Hola a todos, para los que no me conozcan esta no es mi primera incursión en el mundo del fanficiton pero sí la primera en el fandom de Inuyasha, y de hecho ni siquiera es un fic serio, solo una idea divertida que pensé.
Como es mi primera vez no descarto que algunos personajes me salgan fuera de carácter, al mismo tiempo, ya que, no tenemos toda la información sobre lo que pasó en Yashahime con Kagome e Inuyasha le pondré un poco de mi propia cosecha, pero será vago ya que no es el enfoque principal del fanfic, a la vez incorporaré algunos headcannons que me he hecho:
- Hisui es un poco santurrón. Su carácter serio y de buen chico me ha dado esa impresión de él. Y creo que no soy la única que piensa que podría gustarle un poco Setsuna.
- Kagome e Inuyasha estaban sellados en algún sitio, en el tiempo del fic Moroha ya se encontró con Inuyasha, Kagome sigue perdida.
- Moroha fue criada durante un tiempo en su infancia, cuando era indefensa por la tribu de Koga, pero el hecho de que no es un demonio completo y algunos la discriminaran sumado a la diferencia de crecimiento entre medio demonios (que parecen crecer como humanos durante la adolescencia) y demonios completos (cuyos niños de 50 años equivalen a unos siete años humanos) la hizo sentir muy sola, en cuanto se pudo defender por si misma se fue. Koga tampoco la crio como hija ni ella lo ve como padre…es más como la relación con un tío.
- Sango y Miroku pensaron que Moroha estaba muerta antes de conocerla, por eso nunca la buscaron ni la criaron y Kohaku se sorprendió al ver sus poderes espirituales: todos piensan que murió o desapareció de bebé y nunca supieron más allá de eso.
El último punto será algo confuso, pero lo explicaré lo más breve posible: la línea de tiempo que he visto de Yashahime es que han pasado como unos 25 años en total luego del Acto Final, respecto a la edad de Shippo los fans tienen dos teorías principales: o va a ser un adulto joven o adolescente maduro (16 o 17 años en apariencia) cuando aparezca…con lo cual tengo mis dudas por lo lento que crecen los demonios o se va a ver aún como niño y va a pelear con Takechiyo, lo cual veo más probable. Pero aún no he visto mi idea: que en esas dos décadas Shippo ha crecido el equivalente a unos cinco años humanos o sea que se ve como un preadolescente- adolescente temprano, mayor que Takechiyo pero un poco menor que las chicas.
Y toda esta explicación era solo para darle contexto al fic y plasmar mi idea de Moroha y Shippo entablando una relación de amistad…y teniendo conversaciones e ideas algo tontas XD.
Inuyasha y Yashahime no me pertenecen, tampoco sus personajes solo los tomo prestados para divertirme y espero, divertir al resto.
¿Qué tiene papá con el árbol?
Había algo extraño.
No cabía duda que la reacción de su viejo cuando le vio la cara a ese árbol fue muy rara, podría apostar su dinero en eso y Moroha amaba su dinero. Si le sumaba el grito medio aterrado y enojado de Shippo que fue algo como: "¡¿no se supone que se murió?! ¡¿Quién la revivió esta vez?!" mientras señalaba con el dedo a la mujer pelinegra vestida de sacerdotisa definitivamente había una historia detrás.
Pero nadie quería decirle nada.
Toda la respuesta que obtuvo de Inuyasha es que solía conocer a esa mujer y que era la hermana mayor de la anciana Kaede, lo que la hizo dudar de que tan viejo era exactamente su viejo…pero ese no era el punto.
Sango y Miroku le dijeron más o menos lo mismo, mientras reían incómodamente y empezaban a sudar. Moroha no había sido cazarrecompensas durante años sin haber aprendido a reconocer cuando alguien le estaba mintiendo o escondiendo información. Una adolescente de sangre mixta trabajando sola tendía a lucir como una presa fácil para engañar, aprendió a reconocer correctamente las señales y esos dos apestaban a falta de honestidad.
