- ¿Kaede, qué te pasó! – preguntaba Haruko algo aterrada por la cara que llevaba su marido – te asaltaron por andar a estas horas – le reprende, aunque sigue igual de preocupada.
- "…"
- Sakuragi y él se agarraron a golpes, mamá – Youji respondió en su lugar
- ¿Otra vez? – preguntaba sorprendida, pensaba que las cosas ya se habían normalizado y que éstos ya eran amigos
Pero no.
Esa no era la naturaleza de Kaede Rukawa y Hanamichi Sakuragi.
- Acuéstalo en la cama – le ordena a su hijo, haciendo éste lo que le pide a Haruko enseguida.
- Papá, papá – le hablaba Daisuke – cuando tenga más edad ¿me ensañarás a pelear? Quiero ganarle a Kenji – movía sus puños moviéndolos en son de pelea.
Rukawa sólo le sonreía al niño mientras Haruko le curaba las heridas.
¡Qué paradoja! Tener tanta gente a su alrededor y sentirte absolutamente solo.
Y lo peor de todo es que no tienes amigos.
Lo más cercano a eso era Hanamichi, pero lo humilló de la peor forma… Y pensar que creyó que había cambiado en algo.
Y eso lo vio en el último beso que le dio…
FlashbackHanamichi lo había agarrado para verlo en aquel salón donde se habían besado por primera vez. Notó que no traía muy buena cara, se notaba a leguas que estaba totalmente arrepentido de lo que había hecho.
- Zorro… – lo notó bastante nervioso – quería hablar… sobre lo de ayer… yo… - vio que cada vez se le hacía más difícil.
- Lo de ayer no fue nada ¿verdad? – le respondió, no iba a permitir que lo rechazara y oír que le dijera que esto no había significado nada para él – eso mismo iba a decirte.
Vio en la cara del pelirrojo que no le había gustado nada lo que le había dicho. Sintió que esa era la decisión más sensata, a pesar de todo, le dolía.
Vio la rabia que había en su rostro.
- Así que no fue nada – le habló Hanamichi molesto.
- No – fue su respuesta.
- ¿Ah, no, ya vas a ver…
Antes de pudiera responderle algo, Hanamichi lo estaba besando, luchando para meter la lengua dentro de su boca. El beso fue violento, a pesar que lo deseaba, había algo que lo incomodaba. Sentía que pelirrojo estaba a gusto con el beso, pero no estaba cómodo del todo. Por ello, fue él quien cortó con el beso.
Cuando el beso terminó, el pelirrojo habló.
- ¿Qué te pareció eso? – le preguntó Hanamichi, presumiendo.
- Torpe – fue ahí cuando la rabia se le subió a la cabeza.– a ti nunca te ha importado lo que sienten las otras personas.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Cómo, qué quiero decir? Tú siempre has sabido lo que siento por ti – le reclama.
Eso le había dolido, se sentía horrible, usado por su orgullo…
Fin del flashbackPorque eso era, nada había cambiado…
Primero, él.
Segundo, él.
Tercero, él.
Y así sucesivamente… sólo existía él mismo en su mundo. Ya en los tiempos de escuela había mostrado ese estúpido ego del que se jactaba con su risa ridícula cada vez que podía. Por lo menos, ya no hablaba autoproclamándose "genio", pero seguía siendo el mismo vanidoso, que prefiere hacer cualquier cosa antes de quedar mal, y quedar de insignificante ante otra persona.
Por eso…
Sólo por eso lo besó… por orgullo… y fue lo mismo que hace dieciocho años atrás…
La única diferencia es que, al parecer, era más tarado que antes, le dio la posibilidad que se arrepintiera y 'aquí no había pasado nada', quedando todos igual de amigos que antes. Pero no. El muy idiota tenía que demostrar que él significa algo para los demás, para cualquier persona, no importando si ese alguien es él, el zorro apestoso.
Por eso tampoco había salido en todo el día, porque no quería encontrárselo en su casa. Había un lugar donde podía relajarse y cada vez que se sentía mal, acudía a él. Y fue allí donde pasó todo el día pensando en qué haría en su vida.
Si ustedes creen que Kaede estuvo esperando a Hanamichi los casi dieciocho años como novio en el altar, se equivocan. En la universidad anduvo con un par de chicos en la más estricta reserva, porque sabían que él era casado y con un hijo; no tuvo relaciones serias, pero reconocía que hacer el amor con ellos eran los lindos y locos momentos de su juventud.
