Los personajes de Ranma ½ no me pertenecen, son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo esta historia sin ánimo de lucro y por el mero hecho de entretener.
Fui invitada por el grupo de Facebook Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma para participar en su dinámica de febrero, #Seduccion_en_SanValentín. Gracias por tenerme siempre en cuenta, espero que os guste.
Verdad o reto
—Akane, necesito que me prestes atención un momento, tengo que decirte algo… No… no me interrumpas… —el joven artista marcial suspiró, cerró los ojos y los volvió a abrir con determinación—. Se acerca San Valentín y yo… yo quiero que lo pasemos ju-juntos… No puedo guardar más tiempo lo que siento por ti… ¿Qué me dices…?
—¡Oh, Ranma! ¡Llevaba tanto tiempo esperando este momento!
—Siento haberte hecho esperar. Ven a mis brazos...
—Ranma, ¿con quién estás hablando? —el chico de la trenza se giró sobresaltado como si lo hubieran pillado haciendo una fechoría, escondió su mano derecha a su espalda.
—A-Akane… me has asustado… ¿No sabes llamar?
La chica de cabello corto parpadeó un par de veces y lo miró extrañada, como su querido cerdito P-chan, al que llevaba cogido en brazos —Estando en el dojo imaginé que estarías entrenando, ¿he interrumpido algo?, ¿qué escondes? —La morena se acercó intentando averiguar lo que Ranma ocultaba a su espalda.
—N-nada… encontré tu muñeca en el suelo e iba a llevarla a tu cuarto. —Sacó su mano y le mostró la muñeca de trapo que Akane tejió para una obra de teatro de su escuela.
—¿Y qué hace mi muñeca en el dojo? —preguntó la chica tomándola en mano.
—Pregúntale a tu cerdo, seguro que se la llevó para hacer cochinadas —le puso el dedo en el hocico impidiendo que respirara—, igual deberías castrarlo.
—¡Cuik, Cuik!
—¡Ranma, quítale el dedo! ¡No le dejas respirar! —ordenó la chica bastante enfadada. Odiaba que su prometido molestase constantemente a su mascota.
—Díselo P-chan, dile que eres un perverti…
El cerdito mordió el dedo de Ranma, éste frunció el ceño y lo lanzó contra la pared, acto seguido el codo de Akane estaba hundido sobre su rostro.
—¡Te he dicho que dejes de molestarlo!
—¡Ha sido él quien me ha mordido! —replicó el chico de la trenza.
—¡Porque tú no paras de meterte con él!
El cerdito negro salió corriendo a toda velocidad del Dojo.
—¡Has hecho que se vaya! —dijo Akane malhumorada.
—Sabes que siempre regresa —respondió de mala gana.
—¡Ranmaaaaa! —Ryoga apareció en la puerta del Dojo con cara de pocos amigos.
—El que faltaba —musitó el azabache.
—Ah, hola Ryoga. ¿Cuándo has llegado?
Akane se acercó hacia el chico del colmillo con una gran sonrisa. Ranma sintió su sangre hervir en ese instante, ¿por qué siempre era tan amable con Ryoga? Cada vez se le hacía más difícil soportarlo y ver la cara de bobo de su "amigo" tampoco ayudaba. Supuestamente tenía una relación con Akari pero era obvio que seguía enamorado de Akane.
—P-pues acabo de llegar —dijo acompañado de una risa tonta.
—Akane, al fin te encuentro. Ha llegado una carta para ti —Nabiki entró en el Dojo y extendió un sobre a su hermana.
—¿Para mí?
—Bueno, para ti y para la chica de la trenza pelirroja, es de Kuno —Nabiki miró socarrona a Ranma, éste se acercó sin querer entrar en el juego de la castaña.
Akane suspiró hastiada, una carta de Kuno y remitida también para Ranma en su forma femenina no auguraba nada bueno. La chica la abrió y comenzó a leer para sí misma.
—Yo también quiero enterarme de lo que dice, lee en voz alta —dijo su hermana mayor.
Akane entrecerró los ojos y miró a su hermana, sabía que Nabiki disfrutaba con todo esto —Queridas Akane Tendo y chica de la trenza, febrero es el mes del amor y yo, Tatewaki Kuno, quiero demostraros todo lo que siento por vosotras, mis flores silvestres. —Akane paró de leer al escuchar una arcada de Ranma—. Os invito a pasar el 14 de febrero en mi humilde cabaña situada en el bosque de Hinohara. Allí sellaremos por fin nuestro amor lejos de aquellos que quieren impedir nuestra felicidad. Atentamente vuestro ardiente amante, Tatewaki Kuno.
Akane dejó caer la carta al suelo, tanto ella como Ranma compartían una expresión de repulsión que sólo ponían cuando se trataba de Kuno.
Nabiki recogió la carta y la volvió a leer —¿Vais a ir? —preguntó como si tal cosa. En ese momento, las dos estatuas que habían sido Ranma y Akane segundos atrás salieron de su estado de estupor.
—¡Estás loca! —gritaron al unísono.
—¿Y por qué no? Me han hablado maravillas de ese bosque. ¿Y si os acompañamos Ryoga y yo?
El chico del colmillo dejó volar su imaginación —«Ir de viaje con Akane… con suerte nos adentraremos en el bosque a la luz de la luna y quizá ella y yo…» ¡Auchhh! ¿¡Qué narices haces, Ranma!?
El artista marcial le dio con el puño en la cabeza a Ryoga —No tengas tanta imaginación, con esa cara que has puesto puedo adivinar lo que estás pensando.
—Yo… no creo que debamos ir, lo mejor será rechazar su invitación —intervino Akane.
—¡Aiyaaaa! ¡Shampoo oír todo! Si Ranma ir a cabaña yo también. —La china se agarró al brazo del azabache. El chico la miró entre sorprendido y molesto.
—¿D-de dónde has salido? —buscó la mirada de Akane y ésta torció la cabeza hacia el lado contrario en un gesto brusco. Maldita sea, otra vez estaba enfadada, ¿es que no iba a poder llevar a cabo lo que tenía pensado?, ¿por qué todo le salía mal?
