Parte XXI: El principio de mi historia
"Fue sólo un estúpido beso"…
"Fue sólo un estúpido beso"…
"Fue sólo un estúpido beso"…
"Fue sólo un estúpido beso"…
Eso es lo que pensaba Rika a cada rato, pero aún así, no podía dejarle la conciencia en paz; nunca siquiera había pensado en otro hombre que no fuera su marido y ahora Akira Sendoh estaba poniendo patas arriba de su vida, confundiéndola cada vez más. Más que nunca, necesita un consejo, sabe que no es la persona más adecuada pero es la única que conoce a los tres involucrados. Se dirigió temprano a su casa, sabía el sermón que le iba a llegar pero no le quedaba otra alternativa.
Además él es quien conocía mejor a Akira que ella… después de eso, tomaría una decisión…
Hitomi se sentó en otro columpio, observó que Rukawa estaba mirando hacia el sueño con sus ojos llenos de melancolía, como si fuera la primera vez que iba a contar algo íntimo; demasiado íntimo, tal vez. Mientras tanto, él piensa de cómo conoció a Hanamichi, y sin darse cuenta, comenzó a hablar…
- ¿Sabes? Yo, cuando tenía menos años que tú, hice todo lo que un muchacho de tu edad hace… soñar… trazar el futuro que tiene por delante. Siempre supe que no era un chico común y corriente, jamás me interesé por las chicas y mi primer amor, fue un típico maestro de inglés, creo que tenía como doce o trece años.
- ¿Por qué me cuentas todo eso? – preguntó sorprendida Hitomi – eso no tiene nada que ver con mi padre.
- Es para que entiendas mi posición – le explicó Kaede y continuó con lo que iba a decirle – me atraían los chicos, y al contrario de muchos, me fue fácil asumir mi condición… total… como soñaba con ser jugador de la NBA, no tendría una mujer ni hijos que me distraerían en mis metas; además veía tan lejano el amor, que ni siquiera un chico me detendría… yo vivía, soñaba y respiraba basketball.
- Hasta que conociste a mi papá… – dedujo la pelirroja.
- No exactamente, no fue amor a primera vista… o por lo menos, no lo reconocí inmediatamente – la corrige – el día que conocí a tu padre, fue en una terraza y no fue de lo más romántico…
- ¡Qué coincidencia! – exclamó con emoción - ¡Youji y yo también! – Rukawa sólo esboza una pequeña sonrisa.
- ¿Alguna vez te dijo como nos conocimos?
- Como le dije antes, yo nunca supe de tu existencia antes de llegar a Japón y mi papá, no ha hablado mucho del tema que digamos.
- Ya veo – sólo levantó una ceja – lo que pasó, por lo que he sabido, Sakuragi andaba detrás de Haruko y ella le comentó que ella le gustaba yo. Al parecer, tenía un duelo con unos tipos y yo les di su merecido… cuando entró, inmediatamente, me llamó la atención, tenía algo que no podía fijar la vista en otra parte… Pero, en resumidas cuentas, el muy bruto me golpeó porque no fui amable con una estúpida chiquilla…
- ¿Uhhh…?
- Así llamé a Haruko hasta que supe que estaba embarazada… – agregó – la cosa es que desde ese día, tu padre y yo nos transformamos en los peores enemigos, él no podía verme ni en pintura…
Así le cuenta la competencia que tuvo con Akagi, su ingreso al equipo, las torpezas que cometía en los partidos, que a veces hasta él quedaba maravillado con sus jugadas. Pero todo giraba en torno a una cosa, Kaede le contaba a Hitomi que en esa época, no había nada que lo hacía gozar más que en el mundo que molestar a Hanamichi, era algo que no podía evitar, era más fuerte que él. Sólo quería molestarlo a través de insultos pero, siempre lo terminaba ayudando sin que se diera cuenta, no entendía por qué lo hacía, siempre estaba pendiente de lo que hacía y no hacía.
Le ocultó eso sí a la chica, por razones obvias, el deseo y la excitación que sentía cuando lo veía desnudo en las duchas, que se restregaba la cabeza cada vez que sentía esas ganas de tocarlo, lamerlo, besarlo y estar dentro de él; tomando la medida de evitar verlo mientras se ducharan. También recuerda que estaba horrorizado las veces que se había masturbado pensando en Sakuragi o la humedad de sus sábanas por sueños lujuriosos con su compañero de equipo…
Y eso era algo que lo atormentaba, por eso le molestaba… estorbaba en su meta de llegar a la NBA.
