Parte XVI: Heridas que no cierran

Era de noche, y a pesar que se habían visto en el día, se encontraron nuevamente por casualidad.

Los típicos torpes y los zorros apestosos inundaron el lugar… Quien los escuchara, diría que se odiaban, pero nadie notaba que tenían un dejo amistoso.

Incluso podía decirse que era más que eso… era un lenguaje de amantes, algo salvaje aunque no dejaba de serlo.

No se sabe quien empezó, si fue el pelirrojo o el moreno.

Comenzaron a besarse, no les importaba en lo absoluto los demás; que rabien de envidia si querían. Las miradas estaban fijas en ellos, y en vez de parar, se besaban más apasionadamente, hurgueteando con sus manos la piel que estaba debajo de sus ropas.

Les dijeron que mantuvieran la compostura o que se retiraran del lugar. Decidieron lo segundo, no tenían ganas de reprimirse sino dejarse llevar por sus instintos. Esa noche era de ellos. Ya inventarían una excusa cuando llegaran a sus casas, ya no eran unos niños.

En plena calle se andaban toqueteando, parecían felices. Estaban cerca de la casa del pelirrojo, que coincidentemente, estaba cerca del mar. No encontraron mejor lugar que la playa para hacer lo que hace tanto tiempo habían querido… amarse.

Si había algo que le gustaba al hombre de los cabellos de fuego eran los muslos de su compañero, y los agarraba sin pudor alguno. El moreno gemía mientras le chupaba el cuello, dejándole pequeñas marcas.

Ambos estaban conscientes que sus miembros estaban reaccionando a los estímulos que se daban mutuamente, cayendo en un abismo de placer. El hombre de la mirada zorruna empuja al pelirrojo a la arena, tirándose encima de él para tocar con sus labios la piel dorada de su amante, quien jadeaba intensamente.

El moreno, desesperado, comenzó a desabotonarle la camisa del pelirrojo. Ni siquiera había terminado cuando ya le estaba mordiendo las tetillas sin piedad. Los gemidos del pelirrojo no se inhibían, aunque alguien merodeara por aquel lugar. Aburriéndose del papel inactivo que le estaba tocando, dejó que una de sus manos se perdiera en la entrepierna del pelinegro, quien dejó su labor para escapar un fuerte gemido.

De repente, el moreno le saca los pantalones en forma lenta, liberando sensualmente la hombría del pelirrojo, que urgentemente deseaba salir. El pelinegro, sin pereza y olvidándose un poco del dolor propio, instaló su boca en el miembro del pelirrojo quien ya no podía caber dentro de su éxtasis, no sin antes lamerlo desde la base hasta la punta, donde se detuvo un poco para hacer círculos con la lengua.

Luego, el moreno succionaba cada vez con más fuerza, el pelirrojo ya no aguantaba, ya sentía que se corría; sin embargo, el primero sólo paraba para hacer que su compañero disfrutara más. Este sólo le hundía la cabeza, gimiendo su nombre y algunas obscenidades de manera poco discreta, pudiéndose escuchar a lo lejos.

No pudo más, estallando en la boca del moreno, quien tragó todo el amargo líquido, para luego besar al pelirrojo…

…A lo lejos se oía una voz, conocida para ambos, era una voz femenina…

Todo, en un instante, se volvió negro…


- ¡PAPÁ! – gritaba Hitomi golpeando la puerta - ¡Déjame dormir y para de gritar como marmota aplastada!

Hanamichi abre asustado los ojos con tantos gritos. La pelirroja, sin pedir permiso, abrió la puerta de la habitación de su padre, viéndolo totalmente desorientado.

- ¿Se puede saber en qué demonios soñabas que gritabas tanta estupidez junta? – le reclamaba.

- Ehh – miraba para todos lados, totalmente perdido – yo estaba… "yo estaba… es… estaba con Ru… Ru…ka…wa", pensó urgido.

- No puedo creer que me despiertes a las ocho de la mañana, espero que me pueda volver a quedar dormida – reclamaba, dando un portazo.

