Me alegra que la pequeña charla entre Inuyasha y Moroha haya sido bien recibida, la serie no abunda en momentos familiares (es un eufemismo enorme XD) e incluso mientras que Kagome esta desaparecida en este fic quería incorporar cosas divertidas y más escenas entre ellos.

Creo que Inuyasha estaría sufriendo mucho por no tener a Kagome pero Moroha es divertida, juguetona y su personalidad es muy alegre así que tenerla lo ayuda a mantener la alegría…desgraciadamente ella ya es adolescente y eso significa que es hora de que Inuyasha tema algunas cosas. También para efectos de disminuir el drama Sesshomaru ya hizo acto de presencia y lo conocen, pero no me lo puedo imaginar como un padre muy presente ni cálido XD.

Inuyasha y Hanyo no Yashahime no me pertenecen yo solo tomo sus personajes para hacer que hablen mal de otros personajes?

Amores y Tragedias

Inuyasha caminó a través del oscuro bosque, las hojas secas crujían bajo sus pies y la espesa niebla le impedía ver por donde iba ¿Moroha? ¿Kagome? ¿Dónde estaban? Tenia que protegerlas como ha de lugar. Podía sentir la amenaza.

Se llevo la mano a la cintura esperando encontrar a Tessaiga pero sorpresivamente no estaba en su sitio.

- Que…

No entendía que estaba pasando.

De las sombras surgió una figura que conocía perfectamente bien: Sesshomaru su medio hermano, un poderoso demonio completo, siempre altivo, siempre inexpresivo.

- ¡Sesshomaru! ¿Qué haces aquí?

- Inuyasha… ¿buscabas esto? _ alzó su mano sosteniendo a Tessaiga.

- ¡Devuélveme mi espada! ¡pensé que ya habías dejado esa obsesión de lado!

- Lo hice, pero tu notable incompetencia en proteger a una simple humana y a tu hija igual de fea que tú me convenció de que no la mereces…me la llevo.

- ¡Así es! ¡el amo bonito merece mucho más esta espada que tú!

- Vámonos Jaken

- ¡Desgraciado! ¡no eres nadie para darme lecciones! ¡tus métodos de crianza no son los mejores y tu esposa esta hibernando en un maldito árbol! ¡REGRESAAAA!

No fue escuchado, su medio hermano desapareció junto a Jaken llevándose su preciada herencia.

Una voz suave tan conocida y anhelada sonó a su derecha, haciéndolo voltear de golpe:

- Inuyasha…

- ¿Kagome? ¡KAGOME! ¡Te he estado buscando! ¡¿Estás bien?!

- Estoy muy bien…junto a mi nuevo esposo.

- Tu… ¿Qué?

Un demonio lobo muy familiar asomó junto a su esposa atreviéndose a poner las manos de forma muy íntima sobre su cintura.

- Así es Inuyasha, te tardaste mucho en salvar a Kagome así que tuve que hacerlo primero, mi tribu permite que el líder tenga más de una esposa y Ayame aceptó compartirme.

- Oh sí, Koga es tan amable y considerado que no me importa ser su segunda esposa…

- ¡Que mierda estás diciendo Kagome!

Koga rió orgulloso, alzando a Kagome en brazos y comenzando a llevársela:

- ¡Ahora nos iremos a vivir muy felizmente y tendremos veinte medio lobos!

- ¡Adios Inuyasha!

- ¡KAGOMEEEE!

Inuyasha se quedó allí parado sintiendo como su mundo se derrumbaba y teniendo deseos asesinos que no recordaba tener en mucho tiempo. Algo en toda esta escena se sentía familiar pero no podía ubicar de dónde.

Cuando pensaba que no podía enfrentar más desgracias se topó con la pequeña y adorable figura de su hija, parada frente a él con una sonrisa brillante.

- Papá…

- ¿Moroha? Tu… ¿viste lo que…

- ¿Mamá se fue con Koga? ¡claro, estoy bien con eso! Koga es una buena persona. Yo solo vine a informarte que me voy a casar.

El medio demonio estaba seguro de estar sufriendo un infarto en ese preciso instante:

- Que tu… ¿Qué?

- Me caso viejo, con él…

Junto a la chica se materializó una figura masculina, era imposible saber si era un demonio, un medio demonio o un humano, si era alguien conocido o no…

El maldito ni siquiera tenía cara…

- ¡¿Quién diablos es ese Moroha?! ¡no puedes casarte con un tipo sin cara! ¡podría ser la misma reencarnación de Naraku!

