Parte XII: Indiferencia y… ¿una amenaza?

Si las cosas en el departamento de Yohei estaban fogosas, en la casa del talentoso no lo estaban más fáciles, menos mal que no estaba Hanamichi, si no, la cosa se hubiera puesto peor. Hitomi estaba protestando, mientras toda la servidumbre de la casa le estaba oyendo.

- ¡Me cae pésimo¡Me revienta! – gritaba la chica paseándose para todos lados.

- ¿Quién? – le preguntaba Jones, quien después de la visita a la casa de Rukawa, lo relevó de esa embarazosa misión, sin embargo, había aprendido conocer mejor a la muchacha.

- Es que si no fuera la madre de Youji – le habló sin prestarle atención – le daría una patada que mi zapato se lo tendrían que sacar con cesárea – reclama.

- Pero¿no es ella su suegra? – le pregunta María, la empleada latina que ya pasó hace rato los cuarenta.

- Sí – contesta Hitomi con desgano – pero eso no significa que ella sea el santo de mi devoción – añade.

- Pero hace dos semanas, no decía lo mismo señorita – le hablaba el mayordomo.

- Charlie, hazme el favor de no decirme señorita, que me apesta – le reclama la pelirroja – y sí es cierto, antes me caía muy bien hasta que anda detrás de los huesos de mi padre como un perro sabueso – le contesta la pregunta.

- Tú padre también tiene derecho a ser feliz – le indica el negro.

- Estoy completamente de acuerdo contigo, Frankie – le responde – sin embargo, ella es una mujer casada¡qué guarde la compostura al menos! – le reclamaba Hitomi.

Lo que no sabía la pelirroja era que Haruko y Hanamichi han salido algunas veces. Han estado en plan de amigos solamente, no volviéndose a repetir lo que ocurrió hace algún tiempo atrás. Ambos han platicado de lo que han sido sus vidas, sus sueños y sus penas. Tenían mucho más en común de lo que pensaban pero…

- ¿Por qué dices eso? – pregunta Yukime, quien se había agregado recién a la conversación.

- Le coquetea cada vez que puede – le dice enfadada - ¿es que acaso mi padre no se da cuenta que mi suegro se pone celoso? – pregunta la pelirroja – es que incluso ha hecho que él se ponga más cariñoso.

Y eso era verdad. Desde lo del metro, Kaede ha intentado alejarse de Hanamichi, ha puesto más atención a su esposa en todo los sentidos de la palabra, ya estaba empezando a parecerse a un esposo perfecto. Realmente quería darle la oportunidad que nunca le había dado su matrimonio.

Pero Haruko no se confiaba… sabía que lo de su marido le daba a ratos…

Aunque Kaede Rukawa no podía dejar de lado uno de sus mayores defectos… los celos.

Y Hitomi ha creído inocentemente que han sido dirigidos hacia Haruko.

¿Habría alguien que a pesar de todo sospechara que es un cierto pelirrojo lo que ha provocado eso?

Lo más probable es que no…

- ¿Dónde está Hanamichi? – pregunta Jones ya harto de la charla.

- Está hablando por teléfono – le responde la chica.

- Mejor me voy – habla el negro – esta es la típica rivalidad de la suegra y la nuera – dijo esto burlescamente y se va.

- Ja, ja, ja, bastante gracioso – dice Hitomi con sus manos a la cintura – mira quien habla, el que mejor se lleva con la madre de Natasha.

El negro se tropezó al oír tal información y se cayó al piso, provocando la risa de todos en el lugar…


Hanamichi está hablando por teléfono con su hermana, al parecer la conversación es aburrida hasta…

- Haber, haber, un minuto – le dice el pelirrojo – el dueño de un bar te envía notitas.

- Ajá.

- Y te invita cosas – se sorprende - ¿Y cuántas te ha envíado? – le pregunta.

- Contada la de ayer, tres – le afirma la ojimiel.

- Hermanita, te estás metiendo en algo que no debes – le advierte su hermano mayor – recuerda que eres una mujer casada y con hijos.

- Sí sé – le cuenta Rika – pero no puedo evitar ir a ese lugar.

Hanamichi desconocía los problemas de su casa, pero no era tan tonto para darse cuenta de que habían dificultades en ese matrimonio.

