Parte XV: Sin salida

Kaede y Hanamichi, al sentir el grito, se separaron inmediatamente, mirando de modo angustioso hacia la entrada. Ellos estaban realmente asustados y sus corazones latían angustiados al verse descubiertos.

Y observaron quien era.

- Ahhhhh – suspiraron aliviados cuando se percataron de que no había nadie observándolos.

Aún así, trataron de ocultar la excitación que habían en los sexos de ambos. Mientras Rukawa da la espalda, Hanamichi toma el primer retrato que pilla y se tapa su parte noble, todavía delatadora.

- ¡PAPÁAAAA! – era la voz de Hitomi que llegaba donde estaban ellos - Que bueno que te encuentro – ya no gritaba cuando lo vio – me alegro que no se estén matando.

- Mmmm – se quejó el pelirrojo, pero lo hacía en un tono muy nervioso.

Los dos estaban muy inquietos por la presencia de la chica.

- Bueno, no importa – habló finalmente su hija - ¿papá, puedes prestarle un pantalón a Youji? – le preguntó.

- Saca cualquiera de los que están en mi habitación – le decía casi como querer despacharla.

- ¿Pasa algo? – le pregunta Hitomi a Hanamichi al darse cuenta que había algo raro.

- No, nada – trató de ser lo más natural posible.

- Pap…

- Nada – le dice el pelirrojo firmemente, mirándola en forma fija a los ojos.

- Está bien – trató de calmar a su padre y se da la vuelta – ya veo que quieren tener un 'segundo round' y no quiero verme involucrada – dijo, dejando definitivamente el lugar.

Pasó un rato en silencio, del puro susto sus hormonas y sus cuerpos ya se habían tranquilizado, ambos se miraron y…

- ¡Uffffff! – suspiraron al mismo tiempo por el alivio.

- ¡Estuvo cerca! – exclamó el pelirrojo.

- Será mejor que me vaya – dice apresurado Rukawa.

- Tienes razón - le contesta tímidamente.

- Dile a Youji que no vuelva tarde – le pide el pelinegro.

Hanamichi sólo asiente al ver que Kaede se está acercando nuevamente a él.

En ese momento Rukawa toma de la barbilla al pelirrojo, besándolo otra vez. Aunque en esta ocasión, el beso no fue apasionado, sino, uno más tierno, más maduro; su acompañante nunca se opuso. Kaede, al terminar el beso, se da media vuelta para irse pero Hanamichi lo alcanza con su voz.

- Rukawa – le dice, dándose vuelta el aludido – Bueno…, es que… – hablaba muy lento para ser él – mañana Ryota y yo hemos organizado algo para juntarnos aquí, va a venir Mitsuito, y ehhh… quiero saber si te apuntas tú también – le decía nervioso.

- Tal vez – confesó.

- Te esperamos – dijo el pelirrojo, utilizando de adrede el plural.

- Adiós – se despide el pelinegro – no te preocupes, ya sé donde está la salida.

- Adiós – se despide Hanamichi casi en un susurro.

Rukawa se va a la salida. Cuando ya está en la calle, mira a todos lados, para ver si había alguien. Al ver que no lo veía nadie, apretó el puño y sólo dijo una cosa ¡Síiiiiii! Tenía la cara sonriente y, por ese día, nadie se la quitaría. Siente que vuelve a tener quince años, tenía esperanzas.

Mientras tanto, Hanamichi se quedó sólo en ese lugar, recién se dio cuenta que tenía las mejillas ardiendo después de lo que pasó con el zorro. Le daba vergüenza el sólo pensar que por poco su hija lo había visto 'en plena acción' y además con un hombre. Él sería el torpe más grande del planeta, pero siempre se había cuidado en ese sentido con su hija, después de su esposa tuvo una que otra relación con algunas mujeres; y ahora que se besa con un hombre, lo hace con la mayor naturalidad del mundo.

No sabe lo que le pasa, pero no puede negar que le atrae el zorrito.

De repente mira un retrato, era el de Camilla, lo toma con una mano y la mira.

- Tú no has visto nada – le dice Hanamichi, indicándole con la otra mano y pone luego, el retrato boca abajo.

En ese momento, recuerda lo que le dijo antes de morir.