—Me parece una idea estupenda, un fin de semana libre me viene de perlas y más si es para pasar San Valentín junto a mi querido Ran-chan. —Ukyo agarró el brazo libre de Ranma.
—¿Y tú de dónde sales también? —preguntó el chico de la trenza a su amiga de la infancia.
—¡Shampooooo! ¿Por qué me has dado esquinazo? Iré donde tú vayas.
—¡Yo no soy Shampoo! ¡Ponte las gafas! —bramó Ryoga.
De pronto, una lluvia de pétalos de rosas negras cubrió a todos y una risa estridente hizo que Ranma y Akane sintieran una descarga eléctrica en su espina dorsal.
—¡Jo, jo, jo! Si mi hermano dispone de la cabaña familiar yo también voy, pero solo podrá venir mi amado Ranma… los demás no sois bienvenidos.
Shampoo y Ukyo se enfrentaron a Kodachi —¡Shampoo ir donde vaya airen!
—¡Alejaos de él! ¡Ran-chan es mi prometido!
—Chicas, calmaos —dijo Nabiki poniéndose en medio—, si vamos todos os prometo un paseo por el bosque a solas con Ranma. —Guiñó un ojo.
—¡De eso nada! —gritó el aludido.
—¡No nos engañarás de nuevo como aquella Navidad! —habló Ukyo.
—Exacto, yo ser quien pasee junto a airen por el bosque.
—¡Que os lo habéis creído! ¡La cabaña y los alrededores pertenecen a la familia Kuno desde hace generaciones! ¡Si alguien va a pasear a solas con mi amado Ranma esa seré yo!
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Llegó el día de San Valentín y el grupo de "amigos" se encontraba caminando en dirección a la cabaña de los Kuno.
—No sé cómo me he dejado convencer de esto… —se lamentaba Akane a su hermana mientras observaba de reojo a Ranma rodeado por las tres chicas, que no se apartaban de él ni a sol ni a sombra.
—Porque te lo descontaré de tu deuda, hermanita —contestó Nabiki con una sonrisa triunfal—. No pongas esa cara, seguro que va a ser un fin de semana inolvidable.
—Ya… —respondió la chica de corta melena echando de nuevo una ojeada a Ranma.
El grupo llegó a una enorme casa rodeada de un frondoso bosque, situada al final de un largo sendero. Se quedaron expectantes al comprobar las dimensiones de aquella impresionante construcción.
—¿Esta es la humilde cabaña que mencionó Kuno en la carta? —se pronunció Ranma boquiabierto.
—Esta casa es pequeña comparada con la de la playa en Hokkaido, mi querido Ranma —contestó Kodachi cogiendo al aludido de la muñeca y tirando de él—. Te la puedo enseñar si quieres.
—¡Oye, listilla! ¡Ran-chan no irá contigo a solas a ningún sitio! —Ukyo tiró del cuello de la camisa del chico de la trenza, echándolo hacia atrás.
—¡Contigo tampoco ir a ningún lado, cocinera buscona! —gritó Shampoo cogiendo más fuerte del brazo al vapuleado joven.
—¡Shampoo! ¡Yo te acompañaré donde tú quieras! —Mousse le hablaba a una de las estatuas que se encontraban a ambos lados de la entrada principal de la casa.
Ranma intentaba zafarse de ellas sin éxito mientras buscaba la mirada de Akane, aunque cuando sus ojos hicieron contacto casi se arrepintió de haberlo hecho. La joven de azulados cabellos lo miraba con rabia y… ¿era desprecio lo que intuía?
—A-Akane… ¿quieres que entremos? —Ryoga se posicionó a su lado y le preguntó tímidamente.
La chica respiró profundo, se giró hacia él y sonrió —Claro que sí.
Akane tocó a la puerta y esta se abrió lentamente, Nabiki le dio un empujón a su hermana para que entrara la primera —La carta iba dirigida a ti, será mejor que pases tú delante.
La chica escuchó una melodía a lo lejos y decidió adentrarse para averiguar de dónde provenía. Atravesó un largo pasillo seguida de Ryoga y de la mediana de las Tendo hasta que se toparon con una gran puerta. Era obvio que la melodía venía de justo detrás. Akane empujó el gran portón y entró decidida. Reconoció la música perfectamente, era la banda sonora de la película americana Ghost, protagonizada por Patrick Swayze y Demi Moore. La habitación estaba en penumbra, solo unas velas eran las encargadas de iluminarla. Al avanzar se dio cuenta de que el suelo estaba marcado por un camino de pétalos de rosa. La chica tragó en seco cuando observó que ese camino acababa en una chimenea donde el fuego crepitaba al compás de la música y, que justo en frente de esa chimenea, vestido con un yukata de seda rojo, estaba el anfitrión de la casa de espaldas a ella.
—Sabía que no rechazarías mi invitación Akane Tendo… —dijo Kuno con voz sensual. Se giró de forma teatral y se acercó lentamente hasta Akane—. ¿Has venido sola?
—K-Kuno verás… —intentó interrumpir Akane.
—No hables, entiendo que no querías compartirme con la chica de la trenza pelirroja. No me importa… sinceramente eras tú quien más ilusión me hacía tener este fin de semana tan especial.
El rayo azul, como lo apodaban en el instituto Furinkan, tomó las manos de Akane entre las suyas —Kuno… no me estás entendiendo… —musitó Akane frunciendo el ceño.
—Te he entendido perfectamen…
—¡Hola Kuno! —La rodilla de Ranma aterrizó en la cara del anfitrión haciendo que instantáneamente soltara las manos de la chica.
—¿Q-qué…? ¿¡Ranma Saotome!? ¿¡Qué haces tú aquí!?
—Me ha invitado Kodachi —respondió con las manos detrás de la cabeza en un gesto muy común en él.
—No pretenderás usar la cabaña tú solo, ¿verdad? —La rosa negra se plantó delante del castaño—. Esto es también mío, querido hermano.
—Gracias por la invitación, Kuno —dijo Nabiki acercándose hacia él—. Este lugar es una maravilla.
Kuno torció la cabeza y vio que su hermana no venía solo con Ranma y Nabiki, si no con todos los demás.
