¡Hola! ¿Qué tal? :)

Parece que he logrado sobrevivir a otro evento de Black Friday en el mundo del retail. ¡Sean amables con sus vendedores! Tamos cansados :(

Por cierto ¡Muchas gracias por sus mensajes! Cada uno de sus contactos me alegra el corazón. Ahora sí, dejaré esto por acá y me marcharé lentamente.

Disclaimer: MSLN ni sus personajes me pertenecen. Todo el crédito a sus respectivos autores.

Capítulo 33: Falsas Amistades

Aunque apenas habían pasado un par de semanas, para Fate se sentía como si hubiesen pasado siglos, por tantas cosas que tuvo que hacer en tan poco tiempo. Y, sin embargo, a pesar de que había estado ocupada en tantas cosas a la vez, tenía mucho tiempo que no lograba sentir una paz similar a la que había sentido en esos días.

Todo partió con el inicio de las grabaciones del EP con su banda. Linnith las había citado en el estudio que había escogido para encargarse de la grabación a una hora bastante absurda de la mañana. Por eso, desde la noche anterior Signum y Hayate habían decidido quedarse a dormir en la casa de Fate. Hasta el último minuto intentaron conseguir a alguien lo suficientemente confiable como para confiarle la posible tarea de Manager, pero fue imposible.

Lo que, por supuesto, terminó en el ofrecimiento de Hayate en ayudarles con lo que pudiese, al menos por un tiempo.

Desde luego, Hayate no tenía ni la más remota idea de todo lo que implicaba esa tarea, pero afortunadamente Linnith había previsto que no encontrarían a alguien en tan poco tiempo, así que las estaba esperando en el estudio junto a un par de productores / ingenieros de sonido de su confianza, y también con una chica pelirroja y muy amigable que parecía no quedarse nunca sin energías, llamada Arf, quién también las ayudaría en esa tarea.

Ese día un poco más tarde, cuando ya habían definido mejor el esquema de grabación que seguirían, supieron que Arf era parte del personal de confianza de Linnith, y que usualmente era asignada como asistente general de algunas bandas. La última banda a la que había sido asignada terminó siendo un completo desastre en cuanto a responsabilidad, por lo que no habían logrado cumplir con el contrato, lo que significaba que Arf había quedado libre justo un mes antes de que Linnith se encontrara con la banda de Fate. Y definitivamente la chica, a pesar de su amigable y algo explosivo carácter que podía incluso llegar a considerarse algo infantil, tenía muchísima experiencia en el tema.

Y, apenas vió a Hayate, decidió tomarla bajo su tutela.

Eso dió inicio a una de las semanas más ajetreadas de Fate.

El estudio tenía exclusividad de uso solo por 2 semanas, lo que significaba que desde ese mismo jueves estaban contra el reloj. Durante todo ese día Linnith permaneció en el estudio, supervisando qué tan rápido eran capaces de avanzar de manera eficiente. Ese día las chicas alcanzaron a grabar prácticamente todas las pistas guías que ocuparían para cada canción, lo que era bastante aceptable en cuanto a tiempos.

Y lo que significaba también que necesitaban trabajar en las fotos promocionales de manera urgente, por lo que cerca del final de esa tarde les avisó que había agendado una sesión fotográfica durante el día sábado para trabajar en las fotos grupales de la banda.

Eso también significaba que a inicios de la semana siguiente esperaba tener el primer sencillo listo.

Y a pesar de la exigencia de los ingenieros en sonido encargados del proceso de grabación, lograron cumplir con su cometido.

Fue casi al finalizar de esa semana cuando, en una cita con Nanoha en un parque cercano, Fate tuvo que contestar rápidamente una llamada de una desesperada Reinforce que le decía que estaban pasando ese sencillo en una de las radios que solían escuchar, y que ese mismo sencillo estaba ya en el top ten de canciones nuevas para el país en Spotify.

Casi se desmaya de la impresión, ante la mirada divertida de Nanoha.

Desde ese día todo tomó un nuevo rush de intensidad. Ya al día siguiente, luego de estar encerradas toda la mañana terminando la grabación del resto de las canciones, tuvieron que salir junto a Hayate a su primera entrevista radial. Afortunadamente la castaña parecía estar aprendiendo bastante rápido de Arf, y logró dar una muy buena impresión al momento de manejar esa cita.

