Hola chicas. Antes que nada, quiero agradecer a todas ustedes por leer mi historia. Estuve tentada en abandonarla después de lo que pasó con mi amiga, pero decidí terminarla como un homenaje a ella. Este capítulo será un poco más corto que el anterior. Sin más por el momento les dejo con el capítulo numero olviden dejarme su opinión, consejos y críticas el próximo capitulo lo publicare a mediados del mes de enero ya que ando trabajando en otras dos historias

Capítulo 7 celos

El departamento que Draco había comprado estaba en el piso 19, un piso inferior al que compartía con Arashi. Al llegar a la puerta sacó la llave de la bolsa de su pantalón. Durante el trayecto ninguno había comentado nada. Él abrió la puerta dejando a sus acompañantes entrar. Tanto los Slytherin como los Gryffindor estaban impresionados, pues a pesar de ser un poco más pequeño del otro departamento el de Malfoy seguía siendo muy elegante. No cabía duda de que el chico tenía buenos gustos por la manera en la que estaba decorado, aún conservaba su toque aristocrático, en las paredes había muchas pinturas pues desde niño siempre tuvo un particular gusto por el arte. Hermione y Harry podían darse cuenta de que eran obras de arte muy costosas, en medio de la sala había una mesita donde había varias revistas. Suponían que en cada una de ellas Draco aparecía. A un lado estaba un piano, Theo y Pansy sonrieron pues ellos sabían que el rubio desde niño tocaba el piano y era muy bueno en ello. Todos miraban maravillados pues los Slytherin jamás podrían tener un lugar así para vivir sin la ayuda de sus padres.

—Adelante —Draco se movió un poco para darles paso—.Ustedes se quedarán en este departamento —los chicos caminaron hasta quedar en medio de la sala mirando a ambos lados—. La puerta que está a un lado de ustedes es la cocina, debe haber algo de comer ya que antes de ir a Hogwarts llené la despensa —comentó restándole importancia dejando sorprendido a sus compañeros de casa, dado que el Draco que ellos conocían jamás haría algo como salir de compras. Ese era trabajo de los elfos domésticos. Fueron sacados de sus pensamientos cuando escucharon la voz calmada de Malfoy.—Los llevaré a donde dormirán —caminaron por el pasillo—. La primera puerta es el baño, la siguiente puerta será donde dormirán Nott, Weasley, Potter y Zabini —los chicos se quedaron a acomodar las cosas y la poca ropa que habían traído con ellos —la recámara que está enfrente es donde dormirán las chicas, los dejaré para que acomoden sus cosas.

Draco se retiró. Caminó a la sala para sentarse en uno de los sofás, cerrando sus ojos haciendo su cabeza para atrás. Jamás lo admitiría enfrente de sus compañeros de grupo, pero sentía envidia de que los padres de los integrantes de Arashi estuvieran en la fiesta. Él sabía que sus propios padres jamás se prestarían para algo como eso, a pesar de vivir lejos de ellos por cinco años aun le dolía el desprecio y el rechazo de su madre, pues su padre jamás fue el modelo de padre perfecto. Suspiró un poco, inclinándose a tomar el control de la tv que estaba en la mesa.

En la recámara donde las chicas se quedarían, el grupo se había dividido en dos pequeños, uno formado por Hermione y Ginny, quienes acomodaban la poca ropa que habían traído, mientras que Pansy, Astoria y Daphne hacían lo mismo manteniendo una pequeña plática, esto hasta que Ginny caminó a donde estaban las chicas serpientes para ponerse de acuerdo en cómo dormirían, debido a que solo había una cama y no le parecía justo que ellas durmieran cómodamente en la cama, mientras ella y Hermione tendrían que dormir en el suelo.

—¿Qué diablos quieres, Weasley?¿No ves que estamos ocupadas como para perder nuestro valioso tiempo contigo?—habló Pansy mirándola de mala gana, ya que aún estaba furiosa por lo que pasó la noche anterior con los leones—. Di lo que tengas que decir y deja de molestar, no queremos que su falta de estilo se nos contagie —comenzó a reír, lo que ocasionó que la pelirroja frunciera el ceño y apretara sus puños.

—No me interesan sus chismes de víboras, Parkinson. Solo queremos dejarles en claro que nosotras NO dormiremos en el suelo, solo para que las princesas duerman en una cama —ambas chicas se retaban con la mirada, lo que preocupaba a sus compañeras.

—Pues mala suerte para ti pobretona, porque a mí nadie me quita de esta cama. Además, tú debes estar acostumbrada a dormir en el piso. Después de todo las personas como ustedes, los Weasley, no pueden darse el lujo de comprar camas —se burló mirando a la chica de arriba abajo.

—Voy a hacer que te tragues esas palabras maldita serpiente —la chica Weasley tuvo que ser sujetada por Granger para no irse a los golpes con la Slytherin, quien la miraba desafiante lo que molestaba más a la pelirroja.

—Ya basta Pansy, creo que no es necesario llegar a estos extremos. Weasley tiene razón, no sería justo que nosotras durmiéramos en la cama y ellas en el suelo —habló Daphne poniendo una mano en el hombro de su compañera—. No somos animales como para llegar a estos extremos.

Las Gryffindor voltearon a ver a la rubia, ninguna daba crédito a sus palabras, ellas pensaron que saldría a la defensa de Pansy pero no fue así, ella les daba la razón de que no sería justo. Pansy miraba con incredulidad a su compañera de casa. Daphne siempre había sido rara al igual que su hermana menor, para ellas la sangre no importaban. Siempre habían pensado que las personas valían por quienes eran no por la pureza de su sangre.

—Me debes estar jodiendo Daph. ¿Cómo puedes ponerte a favor de estas tipas?—la pelinegra mantenía la mirada sobre su compañera de casa—. Recuerda quienes son, una maldita comadreja y la otra es la sabelotodo insufrible.

—No las defiendo, simplemente dije que no es justo que ellas duerman en el suelo y nosotras cómodamente en la cama. Además, yo no tengo nada en contra de ellas. A decir verdad, la única vez que he tratado a Granger fue cuando se ofreció a ayudar a mi hermana, y fue amable— la rubia comentaba con calma mirando de reojo a las leonas quienes la miraban sorprendidas. Jamás esperaron ese tipo de reacción de una Slytherin.

—Mi hermana tiene razón Pansy. Deberíamos tratar de llevar la fiesta en paz con ellas, después de todo venimos a divertirnos, no a estar peleando. Si quieres hacerlo cuando regresemos a Hogwarts, hazlo—la pelinegra estaba sorprendida. Nunca pensó que una chica como Astoria, que siempre había sido tímida, la estuviera encarando para defender a las leonas—. No debemos arruinar la fiesta de Draco con peleas tontas —volteó a ver a Hermione—. Granger, por mí no hay problema. Las cinco podemos compartir parte de la cama para que no duerman en el piso.

Pansy al ver que tanto Daphne como Astoria se habían puesto de parte de la sabelotodo Granger y la pobretona de Weasley, se cruzó de brazos caminando al otro lado de la recámara. A pesar de que sus compañeras de casa tenían razón sobre llevar la fiesta en paz, ella era muy orgullosa y jamás podría tratar a los Gryffindor con cortesía. Esas cosas no iban con ella.

—Por mí no hay problema de compartir la cama —comentó Hermione mirando a las hermanas—. La verdad la cama es bastante grande para las cinco, y lo que menos queremos es seguir discutiendo, no estamos en Hogwarts.

Luego de una hora tanto los chicos como las chicas salieron de sus dormitorios, tanto Harry, Ron y Blaise se habían puesto de acuerdo en cómo se acomodarían para dormir, al caminar a la sala se encontraron con Malfoy, quien veía un programa en la televisión muy entretenido. La ex serpiente no se había dado cuenta de que sus amigos y los leones estaban parados aun atrás del sofá.

