Y llegamos al episodio número nueve del fic. Este capítulo al igual que el anterior tiene un poco de todo. Si se preguntaban sobre porque Shippo le mintió a Moroha aquí está XD y ella en episodios anteriores había pensado hablar con él sobre algo y aquí está también.

Además pondré un flashback sobre un tema que siempre me he preguntado y creo que a la serie le faltó abordar.

Inuyasha como padre celoso en constante paranoia es la cosa más divertida del mundo jajaja. En realidad, creo que sería así, pero si se da cuenta de que Moroha ama a alguien y el futuro yerno tiene méritos, la quiere y esta dispuesto a protegerla con toda el alma sin importar si incluso es humano y Moroha es más fuerte que él y el sentido de cuidarla no va demasiado a la parte fìsica. Inuyasha lo aceptaría finalmente y lo respetaría…especialmente porque no huyó durante el periodo previo. Pero durante la etapa previa va a ser un infierno y los únicos sacrificios para chistes que tengo ahora son Shippo e Hisui…si la serie eventualmente revela a un posible interés amoroso para Moroha, o un amigo especial de su pasado, un cazarrecompensas rival o alguna cosa que huela a ship podría agregarlo al fic para chistecitos si me gusta la pareja (lo que puse en el fic…en los gustos yo soy Moroha jajaja).

Le cambié el nombre al fic porque va a acabar siendo más una historia de los diferentes tipos de lazos que tienen los personajes entre ellos (con mayor enfoque en los de Moroha) con Moroha sobornando a Shippo solo como medio de partida.

Respuestas a comentarios: Verás manu diría que sí, Inukag e Inukik fueron cannon en tiempos diferentes…Inukik en el pasado y esa relación no se cerró bien hasta que ella muriò de forma definitiva y al mismo tiempo durante la historia empezó Inukag, su relación de "amigos" para occidente o "amigos que se gustan" en Japón es más claramente "dos personas que tienen algo" si buscas sobre relaciones hombre-mujer en Japón vas a ver de que hablo.

El final distinto es teoría de fans, por lo que sé Rumiko jamás dijo que tenía planeado ese final, aparte era difícil que Inuyasha quedara con Kikyo ella estaba muerta, la Kikyo que vemos en la historia no es la original, su alma se reencarnó en Kagome, era una sombra de la Kikyo viva…Inuyasha ya no podía estar con ella, la única forma de elegirla sería suicidándose (y como dije eso no garantiza que estarían juntos en el más allá porque Kagome era la reencarnación) o decidiendo renegar de su amor actual por Kagome guardando la memoria de Kikyo para siempre. Obviamente suicidarse por Kikyo implica más que "no elegir a Kagome" es renunciar a sus amigos, las lecciones que aprendió y la idea de ser feliz como Hanyo, era tirar todo eso para morir con su primer amor una lección muy mala y poco sana para una historia.

Por otro lado la idea de KagomexInuyasha presente socava totalmente un punto importante de Inukag…Kagome aunque era la reencarnación de Kikyo no era Kikyo, ni su continuación ni "la Kikyo moderna" era Kagome, su propia persona, alguien distinta…se puede decir que Inuyasha amaba a la misma alma pero por algo tuvo que enamorarse de Kagome y no la amó automáticamente al conocerla. Kagome no habría amado a la reencarnación de Inuyasha, él no sería "Inuyasha del presente" sería otra persona ¿se puede pensar que sus almas están conectadas y tendrían tendencia a buscarse? Tal vez si quieres, pero la idea es la misma: las personas no son reemplazables, Kagome no habría amado automáticamente a ese tipo, así como Inuyasha no la amo automáticamente a ella, Kagome y Kikyo nunca sintieron que eran la misma persona por eso los celos y el malestar de ambas con la otra, no se veían como "mi otro yo". Un final así no habría sido feliz, habría sido tirar todo el desarrollo Inukag para dejar a Kagome sola dándole apenas una oportunidad de, tal vez enamorarse de la reencarnación de Inuyasha algún día mientras Inuyasha jamás superaba a Kikyo y quedaba solo por siempre o elegía morir junto a ella en el pasado. Las implicaciones para la historia y su significado van más allá de una guerra de ships.

Un mejor final alternativo podría ser que Kagome vea que Inuyasha no puede dejar atrás a Kikyo ni rehacer su vida, regresa al presente cansada de todo, el pozo se cierra Kagome no intenta volver por ello sabe que el pozo se cerró cree que èl jamàs la buscò. Pero Inuyasha con una apariencia de unos 20 años de todos modos llega a buscarla siendo el Inuyasha del presente…él espero cientos de años por ella una vez que el pozo se cerró y ya dejo ir a Kikyo hace mucho tiempo, ha pasado siglos esperando solo a Kagome porque no pudo olvidarla y cumplir su promesa de solo pensar en Kikyo por siempre, le comenta que el pozo se cerró y por eso nunca pudo buscarla, Kagome nunca lo olvidó y se quedan juntos. Peero Sango y Miroku ya estarían muertos hace mucho y a lo más Shippo estaría allí como un adolescente de unos 17-18, sería algo triste.

Inuyasha y Hanyo no Yashahime no me pertenecen...lamentablemente, harìa muchas cosas XD.


Meses atrás, al inicio de todo…

Dentro de la cabaña se podía ver a dos hombres sentados frente a frente con la sencilla mesa de madera sosteniendo una cena liviana entre ellos. Uno de los hombres llevaba ya bastante tiempo en la etapa de la adultez, pero aún se podía decir que era joven, el otro era un chico apenas salido de la adolescencia con cierta apariencia bastante juvenil aún.

Kohaku observó a su sobrino con preocupación. Su compañera de equipo Setsuna había desaparecido en medio de un vórtice multicolor en el Árbol de las edades junto a Moroha, la cazarrecompensas, posiblemente yendo hacia el mundo del cual provenía Kagome cuya alma llevaba descansando en paz muchos años…o al menos eso creían.

Hisui estaba pensativo y teniendo dificultades para comer, un par de veces el arroz se le escapó de los palillos antes de llegar a la boca:

- Mantuviste la compostura sorprendentemente bien en casa de la anciana Kaede, estoy orgulloso_ estaba seguro de que el chico albergaba más que simples sentimientos de compañerismo o amistad hacia Setsuna incluso si hacía lo posible por camuflarlos.

- Un exterminador tiene que mantener la cabeza fría, no importa que pase.

Su voz era calmada y sonaba como el alumno perfecto que siempre era, pero el temblor en sus manos decía que su estado emocional era radicalmente distinto al que aparentaba:

- Sé que estás preocupado por Setsuna, yo también, pero ella es fuerte y el sitio del cual provenía Kagome por lo que sé, no era peligroso, probablemente ella va a estar bien hasta que puedan regresar.

- ¡Pero tío! Y si… ¿y si está en otro sitio? Ni siquiera está en buena compañía, sino con esa cazarrecompensas.

- Solo nos queda creer en Setsuna Hisui, además…he confirmado que ella no es humana, como medio demonio tiene más resistencia ante cualquier eventualidad.

- Tù… ¿confirmar? ¿lo sospechabas tío? _ él había estado completamente sorprendido al saberlo, jamás lo sospechó en todos los meses que se conocían.

- Hisui su color de ojos y ese mechón rojo eran bastante inusuales, no he conocido ningún humano que los tenga, sumado a sus poderes y la estola parecida a la de Sesshomaru…lo sospechaba. Me extraña que tu nunca vieras nada raro.

- Creía que su cabello y ojos eran solo…algo especial como esas chicas que tienen ojos azules, pensé que uno de sus padres pudo ser extranjero_ un suave rubor adornó las mejillas de Hisui viendo su propia ingenuidad_ los poderes…ella podría haber tenido algunas habilidades mágicas y Setsuna siempre ha sido tan reservada que preferí no preguntar, convencí a los chicos para que tampoco la molestaran.

- Bueno…_Kohaku suspiró_ tal vez fue lo mejor, espero que la actitud de ninguno de ellos cambie al saber que es medio demonio.

- ¡No lo voy a permitir! ¡Setsuna sigue siendo Setsuna no importa lo que sea, eso no cambia quién es!

