Ningún personaje me pertenece, no escribo con animo de lucro xDD

Antes de leer: Siento haber tardado en actualizar, pero andaba bastante liadilla...intentaré actualizar más a menudo... y otra cosa, este capitulo esta especialmente escrito para todos aquellos que me dejan reviews, sois geniales, y también para una persona especial que no esta pasando por su mejor momento, y que le encantan los sirius-remus, un besazo, sabes que te quiero! Y sin más cosas, espero que disfrutéis del capitulo

Chapter 5: Toda mi vida contigo: El Reencuentro

Había sufrido muchísimo esos años, esos larguísimos años, nada más y nada menos que 12 años. En un principio creía plenamente en la palabra de Sirius, pues era su chico, su amante, pero ante todo era su amigo.

Sin embargo le habían convencido a base de charlas, que Sirius era malo, para todos era simplemente un necio sin escrúpulos que le había traicionado, y finalmente le habían convencido, para el ya había quedado atrás el Sirius tierno y cariñoso, en sus recuerdos solo quedaba el Sirius que le hacían ver, el Sirius asesino.

Tardo años en creerlo , no quería aceptarlo, y cuando por fin entendió que todos tenían razón, Sirius volvía a su vida, había escapado de Azkaban y según la versión de todos buscaba a Harry para matarle, terminar con el como antaño había echo con sus padres y con Peter.

En ese momento caminaba por el pasillo secreto que conducía a la casa de los gritos, donde tantas veces había pasado las noches de luna llena, allí estaba el, lo sabia gracias al mapa del merodeador, la alegría le embargaba pues ya sabia toda la verdad, siempre quedó algo de esperanza en su corazón por Sirius, por que sabia que realmente el no podía ser un traidor, el era noble, amable, y se portaba bien sobretodo con la gente que quería, ansiaba con verle, caminaba velozmente por el pasillo, aunque de vez en cuando la tristeza le atormentaba, había cometido el error de dejar de confiar en Sirius por unos años.

Entró en la habitación encontrando a todos, a Ron que yacía en la vieja cama, a Hermione encogida de miedo junto a la puerta, y Harry, Harry no dejaba de apuntar a Black con la varita, allí estaba Sirius desplomado a los pies de Harry, sangrando y demacrado, los años en la prisión habían dejado marca en su fisico.

Apenas había cambiado, llevaba el pelo un poco más corto, sus ojos emanaban tristeza, una profunda tristeza, y su cara un poco más de demacrada y su piel más pálida, parecía un cadáver, pero en el fondo era el mismo Sirius que años atrás le conquistó.

No dudo en tenderle una mano y abrazarle, como un viejo conocido ante la extraña mirada de todos los Gryffindors.

Todo lo siguiente pasó rápidamente, le explicaron a Harry todo lo sucedido, destransformaron a la rata, Harry impidió que mataran a Peter llevándole a los dementores que estaban en el castillo.

Una vez en los terrenos de Hogwarts, Pettigrew consiguió escapar, era luna llena y Remus no pudo evitar su condición, Sirius se convirtió en Perro e intentó ayudarle.

Sirius acabo malherido y con todos los dementores alrededor pero gracias a Buckbeak, Hermione y Harry consiguió escapar.

Lupin había dimitido del puesto de Profesor de DCAO, había recogido sus cosas y despidiéndose de Harry prometiendo volver a verse, volvió a su casa.

Estaba triste, apenas había visto a Sirius unas horas y otra vez volvía a desaparecer, sin tan si quiera poder hablar, sin saber si su amor todavía estaba vivo, si continuaba amándole igual que el todos estos años, otra vez sin noticias de el. Y de eso ya hacia días.

Con una nostalgia que le oprimía el pecho se apareció en el lugar secreto de Sirius en el valle de Godric, allí había ido un par de veces después que encerraron a Padfoot, aunque ese lugar le traía miles de recuerdos.

Se sentía tranquilo, respiraba aire fresco, ese aire traía recuerdos, felices y tristes, dolorosos...y es que a veces hasta la felicidad dolía.

Una lagrima resbaló por la mejilla de Remus.