- ¿Cuándo te enamoraste de él, entonces? – le preguntó la pelirroja.
- Mejor dicho, cuando me di cuenta – le corrige Rukawa – es algo largo de explicar, creo que debes saber la lesión a la espalda en un partido contra Sannoh.
- Le afecta hasta el día de hoy, ésa fue una de las razones de su retiro – le aclaró la chica.
- Ahh, ok… Esa misma lesión lo llevo al hospital, con el equipo pasamos el susto de nuestras vidas porque incluso los médicos dijeron que se podía quedar paralítico de por vida – Hitomi abrió los ojos de terror, su papá nunca le había dicho que su lesión era tan grave – y a mí, me llevaron inmediatamente a un campamento de la selección juvenil japonesa, así que no supe nada más del torpe.
- ¿Y qué pasó con tus sentimientos?
- Te mentiría si te dijera que no me afectó, ya que cuando se lesionó, sentí una angustia como pocas veces había sentido en mi vida. Ahí empecé a cuestionarme con bastaste horror si me gustaba ese chico, en el campamento siempre estaba concentrado si estaba bien, qué le había pasado, si era muy grave lo que tenía… al mismo tiempo que me debatía por qué estaba tan pendiente de ese 'tonto bueno para nada'. Mi desempeño en la selección no fue el que esperaba y volví a Kanagawa, bastante decepcionado de mí mismo, todo por culpa del maldito mono pelirrojo que no me dejaba en paz…
- Pero mi papá no tenía la culpa de que te pasarán esas cosas… – lo dijo con un tono de risa.
- Es verdad, pero para mí, era sólo una molestia… apenas puse un pie en Kanagawa, corrí a la playa hacia la clínica donde estaba el torpe, Hanamichi fue lo primero que vi, haciéndole ver que era seleccionado, sólo me respondió con cuanto insulto se le vino por la cabeza…
- No era para menos, con lo tierno que eras – le reprime la pelirroja en broma.
- Lo último que quería era reconocer que me había enamorado de él – le dijo – incluso saqué la conclusión que me preocupaba demasiado por él porque sentía lástima, debió haber sido terrible… o sólo quise creerlo… Un par de semanas después, pude ver que haber pensado eso fue un error… Un día, el profesor Anzai, me pidió que fuera a verlo. En realidad, era lo último que quería hacer; en todo caso, fui, el entrenador era la única persona a quien no le podía decir no. Así que de mala gana fui al hospital, sin embargo, no lo encontré en su habitación. Una enfermera me dijo que estaba en rehabilitación, me dirigí a ese lugar y… – no quiso seguir hablando, quiso sólo recordar.
- ¿Y? – preguntó Hitomi, al ver que Kaede no hablaba.
- La verdad es que… cuando fui a la sala de rehabilitación, lejos de lo que esperaba, me impactó muchísimo lo que veía… podía ver el dolor que había en él en sus ojos, sabía lo que estaba sufriendo… pero no se quejaba en lo absoluto, al contrario, pedía que fueran más intensos los ejercicios… me sentí horrible, no podía verlo sufrir… en ese momento, prefería estar en su lugar que verlo así… como no me vio, salí corriendo con lágrimas en los ojos, no resistía verlo…
- ¿Fue ahí cuando te diste cuenta que te habías enamorado de él?
- Casi – respondió mirando hacia el frente – me fui caminando por la playa hacia mi casa, preguntándome cuál era la razón que tomaba tan en cuenta a esa estúpido pelirrojo, que no hacía más que odiarme e insultarme todo el tiempo por la culpa de una chiquilla melosa…
- Era obvio no…
Sí, era más que obvio… ahí llegué a la conclusión de que estaba perdidamente enamorado de Hanamichi Sakuragi…
Bajo de su auto cansada, no había dormido mucho que digamos, apostaba que su hermano mayor estuviera todavía durmiendo pero se encontró que estaba más despierto e hiperkinético que de costumbre.
- ¿Y tú? – preguntó sorprendido al ver a su hermana – ¿qué estás haciendo aquí¿no ves que es temprano?
- Es mediodía, zopenco – lo retó – creo que ya es una hora prudente para despertarte...
- Ahh sí, no te preocupes, no he dormido casi nada, pero me duele todo – se quejó, tomando su cabeza con una de sus manos – además que estuve hasta las tantas bebiendo y recordando viejos tiempos con Sendoh.