Al hombre se le escapó una pequeña risa ante el arrebato de su alumno:

- Seguro tienes buenos sentimientos Hisui, pero no puedes controlar lo que siente el resto y no creo que ella apreciara que la defendieras, algunas mujeres encuentran eso atractivo pero considero que Setsuna preferiría que la dejaras encargarse por si misma si la molestan.

- Lo sé…sé que ella es así…pero si dicen algo mientras ella no está_ Hisui apretó los puños sobre su regazo, realmente esperaba que nadie se atreviera a hacer malos comentarios_ lo que no entiendo es porque esta sola si no es huérfana, si su padre esta vivo ¿él la abandonó?

- No, Sesshomaru no abandonaría a su hija. Cuando se casó con Rin él prometió que amaría a los hijos que tuvieran, ella me lo aseguró_ una expresión triste se apoderó del hombre…su antigua amiga ¿Dónde estaría? ¿Por qué Rin aceptaría separarse de su hija? ¿Por qué Setsuna no recordaba a sus padres? deseaba con toda el alma que nada le hubiera ocurrido a la mujer _ algo pasó hace años y podría tener relación con esto…además, está esa niña Moroha.

Hisui terminó de comer, dejo los palillos sobre el tazón y frunció el ceño:

- ¿Crees que es cierto lo que dijo la anciana Kaede? ¿Qué ella es la hija perdida de los amigos fallecidos de mis padres?

- No lo sé_ Kohaku se cruzo de brazos su rostro delataba una profunda reflexión_ ciertamente una chica con poderes demoníacos y espirituales es algo raro de ver, pero nunca vi a la pequeña bebé de Inuyasha y Kagome, mi hermana dijo que tenía cabello negro, pero eso no ayuda, ese color de cabello es muy común. Moroha debe tener una historia interesante detrás, pero no podemos asegurar que es la hija de Inuyasha y Kagome basándonos en tan poca cosa. Respeto a la anciana Kaede, pero creo que no está pensando correctamente, está dejando que su deseo de que ella sea ese bebé empañe su juicio. Beniyasha podría ser la hija de otro demonio y una sacerdotisa, ellas viven su vida enfrentándose a ellos como enemigas, no es rara la historia donde el odio terminó siendo amor o…bueno lujuria.

Hisui tragó avergonzado:

- Hablas de… ¿solo una aventura?

- Sí, he visto casos, el demonio no desea criar a su hijo de sangre mixta y la mujer esconde su vergüenza abandonándolo.

- Cuan cruel.

- La vida es así a veces. Pienso que hasta que no tengamos más información no deberíamos decirle nada a mi hermana o mi cuñado. Moroha no parece malvada, pero sí muy astuta, dudo que desaprovechara la oportunidad si sabe que hay un par de personas que la acogerían inmediatamente y le darían todo lo que quiera si ella resulta ser la hija perdida de sus amigos.

- Pienso igual, no quiero que mis padres sean engañados. Además, tío…incluso sí…ella es su hija, ¿Qué pasa si no es una buena persona? Beniyasha no es una niña pequeña, no quiero llevarla a mi casa tan fácilmente, no confío en ella, sea hija de quien sea.

- Lo entiendo, siento lo mismo_ asintió Kohaku.

Fuera quien fuera Moroha, no sabían casi nada de ella, parecía alguien de recursos acostumbrada a sacar provecho de las situaciones y las personas, sin duda era una amante del dinero. Habían pasado años desde que Kagome e Inuyasha se fueron, no sabían nada de que tipo de persona resultó su hija si aún vivía o quienes la criaron. Una adolescente de catorce años ya era su propia persona con un sistema de valores formados, no podían darle confianza solo porque fuera la hija de dos personas queridas…o peor…solo porque había una posibilidad de que lo fuera.

Primero habría que observarla y ver que tipo de persona resultaba ser, si era de fiar, si de verdad podría ser quien creían que era…y si lo era y aún así no le gustaba lo que veía se iba a quedar callado. Hisui también lo haría Kohaku lo conocía.

No iban a dejar que nadie se aprovechara del dolor aún latente de Sango y Miroku ni siquiera la hija real de Inuyasha y Kagome, no si ella podría ser peligrosa. Si fuera más pequeña…si tuviera menos de diez años…no importaría tanto podrían reeducarla, pero una chica de casi quince años no podía ser evaluada como persona a partir de quienes fueron sus padres y era más difícil de reeducar si creció con ideas erradas.

Habría que ver y esperar.


Puede gustarles o no, pero necesitaba una explicación para Kohaku e Hisui no dándole en apariencia ninguna importancia a Moroha, a menos que la serie revele que algo pasó y los recuerdos de Inuyasha y Kagome han sido medio borrados de las personas y por eso conocen sus nombres/quienes eran pero no los recuerdan con mucho cariño ni como personas significativas en sus vida me seguirá pareciendo raro que no se toque el tema de "ah, esta debe ser la hija perdida de los amigos perdidos de mis padres" Kohaku conoció a Inukag, Hisui es difícil pensar que nunca escuchara de ellos al crecer…a menos que Miroku y Sango les duela hablar de eso y eviten el tema, que se yo…pero por ahora esta es la explicación de mi fic.

Ahora gocen el ep en tiempo actual y recuerden que Inuyasha y Hanyo no Yashahime no me pertenecen yo solo tomo sus personajes para hacer comedia.

Cosas pendientes

El resultado de hacerle caso a su amigo borracho sometiéndose a una competencia de beber era igual a un arresto domiciliario por una semana. Shippo tuvo el mismo castigo en casa de Kohaku, pero fiel a la rebeldía que consiguió hace algunos años se escapó y desapareció por siete días, nadie sabía donde estaba, pero a considerar por el encogimiento de hombros de Hisui y su comentario de que eso era usual cuando el zorro no quería someterse a un castigo, nadie se preocupó demasiado y satisfizo la seria duda de Kagome sobre porqué Sango pensaba que disparar sandalias era el mejor método educativo.

Seguro lo era para un Kitsune que podía volverse invisible, escapar del arresto domiciliario, sacar comida deliciosa sin que nadie se diera cuenta aunque se lo prohibieran y hacer lo que se le viniera en gana…Miroku consideraba demasiado cruel poner barreras espirituales en la casa solo para castigarlo y en todo el periodo en que Inuyasha y Kagome no estuvieron el monje y su esposa se sentían responsables al ser los adultos con los que el chico pasaba más tiempo, los que siempre le ofrecían alojamiento y estaban con él. Shippo no tenía familia de sangre viva así que si bien su educación de zorro no podía recaer en ellos podían encargarse perfectamente de la moral, de alguna forma había que lograr que obedeciera teniendo en cuenta que la adolescencia demonio duraba demasiado y que el chico iba a verse máximo como un joven de diecisiete cuando Hisui tuviera nietos, por lo cual había que encontrar la forma para que esos ataques de rebeldía no fueran muy problemáticos y arruinaran su carácter a largo plazo.

A veces Kagome se preguntaba porque podía lograr más fácilmente que Sango que Shippo se comportara, Inuyasha quien pocas veces defendía al zorro de buena gana o era suave con él la sorprendió al comunicarle que su aura cuando estaba furiosa era tan aterradora que podía comprender porque el niño temblaba, èl mismo temblaba cuando lo miraba de esa forma. Este comentario no era muy del agrado de la sacerdotisa.

Por suerte Moroha resultó ser una castigada humilde que no trató de escaparse y se quedó felizmente dentro de la casa toda la semana buscando en que entretenerse. Ante el orgullo de Kagome y la perplejidad de Inuyasha le gustaba leer, había traído una enorme cantidad de libros del futuro (lo que explicaba porque la bolsa pesaba tanto) no solo mangas o novelas también bastantes libros de texto sobre historia, biología y cosas que no se sabían aún en la era feudal. Inuyasha no entendía porque su hija tuvo que heredar los gustos de su madre por perder el tiempo en cosas inútiles, mientras que Kagome alentaba el amor por el saber de su niña…aunque alentaba mucho menos el plan de usar sus conocimientos del futuro adquiridos por libros para hacer de vidente. Eso era estafa y Moroha tenía una peligrosa tendencia a priorizar la obtención de dinero por sobre la honestidad, aunque ya no lo necesitara tan desesperadamente lo seguía amando.