"Tienes que rehacer tu vida"

¿Es qué acaso, dentro de rehacer su vida, está Kaede Rukawa?

Eso aún no lo sabía, y por el momento, no quería averiguarlo…


Hitomi se dirige lentamente a la habitación de su padre, no pensaba en nada, no quería pensar…

Cuando llega a la enorme habitación, cierra la puerta con llave, quiería estar sola…

Incluso se ha olvidado que Youji la está esperando.

Se sienta apoyándose en la puerta, y ya tiene los ojos cristalinos.

No puede creerlo… lo ha visto todo…

Su padre y su suegro se han besado…

Su cabeza retumbaba el recuerdo una y otra vez…

Flashback

Todavía se estaba riendo de la locura que acababa de hacer su novio de meterse con jeans a la piscina y que de seguro ahora debería estar lamentándolo, ya que se le empezó a notar la rojez en su cara, producto del sol.

"Tarado", lo pensaba sonriendo mientras entraba a la casa, se preguntaba la razón por la cual su novio había actuado tan efusivamente.

Se le había ocurrido que su padre le prestara un pantalón, total, sólo era un poco más bajo que él. Como toda chica de su edad, esperaba que fueran cortos, para ver las perfectas piernas que tenía su Youji.

Buscaba a Hanamichi, preguntó en la cocina por él y María le dijo que estaba en el salón con el señor Rukawa. Ella fue casi corriendo, cuando llegó…

Kaede besaba a Hana, era un beso simple, algo reprimido. Y el pelirrojo parecía que le correspondía.

Hitomi quedó atónita…

No podía creerlo.

"No, imposible, esto es una pesadilla", al ver a su propio padre y su suegro besándose.

Salió inmediatamente del salón, distanciándose hacia un pasillo, algo aturdida, pero sólo con una pregunta…

¿Qué hacer?

Y tenía que pensar rápido.

Lo que más le gustaría es hacer un tremendo escándalo y que su padre le diera una explicación después que le dijera hasta el cansancio que se la tenía jurada a Kaede Rukawa. Aunque si lo hacía, tal vez llamaba la atención de todos y de Youji…

A todo esto… ¿cómo hubiera reaccionado Youji si fuera él quien los hubiese visto?

La angustia recorrió su cuerpo por completo, nunca se había preparado para enfrentarse a la situación que su padre era bisexual…

¿O tal vez era homosexual y siempre lo disimuló?

¿Y el papá de Youji¿Qué pasaba con él?

"¿Y mi mamá?" En un fugaz pensamiento la vio ¿Ella sabría lo de su padre? Menos mal que ella no estaba con ellos, hubiera sufrido mucho…

"¿Qué hago?", preguntaba histérica, jugueteando con sus manos.

En ese momento, se le ocurrió una idea… Podía salir del paso, por un tiempo, pero salía. Ya tendría tiempo para ordenar el maremoto de pensamientos que invadían su mente.

- ¿PAPÁ! – trató de gritar con tranquilidad, como si estuviera buscándolo, teniendo la perfecta conciencia que eso desharía inmediatamente el beso. Pero no le resultó, estaba eufórica.

Luego, se dirigió hacia ellos. Se demoró un poco, caminando lo más lento posible, para darles tiempo.

Y allí los encontró, actuando como si nunca hubiera pasado nada…

Fin del Flashback

Hitomi estaba al borde de las lágrimas.

Una cosa es autiproclamarse como "no homofóbica y tolerante", que uno de los mejores amigos de su padre fuera gay y le diera todo su apoyo y afecto. Y otra cosa es que su padre se besuqueara con otro hombre… Y no con cualquiera… sino Kaede Rukawa.

Sabía que a la larga lo apoyaría… Total, la felicidad hay que encontrarla, ya es difícil hacerlo en estos tiempos para también acondicionarla.

Pero sí le preocupaba que el hombre que fuera casado y, no cualquier pobre diablo¡era su suegro!

Sólo con ese pensamiento, le dio pavor.

Eso significaba una cosa… era el final de su relación.

Obviamente que esto no debió haberse dado de la nada, era algo que no fue de un día para otro ¿Cómo no se lo planteó seriamente antes? Si siempre decía tonterías de ellos, vinculándolos como pareja.