Se atusó el pelo —Nabiki Tendo… Sé por qué estás aquí. Te has puesto celosa de que haya invitado a tu hermana y no a ti. No quiero hacerte sentir mal, puedes quedarte —Nabiki subió las cejas y entrecerró los ojos—, pero en cuanto a los demás…
—No nos vamos a ninguna parte —dijo Ukyo cruzándose de brazos.
—Shampoo quedarse con airen.
—Si Shampoo se queda yo también —inquirió Mousse.
—Pues si nos quedamos todos… —terminó de decir Ryoga.
—¡Sasuke! —bramó Kuno.
El ninja apareció genuflexionado frente a su amo —Dígame, amo Kuno.
—¿¡Cómo has dejado que entre toda esta gente!? ¡Eres un inútil!
—Estaba comprando el vino que me encargasteis señor… —Levantó el brazo y ofreció una cesta con tres botellas de vino.
—¡Arggg! ¡Largo! ¡Te lo descontaré de tu paga! —gruñó el primogénito de la familia Kuno— De acuerdo, podéis quedaros y disfrutar de todas las comodidades de esta casa. —rio para sí con los ojos cerrados—. Soy demasiado generoso. —Cuando abrió los ojos todo el mundo estaba disperso por el salón, nadie le hacía el menor caso.
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Las chicas cocinaron, excepto Nabiki y Akane; la mediana de las Tendo quería que su hermana pequeña se mantuviera alejada de los fogones, no le apetecía sufrir una indigestión que le arruinara el fin de semana. Interiormente, Ranma agradeció a su futura cuñada el haberse interpuesto para que su prometida no se metiera en la cocina.
La cena transcurrió más o menos tranquila, salvo cuando Kuno le pidió a Sasuke que probara los platillos que había preparado Kodachi, solo se metió en la boca una cucharada de la sopa de miso preparada por su ama y el ninja cayó al suelo completamente dormido. Obviamente nadie probó nada que hubiera cocinado la joven gimnasta.
Una vez hubieron recogido todo, se sentaron en círculo en el suelo junto al fuego.
—¿Os apetece jugar a un juego?— habló Nabiki al grupo.
—¿Qué clase de juego? —preguntó Ranma alertado, nada que saliera de la cabeza de Nabiki podía augurar nada bueno.
—Seguro que habéis oído hablar de él, se llama verdad o reto.
—Yo sí he oído hablar de ese juego, está muy de moda en el instituto —intervino Akane.
—Explicar las reglas —dijo la amazona.
Nabiki comenzó a hablar: —Pues es muy fácil, uno de nosotros empieza siendo inmune, éste gira una botella y la persona a la que señale debe escoger si quiere contar una verdad o hacer un reto, ambas cosas las propone la persona inmune. Cuando se escoge no puede retractarse o cambiar de opinión, por ejemplo verdad, si te toca de nuevo ya es imposible volver a tener esa opción. Cuando se le agoten las opciones debe quedarse en el círculo porque puede ser elegido para alguna de las actividades. Cuando esa persona termine su verdad o su reto, pasará a ser la inmune y girará la botella. ¿Lo habéis entendido?
—¿Por quién nos tomas? Hasta un niño podría entenderlo —se mofó Kuno.
—¡Perfecto! ¡Pues empecemos!
—Nabiki, no sé si me apetece jugar a esto… —susurró Akane.
—Será divertido, tampoco tenemos nada mejor que hacer. —Nabiki se levantó a por una de las botellas de vino vacías que habían tomado en la cena—. Empiezo yo que he sido la que ha propuesto el juego.
Puso la botella en el centro y la hizo girar, la primera persona a la que señaló fue a Kuno.
—Muy bien, elige, ¿verdad o reto? —preguntó la chica Tendo.
—No tengo nada que ocultar así que elijo verdad —respondió el anfitrión con orgullo.
—Muy bien… —La chica se puso la mano en el mentón pensando qué podría preguntarle hasta que dio con la pregunta—. Cuéntanos qué es lo más vergonzoso que te ha pasado en la vida. Ya sabes que no puedes mentir.
—Eso es fácil. —Nabiki quedó sorprendida de que el gran Rayo Azul del Furinkan fuera a contar algo vergonzoso tan alegremente—. El verano pasado, en Hokkaido, cuando llegué a la playa y me quedé en bañador, ese tanga rojo que me queda tan sumamente bien —Una gota de sudor cayó por la sien de cada uno de los allí presentes—, inmediatamente fui rodeado por miles de chicas que me nombraron Míster Cuerpazo, ofreciéndome un ramo de flores y una cesta de fruta. Sentí mucha vergüenza pero no podía rechazarlas, me miraban tan entusiasmadas que fue imposible decir que no.
Todo el mundo se quedó callado tras la historia de Kuno, seguro que eso había ocurrido en una de sus fantasías.
—Esto… vale… te toca girar la botella, ahora eres inmune. —Nabiki decidió pasar página y prosiguió con el juego.
Kuno giró la botella que se paró en su hermana Kodachi —Elige —preguntó el inmune.
—Verdad, yo tampoco tengo nada que ocultar, siempre expongo mis sentimientos claramente —miró a Ranma y éste tragó en seco.
Kuno se puso de pie y señaló a su hermana con el dedo índice —¿¡Verdad que fuiste tú quien tiró mis almohadas tamaño natural de la chica de la trenza y de Akane Tendo!?
Kodachi también se puso en pie y se cruzó de brazos —¡Totalmente verdad! —afirmó con una sonrisa malévola.
La cara de Kuno enrojeció de rabia —Voy a romper ahora mismo el póster de Saotome que tienes en tu habitación.
—No te atreverás… —amenazó la morena dando un paso hacia delante.
—Compruébalo tú misma. —Tatewaki Kuno dejó el círculo y corrió escaleras arriba, seguido de su hermana gritándole improperios.
Ukyo cogió la botella —Si estos se han ido me toca girar puesto que estoy a la derecha de Kodachi. —Nadie se opuso, todos estaban aún en shock por lo que acababa de ocurrir, especialmente Ranma y Akane al saber que los hermanos tenían pósters y almohadas con sus caras. La botella paró en Shampoo—. ¿Y bien?