- Mira es tu problema, pero no vayas más a ese lugar – le aconseja – y si tienes problemas con Mitchi, habla con él, no tires a la basura los años de matrimonio que tienes.

- Vaya, me sorprendes hermanito, veo que al fin has madurado completamente – le felicita Rika.

- Es que hay que saberse enfrentar a la vida, además, yo también tengo un problema.

- Haber, cuenta, cuenta – habló ella con un tono curioso.

- Resulta que me encontré hace poco con una compañera desagradable de la preparatoria – le comienza a contar la historia, pero es más que sabido que realmente no es un ella sino un "él".

Entonces¿por qué mintió? Le daba cosa decirle que era un hombre, temía su respuesta pero necesitaba urgentemente que alguien lo oyera.

- Ya¿y?

- Bueno es que me estaba empezando a llevar bien con ella.

- Yyyyyyyy…

- ¡Es que la muy casi me hace el amor en el metro! – casi le grita alterado – se me insinuó, me corrió mano la muy degenerada – le dice esto más calmado.

- Ahhhh – chillaba emocionada - ¿y tú que hiciste? Apuesto que hiciste el tremendo escándalo.

- No – le responde secamente – no hice nada, recuerda que soy alguien público – se justifica el pelirrojo.

- Si, tú, y yo soy Madonna – opina muy sarcásticamente su hermana menor – te conozco y sé que si te pasara eso, la fama te importa un carajo.

- Bueno, ya es hora de que este talentoso se cuide la reputación.

- Menos mal que maduraste, tonto – Rika lo reta – si te hubieran pillado haciendo tal cosa, hasta te hubieran detenido por actos inmorales en la vía pública y ahí sí que tu fama se hubiera ido al subsuelo.

- Ehh… ¿y?

- Es que lo que te quiero decir es que sé hombre una vez en tu vida y ¡RECONOCE QUE TE GUSTO!

- ¡QUE? – grita a todo volumen.

Esa era la verdadera razón por la que no quería decirle que era un hombre, inconscientemente esa respuesta le era posible.

- Eso, que la tipa te gusta – le contesta su hermana – y al parecer, mucho - añade.

- ¡Mentira! – le vuelve a gritar.

- Cuando se te quite la estupidez y pase algo entre ustedes, me la presentas – le dice resignada, ese terco jamás iba a reconocer lo que era tan obvio.

- Es que… es… casada – le confidencia el pelirrojo.

- Ahhh, y ¿con qué moral me aconsejas si tú haces lo mismo? – la ojimiel le pregunta molesta y divertida a la vez.

- Es que es distinto – se disculpa Hanamichi – ella me provoca.

- Tú te dejas, que es peor – le replica su hermana – no tienes justificación, mínimo esa tipa te atrae bastante.

- Claro como quieres serle infiel a tu marido, miras a todos que lo son – le dice el pelirrojo enojado.

- Entonces¿qué estabas haciendo con ella? – le pregunta - ¿jugando a las canicas?

- Grrrrr – gruñe Hanamichi, siendo oído por Rika por el otro lado del teléfono.

- Además que me envíen notitas, no significa que sea infiel – se defiende ella ahora – pero tú casi tuviste sexo y no la evitaste.

- "…"

- ¿No pensaste en su esposo? – le pregunta la ojimiel.

- "…" – no respondió, mentir no era una de sus virtudes; y no, jamás pensó en Haruko.

¡Menudo enredo! Y eso que es Haruko a quien ama…

- Le dije sus verdades cuando nos bajamos – le cuenta Hanamichi.

- Jajajajajaja, así cualquiera, jajajaja – le pareció muy gracioso el comentario de su hermano – ¿por qué no se lo dices al marido de ella? Total, sólo tiene culpa ella y tú estás arrepentido del todo.

- Estás insoportable, pequeña – a pesar de estar irritado, le dice con cariño – así que mejor hablamos otro día.

- Algún día de éstos, me presentas a la pervertida, jejeje – se lo dice a modo de despedida.

- Adiós, te corto antes que me enoje contigo.

- Jaja, tú nunca cambias, adiós, jajajaja – le cuelga Rika finalmente.