Estaba sentado mirando al vacío, pensando, ya casi era de noche.

La primera vez que estuvo allí después del encierro de Sirius sintió como si lo volviera a ver allí, y ahora tenia ese mismo sentimiento, notaba como si lo tuviera cerca.

-Por que te cortaste el pelo? Sabes que me gustaba cuando lo llevabas largo-dijo una voz detrás de el.

Remus se giró lentamente conociendo esa voz mejor que nadie, ni el tiempo ni nada la había cambiado.

-Tu también lo llevas más corto-contesto Lupin

Se hizo un silencio que duro unos diez minutos, solamente disfrutaban de su mutua compañía.

-Te echado mucho de menos-dijo Sirius finalmente

-Yo también, una vez más te pido perdón...

-Te perdono si tu me perdonas-contesto Black esbozando una sonrisa con algo de tristeza

-Echo-contesto

Otro silencio, más corto que el anterior

-Viste a Harry...como se parece a James

-Cierto, pero con los ojos de Lily-contesto Remus

Remus se giró observando a Sirius, pasó sus finos dedos por la cara demacrada del animago, este sintió un escalofrío al sentir el contacto con su lobuno amigo o algo más.

-Que vas a hacer?-preguntó Moony

-No se...-contesto Sirius

-No sabes donde vas a ir?-preguntó Remus

Al fondo se escuchaba como caminaba el hipogrifo que se adentraba en el bosque del valle. Sirius negó con un movimiento de cabeza.

-Quédate en mi casa un tiempo

-Me buscaran

-Yo te esconderé

-Tengo miedo-dijo Black

-Miedo?

-Miedo a perderte, esconder a un criminal como yo es delito, puede ser peligroso!

-No te encontraran, confía en mi, y por mi no te preocupes-dijo Remus seriamente

Ya bien entrada la noche se marcharon a casa del hombre lobo, ya no era esa vieja casa en el pueblecito muggle, aquella que gracias a sus problemas con la fontanería les había unido, ahora Remus vivía a las afueras de un pueblo de Magos, en una cabaña acogedora cerca de un bosque, cerca de un lago, y cerca de Hogsmeade, hasta se veía Hogwarts a lo lejos.

Se fue a vivir allí poco después que encerraran a Sirius, quería olvidarse de todo.

-Pasa-dijo Remus-es pequeña, pero acogedora.

Remus entró hasta el salón, estaba todo completamente ordenado, la casita parecía antigua pero estaba bastante en condiciones para vivir, y bien decorada.

-Tengo dos cosas que te pertenecen-dijo Remus

Sirius estaba ausente, contemplaba la casa, su mente se colapsaba con recuerdos, momentos vividos con sus amigos, la primera vez que hizo el amor con Remus, la primera vez que acunó a Harry, eran cosas especiales que había guardado en su corazón.

Caminaba lentamente por el salón observándolo todo, hasta que se paró en una foto, una foto de ellos dos, sonriendo felices, y la foto de al lado salían Sirius y James con Harry, o en otra que salían todos, tantos recuerdos juntos dolían.

Y esos recuerdos eran los que le habían mantenido con vida en Azkaban. Suspiró.

-No es fácil olvidar-susurró Remus detrás de el.

-Jamás olvidé...tu lo hiciste?

-Nunca-contesto Remus rotundamente

Sirius se giró lentamente secándose los ojos con las manos, y quedando cara a cara con Remus, se miraron con sinceridad y se abrazaron.

-Te voy a preparar el baño-dijo Lupin separándose de Sirius

-Si, pero antes, que es lo que tienes mío?

-Ah...dos cosas, pero una te la daré lego, ahora, acompáñame

Sirius siguió a Remus hasta la pequeña cocina, salieron por una puerta que daba al jardín, en el jardín había como un pequeño porche cerrado, como un garaje.

Entraron para encontrarse todo a oscuras

-Da la luz-ordenó Sirius

-Lumos-se limitó a decir Remus viendo un gran bulto en medio de la habitación, tapado por una manta.

-Destápala!