- Lo siento papá, pero lo amo con toda mi alma, incluso más que a ti ¡te mandaré una invitación a mi boda!

El chico tomo a Moroha en brazos saltando por sobre los árboles con agilidad:

- ¡Adiós suegro, espere muchos nietos!

- ¡NO TE ATREVAS! ¡REGRESA AQUÍ MOROHA! ¡NO PUEDES CASARTE! ¡MOROHAAAA!


- ¿Sí? Que pasa viejo.

Inuyasha despertó de golpe empapado de sudor, tardo unos minutos en identificar donde estaba y una vez que logró recordar que se encontraba en la cabaña que compartía con su hija y que la niña estaba a su lado sin rastro alguno de ningún novio descarado (literalmente) por fin logró calmarse.

El cabello negro y esponjoso de Moroha goteaba en el piso delatando que había ido a bañarse al rìo hace poco, ella lo sacudió al igual que solía hacer él salpicándole la cara y terminando de despertarlo. Luego agarro su lazo poniéndoselo en la boca para comenzar a peinarse con una peineta que le había regalado Sango hace poco:

- Estabas gritando cuando entré, pensé que nos estaban atacando.

Inuyasha se sentó cruzando las piernas y adoptando una expresión seria mientras sujetaba firmemente a Tessaiga:

- Tenemos que hablar.

- Claro, que pasa. ¿Quieres hablar mientras comemos? Tengo hambre.

La niña empezó a prender el fuego para preparar la comida manteniendo la atención en su padre.

- Escucha Moroha…no puedes casarte hasta que cumplas cien años.

- Hum… ¿disculpa?

La chica miro a su viejo incrédula alzando una ceja, con la boca abierta:

- ¿A que viene esto? No es que me interesen mucho esos temas aún, pero… ¿cien años? ¿no voy a estar muy vieja?

- Tienes sangre demonio así que cien años es una edad perfectamente razonable y aún creo que es muy joven.

- Sigo sin entender porque hablamos de esto de repente.

No podía estar más sorprendida, de todas las cosas que pensó que Inuyasha podía decirle… ¿matrimonio? Toda su vida al pendiente de sobrevivir no había tenido tiempo ni siquiera de hacer amigos o preocuparse de las cosas que usualmente se preocupaban las chicas de su edad como chismes, enamoramientos, bonitos kimonos…todo eso parecía otro mundo para ella antes de conocer a Towa y Setsuna.

Tan solo recientemente pudo dejar de trabajar una vez su deuda fue saldada y tomarse las primeras vacaciones de su vida, empezó a salir un poco con la gente joven de la aldea. Pero pensar en romance o noviazgos jamás estuvo en sus planes.

¿De donde saco su padre esa idea?

Inuyasha guardó silencio sintiendo el impulso de gritar "¡Porque yo lo digo!" pero eso sería irrazonable y su hija era muy independiente, no le iba a hacer gracia recibir órdenes, más aún si todo el motivo fue un sueño estúpido.

Pero la imagen de un sujeto cualquiera llevándose a su niña lejos de él cuando apenas la había recuperado y aún era tan joven y tan pequeña lo estaba matando por dentro.

Necesitaba una excusa y rápido:

- Porque…antes de pensar en cosas como esa tienes que perfeccionar tus habilidades_ no era una mala idea_ toda tu vida solo has usado tus habilidades para sobrevivir, te he visto pelear y utilizas lo que te funciona, pero careces de entrenamiento adecuado y lo necesitas si quieres volverte más fuerte.

Los ojos castaños brillaron de alegría:

- ¡¿Vas a entrenarme?! ¡pensé que no querías! _ al poco tiempo de conocerse había descubierto que Inuyasha tenía tendencia a ser algo sobreprotector con quienes amaba, no le gustaba que se lastimara y Shippo se llevo unos buenos golpes cuando se les ocurrió entrenar juntos y ella llegó con un par de rasguños a casa.

