAS A MIS LECTORAS DE PRUEBA¡Gracias Firts Ayanami y Sonomi por el tiempo que se dieron para leer y corregir mis locuras!
Saint Seiya, la trama y sus personajes pertenecen al Sr. Kurumada y a quienes han pagado por el derecho respectivo. El personaje de Shiori y Jaken son personajes creados por Rumiko Takahashi y son parte de su manga Inuyasha: O Togi Sengoku Zoushi. Han sufrido modificaciones para el beneficio de la trama. El Personaje de Selene pertenece a Fanny Shadow. No estoy sacando beneficio económico de este escrito: nada más hago esto para relajarme y entretener a mi imaginación, eso es todo.
ADVERTENCIA.
Del Manual del Villano Para la Malvada Conquista de la Galaxia, Artículo Cuadragésimo Quinto: Me aseguraré de saber quién es responsable de qué en mi organización. Por ejemplo, si mi general la fastidia sacaré mi pistola, pero no le mataré. En su lugar, furioso, le diré: "¡Éste Es El Precio Del Fracaso!"… dándome entonces la vuelta y matando a un subordinado cualquiera.
Cualquier coincidencia con la realidad, situaciones reales y semejanzas con personas vivas o muertas, es una mera e increíble coincidencia. Se pide criterio y discreción por parte de los lectores. No me hago responsable de castigos, lesiones, o penas capitales derivados de la lectura de este capítulo.
"Omnia Disce!"
(¡Aprende Todo!)
Clausura:
El Show debe Continuar.
Flashback.
"No se nos informó sobre la presencia de esta niña¡Quizás qué pudieron haber hecho esos locos!" Exclamó muy molesto el señor embajador. El clima en aquella asamblea de padres era muy tenso. Apenas habían pasado horas desde el tiroteo.
"Esos 'locos' salvaron la vida de su hija, Señor Donaldson." Gruñó Shion con autoridad.
Saori se encogió en su silla y se tapó la cara. Mu, en vista de que la chica estaba muy angustiada por la situación, le hizo una seña y comenzó a hacer levitar los vasos que estaban en la mesa de los directivos, causándole una sonrisa a la diosa, hasta que Idril les regañó a los dos con la mirada. El montón de padres presentes estaba molesto y aún asustado. No les había hecho gracia, de ningún modo, que sus hijos hubieran sido amenazados a punta de pistola.
"No se los pedí. Mi Hija se llevó un buen susto. ¿Qué tal si esos 'santos' no hubieran usado más fuerza de la necesaria? Califican como armas de destrucción masiva. NO QUIERO que ni esa diosa ni sus guardias estén cerca de mi hija." El señor embajador estaba enojado. "Los quiero fuera del colegio." Shion sintió una venota palpitarle en la cabeza: este tipo de gente lograba enervarlo.
"¿Quién le dio a usted la autoridad de pedirnos que retiremos a la diosa, cuando ella no provocó el problema?" Shion se veía lleno de autoridad. Cruzó miradas con el embajador por varios minutos, en forma intensa. "El problema no es este que usted plantea, lo cuál amerita una queja formal, sino otro muy diferente."
"Su Excelencia Shion tiene razón." Intervino el señor Tersites. "Tenemos que tomar medidas ante los hechos…"
"¿Qué no entienden que la solución parte por sacar este foco de conflicto?" Rezongó el embajador una vez más.
Idril apretó los puños y la quijada. Se giró hacia la diosa, que lo único que quería era que la tierra se la tragase. Iba a decirle algo para consolarla, cuando… ¡Ese Cosmo! Mu e Idril intercambiaron miradas. Saori se enderezó en la silla. ¡Venía Muy Rápido! La discusión que se llevaba a cabo se detuvo en el acto. La luz comenzó a fallar, el auditorio se remeció. Una fuerte conmoción se sintió venir por el pasillo. Shion carraspeó y se sentó en su sitio. Afuera, las nubes de congregaron justo por encima del edificio y comenzó a granizar y llover. Aquellos pasos que con tanto escándalo se acercaban, se oían cada vez más fuerte. ¡Era como un pequeño Terremoto!
