Ya estoy aquí de nuevo! '

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Jk.

Capitulo 9 de toda mi vida contigo: Problemas y alguna recompensa

Llevaban una hora esperando, se les estaba haciendo eterno, Harry y Severus se habían aparecido hacia una hora en San Mungo, y ese era el rato que Remus llevaba dentro de una salita, los otros dos estaban nerviosos, pues todavía esperaban explicaciones.

Snape se paseaba por el pasillo, agitaba los brazos en señal de nerviosismo, mientras Harry no paraba de soplar sentado en una silla, no paraba quieto, resoplaba, agitaba los dedos, levantaba la cabeza, la volvía a agachar, estiraba las piernas, se levantaba, se volvía a sentar, estaba demasiado inquieto.

-Potter quieres parar quieto de una vez! Me estas poniendo de los nervios!- susurró Snape tranquilamente

Harry le miró con odio, ni siquiera fuera de la escuela dejaba de torturarle.

-Pare usted quieto también quiere? También me esta poniendo de los nervios!y no digo nada!-se levantó Harry y se puso a la altura de Snape, claro que el chico era un poco más bajo.

-Ah no? No dice nada?-Severus se acercó más a Harry, pero este no estaba asustado

En ese momento había salido el medimago para hablar con los dos hombres, mientras estos metidos en la discusión no se habían percatado de su presencia.

-Si estamos aquí es por su culpa Potter, es un crío mimado y consentido y se piensa que todos debemos estar a sus pies...

-Por mi culpa? No perdone profesor...la culpa es suya, si no hubiera estado molestando toda la noche a Remus el no hubiera acabado aquí.

Los dos dirigieron sus manos a sus varitas, estaban apunto de lanzarse algún hechizo cuando el medimago les paró a tiempo.

-Señores! Deberían preocuparse por el estado de mi paciente, y no por quien tiene la culpa de todo esto!-gritó el hombre

El jefe de Slytherin y el Gryffindor se guardaron sus varitas, y se acercaron hasta donde estaba el medimago de urgencias, para saber como estaba el hombre lobo.

-Como esta Remus?-preguntó Harry

El medimago medito sus palabras-Tranquilo, el señor Lupin esta bien-contesto

-Y la niña?-preguntó Snape

-Es usted el padre?

-Pues claro que no!-contesto Harry

El medimago regordete que estaba atendiendo se quedó callado ante la contestación del Gryffindor, pensando que Harry era demasiado joven para ser el padre de la criatura de Remus prefirió callarse y esperar la respuesta por parte de uno de los dos, antes de meter la pata y que volvieran a discutir.

-El padre murió...yo...nosotros somos amigos de Remus-contesto Severus calmadamente

-Bien, ya que usted es adulto entenderá las cosas a la perfección, me gustaría hablar con usted en privado-dijo el medimago- sígame a mi despacho.

-y yo? Yo que?

-A usted ya la informará el señor...

-Snape-contesto el Slytherin

-Pues el señor Snape le informará cuando termine de hablar conmigo, de mientras puede esperar aquí.

-Podría entrar a ver a Remus?

-El ahora esta descansando, será mejor que espere aquí

-Pero prometo no despertarle ni nada, me sentaré a su lado en silencio-contesto Harry

El medimago miró a Severus, este le devolvió la mirada.

-Esta bien pase, pero este en silencio.

-Potter como...-empezó Snape

-Tranquilo no voy a hacer nada-le impidió terminar Harry con un deje de furia.

Mientras Snape y el medimago caminaban por los pasillos hacia el despacho del ultimo, Harry entró en la habitación donde se encontraba Remus, estaba todo en silencio, Remus yacía en la cama, su respiración era acompasada y tranquila, su cara denotaba paz, unos mechones caían ligeramente en su frente, mientras una de sus manos agarraba fuertemente la sabana.

Harry se acercó hasta un lado de la cama y acarició suavemente la mano del licántropo.

