Sombras de la Noche
Disclaimer. Yami no Matsuei es creación de Matsuhita-sama. Los personajes secundarios, distintos a los de YnM, son de mi propiedad.
Advertencia: Contenido de sexo explicito en ciertas escenas (lemon, específicamente). No apto para homo fóbicos. Incluidas, relaciones hetero.
9no Capitulo – Oscuridad
Mi nombre es Yutaka Watari, y soy un shinigami.
No me siento muy orgulloso de ser uno, porque yo arrebato la vida de las personas que aún quieren seguir viviendo sus vidas con normal tranquilidad. A veces, incluso, me siento demasiado hipócrita; pero aún así no puedo negar mi naturaleza, soy un shinigami y jamás dejaré de serlo…
En este momento estoy en medio de un caso. Más no he hecho nada de importancia para poder ser de ayuda, más bien parezco un estorbo para mis compañeros… ¿debería desaparecer en medio de la densa oscuridad?…si, quizá solamente debería…
… desaparecer…
… la oscuridad me llama…
-o-
Sentía su cabeza hervir y un bochorno insoportable. Lentamente comenzó a abrir sus ojos y fue cuando vio un techo gris, lleno de cuartiaduras, quizá por el tiempo, con una lámpara adornándolo simplemente…
- ¿Dónde… estoy…?- se pregunto, mientras intentaba incorporarse, sintiendo la suavidad de una cama bajo su mano, más una fuerte punzada en su cabeza le hizo dar un gemido sofocado, mientras se dejaba caer de espaldas sobre la cama; su rostro se descompuso en un rictus de dolor, mientras que con su mano sujetaba su frente haciendo presión, intentando así aminorar esa terrible sensación.
Cuando sintió que el dolor remitía, y comenzaba a relajarse sobre el almohadón que tuviera bajo su nuca, notó que alguien le tentaba la frente con suavidad. Giró su rostro, vio el sensual rostro de aquella persona que le hiciera sufrir durante mucho tiempo.
- … Ka… Kazukata… - murmuro, mientras apoyaba su rostro en el blando almohadón, haciendo que algunos mechones de cabellos se esparcieran sobre su superficie y ocultaban parte de su rostro. El doctor lo miro, sonriente, alejando la mano que tenía posada en la aperlada frente para acomodar los largos cabellos de tal forma que el rostro de castaño quedara descubierto y radiante por la suave luz que entraba por la ventana que estaba alejada de ellos.
- Me alegra que ya te encuentres mejor, tuviste una baja… - le explico Muraki, tranquilamente, mientras este, que seguía con su mano en el cabello de Oriya, acariciaba la hélice de la oreja deslizando su dedo hasta el suave lóbulo -… has estado rodeado con demasiadas presiones últimamente…
Es tu culpa pensó de forma lastimera, mientras fruncía solo un poco el ceño, mostrando así, un poco de su incomodidad.
-… hem…- comenzó a decir el castaño, cerrando sus ojos suavemente -… Kazukata… - iba a decirle algo, mas un suave olor llego a su nariz adormilando sus sentidos, uno por uno hasta caer en una profunda somnolencia.
Muraki lo vio con intensidad, mientras su sonrisa se agrandaba, pero de forma tranquilizante. Su mano bajo hasta posarse en la pálida mejilla, la cual acariciaba tiernamente.
-o-
El viento comenzó a enfriarse conforme avanzaba el tiempo, mientras que el cielo se opacaba en grises y azules, mostrando unas cuentas luces resplandecientes adornándolo y las deformes nubes comenzaban a amontonarse sobre ellas hasta formar una sola. Las hojas de los árboles escapando de sus ramas para caer en una estoica danza. El parque se encontraba casi vacío para esas horas, solo unas cuantas parejas adornaban el simple cuadro, junto con las incandescentes farolas comenzando a iluminar el concreto frío. Un suave silencio solo roto por el viento y los grillos noctámbulos eran la única melodía que se apreciaba, mas el sonido de unos apresurados pasos se aunaron poco después, mostrando tres esbeltas figuras correr por el parque hasta llegar a un área suficientemente iluminada y cerca de donde las parejas se arremolinaban.
Comenzaron a caminar con más tranquilidad para ese momento, jalando aire para sus pulmones cansado de la carrera y sobreponiéndose rápidamente.
- ¿Estas bien Okina-san?- pregunto Hisoka, frente al muchacho, que no había dicho una sola palabra desde que comenzasen a correr. El chico lo miró largamente y asintió levemente. – Quisiera poder descansar… - le dijo por fin el joven, con expresión fatigada.