"Oye Mu… ¿Nadie se acordó de avisarle a mi papá que estoy bien?" Preguntó Saori en un suspiro. Mu negó con la cabeza.
"No… parece que se nos olvidó…"
"Debió enterarse por los noticieros…" Idril tragó saliva.
Algunos padres se pusieron de pie, como tentados a huir, pero cuando las puertas se abrieron de par en par, con gran estrépito, cayeron sentados. Zeus, padre de los dioses, señor del olimpo, del trueno, las tormentas y cuanto fenómeno atmosférico existe, el juez de jueces, protector de los viajeros, cuya ira es temida en todo lado, con animescas lágrimas fluyendo por sus mejillas y el rostro contorsionado de preocupación, rodeado de truenos, rayos y centellas, hizo acto de presencia en aquella humilde reunión de padres.
"¡MI BEBÉ!" Exclamó al borde de las lágrimas, al tiempo que se abalanzaba hacia Saori, cruzando a zancadas el auditorio, con los brazos extendidos, dispuesto a abrazar a su Ojitos de Lechuza, pese a que Athena quería morirse de pena.
No logró dar este abrazo.
CLAAAAANG.
Zeus recibió un fuerte golpe en la cabeza, que logró noquearlo. Cayó al suelo de bruces y el lugar se sumió en un profundo silencio. Hera, sosteniendo una pesada sartén, suspiró aliviada. Hestia e Iris rápidamente se abalanzaron sobre Zeus y al menos Iris comprobó su pulso. Suspiró al encontrar que el dios estaba bien… como si se fuera a morir…
"¡Qué Bueno Que Lo Detuve!" La diosa de los brazos de leche puso las manos en jarra y miró hacia el expectante público… hasta que dio con Saori. "¡Athena! Me decepcionas. ¿Cómo le das estos sustos a tu padre? En las noticias dijeron que te habías muerto." La regañó molesta.
Algunos tragaron saliva y se quedaron viendo a una apenada Saori. Athena inspiró aire y se dispuso a hablar.
"Este, verás… yo…"
Entonces, en la puerta del auditorio, Hefestos, con su hacha regalona, Apolo y Dionisos, listos para repartir piñas, aparecieron apretando los puños. Estaban enojados: ellos se atribuían el derecho de molestar a Saori y no permitirían que unos humanos roñosos se adjudicaran tal responsabilidad.
"¿A Quien Hay Que Pegarle?" Gruñó Apolo apretando los dientes.
Shion, Mu, Idril y Saori sintieron una gruesa gota en las cabezas.
Fin de Flashback.
Estancias de Athena.
1 semana después.
Su uniforme estaba listo y dispuesto. Athena sonrió y se dirigió a su mochila, para revisar tener todo dentro y que nada importante, como su tarea de matemática, faltase. No habían tenido clases en una semana y al día siguiente, éstas por fin se reanudaban. Ojalá que todo volviera a su curso normal de sucesos. ¡Ojalá! Suspiró contenta y se sentó en su escritorio, y abrió su agenda.
¡Vaya Que Habían Pasado Cosas! La última semana estuvo movidísima. Desde la balacera, que todo parecía haberse subido a una montaña rusa, que por como pintaban las cosas, debería detenerse en un par de días más. Conmoción en los medios por los alumnos que habían disparado al interior del colegio, consternación por la intervención de los santos de Athena y en cierta medida, molestias por la inadvertida asistencia de la diosa a clases. Quejas por el manejo de la crisis y reclamos por no haber advertido la situación a tiempo.
Todo había hecho meritoria la citación a una asamblea general de padres aquél mismo día de la balacera, a la que ella misma tuvo que asistir junto con Shion, Idril y Mu. Lo peor de todo es que a la mitad de la reunión, justo en el momento en que más quejas se habían suscitado en contra del accionar de los santos, Zeus irrumpió con toda la parafernalia del caso, entre truenos y relámpagos, asustado a rabiar y temeroso de la seguridad de su hijita Ojos de Lechuza. El padre de los dioses no se había enterado al principio, pues, con justa razón, Hera, Hestia e Iris temieron que la ira del rey del Olimpo fulminase de un rayo a los responsables de la tragedia o le provocase una divina indigestión… que era lo que más temían.