¿Y sí… el secreto más guardado de Hanamichi Sakuragi tenía relación con Kaede y no con Haruko?

Sí eso era… con razón no quería que acercara a Youji, sentía que se encauzaba correctamente hacia lo que había ocurrido.

Ahora¿con qué cara miraría a su suegra? Lo único que le gustaba de lo que estaba pasando es que su suegra anda perdiendo el tiempo coqueteándole a su papá, ya que alguien "se había adelantado" ¡Qué irónico! Era su propio marido. Se puso a reír con ese pensamiento.

"Por todos los cielos¿qué debo hacer?"

En estos casos, siempre la chica extrañaba a su mamá, ella siempre sabía que hacer.

Repentinamente, se acordó que Youji la estaba esperando. Corrió a sacar el primer jeans que vio y fue a la piscina en donde se encontraba, algo rojo y con mala cara.

- ¿Tuviste que lavarlo y plancharlo? – le dijo molesto.

- Lo siento, perdón – se disculpa ella, con algo de melancolía en el rostro, lo que no pasó desapercibida para el chico.

- ¿Te pasa algo? – le pregunta preocupado y ella no se resiste a las lágrimas.

- Abrázame – sólo lo susurra llorando, tirándose a los brazos de su chico.

Su relación con él era sólo una bomba de tiempo…


Esa noche ni Hitomi ni Hanamichi ni Kaede pudieron dormir; sintiendo cada uno cosas distintas: miedo, incertidumbre y ansiedad. Fue larga para ellos, pero de lo único de lo que estaban seguros era que el futuro iba a ser muy distinto a la realidad.

Cerca del mediodía, llegaron anticipadamente Haruko y Daisuke a su casa, para sorpresa de Rukawa.

Oups… eso era algo que el pelinegro no había pensado… qué haría con ella.

- Kaede, Youji – estaba contenta regresar, abraza a su hijo y besa a su esposo, no obteniendo respuesta de éste, lo que causó extrañeza a la mujer.

- ¡Papá, papá! – le chillaba el niño – el tío gorila se atragantó, casi lo llevamos al hospital, jajajajaja.

- No te rías – le dice Haruko enojada, tirándole la oreja – estoy segura que lo hiciste de adrede, tú sabes que a tu tío no le gusta la pimienta y se la pasaste, haciéndola pasar por sal.

- Veamos, veamos – dijo el morocho molesto – tenemos que castigar a este niño – mirando a Daisuke - ¿qué te parece si salimos más rato? – le propone al niño, obteniendo una gran risa de Daisuke. Su madre, sólo gruñía.

Al rato después, en la habitación, Haruko y Rukawa se encontraban discutiendo acerca de su hijo.

- Siempre has consentido a los niños – le hablaba molesta – menos mal que Youji es tranquilo, pero este niño vive pensando en hacer travesuras – añade.

- Déjalo, ya va a crecer – le replica el moreno.

- Siempre dices lo mismo – le responde Haruko – mejor cambiemos de tema… te eché de menos – le decía mientras le tomaba la cintura de él – tenemos algo de tiempo antes de almuerzo – le propone mientras lo besa.

- Ahora no – le dice fríamente deshaciendo el abrazo – tengo un compromiso – se excusa.

Hacía un mes que no era tan frío con ella, incluso podía decirse que estaban cercanos a la luna de miel que nunca tuvieron.

Pero así es Kaede…su amor como viene, se va.

La castaña no entiende el porqué, sólo sabe que su veranito de San Juan acaba de terminar.

Sin embargo, Haruko siempre tenía un as bajo de la manga y, esta vez, tenía nombre y apellido…


Eran las tres y Hanamichi estaba nervioso, invitó al zorro, pero después de lo ocurrido durante el día de ayer, dudaba que él se apareciera por esos lugares. Su ansiedad fue notada por su hija, quien creyó conveniente que lo mejor, por el momento, que debía observar de cerca de esos dos. Hacía rato que habían llegado Mitsui y Ryota que reían de lo lindo.

- ¿Cuándo te casarás otra vez, jajajajajaja – preguntó el peliazul a Ryota – con lo que me costó divorciarlos, jajajajaja.

Hanamichi también se reía pero estaba algo ausente.