Además por esa misma época, se anunciaba el matrimonio del famoso basketbolista Hanamichi Sakuragi y decidió que lo mejor era enterrar su pasado, como si éste no hubiera nunca existido.
Pero se caerían de espaldas si decimos cual fue la relación más seria de Kaede durante todo este tiempo, aunque no lo crean, fue el mismo detective que había contratado Haruko para ver si tenía un amante. No podían creer lo parecidas que fueron sus historias, a él también lo habían rechazado cruelmente y se había casado para ocultar su verdadera condición sexual. Como la atracción fue mutua, iniciaron una relación que duró más o menos un año, pasaron bellos momentos; se hicieron más que amantes, amigos y a pesar que se sentían muy juntos, se hacían compañía, lo terminaron por una razón…
… Sus hijos…
Por el lado de Kaede, Youji ya no era un niño. Ya contaba con catorce años y con una marcada tendencia sexual homofóbica. Aún recuerda el día en que se lo dejó en claro.
FlashbackEstaban en un parque jugando un uno a uno, cuando vieron pasar a una pareja, dos hombres que se miraban con un cariño que no correspondía a uno de amigos.
Youji ni siquiera podía concentrase en el juego, miraba a los tipos con cara de asco.
- ¿Qué te pasa? – le pregunta a su hijo.
- ¿No tienen vergüenza? – pregunta su hijo, enfocando con una mirada a la pareja que estaba a punto de besarse.
- Déjalos, es su vida – trata de tranquilizarlo.
Youji se dio vuelta, no podía verlos más, el grado de repulsión en él era extremo.
- ¡Malditos homosexuales, deberían podrirse todos en el infierno!
A Kaede fue como que pasara un camión por arriba de él, no sabría qué pasaría si algún día Youji se enterara que también era uno de los tantos gays de los que creía su hijo debería podrirse. Le dio una cachetada que nunca se le había dado a alguien, no quería que su hijo discriminara a los homosexuales como una vez lo rechazaron a él.
- ¡Ay, me dolió¿por qué hiciste eso? – pregunta Youji, sobándose la mejilla roja.
- Para que aprendas a respetar a los demás – estaba furioso.
¿Por qué él le tenían que pasar estas cosas?…
Fin del flashbackA veces ese recuerdo le venía a la mente y cada vez que le ocurría, lo evocaba con angustia.
¿Qué le diría?
"Sabes hijo, soy homosexual y si me casé con tu madre fue porque la embaracé por despecho porque el chico que amaba me trató horrible. Y ese niño eres tú".
Pudo resistir que Hanamichi se fuera a los Estados Unidos, pero jamás sobreviviría el desprecio de Youji…
Nunca… él está sobre todo.
Muchas veces se sintió aliviado, conforme pasaba el tiempo, ya veía que el amor no estaba hecho para él; eso significaba que Youji ni Dai nunca se enterarían de la verdad.
Y eso sería así siempre…
Hasta el día su hijo le anunció que tenía una novia… su primera novia…
Recién se dio cuenta que su hijo se había hecho un hombre y que algún día él se apartaría de su lado, ésa era la ley de la vida. Más tarde, pero igualmente, el mismo camino emprenderá Daisuke.
¿Y después…?
¿Qué pasaría con él?
¿Se quedaría solo?
Sus preguntas fueron respondidas al día siguiente cuando vio que la novia de su hijo no era nada más ni nada menos que Hitomi Sakuragi, la hija de Hanamichi. El destino lo había puesto otra vez en su camino…
¿Sería una coincidencia?
Pero eso debía significar algo. Esa niña abrió todos los recuerdos vividos con él, inclusive los de aquel día… Removió los sentimientos que alguna vez creyó haber olvidado… Pero se equivocó, Hanamichi siempre estuvo allí… Y cuando lo volvió a ver, se enamoró de nuevo.
¿A pesar de todo?
Sí, aparte de que lo seguía deseando como antes, el pelirrojo no había cambiado mucho,
Amaba la fuerza que existía en ese hombre, amaba su forma de ser tan extrovertida, amaba aunque no sabía cómo Hanamichi podía vivir con esa pasión todos los días sin estar agotado, la forma de sobreponerse; era sin duda su Hana, su torpe.
