5º CAPÍTULO:
CRIATURAS DE LA OSCURIDAD-YA NO SON HUMANOS, MEGAMAN.
Una vez tomada la decisión, todos comenzaron a guardar en sus mochilas armas, latas de energía, herramientas, municiones y todo lo que necesitaban para el duro camino que les esperaba. Elecman dio los últimos retoques a un transmisor portátil que estaba construyendo, la radio no funcionaba y la frecuencia de esta era la que utilizaría Protoman en caso de llamarles.
-Bombman: ¿Cómo va eso Elecman?
-Elecman: Muy bien, me ha costado, pero he conseguido que el transmisor tenga la misma frecuencia que la radio de la comisaría. Ahora no tenemos que esperar aquí a que nos llamen.
-Cutman: ¿Crees que tenemos suficientes granadas, Kaitlin?- preguntó mientras la ayudaba a recoger las municiones.
-Kaitlin: Déjame ver…30 grandas normales, 5 de fuego, 5 de hielo y 3 de ácido, creo que necesitaremos más de ácido.
-Cutman: OK- dijo Cutman incluyendo las granadas.
-Kaitlin: Quién me preocupa ahora es Fireman, está demasiado asustado por lo que pasó en la alcantarilla que no se moverá del sitio.
Mega se levantó y se dirigió a Elecman.
-Megaman: Oye, Elecman, ¿qué es lo que hay entre tú y Kaitlin?-preguntó inocentemente
Elecman colocó la tapa del transistor, la atornilló, la guardó en su mochila y se levantó se su asiento dirigiéndose a la puerta.
-Elecman: Nada. Sólo la salvé por lástima. ¿Por qué me haces esa pregunta tan tonta? Además si hubiese algo, ¿a ti que te importa?-contestó sin ni siquiera mirarle, mientras Mega se ponía colorado de vergüenza-Oh, que cabeza la mía, no existen las preguntas tontas, solo los robots tontos.
-Megaman: ¡Idiota!- contestó enfadado ante la respuesta.
Gutsman y Bombman ayudaron a Fireman a levantarse. En cuanto éste se dio cuenta de que todos estaban en la puerta para salir, empezó a forcejear y a gritar como un loco.
-Fireman: ¡¡NO! ¡¡NO QUIERO SALIR OTRA VEZ! ¡¡NO QUIERO!
-Elecman: ¡YA ESTOY HARTO DE TI, ESTÚPIDO!
Elecman se acercó a Fireman y le dio un puñetazo que lo tiró al suelo.
-Elecman: ¡¿CREES QUE VAMOS A SOPORTAR TUS LLORIQUEOS Y GEMIDOS! ¡¡DE ESO NADA! ¡O DEJAS DE COMPORTARTE COMO UN BEBÉ O TE DEJAMOS AQUÍ PARA QUE TE MATEN! ¡TU ELIGES!
El pobre Fireman miró a Kaitlin, pero esta lo único que hizo fue mirar al suelo. Fireman captó el mensaje.
-Fireman: Es...esta bien...-dijo el asustado robot tambaleándose tratando de mantenerse en pié-Lo...lo intentaré…
-Elecman: Así me gusta. Kaitlin, cuando quieras.
-Kaitlin: Muy bien, vámonos.
Los robots salieron el filas de dos, uno detrás del otro para evitar recibir un ataque por sorpresa de cualquier criatura.
Fireman iba muy pegado a Kaitlin, ya que fueron los últimos en salir de las oficinas.
Cutman, que iba al lado de Elecman, le preguntó:
-Cutman: Elecman, ¿por qué golpeaste a Fireman? Kaitlin podría haberle convencido.
Elecman miró a Cutman, y sonriendo le contestó:
-Elecman: Kaitlin tiene sus propios métodos, yo tengo los míos.
Cutman pensó en la contestación de Elecman y siguió caminando.