- Sí…_ Inuyasha gimió, Moroha había sobrevivido casi sola, era fuerte, pero era una chica, una mujer como su madre, se parecían mucho y no podía evitar querer protegerla y hacer que se escondiera feliz y segura sin tener que volver a pelear…pero ella se parecía a Kagome en ese aspecto: se dejaban proteger, pero también apreciaban tener su propia fuerza, eran radicalmente diferentes a Izayoi, su madre, una mujer sensible y delicada que nunca hizo nada para ponerse en peligro...excepto enamorarse de un demonio.

Finalmente suspiró asintiendo:

- Me voy a encargar de entrenar tu habilidad con la espada, la anciana Kaede tendrá que encargarse de ayudarte con tus poderes espirituales.

- ¿Crees que tenga tiempo? _ Moroha alguna vez lo pensó, recibir instrucción de una sacerdotisa entrenada la habría ayudado a perfeccionarse, pero la anciana Kaede siempre estaba tan ocupada, era la sacerdotisa principal y tenía que entrenar a un par de niñas que poseían ciertas habilidades espirituales, además de hacer de partera y curandera. No se atrevió a pedírselo ante el miedo a ser rechazada en beneficio de chicas completamente humanas, niñas que toda la aldea apoyaba para que algún día la reemplazaran.

Especialmente desde que desapareció Kagome.

Los ojos dorados de su padre parecieron entender fácilmente sus sentimientos, si algo bueno venía de compartir experiencias es que a veces él podía entenderla sin hablar, incluso si no la crio sabia como se sentía:

- Por supuesto que sí, hablaré con ella.

Moroha asintió felizmente, sacó los cuencos y dejo que su padre se encargara de terminar la preparación del desayuno.


Minutos después…

Terminaron de comer en paz, Inuyasha planeaba ir inmediatamente hacia la aldea para hablar con la anciana Kaede mientras que ella no tenía ningún plan: Shippo aparentemente seguía enojado, no lo veía desde hace dos días y sus primas estaban trabajando con Kohaku.

Había hecho un par de amigos en la aldea, sospechaba que parecer màs humana que demonio la hacia encajar con cierta facilidad…pero las chicas eran un poco demasiado pasivas para su gusto y los chicos nunca querían incluirla demasiado en sus juegos porque era una niña y al parecer existían unas reglas sociales de las que jamás se enteró entre los humanos donde los hombres eran criados para ser fuertes y ágiles y las chicas pasivas y educadas, eso de lo que tanto se quejaba Towa. Siempre estaban los jóvenes exterminadores entre quienes esas tontas reglas se diluían, pero eran sus vacaciones y no quería trabajar.

El sonido de una pequeña pelea fuera de la cabaña llamo su atención, su padre parecía estar discutiendo con… ¿Shippo?

Se asomó por la puerta viendo a su viejo correr rápidamente alejándose y a su amigo con un bonito golpe adornando su cabeza, inmediatamente supo que era el golpe prometido que su padre se ofreció a darle.

Era mejor guardarse esa información:

- Oye…hum...¿ya no estás enojado? _ la sutileza no era lo suyo.

El Kitsune negó con la cabeza aun sobándose el golpe con notable disgusto:

- En realidad, se me paso bastante rápido, no fue tu culpa…pero tuve otras cosas que hacer. Siento si te hice sentir mal.

- No mucho_ la niña le dedicó una sonrisa amigable_ y gracias por el dibujo…mamá…es linda_ no sabia que màs decir o como resumir todo lo que sintió al verla por primera vez.

- Hum…

Shippo asintió en silencio sin saber que agregar, los recuerdos de Kagome y lo mucho que la extraña haciéndolo sentir triste. Y Moroha lo sabía…a veces era raro que su amigo conociera a su madre y la extrañara tanto mientras ella solo podía pensar un: "sería agradable conocerla".

Era incomodo y nunca sabia como consolarlo:

- ¿Escuchaste lo que me dijo papá? _ mejor cambiar de tema antes de que Shippo entrara en modo melancólico permanente.

El chico recuperó el brillo juguetón en sus ojos verdes:

- ¿Qué tienes que quedarte soltera hasta los cien años? Sí escuché, y no puedo decir que me extrañe, Inuyasha siempre fue mandòn y celoso.

- Pero es realmente raro que me diga eso ¿alguna vez ha dado la impresión de que sueñe con casarme? ¡no soy Towa chillando por un tipo de cara bonita!

- ¡Oí eso!