No se equivocaron mucho, pues esas eran las intenciones de Zeus en cuánto se asegurase que su hijita estaba bien. Hera lo noqueó con una sartén que el propio Hefestos había confeccionado y que Zeus le regaló como aniversario de bodas.
Al menos la diosa del Matrimonio supo darle un buen uso.
"Athena." Niké se acercó a donde estaba Saori y le jaló el vestido. La pequeña diosa por fin estaba mejorando en su dicción. "Mira. Hice dibujos."
Athena sonrió. Los papeles mostraban dibujos llenos de colores y diferentes escenas que la pequeña veía en su vida diaria. No eran dibujos muy elaborados, pero ya a sus tres años, Niké demostraba tener un dominio de la motricidad fina muy bien logrado. Cualquiera diría que aquellas pequeñas obras de arte las había hecho un niño de 6 años y no 3.
"¿Me dejas verlos?" Preguntó Saori con una sonrisa. Niké asintió.
"Son vadios. Míralos." Unas 5 hojas de papel fue lo que Athena recibió de la diosa de la victoria.
"¡Qué lindos! Estás dibujando perfecto, Niké." La adolescente diosa ladeó la cabeza. "¿Esta mata verde quién es?"
"Es tío Afdro cuando volvió de vedde." Explicó Niké. "Tío Milo dice que a lo mejod le dio la coRRRRRiente antes de llegar."
"¿Seguro no es Shion?"
"No. Papi Shion es este de…" Niké se apresuró en buscar otro dibujo. Le mostró a Athena un dibujo en donde se veía un palo de escoba con vestido en horizontal, apoyado contra un rectángulo. "Aquí. Es este de aquí."
"¿Este es Shion¿Por qué está en el suelo?"
"NO. Lo estás viendo al revés." La niña se apresuró en invertir el dibujo. "Es Papi Shion buscando un libro. ¿No ves el librero?" Le respondió en enojado y fluido francés.
"Bien, bien, no te enojes. Ya entendí… Creo." Saori sintió una enorme gota de sudor en su frente. Como que tenía dos opciones: o le pedía a Camus que le enseñara francés a ella o que dejara de enseñarle a Niké. "¿Me darás estos dibujos a mi esta vez?"
"No. Son para Mami Idril."
"¿Y cuando me darás unos dibujos a mi?"
"¿Mañana?" Entonces llamaron a la puerta. Niké se volteó en dirección de esta y sin perder más tiempo, corrió a ocultarse debajo de la cama de Saori.
"Princesa¿Puedo pasar?" La voz de Idril preguntó del otro lado. "Estoy buscando a Niké."
"Pasa Idril." Saori cerró su agenda y se puso de pie. La elfa entró con elegancia y caminó hasta ella con calma. "La peque está allí, bajo la cama." Le señaló la diosa. "¿Le darás su baño, no?"
"Así es. No sé porqué, pero de un tiempo a esta parte no le gusta tomar baños." La elfa le sonrió y caminó hacia la cama. No pudo evitar notar el uniforme de la diosa y giró sobre sus talones. "¿Lista para volver a clases?"
"¡Claro que sí! Solo espero poder lidiar con la atención extra." Anunció Saori de buen humor. "De pronto tengo un montón de amigos que ni sabía que existían." Añadió muy molesta. Athena se sopló el flequillo. "Esta semana sin clases y sin ver a las chicas han sido aburridas. Al menos a Shion no le dio por darme lecciones."
"Aries estuvo ocupado. Recuerde: la asamblea esa de padres fue bastante… intensa." Comentó Idril suspirando. "Al menos la dejaron regresar a usted a clases."
"No fue mi culpa lo de la balacera. Yo no más estaba allí, punto." Saori se encogió de hombros. "Los papás de Bella reclamaron como quebrados que querían que me fuera."