Lo que hizo que al día siguiente hubiesen logrado concretar una nueva entrevista, esta vez para una revista que también era parte del mismo consorcio, para promocionar ese próximo EP que estaba por salir en apenas unos pocos días.

A pesar de que todo ocurría a una velocidad espeluznante, Fate encontró su ancla en Nanoha. Las horas que lograba pasar con la cobriza eran simplemente su conexión a tierra. Cuando ambas estaban juntas ya no era necesario apurarse para terminar una grabación, y tampoco tenía que pensar bien cada palabra que tenía que decir para no equivocarse y decir algo de más. Todo lo que estaba a su alrededor dejaba de importar.

Solo importaban ellas, y el pequeño mundo que se creaba entre ellas cada vez que se veían.

Además, Nanoha se había recuperado bastante bien de su primera sesión. Si, era verdad que la cobriza ya no tenía el mismo nivel de energía que antes, y que además tenía que estar atenta a cualquier síntoma extraño que sintiera en su cuerpo, pero estaba intentando tomarse las cosas un paso a la vez. Cuando ya se sintió con menos náuseas pidió permiso para salir algunas horas con Fate y, como la doctora que llevaba su caso encontró que los resultados de los exámenes de Nanoha estaban bastante bien, no encontró problemas con que las chicas pudieran pasar tiempo juntas en actividades que no sobre exigieran el cuerpo de la cobriza.

Eso significaba que era muy probable que solo pudieran salir un par de horas en actividades que usualmente solo podían implicar sentarse en algún lugar agradable, lejos de comida chatarra y preservantes. Pero al menos podían disfrutar mutuamente de su compañía y respirar algo de aire fresco.

Para Fate eso estaba bien. Si era sincera, incluso estaba extasiada. Sobre todo cuando ya podía salir formalmente con su novia sin tener que preocuparse porque el papá de Nanoha mágicamente apareciera a formarle un escándalo por corromper a su hija.

Con la compañía de la cobriza bastaba. Tampoco era como si fuese necesario lanzarse en paracaídas con Nanoha cada vez que se veían para que pudieran disfrutar de sus salidas.

Y, sin pensarlo mucho, llegó el día en el que finalizaron oficialmente la grabación del EP y obtuvieron el visto bueno de Linnith. Ver a Linnith con una sonrisa y el pulgar arriba era una imágen que muy difícilmente se borraría de la memoria de Fate. Ese mismo día fue el momento en el que tuvieron una conversación bastante seria con Linnith acerca de la gira y el apretado itinerario que se les venía encima. La apretada agenda de conciertos que había logrado programar implicaba que estarían fuera de la ciudad prácticamente por un poco más de un mes.

Incluso pudiendo llegar a ser dos, considerando que tenía algunas propuestas de conciertos extra fuera del país, en vista de la popular recepción que había tenido el primer sencillo.

Antes de dar el visto final, las chicas pidieron un tiempo a solas para conversarlo.

Esta vez más que dudar de su capacidad, la verdadera duda de Reinforce y de Signum era la capacidad de Fate de poder comprometerse para estar fuera de la ciudad por tanto tiempo, considerando el tratamiento de Nanoha.

Pero, luego de una rápida llamada a Nanoha, Fate solo pudo asegurarles que era capaz de cargar con esa responsabilidad.

Sobre todo porque la cobriza la había amenazado con montarla ella misma en el autobús para que fuera a esa gira a cumplir su sueño de infancia, y también porque una muy sorprendida Momoko, que apenas se estaba enterando en ese momento gracias a Nanoha de la gira que tenía que hacer Fate, le había asegurado de que esa era en definitiva una oportunidad que no podía desaprovechar.

Si apenas podía con una de las mujeres Takamachi, intentar negarse con dos era algo que no podía lograr ni Dios.