—Shampoo ser valiente, elegir reto. —El brillo que contempló en los ojos de la cocinera hizo que la chica se arrepintiera al instante de haber elegido esa opción.
—Pues te reto a que beses a Mousse en la boca.
—¡Tú estar loca, cocinera! ¡No besar a Mousse ni en sus sueños! —replicó Shampoo.
—¡Así es el juego y debes de cumplir! Seguro que a Mousse no le importa… —dijo Ukyo con media sonrisa.
Nabiki intervino —Es un beso rápido, solo es un juego.
Mousse estaba callado, totalmente tenso pero con una sonrisa boba en los labios, esperando a que su amada por fin le besara. Shampoo se volvió hacia Ranma ―Airen… ¿qué pensar de Shampoo si yo besar a pato tonto?
Ranma la miró sin expresión alguna en el rostro ―¿Por qué me preguntas eso? Me da lo mismo, te recuerdo que tú y yo no somos nada.
La amazona hizo un mohín, no era la respuesta que esperaba por parte de su airen, aunque quizá estaba fingiendo que no le importaba delante de todo el mundo. Lo que la sacó de quicio fue la risita de fondo de Ukyo.
―¿Vas a tardar mucho? No tenemos toda la noche ―apremió la cocinera a la chica de cabellos morados.
―¡Ya ir! ¡Ya ir! ―La chica bufó y se giró hacia Mousse, que aún continuaba petrificado ante la expectativa de ser besado por el amor de su vida―. Cerrar los ojos y no abrir ―El chico obedeció de inmediato.
Shampoo se acercó con el ceño fruncido, sintió todas las miradas del grupo puestas en ella, se infundió valor a sí misma, pensó que era una gran actriz y estaba interpretando una película, solo eso. Apretó los labios y por fin hicieron contacto con los de Mousse, iba a apartarse de inmediato pero notó un calor agradable. Los labios del chino eran gruesos y mullidos y, sin saber el motivo, se sintió reconfortada al tener un contacto tan íntimo y estrecho con su eterno pretendiente. Totalmente relajada comenzó a mover su boca para encajar mejor con la de Mousse hasta que éste cayó hacia atrás completamente inconsciente.
La chica lo cogió por los hombros y lo zarandeó, un hilillo de sangre salía de la nariz del chino ―¡Mousse, ¿estar muerto?!
Por fin el aludido abrió los ojos y sonrió ―Shampoo… si esto es el cielo no quiero irme nunca.
Ella lo observó preocupada hasta que se percató de los murmullos de alrededor y lo dejó caer, buscando después la mirada de Ukyo ―Ya decir que Shampoo no tener miedo a nada ―. Acto seguido le habló a Ranma : ―Airen, no haber significado nada. Yo quererte a ti.
―Bueno, continuemos ―interrumpió Nabiki―. Shampoo, te toca girar la botella.
En ese momento llegaron los hermanos Kuno con evidencias de haber peleado, ocuparon sus asientos mientras continuaban mirándose fríamente.
La botella apuntó a Ranma, al cual se le erizó la piel, solo esperaba que Shampoo fuera benevolente con él y que Akane no se enfadara demasiado, aunque una cosa tenía clara, no pensaba besar a ninguna de las chicas.
―¿Qué elegir, airen? ―dijo coqueta.
El chico tragó en seco ―¿Reto…?
―Muy bien, pues yo retar a confesar aquí y ahora qué chica parecerte la más bonita.
―¿C-cómo? ¡Eso no es un reto! ¡Dime que salte desde el tejado o que me coma tres gyozas a la vez o yo qué sé!
―Shampoo puede pedirte lo que quiera, ella es la inmune. Así que confiesa, cuñadito ―intervino la mediana de las Tendo.
Las chicas miraban a Ranma a la espera de su respuesta aunque Akane tenía clarísimo que no diría su nombre.
―Ese reto es muy fácil para mi querido Ranma, sabe de sobra que la más bonita soy yo, jo, jo, jo ―dijo Kodachi tapando "inocentemente" su boca con una mano mientras reía.
―¡Qué te crees tú eso! ―expresó Ukyo cruzada de brazos―. Diles que yo soy la más bonita, Ran-chan.
―Que ilusas ser… si hacer esta pregunta es porque estar segura de que airen decir que yo ser la chica más bonita. Hablar ya, airen ―increpó la amazona.
―Yo-yo… ―lanzó una fugaz y rápida ojeada a Akane, pero pasó totalmente desapercibida para todos. De pronto se le ocurrió una idea para salir bien parado―. Pienso que la chica más bonita que jamás he visto es Ranko ―. Subió las cejas de manera autosuficiente, como si hubiera resuelto el conflicto perfectamente, hasta que sintió la fría madera del boken de Kuno rozar su mejilla.
―¡Lo sabía! ¡No solo pretendes quitarme a Akane Tendo! ¡También intentas quedarte con la pelirroja de la trenza!
―¡Yo no pretendo quedarme con nadie, idiota! ―exclamó el azabache apartándose el arma de la cara y poniéndose en pie.
―¡Retira eso, Ranma! ¡Es imposible que encuentres a esa… chica más bonita que a mí! ¡Si te da vergüenza admitirlo delante de todos no te preocupes pero a ella ni siquiera la nombres! ¡Me humilló delante de todo el mundo! ―Kodachi se puso la mano en la frente de modo dramático.
Los otros que sí sabían que Ranma y la pelirroja eran la misma persona lo miraron con una gota de sudor en la frente. ¿Cómo podía ser tan egocéntrico?
―Hay que ser estúpido y cobarde ―dijo Ryoga.
―¡¿A quién llamas estúpido y cobarde!? ―respondió Ranma a su eterno rival.
Se armó un tremendo alboroto hasta que Nabiki sacó un silbato de su bolsillo e hizo que todos le prestaran atención ―Si cada vez que hacemos una prueba armáis este escándalo es imposible jugar. ¿Queréis comportaros como adultos para poder seguir de una vez?
Se hizo el silencio y todos retomaron sus asientos. Ranma cogió la botella de mala gana y la hizo girar parando en Ryoga. Su humor de pronto cambió ―¿Verdad o reto? ―preguntó al chico del colmillo.