"Ellos y los demás padres extranjeros. Hay que entender a quienes son foráneos: no tienen nuestra mentalidad." Explicó Idril tranquila.
Era verdad: pese a la enorme conmoción causada por la presencia de los santos y su participación en la crisis, la gran mayoría de los padres, excepto los extranjeros, parecían de acuerdo con que la diosa fuera resguardada por sus propios guardianes, usasen el método que quisieran. Sí… tenían técnicas muy poco ortodoxas para tratar con adolescentes, pero habían dado resultados.
"No me sorprende lo que pasó. Me molestó sí que quisieran usarla a usted como chivo expiatorio, cuando el problema a tratar era otro." Continuó la elfa agachándose junto a la cama y sujetando un pie de Niké. "¡Encontré un Pie de Ranita!"
Entre risas, Niké dio un par de inofensivas patadas y rodó por debajo de la cama, ocultándose en los abismos de aquél escondite. Idril sonrió y se sentó en el suelo cruzada de piernas.
"Sí, tienes razón. Al menos podré volver y con mis santos." Saori se sentó junto a Idril. "Claro que hay más condiciones."
"¿Está en desacuerdo con alguna de ellas?" Preguntó la elfa curiosa. Athena negó con la cabeza.
"No es eso. Es que ahora como que pierde un poco el chiste. Antes nadie tenía que saber que yo era la diosa, pero ahora todos lo saben." Saori apoyó las manos contra el suelo. "Sigo asistiendo a clases, no recibiré un trato especial, lo cuál agradezco, y mis santos seguirán haciendo clase, pero tendrán que estar identificados en todo momento como tales. Eso quiere decir que deben usar sus armaduras."
"Shura no podrá seguir ejerciendo de conserje, ni Argol como alumno." Idril sonrió. "Algo me dice que Shura no está muy contento con eso, pero bueno. También habrá un recambio de santos cada mes."
"ESO le cayó muy mal a Camus y a Shaka: les toca reemplazar a Máscara y a Alde a partir del próximo lunes." Saori sofocó una risita. "Dudo que Camus tenga problemas con el grupo de Máscara, pero no sé que tipo de clase dará Shaka."
"Los ejercicios espirituales son muy intensos, si se les practica bien."
"Ojalá que no se ponga nervioso." Suspiró Saori divertida. "Pero lo mejor de la reunión fue cuando llegó mi papá."
"No. Eso no fue lo mejor de todo." Idril, que nunca hablaría mal de los dioses potencialmente problemáticos, dio a entender otra situación que la diosa captó en seguida.
"¿Te refieres a la forma en que Hera lo tranquilizó?" Athena pestañeó dos veces. "¡AHAHAHAHAHA! Tienes razón… cambiemos el tema."
"Habla usted con sabiduría." Idril, con mucha facilidad, alzó la cama de Athena con las manos, lo que Saori aprovechó para extraer de debajo a Niké, que seguía oculta allí. Una vez que la niña estuvo afuera, sacudiéndose con energía, Idril dejó la cama en su lugar y tomó a la pequeña en los brazos. "Cierta Ranita que conozco debe tomar su baño."
"NOOOOOO."
"Vamos Niké, no seas mañosa: así olerás muy rico." La animó Saori.
"Princesa, si me disculpa, debo marcharme." Idril, tras hacer una leve venia con la cabeza, giró sobre sus talones y se llevó a Niké de allí.
Saori estiró los brazos una vez que la elfa y la pequeña diosa salieron de su cuarto y regresó a su escritorio. Se sentó en la silla, abrió su agenda, tomó un lápiz y se dispuso a escribir algunas cosillas, que quería finiquitar antes de ver una película por la tele.
Esa noche debía dormirse temprano.
Salón de Maestros.
Día siguiente.
