8º CAPÍTULO
MUERTE SIN PIEDAD-LA ÚLTIMA LLAMARADA DE FIREMAN
Kaitlin se echó a un lado agarrando a Bombman del brazo, y se apartaron en el último segundo de las garras del Hunter. Éste no se daba por vencido y comenzó a perseguirles hacia el comedor del restaurante. Ellos comenzaron a dispararle, pero el Hunter esquivaba con gran maestría los disparos, dio otro salto, y en este, logró desgarrar el brazo de Kaitlin de un zarpazo. Bombman, asustado corrió hacia ella para ayudarla, pero el Hunter no quería que nadie le quitase la presa, así que le atacó; por suerte Bombman esquivó el ataque y se dirigió de nuevo a la cocina, se lanzó en picado al sótano abierto y bajó las escalerillas, el Hunter, cuando llegó a la cocina, no vio a nadie, y ante esto, se volvió con paso lento al comedor a terminar su trabajo con Kaitlin. Ante esto, Bombman empezó a hacer ruidos desde le sótano con el fin de atraerle, cosa que consiguió, ya que imitó a una gallina. El Hunter se lo tomó como una burla y muy enfadado se dejó caer por el sótano, una vez abajo no vio nada. El sótano continuaba por un pasillo, a sí que lo siguió, pero al llegar al final, seguía sin haber nadie. El Hunter, con un dedo de sus afiladas garras, se rascó la cabeza, como preguntándose donde estaba aquel tipo gordo; cuando se quiso dar cuenta oyó el ruido de dos puertas metálicas cerrándose. Bombman se había colocado de tal forma detrás de la escalera que el Hunter no lo vio, y aprovechando el despiste de este, subió de nuevo a la cocina y cerró la puerta para que el bicharraco no escapase, no sin antes atrancarla con algo resistente. Una vez finalizada la tarea, corrió hacia donde estaba Kaitlin, la chica robot estaba tumbada en el suelo sujetándose el brazo que el Hunter le había herido, pero se levantó por su propio pié y se dirigió a Bombman.
-Kaitlin: Dónde…dónde está el Hunter?
-Bombman: Lo he encerrado en el sótano...Estás bien?-dijo mirándole el brazo, el cuál, estaba ensangrentado y echando chispas. La herida era tan profunda que podía verse hasta los mecanismos de este.
-Kaitlin: Sólo es un rasguño, por suerte el virus no se transmite en las garras de esos animales...Puedes sacar un Spray de mi mochila?
-Bombman: Claro.
Bombman abrió la mochila y sacó el spray que Kaitlin le pidió, le quitó el tapón y se lo dio. Ella se echó el contenido de este en su brazo, y en medio de un gran escozor, la herida del brazo fue cerrándose, como si fuera por arte de magia.
-Kaitlin: Puede que Umbrella esté loca, pero hay que reconocer que estos Sprays son una maravilla.-dijo ya con el brazo curado.
Ambos se dirigieron a la cocina de nuevo para salir por donde habían entrado, ya que Elecman no estaba en el restaurante. Kaitlin miró el mapa de la ciudad para encontrar el camino por el cuál llegar al Trolebús, un camino repleto de zombies.
Cutman y Gustman se quedaron muy quietos y en silencio mientras Némesis cruzaba el pasillo con paso firme, a cada paso que daba, los dos robots veían cada vez más de cerca la muerte en medio de un silencio mortal. Antes de que la criatura llegase a la puerta. Cutman decidió entrar en acción, se levantó, salió de su escondite y se encontró cara a cara con el mortal Némesis.
-Cutman: Es a mí a quién buscas grandullón? Pues ven a por mi!-dijo Cutman en un tono que mezclaba terror con valentía.
-Némesis: "S.T.A.R.S"
Némesis arremetió contra Cutman, pero este pudo esquivarle deslizándose por el suelo. Una vez a salvo en el otro lado del pasillo, esperó a que Némesis se alejase de la puerta, una vez que esto, Cutman llamó a Gutsman.
-Cutman: GUTSMAN, AHORA!
Gutsman salió de su escondite al oír a Cutman, y con un armario de metal en las manos, golpeó a Némesis en la cabeza antes de que éste pudiera percatarse, con tal fuerza, que el armario quedó hecho trizas.