Luego de una semana entera de estar en casa ayudando a limpiar, cocinar, coser, clasificando hierbas, leyendo, entre otras cosas Inuyasha se preguntaba si la chica realmente entendía que eso era un castigo, pero no tendría que haberse preocupado: Moroha entendió claramente lo malo que era llevar una vida de borrachera cuando la resaca la golpeó al día siguiente de la boda de Kohaku.

Actualmente era su último día de castigo y ya estaba terminando su libro, desgraciadamente sospechaba que alguien le había robado la segunda parte de la novela, alguien que por fortuna estaba oliendo en ese momento.

- ¡Mamá! ¡Shippo e Hisui están aquí!

Kagome levantó la vista que había estado firmemente clavada en la mesa al moler una mezcla de hierbas para crear un medicamento para unos niños enfermos de la aldea:

- ¿Por qué no entran?

- No lo sé_ la chica se encogió de hombros.

- Ve a recibirlos, tal vez quieran hablar de algo contigo_ sonrió confiando en que no sería nada malo, pero podría ser algún chisme que no querían que los adultos escucharan, así era ser joven_ tu castigo ya está terminando, mientras te quedes cerca de la cabaña puedes salir.

- ¡Bien!

Moroha cerró el libro y echó a correr los pocos pasos que la separaban de la entrada, apartando la cortina gruesa que los aislaba del exterior para toparse de frente con sus dos amigos:

- ¡Hola chicos! Ha pasado un tiempo.

- Espero que esta semana te sirva para ver porque no hay que hacerle caso a un zorro borracho_ la voz de Hisui parecía molesta y su ceño fruncido combinaba con ella, pero la pequeña sonrisa tirando de las comisuras de sus labios indicaban que la estaba molestando_ Shippo también tiene algo que decirte.

- ¿Uh?

El pelirrojo estaba inusualmente callado donde generalmente ya habría saltado con un comentario estaba silencioso y con la vista baja, Hisui le diò un golpe en la nuca instándolo a hablar. Moroha levantó una ceja curiosa ¿acaso rompió el libro que le había sacado?

- Yo…

- ¿Eh?

- ¡Lo siento mucho!

Shippo se inclinó frente a ella dejando a la niña con más dudas que respuestas ¿Qué demonios había hecho como para estarse disculpando? Se estaba empezando a preocupar. Èl comenzó a hablar apresuradamente:

- ¡Se supone que somos amigos y papá siempre me decía que tenía que ser amable con las chicas, siempre critiqué a Miroku e Inuyasha, se supone que tendría que ayudarte a salir de problemas no a meterte en ellos, pero te emborrachaste por mi culpa! ¡lo siento!

Moroha exhaló aliviada:

- Oh, bien, por un segundo pensé que habías apostado mis ahorros_ puso una gran sonrisa palmeando suavemente el hombro del chico_ perdonado, para empezar tu estabas borracho cuando me retaste y fui yo la que te hizo caso, no es tu culpa y nadie sufrió…excepto Hisui porque creo que le confesamos nuestro amor.

Shippo levanto la cabeza de golpe:

- ¿Eh? ¿hicimos qué?

- Amor amistoso, el viejo se confundió y lo empezó a interrogar porque creyó que estaba interesada en él. ¡Keh! Como si pudiera interesarme el tipo que babea por mi prima. Así que solo Hisui sufrió.

- Es bueno saber que crees que eso no importa Beniyasha_ bufó el aludido un poco cabreado.

- No fue tan malo y lo sabes, además mamá dice que te rescataron rápido. Así que está bien Shippo, no necesitas disculparte.

- ¿De verdad? quiero decir…Hisui dijo que te hice llorar_ los ojos verde bosque brillaban con preocupación y culpa_ no me gusta hacer llorar a las mujeres.

- Ah, no recuerdo mucho, pero_ Moroha se rascó la cabeza haciendo memoria_ creo que fue por lo de que era un bebé feo…tengo la mente borrosa, también estoy bastante segura de que le sugerí a mamá que te disparara…

El Kitsune se recuperó un poco al escuchar como ella le quitaba importancia al asunto y pudo volver a su sonrisita relajada de siempre:

- Tenemos una borracha asesina entre nosotros, es bueno saberlo.

- De todos modos, lloré porque estaba ebria, no importa. ¿Por qué hiciste un gran problema por eso? No es propio de ti.

Shippo soltó un gruñido mirando de reojo al exterminador:

- Alguien exageró las cosas un poco y pudo haber olvidado que no estabas llorando porque te lastimé terriblemente.

- ¿Hisui aprendió a mentir? _ Moroha saltó hacia el pelinegro dándole un codazo juguetón_ ¡felicidades!

- Gracias, Shippo necesita que le devuelvan las bromas de vez en cuando.

- ¿Y tenerme preocupado por una semana te parecía una buena idea? Aprendiste como ser un bastardo, no sé si estar enojado u orgulloso.

- Aww, ¿estabas preocupado porque pensaste que heriste mis sentimientos?

Shippo podría haberle dado la razón y ser sincero si no fuera porque su tonito condescendiente le estaba picando el orgullo:

- Estaba preocupado porque tienes flechas espirituales y no quiero una en el culo porque te hice enojar, gracias.

- Y supongo que tu miedo crónico a Inuyasha no tiene nada que ver_ Hisui se apoyó en la cabeza de Moroha como si fuera una mesa provocando que la niña chillara furiosa tratando de apartarlo.

- Claro que no_ el zorro los observó un momento con diversión_ yo también quiero hacer eso cuando sea más alto que ella, Moroha se ve como un buen apoya codos.

- ¡Muéranse los dos!

- ¿No puedes saludar a tus amigos de una mejor forma?

Kagome surgió de la cabaña con una sonrisa cansada pero claramente regañando a su hija:

- No eres así con tus primas.

- ¡Towa y Setsuna son más lindas que estos!

- Sean amables con Moroha chicos, no la molesten_ la mirada de Kagome bastó para que Hisui quitara el codo de la cabeza pelinegra_ tu caballerosidad es una de tus mejores virtudes Hisui, no copies los malos ejemplos de Shippo.

- Pero Kagome…

- Pero nada_ el kitsune recibió un pellizco en la mejilla_ eras muy lindo con las chicas de niño, deberías retomar esas costumbres.

- ¡Pero Kagome, Moroha no es nada linda!

- Prefiero ser lista que linda y tu tampoco eres un encanto_ gruñó disparándole dagas con la vista.

- Creo que Shippo se refiere precisamente a tu actitud un poco abrasiva Beniyasha.

- ¡Pues su actitud también es mala!

- ¡La actitud de ambos es mala! _ Kagome agarró la oreja de su hija teniendo ambas manos ocupadas castigando_ ¡aprendan a usar palabras gentiles cuando se hablen y solucionen sus problemas con calma! ¡tampoco usen la violencia! No sé donde están aprendiendo esos ejemplos.

Hisui sintió poderosos deseos de abrir la boca y señalarle a la sacerdotisa que probablemente aprendían los malos ejemplos en su misma mesa con todo el asunto de ella y su marido no siendo muy buenos en eso de las palabras gentiles para solucionar sus problemas, el collar de subyugación y lanzar libremente lo que pensaban del otro aunque no fueran cosas muy dulces. Pero mejor se calló, no quería faltarle al respeto a la dueña de casa.

Inuyasha no entendía que demonios estaba pasando cuando llego a su casa topándose con Kagome tironeando las caras de Moroha y el chaparro mientras Hisui parecía estar meditando seriamente sobre algo.

Se encogió de hombros y se metió a la casa cargando el pez que acababa de pescar:

- Ven coqueto, si te quedas a comer ayudas a limpiar el pez_ agarró a Hisui por el hombro tirando de él a la casa.

- No estoy en contra, pero… ¿coqueto? No soy nada de eso.

- Keh, tu cara me dice lo contrario.

- Es la cara con la que nací.

- Es la cara de Miroku, eso me basta.