Ambos adolescentes se percataron de que la aludida venía corriendo hacia ellos, sosteniendo un pequeño saquito entre las manos, su atuendo blanco en combinación con su cabello haciéndola ver enormemente llamativa y la sonrisa cariñosa de firma adornando su cara:

- ¡Buenos días Shippo, Moroha! ¡me encontré con el tío en el camino!

- ¡Hola Towa! _ su prima saludó agitando la mano imaginando la cara de su padre al oír que lo llamaban "tío" siempre era enormemente similar a la de Sesshomaru cuando ella le decía igual, como si no pudieran creer que las hijas del otro usaban felizmente ese término tan familiar.

- Buenas.

Moroha bufó burlona, frente a Towa y Setsuna, Shippo siempre parecía más calmado y maduro de lo que realmente era, tal vez porque en algún grado las hijas de Sesshomaru lo intimidaban, tal vez porque no estaba en confianza.

- ¡Shippo! _ Towa jadeaba por aire tendiéndole el saco_ la anciana Kaede me dijo que estas son las hierbas para la indigestión que tienes que tomar, también que no vuelvas a comer tantos dulces juntos en un solo día.

El niño se sonrojó hasta las orejas puntiagudas, frunciendo el ceño, arrebatándola la bolsa a Towa murmurando un "gracias" mientras gruñía:

- ¿No se supone que la sacerdotisa mantiene en secreto estos problemas?

- No seas así, la anciana Kaede esta mayor, me pidió que te lo trajera porque ya no puede andar por todos lados, además con Setsuna vamos a una misión por esta dirección.

La chica punto al cielo, donde Setsuna con su impecable cara estoica los miraba montada en Kirara quien parecía bastante feliz de ver a Shippo.

- Ustedes dos realmente se aman ¿eh? _ comento Moroha viendo como el pelirrojo agitaba las manos hacia el demonio gato igual de feliz de verla.

- ¡Por supuesto! ¡Kirara y yo pasamos por mucho juntos!

- Una pena que no sea un demonio humanoide ¿no?, ¡Setsuna no me dejes! _ lloró Towa persiguiendo a su gemela quien ya se estaba alejando.

- Que quiso decir con eso…_Shippo estaba completamente blanco, procesando el comentario_ ella no creerá que me gusta Kirara de esa manera ¿no? ¡somos tipos de demonios totalmente diferentes! ¡no te rías!

- Bueno, bueno_ la pelinegra puso las manos tras su cabeza en una pose enormemente similar a su padre cruzando los tobillos_ entonces…no viniste porque tenías indigestión ¿eh? Iba a conseguir algunos otros dulces, pero como van las cosas mejor te consigo algo de té.

Por toda respuesta Shippo estiro una mano pellizcando la mejilla regordeta de la niña mientras esta chillaba que la dejara en paz.


Rato después…

Kohaku permanecía cruzado de brazos viendo a sus jóvenes alumnos (su sobrino incluido) correr, ese día estaba bastante tranquilo, había enviado a las gemelas a una misión mientras el resto entrenaban y decidió hacer algunos ejercicios simples para calentar, así que mientras todos trotaban alrededor del río cerca de un enorme árbol él vigilaba.

Curiosamente del árbol provenían un par de sonidos extraños.

Intrigado alzo la vista para encontrarse con los traseros de dos niños bastante conocidos por él escalando por las ramas altas, pero su conversación le llegaba perfectamente a los oídos.

- ¿Tenemos que subirnos a este maldito árbol para seguir hablando?

- Sí, los exterminadores están entrenando y hoy llego a la parte donde nos cruzamos con Miroku y no quiero que Hisui o Kohaku escuchen.

- ¿Tan malo es?

- Espera y verás.

Las voces de ambos estaban algo cansadas por el esfuerzo.

- Por cierto…_Shippo estaba agarrándose a una rama_ encontré un cómic de esos que trajiste del futuro bastante divertido.

- ¿Sí? _ Moroha lo miro interesada_ ¿de qué…? alto ahí.. ¿agarraste otra cosa de mi bolso sin preguntar?

- No es como si las estuviera robando, los devolveré cuando termine. Es como tu préstamo al revés de la tarjeta de tu tío Sota, primero sacas lo que necesites y luego avisas que lo tomaste.

La niña hizo un puchero enojada porque èl encontrara la forma de cerrarle la boca.

Shippo siguió hablando:

- El personaje principal tiene poderes de dios de la muerte, me hizo pensar en ti.

