Creo que uno siempre termina amando cuando menos lo espera, o también de quien uno menos espera. El amor siempre esta ahí adelante, tocándote la puerta pero derrepente estamos tan afligidos, tan lejos de ver lo que tenemos o lo que podríamos tener si nos arriesgaramos y le dieramos una oportunidad. ¿Quién sabe? Una pequeña cosa, puede cambiar muchisimo en la vida. Es como el efecto mariposa para quienes lo hayan leído.
¿Qué es más fuerte que el amor?
Cuando se fue de la mansión nadie le hizo preguntas. Lucius Malfoy anelaba su huida, por lo que nadie la detuvo.Había hablado con Harry y no tuvieron ningun inconveniente en recibirla dos días después.
Mientras que estuvo alojada en el departamento de sus mejores amigos, se sintió apoyada y acompañada. Siempre tenía alguien con quien hablar y con quien discutir de su vida, sus preocupaciones y sus pensamientos. Ron se mostraba después de haberlo conocido tantos años, un hombre maduro y dispuesto. Hermione no podía sin embargo notar la mirada de ilusión y comprendió rápidamente el sentido de aquella mirada. Saboreaba el extraño encanto que tenía la casa en la que vivían, vagaba por las habitaciones ordenando y recogiendo la ropa que los hombres habían dejado tirados en el suelo y una que otra vez aparecía Ginny diciendole que se acostara que ella se preocuparía del orden. Lo que Hermione sentía más fuerte, era la angustia en su alma, que la hundia cada vez más profundo. Luchaba contra las emociones que le causaban el recuerdo de Malfoy y de a poco fue recuperando la seguridad en sí misma. También sufría náuseas mezcladas con intenso dolor por la venida del parto. Por ello tuvo Ron un papel importante en sacarla de su depresión. Aunque nunca desistió de sus sentimiento intento no hacercelos mostrar en su frecuente trato. La mimaba con todo tipo de regalos y le traía flores deseando que se recuperara. Se quedaba en casa ayudándola y procurando que se mantuviera en reposo y hasta intento mostrarse como una figura paternal para el bebé, regalandole pequeñas ropitas y detalles. Hasta la llevaba al doctor para ver que todo estaba bien.
Un tarde, en que nadie se encontraba en casa y Hermione sacaba un envase de comida preparada de el refigerador escuchó un ruido a su espalda. Hermione permaneció inmovil por la sorpresa y lo primero que se le ocurrió fue que había entrado un ladrón. Era poco probable ya que el departamento estaba custodiado por un conserje y por varios hechizos antirobos. A Hermione le saltaba el corazón del pecho y sintió como la puerta se cerraba a su espalda. El sujeto ahora estaba en silencio parado bajo la puerta de la cocina. La cerró y se dirigió lentamente hacia ella. El extraño estaba cubierto por una capa negra que arrastraba y solo se podían ver por el espacio que dejaba la capa en su cara, unos ojos oscuros mirando con satisfacción. Levantó la mano y dijo:
-Lucius Malfoy me ha mandado a informarte, que no te acerques o intentes buscar a Draco Malfoy, que te tendrá vigilada.-
Hermione se quedo paralizada sin atreverse a mover o siquiera responder, por lo que espero a que el encapuchado de diera media vuelta y desapareciera con un portazo por la puerta. No supó como había llegado a pasar el conserje, tampoco supo como había entrado en el apartamento, sin embargo Hermione no le contó a nadie y no tuvo intenciones de recordarlo.
De todas formas, no se sentía segura del todo, por lo que decidió volver a la Mansión en orden para dejarle las cosas claras a Lucius Malfoy y hacerle saber que ya no tenía más intenciones con su hijo. Canopus la saludo cordialmente al hacer su aparición por la chimenea y lo primero que vio cuando el elfo se retiro fue la puerta de la oficina de Lucius Malfoy entreabierta. Descuido tocar la puerta y no tuvo mucha importancia porque la habitación se encontraba vacía. Le llamo la atención, los papeles que yacían sobre el escritorio. Al parecer eran borradores inconclusos, escritos a mano con tinta y pluma. Hermione echo una ojeada a la letra escrita sobre los papeles en su mayoría blancos y reconoció inmediatamente la caligrafía. No pudo creerlo, la letra que estaba escrita sobre todos los borrados en el escritorio tenían la misma letra que la carta que había recibido de Draco. Buscó en los cajones y encontró cartas con el mismo formato que las que había recibido de Draco, que eran idénticas, pero estas, al parecer nunca habían sido enviadas, se fijo en la fecha y esa fecha era futura. No quería sacar conclusiones apresuradas, pero ya era muy tarde, Hermione sabía lo que esto significaba y lo peor era que no podía hacer nada al respecto. Quizás esperar era la única solución, pués de nada servía ir embarazada a su rescate.
El tiempo transcurrió lentamente y ya la panza de Hermione estaba tan grande que se cansaba fácilmente al caminar y prefería quedarse recostada. Todos sus amigos se portaban muy bien con ella y apreciaba la ayuda que le brindaban todos los días para animarla.