-Lo...lo lamento tanto Remus...-susurró el buscador-yo...no quiero que te ocurra nada, ni a tu hija, si te pasara algo...me moriría..

Harry se separó de la cama y se sentó en una silla que había en un rincón de la habitación.

-Sirius no me lo perdonaría-gimoteó el joven

-Que ocurre?-preguntó Snape sentándose en la silla frente al escritorio del medimago

-Verá, el señor Lupin...esta falto de magia...

-Y eso quiere decir, que alguien le tiene que dejar...o ...podría perder a la niña...no?

-Es una situación diferente, la perdida de magia se puede producir al principio del embarazo o al final cuando ya esta apunto de parir, pero el señor Lupin todavía esta de 6 meses.

-Entonces? Que debemos hacer?

-Una de las opciones es...que descansé nada de fiestas navideñas...o podría perder la niña, y morir el.

-Y la otra?

-La otra, quizás más efectiva, sería realizarle lo que se dice mugglemente una cesaría, claro que seria más complicado, y podrían morir los dos también.

-No hay más opciones?-preguntó Snape preocupado

-Me temo que por ahora no, señor Snape.

-Coméntelo con el otro joven...y verán lo que hacen...

Harry se pasaba sus manos por la cara, no sabia que hacer, miraba a Remus en la cama y lo veía tan indefenso.

Decidió salir al pasillo, no podía soportar ver al hombre lobo en esa situación, y todo por culpa suya.

En ese momento Snape apareció por el pasillo y se acercó hasta donde estaba Harry.

-Potter siéntate, tenemos que hablar.

-Que le a dicho?-preguntó Harry

Después de explicarle todo, Harry estaba más preocupado todavía, y más nervioso si podía ser.

-y...y que haremos, profesor?-preguntó Harry

-Mi opción es, traspasarle magia a Remus y llevárnoslo a casa, con la suficiente magia y tranquilamente puede pasar las fiestas, y podrá mejorarse y llevar a cabo el embarazo sin ninguna complicación.

-Yo lo haré, yo le traspasaré magia-dijo Harry quedamente

-Debe saber señor Potter que la cosa se podría complicar, podría ocurrirle algo fatal en el intento, usted todavía tiene que salvar al mundo mágico-contesto Snape cínicamente

-Me da igual! Antes moriría por Remus y su hija!-contesto Harry levantándose

-Esta bien-murmuró Severus

Horas más tardes, ya era Navidad, Severus se tomaba un café silenciosamente sentado en una silla, mientras Harry a su lado estaba simplemente en silencio esperando la hora de la trasfusión de magia, ya habían informado al medimago, solo faltaba él.

Tenia miedo de morir, pero tampoco le importaba si era por salvar a Remus y a su ahijada. Estaba nervioso, pero más por que la cosa no funcionase y no poder ayudar a Remus.

-Nervioso Potter?-susurró Snape tras darle un sorbo a su café

Harry apenas asintió levemente

-Tranquilo, todo saldrá bien, estoy seguro-contesto el profesor de pociones colocando una mano en el hombro del muchacho para reconfortarlo, lo que realmente sorprendió al Gryffindor.

El medimago se acercó a paso ligero hasta donde estaban los dos hombres.

-Señor Potter, es la hora-informó el medimago

Harry suspiró, se levantó y cuando llegó a medio camino, se giró para observar a Snape, de todas formas si algo le ocurría a el, estaba seguro que el profesor de pociones podría ocuparse de Remus y la pequeña, al fin y al cabo el Slytherin había demostrado apreciar al hombre lobo.

-Adelante, señor, túmbese en esa camilla-le dijo una enfermera.

Despertó notando la boca pastosa, no sabia cuanto rato había pasado, apenas recordaba haberse tumbado en una camilla, y no sabia si Remus se encontraba bien o no.

Se sentía cansado, como si hubiera hecho un gran esfuerzo físico, es más notaba la falta de magia recorrer sus venas.