Era por eso que se encontraba en esos momentos en las afueras del hospital, esperando a que pasaran al menos un par de horas antes de poder ver a Nanoha. Al día siguiente tenían que partir bastante temprano para dar inicio a la gira, pero ese día Nanoha entraría a su segundo ciclo de quimioterapia, así que había dejado todo preparado desde la noche anterior para poder pasar ese día junto a Nanoha en el hospital. Momoko ya había regresado a Uminari unos días atrás, y, como al momento del tratamiento no permitían que se encontraran acompañantes en la sala, Momoko le había pedido que aprovechase ese momento para ir a comer algo mientras ella se quedaba en la sala de espera atenta por si necesitaban algo de último minuto.

Desde luego, quedó en avisarle a Fate apenas Nanoha estuviese en observación, para que pudiera ir a verla.

Y Fate no podía más que agradecer el hecho de que esta vez sí iba a tener la oportunidad de acompañar a Nanoha lo más posible, sin que alguien la estuviese echando del lugar como si fuese la peste.

Estaba a punto de levantarse para ir hacia las máquinas expendedoras que estaban cerca de la entrada del hospital cuando una visión la hizo fruncir el ceño.

Con paso veloz, Yuuno parecía acercarse a su dirección.

El rubio, con su cabello perfectamente peinado y un cardigan azul que combinaba perfectamente con sus pantalones de lino, se paró frente a ella, intentando sonar desinteresado pero sin atreverse a mirar directamente a esos ojos carmesí que lo estaban perforando como espinas.

Parecía que quería que le rompieran nuevamente la nariz.

- Hola Fate - pronunció Yuuno, fijándose en un punto aleatorio en el suelo.

Fate realmente tuvo que hacer acopio de todo su autocontrol para no golpearlo… En ese momento. Si el rubio le salía con alguna tontería no estaba muy segura de poder resistir por mucho tiempo.

- ¿Qué quieres? - preguntó Fate, con los labios apretados en una fina línea producto de la furia - Si vienes a ver a Nanoha aún no puede recibir visitas. Está en pleno tratamiento.

- Eh, la verdad no vine a verla a ella - se sinceró Yuuno, con una de sus manos detrás de la nuca - Venía a hablar contigo.

- ¡Ja! - exclamó Fate, con una mueca - ¿Vienes a preguntarme por qué sigo aquí viva y no me morí en ese maldito callejón gracias a la golpiza de tus amiguitos?

- Vamos Fate… Yo… La verdad no pensé que eso se saldría tanto de control - se excusó Yuuno, avergonzado.

- ¡Ah! ¿A poco no sabías que podías casi matar a alguien a golpes? - preguntó irónicamente Fate - No sea cínico Yuuno. Esa excusa no te la crees ni tú.

- ¡Está bien! Está bien - admitió Yuuno, irguiéndose incómodo - Sé que no fue lo correcto. Quizá me dejé llevar por todo lo que estaba pasando y, en verdad… Bueno, quería disculparme contigo.

Fate no pudo evitar cerrar los ojos impactada, mientras se masajeaba la sien con una mano intentando encontrarle sentido a lo que el rubio le estaba diciendo.

- Yuuno, por favor - pidió Fate intentando controlarse - ¿Estás consciente del hecho de que casi me matas?. Te lo repito. Me hiciste salir a un callejón en donde tus guardias me golpearon hasta el punto de dejarme medio muerta, y estoy muy segura de que si no hubiese sido porque Reinforce salió a ver por qué demonios me estaba tardando en verdad muy probablemente me hubiera muerto en ese lugar. Ahora, ¿Crees que eso es algo que se pueda disculpar así como si nada? ¿En verdad eres tan imbécil como para venir hasta acá a decirme eso?

- ¡Ya! Ya entiendo ok. Sé que lo que hice no estuvo bien - dijo Yuuno - En verdad, lo entiendo. Lo creas o no sé que eso que hice estuvo mal…

- No Yuuno, no lo entiendes - lo interrumpió Fate - Si realmente lo entendieras no estuvieras aquí tratando de pedir "disculpas" falsas por algo que no se puede perdonar.

- ¡Bien! - exclamó Yuuno - Está bien, si no quieres mis disculpas está bien. No te voy a obligar. Igual, solo quería decirte que ya, no puedo seguir con esto. Puedes quedarte con Nanoha.

- ¿Puedes quedarte? - inquirió Fate, mirándolo fijamente - ¿Acaso crees que Nanoha es un objeto?