Hanamichi corta el teléfono, casi destrozándolo, como si el pobre tuviera la culpa ¿Qué a él le gustara el zorro? Por favor, eso es inconcebible, es estúpido, es irracional, es…

- Hanamichi… - le habla Jones pero no puede terminar.

- ¡Qué! – grita furibundo.

- ¿Qué te pasa, amigo? – le pregunta asustado el negro, dándose cuenta el pelirrojo.

- Perdóname, Paul - se disculpa, después de reaccionar por su mala actitud – acabo de comprobar que mi suegro tenía toda la razón – añade.

- ¿Por qué?

- Primero, no te metas nunca en un matrimonio, al final siempre terminan bien y tú eres el malo de la película; y segundo, nunca le pidas consejo a una mujer, ellas siempre te dirán lo que no quieres oír.

El negro le dio un ataque de risa; a Hanamichi, no le causó para nada gracia…


Habían pasado algunos días y ya era domingo otra vez, y como se ha hecho costumbre, Hitomi y Hanamichi se han dirigido otra vez a la casa de los Rukawa. El primer domingo después del suceso del metro, para el pelirrojo fue un alivio de que Kaede no le dirigiera la palabra para nada, era como si Hanamichi Sakuragi no existiera. Sin embargo para el segundo domingo, el pelirrojo ya extrañaba el clásico "torpe" o "tarado", o que por último se luciera delante de él ante Haruko… pero nada.

Ese era el tercer domingo…

Hitomi, Kaede, Hanamichi y Youji decidieron ir juntos a la cancha que quedaba cerca de la casa de los Rukawa . Los dos últimos se pusieron a jugar para despejarse un rato, el moreno quedó bastante sorprendido con las jugadas del pelirrojo y sus enseñanzas. Ya para esas alturas, pasó lo que siempre pasaba con Hanamichi, le comenzó a tomar mucho cariño por el chiquillo. Mientras que Hitomi y Ru, se quedaron sentados en un lado de la cancha observando a los otros dos.

- Hey, zorro, tú hijo juega bastante bien – le gritaba Hanamichi al aludido para romper el silencio.

- "…" – Rukawa no habló, sólo lo miraba con esos ojos tan inquisidores que tiene la mayoría de las veces.

- Alégrate por lo menos, si es tu hijo – le dice Hanamichi alegre.

"Cínico", piensa con toda la rabia del mundo, es como que 'aquí no ha pasado nada'. En ese momento, el zorro se para y comienza a caminar. Hanamichi no entiende lo que está pasando y lo persigue, quedando los más jóvenes solos y sorprendidos.

- Hey¿A dónde vas? – le pregunta Hanamichi con cara de pocos amigos, agarrándolo del brazo cuando lo alcanza.

- No me pasa nada, suéltame – le habla Rukawa molesto, logrando zafarse del pelirrojo.

- Estás molesto– afirma – ¿no debería ser yo el que debería estar enojado? – le pregunta por segunda vez.

- ¿Y lo estás? – le pregunta el pelinegro, disimulando su ansiedad.

"¿Y lo estás?", esa frase le retumbó durante algunos segundos en su cabeza . Hanamichi se quedó callado, no supo que responder, porque en realidad no lo estaba pero su orgullo no le haría dar pie a decírselo. Fue en entonces cuando el pelirrojo optó por huir casi corriendo, dejando a todos los del lugar desconcertados, sobre todo los chicos, que no habían oído nada de su pláctica.

"¿Y a éste qué le pasa?", se pregunta Rukawa, rascándose la cabeza.

- Youji¿es mi idea o nos dieron un pasaje al mundo al revés? – le pregunta la pelirroja entre sorprendida y divertida – se supone que mi papá está enojado con el tuyo.

- Con estos idiotas, no hay que suponer nada – le dijo – un día de éstos vamos a ver a tu padre y a Kaede cantando ranchera y borrachos.

La pelirroja reía a todo lo que daba, "o que uno de estos días nos digan que son pareja… ¿otra vez con eso, Hitomi?", pensó.

Esa idea sí le había causado risa…


¿Enojado¿Qué me gusta¿Pero qué me está pasando, eran las preguntas frecuentes de un confundido Hanamichi Sakuragi, que ya le dolía la cabeza de tanto buscar respuestas.