No creo que sea muy necesario hacer hincapié respecto a quienes eran el centro de atención aquella mañana. Para Athena y sus santos, entrar al colegio con normalidad y caminar bien hacia sus respectivos destinos, fue una experiencia parecida a la del primer día de clases, sólo que esta vez, lucían sus armaduras y sabían que Saori era Athena, por lo que todos querían verlos, aunque fuera de lejos.
Sin duda quienes se graduaban ese año, tendrían el anuario más bizarro desde que Julián Solo dejase de asistir a clases.
"Shaina, no es por nada, pero no me cuadra verte con máscara." Le comentó Romina, al sentarse junto a ella.
Afro ya estaba dando vueltas por los pasillos, lleno de toda la autoridad que había perdido en esos meses. Ese día había despertado de buen humor: algo había comentado sobre que era el gran día para sus rositas pirañitas. Shura y Argol también estaban en el colegio, pero no como conserje y alumno, sino como apoyo temporal. Los demás, estaban en el salón de maestros, sentados en la misma mesa y esperando el inicio de clases. Máscara se balanceaba en su silla, Shaina estaba sentada en el lugar favorito de Shiori, Alde estaba frente a ellos, leyendo una revista. Hacía unos minutos que habían dejado de ser el centro de atención de los maestros, pero algunos todavía les rodeaban.
"Feh. A mi no me cuadraba estar sin mi máscara." Respondió Shaina suspirando. "Me siento más cómoda con ella."
"¿No te sientes cohibida en tu femineidad?" Insistió Romina. "Creo que me ofendería usar una de esas."
"Es cosa de costumbre." Explicó Shaina, encogiéndose de hombros. "Mi maestra me enseñó a llevar mi máscara con orgullo. Para mi es un honor. Respecto a mi femineidad…"
"Dudo que se cohíba. Shaina tiene que ser la amazona menos femenina del Santuario." Se burló Máscara desde su puesto. El santo revisaba las notas que Camus le había preparado.
… sí… el santo de Acuario había sido seleccionado para reemplazar a Máscara durante un mes. La idea no le había gustado para nada, pues Acuario prefería tener aprendices de uno en uno y no de 25 por vez. Además enseñar física no le motivaba… lo cuál encuentro algo poco acorde, pues no solo se la pasa hablando del cero absoluto, sino que había sido por obra y gracia de los apuntes que Camus había preparado, que los alumnos de Máscara habían aprendido física.
Shaina sintió una vena gorda en la cabeza.
"¿TÚ QUE SABES DE MI FEMINEIDAD?" Vociferó en italiano, poniéndose de pie y golpeando la mesa.
"Lo Mismo Que Todos: NADA. No Eres Femenina." Respondió Máscara burlón en el mismo idioma. Shaina apretó los dientes.
"YA VERÁS¡A MI C…!"
BONK, BONK.
Dos coscorrones, marca Aldebarán de Tauro, aterrizaron consecutivamente en las cabezas de este par de primos. Shaina cayó sobre su asiento, sobándose la cabeza y Máscara se dio un buen suelazo, dado que perdió el equilibrio en su silla. Alde, muy serio, regresó a su asiento y se cruzó de brazos. El santo de Cáncer se incorporó sobre sus pies.
"¿SE PUEDE SABER QUÉ…?"
"A ti por grosero con tu prima y a Shaina por ser demasiado italiana para su respuesta."
"¡Aldebarán!" Exclamó Shaina indignada.
"Ahora que los veo… menos me cuadra." Suspiró Romina. "Quien hubiera dicho que erais santos."
"Es que ahora que lo sabemos, nos explicamos muchas cosas." Intervino Melissa divertida. "Este tipo de cosas hace que la vida valga la pena."
"Sí, somos santos, pero a la postre somos muy normales." Explicó Aldebarán con una gran sonrisa. "Err… bueno… algunos somos un poco más excéntricos."
"Estamos acostumbrados a ver gente excéntrica… o no me digan que creen que Shiori es muy normal." Comentó Melissa calmada, mientras veía a Máscara regresar a su silla e intercambiar caras feas con Shaina.
"¿Shiori extraña?" Alde pestañeó curioso. "Pero si es muy dulce: una chica muy agradable."