La conversación ya parecía estar incomodando demasiado a Yuuno. Fate lo sabía porque sus manos se movían con nerviosismo, y el rubio ya parecía no poder encontrar las palabras adecuadas.

- Eso no importa Fate - espetó Yuuno - Lo que importa es que ya, puedes quedarte con ella. ¿Eso era lo que querías no? Quedarte con la chica. Bueno, allí la tienes, toda tuya, te la regalo. Pero yo ya no puedo con esto que está pasando ahora. Esto ya es demasiado.

A Fate ya no le estaba gustando lo que estaba entendiendo de esa conversación.

- Habla claramente Yuuno - pidió Fate

- ¡Qué te la puedes quedar Fate! - repitió Yuuno molesto - Yo no puedo desperdiciar mi vida haciendo lo que tú estás haciendo ahora, así que toma, te la regalo.

- ¿Lo que estoy haciendo Yuuno? - preguntó Fate - ¿A qué te refieres con eso?

- ¡Qué no puedo desperdiciar mi vida con alguien que se va a morir! - admitió Yuuno

- ¿¡Qué estás diciendo!? - inquirió Fate mientras se levantaba bruscamente de su asiento

- ¡Lo que escuchas Fate! - respondió Yuuno, alterado - Yo no soy como tú.

A pesar de que Fate se había levantado de su asiento prácticamente de manera automática, sentía que las palabras de Yuuno la habían clavado en ese exacto lugar donde estaba parada en esos momentos. Ella nunca había tenido la mejor opinión de Yuuno, pero incluso había estado dispuesta a tolerar las interacciones del rubio con Nanoha tan solo para no mortificar a la cobriza.

Se supone que ellos eran amigos, o lo habían sido hace mucho tiempo.

Y ella estaba segura de que, a pesar de todo, Nanoha lo seguía considerando como tal.

- Yo no puedo desperdiciar mi vida con alguien que está enferma Fate - intentó explicar Yuuno, tratando de recobrar la compostura - Tu y yo somos muy diferentes. De mí se esperan muchas más cosas de las que se pueden esperar de ti. De mí se espera tener un futuro brillante y sí, necesito estar con alguien que esté a la par de esas exigencias. No puedo manchar el honor de mi familia tan solo por un capricho.

- Ah, es que Nanoha siempre fue un capricho para ti - replicó mordazmente Fate - ¿Qué puedes saber tú de honor, si no eres más que un cobarde? ¿Por qué no tienes los huevos de decir eso mismo frente al papá de Nanoha?

- Contigo es imposible hablar - dijo Yuuno, negando con la cabeza - ¿Es muy difícil pedir que te pongas en mis zapatos?

Fate aún estaba sorprendida de las agallas que tenía el rubio para insistir con el tema como si no hubiese nada malo en ello. Pero así como sabía que nunca iba a entender el porqué del proceder de Yuuno, también sabía que el rubio no iba a entender que no había absolutamente nada de honor en lo que estaba haciendo.

Dudaba que pudiera incluso admitir su error en un futuro.

- Bien - finalmente pronunció Fate, suspirando - Si te hace sentir bien huir como un cobarde bien, hazlo. Irónicamente, lo peor de todo es que sé que Nanoha aún te considera como su amigo. Es más, con el corazón tan noble que tiene estoy segura de que incluso sería capaz de perdonarte lo que nos hiciste solo para conservar tu amistad. Pero eso no importa. No te preocupes, le diré que pasaste a saludarla pero tenías muchas cosas que hacer. No quiero romper la falsa imágen de amistad que proyectaste en ella.

- Bien, eso está bien por mí - admitió Yuuno

- Eso sí - continuó Fate, apuntandolo con el dedo - Cuando Nanoha se mejore, porque se va a mejorar, ni te atrevas a acercarte a ella de nuevo. Si lo haces te lo juro que no me va a importar ir a la cárcel si al menos tendré la satisfacción de romperte la maldita cara con mis propias manos.

- Bien - repitió Yuuno - Tenemos un trato - agregó extendiendole la mano.

- Vete al demonio Yuuno - espetó Fate dándose la vuelta, dejándolo con la mano extendida mientras iniciaba su camino hacia la entrada del hospital - Suerte preservando el "honor" de tu familia.

N/A: Con amigos así...