Megaman por su parte no paraba de mirar con malos ojos a Elecman. Si él hubiese llegado antes, Kaitlin no se hubiese juntado con esos robots y además, si él hubiese estado allí cuando esa extraña criatura le atacó, ahora ella tendría ojos sólo para él, ya que mientras estaban en la oficina Kaitlin no hacia otra cosa más que mirar a Elecman, cosa que hacia que Megaman se pusiera muy celoso.
-Gutsman: Oye azulucho. Si tienes miedo, no te preocupes, porque con mucho gusto yo te lo quitaré de un golpe, literalmente.
-Megaman: Calla, cerebro de tuercas. En primer lugar no tengo miedo y segundo no pienso recurrir a ti para que me lo quites.
-Kaitlin: Gutsman, guarda esa brutalidad para los zombies y deja de meterte con Mega. Y eso va para todos, no quiero que le volváis a llamar azulucho, megaimbecil, o megapayaso, entendid...¡¡¡¡AGGH!
Las palabras de Kaitlin fueron interrumpidas por una especie de liana, que la agarró el cuello y la levantó en el aire. Fireman gritó y todos vieron con horror como un Licker, con sus garras clavadas al techo, había agarrado a Kaitlin y la estaba estrangulando con su kilométrica lengua. Cutman se adelantó al grupo, lanzó una de sus cuchillas al Licker, con tal puntería, que cortó la lengua limpiamente a la criatura, haciendo que Kaitlin cayera al suelo junto al trozo de lengua cortada, que empezó a chorrear sangre en su cara. Iceman agarró a Fireman por un brazo y lo apartó de la línea de fuego. El Licker no estaba de muy buen humor con Cutman, ya que de un salto intentó abrirle en canal; cosa que no le fue posible ya que, en pleno salto, Gutsman lo agarró y lo lanzó por la ventana cayendo a la calle, pero, a pesar de lo aparatosa que fue la caida, le Licker salió ileso. Este se disponía a volver a subir, cuando Gutsman asomó la cabeza por la ventana, la criatura no se lo pensó dos veces y salió corriendo fuera de la comisaría gimiendo como un perro muy asustado.
-Gutsman: Ese ya no molesta más-dijo sacudiéndose las manos con orgullo de su fuerza.
Después del susto, todos se acercaron a Kaitlin para ver si estaba bien, no tardaron en saberlo, porque la propia chica robot se limpió la sangre, se levantó de un salto y se dirigió a Gutsman.
-Kaitlin: ¡Deberías haberme dejado a mí a ese bicho! ¡¡Yo quería matarlo! ¡¡No es justooo!-se quejó Kaitlin, como una niña pequeña.
Esto hizo que todos se rieran, incluido Fireman que poco a poco se convencía de que estando con sus compañeros no había nada que temer.
Salieron sin más problemas de la comisaría, a partir de ese momento había que estar alerta, el más mínimo error significaría la muerte de alguno del grupo o la de todos.
Megaman no podía creer lo que veía, parecía que los robots del Dr. Wally y Kaitlin eran amigos de toda la vida, no había peleas ni discusiones por la loca idea de Wally por el control del mundo; aquello era un sueño dentro de una pesadilla, pero... ¿cuánto duraría?
Tras una breve caminata, tuvieron que pasar por un oscuro callejón cuyo suelo estaba lleno de cadáveres. Aunque avanzaron con sumo cuidado algo sujetó la pierna de Bombman y lo hizo caer al suelo. Todos vieron con miedo cómo los cadáveres se levantaban, comenzaban a aproximarse a ellos y cómo algunos se agachaban y cubrían al indefenso Bombman entre los gritos de auxilio de este. Kaitlin quería ayudarle, pero Elecman la agarró del brazo y le dijo que ya era demasiado tarde para él.
Kaitlin intentaba por todos los medios soltarse y ayudar a su amigo, pero de repente oyeron una explosión del mismo lugar en donde los zombies le atacaban, se giraron y vieron cómo varios de ellos saltaban en millares de pedacitos y otros se caían al suelo por la onda expansiva. Una vez disipado el humo, vieron como Bombman se aproximaba a ellos, un poco chamuscado, pero sano y salvo, había utilizado unas de sus bombas para librarse de los zombies.