Némesis cayó aturdido en el suelo, mientras los dos robots huían hacia las escaleras aprovechando la situación. Por desgracia Némesis volvió a levantarse a los pocos segundos, y en un espantoso rugido, lanzó un tentáculo que alcanzó a Cutman, que ya estaba al otro lado del pasillo, agarrándole por el cuello y tirando de él hacia el temible monstruo. Gutsman no lo pensó dos veces y agarró a su amigo por la cintura con una mano tirando de él, mientras que con la otra agarraba una parte del tentáculo para evitar que Cutman se ahogara. Comenzó una batalla de tira y afloja entre Gutsman y Némesis, una batalla que duró unos minutos, ya que Cutman en, un intento desesperado, logró cortar el tentáculo que le agarraba con la cuchilla de su cabeza, y con el impulso, Némesis cayó hacia atrás chocando con la pared del pasillo, mientras que Cutman y Gutsman atravesaron la puerta que comunicaba con las anteriores escaleras y cayeron por estas. Una vez que se recuperaron del golpe a los pocos segundos, vieron que Némesis salió corriendo del pasillo y bajaba por las escaleras hacia ellos, pero, de repente, estas cedieron debajo de Némesis y éste cayó hacia lo que ambos robots creyeron que era el sótano, el fuego había consumido tanto las escaleras que no pudieron soportar el peso de Némesis. Se habían salvado; por el momento.
Ambos salieron del periódico con gran alivio y satisfacción.
-Cutman: Un momento...no hueles a quemado?
Gutsman también podía olerlo, pero de donde venía no era de las oficinas del periódico, sino del trasero de Cutman. Este, al darse cuenta, comenzó a gritar y a correr de forma cómica hasta llegar a un charco de agua donde apagar el suelo. Una vez resuelto este pequeño contratiempo, ambos se dirigieron hacia el punto de encuentro, el trolebús
Megaman y Fireman estaban completamente rodeados por una gran oleada de zombies, pero, aún arriesgando la vida, decidieron luchar contra ellos cuerpo a cuerpo para ahorrar munición, sólo utilizándola en momentos críticos; Megaman consiguió abrirse camino entre los zombies. Logró llegar a una de las puertas del pasillo y giró el picaporte pero la puerta no cedió ni siquiera al empujarla o golpearla con fuerza; tendría que volver atrás para ayudar a Fireman y llegar a la otra puerta, pero eran demasiados zombies cómo para tumbarlos a golpes sin perder la vida, pero Megaman tuvo una gran idea, vio que cerca había un bidón de gasolina y cogió su pistola.
-Megaman: FIREMAN, PONTE A CUBIERTO!-le gritó Megaman.
Fireman se abrió paso entre varios zombies e hizo lo que Megaman le advirtió. Mega se tiró al suelo, no sin antes dispararle a un zombie en la cabeza, y realizó un segundo disparo hacia el bidón de gasolina, provocando la explosión de este y de todos los zombies que había por la zona. Por fin, él y Fireman podían moverse con libertad.
Una vez que terminó el peligro, ambos se levantaron y se dirigieron a la puerta que aún no habían tocado, la que, según el mapa, daba directamente con la gasolinera, Mega agarró el picaporte, lo giró, empujó la puerta hacia atrás poco a poco, y antes de abrirse del todo, una gigantesca explosión llenó todo de fuego y hierros incandescentes; la gasolinera había explotado en mil pedazos.
La onda expansiva de la explosión pilló de sorpresa a los dos, que cayeron al suelo a varios metros de la puerta. Megaman, después de unos segundos de confusión, corrió hacia la puerta de nuevo, la abrió, y vio con horror que todo estaba completamente destruido, era imposible continuar, por aquella zona y menos buscar a Elecman. Megaman estaba completamente desolado, qué es lo que iba a decirle a Kaitlin? Mientras Mega se hundía en la tristeza, Fireman, que estaba a poca distancia, comenzó a recuperarse del golpe, pero, al levantar la mirada, se encontró cara a cara con un zombie que se había librado de la explosión anterior, cuya boca chorreaba sangre y saliva. Fireman estaba aterrorizado, tanto que no podía moverse, sin poder defenderse, el zombie se abalanzó sobre él. Megaman, ante el grito de Fireman, reaccionó, pero lo único que podía hacer era observar cómo aquel muerto le mordía con furia por el cuello y por los brazos entre los ahogados gritos de Fireman pidiendo auxilio. De repente, una ráfaga de balas atravesaron el cuerpo del zombie cayendo en el suelo abatido y definitivamente muerto, mientras Fireman se retorcía de dolor en el suelo sangrando. Kaitlin y Bombman que llegaron en ese momento, fueron quienes realizaron los disparos, tras eso, corrieron a socorrer a su amigo.