Sin embargo, el pelirrojo le dejó en claro que jamás lo iba a corresponder…
Por un momento, creyó que tendría que preparar a su hijo para lo peor.
Eso era lo único bueno, Youji no se enteraría nunca de su verdad…
Rika había llegado a su dormitorio muy tarde, no quería ver al mal nacido de su marido despierto, si no, sería capaz de cortarle su hombría ahí mismo. Ahora estaba segura que la estaba engañando ¡y más encima, el idiota tenía mal gusto! Fue entonces cuando dio gracias al cielo que tenía un amigo a su lado, como Akira.
Aunque lo que le había dicho la última vez, le inquietaba…
"Porque tú me importas…"Hacía tiempo que nadie le había dicho con tanta vehemencia que le importaba a alguien ¿Hace cuánto tiempo que Hisashi no le hablaba así?
Su rostro se volvió a ensombrecer.
- ¿Amor, te pasa algo? – le pregunta Mitsui, que llegó de improviso – me tenías preocupado¿dónde estuviste todo el día?.
"Nada amor, salvo que fui a hablar con un amigo porque tú andabas con otra y no sabía cómo partirte la cara"
No sabe si matarlo o ponerse a llorar como loca para sacarle en cara lo que ha hecho. Pero es hombre, y a menos que tenga las pruebas en sus narices, no lo reconocería y volverían a lo de siempre: una excusa, una sonrisa, un beso, hacer el amor y todo solucionado…
Ya no más…
Ya no estaría con él…
- No me sentía bien, necesitaba un paseo – responde fríamente.
- Ven acá - la tomó de la cintura para acostarla en la cama. Eran claras cuales eran sus intenciones.
"Ah claro, ahora después que se ha revolcado con otra, quiere tener sexo conmigo"- Lo siento, estoy cansada – le suelta el abrazo, se da vuelta y apaga la luz.
¿Qué le pasaba a Rika?…
- ¡Hanamichi! – gritaba María mientras veía al pelirrojo mal herido acompañado de Hitomi, quien lo acuesta en su cama – ¡Yukime, trae alcohol, vendas y curitas.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no vayas solo a la casa de Rukawa? – lo reta el guardaespaldas – eso te pasa por desobedecer mis consejos.
- No creo que lo hubieras evitado, fue el mismo Rukawa quien le dio esa paliza – explicó Hitomi.
- ¿El autista o tu novio? – bromeó Jones.
- ¿A quién le dices autista? – habló normalmente Hanamichi pero con una mirada de furia.
- Perdón, pero no sabía que te afectaba tanto – dijo el negro algo asombrado por la reacción del pelirrojo.
- Creo que lo mejor es que lo dejemos solo – pidió la pelirroja al ver que María estaba terminando de curar a su padre.
Todos comenzaron a retirarse a sus habitaciones. Hitomi pidió que todos se retiraran por otra razón, vio que Hanamichi tenía los ojos húmedos, sabía lo poco que le gustaba a su padre lo vieran tan débil.
Ella era la última en retirarse, sin embargo…
- Hitomi…
- Sí, papá.
- ¿Podrías quedarte conmigo hasta que me quede dormido? – le ruega.
Hitomi va hasta la cama de su padre, se sienta en ella y pone la cabeza de Hanamichi en su regazo, acariciándole el cabello. La chica, de repente, se puso a reír.
- ¿Y a ti qué pasa? – pregunta Hanamichi divertido.
- Es que, cuando yo era una niña, esto era al revés, tú eras el que me consolaba cuando yo tenía pesadillas, jajajajaja.
- Ay… muchacha.
Hitomi le seguía acariciando el pelo. Le alegraba que su padre se sintiera mucho mejor y en esos momentos, le nació decir algo…
- Papi…
- Ehh..
- Te quiero mucho…
- Yo también, cariño.
"Me gustaría saber qué es lo que tanto te angustia, papá… Me gustaría poder ayudarte"…
El tiempo pasa inexorablemente, y sin darse cuenta, ya habían llegado a lunes… Casi se le olvidaba que hoy tenía una cita con Haruko. Como todo un caballero, Hanamichi fue a buscarla a su casa, ese día lo tenía libre y necesitaba relajarse; aunque la castaña le dijo que deberían juntarse en otro lugar. Se baja del auto y toca el timbre de la casa para ver si todavía está la castaña en la casa.
