Para mi gusto, quedó muy fome, si quieren ahorrenselo y esperen el final ; )

EL INFORME

Winry se encontraba muy mal. La herida era bastante profunda. Aquel tiro a corta distancia por poco le destroza el brazo. Había perdido mucha sangre y estaba inconciente en brazos de Armstrong cuya ropa, poco a poco se teñía de rojo oscuro contrastando totalmente con el uniforme azul.

La dejó en la enfermería y volvió a la tienda de Mustang para informarle. Al llegar, se sorprendió de no ver a nadie allí pero, al girar la mirada, se encontró con Havoc que yacía afirmado en uno de los pilares de la tienda.

-¿Dónde está el Coronel?- Preguntó Armstrong.

- No estoy seguro- respondió Havoc- Le dije que Hawkeye me había enviado y salió. Supongo que fue a buscarla.

Un mal presentimiento cruzó por la cabeza de el Mayor Armstrong. Sin ocuparse de Havoc, salió corriendo en búsqueda del Coronel. Corrió por el campamento con una desesperación que no podía explicar. No estaba en la guardia, tampoco en la tienda de Hawkeye ni en la tienda de armas. De pronto a lo lejos vio a Hawkeye tras una tienda y a alguien que la sujetaba desde dentro a través de la tela.

Hawkeye se había volteado para besar a Mustang, pero este repentinamente la empujó hacia atrás haciéndole caer de espaldas en el preciso instante en que un proyectil cruzaba por entre sus cabezas. Al instante Hawkeye vio a Armstrong que se acercaba.

-¿Se encuentra bien? El gran Louis Armstrong ha vuelto a cumplir una vez más con,- alcanzó a pronunciar cuando Hawkeye le hizo callar con una bofetada.

-Idiota, no tienes idea de lo que haz hecho- dijo la Teniente aún en el suelo- Era un asunto entre el Coronel y yo.

-¡El Coronel!-dijo Armstrong y se levantó para ir a la tienda. Allí estaba Mustang también en el suelo.

-¡Lo siento Coronel!-dijo Armstrong- no sabía que era usted. Pensé que la Teniente estaba siendo atacada,

-¡Habla ya Armstrong!- le interrumpió el Coronel- no tengo todo el día

-Winry ya está en la enfermería- dijo el mayor- Cayó inconciente mientras la llevaba. Ha perdido mucha sangre- indicó su uniforme teñido de rojo- los médicos decidieron trasladarla de urgencia a Ciudad Central para salvarle.

Mustang permanecía impávido escuchando el informe de Armstrong. Con un gesto le pidió que se fuera pero no se levantó.

A pesar de sus cavilaciones, aún se sentía directamente responsable de la desgracia de Winry. Ambas desgracias. Tenía que hacer algo para tranquilizar su conciencia. Tal vez no callarla con una bala, pues ya no lo creía posible. De todos modos necesitaba acallar esa voz que le decía "culpable".

Era un devenir estrepitoso de ideas el que se revolvía en su cabeza. ¿Culpable o inocente¿Instrumento o asesino¿Cómo callar su conciencia? No tenía las respuestas, pero había tomado una decisión. Su última desición.