—Draco —Theo puso su mano en su hombro, por lo que el chico volteó para mirarlos. Tanto Harry como Hermione les había explicado que era la televisión y cuál era su función—. ¿Qué estás mirando en ese aparato?—preguntó Nott con curiosidad mientras tomaba asiento al lado del rubio.

—Estoy viendo el Dorama de Jun, se llama Banbino. Es muy bueno ese idiota de Matsujun, es un gran actor —comentó con simpleza el chico mientras continuaba viendo la Tv—.A decir verdad la historia es muy buena, Jun es un chef que intenta ganar un lugar en un restaurante pero lo hacen que empiece desde abajo.

Luego de un rato de estar viendo la tv, Draco salió del departamento junto a los leones y las serpientes. Sho le había mandado un mensaje por teléfono para decirle que las pizzas ya habían llegado. Sabía que, si no se daban prisa, de seguro el tragón de niño se comería su parte, pese a que él fue criado con buenos modales con sus compañeros tenía que olvidarlos, para poder comer cada comida era como una guerra para ver quien se quedaba con la mayor parte.

—Escuchen, cuando lleguemos al departamento cada uno tome el pedazo de pizza que quiera, si se descuidan se quedaran sin comer. Ninomiya come como si los demás no estuviéramos —el chico había dejado de caminar explicándoles como era la hora de comida en el departamento.

DRACO

Al llegar abrí la puerta, Jun estaba sentado en el sofá junto a Sho. Voltearon a ver quién era para luego hacerme un gesto con la cabeza y regresar su vista a lo que estaban haciendo. Entramos al departamento cerrando la puerta. Los leones y mis amigos tomaron asiento en uno de los sofás. Me daba curiosidad saber qué es lo que tenía tan concentrados a Jun y a Sho, así que me senté a un lado de ellos saber que hacían.

—¿Se puede saber qué es lo que están haciendo?—pregunté mirando de reojo a la mesa donde había un tipo de plano de un escenario en cual Matsujun hacía correcciones—. Es el escenario que se usará en el próximo tour —miré de reojo a Sho y a Jun quienes asintieron sin mirarme.

—Así es, Matsumoto está terminando de hacer unos arreglos. Ya sabes que nuestro buen Jun es muy perfeccionista y quiere que todo quede perfecto —contestó Sho, quien tomó un libro que estaba en la mesita. Me pareció raro que alguien como Sakurai estuviera leyendo Romeo y Julieta, él solía leer otra clase de libros.

—Recuerden que la agencia me nombró encargado de planificar los conciertos, además no es cualquier concierto, es nuestro aniversario. Quiero que sea algo inolvidable —respondió sin mirarnos pues seguía rayando y escribiendo cosas—. Por cierto, Draco, ¿terminaste la parte de la canción de agradecimiento a nuestras fans? Queda menos de un mes para tenerla lista para que la agencia haga las mezclas —Matsujun dejó a un lado lo que estaba haciendo para mirarme esperando mi respuesta.

Me sentía nervioso, jamás había sido bueno para expresar lo que sentía. Claro que estaba agradecido con las fans por el amor que nos daban, pero no soy del tipo de chico que hable de sus sentimientos con facilidad. Cuando escuché la voz burlona de Zabini.

—Pagaría por escuchar a Draco escribir algo en agradecimiento a alguien más que no sea él mismo —lo fulminé con la mirada. ¡Maldito Zabini! No estaba ayudando. Me sentía como un idiota en frente de todos.

—Cállate Blaise, en verdad no estás ayudando —le dije mientras lo miraba de mala manera, estaba metido en un buen lio. No me sentía capaz de hacer algo como eso, como les he dicho no soy bueno expresándome, ladeo un poco la mirada a donde estaba Jun—. ¿Por qué no lo escriben ustedes? Después de todo tenemos casi el mismo sentimiento por las fans —le pregunté a Matsumoto, quien me miraba con una ceja levantada.

—Escúchame bien Draco, el trabajo es de los seis. No podemos hacer tu parte por la sencilla razón de que no tenemos los mismos sentimientos por nuestras seguidoras. Cada uno demuestra su amor de diferente manera, así que no vamos a hacer tu trabajo mientras tú sientas tu jodido trasero en el sofá, ¿te queda claro? Somos un grupo de seis, el trabajo lo dividimos en partes iguales —la sala del departamento se quedó en silencio.

NARRADOR

Todos a excepción de Sho, se sorprendieron por la manera en el que ese chico le habló a Malfoy. Ellos sabían que nadie podía hablarle de aquella manera al rubio y se quedaba como si nada.

—Jamás fue esa mi intención y lo sabes Jun. Sé que somos un grupo y que el trabajo se divide equitativamente, simplemente yo no soy una persona que sepa expresar lo que siente. Es por eso que les pedí que hicieran mi parte, pero reconozco que no estuvo bien. Por ello les pido una disculpa —la mirada de Jun se fue suavizando. Él sabía que no era del tipo de persona que se disculpaba. Suspiró un poco para luego regresar a lo que estaba haciendo.

Luego de escuchar a Malfoy disculparse, los Slytherin platicaban entre ellos al igual que los Gryffindor. Quienes aún no creían lo que habían escuchado. Una persona como Draco Malfoy disculpándose, jamás pensaron escuchar aquello. ¿En qué clase de mundo paralelo habían caído? Si alguien se los hubiera contado se hubieran reído en la cara de esa persona. Los leones estaban en un rincón del departamento hablando entre ellos.

—Jamás pensé escuchar que un idiota como Malfoy pudiera disculparse —comentó Ginny en voz baja para no ser escuchada —vieron su cara cuando aquel chico lo regañó, fue épico ver a alguien que lo pone en su lugar.

—No puedo creer que él no le hubiera contestado, quiero decir es Draco-Sangre Pura-Malfoy-quien-considera-a-los-Muggles-inferiores —la castaña miró de reojo a la serpiente, quien estaba sentado en un sofá con las piernas cruzadas, seguía teniendo ese porte aristocrático que siempre lo había caracterizado—. Pero en vez de contestarle le pidió disculpas, e incluso se notaba avergonzado.

—Ese idiota no me engaña, continúa siendo el mismo maldito bastardo que ha sido desde que lo conocemos y no creo que eso cambie nunca —exclamó con rencor el pelirrojo pues según él las personas como Malfoy no cambiaban solo en empeoraban.

Los Slytherin miraban de reojo a su ex compañero de casa, todavía no daban crédito a lo que había pasado unos momentos antes. Draco Malfoy, descendiente de una de las familias de sangre pura más antigua y perteneciente a los sagrados 28, disculpándose con simples muggles. En definitiva, el chico que estaba sentado en aquel sofá, y el niño que ellos habían conocido no eran la misma persona.

—Por fin terminé—exclamó Jun estirando sus brazos—.En la noche se lo entregaré a nuestro Ceo para que le dé el visto bueno —el chico se puso de pie dejando las hojas a un lado.

—Hace unos minutos llegaron las pizzas —comentó Aiba con las cajas de pizzas en la mano, dejándolas en la mesa —pedí seis por si acaso nos hace falta. Por cierto, Nino aún está dormido ¿no es así?—preguntó mirando a todos lados.

Tanto Jun como Draco se voltearon a ver sonriendo. Ohno quien había llegado a la sala suspiró conocían aquella sonrisa de sus compañeros, y sabia que no sería nada. Bueno Jun tomó uno de los floreros para luego regresar su vista a Draco levantando una ceja.

—Draco, ¿no crees que ya es muy tarde para que Nino continúe en la cama?—preguntó Jun mirando al rubio ladeando una sonrisa— ¿No crees que deberíamos despertarlo?