Cuando se fue a quejar con sus amigas no obtuvo demasiada ayuda, Towa con su alta moral frunció el ceño y le dijo que su padre tenía derecho a guardarse algunos secretos y que su papá Sota también tenia cosas que no le contaba, Setsuna solo ignoró casi toda la conversación mientras limpiaba sus armas y el único consejo que recibió de ella es que no entendía porque se obsesionaba con algo tan inútil.
Tal vez fuera inútil y tal vez no fuera muy correcto querer saber algo a la fuerza, pero recién conocía a su viejo luego de catorce años y tenía muy poca información de él todavía, no era justo que mientras ella se había dedicado a relatarle gran parte de su vida y contestarle todo lo que quiso saber en cuanto lograron congeniar, él se guardara tantas cosas.
Así que luego de pensarlo mucho y recopilar información sobre que podía usar para sobornar a cierto pelirrojo, se encontraba debajo de un árbol en un sector tranquilo de la aldea sosteniendo una enorme bolsa repleta de piruletas de diferentes sabores y oliendo a su presa que seguro estaba instalada durmiendo en alguna de las ramas altas.
Lamentablemente era hora de dejar la siesta.
Moroha le asestó una fuerte patada al tronco esperando que fuera suficiente para despertar al chico:
- ¡Oye Shippo levanta! ¡ven a ver lo que te traje!
Alzó la bolsa por sobre su cabeza colocando la mejor de sus sonrisas, repleta de falsa inocencia:
- Me dijeron que solían gustarte cuando eras niño.
Sintió un movimiento en las ramas y en pocos segundos la figura de un adolescente demonio aterrizo frente a ella haciéndola sonreír porque aparte de los niños pequeños y la anciana Kaede, era bastante difícil encontrar a alguien a cuyo lado fuera más alta.
Desgraciadamente el pobre Shippo le llegaba hasta la mitad de la frente, no era muy alto para ser un chico y ni todos sus poderes de zorro y la cola extra que se había ganado en los últimos años lo curaban de la inseguridad que sentía cuando se lo hacían notar.
Sus ojos verdes que normalmente tenían una mirada incisiva y traviesa brillaron de forma infantil al ver los dulces en la mano de Moroha:
- ¿Dónde encontraste eso? ¡no los veía hace años!
- Los traje conmigo del futuro.
- ¡Kagome siempre solía traerme algunos! ¡gracias Moroha!
Rápidamente arrebato la bolsa lejos de las ansiosas manos del zorro:
- Y yo estaría encantada de dártelos si haces algo por mi a cambio_ sonrió aún más brillantemente mostrando sus colmillos, esperando verse lo más encantadora posible. El truco funcionaba con algunas personas, Inuyasha entre ellas.
Pero Shippo ya conocía muy bien esos trucos, él también era bueno usándolos.
Perdió la mirada feliz que le había colocado hace unos segundos y entrecerró los ojos viéndola con cautela:
- ¿Qué es lo que quieres?
- ¡Nada malo! Solo que me digas cual es la relación entre papá y el árbol con cara de sacerdotisa.
- ¿No le prefieres preguntar eso a Inuyasha?
- Ya le pregunté, pero estaba ocupado y me dijo que podía consultarte a ti.
Shippo se echo a reír, Moroha podría ser buena mintiendo, pero le faltaban años para lograr engañarlo:
- Inuyasha jamás te diría que me preguntes. ¿Sabes lo que creo? Que no te dijo casi nada, luego fuiste donde Miroku y Sango y tampoco dijeron nada y ahora me quieres sobornar para que abra la boca.
- ¿Y no funciona? _ Moroha paseo la bolsa de piruletas frente a las narices del niño esperando que la tentación ganara_ vamos, no puede ser tan terrible. Tengo un vacío de información de catorce años y ni siquiera tengo muy claro porque el viejo es tan amigo de los padres de Hisui.
Shippo se cruzo de brazos considerando la petición de su amiga, ella tenía un punto: no era justo que le faltara información y de no pasar la desgracia que paso él y Moroha habrían sido amigos de la infancia…por otro lado…le debía cierta lealtad a Inuyasha no podía ir por ahí divulgando información…pero Moroha era su hija, los padres deberían comunicarse con sus hijos…y esos dulces que no comía hace más de veinte años lo estaban llamando.