Es que la historia de su amigo era bastante especial. Como era de esperarse, se casó con el amor platónico de la preparatoria, Ayako. Sin embargo, al poco andar, empezaron los problemas, la pareja no se llevaba como lo habían pensado y, a pesar de haber tenido tres niñas (entre ellas, un par de gemelas de nueve años), igualmente las desavenencias continuaron. Hacía dos años que se habían dicorciado, pero he aquí la cuestión, que resulta que se hicieron los mejores amigos del mundo, "tan buenos amigos", que actualmente Ayako tenía seis meses de embarazo.

- Ja, ja, ja, no me parece nada gracioso – dijo Miyagi.

- No importa, total yo soy el que gano dinero, jajajajaja – reía Mitsui.

- Y a próposito¿cómo está Rika? – pregunta Ryota – espero que no me maldiga todavía por haberlos ligado a los dos.

- Con los problemas de una pareja normal pero nada más – responde satisfecho el ex 14 de Shohoku.

"Sí claro, te están poniendo los cuernos, creo que en estos tiempos debe ser normal ¿verdad?", pensaba Hanamichi irónicamente por su cuñado.

Sin darse cuenta, alguien se sienta a su lado. Sólo lo hace cuando alguien conocido suelta un escueto 'hola'. El pelirrojo se tensó totalmente cuando vio quien era.

…Rukawa.

Ni la reflexión de toda la noche fue suficiente para prepararlo, todo su cuerpo estaba inquietado por la presencia de él. Apenas pudo articular el 'hola' para no quedar como mal anfitrión.

Kaede no estaba mejor, el rato de la ilusión había pasado y ya estaba pasando al de las dudas.

"… ¿Y si sólo fue algo que pasó?

¿Y si el torpe sólo se dejó llevar?"


En otro lugar, Hitomi estaba muy contenta con las niñas y con su prima Sanae, quien era el centro de atención de todos; mientras que Kenji estaba algo aburrido, ya se estaba quedando dormido.

- Oye, despierta – le decía un niño de cabellos castaños.

- Ahhhh hola, menos mal que llegaste, con tantas niñas iba a vomitar – le decía el chiquillo peliazul.

- Vamos, tengo una idea – le decía el recién llegado.

Al mismo tiempo, en el lugar de las chicas, Hitomi siente unas manos en la cintura, que hace que la chica se sobresalte. Las niñas miraban al autor de ese abrazo y suspiraban.

- Me encantaría tener un novio así cuando sea grande, ahhhhhhhhh – decía una de las gemelas.

- Yo también, ahhhh – decía la hermana menor de las gemelas.

- Debemos dejarlos solos – decía la tercera niña, llevándose a las otras dos.

- ¡Youji! – era la reacción de la pelirroja, abrazando a su novio y con su, obvio, posterior beso.

- Uyyyyyyyyyyyy – eran lo que decían dos chicos, tirando besitos, haciendo que Hitomi y Youji dejaran de besarse.

- Vayan a estorbar a otro lado, par de enanos – les dice la pelirroja bien enojada.

- Se nota que nunca… con Hitomi – le dice Kenji a Youji, poniéndose los dos aludidos más rojos que tomates – con razón, mi primita anda de mal genio.

- Es que mi hermano es tan tonto, que no sabe ni lo que es 'eso', jajajajajaja – reía Daisuke de buena gana.

Youji los miró con tan mala cara, que el par de niños salió corriendo.

- No sabía que este par se conocía – decía Hitomi casi con desconcierto.

- No sabes lo capaces que pueden ser – le decía el moreno.

Hablando de lo mismo…

- Menos mal que no están en el mismo grado, no tienes idea de lo que pueden hacer – le decía Mitsui al pelirrojo, que estaba cohibido desde la llegada del zorro – el otro día se les olvidó hacer la tarea y no se les ocurrió nada mejor que encender la alarma de emergencia; los suspendieron una semana. Por eso mismo, veo bastante seguido a Rukawa – agrega de mala gana.

- Menos mal que Hanamichi y yo sólo tenemos niñas, jajajajaja¿verdad? – decía Ryota hablandole al pelirrojo - ¿Hanamichi?… - preguntó al ver que no tenía respuesta.

- "…" – no respondía, estaba absorto pensando en cómo comportarse con el zorro después de lo que había pasado.