"Dices lo mismo de todas las chicas." Gruñó Máscara de mal humor. No se explicaba por qué, pero desde hacía días tenía una extraña sensación de vacío en el estómago… como si extrañase algo… claro… no lo reconocería ni bajo tortura.
"Melissa tiene razón, Shiori es peculiar." Apoyó Shaina, sólo para ver la reacción de su primo. "Nunca había visto a nadie con un oído tan agudo. Ni la señora Idril, que es elfa."
"O que de repente le daba por olfatear cosas." Comentó Alde a la pasada. "Pero eso no la hace una mala persona."
"Por supuesto que no." Se apresuró en decir Romina. "Es una chica muy dulce, aunque esconde un muy mal carácter. Ha sufrido mucho la pobre. Su vida ha sido una lucha y aún así, es simpática cuando se lo propone. Cualquiera se habría convertido en un monstruo con sus antecedentes."
Máscara prestó atención de inmediato. Se acomodó en su asiento y fingió disgusto, escuchando con atención. Vaya: no era el único que había notado que algo no cuadraba con Shiori. Una vez más, comenzó a balancearse en su silla.
"Por cierto: ahora que me doy cuenta, no la veo." Dijo Alde, mirando para todos lados. "No la veo desde la semana pasada. ¿Alguien sabe como está?"
Romina y Melissa entrecruzaron las cejas con tristeza. Intercambiaron una mirada y suspiraron profundo. Máscara dejó de balancearse en la silla y bebió un sorbo de su café.
"La última vez que supe de ella, fue unas horas después de la balacera." Dijo Melissa con pena. "Su mamá estaba en el hospital y muy mal. No dejó que fuera a hacerle compañía: al parecer su Padrino estaba con ella."
"¿Su Padrino?" Preguntó Máscara curioso. No era la primera vez que oía mencionar a este sujeto y ya estaba intrigado. "¿Por qué su padrino y no su padre?"
"Porque su papá está muerto, Máscara." Melissa se sopló el flequillo. "O eso le sonsaqué una vez, el año pasado."
"El papá de Shiori falleció hace muchísimos años, bajo circunstancias dudosas." Aclaró Romina con calma. "Hablé con Shiori al día siguiente de la balacera: me dio mucha pena. Se la oía terrible. Tampoco dejó que fuera a acompañarla."
Máscara tragó saliva: hasta ese día ni siquiera se le había cruzado por la cabeza ver si Shiori estaba o no bien. Cierto, la había llamado en un par de ocasiones, pero la chica apenas le había hablado por más de un minuto. ¡No solo eso! Acababa de darse cuenta que no sabía mucho más de la chica como hubiera querido, excepto algunos aspectos demasiado superficiales.
¡Ese vacío en su tripa!
"¿Qué le pasó a la mamá de Shiori?" Preguntó Shaina. La amazona había estado observando la reacción de su primo, pero al parecer a éste no le importaba mucho… había que reconocer que Máscara era bueno ocultando lo que sentía. Romina y Melissa, de nuevo, suspiraron al mismo tiempo.
"Por lo poco que sé, tuvo un accidente horrible en las escaleras de su edificio. Parece que la asaltaron o algo así, la botaron por los escalones y la dejaron allí tirada." Respondió Melissa apenada. "¡Pobre Sra. Nikaido! Con lo cuidadosa que era."
"¿Saben como está?" Preguntó Alde preocupado. Tanto él como Shaina rápidamente le dedicaron una fugaz mirada a Máscara, pero éste seguía mirando sus apuntes.
"En coma y muy grave." Dijo Romina. "O así debería estar: no he tenido muchas noticias."
En eso, llegó Josefa corriendo muy agitada y se sentó de un plantón junto al grupo. Dejó su bolso a un costado, le robó un sorbo al té de manzana con canela de Shaina y tomó aire.
"No tienen ni idea de lo que de acabo de enterar."
"Si Es Sobre Nikaido, Más Te Vale Que Sean Noticias Nuevas Y Buenas." Gruñó Máscara, delatándose sin querer que había estado al pendiente de la conversación. Josefa asintió.