- ¿Eh? No veo como tener la cara de mi padre me hace coqueto, más bien debería darme el aspecto de un hombre santo…y levemente estafador…pero principalmente santo.

Inuyasha rodó los ojos e ignoró su comentario agregando el hecho de no contarle nada al chico sobre el pasado de su padre a la lista de cosas que le debía Miroku, luego le pasò un cuchillo para que comenzara a trabajar.

Fuera de la casa aún se escuchaba el regaño de Kagome y los alegatos de Shippo y Moroha decidiendo quien de los dos era màs carente de encanto y gentileza.


Cabaña de la anciana Kaede…

Towa se mordía la lengua intentando concentrarse en el libro de literatura que tenía en frente. Desde que comenzaron sus aventuras en la era feudal se había olvidado completamente del material escolar que llevó para no retrasarse demasiado en sus estudios, así que estaba aprovechando los días tranquilos y las tardes donde Setsuna dormía para leer. No había pensado demasiado sobre si se quedaría en la era feudal junto a su hermana o regresaría permanentemente al futuro para hacer su vida allí tratando de convencer a su gemela para que fueran juntas, hoy por hoy, el asunto de su padre y su madre biológicos hacia las cosas más difíciles. Todo lo que sabía es que le prometió a Mei que regresaría y no se marcharía para siempre.

Por suerte su papá Sota no parecía tener un trauma muy grande con todo el asunto de su hermana yéndose permanentemente al pasado, así que no se veía muy lastimado cuando ella se fue.

Jaken deambulaba por la cabaña limpiando, sacando brillo y quejándose de que las dos amas tuvieran que habitar en semejante humilde lugar: la anciana Kaede no estaba demasiado contenta con sus acotaciones.

Un sonido provino del futón donde estaba descansando Setsuna, Towa rápidamente fue hacia ella tomando un vaso de agua en el camino para ofrecérselo:

- ¿Te sientes bien?

Ella a veces despertaba desorientada o llorando y necesitaba un rato para situarse. Por unos momentos volvía a ser la niña emocional que solía ser antes de que el incendio las separara, luego cuando se calmaba se mostraba incómoda y avergonzada por el estallido.

Setsuna se sentó estirando una mano temblorosa hacia el vaso comenzando a beber rápidamente. Una vez que terminó fijó sus ojos violeta en Towa:

- Mientras dormía…acabo de recordar los trozos del pasado que faltaban. Sé porque padre hizo el trato con la Mariposa de los sueños y porque nuestra madre está encerrada en ese árbol. Ella lo hizo para protegerme.

- ¿Protegerte?

- Todos pensamos que estabas muerta una vez que desapareciste, madre dijo que sentía que seguías viva en algún sitio, pero no había pruebas así que no podíamos creerle.

- Entiendo_ Towa se encogió en su sitio sintiendo deseos de hacerse más pequeña por la vergüenza al saber que esa mujer en la que casi no pensaba demasiado había sufrido tanto por ella y las había amado tanto_ yo…pensaba que estaba congelada en ese árbol porque se lastimó y Sesshomaru se negaba a dejarla morir.

- No_ Setsuna tragó_ padre nos dijo que Zero, la hermana de Kirinmaru tiene el poder de encontrar a las personas cuando duermen, padre hizo un trato con la Mariposa de los Sueños: me quitó la capacidad de dormir permanentemente para que Zero no me encontrara, además de cualquier recuerdo que tuviera relación con nuestros padres. Pero toda esa cantidad de información no podía solo borrarse, debía haber un contenedor que guardara todos los recuerdos borrados y recibiera mis horas de sueño perdidas por mí, además de toda mi debilidad de la noche humana. Madre se sacrificó y ha estado dormida desde entonces.

- Así es_ Jaken se acercó lentamente a las gemelas_ la ama bonita menor estuvo de acuerdo en el plan, pero la señora Rin escondió la parte donde ella se sacrificaría porque de lo contrario se habría negado…lo último que el amo Sesshomaru le dio fueron las indicaciones para llegar a la aldea, a esta cabaña. Preferí esperar a que la ama recuperara sus recuerdos sola para hablar.

- ¿Pero que hay del "Rito de coraje y cobardía"? _ preguntó Towa recordando las palabras de la anciana Kaede.

- Ah, eso_ Jaken tosió incómodo mirando a su alrededor algo temeroso_ el amo bonito no es demasiado bueno inventando excusas_ volvió a mirar en torno a èl como si Sesshomaru fuera a materializarse de pronto para golpearlo_ fue la misma excusa que usó para llevárselas cuando nacieron. Esas mujeres Kagome y Sango estaban haciendo demasiadas preguntas y no había tiempo, mientras menos supieran mejor o Zero podría encontrar la información en sus sueños.

- Pensaba que unirme a los exterminadores tal vez también fue una orden de padre, pero no aparece nada sobre ello en mis recuerdos.

- Eso fue idea de usted ama bonita menor, el amo Sesshomaru quería que se quedara en casa de la anciana Kaede a salvo como lo hizo su madre de joven, pero ambas son iguales, no pueden estarse quietas y hacer lo que les dicen.

- Jaken.

El pequeño ser se paralizó al ver la mirada helada de disgusto que le estaba enviando la chica, ninguna de sus amas le había levantado nunca la mano ni lo había pisado como su amo, pero a veces cuando estaban disgustadas lo observaban de una manera idéntica a su padre, Setsuna solía recordarle a él más a menudo, pero Towa no se quedaba atrás cuando se disgustaba.

- Puedo tomar mis propias decisiones.

- Sì, ama.

- Creo…que ahora entiendo un poco mejor muchas cosas_ murmuró Towa_ es probable que el tío Inuyasha y la tía Kagome supieran de Zero igualmente…si no cuando nacimos, sí más tarde o quizá se limitaron a seguir lo que les dijo Sesshomaru.

- El amo bonito les dijo sobre ella para darles tiempo a que hicieran los arreglos sobre donde dejar a su bebé antes de…

- ¿Traicionarlos? _ ofreció Towa aùn siendo para ella un punto delicado esa parte del plan de su padre.

- Iba a decir encerrarlos para mantenerlos a salvo hasta que fuera el momento correcto. Usted no lo entiende, pero Inuyasha y su esposa no tienen siempre el mejor juicio.

Towa abrió la boca para debatir, pero la mano de Setsuna colocada frente a ella le dejó en claro que no serviría de nada discutir con Jaken y su enorme devoción a Sesshomaru. Luego agregó:

- Por fin tiene sentido porque Sango y Miroku no fueron los elegidos para criar a Moroha, habrían sido la opción más obvia donde buscarla si Zero la quería a ella también.

- Y porqué el señor Koga le mintió a Shippo cuando él fue a verlo intentando encontrarla_ reflexionó Towa, por fin todo encajando como en un puzle_ y el motivo por el cual Sesshomaru nunca cuidó de Moroha, aunque ella es su sobrina, lo mejor que podía hacer para protegerla era alejarse de ella.

- El amo Sesshomaru no habría cuidado de la cría de Inuyasha a tiempo completo ni aunque pudiera, usted no lo entiende aún ama, pero ellos nunca han sido hermanables.

- ¿Por qué? _ Towa ladeó la cabeza pensativa_ ¿Podría ser que a Sesshomaru no le gustó que su padre engañara a su madre con una humana?

- Bueno…_Jaken carraspeó, no podía decirles a sus dos amas medio demonio que su padre solía odiar a Inuyasha por ser un medio demonio y considerarlo una abominación espantosa de la naturaleza. Si alguien iba a hablarles de eso a las niñas que fuera su padre_ algo así, tampoco estaba muy conforme con el reparto de la herencia.

- Ah…eso es sorprendentemente similar a lo que pasa es la era actual_ asintió Towa solemnemente_ la familia de mamá Moe tuvieron una enorme pelea cuando se murió la tía abuela Mia y no les gusto como repartió sus terrenos. Tal vez demonios y humanos no sean tan diferentes después de todo.

- Usted tiene unas formas muy extrañas de reflexionar ama.

- Pero aún así me parece un poco mezquino no preocuparse nunca por Moroha aunque fuera desde lejos.

