21º CAPÍTULO

LA BATALLA FINAL-UNIDAD DE HERMANOS.

Megaman quiso volver atrás para buscar a Protoman, pero, pesar de ello, todas las puertas estaban completamente cerradas. No podía hacer otra cosa más que esperar a que hubiese encontrado el modo de escapar.

Cutman miraba un radar de mano que tomó de la sala de control con preocupación y nerviosismo.

-Cutman: El misil tardará en alcanzar Raccoon City, pero espero que el helicóptero llegue antes.

-Elecman: Seguro que estará…así que mejor…cierra la boca. No vaya a ser que pase lo mismo que…en el cementerio- dijo mientas se apoyaba en Kaitlin.

-Cutman: Mmmm…si, mejor me callo.

-Megaman: Vamos, no perdamos el tiempo.

A pesar de que el pasillo estaba lleno de zombies, estos estaban tumbados en el suelo, sólo se levantaron cuando el grupo ya había pasado por el pasillo y se encontraban en el patio exterior de la fábrica.

-Elecman: Un helicóptero no puede…aterrizar aquí

-Kaitlin: Hey, allí vi un helipuerto desde la torre de control-indicó, señalando una nave industrial.

-Cutman: Pues allá iremos, que ya estoy mas que harto de esta ciudad.

Pronto llegaron al interior se la nave, todos se dieron un susto de muerte al ver a una gigantesca criatura estampada en la pared, pero por suerte estaba muerta.

-Megaman: Qué es esa cosa?

-Kaitlin: Es un Tyrant, una de las BOW de Umbrella. Feo, verdad?

La habitación estaba llena de cadáveres, probablemente de los que intentaron detener al Tyrant, y en centro había lo que parecía una maquina pero con un gigantesco agujero que la atravesaba, y, al fondo de la habitación un extraño y gigantesco artilugio; justo al lado había una puerta

De repente sonaron en el aire las aspas de un helicóptero, cada vez sonaban más de cerca, hasta que ya supieron que este había aterrizado muy cerca.

-Kaitlin: YA ESTÁ AQUÍ! VAMOS!-gritó dándose la mayor prisa que podía hacia aquella puerta.

De repente una enorme sacudida arremetió la habitación y de los restos de la maquina que había en la sala cayó lo que parecía un enorme trozo de carne.

Kaitlin se asustó al verlo, pero pasó por delante como si nada, aunque, sin previo aviso, ese trozo de carne empezó a moverse y a aumentar de tamaño, cada vez más y más, hasta convertirse en un gigantesco y horrible monstruo. Kaitlin gritó aterrorizada al ver tal horror, pero los demás corrieron hacia la puerta, la abrieron y se vieron delante de en un ascensor.

-Kaitlin: DIOS MIO QUE COSA TAN HORRIBLE!-dijo aún con el susto en el cuerpo.

-Elecman: Parece que dimos por muerto a…ese maldito antes de tiempo-dijo mientras se apoyaba en la barandilla del ascensor.

Megaman tomó la mágnum y el lanzagranadas y se equipó con todas las municiones posibles.

-Megaman: Escuchadme bien, id al helicóptero e iros de aquí. Yo me encargaré de ese bicho-dijo Megaman

-Cutman: QUÉ! ESTÁS LOCO!-le dijo Cutman.

-Megaman: Es mejor que me quede, Némesis sólo me persigue a mí, y si nos sigue supondrá un peligro, no sólo para nosotros, si no para el helicóptero y sus ocupantes.

-Kaitlin: Mega, es una locura, no lograrás vencerle tu sólo. Déjame que te ayude.

-Megaman: NO! Vete con Cutman y con Elecman, ya has hecho bastante en esta ciudad.

-Kaitlin: No quiero que te pase nada malo Mega…-le dijo a punto de llorar.

-Megaman: Tampoco quiero que te pase nada a ti.

Megaman tomó a Kaitlin por los hombros y le miró a los ojos

-Megaman: Saldremos todos juntos, te prometo que volveré. Ahora quiero ver una sonrisa en tu rostro, eso me dará las fuerzas que necesito para vencer a ese bicho de una vez para siempre.

Kaitlin miró a Megaman y entre sollozos le dedicó una sonrisa mientras él le tomaba cariñosamente la cara y le secaba las lágrimas.

-Megaman: Así me gusta. Estás preciosa cuando sonríes.