Ahora estaba más tranquilo por el cansancio, pero nadie iba a informarle de cómo se encontraba Remus? Y la bebé? Que había pasado? Por Merlín, estaba sufriendo.

De repente la puerta de la habitación se abrió dejando pasar a Snape.

-Que a ocurrido?-dijo Harry levantándose bruscamente, tanto que se mareó y tubo que volverse a tumbar.

-Estese quieto! Todo esta bien-contesto el profesor sentándose en una silla-más bien diría genial.

-Remus esta bien?

-Si, esta perfectamente, al parecer su magia es de calidad Potter-sonrió Snape como siempre cínicamente

-Que quiere decir?

-A salvado a Remus, y de echo, parece un milagro...

-Un milagro?-preguntó Harry extrañado

-Si, verá explicarlo es algo complicado, pero resulta que se empeñó tanto en salvar a la niña, que le entregó tanta magia, que digamos que es como si hubieran pasado los 3 meses, y eso hizo provocarle un parto, es decir la niña nació con 6 meses, pero como si tuviera los 9 lo entiende?

-Si...si más o menos-contesto Harry-ya...ya a nacido?

-Si

-Y Remus?

-a Lupin también le entregó la magia suficiente-contesto Snape-sin embargo, por tanta cabezonería suya en ayudarles, estuvimos a nada de perderle...

-Casi muero?

-Si Potter...por desgracia-contesto Snape irónicamente-Dumbledore no me lo hubiera perdonado...

Los dos se quedaron en silencio

-Y la niña? Donde esta?-preguntó Harry

-Ahora esta en una sala a parte , pero mañana mismo tanto la niña como Remus y usted podrán marcharse a casa-le dijo el adulto

-Genial-susurró Harry con una sonrisa

Harry estaba sentado en la mullida cama del Hospital, mientras Hermione se había empeñado en recoger sus cosas. El día anterior había sido Navidad, y al ir a su casa se habían enterado de lo ocurrido.

-Ya habéis visto a la enana?-preguntó Harry

-Si, es muy linda-contesto Hermione- tu, todavía no la has visto?

-No me han dejado salir de aquí...

-bueno Harry, esto ya esta listo, vamos?-preguntó la chica

-Si

El Gryffindor se levantó con dificultad, le dolía todo, pero no quería demostrarlo.

Se fueron hasta donde estaba la habitación de Remus, allí encontraron al licántropo bastante dolorido también, en compañía de Snape y Ron, este ultimo bastante incomodo.

-Harry!-exclamó el pelirrojo-al fin llegas-murmuró

-Si...-sonrió el chico-Remus, como estas?

-Bien, quiero, hablar contigo-contesto el hombre

-Nosotros nos vamos Harry, mañana iremos a verte, hemos quedado en celebrar la navidad mañana –contesto Ron

-Ok, hasta mañana-contesto Harry

-Yo, os espero en la entrada-dijo Snape dirigiéndose a la entrada de San Mungo.

-Harry, solo, quería decirte, darte las gracias por todo, nos has salvado...-dijo Remus-...no sabia como decírtelo, pero...gracias

-No tienes que darlas, Rem, si yo he hecho esto es por que os quiero a los dos...-contesto el chico

-Señor Lupin, aquí tiene a su hija-dijo una enfermera interrumpiendo la conversación

-Cojela tu Harry, tu todavía no conoces a tu ahijada-dijo Remus

Harry cogió el pequeño bulto, se escondía tras unas mantas azules, en su cabeza tenia un pelusilla negra, mientras tenia los ojos cerrados, inconscientemente agarró un dedo del chico.

-Esta es la recompensa por ayudaros-susurró Harry con los ojos vidriosos-es preciosa...

Remus sonrió-Nos vamos a casa?

-Si, vamos-dijo Harry caminando hacia la salida sin dejar de observar a la niña.

Continuará

Bueno esta vez no e tardado tanto no creéis? XD jejeje todo un record...en fin, espero que os haya gustado, gracias por leerme, y un review no viene mal eh xD