—Claro, además al Enano no le gusta perderse la comida, y nosotros como buenos compañeros deberíamos ayudar a despertarse —ambos chicos se encaminaron al dormitorio de Ninomiya, Draco tomó uno de los floreros dejando las flores a un lado.

Sho, Aiba y Ohno se voltearon a ver con un poco de miedo. Sabían que las bromas de esos tres muchas veces se pasaban del límite. Sakurai tomó haciéndose a un lado de Ohno, para luego suspirar negando con la cabeza, tanto Jun como Draco eran causas perdidas.

—Tres, dos, uno... —comenzó a contar Sho sentado en el sofá con los ojos cerrados, cuando escucharon el grito de Ninomiya en su dormitorio.

—¡MALDITOS BASTADOS, SON UNOS IDIOTAS!—gritó furioso Ninomiya, mientras Dracoy Jun salían corriendo del dormitorio chocando sus puños riéndose—. ¡¿DÓNDE ESTÁN ESE PAR DE DESGRACIADOS BASTARDOS?!¡ESTÁN MUERTOS, MALDITOS ESTÚPIDOS!¡DEN LA CARA COBARDES! —Ninomiya gritaba rojo a causa del enojo, moviendo su cabeza a ambos lados buscando a los bromistas, quienes estaban detrás de Ohno y Aiba, escondidos muertos de la risa.

—Eres un pervertido enano, ponte una camisa. ¿No ves que hay damas en el departamento?—comentó Draco riéndose de su compañero quien lo fulminaba con la mirada.

—Son un par de idiotas, ¿creen que fue gracioso? —el chico los miraba con desdén—.Vamos todos a reírnos de las estúpidas bromas de Jun y Draco —habló con sarcasmo comenzando a aplaudir—.Ahora par de estúpidos genios, ¿Dónde diablos voy a dormir si mi cama está mojada? —el chico maldecía mientras caminaba al baño para cambiarse.

—Hay que estar alerta, Nino puede vengarse en cualquier momento de la pequeña broma —comentó Jun tomando asiento en el sofá, subiendo las piernas en la mesita—. Bueno, de todos modos el enano es predecible, sabremos cuando intente hacerlo.

—No tengo de que preocuparme, ya que comparto dormitorio con Aiba bastará con cerrar la puerta con seguro —comentó Malfoy restándole importancia.

Luego de la pequeña broma que Malfoy y Jun le hicieron a Nino, tanto los chicos de Arashi, los leones y las serpientes se dispusieron a comer. Como les había dicho Draco la comida era la hora de la guerra. Cada uno ponía varios pedazos de pizza en sus platos, los únicos que mostraban un poco de modales a la hora de comer eran Malfoy, Sho y Ohno. Hermione observaba de reojo a Draco comer su pedazo de pizza, se preguntaba cómo alguien podía mostrar tantos modales comiendo con las manos.

—Así que ustedes son los amigos de la infancia de nuestro pequeño Draquito —preguntó Ninomiya mirando al rubio de reojo mientras reía de lado, sabía que Draco odiaba ese apodo. No sería malo vengarse un poco de su compañero dejándolo en vergüenza con sus amigos.«Dulce venganza» pensó Nino.

—Así es. Conocemos a Draco prácticamente desde la cuna, nuestros padres son amigos cercanos —comentó con calma Nott al escuchar como su amigo mencionaba a su familia. Malfoy no pudo evitar ponerse un poco tenso, lo que no pasó desapercibido por Sakurai, quien posó su mano en el hombro del platinado.

—Draco nos contó que sus padres no están de acuerdo en que él sea un Idol. En mi caso pasó algo similar. Mi Familia no estaba de acuerdo en que firmara un contrato con la agencia. Mi familia está formada por personas, digamos, importantes en el gobierno. Cuando la agencia me reclutó para firmar el contrato, los amigos de mis padres e incluso mi propia familia, me miraron mal —Sakurai hablaba mientras se limpiaba la boca con una servilleta—.Fue hace muy poco que mis padres aceptaron ir a ver un concierto de Arashi—comentó Sakurai limpiándose la boca con la servilleta.

Hermione miró de reojo al rubio. A pesar de que Draco parecía no afectarle el tema de sus padres, la realidad era todo lo contrario. Al Slytherin todavía le dolía el rechazo de sus familiares. La chica se sentía culpable pues en cierta manera gracias a ella los Malfoy habían desheredado a su hijo. Ellos jamás aceptarían que su único hijo estuviera con una sangre sucia como ellos solían llamarla.

Harry Potter

Siempre había pensado que un imbécil como Draco Malfoy jamás podía llegar a sentir afecto por alguien más que no fuera él. ¡Vamos! Desde que lo conocemos siempre nos hizo la vida imposible, creyéndose mejor que los demás. Pero verlo comportarse de esa manera con esos cinco chicos me costaba trabajo creer que fuera el mismo idiota que conocimos hace cinco años. Estaba sumido en mis propios pensamientos cuando escuché que Malfoy me llamaba, alcé un poco la mirada pues lo tenía en frente de mí.

—¿Me hablabas?—pregunté extrañado pues la serpiente y yo no éramos precisamente amigos.

—Sí, te preguntaba si te comerás ese pedazo de pizza, la de champiñón es mi favorita y el cerdo de Ninomiya se comió gran parte de ella —mis compañeros de casa, así como los Slytherin abrieron los ojos por la sorpresa. Acaso Draco-Sangre-Pura-Malfoy me estaba pidiendo mi pedazo de pizza—. Potter ¿te lo vas a comer o no?—me volvió a hablar con impaciencia.

El chico rubio comía con gusto el pedazo de pizza que le había dado. La vida daba muchas vueltas, una persona que siempre había despreciado a los Muggles y todo lo que tuviera que ver con ellos ahora vivía entre ellos, y no solo eso, comía su comida. En definitiva, la vida da muchas vueltas.

—Toma otro pedazo de pizza por la que te quito Draco —un chico de cabello castaño claro me tendió un plato con dos pedazos, mantenía en su rostro una sonrisa—. Disculpa a nuestro compañero, él suele ser así cuando comemos cualquier cosa que tenga champiñón, es su pequeña debilidad.

—No te preocupes, de todos modos estaba satisfecho —le agradecí el gesto. Era el primero de esos chicos que se comportaba de una manera amable con nosotros. Me preguntaba si él sabía lo de la venganza contra Malfoy.

NARRADOR

La comida trascurría de manera tranquila. Draco solo escuchaba la plática entre Sus compañeros de departamento y sus amigos de la infancia. De vez en cuando opinaba o participaba en la conversación, de reojo miraba por momentos a la Gryffindor. No cabía duda de que la chica había cambiado mucho en el tiempo que no se habían visto. Ya no era aquella niña con dientes de castor y cabello desordenado que había conocido. Los años habían hecho maravilla con ella su cuerpo estaba bien definido, sus pechos no eran ni muy grandes ni muy pequeños, eran perfectos. Bajó un poco la mirada hasta sus piernas largas y bien torneadas. En verdad Granger tenía lo suyo. Era una belleza. Sho, el cual se dio cuenta de la forma en la que Draco miraba a Hermione, no pudo evitar sonreír disimuladamente. Se preguntaba cuanto tiempo tardaría su compañero en darse cuenta de sus sentimientos por la chica.

—Por cierto Draco,¿ya le enseñaste a la señorita Granger la biblioteca que tienes en tu departamento? Estoy seguro de que le va a gustar —preguntó Sakurai tomando por sorpresa al rubio.