Hanamichi tenía los ojos entreabiertos para acordarse qué había soñado con el zorro. Cuando se acordó de la playa, de las caricias, de los gemidos, que se había corrido…

"Oh, oh"

Levantó las sábanas y… sólo pensó…

"¡MALDITO ZORRO! ME HE CORRIDO POR SU CULPA"

Estaba angustiado, le daba mucha vergüenza. Hacía bastante tiempo que no le pasaba mientras dormía, siempre lo hacía a través de su 'mano amiga', pensando en la hermosa Haruko u otra mujer que fuera de su agrado. Era la primera vez que se corría soñando con un hombre.

Se levantó de la cama y fue a vestirse, maldiciendo al tipo que no ha visto en casi una semana. Hizo un montón entre el cubrecamas, las sábanas y sus boxers, que era la única prenda que usaba para dormir.

Bajó sigilosamente por las escaleras para que nadie lo viera, dirigiéndose al cuarto de lavado. Por fortuna, todos dormían en la casa, nadie se levantaría un sábado a las ocho, pero sabía que María se levantaría en un rato más. Así que se metió todo a la lavadora.

Pero… ehhh… Hanamichi Sakuragi no sabía usar una lavadora.

Era un talentoso, inmediatamente aprendería como usarla en un dos por tres. En realidad, apretó todo a la suerte y la lavadora comenzó a funcionar como lo hace siempre la latina.

Dos horas después, en el desayuno…

Estaban todos sentados, menos María, que fue a hacer no sé qué. A los pocos minutos, estaba en frente de ellos.

- Hanamichi – hablaba la mujer – necesito hablar contigo.

- María, tú sabes como odio que me molesten mientras como – le responde mal.

- ¡Entonces no te metas en mi trabajo! – le contesta molesta – casi me echas a perder la lavadora.

El pelirrojo traga saliva.

- Si tienes 'problemas', aprende usar la lavadora – le dice la latina muy enojada y Hanamichi se sonroja – mínimo debes saber que la ropa blanca se lava aparte de la de color.

María le tiró una prenda. Yukime, que estaba sirviendo, se le cayó todo lo que tenía en las manos; Charlie, se atoró con la comida; la silla de Jones amenazaba con caerse de la risa que tenía; y Hitomi, golpeaba la mesa, casi llorando por las carcajadas.

Hanamichi sentía arder su cara.

- No sabía que tenías esos fetichismos – le decía el negro - ¿con eso seduces a tus conquistas?

- Papá, definitivamente eres un idiota, jajajajajajajajaja – se burlaba la pelirroja.

Hanamichi se acordó que sus boxers eran blancos y su cubrecamas era… rojo. Sus boxers ahora eran… ahora eran… de… de… color… rosa. El peilrrojo sólo quería que lo tragara la tierra.

Hitomi pensaba "esto es lo que yo llamo el efecto zorruno"


Al mismo tiempo, una mujer yacía en su cama mientras su esposo seguía durmiendo. Sabía desde antes de su matrimonio que se casaría con un tipo frío, quien no mostraría emociones pero tenía la ilusión, que con el tiempo, ella cambiaría su forma de ser. Casi dieciocho años después, sigue siendo el mismo ser frío de cuando lo conoció. No hay que ser tonta para no darse cuenta que él nunca la quiso, y es más, ya tiene la firme sospecha que el corazón de Kaede estaba ocupado desde ese entonces. Hacía poco tiempo que lo había reconocido, sin embargo siempre lo ha sabido y se ha engañado todo este tiempo.

Por otra parte, siempre se ha planteado desde su regreso qué hubiera pasado si ese día no lo hubiera rechazado. Ahora con más años encima y con más madurez, se ha dado cuenta que él es atractivo y que siempre ha tenido nobles sentimientos. Definitivamente la que se casó con él tuvo mucha suerte… ¡Y pensar que puso ser ella! Ahora estaría con un marido afectuoso, con una familia numerosa (como siempre quiso) y, aunque no fuera algo que le importase tanto, hasta viviría cómodamente.