- Hombres…
- Hablando de él…
- ¿Ehhh? – ya veía para donde quería ir Hanamichi.
- ¿De dónde demonios conoces al puercoespín? – dijo con una risa en la cara – porque como actriz, eres buena diseñadora...
- Ehhh... – se puso nerviosa – bueno... yo... ehhh... ¿te acuerdas del tipo de las notas? – a medida que hablaba, lo decía en un tono más bajito.
- Sí... - contestó el pelirrojo - ...¿no me digas que...? - preguntó luego de un rato, atando cabos.
- Ehhh sí...
- ¡SENDOH ES TU AMANTE! – pegando un grito, casi muriéndose de la impresión.
Ella sólo lo miró con cara de desconcierto, lo rechazó la noche anterior porque no quería eso ni para él ni para ella.
- ¿Cómo le hiciste eso a Michi? – se lamentaba el pelirrojo por su amigo, la ojimiel vio que había un malentendido en todo esto.
- No... yo... no...
- Si él es tan bueno contigo – seguía alegando – bla, bla, bla – ya no le prestaba atención.
"Si él es tan bueno, estoy confundida porque soy idiota", pensaba Rika mientras transmitía Hanamichi como posesionado.
- Hanamichi… yo… no…
- Y siempre ha sido buen padre – seguía sin tomarla en cuenta.
- ¡NO SOY SU AMANTE! - le gritó, haciendo que su hermano recién le prestaraatención.
- ¿Entonces? – preguntó, cada vez entendía menos.
Rika le contó todo lo que había pasado desde que vio que un tipo que le mandaba notitas hasta que lo que había pasado en la noche anterior lo del beso. Le omitió la parte de que Hisashi era infiel, conociendo a Hanamichi, lo mínimo que podría hacerle era quemarlo vivo.
- Ya veo¿estás arriesgando tu matrimonio de doce años por un galán de cuarta? – bromeaba, era obvio que desconociendo esa 'pequeña información' de su hermana menor, que ésta tuviera un amante, le parecía una completa barbaridad.
- ¿De qué te ríes? – le dijo algo molesta – yo te cuento mis cosas porque sé que lo conoces y...
- Por eso mismo... porque lo conozco – especifica – es un buen hombre, pero sé quien es ese loco...
- ¿Y quién es? – pregunta con interés.
- No sé si te habrá dicho que estudió economía a Tokyo y luego, se fue a los Estados Unidos a probar suerte.
- Sí, lo sabía.
- La cosa es que hizo una cadena de discotecas con gran éxito y la vida le sonreía hasta que conoció a una chica, que era ocho años menor que él. En esa época, ella tenía dieciocho y él, veintiséis – Rika mantenía los ojos bien abiertos – la cosa es que por esa época nos encontramos, hasta ese entonces éramos sólo unos conocidos, y nos hicimos bien amigos, luego le presenté a Brian¿supongo que te acuerdas de él?
- Cómo olvidarlo, si tú eres cuerdo al lado suyo – bufó la ojimiel.
- Jajajajajaja – se reía por el comentario de su hermana – bueno, fueron para mí un gran apoyo, porque recién había enviudado y siempre los tres estuvimos juntos para lo bueno, lo malo y lo feo, pero…
- ¿Pero?
- Un par de años después, la chica que andaba con Sen, así lo llamaban todos en Estados Unidos, menos yo – le aclaró – rompió con él porque le puso los cuernos con un tipo que tenía "más clase", no sólo quería un tipo con dinero, sino a uno que haya nacido en cuna de oro…
- ¡Qué tipa! – dijo Rika con disgusto.
"Sé que es difícil, yo también pasé por eso", recordó las palabras de Akira, ya entendía cual era la razón de sus palabras.
- Y nosotros dos, no estabamos mejor – refiriéndose a Brian y él mismo – Brian, por una contratación, quedó fuera del equipo titular; y yo, tenía unos problemas terribles con Hitomi, fue la peor época en la que nos llevamos, me hacía problemas por todo.
- ¿Y qué tienen que ver ustedes con Akira?
- Como los tres éramos amigos y andábamos mal…
- Y…
- Para salirnos de nuestras depresiones, empezamos a salir de parranda cada vez que podíamos, dejaba a Hitomi con sus abuelos… ¡Qué tiempos fueron aquellos! Aunque era el más recatado de los tres.
- Estoy que te creo – ironizó Rika.