—Draco es de los chicos que prefieren quedarse en casa leyendo un buen libro que salir a divertirse, él no suele tener muchos amigos —comentó Ohno dándole palmaditas en la espalda al chico—. Creo que le gustará la biblioteca que Draco tiene en su departamento, tiene libros muy interesantes.

Ron, quien se mantenía en silencio devorando la pizza, se atragantó a causa de los celos. ¿Cómo se atrevían esos bastardos a proponerle tal cosa aquella serpiente rastrera como si el no estuviera allí? Hermione era su novia y de ninguna manera permitiría que Malfoy se le acercara con otras intenciones. Él mejor que nadie sabía de lo mucho que sufrió su novia por ese imbécil, quien ni siquiera fue capaz de darle una oportunidad de explicarle como fueron las cosas. Si esa serpiente hubiera sentido algo por ella no la habría dejado. Él fue quien estuvo con ella consolándola en las noches que no podía dormir de tanto llorar por aquella maldita a poco fue ganándose su corazón como para que ahora Malfoy se lo quitara, él lucharía por su castaña.

—Creo que ustedes no están enterados aún, pero Hermione no es soltera. Ella me tiene a mí, soy su novio y no pienso dejar que alguien como Draco, un ser tan despreciable que solo sabe lastimar a las personas que están cerca de él, se acerque a mi novia —aquellas palabras fueron más de lo que Malfoy podía soportar. ¿Quién se creía esa comadreja para decir tales cosas?

Se levantó de golpe tirando a un lado la silla. Estaba realmente cabreado. Nadie le hablaba de aquella manera a un Malfoy y se quedaba tranquilo. Tomó a Weasley de la camisa levantándolo de su silla. Por unos minutos aquel departamento se quedó en silencio por la sorpresa.

—Escúchame bien maldita comadreja con aires de superioridad. Ni tu ni nadie me habla de esa manara. No eres más que un estúpido pobretón que siempre ha estado bajo la sombra de Potter.Tú junto a tu familia deberían pisar el suelo por donde Los Malfoy caminamos —el rubio lo tenía sujeto de la camisa mirándolo con desdén.

Weasley lo empujó cabreado. Siempre había odiado esos aires de grandeza de aquella serpiente siempre menospreciando a su familia por su situación económica, estaba harto de sus humillaciones. Esta vez no se quedaría callado le diría sus verdades a ese maldito rubio.

—No me amenaces maldito imbécil, no eres superior a mí. Prefiero ser un pobretón, pero teniendo el cariño y amor de mis padres a ser alguien como tú ni siquiera tus padres te quieren. Eres su vergüenza. Me das pena Malfoy, jamás sabrás lo que es el amor de una familia porque simplemente tu propia familia no te quiere —espetó con saña el pelirrojo mirándolo a los ojos cruzando los brazos.

Si había algo que realmente le dolía a la serpiente era el rechazo de sus padres. La ira en él fue creciendo. Jamás permitiría que una persona como Weasley opinara de un asunto doloroso en su se abalanzó sobre el golpeándolo. Todos estaban boquiabiertos por la impresión. Jamás habían visto a Malfoy de esa manera. El primero en hablar fue Sakurai Sho que intentó separar a la serpiente del pelirrojo, Draco estaba sobre Weasley dándole puñetazos en el rostro, de un movimiento rápido Ron quedó sobre Draco para golpearlo. Ambos chichos se golpeaban, Harry intentó tomar a su amigo de la camisa, pero era en vano.

—Draco basta suéltalo —Sho intentaba separar al rubio que de un ágil movimiento había quedado de nuevo sobre el Griffyndor—. Por un demonio Draco, esa no es la manera de arreglar las cosas —con mucho trabajo Sho logró quitar de encima de Ron al rubio.

—Ron quieres calmarte de una jodida vez —exclamó la castaña enfadada—. No puedo creer que hayas caído tan bajo mencionando a la familia de había dicho que ese no era tu jodido asunto —la chica estaba realmente cabreada con el pelirrojo.

Ron estaba rojo del coraje, no podía creer que su novia se pusiera del lado de ese maldito imbécil en vez de estar de su parte, él era su novio.—Te estás poniendo de su parte. ¿Es que acaso te has vuelto loca? Ese maldito clasista te humilló por tus orígenes ¿y aun así lo defiendes?—el rostro del chico había tomado el mismo color de su cabello por el enojo.

—Siempre he sabido que los Weasley no tienen modales, pero llegar a algo tan salvaje como los golpes, es extremo, aunque claro, ¿qué se puede esperar de una familia de pobretones?— Pansy comentó burlándose del estado de león.

Ginny quien se mantenía en silencio tomada de la mano de Potter al escuchar cómo la Slytherin se expresaba de su hermano, frunció el ceño mirándola con desdén de arriba abajo—. ¿Quieres mantener tu estúpida boca en silencio? Nadie te pidió tu opinión, y preferimos venir de una familia como la nuestra a ser parte de una familia de clasistas estúpidos como la suya.

Pansy estaba a punto de abalanzarse sobre la pequeña de los Weasley, pero fue sujeta por Theo quien la miraba seriamente. La pelinegra sabía que aquella mirada de Nott solo significaba que en verdad estaba molesto, se mordió el labio inferior intentando contener su enfado.

Sho sujetaba a un furioso Draco que forcejaba para soltarse y volver a golpear de nuevo a aquella comadreja del demonio. Nadie aparte de él podía hablarle de esa manera a Granger y si ese estúpido hablaba de las humillaciones que durante un año el les hizo, ellos ya se habían vengado con la estúpida apuesta.—Aquí el único que da verdadera pena eres tú Weasley. Todos saben que siempre has sentido celos de Potter —una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro mirando al chico de arriba abajo—. Claro cómo no sentir celos si nadie en su sano juicio quisiera ser amigo de un maldito pobretón, la única razón por la que te acercaste a Potter es por envidia, eres solo un estúpido lame botas.

Tanto Harry como Hermione se quedaron el silencio con los ojos muy abiertos, Draco había dado en el punto débil del pelirrojo. Ron desde muy niño siempre se había sentido menos que sus hermanos y cuando llego a Hogwarts siempre fue visto como la sombra de Harry.Él fingía no importarle, pero la realidad era otra. La castaña sintió la ira subir por su no estaba de acuerdo que Ron hubiera usado algo tan bajo como era la familia de Draco, pero él también había sido cruel con el Gryffindor. Sakurai poco a poco fue soltando al rubio quien había cambiado su mirada llena de ira a una sonrisa de superioridad al ver que había dañado al pelirrojo.

Hermione caminó a donde estaba Draco, quien tenía los brazos cruzados mientras mantenía aquella sonrisa de*soy el rey del mundo y ustedes son mierda*al quedar a unos centímetros del rubio le dio una bofetada volteándole el rostro.—No entiendo como una persona puede ser tan venenosa. Ahora veo que lo mejor que me pudo pasar fue que te enteraras de la apuesta, no puedo imaginar qué hubiera sido mi vida al estar al lado de una persona tan mezquina como tú que disfruta en lastimar a las personas. Realmente me dan lastima todas esas chicas que se mueren por ti. Si supieran la clase de porquería que eres de persona te odiarían —la leona mantenía la mirada sobre el chico que tenía el rostro volteado a causa del golpe.

Para Draco aquellas palabras fueron como un puñal atravesándole el corazón. Estaba consciente de que sentía cosas por la Gryffindor, pero jamás pensó que sus palabras dolerían de aquella manera. Al escuchar sobre la venganza el enojo se apoderó de él que no fue consciente cuando le levantó la mano. —Eres una maldita sabelotodo insufrible. ¿Cómo te atreves a golpearme?¿Crees que todavía me afecta lo de la estúpida apuesta? El que debería estar agradecido contigo soy yo. Gracias a eso me libré de una rata de biblioteca, además que pude conocer mujeres mucho mejores que tú. Y una última cosa Granger, yo no golpeo mujeres, aunque tú no parezcas una —escupió mirándola con desprecio.