- ¡Hanamichi! – exclamó al ver al pelirrojo fuera de su casa – no que…
- Preferí venirte a buscar acá, es lo que corresponde¿o no? – se explica con una sonrisa.
- Tienes razón – sonríe – ay , que tonta, pasa, pasa – al ver que estaban parados como idiotas en la puerta.
Hanamichi entra para ver como era la casa de Rukawa en un día normal, que no era muy distinta a lo que él había visto salvo por algunos desordenes que se producen por la vida cotidiana. Haruko le dijo que la esperara porque faltaba que se arreglara y por mientras, le sirvió un vaso de coca-cola.
Haruko mientras se arreglaba pensaba de que cómo había sido tan estúpida por haberse dejado llevar por envoltorios bonitos que no llevan a ninguna parte, cuando tenía un tremendo partido baboso por ella. Y no es por dinero, si no que, Hanamichi es un hombre de grandiosos sentimientos que sí la apreciaría como mujer, es atento, le importan sus cosas, es hablador y es tierno. Es verdad, es impulsivo y a veces tiene mal carácter, pero no es nada que no se puede solucionar una buena mujer…tal vez, como ella…
Se arregla como nunca pensando cómo sería estar con él… Tierno y apasionado a la vez, como es su manera de ser, no como la forma casi salvaje que tiene Kaede a la hora del sexo.
"Probar… sólo una vez"…
Ésa era la palabra clave… probar cómo es ese pelirrojo que la ha estado tentando últimamente, quiere saber lo que se siente en sus brazos.
Aunque…
Aunque Hanamichi jamás se prestaría a algo como eso, se nota a todas luces que es un hombre de bien y que no andaría de 'amante' por la vida. Pero él se ha dado cuenta perfectamente que no ha sido feliz con Kaede y que si es casada es sólo por el papel y la infidelidad, en este caso, no sería amoral.
Haruko baja las escaleras, asombrando al pelirrojo, que quedó anonadado por la belleza de la mujer, quien le devuelve con una sonrisa de satisfacción, ha logrado que el pelirrojo se fijara en ella.
- Te… te… te ves… muy bien – musitó Hanamichi.
- Gracias.
Ambos se sientan en el sillón, parecen dos chiquillos adolescentes quieren que sea el otro quien tome la palabra primero. Hanamichi se toma el último sorbo de bebida algo nervioso, nunca había sentido tanta cercanía con ella y la mira con cierto deseo.
Haruko se aprovecha de una gota de bebida que quedó al azar para acariciar su rostro, que siente suave, es agradable su piel. Hanamichi se deja llevar, como siempre, dejaría que todo fluyera; al fin estaría la mujer que siempre soñó. Así que la tomó de la cintura para atraerla hacia sí. Cuando ella terminó con la caricia, el pelirrojo toma la barbilla de la mujer y la acerca hasta que roza sus labios con los suyos.
Fue un pequeño beso y muy suave, como si tuvieran el temor de estar haciendo algo malo. Luego de esto, Haruko decide dominar la situación y empieza besarlo, acostándolo en el sillón y tirándose encima de él. Ella comienza a besarle frenéticamente el cuello, mientras él sigue con sus manos con su cintura. Vuelven a besarse nuevamente con mucha pasión y ella se saca la blusa, revelando su sostén que es de color negro.
Al verla así, el pelirrojo comienza a responder, haciendo que Haruko fuera la que estuviera ahora debajo de él. Ella le saca la polera que tenía puesta, dejando ver su bien cuidado físico. La castaña no pasó desapercibido este detalle y recorrió ese torso con sus manos, dejando escapar un gemido por parte de Hanamichi, quien se agacha para besarla otra vez, al mismo tiempo que una de sus manos agarra unos de sus senos.
En ese instante, hay una voz muy conocida que habla dentro de la conciencia de Hanamichi.
"No sabes cuanto te odio"Esto lo hace detener un instante, pero cree que lo mejor no hacer caso en esas tonterías ni mucho menos, en un momento como éste. Retoma su labor y besa sus hombros, bajando hasta llegar al nacimiento de sus senos. Ahí escuchas otra voz, que también recuerda.