Lo único que quería era no volverlo a ver jamás; odiaba su destino, no debió nunca haber vuelto a esa porquería de país si estaba tan tranquilo donde estaba. ¡Oh, Dios! Si eso pasó hace mucho tiempo, sólo fue un error y huyó¿es que acaso ahora haría lo mismo?

Fue a buscar sus cosas, que estaban en la casa del zorro y le llamó mucho la atención que en su casa estaba con la puerta abierta. Llamó a Haruko y nadie respondió. Luego de pasar el antejardín, y ver la puerta entreabierta, oyó unas voces que claramente se oía una fuerte discusión.

Ambas voces le parecían conocidas, pero se aseguró, entrando muy despacio. Las voces claramente provenían de la cocina, en las que estaban discutiendo Haruko y… ¿Yohei?

- Estoy seguro que claramente te estás aprovechando de Hanamichi – le grita muy furioso a la mujer – no sé que le hiciste pero estoy seguro que tú eres la culpable que él no haya vuelto en tantos años y piensas hacerle daño de nuevo.

- Yo no tengo que ver en eso. En todo caso, ése es problema mío, no tuyo – le responde Haruko molesta – lo que haga o deje de hacer no te incumbe.

- Eso perfectamente sabes que no es cierto, Hanamichi es mi amigo, apuesto que ya saliste con él.

- A ver, pareces mi marido, a él le deberían molestar esas cosas, pero no le interesan, así que no tienes que meterte.

- No seré tu marido, Haruko 'Rukawa' – le recalca el moreno la última palabra – pero está en mis manos romper esa imagen de ángel que tienes – se lo dice con tono amenazante – tú sabes perfectamente por qué.

Hanamichi vio una mueca de angustia en la castaña, ella temblaba de pies a cabeza.

- No te atrevas – le decía ella con el miedo pintado en su cara.

- Debería – Yohei le habla firme – pero si te alejas de Hanamichi y mantenemos las condiciones anteriores, no habrá problema – le advierte, pero eso es más que claro, una amenaza.

Hanamichi en ese preciso instante, decidió intervenir.

- ¿Qué está pasando aquí? – habla el pelirrojo, mirando a ambos muy penetrantemente.

- Nada – trató de fingir Haruko, bastante más asustada que antes, ya creía que se iba a desmayar.

Hana vio las reacciones de la mujer, era mejor dejarla en paz, después podía hablar con ella más tranquila.

- Vámonos, Yohei – le ordena a su amigo – dile a Youji que deje temprano a Hitomi a mi casa – se dirige a Haruko, que apenas puede ponerle atención.

Los dos hombres salen de la casa, sin mirarse siquiera. Se fueron así hasta que llegaron a la casa de Yohei y éste invitó a pasar a Hanamichi, quien aceptó entrar enseguida.

- A ti, al parecer, se te olvidó como tratar a las mujeres –el pelirrojo le dijo furioso.

- Si a ella le puedes considerar una mujer – le responde el moreno.

Hanamichi le agarra la polera y lo atrae hacia sí – la próxima vez que hables así de Haruko te parto la cara – lo suelta.

- Es que ella ha cambiado o no sabíamos quien era, pero Haruko no es quien dice ser – se defiende el moreno.

- ¿Por qué dices eso? – lo interroga inquisitivamente.

- No puedo decírtelo, aparte no soy el único que guarda 'secretos' – le responde – ¿o me dirás por qué no volviste a Japón en dieciocho años? – pregunta.

- Estás desviando el tema – le dice Hanamichi descolocado.

- No – le contesta Yohei firme – es que no estás en posición para pedirme que cuente cosas, cuando tú las guardas bajo siete llaves. Los chicos tienen razón, ya no eres amigo nuestro y la fama te ha cambiado – le grita lo último.

- ¡No es cierto! – le grita Hanamichi con sinceridad.

- Sí lo es¡ni siquiera te apareciste por estos lugares cuando falleció Takamiya! – le grita Yohei con más fuerza – eso no te lo perdonaremos nunca – le dice más tranquilo pero igualmente molesto.

La habitación se inundó de un incómodo silencio, luego se oyeron unos sollozos.

- Yo lloré mucho – le dice el pelirrojo con los ojos húmedos, él tampoco se lo había perdonado.

- No lo notamos.

- Yohei, he sido un cobarde, no podía enfrentar lo que pasó ni mucho menos a ellos – fue ahí cuando el pelirrojo rompió en llanto.