- Es que yo era el único padre de familia y siempre estaba pendiente de mi hija – decía algo molesto – además recatado tampoco era; cuando íbamos, no probaba drogas, a diferencia de esos dos, pero si no quedé alcohólico, fue de milagro. Aparte, amanecí más de una vez con una mujer que ni conocía…
- ¿Pero cómo…? – estaba más que sorprendida.
- Tú, como ibas dos o tres veces al año, no veías esa situación, aparte no era que no fuéramos de fiesta todos los fin de semana – la interrumpió – y yo ni pensaba contártelo, porque ya sabía que me ibas a decir…
- ¡Qué no te iba a decir, mejor dicho! – trató de respirar antes que su hermano la sacara de quicio – además, si yo te iba a ver era porque tú no te molestabas en visitarnos ni aunque fuera el fin del mundo, pensé que estabas ocupado, pero noooooo… el señorito andaba de juerga con sus amigotes…
- No es eso…
- ¿Entonces qué? –lo miró muy seria.
- Si quieres que te cuente la verdadera razón, déjame terminar lo de Sen – la calmó – ésa es otra historia.
- Ay, no – se lamentó - ¿En qué otro lío te has metido, Hanamichi Sakuragi?
Ufff, mejor dejemos eso para el final, es una historia muy larga…
Haruko se preguntaba otra vez qué había pasado con Kaede, sólo dejó una nota, en la que decía que no iba a llegar temprano. Siempre ha encontrado que es un ser extraño, y aunque en un principio lo encontró fascinante, ahora le causaba más de un dolor de cabeza. Ahora que lo pensaba mejor, últimamente ha querido estar más solitario y silencioso de lo que comúnmente es.
De repente, suena el timbre, sabe quien es, lo está esperando; hace algún tiempo ya no es el santo de su devoción, pero siempre ha sido de gran ayuda para la familia.
- ¡Hola Yohei¡hola Daisuke, mi amor! – dijo alegre Haruko – ¡qué bueno que hayas llegado! – se lo dirigió a su hijo menor, quien la abrazaba amorosamente.
- Mamá, mira con mi tío Yohei arrendamos películas, compramos un montón de golosinas y luego terminamos jugando en el computador hasta tarde – le contaba todo emocionado - ¿cuándo tienen que salir de fiesta otra vez? – preguntó al mismo tiempo que corría a su habitación.
- Muchas gracias por cuidármelo – lo decía en un tono amable pero frío – aunque creo que cada vez que está contigo, lo malcrías demasiado – le reclama.
- Es que extraño a mis hijos – mira fijamente al suelo – y además, no pierdo la esperanza que…
- No digas estupideces – le dice Haruko – por tu culpa, me acuerdo que Sakuragi se llevó una impresión equivocada de nosotros.
- ¿Equivocada? – dijo el peliverde – que yo me acuerdo eres tú la que tiembla como una hoja cada vez que trato de mencionar el tema.
- ¡Es que no hay ningún tema! – exclamó casi desesperada – tú y yo no tenemos nada que hablar, y lo demás, es problema tuyo.
- ¿Cómo que es problema mío? – él comenzó a enojarse – cada vez que quiero preguntarte…
- Disculpen que los interrumpa en su discusión – los dos miran quien está detrás de ellos y ven a Youji, quien bosteza en pijama frente a los dos – pero alguien puede decirme qué hay para desayunar – lo dijo con voz soñolienta, rascándose los ojos, entrando a la cocina para comenzar a buscar en el refrigerador.
- Youji, mira la hora que es – lo reta su madre – hace rato que es mediodía, más rato almorzarás.
- ¿Y papá? – pregunta el chico para defenderse – apuesto que todavía sigue durmiendo.
- No – la castaña se enoja más – tu padre salió quién sabe donde ni mucho menos cuándo volverá, así que te bañas y te vistes – con eso, Youji le quedaba claro que debía irse y aunque se veía enojada, Haruko encontró afortunada la intromisión de su hijo.
- De ésta te salvaste, pero no dudes que voy a retomar el tema – dijo Yohei, quien se va de la casa.
Ahora, Haruko Rukawa sentía que se había metido en un problema serio…
- Sígueme contando, qué pasó con Akira – preguntó Rika con curiosidad.