-Kaitlin: Fireman!...Dios mio! Aguanta!
-Bombman: Estas heridas tienen mala pinta, Kait, debemos utilizar una de las hierbas- dijo mientras se levantaba y reunía algunas plantas curativas verdes y rojas que crecían en un macetero, mientras Kaitlin sacaba el botiquín con sus herramientas de emergencia para curar las heridas a Fireman. Mega corrió hacia Kaitlin.
-Megaman; Kaitlin...Estas bien...no sabes lo preocupado que estuve por ti...-dijo Megaman mientras la abrazaba fuertemente.
Kaitlin ante la situación apartó furiosamente a Mega de su lado.
-Kaitlin: SE PUEDE SABER QUE ESTABAS HACIENDO? DEJÉ A FIREMAN CONTIGO PARA QUE LE PROTEGIERAS!
Megaman se quedó de piedra ante la reacción de Kaitlin, jamás la había visto tan furiosa, ni tan asustada.
-Megaman: Yo...yo no sabía que...el zombie…lo siento.
-Kaitlin: ES LO ÚNICO QUE SABES DECIR? PRIMERO ELECMAN Y AHORA ESTO!
-Bombman: Oye Kaitlin, ya ha dicho que lo siente, a sí que déjalo ya.
Kaitlin miró a Bombman, luego a Fireman y luego a Megaman, lanzó un gran suspiro y se tranquilizó.
-Kaitlin: Esta bien. Mega, luego me expondrás tu excusa, ahora dime, de donde venia la explosión?
Megaman se puso más azul de lo que ya era, y miró de reojo a la puerta que dirigía a la gasolinera, Kaitlin al ver la reacción de Mega, corrió hacia la puerta, la abrió y vio los resultados de la explosión. Ante esto, Kaitlin se derrumbó y cayó de rodillas al suelo.
-Kaitlin: Dime que ya has mirado en la gasolinera antes de todo esto…dime que ya has mirado en la gasolinera antes de todo esto...-murmuró entre sollozos.
Megaman bajó la cabeza
-Megaman: Lo...lo siento...no nos dio tiempo…
Kaitlin se levantó de un salto y le dio una patada a la puerta con toda la rabia contenida hasta el momento.
-Kaitlin: OTRA VEZ EL MALDITO "LO SIENTO! UN DISGUSTO DETRÁS DE OTRO, UNO TRAS OTRO! ESTOY HARTA!
Megaman se alejó de Kaitlin completamente atemorizado, pero ella sólo avanzó hacia Bombman que sostenía a Fireman.
-Kaitlin: Se pondrá bien?
-Bombman: No hay problema, las heridas eran serias, pero la ser tan recientes, las hierbas harán mejor efecto, así que se pondrá bien.
Kaitlin sonrió, y acarició la cara de Fireman que estaba inconsciente, pero no podía evitar derramar una pequeña lágrima que se deslizara por su mejilla al verle todo lleno de vendas por el cuello, los brazos y algunas partes de su cuerpo. Poco después, aparecieron Cutman y Gutsman que corrieron contentos hacia ellos. Kaitlin se alegraba de verles...pero...dónde estaba Elecman?. Con miedo se aproximó a ellos.
-Kaitlin: Dón...dónde esta Elecman...?-preguntó muy asustada.
Cutman y Gutsman no sabían que contestar. Pero fue Gutsman el que rompió el silencio.
-Gutsman: No le hemos encontrado.
Kaitlin comenzó a tambalearse y, ver que estaba a punto de desmayarse. Cutman la tomó en brazos y ella comenzó a llorar.
-Kaitlin: Es...está muerto...la...la gasolinera...ha...ha...
Cutman y Gutsman se entristecieron al oír esas palabras tan tristes, intentaron consolar a Kaitlin.
-Cutman: Kaitlin...lo sentimos mucho...hemos hecho todo lo posible...
-Gutsman:...Elecman hubiese querido que continuases a delante...vamos, tenemos que ir al trolebús...