"Vengo de la oficina del Director: acababa de colgarle a Shiori." La profesora suspiró de nuevo. "Es terrible. Se trata de su madre."
"¿Qué pasó?" Preguntó Shaina.
"Falleció anoche… se pasó la semana entera en coma." Josefa sacudió apenada la cabeza. Melissa y Romina abrieron mucho los ojos. Alde hizo un gesto acorde con el rostro y Máscara… bueno, ya pueden suponerlo: hizo como si nada, pero la noticia sí que le afectó. "Llamó para renunciar."
"¿QUÉ RENUNCIÓ? MA. ¿POR QUÉ RENUNCIÓ? El Que Tu Madre Muera No Debe Ser Motivo Para Que Renuncies. No digo que no debe darte pena, pero ¿RENUNCIAR? Está Loca. ¿Por qué RENUNCIÓ?" Protestó Máscara a toda voz, golpeando la mesa y poniéndose de pie. Shaina le quedó viendo de hito en hito. Josefa tragó saliva.
"Es que debe repatriar a su mamá a Japón y resolver un montón de trámites… y su Padrino quiere que se regrese por alguna razón." Explicó con la voz en un hilo.
"¿Shiori no está ya grandecita para obedecer a su Padrino? Si quiere quedarse en Grecia, él no se lo puede impedir." Preguntó Shaina cruzándose de brazos.
"Por lo poco que sé, su Padrino es muy estricto y tradicional." Explicó Melissa, quien se volvió a Josefa. "¿Estás segura de esto que dices?"
"¿El Señor Tersites no piensa hacer algo?" Preguntó Aldebarán.
"El director intentó convencerla, pero no pudo. De hecho, la iba a llamar de nuevo para tratar de hacerle cambiar de opinión, pero dudo que lo logre: sabes como es de necia." Josefa dejó caer los brazos. "Esto me pone mal."
En eso, el fatídico timbre resonó por los pasillos. Todos los profesores se quedaron mirando al techo y se dispusieron a ir a sus salones. De muy mal modo, Máscara se puso de pie, tomó su vieja mochila en sus manos, que no hacía juego con su armadura, y salió molesto del salón.
"Algo me dice, Josefa, que no eres la única que se puso mal con lo que nos dijiste." Comentó Shaina suspirando.
¡Máscara estaba molesto! Sus pisotones resonaban contra el suelo y ningún alumno se le quiso acercar. El tipo ya tenía mala fama sin armadura y verlo molesto ahora no era algo divertido. ¡Que ESTAFA! Sabía que debió haberla seguido. ¿Por qué no lo hizo? Al menos pudo haberla acompañado un rato o hasta que perdiera la paciencia. ¿Por qué había renunciado? Podía hacer los trámites de repatriación con agilidad y con la buena disposición del cónsul japonés y volver a Grecia luego, pero NOOO… condenado orgullo de macho…
¿Qué era ese molesto dolor de estómago? Y ¿ese nudo en la garganta? Él no había perdido a su madre, no señor¿acaso le había afectado que Shiori perdiera a la suya? Ni siquiera sabía como se llamaba la difunta. ¿Por qué se había ido? Debió haberlo llamado por último. Algo pudo haber hecho que hubiera servido para que su ragazza se sintiera mejor. Un abrazo, incluso los suyos, de repente servían en estas ocasiones. Shiori debía estar pasando mucha, mucha pena.
¿Por qué no pudo acompañarla? Máscara suspiró. Él quería a la chica, sus tripas se retorcían cada vez que la veía y su corazón latía extraño. Pero no… Shiori no parecía sentir lo mismo por él… ni siquiera había buscado refugio en sus brazos en un momento así. Se pasó la mano por la cabeza.
"Ragazza loca." Masculló de mal humor y se dispuso entrar a su salón. "Al cabo que ni me gustabas."