- ¿Por los poderes espirituales?

- No, porque siempre está quebrado.

- ¡Shippo desgraciado, no te burles de la pobreza ajena!

- ¡No me patees mientras escalo! ¡Quita el pie de mi cara mujer! ¡está lleno de tierra!

Mientras ambos seguían gritándose mutuamente Kohaku regresó la atención a sus deberes de maestro.

- Seguro esos dos se llevan bien.


En lo alto de un hermoso árbol lleno de flores la imagen discordante de un par de adolescentes bastante moreteados y rasguñados rompía la pacifica estampa. Estaban sentados en una rama observando fijamente un blog de dibujo mientras él hacia girar en una mano un lápiz y ella se entretenía arrojando piedrecitas en la cabeza de Hisui quien con cara solemne trotaba sin saber de dónde provenían esos pequeños golpes que sentía en la coronilla.

El cabello de Moroha era un desastre desordenado producto de casi hacer caer a Shippo del árbol con una patada y él no encontró otro asidero mejor que su coleta.

- ¿Dónde íbamos el otro día?

- Papá y Mamá se encontraron contigo, fuiste un terrible enemigo_ hora de la tregua, mejor acariciarle un poco el ego antes de que se enojara en serio_ y luego te fuiste con ellos.

- Entonces llegamos a la parte donde Kikyo revive como un zombie de tierra.

- Tienes que estar bromeando… ¡eso suena como una película de terror de donde viene Towa!

- Pues no, es verdad y la responsable de revivir a la ex novia de Inuyasha es esta mujer.

Shippo le mostro la hoja donde había hecho un retrato bastante bueno de una señora…no muy bien mantenida:

- Esta vieja necesita lo que sea que use la anciana Kaede.

- Esta es la bruja Urasue, quien secuestró a tu madre…

- ¿Otra vez? primero los hermanos Relámpago y ahora una vieja bruja.

- Mejor te preparas porque a Kagome la van a secuestrar muchas veces…también a Rin ahora que lo pienso.

- ¿Qué papá y el tío Sesshomaru no pueden evitar que secuestren a sus futuras esposas o qué?

- ¿Aún no te has dado cuenta de que ambos son medio torpes? _ el Kitsune alzo una ceja con altanería claramente pensando que él era superior en ese aspecto_ Urasue extrajo la porción del alma de Kagome correspondiente a la reencarnación de Kikyo y entonces ella revivió, pero no era la Kikyo real sino una especie de triste copia llena de odio y deseos de venganza, porque aún pensaba que Inuyasha la traicionó.

- Pero me imagino que él le explicó que eso no fue así.

- Desgraciadamente tu padre también aún pensaba que ella lo traicionó a él, tardaron un tiempo en darse cuenta de que todo fue un engaño, no sin que antes ella tratara de llevarse a Inuyasha al infierno.

- ¿Tenías que hacer un dibujito brillante de eso también?

- Era absolutamente necesario para el efecto dramático.

- Pero…_Moroha tiro una ramita a la cabeza de Hisui provocando que el joven frunciera el ceño y buscara a su agresor invisible_ ahora papá tenía a su lado a mamá quien... ¿era su amiga?

- Más como una amienemiga con mucha tensión sexual de por medio, hasta yo podía verlo con toda mi inocencia.

- ¿Inocencia? ¿Qué no andabas con una chica por aldea?

- Y lo hacía con mucha sinceridad e inocencia.

Moroha bufó pellizcando ella al chico esta vez:

- Dile eso a quien se lo crea mujeriego.

- ¡El verdadero mujeriego no era yo!

Ella lo miro de reojo fingiendo una expresión de censura mientras intentaba contener la sonrisa:

- ¿Ah? ¿vas a culpar al viejo por estar confundido entre dos mujeres?

Shippo se inclino hacia ella susurrando como si temiera que alguien escuchara:

- Hablo de Miroku.

- ¿El padre de Hisui? ¡pero si es un monje con enorme poder espiritual! ¡no hay forma de que fuera mujeriego!