-Bombman: No me llaman Bombman por nada-dijo riéndose el robot.
Kaitlin se alegró mucho de ver que estaba bien, pero no era el momento para eso. La explosión atrajo a muchos más zombies hacia su posición. Para evitar ser atrapados, pasaron por otro callejón, pero éste no tenia salida ninguna y no había ninguna escalera de emergencia por donde subir, los zombies se aproximaban peligrosamente a ellos.
-Kaitlin: Disparad a mi señal -dijo preparando su rifle de asalto y a su vez los demás hacían lo mismo con sus respectivas armas.
-Megaman: ¡¿Disparar!...¡NO LO HAGAIS!
-Kaitlin: No podemos hacer otra cosa, o los "rematamos" o nos matan.
-Megaman: ¡¿NO OS DAÍS CUENTA DE LO QUE VAIS A HACER! ¡VAIS A MATAR A GENTE ENFERMA! ¡NO PODEMOS HACER ESO!
-Elecman: Podemos y lo haremos- dijo preparado con su lanzagranadas.
-Kaitlin: Recordadlo bien, disparad a la cabeza. ¡FUEGO!
Los robots hicieron caso a su orden y comenzaron a disparar.
A pesar de conocer el punto débil de las criaturas, la horrible tensión hacía que las balas impactaran a lo loco en el cuerpo de aquellos muertos. A cada disparo, los zombies se retorcían, la mayoría caía al suelo desangrándose y derramando sus vísceras tiñéndolo de rojo, otros continuaban avanzando ya habiendo perdido algún miembro y los más persistentes, aún habiendo sido cortados por la mitad por un disparo de escopeta, su parte superior avanzaba arrastrándose hacia las piernas de alguno de ellos, pero siempre recibiendo un disparo, pisotón o patada en la cabeza que se lo impedía.
Megaman estaba horrorizado por aquella escena, no podía moverse debido a la visión de la que era presente. A pesar de que Kaitlin le dio una pistola, no se sentía capaz de usarla contra toda aquella "gente".
-Cutman: ¡CADA VEZ APARECEN MÁS!- dijo recargando su escopeta.
-Kaitlin: ¡HUYAMOS! ¡SI SEGUIMOS ASÍ MALGASTARÉMOS MUNICIÓN DE FORMA INÚTIL!...¡GUTSMAN, TÚ QUE ESTÁS FUERA DE SU ALCANCE, BUSCA UNA SALIDA!
-Gutsman: ¡LO INTENTARÉ!-prometió y empezó a mirar por todas partes.
A pesar de que algunos zombies se le echaron encima, su gran tamaño y fuerza le permitieron quitárselos con gran facilidad, hasta que, por fin, halló la escapatoria que tanto buscaban: una de las paredes tenia una puerta, pero la cerradura no respondía, así que Gutsman la echó abajo encontrándose con una muy estrecha callejuela, al ver que el camino estaba despejado llamó a los demás para que le siguieran, cosa que hicieron con gusto, pero los zombies les empezaron a seguir. Para evitar que les alcanzasen, Kaitlin cuchicheó algo al oído de Gutsman, y este afirmó con la cabeza. Mientras los demás huían a toda velocidad, Iceman se paró en seco ante una puerta y luego la abrió.
-Iceman: ¡EH! ¡Aquí hay un almacén, podemos escondernos dentro!
-Kaitlin: Buena idea Iceman. Gutsman lleva a cavo el plan hemos preparado.-ordenó, mientras ella indicaba a los demás que se entrasen al almacén.
Gutsman se quedó fuera inmóvil a pesar de que los zombies seguían avanzando, él esperó a que se aproximasen lo máximo posible, arrancó un trozo de tubería que estaba clavada a la pared, y con todas sus fuerzas lo lanzó hacia los zombies como si de una lanza se tratara. Con tanta fuerza, los zombies, uno en uno, fueron atravesados por la tubería, y el impulso los hizo retroceder a gran velocidad hasta volver a pasar por la puerta de entrada de la callejuela. Una vez hecho esto Gutsman se metió dentro del almacén con los demás y cerró la puerta.