- El amo hizo algo mucho más grande por esa niña que solo vigilarla de vez en cuando.

- ¿Tal vez la ayudó cuando ella estaba inconsciente por usar el Rouge un par de veces? _ la gemela albina estaba esperanzada, ella apreciaba los vínculos familiares y fuera blanda o ingenua siempre estaría dispuesta a darle a las personas el beneficio de la duda y a creer en ellas si podía, y le gustaría poder creer en su padre, pensar que su amabilidad no era tan difícil de entender como decía la anciana Kaede.

- Una o dos veces_ suspiró Jaken_ pero no me refería a eso.

- A que…

Setsuna que había estado callada interrumpió la frase de Towa dejándola con la pregunta en la punta de la lengua, pero se calló de buen grado para escuchar a su hermana.

- Sabemos que Kirinmaru nos teme por una profecía, Zero es su hermana así que podría ser lógico pensar que se preocupa por él, pero no podemos descartar que haya algo màs en todo esto.

- El amo bonito cree que a Zero no le importa realmente Kirinmaru, incluso la profecía podría ser falsa.

- ¡¿Por qué alguien mentiría así?! _ chilló Towa escandalizada_ ¡si es una mentira arruinó la vida de muchas personas y además esta usando a su propio hermano!

- Ella podría haber estado enamorada del padre del amo Sesshomaru e Inuyasha.

- Un momento… ¿celos? _ la chica no podía estar más estupefacta_ ¿creen que todo esto pasò porque Zero no pudo aceptar un rechazo con dignidad?

- Ciertamente sería irritante_ la voz de Setsuna era tan calmada como siempre, pero se podía distinguir la molestia.

- Verán amas, en el mundo hay mucha gente así, porque creen que tuvimos tantos problemas con Naraku, él no pudo aceptar el rechazo de una humilde humana y enloqueció.

- Que horrible_ bufò Towa_ si me llego a encontrar con Zero cara a cara alguna vez…_empuño las manos con furia_ ¡le diré que una mujer debe tener dignidad y dejar de perseguir hombres que no le corresponden! ¡y luego le pediré que deje de causar problemas!

No recibió ninguna respuesta, Setsuna y Jaken la miraron fijamente en silencio:

- Ama bonita menor…

- ¿Sì Jaken?

- No creo que el plan de Towa sama funcione.

- Yo tampoco…pero ahora que tengo mis recuerdos puedo ver más claramente que somos hermanas. Es tan rara como madre.

- Sí la dignidad del amo la heredó toda usted, la ama Towa a veces puede ser algo…

- Jaken, cállate.

- Sí, ama.

Towa habría llorado de emoción de haberse dado cuenta de que su hermanita menor la estaba defendiendo de la lengua criticona de su sirviente, pero lamentablemente jamás lo supo porque estaba demasiado ocupada pensando en que más podría decirle a Zero cuando se encontraran sobre la dignidad ante el rechazo.


Casa de Inuyasha y Kagome…

Una brisa fresca soplaba anunciando que el día estaba por terminar, los preparativos de la cena avanzaban dentro de la cabaña y a juzgar por los gritos de Inuyasha que llegaban hasta el tejado, Hisui había arruinado la sopa al sazonarla con algunos condimentos picantes tratando de ayudar. La respuesta de Kagome a los gritos de su marido no se hicieron de esperar saliendo en defensa del muchacho destacando sus buenas intenciones y comunicándole al medio demonio que dejara de quejarse tanto.

- ¿Crees que mamá se enoje si le digo que eso de usar palabras amables ni ella lo cumple? _ Moroha apoyó la mejilla sobre sus rodillas mirando a Shippo quien a su lado se estaba riendo.

- Siempre han sido así, eran peor de hecho. Pero es un poco gracioso que Kagome nos advirtiera que no quería escuchar peleas de gatos en el techo y resulta nosotros estamos escuchando la pelea de gatos allí abajo…o más bien pelea de perros.

- ¡ESCUCHE ESO ENANO! _ la voz de Inuyasha se escuchaba fuerte y claro desde dentro de la casa.

- Un momento ¿el viejo puede oírnos desde allí?

- Porque crees que no dijo nada cuando nos quedamos solos aquí arriba, por lo general Inuyasha no disfruta mucho que te quedes sola con Hisui o conmigo, como máximo soporta mejor que estemos los tres.

Moroha hizo una mueca:

- Sí, me di cuenta ¿Qué clase de gustos cree el viejo que tengo?

- ¡Escuche eso Beniyasha, este techo no es aislante! _ esta vez quien alegaba era Hisui.

- ¡No te ofendas! _ Moroha dio golpecitos con el pie bastante entretenida_ ¡quiero casarme con un sujeto que sepa cocinar y tenga mucho dinero!

- ¡Eso no esta bien Moroha! _ la cabeza de Kagome asomó por la puerta_ el dinero no…

- Lo decía porque si me caso con alguien pobre podría estar conmigo por mi oro.

Shippo bufó:

- Ni siquiera tienes tanto.

- Lo tendré para entonces.

- Ah bien…_Kagome consideró la idea un momento…no estaba mal en realidad. En su tiempo era muy normal que una mujer que trabajaba y tenía ingresos propios temiera que si su pareja no tenía los suyos o poseía menos se casara con ella por su dinero. Pero seguía siendo raro que una adolescente estuviera pensando como una Japonesa de mediana edad.

Bueno, al menos Moroha era precavida. Les recordó que la cena estaría lista pronto y volvió a entrar para regañar a Inuyasha por estar escuchando lo que hablaban los niños a escondidas, su marido siguió revolviendo la sopa mientras le contestaba en una rutina de discusiones bastante usual en la vivienda.

Shippo gimió para sus adentros deseando que Inuyasha madurara de una vez, pero por cómo iban las cosas "Inuyasha" y "madurez" no iban a estar juntos en la misma frase hasta dentro de unos cien años.

Por fortuna Moroha no parecía enojada por la actitud sobreprotectora de su padre, una vez que lo conoció y se diò cuenta de que no actuaba así porque la considerara débil sino porque era literalmente como un perro guardián dispuesto a lanzarse encima contra cualquiera que molestara o quisiera llevarse a su dueño (ella y su madre) dejo las cosas estar, se tomaba toda la situación a broma, además no es como si pudiera culpar a su viejo: Hisui tenía una cara coqueta que contrastaba con sus buenas intenciones y Shippo era conocido como el peligro de la aldea para todas las niñas entre once y trece años que se dejaban engañar por su actitud generalmente suave si no lo conocían tanto como para ver el lado fastidioso.

Tal vez era hora de encontrar nuevos amigos.

- ¿En qué estás pensando?

- En que necesito algunos amigos con cara solemne y mejor corazón.

- Voy a fingir que no escuché eso.

- También en que es bueno que usaras el oro que sacaste para ir a buscar a tu amigo zorro, no pensé que seguirías con esa idea desde que mamá despertó.

- Tenía que intentarlo, ninguna de ustedes ha encontrado la forma de volver a cruzar a la era de Kagome ¿no? tener un plan de respaldo es buena idea.

- ¿Escaparte del arresto domiciliario no tenía nada que ver?

El chico se rió entre dientes:

- Un poco. No quiero estar encerrado una semana entera en casa de Kohaku con su nueva esposa, las paredes son tan aislantes como este techo.

La carcajada de Moroha dejó en claro que concordaba con ello. Cuando termino de reírse la niña se puso seria abrazando sus rodillas.

- Oye…Shippo mientras no estabas me di cuenta de que nunca te dije que lo sentía.

- ¿Eh? ¿por qué? _ el zorro trató de buscar en su memoria alguna razón por la que ella debería disculparse, pero no encontró ninguna.

Le dirigió una mirada desorientada y ella entendió que tendría que explicarse:

- A veces tengo la sensación de que te sigue preocupando hablar del tiempo que pasaste con mis padres cuando eras niño, especialmente cuando estoy yo. También que te sientes mal por ser cercano a mamá… ¿me equivoco?

Shippo se removió en su puesto negándose a mirar a la niña a los ojos.

- Claro que no, te estás imaginando cosas.