- De acuerdo, te diré todo lo que sè como muestra de amistad, pero no le digas a Inuyasha que yo te conté_ estiro una mano hacia ella con la palma abierta_ ahora dame la bolsa.
Moroha frunció el ceño tendiéndole nada más que tres piruletas:
- No, te daré el resto una vez que termines de escupir lo que sabes, no soy tonta, si haces tratos con un Kitsune asegúrate que primero él cumpla su parte o te estafará.
- ¡No iba a estafarte!
- ¿No lo pensaste ni por un segundo?
Shippo abrió uno de los dulces llevándoselo a la boca, sonriendo de alegría al reconocer el delicioso sabor a fresa…ah tan nostálgico:
- Tienes que aceptar que mantenga cierta lealtad hacia tu padre.
La chica alzo una ceja escéptica:
- ¿Es lealtad o miedo a que te golpee si lo descubre?
- Yo…
El rostro del Kitsune se sonrojó de la mortificación, Inuyasha aun era más alto que él, sus golpes todavía dolían como el infierno y su relación semi abusiva y algo antagónica aún se mantenía.
Moroha soltó una risa burlona poniendo ambas manos tras la cabeza y viéndolo de reojo con superioridad:
- ¡Ja! eres un niñito.
- ¡¿Niñito?! ¡Tengo más del doble de tu edad!
- Y eso en edad humana equivale a ¿Cuánto? ¿diez años?
- ¡Doce años humanos! ¡DOCE!
Se sentó en el pasto aun gruñendo terminando la primera paleta y pasando a la segunda, haciendo aparecer con un chasquido de dedos un blog de dibujo y una caja de lápices:
- Oye… ¿eso no estaba en mi bolso de viaje?
- Lo tome prestado y de todos modos, ninguna de ustedes es buena dibujando.
- ¿Y para que quieres dibujar ahora? _ la chica se arrojo a su lado sacando una paleta propia de la bolsa.
- No te comas mi recompensa.
- Es solo una, no seas egoísta. Yo fui quien cargó con todo esto a través del viaje temporal y soporto que el bolso se le cayera encima. Dolió bastante ¿sabes? _ lo vio abrir el cuaderno pasando las paginas hasta encontrar una vacía_ y entonces, que vas a hacer.
El joven zorro sonrió:
- Emplear una forma divertida de contar una historia.
Luego comenzó a garabatear mostrándole cuando terminó la imagen de una niña pequeña de pelo negro cargando un carcaj con flechas junto a la sacerdotisa del árbol y su padre mirando desde al fondo tras un árbol:
- Lo primero que tienes que saber es que Inuyasha no tiene nada con el árbol.
- Pues menos mal, tener un árbol sospechoso de madrastra apestaría.
Shippo carraspeó poniendo la expresión màs solemne de la que fue capaz:
- Nuestra historia comienza hace más de sesenta años cuando la anciana Kaede era joven y su hermana mayor la sacerdotisa Kikyo eterna guardiana de la poderosa pero malvada perla de Shikon estaba viva. En este tiempo Inuyasha quería conseguir la perla para convertirse en un demonio completo.
Moroha se acerco a la imagen observándola seriamente:
- Oye…Shippo…
- ¿Hm? _ no es como si esperara que ella no tuviera preguntas a medida que contaba la historia_ ¿tienes alguna duda? ¿tal vez sobre la perla?
- Ah, no es eso ¿esta niña es la anciana Kaede?
- Sí…
- ¡¿Qué edad tiene la anciana Kaede? Si ella ya era vieja cuando el viejo se despertó de su siesta de como cincuenta años y ya han pasado varios años desde entonces ¿Qué edad tiene ahora?
Shippo pestañeo estupefacto unos segundos, de todas las dudas que podría tener esa no la esperaba.
Y en realidad era una buena pregunta…
- ¿Sabes? No tengo ni la menor idea.
Continuara…
Ok, esto va a tener dos partes más, me pregunto como va a relatar Shippo todo el lio del programa de forma resumida XD.
¿Inuyasha y Miroku salvaran su reputación?