- ¿HANAMICHI? – gritó Miyagi al no oír respuesta alguna, asustando al pelirrojo.

- Ehhh, sí.

- ¿Estás escuchándome? – le pregunta.

- Ahhh, sí – le mintió el pelirrojo.

- Mentiroso, no me estabas poniendo atención – hablaba el más bajo algo divertido.

- A lo mejor, te estás enamorando y no quieres contarnos¿eh, Sakuragi pícaro – bromeaba Mitsui.

- No, no – todo sonrojado Hanamichi negaba.

- Vamos, si nosotros somos tus amigos – le pegaba con el codo Ryota.

No tenía idea si mentirles para que quedaran felices y no hicieran más comentarios, porque ni loco decía que lo tenía así un hombre y, para más encima, que era Rukawa. Menos mal que ahí venía Hitomi, el pelirrojo la usó como salida.

- ¿Y tú no saludas a tu suegro? – le dice a su hija, sin saber el sacrificio que la estaba obligando hacer.

No quería saludarlo, no quería hablarle, la estima que alguna vez sintió por ese hombre se apagó. Era el papá de Youji, el mismo que al día de conocerla lo primero que le dijo fue "¿Tu papá te mandó, verdad?". Seguramente algo le había hecho, su papá era tan inocente para no darse cuenta que debe andar en otra de las suyas para dañarlo. Esa fue su última conclusión.

No lo odiaba. Pero tenía el mismo recelo que le provocaba su suegra.

- Buenas tardes, señor Rukawa – le dijo con una frialdad que estremeció al mismo Kaede.

A todos le extrañó la forma de saludar de Hitomi, sus ojos demostraban total frialdad, con un brillo de rabia. Nadie sabía que le pasaba a la chica que siempre es tan expresiva, para Kaede fue un golpe bajo, se estaba encariñando mucho de la hija del torpe.

De repente una idea se cruzó por la cabeza.

"Y si Hitomi…"

Con sólo ese pensamiento, su corazón se aceleró de la angustia…


Menos mal que Rukawa iba a ser el último en irse. Tenía que hablar con él y decirle que lo que sucedió el día anterior fue un error, algo que nunca debió haber ocurrido; que en conclusión no había pasado nada. Decirle que a pesar de todo, Haruko ocupaba sus pensamientos; aunque no se había cuestionado todavía por qué cada vez le pasaba con menos frecuencia. Aprovechó de que los chicos se hacían arrumacos y que Dai le hacía la vida imposible a Charlie para dirigirse al pelinegro. Se lo llevó arrastrando al mismo salón.

- Zorro… – empezó Hanamichi algo nervioso – quería hablar… sobre lo de ayer… yo… - cada vez se le hacía más difícil.

- Lo de ayer no fue nada¿verdad? – le respondió Kaede, que presentía con desilusión que era eso lo que quería hablar – eso mismo iba a decirte.

Al pelirrojo no le gustó lo que le dijo Kaede. Aunque fuera eso lo mejor, la decisión más sensata, la que había tomado, le dolía.

Le producía rabia.

- Así que no fue nada – habló Hanamichi molesto.

- No – fue la respuesta de Rukawa.

- ¿Ah, no, ya vas a ver…

Con eso, el discurso del pelirrojo sobre su equivocación, se diluyó. Antes de que el pelinegro pudiera responderle, la boca de Hanamichi estaba sobre la de Rukawa, luchando para meter la lengua dentro de su boca. El beso fue violento, los brazos de Kaede rodeaban la cintura de Hanamichi y éste, para profundizar el beso, se aferraba a la cara de su… ¿de su…, ya ni sabía quien era, no le importaba.

Total, besaba mucho mejor que cualquiera. Por primera vez envidiaba a Haruko.

Cuando el beso terminó, el pelirrojo habló.

- ¿Qué te pareció eso? – le preguntó Hanamichi, presumiendo.

- Torpe – le contesta Rukawa enojado – a ti nunca te ha importado lo que sienten las otras personas.

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Cómo, qué quiero decir? Tú siempre has sabido lo que siento por ti – le reclama.

Con esto Rukawa se fue con los chicos, sin dirigirle la palabra al pelirrojo, salvo fuera para despedirse.