Kaitlin dejó de llorar, se levantó y dirigió su mirada a la puerta del otro pasillo, y sin decir nada, echó a correr mientras los demás la seguían pidiéndole que se detuviera. Ella no se detuvo ante los gritos de advertencia de sus amigos, sólo tenía en mente una cosa, Elecman. Después de una corta carrera, llegó a la estación del trolebús, toda envuelta en llamas, pero la zona de la vía estaba intacta, al igual que el trolebús. Kaitlin se detuvo, y detrás de ella los demás, incluyendo Gutsman que cargaba con el aún inconsciente Fireman a la espalda. Kaitlin comenzó a mirar el trolebús y se acercó a una de las puertas de este, miró a sus compañeros y la abrió.
Una vez dentro, Kaitlin miró por todas partes del interior, y, en uno de los asientos, vio una figura que estaba tumbada, el corazón de Kaitlin por poco no se soltó de sus cables al ver que la figura que estaba allí, al verla con más claridad, era Elecman, que permanecía inmóvil. Kaitlin corrió hacia él y comenzó a zarandearle de un lado a otro, mientras gritaba con gran nerviosismo. Ante estos bruscos movimientos, Elecman se giró, abrió los ojos y bostezó.
-Elecman: Pero Kaitlin... por qué me despiertas?-dijo aún medio dormido.
Kaitlin se quedó con cara de pasmo y poco después, se abalanzó a Elecman entre sollozos y le abrazó con fuerza.
-Kaitlin: ELECMAN ESTAS BIEN!...Eres un tonto!...Yo tan preocupada por ti...y tu...y tu...durmiendo a pierna suelta!...pero estoy muy contenta de ver que estas sano y salvo.
Elecman se puso más rojo que un tomate ante esa escena, pero no se sentía capaz de apartarla de su lado, solo le acaricio la cabeza.
-Elecman: Cuando vas a crecer? sigues tan niña como siempre-le dijo con carácter burlón.
Kaitlin se puso colorada, y se aparto de Elecman. Megaman, al rato, se acercó a ella esperando que le dijera algo.
-Megaman: Kaitlin...
Ella se giró hacia él y al ver su cara, entendió lo que quería decirle.
-Kaitlin: No te preocupes Mega, ya se me ha pasado-después de eso le dedicó una sonrisa mientras se secaba las lágrimas.
Megaman quedó aliviado al ver que Kaitlin le había perdonado y se sentía muy feliz de aquello.
Elecman les miró con cara burlona.
-Elecman: Perdonad que interrumpa, pero, qué habéis estado haciendo vosotros dos mientras yo estaba aquí? Eh?
Megaman y Kaitlin se pusieron colorados la unísono, cómo podía Elecman bromear, con lo preocupados que todos estuvieron por él?
-Elecman: Bueno, me trae sin cuidado lo que hayáis hecho, ahora lo importante es salir de aquí-dijo Elecman ya serio.
-Megaman: Eso lo único que has dicho con sentido desde que salimos de la comisaría. Arranquemos esto y larguémonos.
-Elecman: Me temo que eso por el momento no es posible.
-Cutman: ...Qué?...pero por qué?
-Elecman: Porque al trolebús le falta varias piezas y a demás no tiene combustible.
-Megaman: Lo que nos faltaba.
-Elecman: Bah, pero no os preocupéis, al parecer unos mercenarios han ido a buscar las piezas, lo único que tenemos que hacer es esperar y descasar aquí.
-Megaman: Serás aprovechado…vas a dejar que otros hagan el trabajo?
-Elecman: Pues...déjame pensar...ummm...SI.
Megaman cada vez se sentía más enfadado y Kaitlin, a predecir lo que podía pasar, les dijo a todos que sería mejor que se quedaran allí ya que Fireman estaba herido y no podían arriesgarse a salir del trolebús. Todos estuvieron de acuerdo, también Mega, aunque un poco a regañadientes.
Gutsman dejó a Fireman tumbado en uno de los asientos, y Kaitlin se acercó para cambiarle las vendas. Fireman se estaba despertando.
-Fireman:...hmm...Kaitlin?...
-Kaitlin: Shh, tranquilo Fireman, ya estás salvo.-dijo cariñosamente mientras le quitaba las vendas ya sucias.
-Fireman: Lo siento...estoy siendo una carga para vosotros...
-Kaitlin: Como vuelvas a decir eso, te soldaré la piel sin anestesia.-le amenazó con una sonrisa.
-Fireman: Jeje…Vale, vale-dijo Fireman captando el mensaje.