No como esa vida de porquería en la que tiene que mendigarle cariño a alguien …


Aunque no abrirían antes de las cinco, ya a mediodía, el dueño del pub "green lights" con algunos empleados, tenían que arreglar unos asuntos con las facturas y la administración del local. De repente, alguien toca la puerta con cierta desesperación.

- No puedo creer que sea otro borracho desesperado por beber – bufó Sendoh.

A pesar que nadie abría, seguía tocando con insistencia.

- ¿Qué hacemos? – pregunta uno de los empleados.

- No te preocupes, yo me encargo – señala el ex de Ryonan, quien se dirige a la puerta – disculpe, pero no estamos atendiendo¿podría dejarnos trabajar, por favor?

- Akira, soy yo – se oye una voz muy acongojada.

- ¿Rika?

Sendoh abre inmediatamente, lo que no sabía es que una mujer se lanzaría a sus brazos llorando. A lo único que atinó hacer fue abrazarla. Rika estaba demasiado conmocionada para darle algún tipo de explicación, así que Akira esperó que se calmara, seguramente debió haberle pasado algo grave para que estuviera de esa forma. La instaló en una mesa y allí se sentaron hasta que se calmara, pero ella siempre estaba aferrada de él.

- Lo siento, pero no tenía adonde ir – dijo la ojimiel al fin.

- No te preocupes – le contesta Sendoh – pero¿podrías decirme qué te pasó, que traes esa cara? – pregunta preocupado.

- Lo que pasó fue…

Flashback

Rika estaba caminando para dirigirse a su tienda. Siempre lo hacía una vez a la semana para ver como iban las cosas, ella sólo se encargaba del diseño. Ya había contratado a alguien para que se encargara de la administración y era quien debía rendirle cuenta.

Generalmente iba los viernes, sin embargo, tuvo la sensación de ir el sábado.

Caminaba tranquilamente mirando las vitrinas de las tiendas, cuando de pronto, una figura muy familiar, se refleja por el vidrio.

Era Hisashi… su Hisashi…

Pero eso no era todo… iba acompañado de una mujer, tomada a su brazo, que por cierto era muy bonita, de cabellos castaño claro y de ojos pardos. Pero lo que le llamaba más la atención es que esta mujer estaba muy maquillada.

Los vio en plena calle, él le toma la cara y le dice dulcemente algo antes de entrar a un restaurante. La suelta y entran como que nada.

Rika se acerca un poco más y entra para ver que pasaba… "masoquista", se reprende.

Sabe lo que viene…

Y ahí los ve… Él le toma la mano a ella y le sonríe, su mirada es muy dulce…

Como toda mujer despechada, lo primero que pregunta es qué le encontró.

Luego se da cuenta como anda maquillada y sólo parece una cualquiera, eso debe ser… ella es una fácil…

"Así que éste es tu trabajo de horas extras"

Ahora se pregunta si debe verlos besarse para convencerse, no quiere moverse de ahí ¿Para qué? Sólo aumentaría el dolor¿o acaso todavía tenía la esperanza de que él le era un marido fiel?

No… las noches afuera, abandonarla ante cualquier panorama, ocupar más la cama sólo para dormir y ahora con una mujer en una situación comprometedora.

No… no se engañaría más…

- Disculpe señora¿necesita una mesa? – le preguntó un mesero, sacándola de sus pensamientos.

- No gracias

Y antes de corroborar lo que quería, no aguantó más y se fue corriendo a donde le llevaran los pies…

Fin del flashback

- Y eso fue todo… – le termina de contar Rika, secándose las lágrimas que tenía en los ojos.

- Maldito desgraciado – decía el ex puercoespín – ¿pero tú no los viste besándose? – pregunta.

- No, no pude… pero era tan obvio…

- Ven – Sendoh la abraza al ver que la ojimiel se iba poner a llorar otra vez – sé que es díficil, yo también pasé por eso.

- ¿Tú? – se separó de él extrañada, era demasiado encantador para que le hicieran tal desplante.

- Sí, pero eso fue hace mucho tiempo, no te preocupes – le dijo – Touya, ven acá un segundo – llamó a uno de sus empleados – ¿qué quieres que te sirva? – se dirige nuevamente a Rika.

- Lo más fuerte que tengas.

