".." habla
'..' piensa
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DORADO
Al otro día.
Como todas las mañanas Akane se encontraba entrenando. Estaba rompiendo unos ladrillos en el jardín. Ranma aparece con una toalla en los hombros y al verlo Akane deja de hacer lo que estaba haciendo y se seca el sudor del rostro. –"Buenos días Ranma." –le dijo con una gran sonrisa que hizo a Ranma sonreír también.
"Buenas Akane."
"¿Vas a entrenar?"
"Sí, venía a realizar algunas katas, querés acompañarme?"
"¿Por qué mejor no hacemos una pelea, liviana?"
"Como quieras, pero no te quejés después."
Se fueron al dojo y comenzaron a practicar, Akane golpeaba con todas sus fuerzas y Ranma esquivaba como siempre. Al cabo de un rato se encontraban los dos sentados en la puerta del dojo descansando.
"¡Por qué nunca me atacás, siempre estás esquivando?" –dijo Akane algo enojada.
"Akane, yo no le pego a las mujeres, siempre te lo digo."
Un silencio transcurrió unos segundos y un rubor apareció en las mejillas de Ranma.
"Akane…"
"¿Qué pasa?"
"Ah…sobre lo de ayer…"
Akane comenzó a ruborizarse, si Ranma estaba tan nervioso probablemente no era un insulto lo que se avecinaba.
"Bueno…quería pedirte perdón por lo que dije…"
"¿Me estás pidiendo perdón?" –exclamó Akane sorprendida, su rubor desapareció.
"Querés dejarme terminar, siempre tenés que interrumpir."
"¡Hey¿A que viene eso?" –gritó Akane enojada.
"¡Kawaikune¡Dejame terminar de hablar!" –gritó Ranma.
"¡No estás hablando me estás gritando!" –se paró Akane.
"¡Porque no me estás escuchando!" –se levantó Ranma de golpe y un pequeño objeto saltó de su bolsillo y a rebotes se alejó de ellos. Ambos miraron y Ranma al darse cuenta de que era salió corriendo a agarrarlo.
"¿Qué es eso Ranma?"
"Nada" –contestó nervioso arrodillado en el piso dándole la espalda a Akane. -'No me acordaba que lo tenía en este pantalón…' –Luego siente una presencia por encima de su hombro y al darse cuenta que era Akane aprieta el objeto entre sus manos. –"¡Mostrame Ranma!" –dijo Akane tironeándolo del brazo. –"¡No te metas Akane!" Comenzaron a forcejear y Akane logró distinguir algo pequeño y dorado. Las palabras escaparon suavemente de su boca –"un anillo…" Ranma se petrificó. "¿Puede ser que lo que estás escondiendo es un anillo?" –preguntó Akane. Ranma se sonrojó completo –"Es que mi mamá me lo dio y me dijo que lo guardara y se me olvidó y…"
"Ah, entonces te lo dio ella…" –dijo Akane bajando la mirada al piso con tristeza.
"Bueno, me le dio para v…" –Ranma comenzó a sonrojarse.
Akane lo miró sorprendida.
"Para…v…para vos" –las palabras sonaron casi sin aire.
"¿Para mí?" –preguntó Akane confundida ahora mirando la mano de Ranma que se abría develando en pequeño y delicado anillo de oro. –"Es muy hermoso."
Ranma se ruborizó más aún. –"Te…te gusta?"
"Sí, me gusta mucho." –contestó Akane sonriéndole.
"Bueno, es un anillo de compromiso…pero si querés podés usarlo…"
"¿Pero no es algo muy preciado para tu mamá?"
"En realidad no es de ella…lo compró para que yo…para que yo…"
"¿Para que me lo dieras a mí?" –preguntó Akane creyendo entender lo que Ranma intentaba decirle.
Ranma sólo se limitó a afirmar levemente con la cabeza, rojo como un tomate.
"¿Pero Ranma si yo lo usara querría decir que acepto nuestro compromiso?"
"Supongo que nos harían casar mañana mismo…" –agregó Ranma.
Akane volvió a mirar el anillo en la mano de Ranma.
Ranma sintió que el corazón le dio un brinco. -'Podría ser que ella…quiere usar el anillo y…' –"Akane…"
Akane fijó sus ojos en los de Ranma. Esto hizo que el corazón del joven se acelerara. -"No me molestaría si a vos no te molesta…"
Akane se sonrojó. –"¿De verdad Ranma?"
El joven asintió con la cabeza. La mano de Akane se deslizó por la suya y sintió como un escalofrío recorría su cuerpo hasta que ella levantó delicadamente el anillo y lo puso en su fino dedo.
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Fin del 2.