- Keh, no me estoy imaginando nada, soy buena leyendo a las personas. Shippo lo que pasó no fue tu culpa, no me robaste nada que me perteneciera. No te dije eso porque realmente lo pensara fue porque estaba enojada con mi vida y sentía que era injusto que mientras yo nunca conocí a mis padres tu viajaste con ellos, que yo tuve la infancia difícil mientras tù te quedabas con Sango y Miroku, pero sé que nada de eso lo causaste tú…además, tampoco es que todo fuera fácil para ti.

Él había perdido a su familia de sangre y encontró una nueva familia en sus compañeros de viaje, aunque tuviera nuevas personas a su lado eso no borraba el dolor de perder a sus padres, de la misma manera que la felicidad actual que ella tenía no borraba el dolor de sus catorce años de sentir rechazo y que no tenía un lugar en el mundo al cual pertenecer.

- Escucha, me agradas…la mayor parte del tiempo…

Al pelirrojo se le escapó una risa.

- Agregar ese comentario era completamente innecesario.

Moroha alzo una ceja oscura:

- ¿Te agrado los siete días de la semana a cada hora del día?

- Buen punto, continua.

- Mamá te ama y tu la amas a ella, no me importa que la abraces o la busques cuando necesites algo, no va a dejar de ser mi mamá por eso, sería una amiga de mierda si hago un escándalo celoso cuando Hisui te soportó llorando con sus padres por dieciocho años. No te considero una competencia y no me molesta que tengas recuerdos con ellos…ya no.

- Tienen todo el futuro por delante para tener recuerdos juntos y si te interesa mis recuerdos de Inuyasha son tan dulces como mi relación con él ahora.

- Es tu culpa.

- No me arrepiento de nada.

Moroha negó con la cabeza, si su madre creía que iba a meter algo de respeto y remordimiento en la mente del Kitsune por ser bocazas con Inuyasha estaba muy equivocada, quizá si aprendía a dominar las miradas mortales de Kagome conseguiría que la gente le obedeciera de la misma manera en que le obedecían a ella, pero por el momento era un caso perdido.

El zorro seguía extrañamente silencioso, aunque para ella el tema ya estaba cerrado y pensó que habían terminado con lo único que tenían pendiente, se quedó un rato hurgando en su cabeza, buscando que otro problema podrían tener, poniendo sin darse cuenta una expresión idéntica a Inuyasha cuando no entendía los motivos por los que alguna persona se molestaba con él.


En el interior de la cabaña Hisui sacó los cuencos y platos de un rincón llevándoselos a Inuyasha para poner los trozos de pescado. El exterminador a veces se preguntaba que oportunidades tenía de que el padre de Setsuna fuera más agradable que su medio hermano, Inuyasha ya los miraba a él y a Shippo como si fueran dos sujetos altamente sospechosos y ninguno tenía intenciones…sospechosas con su hija. No quería imaginarse que haría si algún día extremadamente lejano…muy lejano, Setsuna finalmente se fijaba en él y al gran demonio Sesshomaru no le agradaba. No quería morir.

- Iré a llamar a Moroha y Shippo_ Kagome se acercó a la puerta lista para levantar la voz, pero se vio detenida por el brazo de su marido que se enroscó suave pero firmemente en su cintura_ ¿Inuyasha?

- Dales un poco más de tiempo, Moroha tiene algunas cuentas que saldar con el chaparro_ sus orejas se movieron atrás y adelante escuchando lo que pasaba sobre el tejado_ y él tiene algunas cosas que decirle.

La mujer vio la cara seria de su marido, sorprendida por su actitud ya que él en el poco tiempo que llevaban siendo una familia se había revelado increíblemente rápido como un padre sobreprotector y vigilante de cualquier individuo masculino que rondara a su niña, especialmente desde que comprobaron que Moroha aunque parecía totalmente ajena al romance y no le prestaba mucha atención a los chicos tenía cierta debilidad por los muchachos amables que sabían cocinar y le regalaban comida. Poco importaba que en la aldea las tareas del hogar fueran en su mayoría cosa de mujeres así que Inuyasha debería haberse quedado descansando en que los gustos de Moroha aunque aparentemente simples no eran tan fáciles porque si ya no era sencillo encontrar a tipos considerados que no trataran de cambiar el carácter descarado y "poco femenino" de Moroha y además no se intimidaran con ella una vez que descubrían sus habilidades de pelea era aún más difícil que fueran de la clase que no se avergonzaba por hacer "tareas de mujer" comentándolo con orgullo. Para Inuyasha eso era irrelevante, peligro era peligro y constantemente actuaba un perro vigilante juzgando las intenciones incluso con los dos amigos más cercanos de su hija con los que Kagome nunca había visto nada que la hiciera prestar atención.

Así que la actitud de Inuyasha era poco usual y un tanto preocupante:

- ¿Están peleando?

- No, creo que Moroha pudo haber estado resentida con Shippo por haber pasado parte de su infancia con nosotros y la adolescencia con Sango y Miroku.

- ¿Ella cree que Shippo es una competencia? O tal vez está celosa _ la pequeña mano de Kagome se cerró sobre la túnica de Inuyasha_ parecen llevarse bien, no pensé que algo como eso le doliera.

Kagome se mordió el labio con tristeza ¿Por qué nunca pensó que Moroha podría compararse con el Kitsune? Ser cariñosa con el pequeño zorro siempre se sintió natural, Moroha nunca pareció molesta, ellos ya estaban en buenos términos cuando ella despertó e Inuyasha nunca dijo que pasaran por un tiempo donde las cosas no eran así. Jamás pensó que su niña se iba a amargar con él, pero tenía sentido si lo pensaba…alguien cercano a tu edad que conoció a tus padres, que fue casi criado por quienes podrían haber sido una amorosa familia adoptiva en otras circunstancias, si no hubiera sido tan riesgoso dejarla con Sango y Miroku, que no tenía la atribución de reclamar un lazo sanguíneo para "merecer" algo así.

No quería ver a ninguno de ellos lastimado.

- Iré a hablar con ellos.

- Kagome, espera. Están bien, solo están hablando no es un gran problema y si Moroha nunca lo mencionó es porque no quiere que sepamos que se sintió así. Déjalos.

La sacerdotisa parecía indecisa, finalmente asintió rindiéndose:

- De acuerdo.

- Vamos a comer, vendrán cuando terminen_ las orejas de Inuyasha dejaron de moverse.

Podía escuchar susurros sobre el tejado, estaba seguro de que era la voz del chaparro y podría saber que estaba diciendo si se enfocaba lo suficiente, pero se desconectó de la charla y rodeó a su esposa con los brazos en su lugar.

Tras ellos un callado e incómodo Hisui estaba revolviendo la sopa en el caldero.

"¿Recuerdan que aún sigo aquí?"


- No fue tan sencillo como podrías pensar.

Moroha guardó silencio esperando a que su amigo siguiera hablando:

- Cuando perdí a mi padre estaba solo, entonces me encontré con Kagome e Inuyasha…él nunca fue bueno con los niños, no era exactamente cálido conmigo y me quitaba la comida.

- Sé que papá puede ser algo torpe, pero… ¿te quitaba la comida?

- Inuyasha solo es suave contigo y Kagome, el resto tenemos que tragarnos su amor duro. No era exactamente una figura adulta amorosa y no podía compararlo con papá, pero me protegía cuando había peligro y era alguien que podía admirar, él era fuerte, poderoso y yo solo era un niño. A veces agarraba su espada pensando si podría funcionar para mí.

- ¿Funcionó?

- Claro que no_ Shippo dejo que la risita de la chica se extinguiera antes de continuar_ Kagome era más suave…ella era cariñosa, amable y me mimaba, solía dormir con ella cuando estaba asustado. Luego llegaron Sango y Miroku y fue fácil quererlos, todos se convirtieron en mi nueva familia, aunque no puedes reemplazar a los muertos sentí que encontré un nuevo grupo de personas al que aferrarme, ya no estaba solo. Pero… todos eran apenas un poco mayores que tù ahora y me di cuenta que ninguno estaba listo para soportar que me apegara a ellos cargándoles todo lo que sentía todo el tiempo, todos tenían sus propios problemas, Sango era amable pero su personalidad en ese tiempo era más una hermana mayor que una nueva madre, Kagome era con quien siempre me acercaba cuando quería cariño o consuelo, pero...