Sho al ver que las cosas se salían de control otra vez y podía terminar de nuevo en una pelea dijo:—Jun, Nino, llévense a Draco de aquí para que se tranquilice, llévenlo al departamento de Yamapi y no lo dejen salir hasta que yo lo diga —Jun y Nino sacaron a rastras del departamento a su compañero—. Ahora bien señorita Granger, ¿puede acompañarnos a Ohno y a mí? Necesitamos hablar con usted. Aiba, en el baño hay una caja con artículos de primeros auxilios, ayuda al joven Ronald a curarse —Masaki asintió acompañando al pelirrojo al baño —síganos por favor señorita Granger.

Los Slytherin se quedaron en la sala. Theo se dejó caer en la silla suspirando mientras mantenía los ojos cerrados hasta que escuchó la voz de Astoria quien hablaba con su hermana de lo que momentos antes había pasado.

—Creo que esta fiesta se convertirá en un desastre —comentaba la menor de las Greengrass a su hermana, quien intentaba tranquilizar a Parkinson ya que la pelinegra maldecía a la chica Weasley.

—Bueno, como pudimos escuchar, Draco también tuvo parte de la culpa al ofender primero a Weasley. Draco siempre los menospreció, según él por ser unos traidores a la sangre, y no solo se metía con él, también con su familia —habló Daphne con voz calmada.

Pansy la miraba con los ojos muy abiertos,realmente su compañera era una chica extraña. Ella jamás había entendido esa manera de ser de la mayor de las Greengrass, a pesar de pertenecer a una de las familias mágicas más ricas de Londres ella siempre trataba a todos por igual, sean sangre pura, mestizos o hijos de Muggles, para ella todos eran personas que merecían respeto, se preguntaba si el sombrero seleccionador no se había equivocado al momento de mandar a Daphne a Slytherin.—Debes estar jodiendo, ¿cómo puedes defender a esos malditos pobretones?¿Es que acaso simpatizas con los Gryffindor?—la pelinegra intentaba moderar su voz para no ser escuchada—. Si simpatizas con esos gatitos realmente no mereces ser una Slytherin —comentó Pansy con repugnancia, alejándose de la rubia.

—Si ser una Slytherin significa menospreciar a las demás personas, pues créeme que empiezo a dudar de estar de esa casa, siempre he odiado esa rivalidad estúpida que hay entre los leones y las serpientes. Madura Pansy, todos somos iguales. Sangre pura, mestizos o hijos de Muggles, y Granger es la prueba de ello. A pesar de sus orígenes es mil veces mejor bruja que muchas brujas sangre limpia.

Theo se puso de pie quedando en medio de ambas chicas.—¿Se quieren calmar las dos? Esté no es el lugar ni el momento para hablar de ese tema —el chico volteó su cabeza a un lado mirando con seriedad a la pelinegra—. Pansy, si Daphne quiere ser sociable o lo que sea con Granger o con algún Gryffindor ese no es tu problema. Ella es libre, no por eso es menos Slytherin que nosotros. Al contrario, eso la hace una mejor persona que muchos de nuestra casa.

—Como siempre, Theo siempre sabe que decir —exclamó con su humor de siempre Zabini—. Si no les molesta seguiré comiendo, esta cosa es deliciosa. Jamás lo había probado, creo que me he perdido de mucho.

Parkinson luego de escuchar las palabras de Theo tomó asiento manteniendo los brazos cruzados enojada, pues no estaba del todo de acuerdo. Pero no podía hacer más que guardar silencio.

En el baño del departamento, Aiba buscaba el botiquín de primeros auxilios. Se sentía un poco incómodo pues aquel chico pelirrojo lo ponía nervioso. Con todas las cosas que decía sobre Draco, él sabía que el rubio no era precisamente la bondad personificada pero tampoco era lo que ese chico decía.

—Esa maldita serpiente me las pagará, es un bastardo —maldecía Weasley sentado en una de las sillas con un pedazo de papel en la nariz—. Como me gustaría darle una buena golpiza, pero les juro que no se quedará así.

—Ron deja las cosas tal cual como están. No seas tonto, no caigas en las provocaciones de Malfoy —le aconsejó Harry tranquilamente mientras acomodaba sus gafas.

—Sé más inteligente hermano, después de todo ese bastardo de Malfoy siempre ha sentido envidia de la amistad que te une con mi novio. No olvides que Harry rechazó su amistad —comento la pelirroja poniendo las manos en el hombro de su hermano.

Aiba, que se había mantenido al margen de la plática, apretó los puños enojado. Estaba indignado por lo que aquellos chicos habían dicho de Draco, se dio la vuelta para encararlos.—No permitiré que se expresen así de Draco, ¿me escucharon?—los leones se quedaron sorprendidos pues aquel joven desde que los conoció los trató con amabilidad—.No conocen como es Draco realmente. Él puede aparentar ser una persona fría y sin sentimientos, pero es todo lo contrario. Él junto a Jun, son los que más se preocupan por Arashi. Hace dos años fui operado de emergencia por una infección en los pulmones. Draco se ofreció a hacer el trabajo que me tocaba, y no solo eso, también muchas veces de quedó conmigo en el hospital, a pesar de que su agenda siempre estaba llena él se tomaba el tiempo, ya sea él que tenía para comer o dormir para ir a verme. Y sobre lo que dijo señorita Ginny de que Draco no tiene amigos, déjeme decirle que está equivocada, él tiene verdaderos amigos, pero sobre todo nos tiene a nosotros, que más que amigos somos hermanos, así que les pido que no vuelvan a insultarlo en mi presencia —exclamó con seriedad Aiba dándose la vuelta para salir del baño—.Si me disculpan tengo algo que hacer, con su permiso.

Al quedarse solos Ron se mordió el labio inferior enojado.—Lo que nos faltaba, otro tipo que defiende a esa maldita serpiente.

Hermione entró al estudio de Ohno. Miraba a todos lados, se sentía incomoda en aquel lugar con aquellos chicos. A un lado de la mesa había un librero con bastantes acercó inconscientemente pasando su pulgar en uno de ellos, por lo que podía notar que todos eran libros sobre la historia del arte. Aquel estudio estaba decorado de una manera sencilla pero acogedora. Las paredes eran blancas, en una de ellas había una gran ventana con una excelente vista de la ciudad, todo finamente decorado.

Sakurai sonrió levemente al ver aquella chica que se había distraído con los libros.—Veo que le gusta mucho los libros ¿no es así?—preguntó mientras tomaba asiento en uno de los sofás.

—Sí, me encanta leer, es uno de mis pasatiempos Favoritos. Pero creo que no me han traído aquí para hablar de libros ¿o sí? —respondió directa la castaña, a lo cual ambos chicos sonrieron, no cabía duda de que aquella chica tenía carácter.

—Tiene razón señorita Granger —contestó Ohno ofreciéndole una silla a la castaña para sentarse—.La razón por la queríamos hablar con usted es sobre Draco —la leona se sentó delante de ellos—. Las palabras que usted le dijo a nuestro amigo no fueron las más apropiadas.

La chica de mordió el labio inferior para no contestar con alguna palabra mal obvio que ellos defenderían a Draco, pese a todo era su compañero de grupo. Intentando controlar su tono de voz. —Malfoy nos hizo la vida imposible desde el primer momento en que entramos a la escuela, siempre se metió con nosotros, menospreciándonos, a mí por mi origen, a Ron por su situación económica, así que no vengan con que estuvo mal lo que dije.