A Mito le extrañó mucho el rumbo que había agarrado la conversación, pero por sobre todo, la palabra "ellos", es decir, no sólo estaba Haruko implicada sino alguien más.

- ¿Rukawa? – le salió al moreno casi inconsciente - ¿Qué te hizo Rukawa? – le preguntó preocupado.

Hanamichi tardó en responder, pero al final lo hizo.

Por ahora sólo puedo decirte que lo que me hizo no fue nada comparable con lo que yo le hice a él…


La verdad… no me siento muy conforme con el capítulo, no sé algo le encuentro que no me convence del todo, pero tal vez soy muy autocrítica, así que se los dejo en sus manos. El próximo, le prometo que estará mejor, y les agradezco a todos los que me han dejado un review…

Cuídense mucho y besos…

Paulyta.


REVIEWS

Inuyashaluchi: Hola amiga, me alegra mucho que te haya gustado mucho el besito robado. Verdad que no es aburrido viajar en tren, puedes hacer esto o la historia que me mostraste el otro día, jejejejejeje (risa de pervertida). Besos y nos hablamos por msn.

Elena: Es verdad, al parecer por Chilito también están subiendo las altas temperaturas y con eso, esta historia también ¿será por tanto estudio sumado al calor, que funde mis neuronas? Bueno, ahora estás viendo que a veces al zorrito le dan sus ataques de personalidad y sí estarán juntos antes del 2035.

Darling Kitty: Jejejejeje, es verdad que escenita se mandaron esos dos, y es verdad, Hana lo disfrutó pero tiene demasiado orgullo para admitirlo. Veamos si el final de Haruko te gusta, besos.

Paulikun: Al parecer, no he terminado mis exámenes pero tendré algo más de tiempo para actualizar esta historia. En cuanto a la escenita, advertí el capítulo anterior que leyeran bajo advertencia de beber agua con hielo mientras lo leyeran, jajajaja. La actitud de Haruko es bastante reprochable pero hasta entendible, su marido no la quiere y tiene que buscar el afecto por otros lugares. No descartes las teorías por conversaciones porque ellos al igual que ustedes están especulando ¿y quién sabe? Por último, me voy a sonrojar¿maestra yo, me falta mucho para ello. Un abrazo y un besito.

Miguel: Wow¡qué review! Vamos analizando. Empecemos por el Kaede, que quedó bastante adolorido con el golpe, es verdad, le dolió mucho más el corazón que el cuerpo, pero se ha precipitado; no te preocupes las cosas van mejorando de a poco, aunque no lo aparenten; y tienes mucho razón al decir que él también está utilizando a Haruko como ella a Hanamichi, en este cap pudiste ver como se ha estado profundizando eso. Este anda en el periodo de negación, ya que no quiere asumir que ya se está enredando en las redes de un zorrito de ojos azules, tal vez por eso le pegó porque no está dispuesto a reconocer que algo siente por él. Y Yohei¿sabes, siento que él siempre ha tenido un sexto sentido para todo y tiene una personalidad muy tierna, pero por lo visto, en este capítulo, no lo es tanto. Bueno, por este cap, he dejado en paz a Mitsui pero no ha Rika, con ellos les espera la sorpresa del siglo. Por último fue un gustazo haberte conocido por msn, espero que sigamos comunicándonos.

Nian: Como te gusta tanto el RuHana, esta escena creo que te dejó alucinada¿eh? Que bueno que lo hayas encontrado bien escrito, me ha costado más que ocho en escribirlo. Muchas gracias por explicarme el día RuHana, yo pensaba que era por otra cuestión, jajajaja, es que a veces me complico demasiado, jejejejeje. Besos…

Marion Mayfair: Creo que entre todos volvemos a llenar el tren para que estos dos terminen lo que empezaron, jajajajajaja. Bueno, lo de la infidelidad, uuhhhhh lo trataré bastante más adelante, los cap que vienen serán casi exclusivamente Hana y Kae. Ahora sabes perfectamente la razón por la cual el Sakuragi Gundam no quiere ver a su antiguo líder¿te parece lógico?… Lo otro es saber si podrán perdonarlo, Sakuragi va a tener una buena excusa para eso. Besos.