- Me dijiste que mamá fue una mezcla entre hermana mayor y figura materna, ya lo sé. Como dije, estoy bien con eso.

- Kagome tenía quince años Moroha, era casi una niña aún, aunque para mi pareciera mucho mayor en ese tiempo. Ella a veces se enojaba con Inuyasha y se iba de regreso a su mundo dejándome atrás, a veces estaba demasiado irritada para que me acercara, otras estaba dolida por todo lo que pasaba con Inuyasha y Kikyo, Kagome quería terminar la escuela también…lo que trato de decir es que era un niño pequeño intentando que una tropa de adolescentes rellenaran el espacio que dejó su familia perdida. Todos eran mayores que yo, pero era fácil ver que no podía ser una carga ni esperar que lidiaran con mi angustia constantemente.

Moroha lo escuchó con atención, era difícil imaginarse a Sango y a su madre como adolescentes casi unas niñas poco mayores que ella, pero podía entender a donde iba Shippo. Si Takechiyo no fuera la pequeña mierda problemática y tirana que era podrían haberse llevado mejor, podría haberle tenido algo de afecto y tratar de cuidarlo, pero ¿reemplazar a su madre perdida? ¿criarlo? ¿ser completamente una figura materna? No estaba lista, ni siquiera si lo quería, ni siquiera Towa con su personalidad dulce, cariñosa y su experiencia con Mei estaría lista. Moroha estaba segura de que su madre habría sido mejor con los niños que ella, Kagome sabría como ser una amorosa hermana mayor, pero…¿la experiencia de Shippo realmente fue lo mismo que habría tenido ella de crecer con sus padres?

- Lo que tratas de decir…es que ellos no eran exactamente como son ahora.

- No, si piensas que haber viajado con ellos equivale a lo que tu perdiste no es así. Fue difícil, siempre éramos atacados y la mayor parte del tiempo yo era totalmente inútil, tenía miedo de perderlos como a mis padres. Por eso cuando todo acabo me fui a entrenar, aunque cualquiera de ellos habría aceptado que me quedara a vivir en su casa de forma permanente.

- ¿No querías? Tu infancia…_ si alguien le hubiera ofrecido entre sus siete u ocho años quedarse en su casa, ser solo una niña, tener una familia lo habría hecho. Habría aceptado.

- En parte sí…pero quería mucho más dejar de ser inútil si algo pasaba, quería poder protegerlos como ellos siempre me protegieron a mí. Entonces tu familia desapareció y de todos modos no pude hacer nada, ni siquiera estaba allí. Te mentí sobre ello porque…

- ¿No querías hacerme llorar más?

- Y no quería llorar más yo.

Tiempo atrás Moroha habría dicho algo para aliviar el ambiente pesado, para escapar de estar allí sentada experimentando la tristeza propia y la ajena, pero ahora ya no necesitaba tener siempre encima la máscara de felicidad que utilizó toda su vida, así que en vez de esconder sus sentimientos estiró una mano y palmeo con torpeza la cabeza del Kitsune con el mismo gesto que él había hecho tiempo atrás para consolarla.

- Perdón, supongo que siempre pensé que la pasé peor que tú.

- Está bien, tampoco tuve la mejor idea sobre tu…_se calló al recibir una mirada alarmada de Moroha.

Inuyasha y Kagome aún no sabían del todo la situación difícil en la tribu de Koga, Moroha quería tocar el tema con calma, sabía que sus padres iban a estallar en rabia y no quería que Inuyasha fuera a cobrarle cuentas a Koga y Ayame…los amaba, no como a unos padres, pero los quería. La pondría triste verlos peleando con su padre.

Shippo no termino la frase dejándola en el aire deseando que Inuyasha no le pusiera atención a esa última parte si estaba escuchando.

- ¿Por esa razón regresabas siempre a casa de Sango y Miroku? Hisui recuerda que estabas allí cada verano.

- Sí, quería entrenar, pero me asustaba estar sin comunicación durante tanto tiempo, el entrenamiento Kitsune requiere que estemos en sitios donde no llegan cartas humanas a menos que le pidas a un zorro que las lleve y no es recomendable tratar con uno si no lo conoces bien, asì que no tenía como saber que estaba ocurriendo, me aterraba regresar y que también se hubieran ido así que volvía cada año. Todavía me asusta un poco.

- ¿Por eso tus vacaciones son tan largas?

- Si quieres que me vaya dilo directamente.

- Arg_ la chica se rasco la cabeza cansada_ no soy Towa, no sé como se supone que lleve este tipo de charla emotiva. No me pidas que sea sensible y responde, no sè una forma màs sutil de preguntarte.

- Que tal "Shippo me preguntaba si es por tu gran preocupación que te estás quedando tanto tiempo". No es tan difícil.

- …

- …

- ¿Entonces?

- Sì, Moroha, me quedo por eso.

- Vamos a estar bien ¿sabes? no puedo prometer que no vamos a morir…

Shippo enterró la cara entre las rodillas comenzando a temblar de la risa, oh por favor, ella a veces era demasiado directa:

- ¿De verdad me estás diciendo eso luego de todo lo que dije?

- ¡Lo siento! ¿Qué quieres que haga? Lo único que te puedo prometer es que vamos a luchar por estar bien, el viejo es fuerte, mamá es poderosa y estoy segura de que van a elegir muy bien en quien confían a partir de ahora y yo no tengo planes de morir joven, así que deja de preocuparte y regresa a hacer lo que tengas que hacer cuando quieras.

- Supongo que me voy a tener que conformar con esa respuesta.

El chico saltó del tejado flotando hasta el piso apartándose para dejarle espacio a Moroha que iba a aterrizar bruscamente incapaz de esquivar la gravedad.

Kagome salió de la cabaña sonriendo al ver que los dos estaban listos para entrar:

- Justo a tiempo, la cena está lista_ lo estaba hace mucho, pero prefirieron esperarlos para comer.

- ¡Genial! _ Moroha trotó felizmente al interior de la casa volteándose luego de atravesar el umbral habiendo recordado algo_ Mamá hoy es la noche humana del viejo ¿no?

- Uh, sí…

- ¿Shippo e Hisui pueden quedarse? Sé que tu y yo podemos cuidarnos bien mientras papá es humano, pero Shippo se va a quedar acampando fuera si no lo dejamos entrar porque él y papá son demasiado orgullosos para admitir que se quieren.

- ¡De que estás hablando Moroha! _ la voz de Inuyasha se hizo oír rápidamente_ ¡el chaparro puede regresarse por donde vino!

- ¡No estoy preocupado por ese bruto! _ alegó Shippo.

- …e Hisui sufre en casa de Kohaku con su esposa_ terminó Moroha ignorando los gritos.

- Eso es dolorosamente cierto, hasta que terminen de hacerme una habitación nueva más alejada sufro bastante.

Kagome se sintió aliviada al ver que cualquier problema estaba arreglado y Moroha se veía tan alegre y brillante como siempre:

- Sí, claro que pueden quedarse si dormimos tres en un futón caben dos personas en el otro. ¿No es así Inuyasha?

El medio demonio iba a alegar, a decir que no necesitaba tener a los dos mocosos en su casa preocupándose por su estado humano, que estaba bien, pero la mirada dulce y amorosa de su esposa y la sonrisa de su hija lo estaban debilitando, eso acompañado de su deseo de protegerlas, lo débil e incapaz que siempre se sintió en esa noche y que ya sabía que el idiota de Shippo había estado rondando el exterior de la cabaña antes de que apareciera Kagome meses atrás porque sí…en el fondo se apreciaban, todo eso hizo que asintiera resignado.

- Sí, podemos arreglarnos con los dos futones.

Kagome le sonrió a Moroha colocando un mechón de cabello negro tras la oreja de su hija:

- Asunto arreglado. Tal vez podríamos invitar a tus primas a quedarse en otra ocasión. Pueden dormir las tres juntas.

La niña apoyó esa idea de todo corazón.