Espontáneamente, Megaman besó a Kaitlin en los labios, un beso que solo duró unos segundos.

-Megaman: Te quiero Kaitlin. Adios.

Una vez hecho esto, Mega apretó el botón del ascensor para que empezara a elevarse. Elecman, desde este, se asomó para decirle algo a Megaman.

-Elecman: EH! MEGAMAN!...SÉ QUE TE HE LLAMADO COSAS HORRIBLES!...ESCÚCHAME, LO RETIRO!

-Megaman: NO PASA NADA ELECMAN! CUIDA DE KAITLIN!

-Elecman: LO HARÉ AMIGO!...POR ESTA VEZ PASARÉ POR ALTO EL BESO QUE LE HAS DADO!

-Megaman: NO TE PREOCUPES POR ESO! ES TODA TUYA! ADIOS Y BUENA SUERTE AMIGOS!

El ascensor desapareció de la vista de Megaman, éste se dio la vuelta y preparó sus armas

-Megaman: Perdóname Kaitlin, he tenido que mentirte-tomó las armas con fuerza y decisión-Moriré en esta cuidad…pero lo haré luchado.

Mega, no dudó un segundo más y abrió puerta dispuesto a enfrentarse a aquella pesadilla viviente.

Nada mas entrar, vio al cambiado Némesis devorando al Tyrant estampado en la pared.

-Megaman: Espero que disfrutes de la comida porque será la última que vas a probar-dijo Megaman disparando el lanzagranadas.

La criatura ante el ataque, respondió con un escupitajo de ácido que no alcanzó a Megaman, pero si al lanzagranadas. El arma quedó inservible. Mega no se rindió, tiró aquella arma, y tomó la mágnum; pero Némesis fue más rápido y de un placaje lateral, estampó a Megaman en la pared, haciendo que soltase el arma. Por suerte, Mega pudo huir tras el golpe y se escondió detrás de los restos de la maquina central de la sala, justo al lado de lo que parecía una enorme batería; todavía el golpe le molestaba demasiado para luchar, necesitaba tiempo para poder recuperarse; pero Némesis casi ocupaba toda la habitación, fuera a donde fuera acabaría localizándole. Pronto se dio cuenta de que lo tenía justo al lado, en un pequeño impulso Megaman se tiró al suelo, tomó el arma que había perdido y comenzó a disparar; cada disparo parecía mermar gravemente las fuerzas de Némesis. Entre eso y entre que su tamaño era tan gigantesco que le obligaba a moverse lentamente, parecía que la batalla estaba ganada; pero la confianza que Megaman tenía puesta en su arma le costó cara, ya que olvidó que la municiones son siempre limitadas, y pronto la mágnum se quedó sin balas. A pesar de que Némesis se movía muy lentamente, Megaman ya veía la muerte de cerca, la única arma que le quedaba era su cañón plasma, pero, de qué le serviría? Aunque sin esperanzas, activó su cañón, apuntó hacia la criatura, cerró los ojos, y disparó. Una explosión de gran magnitud hizo un daño considerable a Némesis, que cayo al suelo bastante herido. Megaman se quedó bastante sorprendido, pero pronto se dio cuenta de que no había sido su cañón plasma el que había impactado a la criatura. Al otro lado de la sala, detrás de Némesis, estaba Protoman con un enorme lanzacohetes humeante.

-Protoman: Parece que necesitas ayuda, y una de las grandes.

-Megaman: Protoman! Qué haces aquí! Deberías haberte ido con los demás!

-Protoman: Y dejar que este bicho haga mi trabajo? Ni hablar!

-Megaman: Déjate de tonterías y vete, el misil no tardará!

-Protoman: Quizás esto te ayude- señaló a la enorme máquina que había en el otro lado de la habitación-Esa máquina es un cañón de carriles poderosísimo. Ya está activado, sólo coloca las tres baterías que hay en la habitación en orden y haz que Némesis se acerque, un solo disparo y será historia…Será mejor que te ayude por esta vez, tu coloca las baterías, yo me encargo de él.

Protoman tuvo que apresurarse a preparar el arma, ya que Némesis se levantaba y se disponía a atacar, pero Megaman aun estaba dudando sobre qué hacer,

-Protoman: Qué haces ahí parado! Haz lo que te he dicho!

