Esto está basado en un sueño que tuve hace tiempo. Se sintió tan real, que creo que ahora es buen momento para publicarlo. Usaré el apellido de mi personaje, porque fue ella a quien ví en esto y a través de la cual sentí todo.
Me encontraba estudiando en el salón de Encantamientos cuando pasó. Yo, una Ravenclaw de tercer año, involucrándome sólo en mis asuntos. Estaba muy concentrada en repasar los hechizos que el profesor Flitwick nos estuvo enseñando en la semana y reescribiendo mis notas. Me gustaba ese salón fuera de horas, muy tranquilo y con un desorden ordenado.
Sentí una presencia al lado de mí y ví a mi amigo Bill Weasley, con una sonrisa en sus labios que siempre porta con orgullo.
¡Hola, Bill! ¿Qué cuentas?- le saludé con emoción. Estudiar se vuelve solitario y hartante luego de un tiempo.
Hola, Quintero. ¿Te molesta si te acompaño?- devolvió mi saludo como el amigo educado que es.
Adelante, no me molesta- mencioné mientras apuntaba al espacio a mi lado-. Sólo que voy a estar muy absorta en este libro- volví a ver el libro que tenía enfrente-. Quiero terminar esto para pasar a mi tarea de pociones. Casi termino ese ensayo, pero quería concentrarme en otra cosa para no bloquear mi mente.
Está bien. Sólo quiero la compañía.
Lo miré sólo un segundo para darle una sonrisa de entendimiento antes de volver a concentrarme en mi trabajo. De haber prestado más atención, habría visto la forma tierna en que Bill me miraba, con ese brillo en los ojos que sólo ves en alguien enamorado. Pero estaba muy ocupada con mis asuntos, sólo pensaba en mi siguiente tarea del día después del ensayo de pociones: jugar ajedrez con Rowan mientras la irritaba con su enamoramiento con Bill, organizar mis libros para ir a las clases de mañana, escribir una carta a mis padres sobre los eventos de la semana…
Estaba tan absorta en mis pensamientos, tan concentrada reescribiendo mis notas mientras pasaba mis ojos de una página a otra, casi no percibo que Bill me hablaba:
¿Quintero?
¿Hmm?- respondí sin voltear
¿Quintero?- me habló una voz más firme.
¿Hmm?- hice un ademan con la cabeza de que escuchaba.
Me pareció raro que no continuara, así que voltee la cara completamente para concentrarme en él. Debe ser muy importante lo que quiere decirme para que me concentre en él. Nunca debí voltear.
En el instante que voltee, él se acercó muy rápido a mí cara. Tardé un segundo en comprender lo que pasaba y entré en pánico. Mi amigo, a quien podía considerar un hermano, la razón por la que Rowan cree en el amor, ¡me estaba besando! William Weasley se robó mi primer beso. Duró unos segundos así y no sabía cómo responder. Siempre juré que los chicos jamás se acercarían demasiado como para hacerme este tipo de bromas crueles, y si lo intentaban, les lanzaría un hechizo de cabeza de calabaza para que se alejaran. Jamás esperé tal abuso de confianza de un amigo leal y valiente, y por eso no sabía cómo responder.
Se separó de mí con esos estúpidos ojos de enamorado. Yo sólo me quedé en shock sin saber que decir o hacer. ¿Debía golpearlo? ¿Alejarme? ¿Gritarle? De pronto, el ensayo ya no era tan importante. Podía sentir mi cara y orejas rojas, tanto de la vergüenza como del enojo. Rowan pasó por mi mente por un segundo ¿Cómo iba a explicarle a mi mejor amiga esto? ¿Siquiera debía decírselo?
Mi mente era un torbellino, pero al ver a la puerta todas mis emociones y pensamientos se detuvieron y pude sentir cómo el color abandonaba mi cara y cómo mi corazón se hundía por el terror. Rowan estaba en la puerta, viéndonos a mí y a Bill con dolor en los ojos y una cara llena de incredulidad. Recordé cómo ella hablaba de Bill, era obvio su enamoramiento, y ahora nos vio a mí y a Bill como si la hubiésemos apuñalado por la espalda. Ella se fue corriendo tan silenciosamente como llegó.
Hasta entonces, sólo un pensamiento pasó por mi mente, uno que nunca creí que aceptaría. Traicioné a mi amiga.