- Tráele un jugo de frutas o una coca-cola – le corrige Akira.

- ¿Por qué preguntas que quiero y después cambias la orden? – pregunta ella molesta.

- Rika, escúchame – la miró directamente a los ojos – he visto diariamente mujeres y a hombres ahogarse por esto en alcohol hasta que no se acuerdan de su nombre, haciendo esto todos los días, volviéndose adictos – le cuenta lo que ha sido parte de su vida – no quiero que caigas en esto – le ruega.

- Y… ¿por qué me dices esto? – pregunta tímidamente.

- Porque tú me importas…

En ese instante, un incómodo silencio inundaba el lugar. Sin querer, Akira Sendoh, hablaba de más… No era el mejor momento para decir eso, sin embargo, Rika lo tomó bien. Pasaron algunos minutos antes de que le sirvieran un jugo de naranja, lo que ella se tomó en silencio.

- Sé que no es el mejor momento para preguntarte esto – dijo Akira, rompiendo el silencio – pero… ¿qué piensas hacer?

Esa era una muy buena pregunta… Rika no tiene idea de qué va a hacer…


Después de la bochornosa escena de la mañana, Hitomi y Hanamichi Sakuragi se dirigían, como ya era costumbre, la casa de los Rukawa. El pelirrojo se pregunta con mayor frecuencia cuál es la razón por la cual no siente la ansiedad de antes cuando iba a ver a Haruko…

"¿Será por qué ya te resignaste?

¿Será que ya sabes que

será más de lo de siempre,

que ella siempre amará a Rukawa?

¿O tal vez yo…?"

Y si fuera así… ¿Qué harías¿Qué eliges?

¿Tu orgullo o tu redención?

Esa y otras tantas preguntas rondaban en la cabeza de Sakuragi

¿Qué le diría al volver a verlo?

Entraron ambos a la casa, recibiendo la bienvenida de aquella familia. Lo primero que observó es que no se encontraba el zorro por ninguna parte. Haruko le comentó que salió muy temprano en la mañana y que siempre Kaede tenía la costumbre de salir a algún lugar y nadie sabía donde ni a qué horas iba a volver. Hanamichi pensó que no debía preocuparse, total era su vida.

La tarde se fue sin mayores contratiempos, y para variar, Haruko y Hanamichi quedaron de verse el lunes, ya que éste último lo tenía libre. Sin embargo, el pelirrojo aceptó sólo ¿por compromiso?…

¿Qué le encontraba?

Buscaba algo para aferrarse en ese amor platónicamente estúpido que tenía desde la juventud…

¿Y qué encontró?

Nada… vacío…

"¿Es bella? Sí, pero qué importa, eso se va con los años…

¿Es dulce? A ti no te van las cursilerías…

¿Es hacendosa? Para eso contratas a una empleada…

¿Es buena en la cama? Eso no lo sabes y no sólo de eso es el amor…

¿Es simpática? Tienes montón de amigos…

¿Entonces qué pasa contigo, Hanamichi?"

Las horas comenzaron a correr y Rukawa no aparecía. Ya eran más de las diez y todos estaban más que preocupados por el moreno, nunca se había desaparecido tanto tiempo; Hanamichi no era la excepción. Ni siquiera el frío Youji podía ocultarlo.

- El muy imbécil ni siquiera avisa donde va, voy a salir a buscarlo – dijo el pelirrojo.

Antes de que Haruko hiciera alguna protesta, Sakuragi ya había dado un portazo para buscar a Rukawa. Necesitaba saber que estaba bien. No alcanzó a caminar un par de cuadras cuando lo vio pasar por el lado sin mirarlo, como si no existiera. Hanamichi se enfureció que tuviera esa reacción después de haberse preocupado tanto por él; fue entonces cuando lo pescó de la camisa y lo azotó por la pared.

- ¡Oye, maldito estúpido, estuviste desaparecido todo el día, no dices donde vas, ni dices a qué hora llegas – comienza a gritarle al pelinegro - ¿no te das cuenta que nos tienes a todos preocupados? Y ahora haces como que no me has visto nunca.