- Lo peor para él fue cuando la muy dichosa se casó y salió en portada de todas las revistas de farándula con el susodicho, ya que pertenecía a una de las altas cúpulas de Microsoft, ahí Sendoh casi se nos murió de la pena, realmente la amaba…
- Qué pena…
- Es verdad, no lo pudo resistir y se devolvió a Japón, dejando a alguien administrando su cadena de discotecas, poco a poco, se alejó de nosotros aunque nunca perdimos el contacto y nos visitaba a veces… En tanto, a Brian y a mí, no nos pareció lo mismo sin Sen y volvimos a nuestras vidas habituales…
- ¿Me vas a decir que Akira era el revoltoso y ustedes eran unos santos? – preguntaba con cierta molestia.
- ¡Cómo lo defiendes! – sonrío.
- Es que conozco a los dos perfectamente, a Brian y a ti…
- Para tu tranquilidad, no es eso – se lo dijo con cierta ironía – sólo que los tres éramos muy unidos, pero no nos dijo donde estaba, a lo mejor no quería que supiéramos que lo estaba pasando mal. El puercoespín, no importa como se sienta, rara vez deja de mostrar esa sonrisa que tiene siempre, no le gusta que los demás se depriman por su culpa.
- Ahora debe estar muy mal por lo que pasó anoche…
- Mira, mi pequeña Rika – le dice el pelirrojo – te pido como favor que si quieres una aventura, no utilices a Akira, ha sufrido mucho por culpa de las mujeres.
- Es que ni sé lo que siento por él – Rika suspira – me atrae, me encanta, me confunde…
- ¿Y Michi? – pregunta Hanamichi con mucha seriedad.
- Si me preguntas, cada vez le veo menos sentido a mi matrimonio – le dice con sinceridad – las cosas no han ido muy bien y ya no es lo mismo que antes.
- ¿No será que quieres ocultarme algo?
- Ahhh…
- Eso, que hay algo que no me hayas contado…
- No Hana, no hay nada extraño – dijo con seguridad, tenía más habilidad para mentir que su hermano mayor.
- Más le vale a Mitsui – dijo el pelirrojo, dándole la razón a su hermana – entonces ya estás advertida, te pido por favor que no juegues con los sentimientos de Sendoh y que pienses muy bien lo que quieres; no por la culpa de un capricho, arruines tu familia…
- A veces me sorprendes, Hanamichi – le dice alegre – eres bueno dando consejos.
- Soy de la típicas personas que son buenas para aconsejar, pero que su vida es una mierda… – su semblante se ensombreció.
- ¿Qué cosas dices? – lo dice con extrañeza – cualquiera diría que tu vida ha sido un fracaso.
- Si supieras…
- ¿Si supiera qué?
¿Le confesaría la verdad a su hermana¿Tendría el valor de hacerlo?…
Hitomi se sentía más que extraña, no era de todos los días oír que un hombre ame a tu padre. Está de más decir que existían chicos tanto en Japón como en Estados Unidos que andaban detrás de su padre, después de todo, es un hombre atractivo. Pero de ahí escuchar que alguien está enamorado de él, ésas ya eran palabras mayores, sobre todo si quien las dice, es su propio suegro.
- Lejos de ser una feliz niña ruborizada – continuó con su relato – descubrí con tristeza de quien me había enamorado – tenía una mirada perdida, con mucha amargura en ella – yo era la persona quien más odiaba, así que imposible que siquiera me ganara su simpatía.
- ¡Qué pena!… enamorarte y no tener esperanza – comentó apenada la pelirroja – yo en tu lugar, hubiera hecho algo.
- No sé si realmente hice algo… en primer lugar, hice lo que el profesor Anzai me pidió, visitar a Sakuragi… el tipo se puso hacer un escándalo que me tuve que ir para que el resto de los pacientes estuvieran en paz… entonces decidí no darme por vencido, nunca lo había hecho y ésa, no iba a ser la primera vez… Volví al hospital al día siguiente y le dije que volvería hasta que me aceptara, por lo menos, había dejado de gritar pero no me habló en toda la visita, era como si no estuviera ahí… la tercera vez que fui, recién me dirigió la palabra, no fue la tremenda conversación, pero al menos no hubo ni peleas ni insultos… A veces he llegado incluso a entenderlo, esos tiempos fueron muy difíciles para él, lo único que quería era tomar un balón y le recordaba con mi presencia que no podía hacerlo…
- Eso es verdad, siempre papá me decía que odia los hospitales, a pesar de que tienes visitas, me dice que se siente una soledad inmensa… dice que es una sensación de limitación y pequeñez, que te hace sentir que no eres nada…
- Eso explica mejor su comportamiento – Kaede la miró con una leve sonrisa en el rostro – este estúpido obstinado – refiriéndose a él mismo - lo visitó casi todos los días, al principio no le cayó de lo más bien, pero al final, terminó acostumbrándose a mi presencia y empecé a conocer de su vida, que por cierto, es un poco triste… Llegó el día que saldría del hospital y llegaría a la preparatoria – tomó aire antes de hacer la pregunta – ¿me podrás creer que lo primero que hizo es saludar con cara de idiota a Haruko, siendo que ésta no lo fue a ver porque se desmaya en los hospitales? – dijo con cierto tono de celos – y a mí, apenas me saludó.