Por la noche…

- Inuyasha cuando dije que cabían tres en un futón quise decir tú, Moroha y yo_ la voz de la mujer estaba irritada, pero escondía un rastro de diversión ante la idea de su esposo.

- Sí, viejo en realidad pensaba lo mismo.

- ¡Keh! _ un Inuyasha totalmente humano apoyó las manos tras la cabeza_ mejor así donde mis ojos los vean.

- Vas a estar dormido, no vas a ver una mierda_ Shippo rodó los ojos cruzándose de brazos sobre las mantas_ y tampoco oyes muy bien así.

- Shippo te recuerdo que los oídos humanos no son tan terribles, no ofendas_ Hisui estaba impecablemente metido bajo las mantas con gran dignidad.

- Sabes lo que quiero decir.

- ¡Esto es ridículo Inuyasha!

- ¡No me discutas mujer! ¡sabes tan bien como yo que en la adolescencia la gente se vuelve loca!

- ¡Viajamos juntos por meses y nuestra relación fue perfectamente pura y respetuosa!

- ¡Keh, piensas eso es porque no estabas en mi mente!

- ¡¿Disculpa?!

- ¡No soy de piedra Kagome, tenía a la mujer que amaba subida a mi espalda la mitad del tiempo! ¿sabes lo cerca que es eso?

- Tu…

- ¡No quiero oír esto! _ Moroha chilló tapándose las orejas al lado de Kagome pataleando_ ¡viejo guárdate tus historias de lujuria sobre mamá!

- Inuyasha…_Kagome podía sentir su rostro ardiente por los comentarios de su esposo, ella siempre pensó que él era inmune a su cercanía cuando viajaban juntos_ tu y yo nos gustábamos pero que me dices de yo y Miro…

- No te atrevas a usar eso como ejemplo Kagome.

El recuerdo de algunas sobadas de trasero la obligó a darle la razón a su marido.

- ¿Qué pasa con mi padre? _ Hisui miró de reojo al hombre acostado a su lado buscando una explicación.

- Nada Hisui, no quieres saberlo_ la respuesta le llegó desde el otro extremo.

- En ese caso_ Kagome acostada junto a Moroha aun no se rendía en hacerle ver a su marido lo ridículo de este arreglo para dormir, él debería estar con ella y su hija no tirado entre medio de Shippo e Hisui para vigilarlos_ que me dices de tu y Sango ¡nada raro pasa cuando las personas no se gustan!

- Recuerdo una niebla que…

- ¡Eso fue una excepción Inuyasha!

- ¡Deja de Joder, mi casa mis reglas!

- ¡Es nuestra casa Inuyasha!

- ¿Niebla? ¿Qué paso en la niebla? _ Hisui seguía perdido con más dudas que respuestas.

- Nada hombre, ya duerme_ rezongó Shippo deseando que Inuyasha y Kagome se callaran de una vez porque el exterminador podía acabar sabiendo cosas que no debería saber.

Inuyasha y Kagome seguían discutiendo, Moroha se encogió de hombros ya acostumbrada a la dinámica de sus padres, tanto como se amaban sus personalidades eran igual de fuertes y discutían cada cierto tiempo hasta que se cansaban. Se volteó, se puso un par tapones en los oídos y se durmió.

Sorprendentemente Hisui pudo quedarse dormido sin los tapones ignorando todo el ruido a su alrededor, Shippo gimió enojado incapaz de dormir por los susurros furiosos y sin nada para taparse las orejas agarró uno de los libros que Moroha tenía tirados por toda la casa y con su visión nocturna mejor que la humana se puso a leer.

Se paso la siguiente hora riéndose de la peculiar novela humana sobre seres sobrenaturales y sus ideas de como vivían, dejando que el ruido de la pelea matrimonial fuera nada màs un sonido de fondo.


Cabaña de la anciana Kaede…

Parado a la entrada de la vivienda con los ojos en el exterior y las orejas listas para cualquier sonido que proviniera del interior estaba Jaken agarrando firmemente su bastón cumpliendo con el honorable deber de vigilar a las hijas de su amo mientras ellas descansaban. Como un extra la anciana sacerdotisa del pueblo que cuidó a la señora Rin de joven y ahora les daba techo y comida a sus amas también estaba allí, habiendo terminado de clasificar algunas hierbas hacía poco.

Jaken ya había perdido a la ama mayor hacía diez años por un descuido, no podía fallar otra vez luego de que su amo en su infinita amabilidad le perdonara la vida y le permitiera seguirle sirviendo.

El pequeño ser detectó algo extraño en el silencio de la noche, percibió la misma presencia grandiosa que llevaba sintiendo muy cerca de él desde hacia tantos años luego de seguirlo con lealtad. Lo supo antes de verlo.

Flotando lentamente hasta llegar al suelo y posando sus pies en la tierra sin ruido llegó Sesshomaru, sosteniendo a una joven mujer entre sus brazos como si fuera algo precioso, su rostro sin señales de sonrisa mostraba cierta calidez oculta en los ojos dorados.

Rin observó a su alrededor con nostalgia, percibiendo los pocos cambios en aquella casa donde pasara el final de su infancia y su adolescencia, sabía que en el interior se encontraban durmiendo sus niñas; A Setsuna no la veía desde hacía cuatro años…a Towa desde que era una pequeña niñita, ahora ya era una adolescente.

- Señor Jaken, ha pasado un tiempo.

- ¡Señora Rin! ¿se encuentra bien?

Ella le diò una sonrisa tranquilizadora.

- Estoy perfectamente bien, pero me canso fácilmente si me esfuerzo demasiado.

- No es de extrañar, pasó mucho tiempo durmiendo sin ejercitarse lo más mínimo.

- Jaken despierta a Kaede, Rin se quedará aquí a partir de ahora.

- ¿No quiere que despierte también a las amas?

- ¡No, señor Jaken! _ Rin se apresuró a contestar por su esposo_ déjelas dormir, despertarlas a mitad de la noche no es el mejor reencuentro…especialmente para Towa. Hablaremos mañana.

Jaken asintió dándose la vuelta para ingresar en la cabaña, preguntándose si la señora Rin habría despertado recientemente o hace unos días, el sentido común le decía que el amo Sesshomaru la había llevado inmediatamente a la aldea para que fuera cuidada por la sacerdotisa en cuanto despertó, pero también tenía algunas dudas sobre si Rin no habría despertado hace algunos días ya y fue su amo quien se encargó de cuidarla mientras se recuperaba lo suficiente para poder hablar y parecer en relativamente buenas condiciones. Podría ser posible, aunque le costaba imaginárselo.

Pero también siempre le costó imaginarse a su amo teniendo hijos, pero aquí estaban felizmente dormidas en la cabaña, una de ellas con el cabello negro totalmente humana.

Nada más esperaba que la llegada de Rin a la aldea y la presencia aún más constante de Sesshomaru que esto iba a significar al tener a toda su familia en un mismo sitio no fuera a acarrear ningún enfrentamiento con Inuyasha. La señora y la ama menor necesitaban descansar. Al menos por esa noche todo iba a estar bien, Inuyasha compartía noche humana con su sobrina lo que significaba que por unas cuantas horas más no iba a oler la presencia de su medio hermano.

Continuará…

Este fic se basa más que nada en relaciones interpersonales así que hice lo necesario para simplificar las cosas, que mantuvieran cierto sentido con lo que sabemos del cannon pero no complicar más todo, así que los adelantos del episodio 20 obviamente contradecirán el fic. Pero como dije agregaré cosas que me interesen o las mencionaré en el fic en episodios futuros.

Me parece realmente divertido como Yashahime es una serie que en vez de darnos ansias de shipeos o "ver a tal pareja junta" como MUCHAS series de lo que da ansias es "dennos momentos familiares" jajajaj.

Si les huele que Shippo buscando a su Sempai es una manera que hacer que las chicas vayan al presente en un episodio…sí, si lo es.

Alguien detecto que Kagome predica, pero no practica? XD quería hacer ese chiste desde el inicio igual que Inuyasha durmiendo con los chicos en el futón por vigilancia tenía una escena para que fuera Shippo y otra Hisui pero no sabía con cual quedaba más chistoso el chiste, finalmente decidí que es más ridículo si son los dos.