Sin embargo, Hanamichi quedó estático, sabía lo que significaban sus palabras perfectamente. Su confusión era más notable que antes.

Ahora se hallaba sin salida… ¿Haruko o Rukawa?…


No puede creerlo, más que insólito, es inaudito que otra vez sea desplazada; primero por el trabajo y ahora "por sus amigotes"; definitivamente era un machista en regla ¿Qué¿Acaso le tiene que tiene que agradecer al cielo porque el 'caballero' la dejó trabajar¿O tal vez agradecer que tenía un hermano para hacer ver a Hisashi Mitsui estrellitas de un solo golpe?

Esas eran las dudas de Rika que ya estaba al borde de las lágrimas, estar en último lugar para la persona que amas no es muy agradable que digamos, más si tienen algo en común. Ya sabía desde la preparatoria que era 'amigo de sus amigos', pero ha desplazado unas horas del trabajo, llevándose a los niños con él, dejándola sola con la excusa "es una reunión de hombres", que es además, en la casa de su hermano mayor.

¿Qué no es suficiente motivo para llorar de la rabia?

"¿Qué habré hecho mal?", era la pregunta que por enésima vez se había hecho a sí misma.

De repente, alguien se acerca a ella, la estaba mirando hace algún rato, sabía que en cualquier momento iba a ponerse a llorar.

- Discúlpeme¿se siente bien? – le pregunta una voz que ella desconoce totalmente.

- Nada – le dijo cortante y apáticamente, sin mirarle la cara.

- Perdóneme, no debí molestarla – responde el extraño, sintiéndose incómodo y dispuesto a retirarse.

Rika se ha dado cuenta que ha sido muy descortés con él, más encima no tenía la culpa de nada y no tenía porqué desquitarse con él. Lo mira a los ojos, y se da cuenta que sin duda era el tipo que le gustaban, era moreno y alto, más o menos de su edad.

- Lo siento, fui descortés – le dice la ojimiel avergonzada – para disculparme, siéntese, yo invito – la atracción fue inmediata.

El hombre se sentó. Su cabello era negro como la noche, algo largo y desordenado, medía más o menos uno noventa y cinco; su piel estaba levemente bronceada (se notaba que su imagen se la cuidaba), sus ojos no se notaba claramente de qué color eran, pero se podían distinguir que eran hermosos. Vestía pantalones negros y una camisa de manga larga azul eléctrico, abierto unos cuantos botones, lo suficientes para notar que tenía un excelente cuerpo.

- No te preocupes, como siempre, la casa siempre paga – le dijo con una sonrisa coqueta – Touya, sírvame un Martini en las rocas y a ella – le dice a un mesero que está cerca de él – ¿qué quieres? – se dirige a Rika.

- Una primavera sin alcohol – habla tímidamente y sonrojada.

Con eso, inmediatamente se dio cuenta que él era el tipo que le mandaba las notitas y que, al parecer, era conquistador por naturaleza.

- ¿Cuál es tu nombre? – le pregunta el tipo serio mientras le traen su pedido.

- Rika

- Rika ¿cuánto? – le pregunta con una sonrisa juguetona, mirándola muy fijamente.

- Es mejor no decir mis apellidos – le dice con un deje de tristeza – el de soltera me trae muchos problemas, ya que mi hermano es famoso, y aunque todo Japón cree que es un héroe, el muy idiota es algo inmaduro y no ha querido rehacer su vida.

- Ahora que me lo dices, me resultas familiar, pero no logro saber a quien te pareces – habla divertido, levantándole la cara con la barbilla, la mira y la suelta – ¿y tu apellido de casada? – pregunta curioso.

- No sé si ya lo estoy – le dice casi normal – mi marido "supuestamente ama el trabajo" – mueve los dedos haciendo las comillas - ¿me entiendes?

- Ahhhh … entiendo ¿entonces, sólo Rika?

- Ajá – asiente alegremente – y¿cuál es el tuyo?

El extraño finalmente se presenta.