-Kaitlin: Sólo has tenido un momento de despiste, eso es todo, no tienes que sentirte culpable por nada.
-Fireman: Sabes, mientras estaba inconsciente, soñé que Némesis te mataba, y todo había sido por mi culpa; perdí el arma y tu me salvaste...crees que eso puede ser una premonición?
-Kaitlin: No, sólo fue un sueño basado en un miedo. Nada de eso ocurrirá, porque yo estoy aquí y no voy a permitir que nada malo os pase, y menos a mí.
Fireman se relajó al oír aquellas palabras, apoyó su cabeza sobre la mochila de Kaitlin, que ella puso para improvisar una almohada, y se quedó dormido justo cuando Kaitlin había terminado de repararle.
Los demás se sentaron en el suelo, Cutman estaba mirando el mapa de la ciudad, Gutsman leía un archivo que cogió de las oficinas del periódico, Bombman limpiaba una de las armas, Megaman miraba por la ventanilla del trolebús y Elecman estaba sintonizando la radio de bolsillo que construyó en la comisaría. Así pasaron las horas, hasta que casi todos empezaron a quedarse dormidos, excepto Megaman y Kaitlin que estaba terminando de revisar su brazo mecánico, una vez que terminó, se acercó a Megaman, que continuaba mirando por la ventana.
-Kaitlin: Mega.
-Megaman: hmm, ah, Kaitlin, qué te pasa?
-Kaitlin: Me preguntaba qué estabas mirando por la ventana, llevas casi todo el tiempo ahí.
-Megaman: Estaba mirando la ciudad, debía de ser una ciudad muy alegre y hermosa para ser tan pequeña.
-Kaitlin: Si que lo era, pero, ya has visto lo que ha pasado. Ahora es una trampa mortal.
-Megaman: Crees que podremos salir de ella?
-Kaitlin: Estoy segura. Toda trampa tiene sus inconvenientes y esta no va a ser menos, no existe la trampa perfecta.
-Megaman: Sabes, esto cada vez más me recuerda a un videojuego, aún no me puedo creer que estemos metidos en esto.
-Kaitlin: Aún nos quedan muchas fases para terminarlo y muchos enemigos finales, pero, si están aquí, podemos vencerles.
Megaman no podía evitar mirar a Kaitlin cuando ella hablaba, su voz le inspiraba confianza y valor para seguir a delante, aunque no le daba el valor necesario para decirle lo que sentía por ella; pero no iba dejar pasar esa oportunidad, ahora que todos estaban dormidos. Megaman cogió las manos de Kaitlin cariñosamente, las alzó hasta la altura de su pecho y empezó a titubear.
-Megaman: Kaitlin...hace tiempo que...que quiero decirte algo...y...bueno...yo...
-Kaitlin: De qué se trata Mega?
-Kaitlin...yo...yo...yo te...
En aquel momento todo el trolebús empezó a vibrar y a moverse, Kaitlin se asomó por la ventanilla y vio que se estaban moviendo, la vibración había despertado a los demás.
-Gutsman: Kaitlin, qué ocurre?-preguntó sobresaltado.
-Kaitlin: El trolebús se mueve, se mueve. Por fin vamos a poder salir de aquí!-gritó con gran alegría.
Todos se alegraron al oír eso, menos Mega, si no hubiese sido por el trolebús, el podía haberle confesado a Kaitlin que la quería.
-Kaitlin: Bueno, voy a ver a los que lo conducen.-dijo mientras que se dirigía al puerta del vagón siguiente, pero, antes de abrir el picaporte, oyó unos disparos de rifle, algo andaba mal.
-Elecman: Qué ocurre!
-Kaitlin: No lo sé, voy a ver!-Intentó abrir la puerta-...NO SE ABRE...ESTÁ ATASCADA!
Todos intentaron ayudar a Kaitlin a abrir la puerta, pero antes de poder hacerlo, una explosión les pilló desprevenidos, el vagón el que iban descarriló y todos cayeron fuera de este al suelo.