—Ustedes se vengaron ¿no es así? Entonces no son del todo diferentes a Draco —respondió Sakurai con un tono de voz tranquilo—. Usted y sus amigos se vengaron de él de una forma muy baja, enamorándolo. Creo que eso es mil veces peor a lo que Draco les hizo. Pero no quiero hablar de ese tema pues no es asunto nuestro. Draco es como un hermano para nosotros, esas palabras que usted le dijo no fueron de nuestro agrado. Lo único que hizo fue volver a abrir aquella herida.

Hermione se mordió el labio inferior nuevamente. Ella sabía que lo que esos chicos le decían era verdad, ellos en cierta manera fueron peores que Malfoy. —Sé que estuvo mal lo de la venganza, y si les sirve de consuelo caí en mi misma trampa porque me enamoré de ese estúpido vanidoso, pero que al mismo tiempo podía ser tierno y amable —esas últimas palabras las dijo sonriendo tristemente—. No me justifico, pero tampoco soy la peor persona, a pesar de que Draco siempre me ha llamado rata de biblioteca perfecta, la verdad es que estoy muy lejos de serlo. Cometo errores, pero al mismo tiempo me ayudan a crecer como persona.

Por unos minutos se formó un silencio incómodo. Tanto Satoshi como Sakurai estudiaban a la chica minuciosamente. Ahora podían entender por qué Draco se había enamorado de aquella chica. Tenían que reconocer que no era una mala mujer, y en cierta forma podían entenderla un poco ellos. Sabían lo hiriente que podía ser su compañero cuando se lo proponía.

Sho se puso de pie para caminar quedando a unos metros de la leona.—Sabes, nosotros conocemos a Draco, nuestro pequeño hermano tiene un temperamento de los mil demonios. Cuando está enojado es mejor alejarse de él, pero no es un mal chico simplemente no sabe cómo expresar sus sentimientos —Sho puso una de sus manos en los hombros de la chica—. Pero si dejaran el pasado atrás, créeme conocerían a un Draco diferente al que conocieron. Estar en Arashi lo ha hecho madurar, a pesar de que él es una persona extremadamente fría, con las fans es completamente diferente, es un chico muy cálido con ellas. A pesar de que nuestra agencia tiene prohibido los autógrafos, él suele romper seguido esa regla, aunque luego sea regañado.

Ohno rio levemente al recordarla última vez que Malfoy había roto esa regla, no solo él había sido regañado sino los seis, a Draco por darle un autógrafo y a ellos por permitírselo. Jun y Nino estuvieron sin dirigirle la palabra toda la tarde hasta que el rubio los invitó a cenar.—¿Cómo olvidar ese día? Nuestro Ceo nos reclamó y al mismo tiempo nos puso más horas de ensayo, además que nuestro domingo libre de cada mes fue suspendido, poniéndonos más trabajo, yo tenía planeado salir de pesca ese día.

Hermione rio por la forma en que Ohno le relataba lo que había pasado ese día, por la manera en que aquellos chicos se expresaban de Draco se daban cuenta que le tenían cariño.—Ustedes quieren mucho a Malfoy ¿verdad?—preguntó la leona mirando a ambos chicos quienes se miraron sonriendo.

—Bueno al principio Draco no era de mis personas favoritas. Ni siquiera nos hablábamos. Durante nuestro tiempo como aprendices Malfoy y yo no intercambiábamos palabra alguna, nuestra amistad se fue dando durante nuestro debut ya que debíamos convivir más seguido. Vivíamos juntos, poco a poco nuestra amistad se fue dando. Draco y yo compartimos el gusto por la pintura y las artes, así que solíamos ir galerías de arte o exhibiciones juntos, así fue como le comencé a tomar cariño y nuestra relación se convirtió en la de hermanos —relataba Ohno con calma mientras mantenía su mirada en la leona, quien los miraba asombrada. Draco asistiendo a galerías de arte muggle, no cabía duda de que Draco había cambiado. El Malfoy que ella conocía hubiera estado primero muerto antes que asistir a algún tipo de sitio Muggle.

—Draco y yo siempre hemos sido cercanos, desde antes de debutar ya que al no hablar japonés nos comunicábamos en inglés. Además de que compartíamos casi la misma historia, mis padres tienen una muy buena situación económica ya que mi padre es un político muy importante y mi madre es profesora de la universidad. Es por esa misma razón que cuando les dije mis deseos de ser un idol ellos se pusieron furiosos, al grado de no hablarme. Me negaron su ayuda económica. Gracias a nuestro ceo, que cuidó de mí durante ese tiempo es que pude luchar por lo que quería. A Draco le pasó lo mismo, sus padres lo dieron por muerto solo por dedicarse a la música. Nuestra amistad se fue fortaleciendo gracias a eso ya que podíamos entender lo que el otro sentía. Draco es como un hermano pequeño ya que solemos hacer muchas cosas juntos, salimos a comer o a cenar cuando tenemos tiempo libre. Salimos a beber un poco, tenemos nuestro propio club de lectura, cuando tengo mucho trabajo Draco suele llamarme por teléfono para decirme que me extraña, o solo para saber si estoy bien. También salimos de vacaciones juntos.

La leona no pudo evitar sonreír, saber que Draco había hecho amigos que lo apreciaban le daba gusto, después de todo ella se sentía culpable de que los padres de Draco lo desheredaran.—Me da gusto que Malfoy tenga personas como ustedes que lo quieren y lo cuidan. Él siempre fue un chico solitario a pesar de estar rodeado de personas, desgraciadamente es en ese momento en que más solos nos podemos sentir —comentó la castaña con tristeza, pues había recordado una de las pláticas en donde Draco le contaba lo duro que era su padre con él y lo sólo que en ocasiones se sentía.

Ohno puso su mano en el hombro de la chica al notar como su semblante cambiaba.—Todos les tenemos aprecio a Draco,él más que un compañero de grupo es un hermano para nosotros. Incluso Ninomiya y Matsumoto lo quieren mucho, es por eso de su reacción al conocerla. Ellos pondrán molestarse entre sí, pero se quieren. Es una relación de amor y odio por parte de esos tres. Por eso la actitud de Nino al conocerte, dado que él te tenía coraje por lo que paso con Draco —la tranquilizó el líder sonriéndole.

—Señorita Granger, ¿puedo preguntarle algo?—Sho se le quedó mirando unos segundos, a lo cual la chica a asintió—. Nos gustaría saber qué siente por nuestro Draco. Como se dio cuenta somos muy protectores con él y no queremos que salga lastimado de nuevo.

La castaña se quedó unos minutos en silencio. Si esa pregunta se lo hubieran hecho semanas atrás la respuesta hubiera sido muy simple, Draco Malfoy era un triste recuerdo, pero ahora no estaba segura. Estaba Ron, su novio desde hace cinco años, el chico que la ayudó a salir de la depresión en la que la relación con Draco la había dejado. Ronald no era solo su novio, era su mejor amigo. Era verdad que muchas veces se comportaba como un niño, pero esa era parte de su personalidad, y luego estaba Malfoy con ese aire de superioridad y ese porte aristócrata. Ella había conocido a otro Draco, uno cariñoso, amable, tierno, en ocasiones infantil, pero sobre todo sincero.—Sinceramente no lo sé. Draco marcó parte de mi vida. A pesar de fuéramos unos niños fue mi primer amor, esa personita que te hace sentir mariposas en el estómago cuando lo ves, cuando nos tomábamos de la mano una corriente eléctrica recorría mi cuerpo. Estoy confundida, parte de esos sentimientos aún están en mi corazón. Pero Ron es mi novio y también tengo sentimientos por él. Además, Malfoy tiene por novia a esa chica llamada Maki —comentó con un tono de celos al recordar lo que Draco le había dicho sobre aquella mujer.