El shinigami no evitó poner una mueca de aflicción. En ese momento fue cuando sintió una reconfortante mano posarse en su hombro, y apretarle con cariño. Elevó su mirada verde encontrándose con una avioletada, que le miraba con ternura Estará bien fue lo que escuchó de sus pálidos labios. Sonrió tristemente asintiendo, mientras posaba su mano sobre la que estaba en su hombro.
- Será mejor apurarnos, no vaya a ser que Tatsumi-san o Watari se preocupen por nosotros – dijo de pronto el menor.
- ¡Demonios! Tatsumi me dijo que…- mas no terminó de hablar puesto que frente a ellos, el secretario y Watari venían corriendo hacía donde ellos estaban.
- ¡Chicos!- grito, sonriente, Watari, alzando su mano para que lo vieran. Hisoka se sorprendió al verlos - ¿Watari-san¿Tatsumi-san?
Los mayores sonrieron, mientras el rubio se acercaba más a él y sostenía entre sus brazos a Kaeruro. Con la mirada, le pregunto silenciosamente que le pasaba, pero Hisoka solo se encogió de hombros, entonces le pregunto directamente al chico.
Este tenía la mirada perdida desde que Hisoka le preguntara su estado. Le dio unos leves golpecitos en la mejilla para hacerle reaccionar. Cuando el muchacho pareció mirarlo, notó como sus ojos se acristalaban y su boca se torcía en una mueca de dolor. – Watari-san… - murmuró Kaeruro, con los ojos llorosos, y como un niño pequeño, se abrazó con fuerza del mayor, quien también le abrazo.
- Calma, mi niño, calma – le susurraba, mientras acariciaba sus suaves cabellos, sintiendo los suaves sollozos contra su pecho y las pequeñas convulsiones que aturdían al muchacho.
- ¿Están los dos bien?- pregunto sutilmente Tatsumi con preocupación, mientras se subía los lentes que se habían resbalado por el puente de la nariz. Tsuzuki simplemente le sonrió, cosa que el secretario respondió tranquilamente.
Cuando el secretario se dio la vuelta para acercarse al rubio, Hisoka comenzó a dar tímidos pasos hacía el mayor para después abrazarle por la cintura y recargar su rostro en su amplio pecho. La sorpresa inicial paso para solo sonreír ante el ínfimo contacto y rodear su cuello y hombro con su brazo derecho.
Fue en ese momento que una pequeña gotita cayo en su mejilla haciéndolo alzar la cabeza. Del desteñido cielo caían pequeños copos blancos que ondeaban con la suave brisa que los acariciaba, mientras las nubes comenzaban a escasear por la bóveda.
- Esta nevando – susurró, como si aquello fuera todo un descubrimiento.
- Será mejor que nos vayamos a la posada ya... había cierta seriedad en las palabras del secretario, pero aún así, los shinigamis asintieron casi imperceptiblemente. Y así, comenzaron a caminar.
-o-
La habitación estaba completamente en penumbras, con solo una pequeña lámpara nocturna iluminando escasamente todo el escenario. Su cuerpo aperlado se movía en un frenético compás, mientras sus caderas chocaban contra las morenas nalgas de aquella mujer, sin olvidar deleitarse con sus gritos de dolor.
Tocaba sin limitación alguna, por entero, aquel cuerpo que temblaba al sentir aquel pulsante miembro partirle por la mitad, enterrando sus uñas en sus redondos y suaves pechos, dejándole dolorosas marcas sangrantes. Sus ojos perforando lo más profundo de su ser, provocándole dolorosas lágrimas que se negaban a salir.
Un cigarrillo se consumía lentamente en sus labios, al tiempo de dar una última estocada. Una sonrisa malvada apareció en sus facciones, mientras sus manos se manchaban por completo con la cálida sangre que emanaba de distintas partes de la mujer, que gemía agónicamente obligando a sus pulmones a extraer el aire del exterior.
Una vez fuera de ese virgen cuerpo, ahora profanado, se levanto de la semi destruida cama y, con su cuerpo aún desnudo, observo aquella cara moribunda, quitando al mismo tiempo la colilla del cigarro y la aventaba sobre su cuerpo. Se acercó lentamente y coloco su mano diestra sobre el pecho de la mujer, entre sus senos.
- Descansa, amada mía – dijo con voz socarrona. Entonces presiono su mano y perforo el pecho de un solo golpe, dejándola así, muerta, con los ojos abiertos. A los pocos segundos sacó su mano, y relamió la sangre que la cubría, con sus labios aún curvados en una sonrisa.