- No te vi – fue su escueta respuesta

- Claro, un tipo pelirrojo de casi dos metros es tan fácil de no ver – le dijo Hanamichi en un tono irónico.

- Y¿quién eres tú?

- Ehh…

- ¿Quién eres tú para preocuparte por mí?

- Yo… yo… – la pregunta lo pilló de sorpresa.

- Nadie¿verdad, suéltame – lo dijo antes de lograr zafarse definitivamente del pelirrojo – eres un maldito desgraciado.

- ¿A quién le dices maldito desgraciado? – pregunta Hanamichi.

- A ti – le dijo con firmeza Rukawa – eres un imbécil que se quiere sólo a sí mismo, incapaz de amar.

- ¡Eso no es cierto!

- Ah¿no? – lo desafía Kaede – estas veinte años obsesionado con una mujer que nunca te va a mirar, no volviste ni siquiera a ver a tus amigos, apenas tienes contacto con tus familiares. Ni a tu hija la quieres, se enamora y le pones un guardaespaldas ¿eso es amor? Esa palabra te queda demasiado grande – lo último se lo dijo en un tono despreciativo.

- Voy a… - no termina su frase porque iba a darle un puñetazo al pelinegro, pero éste pudo detenerlo a tiempo.

- No he terminado, falta el platillo fuerte – le señala – en serio, creí que habías cambiado, pero no, eres el mismo tarado sin cerebro de siempre… haber… ¿cómo era que me decías? – se puso a recordar - ¡ah sí, me acordé!… soy tu 'zorrito afeminado' – se lo dijo con un tono lleno de sarcasmo.

El pelirrojo abrió los ojos como platos…

Flashback

- Vaya, vaya miran a quien me encuentro, a la 'mariquita' llorando – dice el pelirrojo al ver a un chico llorando en la esquina de una cancha - ¡bah! No me extraña, si es sólo un zorrito afeminado.

Fin del flashback

Hanamichi no se movía sabía perfectamente que ese era él, esas eran sus palabras. Su mente deambulaba y las expresiones de 'demasiado tarde', 'maldita juventud' e 'inmadurez' se hicieron presentes.

Rukawa se encargó de sacarlo de esa impavidez. Ahora era él quien le agarra la camisa a Sakuragi.

- ¿Quién te crees que eres? – le decía al borde de la desesperación.

- "…" – Hanamichi no podía hablar.

- ¿Crees que yo soy tu juguete? – comienza a gritarle – ¡contesta, mal nacido!

Al ver que no obtenía respuesta alguna, le propinó un puño en la boca del estómago, que casi deja sin aire al pelirrojo. El pelirrojo se repone, tirándose encima de Rukawa, para golpearlo en la cara, logrando con facilidad. Golpes iban y venían, como lo hacían en sus antiguos tiempos de preparatoria.

- No te hagas el santo, Rukawa – le saca en cara al pelinegro – tú te burlaste de mí y usaste a Haruko, ella no tenía nada que ver en esto – le decía mientras le daba un golpe en la cara.

- ¡Claro qué tiene que ver! – le contesta dándole un empujón, para luego golpearlo certeramente en la barbilla, haciéndolo caer al suelo – por ella¡te ensañaste conmigo, cobarde! – se tiró encima de él.

Eso significaba una cosa… dieciocho años de heridas se volvieron a abrir…

- ¡No sabes cuánto te odio! – le gritaba Rukawa con ira.

Los golpes, patadas y empujones iban de uno al otro y viceversa, no paraban. La rabia de Kaede Rukawa al fin había explotado, no podía reprimirse más; no quería repetir otra vez… su historia…

De repente, Daisuke, Youji y Hitomi los estaban viendo, eso fue lo único que los hizo parar, dándose cuenta de la gran cantidad de moretones que tenían. Comparado a la pelea anterior, ésa era una pelea de infantes; ahora, sólo querían hacerse daño.