―Verdad ―respondió serio. No se fiaba de lo que fuera a hacer Ranma.
El chico de ojos azules lo miró atentamente ―¿Verdad que tú y P-chan…
―E-espera… ¿qu-qué vas a decir? ―Ryoga miró nervioso a Akane, que mantenía los ojos muy abiertos al escuchar el nombre de su mascota.
Ranma prosiguió: ―¿¡Sois igual de cerdos!? ― gritó señalando a Ryoga con el dedo índice. Todos cayeron hacia atrás.
―¿¡Pero qué clase de pregunta es esa, Ranma!? ―acusó Akane, molesta. Su prometido siempre se las apañaba para criticar a Ryoga.
―Él ha sido el que ha elegido verdad ―respondió como si tal cosa.
—¿¡Y eso te da derecho a burlarte de él!?
—¿¡Por qué siempre le defiendes!?
Ryoga se puso en pie ―¡Yo no soy ningún cerdo!
―¿Estás seguro? —dijo Ranma, dando por zanjada la conversación.
Una vez más, Nabiki tuvo que poner orden y evitar un más que seguro enfrentamiento entre Ranma y Ryoga. A pesar de las interrupciones se lo estaba pasando bastante bien.
Esta vez fue el turno de Ryoga de girar la botella, ésta señaló a Ukyo —Ya sabes, elige —dijo el chico del colmillo.
La castaña dudó un instante antes de decidirse —Venga pues… reto.
Ryoga se rascó la cabeza pensando qué podría proponerle a Ukyo —Sé que eres la mejor cocinera de okonomiyakis de todo Japón —la chica sonrió orgullosa—, pero nunca te he visto cocinar otro plato así que te reto a que prepares… no sé… ramen, por ejemplo.
—¿Ramen? ¿Ahora? —preguntó la cocinera.
—¿Tener algún problema? Ramen ser facilísimo de preparar. A mí salirme delicioso —se burló Shampoo.
—¡Yo no tengo ningún problema! ¡Acepto el reto!
La chica se levantó y se dirigió a la cocina seguida de los demás. Reunió los ingredientes esenciales para preparar tan famoso plato, sacó sus utensilios y comenzó a cocinar —¡Listo!
Todos se quedaron mudos mirando lo que había preparado —U-Uchan… has preparado un okonomiyaki con los ingredientes del Ramen… —Ranma fue el que se atrevió a hablar.
—Qué tonterías dices Ran-chan, ¿no ves que es un cuenco de ram… —No terminó la frase cuando vio claramente el okonomiyaki "de ramen" sobre la parrilla.
Todos permanecieron en silencio a excepción de Shampoo y Kodachi, las cuales reían estrepitosamente ante el fracaso de su rival en el amor.
—¡No le veo la gracia! —gritó la castaña.
Ryoga se sintió culpable pues él le había propuesto el reto e intentó suavizar las cosas —Seguro que está muy rico, tiene buena pinta.
Volvieron a sentarse en círculo y Ukyo hizo girar de nuevo la botella aún molesta por las burlas de Shampoo y Kodachi. Esta vez la "afortunada" fue Akane. Ranma volvió a tensarse, por mucho aprecio que le tuviera a la cocinera sabía que ella consideraba a Akane un obstáculo bastante grande en su camino de obtener su amor.
—Akane, ya sabes —dijo Ukyo.
La morena de cabellos cortos estaba realmente nerviosa, después de pensarlo unos segundos por fin tomó su decisión —Reto.
Todo el mundo estaba expectante por saber qué le propondría hacer a la chica Tendo —Te reto a que te quites ese enorme jersey delante de todos.
Akane parpadeó un par de veces —¿Que me quite el jersey?
—N-no tiene sentido, ¿para qué vamos a estropear la noche de esta manera? —intervino Ranma nervioso, su desafortunado comentario hizo que Akane se lo tomara a mal. ¿Había querido decir que no merecía la pena ver lo que había debajo de esa enorme prenda?
—¡Yo sí quiero ver a Akane Tendo sin jersey! —dijo Kuno con corazones en los ojos.
Shampoo y Kodachi se acercaron a Ukyo y la amazona le habló muy bajito —¿Por qué querer que chica violenta se quite jersey?
—Porque seguro que ha engordado, últimamente va con prendas anchas, ¿no te has dado cuenta? Así Ranma comprobará que físicamente es la peor de todas y será un punto más para nosotras.
Las chicas sonrieron maliciosas —Ser buena idea y tener razón, siempre ir con ropas que hacerla parecer un saco, nada atractiva.
—Creo que nos vamos a reír bastante —se carcajeó la morena de la coleta.
—¿Aceptas el reto? —preguntó Ukyo a Akane.
—Sí —respondió escueta.
—P-pero, ¿por qué te vas a desnudar? —insistió Ranma.
—¡No mires si no quieres! —bramó la chica. Suspiró y se sacó el jersey por la cabeza—. Bueno… ya está…
Shampoo, Ukyo y Kodachi miraron boquiabiertas a Akane. No solo no había engordado, si no que era obvio que el pecho le había crecido bastante y ahora lucía un precioso escote.
—¿Por qué llevas un top deportivo? —le preguntó Nabiki inclinándose hacia su hermana.
—Es que… —Akane habló bajito—. Con todas las actividades extra no he encontrado tiempo de ir a comprarme ropa interior nueva… la que tengo se me ha quedado muy pequeña.
—Pues he de decirte que ese top no es que te quede muy grande que digamos, no deja mucho a la imaginación. —Akane intentó cubrirse haciendo que el pecho le subiera aún más, lo que provocó un derrame nasal en Kuno, Ryoga y hasta en Mousse, algo que no agradó en absoluto a Shampoo—. ¿Por eso llevas esos jerseys?
La pequeña de las Tendo asintió, de pronto sintió una prenda muy conocida para ella caerle encima.
—Ponte mi chaqueta, si luego te resfrías soy yo quien te sufre —dijo Ranma malhumorado y con un ligero rubor en su rostro. El ver a los demás babear por su prometida le había puesto de un humor de perros.