- Yo lo golpearía por ser un estúpido malagradecido – dijo Hitomi con rabia, que comenzaba a pensar que Rukawa era más de lo que su padre merecía.
- Durante mucho tiempo, la cosa fue igual, ya no nos peleábamos pero no éramos grandes amigos, trataba de acercarme él, sin embargo, siempre tuvo la espinita, que yo era el gran amor de Haruko.
- ¡Mi papá es un imbécil, tú no tenías la culpa de nada – protestó la pelirroja – es que yo no sé que le viste al patán de mi padre – le dijo enojada, Kaede la miró sonriente, hacía tiempo que no le daba risa algo.
- En el fondo es un niño en el cuerpo de un adulto – le dice Rukawa – tiene una fuerza de vivir que te contagia y le da un sentido a tu vida, también una sonrisa muy bella, y es algo inocente e inmaduro, por eso comete tanto errores – su voz se vuelve más dura – pero eso no significa que justifico lo que hizo.
- ¿Qué hizo mi papá? –preguntó Hitomi alarmada, "a todo esto, éste sí que está enamorado".
Kaede recién se percató que no debe decirle todo su pasado, la desilusión que se llevaría de Hanamichi sería enorme, no quiere ponerla en su contra.
- Ya llegaré a esa parte – dijo el pelinegro tratando de hacer tiempo – a finales de segundo año, tuve la gran oportunidad de acercarme a él. Le pedí encarecidamente y después de mucho ruego a Miyagi de que nombrara a Hanamichi de capitán, con la excusa que yo era un insociable y sería el subcapitán. Pensaba que si era de otra manera, me odiaría.
- Mi tía Rika me dijo que cuando ella llegó a la preparatoria, ustedes eran como amigos, tratabas a mi papá distinto como tratabas a los demás.
- Eso es verdad hasta cierto punto, porque amigos no éramos… mis sentimientos cada vez me costaba más ocultarlos, así que con el pretexto que había que hacer algo en el equipo, hablaba con Hanamichi, creo que ahí fue cuando podría decirse que hasta le caía bien al tipo… bueno, tampoco nos quedaba otra… Bueno eso fue hasta que cometí un brutal error…
- ¿Un brutal error?
- Sí… para variar, todo empezó por una pelea… dos semanas antes de nuestro último campeonato nacional…
Flashback- ¡Maldito zorro estúpido! – gritaba un pelirrojo al borde de la histeria - ¿cómo pudiste hacerme eso delante de los chicos de primer año?
- "…" – Rukawa hizo como que no le escuchaba.
- Zorro idiota, dime por qué me desautorizaste…
- Porque no era la mejor forma de preparación física, no todos tenemos la misma resistencia que tú.
- Ahora van a creer que tú eres el que manda en el equipo – seguía enfadado, mientras que Kaede, sólo se iba a las duchas.
- No me interesa – ya estaba harto de ese reto sin sentido – esto no es un regimiento, torpe.
- ¡Pero aquí soy yo el que manda!
- Sí, claro – suspira el pelinegro.
Es allí cuando Sakuragi no resiste más y se abalanza a Rukawa, golpeándolo certeramente en la cara. Este último no se queda atrás y le devuelve el golpe. Así comenzaron una serie de golpes, siendo cada vez más intensos, aunque sólo uno quiso atacar; el otro, simplemente se estaba defendiendo.
De repente, por un descuido por parte del pelirrojo, Kaede logra arrinconar a Hanamichi en una pared. El moreno inmovilizó las manos de Sakuragi, quien estaba bastante impotente al ver que en ese momento su rival tenía más fuerza. Sin embargo, al poco andar, Rukawa comenzó a temblar, no por el miedo de la pelea, sino porque nunca ha estado tan cerca del rostro del pelirrojo. Además, había que admitir que esa forma de dominación lo estaba excitando mucho.