-Remus no me digas...-Sirius tiró de la tela encontrándose su moto, su preciosa Harley

Acarició el manillar con entusiasmo, sonriendo como un niño pequeño, por primera vez desde que había escapado estaba alegre.

-Gracias Moony es genial!-dijo el animago montándose en la moto sobre el asiento de piel negra.

-Bueno, voy a preparare el baño, date una vuelta si quieres-dijo Remus tirandole las llaves-pero no muy lejos!

Sirius encendió la moto escuchando el rugir del motor como si fuera la primera vez.

No tardó en regresar, subió las escaleras estrechas y de madera de dos en dos y entró en el baño, solamente una tenue luz alumbraba la habitación.

Remus acababa de dejar la toalla en el mueble y se disponía a marcharse.

-Todo listo-dijo el licántropo

Sirius no se movió de allí, empezó a quitarse la camisa que llevaba, era negra y estaba algo rasgada y sucia, lentamente, con ese porte que aun habiendo estado en prisión no había perdido, finalmente con un movimiento de hombros se deshizo de la prenda.

Remus le miraba sin decir nada, sus ojos dorados brillaban con intensidad, Sirius agarró la mano de Remus y hizo que pasara sus finos dedos por las cicatrices que tenia por todo el cuerpo, el animago cerró los ojos sintiendo un escalofrío recorrer su columna vertebral, después posó su mano en el pecho para que Moony pudiera sentir los latidos de su corazón.

Remus hizo lo mismo, Sirius recorrió todas las cicatrices que le habían producido todas las transformaciones y que había tocado como otras tantas veces durante su juventud, lentamente se acercaron para unir sus labios en un tierno beso.

Sirius se desprendió de toda ropa y haciendo lo mismo con su compañero se metieron en la bañera.

Lupin enjabono a Black por todo el cuerpo, después iba recorriendo todo el camino con apasionados besos, llenándose de espuma.

Iban lentamente, sin prisas, acariciándose, mostrándose cariño, haciendo saber el uno al otro que nada había cambiado, que seguían amándose como el primer día, los desnudos mirándose de vez en cuando con los ojos lleno de ternura.

Y como si fuera su primera vez Sirius preparó a Remus para no hacerle daño, empezó un camino de besos desde el abdomen hasta la dureza del licántropo y mientras le prestaba atenciones, preparaba la entrada con un dedo, dos, tres...y listo, Sirius volvió a subir mientras continuaba con su caricias, para ahora centrar sus labios y su lengua en el cuello del hombre lobo, mientras le susurraba toda clase de palabras cariñosas que hacia tanto tiempo que no le decía.

Black penetró lentamanete a Lupin intentando no dañarle, pues hacia exactamente 12 años que ninguno de los dos había tenido encuentros, escucho como un gemido y alarido de dolor salía de la garganta de su amado, se paró para que este se acostumbrara a su intrusión mientras el pene de Remus rozaba en su abdomen y eso hacia que se excitara aun más, mientras acariciaba su pelo con sus manos tiernamente y miraba sus ojos dorados empezó a moverse lentamente.

Empezó a moverse lentamente, para el también era su primera vez después de 12 años, y la entrada de Remus estaba muy estrecha para empezar a moverse rápido, siguió con el mismo ritmo hasta que los gemidos de Moony le indicaban que ya podía aumentar el ritmo, Remus apretó sus manos en la espalda de Sirius haciéndole aumentar cada vez más, mientras se besaban, cada vez las embestidas eran más fuertes y más rápidas, hasta llegar al final, al éxtasis, los dos juntos como siempre, produciendo a su lobito el mejor orgasmo de su vida, experimentando una sensación jamás vivida, mientras cada uno gritaba el nombre del otro.

Después de ese baño tan especial salieron ya limpios y fueron a la cama de Remus, donde no tardaron en caer rendidos en un sueño profundo.

Era temprano cuando Sirius se había levantado, ahora estaba en el cuarto de baño recordando se reencuentro con su amor de toda la vida, se miraba en el espejo y se pasaba la mano por su cara.