La chica frunció el ceño ante su, de nuevo, poco sutil comentario. No obstante obedeció y se puso su chaqueta. En el fondo le encantaba usarla, se sentía reconfortada y además olía a él…
Akane giró la botella y fue a parar a Nabiki.
—Ya era hora de que me tocara —comentó entusiasmada Nabiki—. Elijo reto.
Akane estuvo pensando unos instantes, tenía sospechas de que su hermana había empezado a interesarse por un chico y, según sus investigaciones, ese chico, incomprensiblemente, podía tratarse de Kuno así que decidió darle un empujoncito —Pues te reto a que beses al chico que más te guste.
Nabiki se volvió hacia su hermana sorprendida de que le hubiera propuesto algo tan atrevido —¿Estás segura?
Akane dudó unos instantes, quizá estaba obligando a su hermana a confesar algo que ni ella tenía claro —Bueno… si quieres puedo retarte a...
—¡De eso nada! —interrumpió Shampoo desafiando a Nabiki—. Si yo besar a Mousse porque tú obligar, hacer reto igual.
—Está bien… pero luego no me vengáis con reproches.
Nabiki se puso de rodillas y gateó lentamente en dirección a Ranma.
El corazón de Akane comenzó a latir tan fuerte que parecía que se le iba a salir del pecho, estaba al borde del colapso conforme veía a Nabiki más cerca de su prometido. ¿Es que al final era cierto? ¿Nabiki también estaba enamorada de Ranma?
—E-espera Nabiki… ¿A-A dónde v-vas…? —dijo Ranma echándose hacia atrás. En su cara podía verse el mismísimo terror.
Las chicas comenzaron a alterarse y, cuando estaban a punto de saltarle encima a la castaña para evitar que besara a su amado, Nabiki cambió de dirección y le plantó un sonoro beso a Kuno en los labios. El chico se quedó de piedra y la mediana de las Tendo regresó a su sitio —¿Te he asustado, Akane? —comentó entre risas.
Akane cerró los ojos fuertemente, su hermana siempre se divertía burlándose de ella.
Nabiki giró la botella que se paró en Mousse —¿Verdad o reto?
—Verdad —eligió el joven chino.
—No conocemos mucho de ti, cuéntanos tu mayor secreto, la verdad, ya sabes.
—P-pero… ¿aquí? —se tensó mirando a Shampoo.
—¿Es que has besado a otra chica que no sea tu querida Shampoo? —dijo Nabiki como si tal cosa. Todos miraron fijamente a Mousse esperando oír su respuesta.
—Y-yo jamás le haría eso a mi Shampoo. —El joven suspiró—. De acuerdo, os lo contaré. Todos sabéis que soy miembro de la tribu amazona —. Los allí presentes asintieron—. Pues resulta que hace un año me enteré de quién es mi padre.
—¿Tú saber quién ser tu padre? —preguntó Shampoo con curiosidad.
El chino asintió —Recibí una carta suya, resulta que él es el jefe de los uigures, en la carta me decía que estaba enfermo y que era hora de dejar su mandato, por esa razón me reclama, para que asuma el poder y me enseñe a gobernar la tribu antes de su partida…
—¿Y qué vas a hacer? —preguntó Akane totalmente sorprendida por la noticia, al igual que todos, nadie esperaba que Mousse fuera una especie de príncipe o algo así.
—Debo cumplir con mi deber, dice que si no estoy casado, una vez allí tendré que contraer matrimonio con la hija del consejero de mi padre. Parece que todo estaba organizado desde mi nacimiento pero mi madre jamás me habló de ello.
Shampoo había permanecido callada y atenta a la historia de Mousse pero no pudo aguantarse más —¡¿Y qué pasar con restaurante?! ¡Tú no poder abandonar tus obligaciones con bisabuela! ¡¿Cómo poder irte sin más?!
Los demás no podían creer la reacción tan exagerada de la amazona. Parecía totalmente despechada.
—Iba a decírtelo pronto, Shampoo… —intentó excusarse el joven de larga cabellera azabache.
—¡Hacer un año que tú saberlo y no decir nada! ¡¿Burlarte de mí todo este tiempo?!
—¡No! ¡Yo quiero que me acompañes!
Nabiki interrumpió la acalorada conversación —Quizá esto deberías hablarlo a solas.
—No haber nada que hablar. Mejor, así dejar a Shampoo tranquila y no molestar más en mi relación con Ranma. —La amazona se cruzó de brazos—. Girar de una vez la botella.
—¿¡Qué relación!? —se quejó el joven de la trenza.
—Pero Shampoo… —El chico intentó buscar su atención pero la chica le dio la espalda. Respiró hondo, miró con furia a Ranma y giró la botella. La casualidad hizo que volviera a recaer en su odiado rival.
—Si no me equivoco te toca verdad, ¿no? —dijo Mousse entre dientes.
El chico sudó frío —Este juego es una tontería. —Intentó levantarse para irse pero Kuno lo detuvo. Parecía que ya se había recuperado del shock de antes.
—El juego acabará cuando Nabiki Tendo lo diga.
Todos parpadearon un par de veces ante la respuesta de Kuno.
Ranma bufó —Acabemos con esto de una vez.
Mousse sonrió de medio lado, iba a acabar con el sueño de Shampoo de estar con Ranma de una vez por todas —¡¿Es verdad que en el Monte Fénix gritaste "Akane, te amo" cuando creíste que ella había muerto?!
La chica de cortos cabellos abrió los ojos sobremanera, entonces… ¿no lo había soñado? ¿Ranma en realidad le dijo que la amaba? Si no… ¿Cómo es que Mousse sabía eso?
El corazón de Ranma bombeaba a toda velocidad, Mousse había caído bajísimo al ponerlo entre la espada y la pared. ¿Cómo lo había escuchado? Ni siquiera estaban cerca de ellos, ni él, ni Ryoga, ni Shampoo… No quiso mirar a Akane, no era así como había planeado confesarle sus sentimientos, nada había salido según lo planeado. Unas voces le sacaron de sus pensamientos.
—¡Ran-chan, dime que eso no es cierto! —dijo Ukyo enfadada.
—¡Mi querido Ranma… niega eso! —Kodachi temblaba de rabia solo de pensarlo.