Faltando ya poco para el parto, Hermione tuvo un sueño, nunca le había pasado algo similar, ella estaba al tanto que estaba soñando y dentro de ella ardía un fuego abrasador. En este sueño estaba Draco y el la rodeaba con los brazos torpemente, con impaciencia. Ella no se podía resisitir, sino que se fundia con él en una unión completa. Todo sucedia como en un sueño, como si fuesen otras personas las protagonistas de aquel momento. Más tarde cuando ella se apretó contra él sonriedo tiernamente, Draco alargó la mano para tocar su cabello con lento y acariciador gesto. De repente él se había convertido en un aspecto de sí misma, parte de su personalidad. Primera vez en su vida un hombre hecho y derecho compartía la cama con ella. Le bastaba alargar la mano para volver a tocarlo y sentir el calor y suavidad de su piel. Fueron pensamientos extraños los que ocuparon lugar esa noche en el subconsciente de Hermione. Nada tenian de lógico o correcto y Hermione supo que alguna vez los había tenido a su alcance pero a la otra mañana al verse despertando junto a Draco los había dejado escapar, odiando a su enemigo con odio repulsivo. Cuando despertó, tenía la respiración jadeante y agitada. Su piel ardía como si tuviera fiebre, y su boca estaba seca y áspera.
Así supo que estaba lista para tener a su hijo.
De ahí en adelante las cosas sucedieron tan rápido que Hermione sin darse cuenta se encontraba en trabajo de parto después de varias horas en que estuvo entre dolores rodeada de sus amigos en el Hospital. Cuando el doctor tuvo finalmente la criatura en sus manos, Hermione recuerda haberla mirado y haberse sentido la persona más feliz de la tierra, teniendo el más hermoso de los regalos. El doctor la miró y le informó que era niña. Hermione lloró de felicidad y se quedo dormida con una sonrisa dibujada en su cara. Ron, Harry y Ginny la dejaron dormir. Pasaron varias horas, hasta que Hermione comenzó a abrir los ojos lentamente. Ron estaba parado en el umbral de la puerta y Hermione no podía distinguirlo totalmente por lo difícil que se le hacia mantener los ojos abiertos. Cuando fue focalizando mejor, descubrió que no era Ron, el que parado en el umbral sostenía en un brazo a la bebe y en el otro una rosa roja. Que no era Ron quien la miraba con pasión y ternura, era nada menos que Draco Malfoy. Se acercó, le dejo cuidadosamente en los brazos a la bebe, sintiendose un padre orgulloso y feliz y le dijo con amor:
-Tenemos la bebe más hermosa, creo que va a ser exactamente igual a ti.
Hermione no encontró palabras. Sus ojos pasaban de mirar a la bebe y luego a Draco. No podía no amarlo, no le importaban las razones por las que estuvo tanto tiempo distanciado. Lo conocía como nadie y podía leer sus pensamientos ahi parado mirándola.
Draco fue el primero en hablar.
-Mione, me mantuvieron encerrado todo este tiempo, me rehusé a llevar a cabo las misiones que me encomendaban, mi padre amenazó con matarme, por ir encontra de la familia y su honor. Fue solo hace dos semanas que logre escaparme. Amor, mi único deseo era verte.
Draco ansiaba cogerla en sus brazos y que todo volviera a como era antes. Mucho tiempo había pasado y quería recuperar cada momento que no vivió con ella.
-¿Por qué no volviste antes, en cualquier momento que te fue posible?- respondió Hermione con lágrimas abrasandole la cara. Estaba asustada, recordaba todo lo que Lucius le había dicho y el sentimiento de miedo volvió. Ella acerco su rostro y puso sus suaves manos en las de él, que ardían, y dijo con cariño:
- Te amo, y promete que nunca volverás a dejarme.-
Draco se alegro tanto con esto último que se le iluminó la cara. Le tomo la cara a Hermione en sus manos, la acerco lo más que pudo a la suya. La miró fijamente y permaneciendo así dijo:
-Verte así tan cerca mío, con tus ojitos y tu sonrisa, sabiendo que tenemos los más precioso en nuestras vidas y que vamos a ser tan felices además y que nadie, nadie nos alejara, porque no hay nada más fuerte que esto Hermione, asique, antes alguien quiera impedirlo: ¿Te casarías conmigo?-
En ese instante entraron Ginny, Harry y Ron. Draco y Hermione se rieron y besaron con un corto beso. Asi que viendo que probablemente sus amigos ya habían hechos las paces con Draco por la forma en que entraron, dijo:
-Amigos, han sido una parte muy importante en mi vida desde que los conocí. Ahora como saben se agregaron dos personas a las que amo. Asique les informo que me voy a casar con el aqui presente Draco Malfoy.- Hermione sonrió y miró a sus amigos, le dio un beso apasionado a Draco y espero sus impresiones. Por un momento dudo de lo que había dicho y de lo apurado que había sido, pero sin embargo, los tres corrieron a abrazarlos, porque vieron a Hermione, tan feliz como nunca en su vida y a Draco, un hombre nuevo que buscando un comienzo se enamoró de quien menos pensaba.
Me despido snif, snif...
Xau!