La más conmocionada era Hitomi, no porque era mujer, sino porque…

"Alguien puede decirme qué está pasando aquí… cada vez entiendo menos"…


¡Holas! Estoy muy muy contenta. ¡No tendré clases hasta marzo! Eso es maravilloso. Actualizaré con más frecuencia. Bueno no tanta, aparte tengo otros fics bastante atrasaditos. Espero que antes que termine el año, actualice por lo menos dos capítulos más y justo para año nuevo publicar otro (las razones son obvias, jejeje). Bueno, gracias a todos por su apoyo y sus reviews, que me fascinan y espero que les siga gustando la historia.

Hablando de ella, parecía que la sangre iba a salir por la pantalla, y justo cuando se empezaban a entender, estoy segura que piensan igual que Hitomi, cada vez entienden menos, pero todo tiene su tiempo y su lugar y todavía no lo es en este fic. Bueno, en cuanto a la primera parte, pobre Hana (suspiro), no sería él si no le pasaran este tipo de cosas, jajajajaja. Pero a la que definitivamente le tocó fuerte fue a Rika, ahora sí que Sendoh tiene camino libre ¿o no?

Cuídense mucho y hasta el próximo capítulo…

Paulyta.


REVIEWS

Shadir: Sé que te desagradaba, aunque desconozco el motivo. Por mí, me cae bien mientras no se acerque a mis niños; no los pondré entremedio de ellos, si no, esto parecería una teleserie barata. ¿Y cuál de todos los pares necesitan ayuda sicológica, porque todos tienen su lado loco, jejejeje.

Darling Kitty: Bueno, parecen que Michi no sabe ni donde esta parado, Rika está que le pone los cuernos con semejante ejemplar. Los niños, jajajajajajaja, bueno siendo hijos de ellos, no se debería esperar mucho (aunque Dai habla más que su papá). Lo que pasó, con el pobre kitsune, es que Hitomi cree que el zorrito algo que no es, eso ya se aclarará. Y el as, ya lo verás…

Nian: Gracias por tu elogio, hice referencia a tu fic como quedó la grande (Hana se enteró que Ru que lo engañaba), lo comparé diciendo que Hitomi no hizo tremendo escándalo como se esperaba ¿Tienes msn? Así podríamos conversar todo lo que tú quieras ¡Ya estoy de vacaciones! (estoy cantando a lo tensai).

buffy-es: No es que no lo odie pero Hana tiene tantos problemas que no tiene tiempo para preocuparse de los de su hermana. Veamos si Michi la engaña… Por ahora, Rika tiene una 'tentación' bastante tremenda.

belglez: Vaya no creí que esto estaba tan bueno, muchas gracias por tu apoyo… Un abrazo.

Inuyashaluchi: ¡Gracias por tu review! Y por tus deseos, sí necesito urgentemente vacaciones. Por las fotos, tú sabes, nos arreglamos en msn.

Shingryu Inazuma: Está bien que a uno se le complique la vida, pero ponte en sus zapatos ¿qué harías si tienes novio y pillas a tu papá y al de él besándose? No creo que sea muy agradable. Y Sendoh, ya verás cuando comience a actuar, jejejejejeje.

Miguel: No creo que Hitomi llegue para tanto, ahora ya ves que la percepción que tenía el zorrito era equivocada, el cap. anterior recordé que su primer encuentro no fue el mejor y además Hanamichi con su rencor hacia Rukawa, no contribuía a tener una imagen muy buena de él; después de todo, siempre tendemos a defender a nuestros padres, aunque tal vez no tengan la razon. Ya verás cual es el problema de Hana con Ru. Es verdad, ahora Rika sufre mucho y Sendoh la está consolando, que por lo visto, no es un mal tipo. Y tienes razón, esto es como una olla de presión, que cuando explote, quizás nadie quede vivo.

ja: Hay varios que no se esperaban que fuera Sendoh quien andaba detrás de Rika, veamos si Michi lo evita, aunque méritos no está haciendo mucho que digamos.

Marion Mayfair: Yo me muero si me pasara algo por el estilo, por muy bien que te caiga tu suegrito, eso es muy fuerte ¿Su nueva mamá-papá? Eso pregúntaselo a Youji, 'gentilmente' te lo va a contestar. Y el pobre Michi, ya le tocará lo que se merece, no creo que sólo la risa se la van a sacar.