—¡Airen, tú no decir eso a chica violenta!
Ranma miró a cada una de las chicas —¡Cla-claro que no dije eso! ¿¡Có-cómo voy a amar a una chica como Akane!? ¡Hay que estar loco para que te guste una marimacho como ella! —rio nerviosamente—. Mousse… ¿de dónde te has sacado semejante tontería?
—¿¡Cómo te atreves a ofender a Akane de esa manera!? ¡Eres un miserable! —Ryoga se abalanzó sobre Ranma cogiéndolo de la camiseta.
—Pagarás gravemente por mancillar el honor de mi futura cuñada —secundó Kuno sacando de nuevo su boken y dirigiéndolo hacia el azabache.
—¿Futura cuñada? —preguntó Nabiki alzando una ceja.
—¿Seguimos jugando? —Todos dirigieron su mirada hacia la dulce voz de Akane, que continuaba sentada con una sonrisa en los labios y el corazón roto en mil pedazos, pero eso era algo que enterraría en lo más profundo de su ser. Ya era hora de dejar de hacerse ilusiones, era obvio que Ranma seguía prometido con ella solo por su honor y el de su familia, pero que no la había querido y que jamás la querría.
—¿Estás bien, Akane? —preguntó su hermana preocupada.
—Estoy perfectamente, me apetece seguir jugando —respondió con una enorme sonrisa.
—A-Akane… —habló Ranma pero fue interrumpido por la susodicha.
—Gira de una vez. Ah, te la devuelvo —Akane le lanzó la chaqueta a Ranma—. Prefiero ponerme mi enorme jersey.
En ese momento se arrepintió con toda su alma de haber vuelto a esconder sus sentimientos, tan valiente que se jactaba de ser y a la hora de enfrentarse a lo que realmente sentía por Akane siempre acababa insultándola y ofendiéndola. Él conocía a la morena perfectamente y sabía que había sobrepasado su límite. No tenía ni idea de cómo arreglar lo que acababa de pasar pero tenía que hacerlo. Cuando el juego acabara hablaría con ella.
Todos se volvieron a sentar, solo se oía el girar de la botella contra el suelo. Volvió a apuntar a Nabiki.
El artista marcial intentó parecer calmado —¿Verdad que a pesar de asegurarle a Akane que ya habías dejado de vender fotos suyas sigues haciéndolo? —increpó Ranma.
—Por supuesto, ella y la pelirroja son mi mejor fuente de ingresos. ¿Cómo crees que puedo pagarme estos modelitos?
—¡Nabiki! —refunfuñó Akane.
—Te daré una parte si quieres —respondió tranquilamente.
Akane se tomó el puente de la nariz con dos dedos. ¿Por qué se había dejado convencer para venir el fin de semana? Estaba resultando ser el peor de toda su vida. Solo quería largarse de allí lo antes posible.
—Esta será la última tirada, empecé yo y lo acabo yo —dijo la castaña—. Ya se está haciendo bastante tarde.
La chica había estudiado el movimiento de la botella y la fuerza con la que había que girarla para que parara en una persona en concreto. Tenía un plan, puede que ella fuera la primera en andar molestando a su hermana pero aún así compartían la misma sangre y le había dolido la cobardía de Ranma y la humillación a la que había sometido a su hermana delante de las otras tres. Así que giró la botella inculcando la fuerza apropiada para que señalara a una persona en concreto.
—¿Otra vez yo? —preguntó el chico del colmillo.
—Te falta el reto, ¿no es así? Contigo acabamos el juego.
—Ya era hora —bufó Ranma. Nabiki lo miró de reojo.
—Muy bien, este será tu reto —prosiguió Nabiki—. Tienes que besar en los labios a… Akane.
—¿Yo? ¿B-besar a A-Akane? —El chico enrojeció y comenzó a jugar con sus dedos.
—¡Ya está bien de tanto jueguecito! —Ranma se puso extremadamente nervioso, ¿que Ryoga besara a Akane? Ni en sus peores pesadillas lo dejaría.
—Por mí no hay problema —La voz de Akane dando su permiso a ese cerdo para besarla le hizo un tremendo nudo en el estómago.
—¿E-en serio? —La boba sonrisa de Ryoga hizo que Ranma perdiera por completo los estribos.
—¿¡Pero qué rayos estás diciendo!? ¿¡Vas a dejar que ese idiota te bese!?
—Es solo un juego, ¿a ti qué más te da? —respondió Akane con sumo desprecio. Estaba profundamente dolida por la anterior confesión de Ranma.
—Yo siempre decir que Ryoga y Akane hacer buena pareja —dijo Shampoo.
Las otras dos chicas asintieron.
—Sé que mi amor pertenece ahora a Nabiki Tendo pero aún así no puedo mirar… —Kuno se cruzó de brazos y cerró los ojos.
—Adelante, Ryoga. Después de acabar tu reto doy por finalizado el juego.
—D-de acuerdo… —Ryoga se acercó a Akane— ¿P-puedes cerrar los ojos? —le pidió.
La chica obedeció al instante, no sin antes mirar de reojo a su futuro ex-prometido, porque había tomado una decisión. Ya estaba bien de autoengañarse.
—¡Ryoga, no te atrevas! —Ranma intentaba ir hacia él para frenarlo pero el resto de participantes, a excepción de Nabiki, que lo observaba triunfante, retenían al chico de la trenza.
Ryoga se acercó lentamente a los labios de su amada Akane, por fin su sueño iba a hacerse realidad. Estaba muy cerca de conseguir lo que llevaba anhelando durante demasiado tiempo. Podía sentir el aliento de Akane sobre sus labios y escuchaba a la perfección el estruendoso latir de su corazón. Se detuvo un instante al percibir una lágrima que caía de su angelical rostro. Seguro que esa lágrima era culpa de Ranma pero él haría que lo olvidase para siempre, así que prosiguió su recorrido y, cuando estaba a punto de rozar la boca de la chica, escuchó el grito de su rival.
—¡HE DICHO QUE ME SOLTÉIS! —Dio un salto y propinó una patada en el rostro a Ryoga, alejándolo de su destino, se echó a Akane al hombro y saltó por la ventana, adentrándose en el bosque.