Una vez dentro del almacén, Elecman, que había presenciado la actuación de Gutsman, se dirigió a Kaitlin.
-Elecman: Magnífico plan, pero, ¿cómo sabias que funcionaria?
-Kaitlin: Muy sencillo: El callejón es muy estrecho, así que si los zombies querían perseguirnos, tendrían que ir de uno en uno, por lo cuál, conociendo la fuerza de Gutsman, le dije que cogiera una barra de hierro o algo parecido para que la lanzase con todas sus fuerzas contra ellos y así ahorrar munición-explicó con gran sentido.
-Gutsman: Es que la jefa es muy inteligente-dijo dándole fuertes "palmaditas" en la espalda a Kaitlin, que ella se lo tomó con mucho sentido del humor.
-Megaman: Pero...¡habéis matado a un montón de pobre gente ahí fuera! ¿Cómo habéis podido?-dijo alarmado.
-Elecman: ¿Es que preferías que te destrozasen?-respondió muy enfadado-Esa "pobre gente", como tu las llamas, han matado a muchísimas más, incluso han matado a nuestros compañeros, ¿y aún crees que debemos tener piedad con ellos? Si quieres ver lo que son de verdad sal ahí fuera y déjate devorar.
Elecman intentó arrastrar a Megaman hacia la puerta, pero Kaitlin le detuvo.
-Kaitlin: Elecman, ya basta, te estás pasando. Megaman no entiende la situación, déjamelo a mí.-le pidió gentilmente.
Se llevó a Megaman para hablar con el.
-Kaitlin: Mega, lo que voy a decirte no te va a gustar nada, pero tengo que hacerlo si queremos sobrevivir. Esa gente ya no es humana, se comen unos a otros y se matan entre ellos, son sólo cuerpos sin vida que se mueven por un virus, no tienen alma. ¿Crees en realidad que una persona con alma o con conciencia mataría y después se comería a otra aunque fuera de su propia sangre, una vez que una persona es infectada por el virus y se convierte en zombie, ya no hay salvación para ella, lo único que podemos hacer es liberar a su cuerpo de esa tendencia irracional a matar. Ellos no van a parar, nos matarán sin mas si no…
La dura explicación de Kaitlin fue interrumpida por un terrible grito infantil.
-Niño: Papá...Papá, ¡¿que te pasa!
Era la voz de un niño pequeño, no mayor de 6 años, que procedían de la parte baja del almacén. El pequeño estaba hablando con una figura que se aproximaba a él con ojos perdidos, sangrando por todas partes y con piel grisácea.
-Niño: Papá...papá por favor no me hagas daño...no papá...¡¡NOOOOAAAAGGGHHH...!
La dulce y temerosa voz del pequeño se convirtió en una voz ahogada llena de dolor. Ninguno pudo reaccionar a tiempo para salvarle, sólo pudieron cerrar los ojos y taparse los oídos para no ver ni oír tal cruel y sangrienta escena. Kaitlin era la que mas sufría ante aquello: Apretaba con fuerza los ojos, ya llenos de lágrimas, y los dientes a la vez que con sus manos apretaba sus oídos…pero de nada servía. El ver a un niño siendo masacrado de tal forma era la cosa mas horrible para ella.
-Kaitlin: ¡MIRA...MIRA ESO...¡-le dijo a Megaman entre sollozos- UN PADRE MATANDO A SU PROPIO HIJO...¡¡¿CREES QUE ES NORMAL!...
Megaman también estaba horrorizado por la escena, pero no podía hacer nada, su cuerpo estaba paralizado.
Cutman se agachó a la altura de Kaitlin y trató de consolarla mientras los demás, ya habiéndose recuperado, preparaban sus armas para matar a esa criatura asesina, pero Kaitlin les detuvo.
-Kaitlin: No…vosotros no,...dejad que Megaman lo haga.