Me llamo Sendoh… pero puedes llamarme Akira…


¡Holas! Les digo que el próximo episodio ya estaré en vacaciones ¡al fin! Ya no soporto más, es fin de año y lo único que quiero es dormir… Me falta sólo un examen, así ya estoy más tranquila. Con respecto a mis otros fics, no los actualizado por el tiempo ¿y por qué éste? Por la sencilla razón que es lejos el fic más largo (15 caps y un par de besos, no dice que esto tiene para poco rato). Sé que ya están impacientes, pero por favor, quiero pedirles un poquito de paciencia, que ya empezaré a compensarla en el próximo capítulo. Quiero agradecerles todo el apoyo que me han dado con mis exámenes y la gran cantidad de reviews, se los agradezco en el alma. Ahhh, por si acaso… no bebo (aunque no lo parezca, jajajajajaja).

Y con respecto al fic, acaba de abrirse una lista para las o los que quieran consolar a Michi, sólo tienen que comunicarse conmigo… porque hay que tener harta mala suerte para que el tipo más hentai de toda Kanagawa ande tras los huesos de tu mujer; aunque hay que decir que él también se lo buscó. Muchos contestaron correctamente que Hitomi era la que los había visto pero el escándalo que se esperaba, nunca pasó; debe ser terrible estar en su lugar y sobre todo pensar que su relación con Youji tiene los minutos contados. Y para variar, Hana y Kae, están en otro mundo ¿qué pasará con ellos?

Cuídense mucho y besos para todos…

Paulyta.

PD: Definitivamente no sé que $& haría sí tuviera hijos como Kenji y Daisuke, me muero 0.o…


REVIEWS

Shadir: Lo dejé en la mejor parte, no cabe duda, pero veamos si en el próximo capítulo me dirás lo mismo, jejejeje.

Shingryu Inazuma: Debe dar lata dejar reviews en trece episodios, es algo comprensible, ni yo lo haría. Tienes razón, cuando un tipo es lindo, lo que menos importa es el nombre o comprenderlo… No puedo creer que se están sumando a leer mi humilde fic, sólo espero que te siga gustando… Muchos besos.

Miguel: Mi pobre Miguelín, creo que tu cerebro ya se rompió, ahora que alguien se sumó al enredo (como si la cosa ya no estuviera complicada), porque tener de rival a Sendoh debe ser cosa seria. El tensai ya es un hombre pero con los que más quiere siempre será un niño y si no fuera así, no creo que Ru se enamoraría de él ¿no crees? Ahora, según Hana y Kae, se han salvado, pero creo que no saben que les espera, ahora Hitomi está cerca de toda la verdad y no la van a detener.

Darling Kitty: A quien no le alegra que ese par estén juntitos, jejejejeje… Creo que estaba tan reprimidos que por eso salió un beso "de película" y tan pervertida que me saliste niña, quiere sexo ya, jajajajajajaja. Y pensaste bien, Hitomi era la que los vio; no sé si You-chan será el último en enterarse pero creo que se enterará de la peor forma. Y ya ves, acertaste… era el puercoespín.

Elian: ¿Por qué me dices eso? No ves que lo único que quiero es salir de vacaciones (así actualizo más rápido). Al parecer estás contenta que esos dos se besaron, espérate lo que viene en el próximo capítulo, eso sí te gustará…

Marion Mayfair: Después de la aclaración que te hice por msn, te digo que no me imagino a Rukawa muerto de la risa, creo que primero sería el Apocalipsis antes de que éste se riera. Y yo soy la torcida mayor, jejejeje pero la vida es así, además son muy do'ahos por besarse en medio de todo.

Rukawa Maria: Ya viste las reacciones, todavía Hitomi está en estado de shock (es que quien no si ves a tu papi besándose con otro, debe ser bien fuerte), aunque lo sospechara. Como dice el dicho "del dicho al hecho, hay mucho trecho". Un abrazo y un besito.

Khira: Tienes toda la razón del mundo, pero en caso de un review que trate de adivinar, aunque acierte o no, le dejo igual la duda; porque es harto fastidioso. Fue un honor haberte conocido por msn y nos seguimos hablando. Besos.

belglez: Eso es lo más terrible que le puede pasar a un lector… que te dejen en lo mejor. Bueno, lo único bueno es que no me demoro mucho; esto parece serie de televisión, porque por 'coincidencia' actualizo una vez por semana, jajajajajajaja. Besitos.

Nian: Ahora ves que ha pasado, no quedó la grande (como tu fic) pero el próximo capítulo, ay ni te digo. Gracias por tus deseos, un beso.