Las puertas del bullicioso salón lo dejaron pasar y luego de que el santo vociferase un par de órdenes reinó el silencio. La vida tenía que seguir…
…
…
El santo de Cáncer nunca supo que en esos momentos, alguien lloraba con un desconsuelo tal capaz de romper una piedra. Estando en su casa, Shiori se deshacía en amargo llanto y no podía controlarse. Sí, era normal que llorase por su mamá, y no hay reproche valedero para hacerla callar. Ya sus cercanos comenzaban a considerar la posibilidad de darle un calmante…
… Sin embargo… no era la única razón por la que lloraba.
…
Shiori extrañaba a Máscara… aunque no se daba cuenta.
…
¡Que momento más extraño para echar en falta a un dorado!
Fin del Fic.
Por
Manquehuito (Misao–CG)
PS: Por cierto, la escena del Flashback es inédita y mis lectoras de prueba no la vieron… por otro lado… habrá, en un día o dos, un omake. Luego de buscar asilo político en la nunciatura, publico el final de este fic. ¿Por qué creen que Máscara estaba tan enojado conmigo? Sip. Lo dejé solo, sin chica en su brazo ni perro que le ladre… pero CALMAOS, Ya viene el próximo fic, en el cuál podrán resolverse muchas de las dudas que surgieron en este. La relación entre Shiori y Máscara es más compleja de lo que creen: ambos son personajes muy peculiares… aunque es muy bonita. Por otro lado, siento que hace falta más de un fic para lograr que nuestro querido Máscara se prende totalmente por alguien y comience una relación¿no lo creen así? TTOTT No me odien, que soy tan buena. Faltas de ortografía, de gramática, tipeo y redacción no son intencionales (excepto en el caso de los diálogos de Niké) y si descubren alguna, por favor, sean buena leche y avisen para poder corregir, lo mismo si tienen quejas o críticas respecto de la historia, para ver como lo soluciono (en tanto sean constructivas y no destructivas) Fic terminado el Viernes 4 de Agosto de 2006, a las 17:47 pm. ¡GRACIAS POR HABER LEÍDO EL CAPÍTULO!
Brújula Cultural.
Hefestos: (en griego Ήφαιστος,quizá de φαίνω, 'brillar') es el dios del fuego y la fragua, así como de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia. Era adorado en todos los centros industriales y manufactureros de Grecia, especialmente en Atenas.
Hefesto era bastante feo, lisiado y cojo. Tiene que ser el dios más feo que hay, el pobre no pudo tener peor suerte. Caminaba con la ayuda de un palo y en algunas vasijas pintadas sus pies aparecen a veces al revés. Se le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, siempre trabajando en su fragua (al menos es trabajador). La apariencia física de Hefesto indica arsenicosis, es decir, envenenamiento crónico por arsénico que provoca cojera y cáncer de piel (TTOTT ¡Pobrecito!). El arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad.
NO HUBO ANIMALES Y/O HUMANOS LASTIMADOS DURANTE LA PRODUCCIÓN DE ESTE FIC.
Solo un montón de alumnos, heridos de bala, pero ninguno de ellos murió y más que traumarse por dicho evento, no dejan de marear a quien esté dispuesto a oírles que fueron santos de Athena quienes salvaron sus vidas.
Bella fue castigada por burlarse de Saori y su papá, el señor embajador, recibió una severa reprimenda por parte de su gobierno y fue destinado a cumplir funciones en Sierra Leona.
El equipo de Atletismo de Alde ganó el primer lugar en las competencias Inter escolares.
El 2ºD, en tanto Máscara estuvo con ellos vistiendo todo y armadura, fue un curso ejemplar… cuando Máscara se fue, creyeron que ya todo había acabado y volvieron a sus viejas mañas… y como vieron que Camus se veía tranquilo…
… Shion tuvo que regañarlo y ordenarle que los sacara del cubo de hielo.
Alsacia sacó fotos
AH. Pellejo fue pegado con tela adhesiva por Máscara en el frontis del colegio, por los viejos tiempos.
Y Shaka…
… Digamos que ha estado practicando su 'sagrado OM' más seguido de lo normal.