Ohno y Sakurai se miraron confundidos. ¿De dónde sacaba esa chica que Draco mantenía una relación sentimental con Maki? Seguramente su compañero se lo había dicho para darle celos, decidieron guardar silencio, no querían ser indiscretos. A pesar de todo ese era un asunto que a ellos no les incumbía.—Creo que lo mejor es ir a arreglarnos. Dentro de un par de horas nuestro manager vendrá a recogernos para llevarnos al lugar donde será la fiesta —habló Ohno cambiando el tema—. Ayer Draco habló por teléfono y nos pidió que compráramos vestidos de noche y esmoquin. Están en el departamento donde se quedarán, será mejor que vayan a arreglarse. Por cierto, nosotros haremos lo que está en nuestras manos para que Draco deje de meterse con ustedes. Por lo menos el tiempo que estén aquí le pido que contenga a sus amigos de hacer algún comentario que lastime a nuestro hermano —la castaña asintió saliendo del estudio junto a Sakurai y llegar a la sala se encontraron a Aiba quien estaba viendo la televisión. Al verlos la apago poniéndose de pie.

—Hace unos minutos vino Nino a buscar la ropa que Jun, Draco y él usarán. Parece que nuestro Draquito anda peor que una fiera, así que prefieren vestirse en el departamento de Yamapi —Aiba miró a la chica de reojo, y le sonrió lo que provocó a la castaña sonrojarse—.No se preocupe, Draco es temperamental pero no es mala persona, la molestia no le dura mucho tiempo, ya verá que cuando nos vayamos a la fiesta estará como si nada.

Hermione asintió suspirando.—Les pido una disculpa por lo que pasó hace un rato. Ronald muchas veces dice las cosas sin pensarlas, es como un niño y también les pido disculpas por mis palabras. No fue apropiado —la chica bajó la mirada apenada.

—Vamos señorita Granger, no se ponga así. Conocemos de sobra a Draco y sabemos que muchas veces termina con la paciencia de los demás —Aiba le levantó la mirada con su pulgar sonriéndole—. Usted me cae bien así que espero podamos ser amigos, claro si usted cierto, sus amigos se marcharon al departamento de Draco.

La leona asintió sonriendo. Aquel chico le agradaba, desde que lo conoció la trato con amabilidad e incluso le hizo un cumplido, en definitiva, serían buenos amigos.—Claro que podemos ser amigos, pero me sentiría mas cómoda que me llamaran Hermione —le extendió la mano la cual el joven tomó—. Bueno, iré a arreglarme. Los veré después —la castaña salió del departamento.

—Aiba, Aiba, te conozco lo suficiente para saber qué estás planeando algo. Dinos, ¿qué es?—Sho puso sus manos atrás de su cuello abrazándolo riendo.

—Eso querido amigo es un secreto que en su momento sabrán —respondió con simpleza restándole importancia al asunto—.Será mejor arreglarnos. Ya sabes cómo se pone Yamasaki San si lo hacemos esperar.

Cada uno se fue a su habitación para prepararse para la fiesta que tendrían en unas horas a las 7pm. Ohno, Aiba, Sho junto a los Slytherin y los Gryffindor se encontraban esperando a que terminaran de arreglarse Jun, Ninomiya y menos de 15 minutos uno de los manager de la agencia los estaría esperando afuera del edificio.

—Maldita sea Draco, quédate quieto ¿quieres?—escucharon maldecir a Matsumoto Jun—. Quédate quieto para que te haga el nudo de la jodida corbata.

—Eres un grandísimo idiota, me estás ahorcando —exclamó molesto el rubio—. Si no sabes hacerlo, ¿para qué te ofreces?

Luego de unos minutos en que se escuchaban maldiciones y gruñidos de molestia. Salieron del departamento, Ninomiya riéndose, mientras Jun y Draco con los brazos cruzados aun enojados.

—Disculpen la tardanza, lo que pasa es que estas señoritas tardan horas arreglándose —comentó Nino burlándose de sus compañeros que lo miraban con desdén—. Pensé que solo mi ex tardaba tanto en peinarse, pero me equivoqué, Jun y Draco le doblan el tiempo. Pobre Mao que tiene que soportar a jun y su faceta de Diva, y a la chica que salga con Draco mis respetos, tener a alguien que se tarda el doble que una mujer solo para ver que peinado le queda mejor —soltó sin poder contener la risa, lo que le costó un golpe en la cabeza por parte del chico—¡Oye! Eso dolió. ¿Por qué tienes que ser tan salvaje?—exclamó sobándose la cabeza.

—Eso es para que dejes de ser un idiota y te pongas serio, y no es mi culpa que el maldito nudo de corbata sea tan complicado —gruñó el ex Slytherin enojado, fulminando con la mirada a sus antiguos compañeros de casa. Sabía que ellos se habían hecho el nudo con magia.«Malditos bastardos suertudos» pensó.

Estaban a punto de comenzar a discutir cuando escucharon la voz de Ohno.—Será mejor que dejen esas tontas peleas para más tarde. Nos están esperando. Ahora bien, recuerden mantenerse unidos, y pase lo que pase no se separen —los seis chicos asintieron dejando a los leones y serpientes confundidos. No entendían a que se refería el líder del grupo con aquellas palabras.

Hermione quien caminaba a un lado de Aiba se acercó un poco para susurrarle en voz baja.—Una pregunta a que se refiere a mantenernos unidos —Draco quien los había visto de reojo no pudo evitar ponerse celoso, ¿por qué se atrevía Granger a hablarle de esa manera a masaki?¿Es que acaso no tenía vergüenza?

—Ya lo veras Hermione, te aconsejo que te mantengas junto a tus amigos —le contestó amablemente mientras continuaban caminando.

Ron frunció el ceño celoso. No le agradaba aquel joven que le hablaba con confianza a su novia. Él desde siempre había sido un chico celoso, con el idiota de Krum quien se había atrevido a invitar a su novia al baile de navidad, aun cuando él era el novio, y ahora con este chico tendría que dejarle unas cosas en claro. Sin pesarlo tomó la mano de la castaña marcando territorio.

—Dime, ¿qué se trae ese idiota contigo?¿quieres que lo ponga en su lugar?—susurró en voz baja el pelirrojo—. Porque puedo hechizarlo para que aprenda a respetar a las novias de otros.

—¿Te has vuelto loco? No se puede hacer magia fuera de la escuela, y Aiba es un amigo que se ha portado amable conmigo. No le veo nada de malo —le respondió cortante la castaña, dejando al chico molesto.

Al salir del edificio los esperaba una limosina mandada por la Agencia, cuando las fans vieron a los chicos comenzaron a corear la canción con la que ellos habían debutado A-RA-SHI, los integrantes de Arashi sonrieron saludando con las manos. Unos guardias de seguridad se pusieron a un lado de ellos para escoltarlos a la limosinas. Las chicas comenzaron a empujarse entre ellas mismas para poder tocarlos. Una chica que intentaba darle un regalo a Draco fue empujada por el guardia de seguridad para mantenerla alejada de él. El chico al percatarse de eso regresó a ayudar a la chica dejando a sus ex compañeros de escuela sorprendidos. Draco Malfoy preocupándose por alguien que no fuera el mismo.

Malfoy le extendió la mano haciendo a un lado al guardia de seguridad que intentaba alejarlo de la chica.—¿Te encuentras bien?¿No te lastimaste?—preguntó preocupado mientras la ayudaba a levantarse dándole un pañuelo para que limpiara sus rodillas que tenían un poco de sangre a causa de la caída—. Deberías ir a desinfectarte esa herida.

La chica le entendió, asintió extendiéndole el regalo, el cual Draco tomó entre sus manos sonriendo de lado luego de agradecerle, caminó escoltado por el guardia de seguridad hasta la limosina, lo esperaba uno de los manager con mala cara, suspiró levemente. Se sabía el sermón de memoria.

