2º CAPÍTULO:

MEGAMAN V.S. NEMESIS-SÓLO ES EL COMIENZO

Megaman, que aún no se había recuperado del susto, siguió su camino hasta llegar a la comisaría de policía. Como es habitual, pensó en entrar por la puerta delantera, pero ésta estaba custodiada por zombies, demasiados como para pasar entre ellos sin recibir un mordisco; así que ideó un plan. Comprobó si alguna de las calles más cercanas estaba despejada, una lo estaba, pero no tenía salida.

El joven robot no podía usar su cañón plasma contra esa gente, ya que pensaba que tenían alguna enfermedad o algo por el estilo que les hiciera comportase así, además, tenia como principal norma no dañar a los humanos. Lo único que se le ocurría hacer era atraerles hacia esa callejuela, subir a un lugar elevado, esquivarlos de un salto y correr al interior de la comisaría.

El problema estaba en que si no atraía al número suficiente de zombies tendría que volver a repetir el proceso, lo cuál podía atraer más de ellos, pero tenía que arriesgarse.

Salió de su escondite y se plantó delante de las criaturas.

-Megaman: ¡Eh! ¡Por aquí! ¡Veamos si podéis atraparme!- les dijo con carácter burlón.

A estos no les pareció muy agradable la burla, así que empezaron a perseguirle a paso "acelerado" si se le podía llamar así. Al ver lo lentos que iban, Mega decidió ir a un paso un poco más lento, hasta llegar al callejón. Una vez allí, vio que su plan se le había ido de las manos, ya que no sólo atrajo a los zombies de la puerta, si no a todos lo que estaban por la zona; a pesar de ello no cambió la base de su plan; saltó a un bidón de basura que estaba allí y cuya tapa estaba cerrada, tomó impulso y de un acrobático salto los pasó a todos por encima. Ya de vuelta en la entrada de la callejuela vio que eran demasiados, supondrían un grave peligro si tenía que salir de la comisaría. No tenía mucho tiempo para idear un plan que los retuviera allí. Por suerte, pudo percatarse de que justo a su mano izquierda había una barricada de metal y unas cadenas, se le ocurrió encerrar a los zombies con ella, pero tenia que darse prisa, o si no, lo destrozarían. Rápidamente empujó la barricada tapando la salida del callejón, los zombies intentaron derrumbarlo, pero Megaman ya estaba colocando las cadenas; consiguió reforzarlas con unos alambres y la mantuvo firme; por muchos esfuerzos que hicieran los zombies por liberarse, no saldrían de ahí.

Una vez Megaman fuera de peligro, decidió que era hora de entrar en la comisaría. Pasó por la puerta, y entró en el patio delantero. Las plantas y los adornos decorativos estaban destrozados y el suelo se encontraba lleno de manchas de sangre; no había duda que allí hubo una autentica masacre, pero ahora lo importante para Mega era encontrar al jefe de policia Irons y que le pusiera al corriente de lo que pasaba en la ciudad.

Subió las pequeñas escaleras que comunicaban directamente con la puerta de entrada al edificio, y cuando ponía su mano en el tirador de esta para abrirla, algo le agarró la pierna y lo tiró hacia abajo haciéndole caer al suelo.

Megaman, tras caer estrepitosamente, dirigió su mirada hacia su pierna y vio que una especie de tentáculo lo había agarrado por esta y tiraba de él. Inquieto ante eso, observó de donde venia el viscoso apéndice y vio a una gigantesca y terrible criatura que estaba de pié justo delante de la puerta del patio.
¡Qué horrible visión, su tamaño era 2 veces mayor que un ser humano, vestía una especie de traje hecho con tozos de cuero y tela negra, y ver su rostro era como ver a la propia muerte o algo peor, al mismísimo diablo. Su cabeza aparentaba estar partida por la mitad y ambas partes estaban unidas por minúsculas y gruesas grapas de metal, una de ellas clavada en uno de sus ojos, el otro estaba al descubierto pero era totalmente blanco; su boca no tenia labios y dejaba al descubierto unos finos músculos que hacían de encías y al final de estas una hilera de dientes afilados y gruesos. Un aspecto que era capaz de matar con la mirada.

-Megaman: ¡¡¡SUÉLTAME!...¡¡¿¿QUÉ ES LO QUE QUIERES!- le gritó aterrorizado, mientras luchaba por liberarse sin éxito.

-Criatura: "S.T.A.R.S"- pareció responder.

Megaman no tuvo más remedio que luchar contra él, así que activó su cañón plasma y lo primero que hizo fue liberarse del tentáculo que lo agarraba de un disparo. Una vez libre, se incorporó y dirigió sus disparos hacia la abominación, pero lo único que conseguía era que la criatura retrocediese unos pasos; el cañón plasma no era lo suficientemente potente para tumbarla.

-Megaman: ¿De qué estas hecho, tu piel es más dura que la de un elefante, pero no voy a rendirme tan fácilmente- dijo mientras seguía disparando sin tregua.

Tras muchos disparos, la criatura finalmente cayó al suelo. Mega estaba exhausto y bastante débil ya que había usado demasiada energía en sus disparos, pero valió la pena si había logrado eliminar a ese ser. Una vez que recuperó el aliento, Megaman se disponía a entrar en la comisaría, pero, de repente, vio una sombra que se posaba sobre él, se giró y la criatura que dio por muerta le agarró por el cuello y lo alzó. Megaman no podía creerlo, intentó liberarse golpeando el brazo de la criatura con todas sus fuerzas, pero todo esfuerzo era inútil y sólo notaba cómo su cuello era apretado cada vez mas fuertemente y sin piedad; pero el ser tenía preparada una muerte especial y mas horrible para él; alzó la otra mano a la altura de su cara, y de su palma salió un nuevo tentáculo, pero esta vez preparado para atravesarle la cabeza.

-"S.T.A.R.S"-volvió a decir la criatura disponiéndose a realizar su trabajo.

Megaman, mentalmente se despedía de su familia y de sus amigos, y les pedía perdón por no cumplir su promesa de volver a casa con ellos, había llegado su fin.

-: NÉMESIS!

Una voz se oyó desde lo alto del edificio.

La criatura, Némesis, miró hacia arriba y un rayo eléctrico le cayó encima. Némesis pegó un gran alarido, soltó a Megaman, salió huyendo hacia fuera de la entrada y desapareció entre las oscuras calles de la ciudad.

Megaman, con las pocas fuerzas que le quedaban abrió los ojos un poco y pudo ver una figura borrosa, que saltó desde lo alto del edificio y se acercaba a él con paso firme. Esta le incorporó.

-: Eres tú "megapayaso"- dijo la voz al ver la cara de Megaman.

A Mega le resultaba conocida esa voz, intentó hacer un esfuerzo por reconocerlo pero lo único que vio fue el rostro de borroso alguien oculto tras una máscara amarilla, fue entonces cuando Megaman perdió el conocimiento.