Megaman se horrorizó mucho más al oír lo que Kaitlin dijo. Los demás le miraron, como ordenándole que lo hiciera.
-Megaman: ¡NO...NO PUEDO..!.-dijo tembloroso el pobre robot azul.
-Elecman: Sí puedes, y lo harás.
Elecman le dio un empujón haciéndole caer por las escaleras que daban hacia la parte baja del almacén, donde estaba el zombie comiéndose a su hijo.
Megaman lo miró con horror mientras la criatura se levantaba y se dirigía con pasos lentos hacia él. Mega recogió la pistola del suelo, se levantó y empezó a retroceder con miedo. Los robots mantenían su mirada puesta en él, en el suspense de saber lo que haría: ¿Dispararía? ¿Huiría?... ¿Se dejaría devorar por el zombie?
Mega estaba cada vez más nervioso, no podía disparar al zombie aunque su vida estuviese en peligro. De repente dirigió su mirada hacia el cuerpo destrozado del pequeño que yacía en el suelo completamente bañado en sangre y como sus órganos salían de su pequeño cuerpo; podía ver cómo todavía respiraba y a cada suspiro, la muerte se le acercaba cada vez más. Megaman recordó las duras palabras de Kaitlin: "NO SON HUMANOS" "NO TIENEN ALMA". Esas palabras retumbaron en la cabeza de Megaman miles de veces y sus ojos se centraron en el zombie, que ya estaba a dos pasos de él. Mega tuvo la visión de volver a ver a Némesis y en un segundo se reprodujo ante sus ojos todo lo que le había pasado desde que llegó a la ciudad. El zombie se abalanzó ferozmente hacía él y Megaman levantó la pistola.
-Megaman: No eres humano...-susurró para sí. Apretó el gatillo y su cara se llenó de sangre tras impactar la bala en el cerebro de la criatura.
El zombie cayó muerto a los pies de Megaman.
Kaitlin y los demás comenzaron a bajar las escalerillas del almacén, mientras Megaman permanecía de pié inmóvil, con la mirada perdida sosteniendo aún la humeante pistola en sus manos; fue entonces cuando se desmayó en los brazos de Kaitlin, tanta tensión había podido con él.
-Elecman: Creí que nunca viviría para verlo; Megaman matando a un zombie, lástima que no me haya traído una cámara de fotos.
Cutman y Gutsman se acercaron al pequeño, que aún estaba con vida.
-Kaitlin: …¿Sobrevivirá?- preguntó después de dejar a Megaman descansando en un rincón.
Cutman le miró con tristeza.
-Cutman: No…se está muriendo. Pronto se convertirá en un zombie-dijo levantándose.
-Elecman: No podemos dejar las cosas así-dijo con tono piadoso-Gutsman, no quiero que Kaitlin vea esto.
Gutsman se acercó a Kaitlin, se dio la vuelta ante la escena y la pegó a su cuerpo con el fin de que ella no viese nada, pero no pudo evitar que la joven oyese.
Elecman se acercó al pequeño, puso su mano en la frente de este y luego le acarició la cabeza, arreglándole de manera involuntaria el pelo a la vez que le miraba con ojos dulces, pero esa dulzura no lograba camuflar el horror que reflejaban al ver aquel cuerpecito lleno de sangre y mortales heridas. El pequeño abrió los ojos con gran esfuerzo y miró a Elecman, a la vez que intentaba articular ahogadas palabras.
-Niño: Pa...pá...papá…Qui...e...ro estar...con mi pa...pá y...con...mi...mamá.
-Elecman: Ahora estarás con ellos, no tengas miedo. Esto no te va a doler-dijo con ternura.
-Niño: ¿I...Iré...al...cie...lo...con...ellos?
-Elecman: … …Sí...pronto estarás con ellos…-prometió el robot con la voz ahogada en un leve sollozo.
Inmediatamente después de eso, se oyó un disparo de pistola, y Kaitlin pudo ver, por un hueco entre el brazo y el cuerpo de Gutsman, cómo por el suelo empezaba a fluir un pequeño río de sangre.