En eso, surge la tentación… "¿y si lo beso?"
¿Cuántos días y noches ha deseado hacerlo¿Qué va a perder si nunca lo ha tenido?
Pero aún seguía teniendo miedo… temía al rechazo, era un dolor que quería ahorrarse, aunque sus labios, rojos y carnosos, le pedían con urgencia ser besados…
- ¿Qué te pasa zorro estúpido? – preguntó Hanamichi con rabia, al ver que temblaba – suéltame, imbécil.
Pero Rukawa no le escuchaba. Tener sus cuerpos casi pegados, le había quitado al zorro toda lógica y razón y, sin más, se abalanzó a él hasta que sus labios quedaran completamente pegados. El pelirrojo tenía los ojos abiertos a más no poder, incrédulo a lo que estaba pasando, no podía responder ante la extraña acción de su adversario. Estaba tan sorprendido que dejó pasar, sin oposición la lengua de Kaede pasearse por su boca hasta que la falta de aire le dijera basta.
Cuando el pelinegro se separó de Hanamichi, recién recobró la conciencia de lo había hecho, abriendo los ojos más de lo normal. Sólo pudo decir un "lo siento" e irse del lugar lo más rápido posible, dejando a un descolocado Hanamichi en el gimnasio.
Corrió a su casa, no pudo dejar de sentir felicidad¡por primera vez había dado un beso y ése había sido para tu torpe! Aún temía las reacciones que tendría el pelirrojo al día siguiente, pero por esa noche, se permitiría disfrutar. Parecía un bobo ahí sentado, apoyándose en la puerta de su habitación, tocándose los labios con uno de sus dedos a cada rato.
Aunque… todos sabrían de su condición sexual… mejor, así las chicas lo dejan en paz…
Lo único que le interesaba era…¿Qué pensaría Hanamichi al respecto?
Fin del flashback"Y yo que pensaba que era tímido, como es tan callado", pensó Hitomi al escuchar eso - ¿lo gritó a los cuatro vientos al día siguiente?
- Eso pensé – le contestó – pero a la mañana siguiente, no hubo nada que me dijera que el torpe había dicho algo, al contrario, ni siquiera fue a clases o al entrenamiento. Así fueron como dos o tres días, hasta que por fin apareció…
- ¿Te dejó hospitalizado? – preguntó la pelirroja que, conociendo a su padre, mínimo se debía haber llevado una paliza por eso.
- No, para nada – dijo con un tono que la pequeña Sakuragi no logró descifrar – en vez de darme una tremenda golpiza y gritarme hasta del mal que me iba a morir, no me dijo absolutamente nada – hablaba aún sorprendido, porque él también creía en esa época que haría eso – se alejó hasta el punto que no me hablaba, y lo que se refería al basketball, me lo decía mandándome recados con cualquier persona… no me hablaba, no me dirigía la palabra, no se acercaba a mí…
- Al final, fue para peor…
- En realidad sí, hasta incluso me había arrepentido de lo que había hecho… por las noches lloraba, mi único consuelo era que pronto me iría a los Estados Unidos y me olvidaría para siempre de mi vida en Japón y, sobretodo, a Hanamichi Sakuragi…
- Por lo que me contó mi tía Rika…
- Ya me imagino que es lo que te contó… lo de mi lesión¿verdad? – no la dejó terminar de hablar.
- Ajá.
- Eso no es lo peor…
- ¿Ah no? – preguntó sorprendida, "¿qué puede ser peor?".
- Maldito día sea ése…
Rukawa concluyó que era demasiado para una chica como ella, y cree que basta con eso, ella ya sabía demasiado. Si seguía, diría algo que no sabe cómo reaccionaría, pero sabe que es una digna hija de Sakuragi, iba a persistir hasta el fin. Tiene que encontrar algo pronto para no seguir.
- ¿Qué? – habló Hitomi, viendo que Kaede no hablaba una palabra.
- No mejor me voy… – se para y tiene intención de irse, pero Hitomi lo toma del brazo.
- ¿A dónde crees que vas? – le pregunta enojada – no he estado averiguando por meses para que me dejes a medias, no es justo.
- ¡No es asunto tuyo! – gritó harto – esto pareciera que para ti es sólo una diversión averiguar el pasado de tu padre.