"Si supieras tus sueños, te darás cuenta a quien realmente amas"…
No quiere hacerle caso a esas voces, así que no se detiene, pero hay una tercera voz.
"Creo que si fuera una mujer, terminarías con él, siempre andas pendiente de lo que hace"Empezaba a no disfrutar lo que le estaba pasando, porque esas no eran alucinaciones suyas, sabía que eso eran recuerdos de alguna parte de su vida. Con la mano que tenía libre, acariciaba la pierna de Haruko de abajo hacia arriba hasta llegar a sus muslos.
"¡Tú ocultas algo! Si voy para Japón, me enteraré de algo que no quieres que se sepa ¿verdad?"
Ambos jadeaban por la excitación que les estaba ocasionando, Haruko comienza a desabrochar el pantalón de Hanamichi, mientras que éste acaricia sus senos por encima del sostén.
"No te vayas, por favor"Hanamichi se detiene, ese recuerdo siempre lo afectaba demasiado.
- ¿Pasa algo? – pregunta preocupada.
- No nada.
Vuelve a besarla para tratar de calmarla, pero él se sentía inquieto consigo mismo.
"No te vayas, por favor"Otra vez en su cabeza¿no se supone que al hacer el amor, uno pierde los sentidos? Al parece Hanamichi había recuperado hasta la memoria; ni los gemidos de Haruko acallan las voces de su interior.
"No sabes cuanto te odio""Si supieras tus sueños, te darás cuenta a quien realmente amas"…
"Creo que si fuera una mujer, terminarías con él, siempre andas pendiente de lo que hace""¡Tú ocultas algo! Si voy para Japón, me enteraré de algo que no quieres que se sepa ¿verdad?"
"No te vayas, por favor"Haruko arquea su espalda para que el pelirrojo pudiera desabrochar su sostén. Sakuragi entiende lo que ella quiere y sus manos viajan hacia el broche. Pero su mente está funcionando fuera de control, algo en la conciencia le dice que está mal y todo lo oye con más rapidez de la que debería.
"No sabes cuanto te odio""Si supieras tus sueños, te darás cuenta a quien realmente amas"…
"Creo que si fuera una mujer, terminarías con él, siempre andas pendiente de lo que hace""¡Tú ocultas algo! Si voy para Japón, me enteraré de algo que no quieres que se sepa ¿verdad?"
"No te vayas, por favor" "No sabes cuanto te odio""Si supieras tus sueños, te darás cuenta a quien realmente amas"…
"Creo que si fuera una mujer, terminarías con él, siempre andas pendiente de lo que hace""¡Tú ocultas algo! Si voy para Japón, me enteraré de algo que no quieres que se sepa ¿verdad?"
"No te vayas, por favor"
"No te vayas, por favor"
"No te vayas, por favor"
"No te vayas, por favor"
"NO TE VAYAS"
Hanamichi no podía más. No podía estar con ella, más bien, no quería; nunca había sentido tanta inseguridad en su vida hasta ese momento, por lo tanto, se soltó de ella como un resorte.
- Ha… ha… namichi – casi tartamudeando, sorprendida por su conducta.
- Lo siento, perdóname, me dejé llevar, todo es mi culpa – se excusaba.
- Pero Hanamichi, tú…
- Lo siento, pero yo no le puedo hacer esto a Rukawa.
- ¡Anteayer casi se matan a golpes y ahora me dices que lo respetas! – exclamaba enojada.
- Aunque sea así, Rukawa es tu esposo y debes respetarlo – le habla mientras se está terminando de vestir.
- "…"
- Perdóname, Haruko, por favor… yo no puedo.
La mira con un sincero dolor y sale hacia la calle. Está tratando de analizar todo lo que le acaba de pasar, mas no puede, esto lo supera ¿Qué fue lo que le pasó?
E incluso tiene una pregunta más importante que formularse ¿qué va a hacer ahora?
Por ahora sólo pasa una cosa por su mente…
Hanamichi, eres un maldito imbécil…
Hanamichi estaba hecho un remolino antes de llegar a su casa. No puede pensar en nada más y, lejos de lo que creyó que iba a ser la experiencia de su vida, fue horrible…
Casi había hecho el amor con Haruko, y fue él quien la rechazó…
Siempre lo había querido…
¿Entonces, por qué¿Por respeto a Rukawa?