—¡¿QUÉ HACES, RANMA?! ¡SUÉLTAME AHORA MISMO! —gritaba la joven pataleando para que el chico de la trenza la soltara.
Cuando Ranma creyó que se habían alejado lo suficiente la soltó —¿¡Se puede saber qué mosca te ha picado!? —Akane exigía una explicación al comportamiento de su todavía prometido.
—¡IBAS A DEJAR QUE RYOGA TE BESARA! —bramó el joven artista marcial.
—¡SÍ! ¿¡A TI QUÉ MÁS TE DA!? ¡YA HAS DEJADO SUFICIENTEMENTE CLARO LO QUE ME DESPRECIAS COMO MUJER ASÍ QUE NO ENTIENDO POR QUÉ ESTA RABIETA! ¡NI SIQUIERA SÉ POR QUÉ SEGUIMOS CON ESTA TONTERÍA DEL COMPROMISO CUANDO ES MÁS QUE OBVIO QUE NO QUIERES ESTAR CONMIGO!
Ranma se quedó callado y la miraba apenado —Akane… yo no…
—¡Tú no qué! ¡¿Qué quieres de mí?! —Las lágrimas cayeron, sin poder contenerlas más, por el rostro de Akane—. Venir aquí ha sido un error… dejar que nuestro compromiso durara tanto ha sido otro error… yo… yo… quiero irme a casa… estoy cansada de todo esto… Eres libre Ranma… ya me excusaré yo por los dos frente a nuestros padres…
—¿Q-qué…? —Ahora fue el corazón de Ranma el que se rompió en mil pedazos. ¿Cómo que romper el compromiso? ¿Entonces no lo quería?— Si es lo que tú quieres…
Akane lo miró destrozada, entonces era verdad, esto era el fin… —No lo entiendes… nunca lo has entendido…
La chica se dio media vuelta y comenzó a caminar por el bosque en dirección a casa de los Kuno. Ranma sentía que se ahogaba a medida que Akane se alejaba. No podía permitirlo… tenía que luchar por ella, era un guerrero. Corrió hacia ella y la tomó de la muñeca.
—¿¡Qué quieres ahora!? ¿¡No me has humillado lo suficiente!? —Akane intentó zafarse del agarre de Ranma pero le resultó imposible.
—Aún no hemos acabado de jugar.
—¿Pero de qué hablas?
—Giro la botella —la chica lo miró extrañada, ¿qué botella? ¿De qué estaba hablando?—. Apunta hacia mí, elijo verdad… ¿Cuándo ha sido la última vez que he mentido?
—Ranma, ¿qué dices? —Los intensos irises azules del chico se clavaban en los café de ella.
—La última vez que he mentido ha sido esta noche, cuando… —el joven tomó aire, no había marcha atrás—. Cuando Mousse me ha preguntado por lo que dije en el Monte Fénix…
Akane palideció —¿Q-qué me quieres decir con eso…?
—Lo que estás pensando… cuando creí perderte… yo… es cierto lo que Mousse ha dicho… Y he sido un completo imbécil al negarlo… por segunda vez...
Akane se ruborizó al instante, eso quería decir que él… ¿la amaba?
—Vuelvo a girar la botella… y elijo reto… —cerró los ojos un instante y los volvió a abrir con determinación—. Me reto a besar a la chica con la que quiero pasar el resto de mi vida…
Los corazones de los dos jóvenes latían desbocados, el bosque estaba totalmente en silencio y solo la luz de la luna los alumbraba. Ranma tomó con la otra mano la cintura de Akane y la atrajo hacia él.
—Ranma… —no le dio tiempo a decir nada más antes de que los labios de su prometido se estrellaran sobre los suyos. La chica se tensó unos instantes por la sorpresa pero luego se dejó llevar y comenzaron a besarse hasta que sus bocas encajaron perfectamente. El artista marcial la abrazó con fuerza y ella subió sus brazos hasta colocarlos en su cuello, haciendo que el beso se volviera cada vez más apasionado, hasta que ambos se quedaron sin respiración y tuvieron que separarse.
Se miraron a los ojos como si fuera la primera vez que se veían, al menos de esa forma, sin mentiras de por medio.
—Akane yo… lo siento… igual tú no sientes lo mismo…
Lo que obtuvo por respuesta fue un apasionado beso de parte de la chica de cortos cabellos que duró menos de lo que él hubiera querido —¿Ves como no te enteras de nada? —le dijo con una sonrisa.
Ranma le devolvió la sonrisa y volvió a apoderarse de su boca, esa boca que por fin era suya de verdad, esa boca que no se cansaría de besar por el resto de su vida.
Fin
Hola a todos! Uff mucho tiempo sin publicar por aquí… He andado bastante liada y la verdad es que he sufrido un poco de bloqueo también. Quería volver a escribir y decidí que una historia corta y sencilla sería una buena opción. Espero que os haya gustado o al menos os haya entretenido, con eso me conformo :)
Quería explicar un poco lo del Monte Fénix, sinceramente yo creo que Ranma lo pensó y no lo gritó, ¿cómo lo escuchó Akane? Es todo un misterio, creo que estos dos realmente están conectados, son el uno para el otro. Esa es mi teoría pero… en esta historia necesitaba poner que él lo gritó por lo que habéis leído :P
Sin más, darle las gracias de nuevo a Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma por confiar en mí cada vez que hacen una dinámica.
Gracias especiales a mi SusyChantilly y a LumLumLove que me dieron un par de ideíllas para el juego. A Lucitachan por hacer que el fic quede lo más correcto posible y a mi baby Sailordancer7 porque cuando ella me dice que le gusta publico más feliz :) Ya mismo retomamos mesas redondas, lo prometo y te daré eso que hablamos cof cof.
No puedo dejar de lado a mis Locas por el Dios griego, gracias por seguir ahí después de estos años, no imagino la vida sin nuestras conversaciones. Os adoro!
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Desearos a todos un feliz y romántico finde pre-San Valentín y recordaros que no es necesario tener pareja para disfrutar de este día porque también existe el amor a nuestras familias y a nuestros amigos. Nos leemos!
Sakura Saotome :)