Dio, entonces, media vuelta y se sentó en el mullido colchón, comenzando a vestirse tranquilamente, ignorando el escaso calor que aún desprendía el cuerpo inerte tras de él. La ropa pronto estuvo en su lugar, impecable, como si nunca se hubiese desprendido de su cuerpo y caminó hasta la puerta.
Giró su cabeza y miró por última vez a su amante en turno. Sonrió y alzando un poco su mano, le mando un beso. – Te extrañaré. Cerró la puerta tras de si, colocando casi al mismo tiempo un pequeño letrero: "Limpieza" (2) y se alejó de ahí con tranquilidad.
- Pronto nos volveremos a ver, mensajero…
-o-
No tardaron mucho en llegar a la pequeña posada, cansados y muertos de frío a causa de la nevada que les estaba cayendo. El rubio sonrió, sintiendo bajo sus manos la calidez y temblores de Kaeruro, volteó un poco su rostro y se encontró con una pequeña sonrisa de Tatsumi que, igual que él, sostenía al muchacho.
- Gracias Tatsumi – el dijo, sin perder su sonrisa. El secretario respondió a su agradecimiento ampliando un poco más su sonrisa y achicando sus ojos tras los cristales. Mientras, delante de ellos, Tsuzuki abría la puerta del establecimiento, con Hisoka prendido a su camisa, bajo su gabardina negra.
Apenas abriera la puerta y avisará su llegada con un escueto Tadaima (3) se oyeron unos apresurados pasos acercase a ellos con peligrosidad, notando los repentinos tumbos que daba la persona que se acercaba. Pronto tuvieron frente a ellos a una chica, con el rostro congestionado de tanta preocupación y respirando agitadamente, con sus rizos cayendo sobre los hombros cubiertos por la gruesa tela del kimono lila que posaba. Al verlos, su expresión se tranquilizo.
- ¡Gracias a dios que habéis regresado!- exclamó con una pequeña sonrisa y acercándose a Tsuzuki y Hisoka, que acababan de entrar, seguidos de cerca por los otros shinigamis. Fue en ese momento que el rostro de la muchacha se volvió a congestionar, cosa que notaron los cuatro shinigamis - ¿No esta con vosotros Oriya-sama?- pregunto con solo un hilo de voz.
- ¿Qué pasa?- pregunto Tatsumi, que ya había tenido un contacto con la muchacha, en el momento en que había llegado al establecimiento.
- ¡Oriya-sama no esta en ninguna parte!– contesto, con sus ojos inundados en lágrimas y juntando sus manos como rezando. Los shinigamis la vieron con ojos tristes, al saber con quien estaba el castaño.
(2) Casi siempre en los hoteles, hay pequeños letreros que se cuelgan de las perillas de las puertas, con leyendas como "No molestar", por ejemplo.
(3) Expresión cotidiana que se dice para anunciar que ya se esta en casa, o para entrar.
¡Noveno capitulo arriba! Bueno, esta vez no me tarde tanto como pense, creo que incluso me sorprendí al momento de comenzar a escribir esta nota. Pero igual estoy feliz al ver lo rápido que va avanzando la historia, ya vamos para el capitulo 10, que emoción (llora de emoción)
Y también estoy muy feliz al leer sus reviews, y ver como tanta gente lee este fic, es tan emocionante n.n
Ahora contestación a sus reviews n.n
Dark-san86: Gracias D fuiste de gran inspiración al momento de hacer el bonus... y no te preocupes, mal vale tarde que nunca ;)
Shuneko:Oh! Tu review me reanimo mucho TuT... y acerca de eso de no poder dar tu opinion, que te valga xD !Bien! entonces cuento contigo para mi primera venta, nisha non Ojala que te guste este capi!
Tama-chan:Gracias por esperarme ;w; y bueno... ejem... yo tramo muchas cosas xD
Hentai Hikari-chan: jeje, no creo que sea para tanto nn y hablando de Hisoka, el es un blanco fácil para mis maldades u.u así que procuraré no hacerle nada... malo ¬, ¬ Yo tbn espero volver a leerte, me alegrate un buen. Besos para ti tbn, guapa!
En serio, que muchas gracias por gastarse su tiempo en dejarme sus comentarios, y esperarme a que suba el siguiente capitulo TuT me hacen tan feliz, y este capitulo lo hize pensando en uds. por ello, espero que os guste mucho.
Y bueno, creo que no me alargó más. Pronto os traeré el siguiente capitulo y la última entrevista, así que no os desesperéis. Besos nn
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