Porque no le quedaba duda alguna, lo hacía por él, aunque no le quedaba claro el sentimiento que tenía para justificar lo que acababa de pasar. Las voces que sintió en su conciencia eran todas distintas, todos eran los recuerdos de su vida que creyó haber lanzado al olvido.
Pero ahora estaban más presentes que nunca…
"No te vayas"…Manejaba frenéticamente, eso siempre lo hacía cuando estaba alterado, que el viento le cubriera la cara lo ayudaba a sentirse mejor, a olvidarse de todo.
Sin embargo, esta vez no estaba funcionando…
Su vida pasó en un segundo…
¿Cómo había sido tan tonto? Había dejado que esto llegara demasiado lejos, decirse a sí mismo dejar que el tiempo pasare, fue una pésima elección. Era hora que tomara una decisión, pero eso era ya. Y sabe que no lo conseguiría estando cerca de todo…
Necesitaba irse, necesitaba estar solo…
Y como siempre, confiaría en otro de sus impulsos.
- Charlie, prepárame el auto con provisiones – ordenó apenas entró a la casa.
- ¿Va a salir, señor?
- Sí – le responde – María, Yukime, tráiganme las maletas – lo grita cuando ya está dentro de su habitación.
- ¿Papá, qué pasa? – pregunta Hitomi al oír los gritos de su padre – ¿cómo es eso de que te vas?
"Tengo que afrontar mis miedos"…- Necesito irme por unos días – le explica – no sé cuando volveré ni donde estaré, pero necesito alejarme de todo esto.
- ¿De todo esto? – pregunta su hija.
- Cariño, algún día te contaré todo – toma a Hitomi por los hombros y la abraza – sólo espero que me aceptes.
- Papá, yo…
- No te preocupes, prometo llamarte todos los días – la suelta para meter la ropa casi al azar a la maleta.
Cincuenta minutos después, lo tiene todo listo para irse, todos estaban esperándolo en la puerta para despedirse del pelirrojo.
- Paul, desde ahora tú te quedas a cargo Hitomi; y tú Charlie, de la casa. María, por favor, no dejes que esta niña se aproveche de la situación y sólo coma dulces y chocolates. Yukime, tú tampoco te aproveches tanto, de salir con ese muchacho que te vi el otro día ¿entendido?
- Sí – respondieron todos al mismo tiempo.
- Y a usted, señorita… – hablándole firmemente a Hitomi – te extrañaré mucho – esto lo dijo más suave, dándole luego, un beso en la frente.
- Yo también, regresa pronto…
- Lo haré en cuanto pueda… cuídense mucho.
Los miró a todos antes de irse, a su familia; sabía que los extrañaría mucho pero, por ahora, no podía estar cerca de ellos.
Tenía muchas cosas en qué pensar, siempre ha sido su defecto el de dejarse llevar por los vaivenes de la vida. Con eso recuerda que hubiera sido un gamberro de quinta, si no hubiera sido porque se metió por Haruko al club de basketball; no sabría qué hubiera hecho de él después de la preparatoria si no hubiera aparecido James Edwards a otorgarle la oferta de su vida; ni tampoco qué hubiera hecho después de su retiro si Hitomi no hubiera insistido tanto a venir a Japón…
Ya era el momento que él mismo tomara los rieles de su vida… Pero no sólo la vida que desea llevar, si no también, con la persona con quien se quiere quedar. Ahora parte con rumbo desconocido, no sabe lo que le espera…
Pero no volverá sin antes tener una respuesta…
Mientras tanto, todos los de la casa estaban todavía sin reacción alguna; nadie sabía lo que le había pasado para que hiciera semejante locura, para llegar e irse.
- ¿Alguien entendió algo? – preguntó Yukime de repente - ¿Qué le pasó a Hanamichi?
- No – contesta el negro – pero tú sabes que él siempre es así, le da por algo y lo hace.
Todos asintieron con él, menos alguien.
- No creo – todos la miraron - ¿no vieron la cara de preocupación de mi papá?
- Bueno, sí pero… - dijo la latina antes que tocaran el timbre.
- Charlie, voy yo, ya tienes suficientes problemas con mantener esta casa – dijo Hitomi, quien iba a contestar el citófono.
- Diga.