Megaman tardó en reaccionar, pero pronto corrió hacía la primera batería, la empujó y la colocó en su sitio. Protoman no parecía tener problemas con el enorme Némesis gracias a que reservaba muy bien los cuatro disparos del arma, pudo abrir paso a Mega hacia la 2º batería logrando colocarla. A punto estaba de ir hacía la 3º, cuando Protoman gritó de dolor al caerle en la espalda un escupitajo de ácido de Némesis, que hizo que cayera al suelo mientras la criatura se le aproximaba peligrosamente. Megaman no sabía que hacer: si ayudaba a su hermano quizás no les daría tiempo a huir del misil, y si activaba el cañón, vecería a Némesis, pero Protoman moriría. Megaman sólo tuvo que mirar a su hermano en el suelo completamente indefenso para tomar la decisión. Corrió hacia Némesis y de un salto se subió en su espalda; este, al notarle encima empezó a moverse y a agitarse cómo un loco, pero Megaman parecía controlarlo como si se tratase de un caballo desbocado, logrando alejarlo lo suficiente de Protoman. Aunque la cabalgada duró poco, Némesis agarró a Megaman con un tentáculo y lo lanzó por los aires, pero una pizca de suerte pareció apiadarse de los robots, ya que contra lo que chocó Mega en su aterrizaje fue con la batería que quedaba por colocar. Segundos después el cañón empezó a funcionar. Megaman, ya extremadamente débil, hizo el esfuerzo de atraer a Némesis hacia el cañón, el cual ya estaba muy cerca. La cuenta atrás para disparar el cañón comenzó:

-Voz en off del cañón: 3…2…1…Fire.

Un gigantesco as de luz llenó la habitación y el disparo impactó directamente contra Némesis, que se explotó en miles de pedazos llenando de sangre púrpura la habitación mientras Megaman, a un lado, en el suelo, se protegía del rayo y de su luz cegadora. Sólo duro unos segundos, pero a él le parecieron horas.

Todo pasó al rato. Mega se levantó a duras penas, sus piernas casi no le respondían, y se tambaleaba; dio algunos pasos maltrechos hacía donde estaba Protoman para ver si se encontraba bien. De repente uno de los trozos de Némesis empezó moverse, aún estaba vivo aunque no era probable que pudiera moverse y menos atacar. En medio de la carne, Mega pudo distinguir una cabeza, la horrible cabeza con la que conoció a Némesis al principio de aquella pesadilla, este le miraba con su ojo tuerto, con impotencia.

-Némesis: "..S…T.A.R…S…Mega…man…"-sonó en su garganta con tono débil.

Megaman ya estaba harto, miró a un lado de la sala, y allí, en una de las paredes, vio colgada un hacha. Sin dudarlo la tomó en sus manos, se acercó a Némesis, lo miró fijamente con la vista nublada por el odio y la venganza, y levantó en el aire la filosa herramienta.

-Megaman: Púdrete en el infierno, bastardo.

Después de decir eso Megaman gritó con todas las fuerzas que le quedaban a la vez que dejó caer el hacha en la cabeza de Némesis, tajándola como si de una calabaza se tratase. La sangre de la criatura salpicó las manos y el rostro de Megaman, que poco a poco sintió cómo las fuerzas le abandonaban completamente y caía en el suelo sin poder moverse.

Protoman se levantó, e inmediatamente, tras ver a su hermano caer al suelo, corrió hacia él e intentó incorporarle.

-Protoman: EH! MEGAMAN DESPIERTA! TENEMOS QUE LARGARNOS DE AQUÍ!...VAMOS HERMANITO LEVANTANTE!-Le gritaba mientras le agitaba para que reaccionase.

-Megaman: Protoman…vete…el misil…ya está aquí…

-Protoman: NO PIENSO IRME A NINGUNA PARTE SIN TI!

-Megaman: Sabía…Sabía que en el fondo…no eras tan malo…

-Protoman: NO ES ESO! NO VOY A PERMITIR QUE…QUE UN MISIL DE PACOTILLA TE DESTRUYA…! SÓLO YO PUEDO HACERLO! NO ME HAGAS ESTO!-le gritaba.

Protoman, a pesar de que su visor estaba agrietado y aún sus ojos no estaban visibles, sintió como por sus mejillas empezaron a fluir lágrimas.

-Megaman: …Te quiero…hermano…

Los ojos de Megaman se cerraron, y esté quedó sumido en lo que parecía un sueño, un sueño completamente oscuro y silencioso, un silencio que sólo fue roto por una ensordecedora explosión.