—Draco te gusta romper las reglas ¿cierto?—lo reprendió el manager a lo cual el chico se encogió de hombros—.Sabes que lo que hiciste no está permitido. No puedes acercarte de esa manera a las fans, que no se vuelta a repetir ¿está claro?

El chico lo miró de mala gana, si había algo que realmente odiaba es que le dieran ordenes como si fuera un jodido elfo doméstico.—No me ordenes lo que debo hacer, ¿te queda claro? Soy Draco Malfoy, uno de los seis chicos más importantes del país, y si yo me lo propongo puedo hacer que te despidan ¿te quedó claro? Ahora bien, si me quiero acercar a esas chicas lo voy a hacer porque simplemente así lo quiero —el manager se mordió el labio molesto, sabía que lo que ese engreído chico decía era cierto. Era bien sabido por todos que ningún manager le duraba a Arashi por culpa de aquel rubio engreído.

Luego de 20 minutos en carretera por fin habían llegado al lugar donde se haría la fiesta de aniversario. Cómo era de esperarse el lugar era elegante. Había docenas de reporteros quienes los esperaban. El manager, olvidando el mal momento que el rubio le había hecho pasar indicó: —Escuchen, tendrán una pequeña sesión de fotos y responderán a una serie de preguntas. Luego de eso caminaran por la alfombra roja. En la fiesta no habrá fotógrafos. Los amigos de Draco serán escoltados adentro por uno de los guardias ¿quedó claro?—los seis asintieron mirándolo.

Cuando los chicos bajaron de la limosina saludaron a unos reporteros los cuales le sacaban fotos y los entrevistaban. Hermione miraba de lejos a Draco no cabía duda de que ese condenado imbécil se veía muy atractivo con ese traje y su cabello levemente despeinado. Luego de la entrevista y las fotos los chicos entraron a la recepción. Esta vez su agencia había tirado la casa por la ventana. Todos los talentos de la Johnnys estaban presentes. Draco se quedó con sus ex compañeros de clase mientras Jun y los otros iban a saludar a sus amigos.

—Vaya amigo, los muggles si que saben organizar fiestas y estas bebidas no están nada mal —comentó Zabini tomando su copa de sake—. Deberías invitarnos más seguido Draco.

—Por primera vez concuerdo con la serpiente mujeriega, no está nada mal esta fiesta, y que nombre tiene esta bebida —preguntó la pelirroja Weasley mirando su copa—. Es deliciosa, nunca había probado algo parecido.

Pansy sonríe de lado, no podía perder la oportunidad de molestar a los leones.—Bueno comparado con lo que suelen beber cualquier cosa sabe rico, aunque sea de baja categoría —soltó con veneno la pelinegra, Ginny estaba a punto de contestar cuando Malfoy intervino.

—Ya basta Pansy. Por esta noche no habrá agresiones de ningún tipo por parte nuestra, no hacia ellos. No pienso arruinar una noche tan importante para mí con una pelea tonta ¿escuchaste?—habló seriamente el chico mientras la chica asentía—. Respondiendo tu pregunta Weasley, lo que estás bebiendo es Sake, una bebida típica japonesa.

Daphne para romper la tensión, que había mirado a todos lados, en su mayoría había chicos y algunas chicas, así como personas mayores, comentó:—Hay muchos chicos lindos ¿no creen?—Astoria asintió sonrojada.

—Bueno Johnnys solo gestiona chicos, no hay ninguna chica en la agencia. Las chicas que ven son pareja o familiar de alguno de ellos. Esos chicos que vienen hacia aquí son Kis My una de las Boy Band que hace poco debutó. Son muy buenos —los mencionados chicos se acercaron a saludar.

—Draco Senpai, hace unos minutos felicitamos a los otros integrantes de Arashi —los chicos de Kis My Ft2 hicieron una reverencia a manera de respeto.—Esperamos algún día poder ser tan buenos como Arashi —comentó Yuya, uno de los que admiraba al grupo de Draco.

—Ya les dije que no necesitan llamarme Senpei —comentó la serpiente apenado—.Después de todo ustedes ya debutaron, no necesitan ser tan formales conmigo, por cierto Yuya deberíamos salir un día de estos a beber un poco y platicar.

—Claro que sí, dentro de poco comenzara nuestro Tour, y según tengo entendido Arashi irá a Hawaii ¿no es así? Antes de que viajes podemos salir a beber. Pará mí sería un honor —el chico comentó sonrojado. Draco era su modelo a seguir ya que era bueno en todo lo que hacía, un buen cantante, actor, modelo, e incluso deportista.

Luego en ponerse de acuerdo con los chicos se despidieron de Draco. Cuando se dio la vuelta para continuar platicando con sus compañeros, sintió unas manos que le cubrían sus ojos, al quitar las manos y ver a la chica sonrió dándole un fuerte abrazo.

—Maki, que gusto verte. Pensé que no vendrías, tenía entendido que estabas fuera de Japón, pero me alegra que estés aquí —el rubio la tenía sujetada de la cintura, mantenía una sonrisa en el rostro. Él quería mucho a esa chica, era con la única celebridad que se comportaba de esa manera.

—Estuve en Tailandia grabando una película, pero no podía perderme este momento, así que pedí un par de días. Mañana regreso a seguir con la filmación —se separó un poco del chico para mirarlo—.Pero mírate, te ves muy guapo con ese traje. Según las revistas soy la mujer más afortunada por tenerte —ambos rieron al recordar que siempre les habían relacionado sentimentalmente, cosa que era un error. Lo único que había entre ellos era una bonita amistad.

Astoria no podía seguir viendo al hombre que amaba con otra, así que se disculpó para poder ir al baño. No quería que Draco la viera de esa manera, ellos habían quedado en ser amigos y lo menos quería era amargarle la velada a su amigo. Pansy y Daphne fueron con ella, sabían que la chica lo estaba pasando mal.

HERMIONE

No pude evitar fruncir el ceño cuando vi como esa chica tan desvergonzada trataba a ese estúpido imbécil, no podía seguir negándolo, estaba celosa, y eso solo quería decir una cosa. Estaba aún enamorada de ese estúpido arrogante, y me mataba de celos la manera en que la trataba. Me separé de ellos para ir por una copa, la necesitaba. Debía controlar mis celos, pero verlos de esa manera lo único que hacía era aumentar mis ganas de matarlos, a uno por idiota presumido y a ella por zorra. Tomé la copa que me ofrecía tragando de golpe el vino, Harry al notar como estaba se acercó a mi preocupado.

—Hermione, ¿estás bien?—preguntó mi amigo preocupado ya que no era normal que yo me comportara de esa manea. Daba gracias a las deidades que Ron estuviera devorando la comida que había en unas mesas o no podría explicarle la razón por la cual estaba así.

—Solo míralos Harry, se ven tan felices —comenté con sarcasmo mirando a Malfoy—. Ese maldito arrogante siempre ha sido un idiota mujeriego —El niño que vivió volteo a ver a donde miraba la castaña con curiosidad, observó que Malfoy reía con una chica mientras parecía susurrarle algo al oído.

Estaba asombrado jamás había visto a Malfoy tratar a una chica como trataba a la mujer con la que platicaba cuando siento que alguien lo golpeaba en el Brazo – ¿Diablos y eso porque fue ? –Pregunto Potter sobándose el brazo derecho.

-No seas tan obvio Harry – lo reprendió Granger mientras mantenía el ceño fruñido – Sabes siento lastima por la pobre chica debe tener el autoestima demasiado baja para salir con ese idiota – la chica intento esconder sus celos mientras bebía otra copa de Sake .