- Si no fuera asunto nuestro – incluyendo a Youji en lo que quería decir - ¿por qué se besan a escondidas, aparte que claro, mi padre es tu amante… ¿se van a mantener así para siempre? – su tono ya era sarcástico – además si fuera divertido, fíjate que jugaría a otra cosa… o a haber… ¿qué crees que se siente ver a tu padre que se bese con tu suegro en tu propia casa?. ¿Ah?
¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA ENTONCES?… ¿QUÉ MI PRIMERA VEZ FUE CON TU PADRE?…
¡Holas! Perdón por la tardanza, juro que no fue para darle más emoción a esto sino las miles de cosas que he tenido que hacer, estoy tan muerta que mi musa se queda dormida antes que yo. Si antes era una estudiante torturada, ahora soy una esclava de medio tiempo, aparte que me he sentido un poquito deprimida, de ésas que tú no sabes por qué te pasan… Espero que me comprendan y que no era mi intención demorarme justo en lo más emocionante, mis más sentidas disculpas; además agradeciendo sus reviews, que me suben el ánimo… Ahora esto es sólo para la gente de Chile ¿alguien sabe si en este 'cartucho país' se va a estrenar "Brokeback Mountain"? Para los que no saben, trata de dos vaqueros gays que se enfrentan a una serie de complicaciones y no sé mucho más, salvo que ha arrasado en los globos de oro. Si alguien sabe, que me diga amablemente cuando se estrenaría.
Ahora lo más importante el fic… no quise poner todo, ya que me estaba quedando un poquitín largo, sé que en algunas partes la narración flojea, debido a que son hechos más que conocidos ¿ya más o menos saben por donde va la cosa entre Ru y Hana? Lo otro, el pasado de Sendoh es mucho más ligado al pelirrojo de lo que se pensaba¿quién será Brian? A todo esto, ya lo había mencionado antes, jajajaja. Les aseguro que aparecerá pronto y ya pueden ver la clase de calaña es, jejejeje. Y la última pregunta ¿Hanamichi será capaz de decirle la verdad a su hermana Rika? Y ésta ¿qué decisión va a tomar con respecto a Mitsui y Sendoh?
Espero no demorarme mucho en el próximo capítulo… Un abrazo y un besito…
Paulyta.
REVIEWS
AGUILA FANEL: Si lo que viste no te gustó, lo del próximo te gustará menos, Hana hizo una grande esta vez y no se sabe si el zorrito le perdonará. El hijo ya tomará protagonismo (espero que no lo odien más que Haruko por lo que hará), me alegra mucho que te haya gustado la historia y espero continuarla pronto.
Elena: Lo de Sendoh, fue una broma, como siempre dices que lo odias, jejeje, lo siento… Es cierto, las mujeres casi siempre somos más perceptivas que los hombres, ellos son un poquito más básicos, jajajaja. Ya verás que pasará con Rika en los próximos episodios, hablará con él y no te digo en que forma, tiene un extraño defecto y sabrás cual es.
Marion Mayfair: Por muy patán desgraciado que sea tu marido, no puedes pagarle con la misma moneda, eso sería indigno; además si ves desde el punto de vista de Rika, ella no sabe muy bien lo que siente, por lo tanto, no quiere herir a Akira. Espero que no te hayas muerto con tanta incertidumbre (porque no te he visto en msn). Ya vas a ver en el próximo capítulo sus razones para abrir la boca, que no son pocas. Y Hitomi es única, definitivamente ha superado a su padre, jajajajaja.
hipolita: Perdón que no haya actualizado pronto, espero que la próxima vez sí lo haga.
Nian: Si soy mala y además no pueden matarme, si no, no termina la historia, jajajajajaja. Creo que no ha sido pronto el día que se sepa lo que pasó, pero el próximo capítulo se sabrá TODO.
Darling Kitty: Qué envidia¿verdad, pero creo que la suspicacia de Hitomi no ha sido de la gracia de Kaede, creo que ya no va a asimilar el apellido Sakuragi con torpeza, jajajaja. Pobre Rika, pero creo que aún quiere a su marido y tan afortunada no se siente como quisiera sentirlo, buuu. Perdón, espero que no llegue la maldición que has prometido, lo siento.
Hikaru Itsuko: ¡Ella es la tensai, jajajaja. Creo que los pañuelitos te los gastarás todo en el siguiente capítulo, cuando veas lo que Hana le hizo a Ru. Y Rika, pronto tomará una decisión, y mejor no adelanto, que nos va a revelar un poco más porque ella es una Sakuragi.