- ¿Se encontrará el señor Hanamichi Sakuragi? – era la voz de un chico desconocido.
- No, pero hablas con su hija¿para qué lo quieres?…
- Es que le traigo una invitación.
- Es que él se encuentra de viaje en estos momentos.
- No importa, también hay una invitación para usted.
- ¿Para mí también?
Hitomi no tenía idea que detrás de ese sobre, sucederían cosas que cambiarían las vidas de todos para siempre…
Espérenme un momentito, que voy a vomitar y vuelvo… ya volví…
¡Feliz navidad a todos! Espero que pasen las fiestas con sus seres queridos, que se la celebren todas, que reciban muchos regalos (aunque no es lo más importante, pero hay que reconocer que igual nos gusta recibir), y muchos besos y abrazos a todos. Mi regalo es que actualizaré dos veces más en la semana.
Vamos a lo importante, al fic. Primero, pedir disculpas por el mal momento que les hecho pasar ¿se entiende? Lo único bueno es que Hana paró a tiempo y decidió hace un viaje para poner en orden sus sentimientos. Espero que haya quedado más claro las razones de Kaede para sentir rabia por nuestro torpe pelirrojo y bueno… hagan sus pronósticos desde ya ¿Qué va a pasar el día que Youji se entere que su papá es gay? Y Rika, bueno parece que poco a poco, está acogiendo a Akira en su corazón ¿Qué pasará con ellos?
Por último, quiero decir que este capítulo es dedicado a mi amigo Miguel, es mi regalo de navidad para ti. Me diste una genial idea y espero que sea de tu gusto.
Hasta el próximo capítulo…
Paulyta.
PD: Estoy más feliz que voy a llorar, no puedo creer que tenga más de 100 reviews. Muchas gracias a todos por su apoyo, espero que no los defraude a medio camino
REVIEWS
Elena: Al parecer, te cae mal porque lo encuentras cínico al puercoespín, jajajajaja. Y me sigo riendo porque estos dos tienen un pasado bastante turbulento,misterio digno de un libro de detectives. En cuanto a Sendoh, tienes toda la razón, hay mucho debajo de la alfombra y espara los dos lados.
buffy-es: Se nota un poquito que te gusta Sendoh, jajajajaja, es verdad, con ese encanto caigo antes que me diga 'hola'. No salió en este capítulo, pero sí tendrá un rol más importante en los siguientes... Hasta pronto.
Marion Mayfair: Si no le pasaran estas cosas tan patéticas, sería otra persona, no sería lo mismo. ¿Y qué te pareció Michi en este cap? Yo que Rika lo hubiera matado, pero con esos consuelos hasta yo me controlo; dejámelos a mí, que ya le va a llegar su 'cuarto de hora'. Oye, con ese complejo de sangre¿dónde estaban tus papis a la hora de acosenjarte para ver TV? (en el mismo lado que mi mami, porque fue ídem conmigo). Además, los dos son tremendamente infantiles, que no hayan mejor método para demostrarse amor que pelearse, jajajajaja.
inuyashaluchi: Primero¿dónde estás que hace días que no te encuentro? Bueno, creo que cambié algunos detalles pero el curso de la historia seguirá igual. Espero que te siga gustando igual. Y todavía me falta mucho para ser una capa, se hace lo que se puede. Yo también te quiero mucho, amiga.
Darling Kitty: Yo creo que el pobre Hana acaba de pasar la vergüenza de su vida, jajajaja, ahora creo que para su cumpleaños, le regalarán una dotación extra de boxers. Bueno, lo de Rika ya se esperaba, veamos si le basta esebombón para consolarse(sigo diciendo que es la mujer más afortunada del planeta. Ahora espero que entiendas la reacción deRu, que cualquiera se poneasí si sejuegan con uno. Lo prometido es deuda, actualicé antes de fin de año.
Sakare: Me alegra que te fascine el fic, aquí tienes el cap siguiente, con explicación incluida; en todo caso, lo hombres estos son 'muy especiales'.
nicole: Gracias por tu crítica. Sabes también creo que debería controlarme un poco con eso de los flashbash, y con eso de las cosas irrelevantes, creo que algunas tomarán su importancia en su momento. En todo caso, me alegro mucho que te guste mi historia y trataré de corregir eso en los siguientes caps.