- Los seres humanos están llenos de contradicciones_ siguió trazando un esquema donde los principales protagonistas eran Inuyasha, Kagome, Kikyo, algunas imágenes de un mini Koga y muchos acantilados_ Inuyasha entonces confundido entre dos amores trató de protegerlas a ambas, su amor del pasado y su nuevo amor pero no salió muy bien: a tu madre le dolía y casi murió algunas veces porque él iba tras Kikyo, con el tiempo empezó a preferir a Kagome y Kikyo cayó por muchos acantilados…e hizo otras cosas a nuestras espaldas mientras sentía celos por tu madre, hacia tratos raros con Naraku, se robaba almas ajenas para mantenerse…

- Eso es espeluznante… ¿pero no dices que ella no era la Kikyo real? ¿Por qué papá aun la cuidaba?

- Porque su espíritu estaba dentro de esa muñeca de barro y no podía descansar en paz, no era la Kikyo real, pero al mismo tiempo era una parte de ella. Inuyasha sentía que no podía abandonarla y a la vez no quería perder a Kagome. Y los tres sufrieron bastante.

- Suena como una situación de mierda.

- Lo fue, para todos, incluso para los que mirábamos. Peero tu madre tenía opciones que no estaban nada mal_ Shippo levanto la hoja mostrando un retrato perfecto de Koga sosteniendo una rosa con los dientes_ Koga en ese tiempo estaba perdidamente enamorado de ella.

- ¡¿Koga!? ¿Qué no siempre estuvo prometido con Ayame?

- Pero él no la amaba en ese tiempo, las relaciones son complejas. Primero se enamoró de tu madre cuando la tuvo secuestrada, le llamo "Síndrome de Estocolmo a la inversa".

- Estoco… ¿Qué diablos es eso?

- Lee algunos de los mangas que trajiste del futuro, así entenderás que quiero decir.

- Oye Shippo, ¿no tienes nada mejor que hacer que registrar las pertenencias ajenas?

- No, asì como tu no tienes nada mejor que hacer que meter las narices en el pasado ajeno.

Moroha se cruzó de brazos:

- ¡Tsk! ¡no es lo mismo y lo sabes!

- ¿Tomar algunos de tus libros es peor que tomar un montón de dinero?

- Voy a tener que mantener una charla con Towa y Setsuna sobre mantener la boca cerrada.

- Si me preguntan creo que ambos tienen demasiado tiempo libre.

Ninguno de los dos se dio cuenta de que Kohaku les había contestado desde el suelo.

- Bueno…donde estaba ¡ah! Luego del asunto con Kikyo conocimos a Miroku quien para hacerle justicia era bastante joven e inmaduro en ese tiempo…

- Tenía la maldición del agujero negro ¿verdad? el viejo me lo contó.

- Sep, eso fue resultado de que su abuelo manoseara a Naraku en el pasado mientras estaba disfrazado de mujer. Por eso un hombre honorable jamàs debe andar por la vida agarrando culos porque no sabes a que clase de persona pertenece dicho culo.

- ¿Que no es porque es indecente? Towa dice que en su tiempo se llama acoso sexual.

- Y esa también es una excelente razón. Pero aparte de eso…

Moroha abrió la boca de par en par ante la ilustración de Shippo donde estaba el respetable padre de Hisui a quien había llegado a querer como un tío…tocándole el trasero a su madre.

- Miroku heredó la lujuria de su abuelo, era un monje toca nalgas. Andaba por la vida pidiéndole a cada mujer joven y atractiva que veía que tuviera un hijo con él, hasta el día de hoy dudo que no tenga algunos hijos perdidos por ahí. Pero no le digas a Sango.

- ¿El viejo no lo mato después de eso?

- Quería hacerlo, pero en lugar de ello se hicieron aliados.

- Èl no siguió manoseando a mamá ¿verdad? _ esperaba que no o sería muy extraño mirar a la cara a futuro al padre de Hisui.

- No, cuando se dio cuenta que había algo entre Inuyasha y Kagome dejo sus pompas en paz, además poco después nos topamos con quien sería las nalgas de su vida ¡Sango!

- Oh, entonces una vez que conocieron a Sango, Miroku se curó de su lujuria.

- Digamos que sí…luego de que tocara muchos otros traseros entre medio, pero sin duda sus nalgas preferidas siempre fueron las de Sango. Pero no seas muy dura con èl, gran parte de su desesperación de tener hijos era para dejar descendencia antes de que la maldición lo consumiera.

Moroha se quedó pensativa unos minutos apoyando la barbilla en las manos, viendo a Hisui trotar junto con los otros exterminadores.