Con un rápido movimiento de varita hizo desaparecer la fina barba y su pelo creció como lo había llevado siempre, largo y brillante, su cara ya no se veía tan demacrada, estaba feliz, volvía a ser el Sirius de siempre, lo tenia todo si no fuera por que le faltaba la libertad.

Se dio una rápida ducha y volvió a la habitación encontrándose a Remus despierto y sorprendido por el cambio del animago.

Sirius llevaba toda su melena chorreando y con solo una toalla anudada a la cintura se tumbó en la cama nuevamente.

-Sabes que no tengo ropa?...y la tuya no me sirve...

-Ya..., pero sabes que estas mejor sin ropa?

-Bueno yo estoy bien con todo, pero no crees que me podría resfriar?

-Bueno...si, entonces ya te iré a comprar, esto...Sir...te quedaras a vivir conmigo?-preguntó Moony con cara triste

-Remus...

Remus calló a Sirius con un beso en los labios

-Te pondré en peligro y eso es lo último que quiero!-sentenció Padfoot

-Estaré peor si no se donde estas, moriría sin poder verte ahora que te tengo cerca...

-Esta bien...estaré aquí un tiempo...-dijo Sirius finalmente-que conste que lo hago por ti, por ti y por Harry...

Después de estar un rato abrazados sin decirse nada, acariciándose, Sirius rompió el silencio.

-Y que era lo otro que tenias mío?

Remus sonrío, se giro cogiendo algo del cajón de la mesita de noche y volvió a girarse quedando a escasos centímetros de la cara de Sirius

Le cogió la mano y le entrego una cadena con su anillo aquel que le había regalado hacia tantos años aquel en el que se podía leer el nombre de los dos y dentro la inscripción de : toda mi vida contigo

-Te quiero-dijo Sirius

-Yo también-contesto Moony

El tiempo fue pasando, Harry empezó su cuarto curso y se veía en ocasiones con su padrino en una cueva cerca de la cabaña de Remus.

Un día estaban Sirius y Remus cenando tranquilamente en la mesita del comedor, había vuelto de ver a Harry, y este le había preguntado por Remus, si sabia algo de el, sin embargo no le contesto nada, le cambió de tema.

-Crees que le deberíamos decir a Harry?-preguntó Sirius mientras le pasaba la sal a Remus

-Lo nuestro?

-Si

-No se...más adelante...-contesto Remus-no más problemas para el...

Y así fue pasando el tiempo...Sirius se quedó con Remus pese que a se quejaba por que era peligroso para los dos.

Un día de invierno, casi llegando a las navidades, Sirius estaba en el sofá leyendo el profeta tranquilamente, todavía le estaban buscando, cuando de repente alguien llamo a la puerta.

Remus bajaba justamente por las escaleras...

-Ya abro yo-dijo Moony

Sirius sentía algo raro, por si a caso se convirtió en perro justamente cuando abría la puerta, y delante de el aparecía un funcionario del ministerio preguntando por el.

-Buenos días señor Lupin?

-Si soy yo...

-Soy Benjamín Jarson, funcionario del Ministerio, me informaron que usted era amigo de Sirius Black, el criminal, y me acompañan dos aurores para registrar su casa.

-Insinúa que podría tener aquí a Black?-preguntó Remus nerviosamente

-Si, si me disculpa debo inspeccionar-dijo el hombre entrando a la casa de Moony, dejándole en la puerta.

En el sofá solo había un gran perro negro que en ese momento estaba gruñendo.

Los aurores registraron la casa entera, solo encontraron una camisa rota y sucia en el jardín.

-Era mía-dijo Remus-pero el perro la rompió

-Bien, por ahora esta bien, veo que solo vive usted y su perro-dijo Benjamín

-Si, buenos días-dijo Lupin cerrándole la puerta en las narices

Apoyándose en la puerta ya cerrada, Remus suspiró cansado, viendo como Sirius se destransformaba delante de el.

-Esto no puede continuar así...-dijo Sirius seriamente

CONTINUARÁ...

Bien hasta aquí hoy, solo pedir perdón por el retraso y pedir muchos reviews! Porfavorrrr : ( los necesito que ahora casi nunca me dejáis! Hasta la semana que viene!