Megaman fue el primero en volver a estar consciente, poco después vio a los demás tirados en el suelo. Se levantó para ver si Kaitlin estaba bien, pero no la veía por ninguna parte, temió que se hubiese quedado atrapada entre los restos del trolebús, y estuviese muerta; pero no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, ya que algo lo cogió por el cuello a sus espaldas y lo levantó, Némesis. Megaman no se podía creer que esa criatura aún estuviese viva, pero antes de poder reaccionar, Némesis lo lanzó con gran fuerza contra unos amasijos de hierro, con la desgracia de que uno se clavase en el brazo donde Megaman tenía su arma plasma, quedando inutilizable y dejándole indefenso ante Némesis. Este se disponía hacer lo que antes pretendía hacer en la comisaría, uno de sus tentáculos quedó a la vista, se alargó y avanzó a gran velocidad hacia Megaman. Pero en el último segundo, una ráfaga de disparos arremetió contra el tentáculo y contra Némesis; Megaman miró hacia el lugar del que procedían los disparos, y vio a Kaitlin encima de una montaña de metal, con Fireman sujeto en sus brazos, aún inconsciente. De la frente de Kaitlin salía una hilera de sangre que le recorría toda la cara, pero por lo demás estaba muy bien.
Némesis estaba furioso, y arremetió contra la muchacha, la cual, sin soltar a Fireman, saltó de la montaña de hierros, que se desplomó al darle Némesis un puñetazo. Kaitlin dejó a salvo a Fireman, y se enfrentó a Némesis, sola.
Megaman no podía permitir que ella se enfrentase contra ese monstruo, pero...no podía hacer nada. Kaitlin y Némesis lucharon duramente en un combate a muerte; ella parecía que conocía los movimientos de Némesis ya que lo esquivaba con gran perfección, pero Némesis no se rendía, una y otra vez intentaba agarrarla, con las manos o con sus tentáculos, en vano, mientras ella disparaba. Pero, desafortunadamente, Kaitlin pisó una barra de hierro que rodó e hizo que cayese al suelo y soltase el arma; fue un accidente fatal. Némesis se acercó a ella, con uno de sus pies destrozó el rifle que Kaitlin perdió al caer, y después la sujetó con el otro, con el fin de aplastar su cuerpo. Kaitlin gritaba de dolor al sentir cómo el pié de Némesis le apretaba más y más. Megaman no podía soportar ver eso, así que se levantó, se arrancó el hierro que había atravesado su brazo, soltando un chorro de sangre que se derramó por todo este, y corrió a toda velocidad para ayudarla. Entonces, una gigantesca llamarada alcanzó Némesis que se apartó en un gran alarido. Megaman fijó su mirada al lugar de donde procedían las llamas y vio a Fireman apoyado en una gigantesca placa de metal con uno de sus cañones de fuego activado, pero tenía unos pasos maltrechos, que indicaban que estaba malherido.
-Fireman: Llévate... a Kaitlin…y ponla a salvo...yo me encargaré de este bicho.
-Megaman: PERO...! QUÉ HARÁS TÚ FIREMAN!-dijo mientras recogía a Kaitlin del suelo.
-Fireman: No voy a permitir... que mi pesadilla se haga realidad...SÁLVALA!
Megaman hizo caso a Fireman, tomó a Kaitlin en brazos y corrió alejándose de allí. Ella, al rato, recuperó el conocimiento mientras huían, pero un horrible grito hizo que ambos se girasen y vieran con horror que Némesis había agarrado a Fireman por el cuello y como con su puño le atravesaba el cuerpo, formándole un mortal agujero del que empezó a chorrear sangre. Después de eso, lo lanzó con tal fuerza, que cayó a los pies de Megaman y Kaitlin.
Kaitlin, bajó de los brazos de Megaman y rompió a llorar encima del cuerpo de Fireman, pero no había tiempo para eso, ya que Némesis se acercaba peligrosamente a ellos, sin darles tregua alguna. No podían hacer nada, no tenían armas, y los demás estaban inconscientes por el descarrilamiento; pero, sin saber cómo, Némesis cayó al suelo repentinamente, Megaman miró a los pies de Némesis y vio que Fireman le estaba agarrando con las pocas fuerzas que le quedaban. Pudo escuchar lo que serían sus últimas palabras.
-Fireman: Yo...moriré...pero...os salvaré.
Fireman activó el cañón de fuego de la mano que le quedaba libre, trató de inmovilizar a Némesis lo mejor que pudo, dirigió su cañón a un barril de gasolina que había muy cerca, y lanzó sus llamas. El barril explotó con él y con Némesis. La onda expansiva de la explosión, dejó inconscientes a Megaman y a Kaitlin, que cayeron encima de un montón de hierros.
Así se quedaron durante un largo tiempo, sin saber que el que fue el más débil del grupo, se había convertido en el más valiente.