Luego de que sus padres revelaran que habían sido viejos amigos del padre de Moroha, Hisui dejó de tratarla como si fuera un demonio sospechoso y su relación cambió a la de un hermano mayor regañón que constantemente la miraba como si ella estuviera tramando algo y que sin embargo era bastante amable en realidad.

- ¿Crees que Hisui en el fondo también sea un tipo lascivo?

- No, creo que se parece más a su madre_ Shippo copió la pose de Moroha_ aunque…si me preguntas tengo la sensación de que la atrae Setsuna.

- ¿Tu también? Siempre esta mirando su espalda cuando cree que ella no se da cuenta.

- Y una vez lo vi oler su cabello cuando ella estaba distraída.

- Mira…ahí están regresando_ En el cielo las gemelas medio demonio estaban descendiendo hacia donde se encontraban sus compañeros exterminadores_ tengo una idea.

Con una risita maliciosa la pelinegra saco su celular, cortesía involuntaria de tío Sota haciendo zoom hacia donde Hisui se estaba yendo a reunir con Towa y Setsuna, su atención sin embargo directamente sobre la hermana menor.

-¡Mira, mira! él otra vez está observando su espalda.

- Tiene que ser bastante valiente si quiere de suegro a Sesshomaru_ Shippo tenía una expresión idénticamente malvada mientras observaba la imagen_ espera, enfoca más sus ojos.

- ¿Eh? ¿porqué? _ aunque con dudas Moroha obedeció.

Ojos castaños y verdes se abrieron al ver exactamente en que dirección apuntaban los ojos del joven exterminador.

Y no era la espalda ni el cabello de Setsuna.

- Ese tipo… ¡le ha estado mirando el trasero todo este tiempo con una cara perfectamente seria y honorable! _ chillo Shippo en estado de shock_ nunca habría esperado esto de él.

- Yo tampoco…¡pensé que era tan santo y serio como Kohaku!

- Sì, ese jamás ha tenido novia desde que lo conozco, es tan tímido con las mujeres que alguna tendría que saltarle encima para que haga algo. Por eso Sesshomaru le robó a Rin.

En la base del árbol el aludido estaba demasiado sorprendido por lo que acababa de escuchar:

- Oigan Rin y yo nunca…

Nuevamente fue ignorado.

- Seria una verdadera lástima que alguien dejara constancia de este momento ¿no?

Para ser alguien con poderes espirituales la cara de Moroha mostraba todo el lado oscuro de su alma.

- Y que usara esa foto para un chantaje futuro ¿no?

La cara de Shippo no lucía mejor.

Ambos se miraron unos segundos antes de comenzar a presionar el botón del celular una y otra vez para obtener capturas comprometedoras del pobre Hisui totalmente ajeno a que sus apetitos masculinos fueron descubiertos.

Kohaku suspiró apoyándose en el tronco del árbol:

- Voy a requisar ese extraño aparato más tarde.

Minutos màs tarde ya no se escuchaban voces en el árbol y los jóvenes en entrenamiento estaban terminando de trotar:

- Tío ¿estas bien? luces cansado.

Hisui apareció a su lado, mostrando un semblante preocupado por la poco usual perdida de compostura de su jefe:

- Estoy bien, pero Hisui_ Kohaku puso una mano sobre su hombro mirándolo fijamente a los ojos_ tienes que aprender a controlarte, alguien con malas intenciones podría descubrir la forma en que miras a Setsuna.

- ¡¿Ehhh?!

El rostro del joven estalló en un rojo brillante comenzando a tartamudear alguna excusa, deseando saber si de verdad era tan notorio con sus sentimientos.

Ni tío ni sobrino se dieron cuenta del par de pequeñas sombras que saltaron del árbol escapando a sus espaldas llevando con ellos la llave de la perdición del pobre Hisui.

Continuará…

Esto paso de un fic donde Shippo solo se iba a sentar a hablar del pasado a un fic donde hace eso mientras hacen trastadas con Moroha, se trolean mutuamente XD, e Inuyasha trata de hacer de padre.

El próximo episodio va a ser más corto quiero poner un poco de Inuyasha hablando con la anciana Kaede mientras Moroha y Shippo van a cenar a la casa de Sango :D…

Me alegra que les esté gustando este fic, ha sido muy gracioso escribirlo. Y...bueno si contradice el cannon no es mi culpa jajj yo juraba que Moroha tenía un celular antes del ep màs reciente :c