".." habla

'..' piensa

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LLEGADA

A la mañana del otro día, Ranma y Akane se encontraban listos para partir. La noche anterior habían informado a su familia de sus planes. Las reacciones no fueron muy diferentes a lo normal. Soun lloró de la alegría mientras se abrazaban y daban saltos con Genma, Kasumi sonreía y manifestó su alegría ante la decisión, Nabiki les dedico una de sus ironías, y Nodoka unas lágrimas de alegría y mencionó algo sobre que Ranma se había vuelto más hombre que nunca y que esperaba algún nieto en su regreso, lo que hizo ruborizar a la pareja. Y finalmente, Happosai intentó lanzarse a los pechos de Akane para recibir consuelo y fue golpeado por Ranma.

Volviendo a la mañana, todos estaban despidiendo a la pareja en la puerta de la casa.

"Ranma, cuidá bien de mi Akane-chan." –dijo Soun con lágrimas en los ojos.

"Traigan algún recuerdo" –dijo Kasumi.

"Y acuérdense de lo que les dije anoche. Sería muy lindo tener un niñito o niñita corriendo y jugando por la casa. –por supuesto, el comentario de Nodoka haciendo referencia a algún nieto.

Finalmente salieron con dirección a la parada de colectivos. El viaje duro dos horas, y al descender se encontraron con una zona de bosques y pocas casas a los alrededores. Preguntaron a unos hombres que estaban descansando en el patio de su casa donde estaba la casa de la familia Teruya, quienes eran los ancianos conocidos de Tofu-sensei y siguieron camino a través del bosque. A la media hora llegaron a la casa que tenía una gran muralla de piedra y una entrada alta de madera. Hicieron sonar una campana que estaba en la puerta y los recibió la pareja de ancianos.

"Buenas tardes, somos Akane y Ranma Saotome. Somos amigos de To…"

"Son los amigos de Tofu-sensei, no?. Un gusto en conocerlos. Yo soy Saito Teruya y ella es mi esposa Naoko."

"Muchas gracias por recibirnos y darnos alojamiento." –continuo Akane.

"En un placer. Pasen, así les mostramos la casa y se pueden poner cómodos." –contestó Saito.

La casa era pequeña pero muy cómoda, tenía una habitación matrimonial, un baño, una cocina y el comedor estaba unido a un living. El comedor tenía una gran puerta que al abrirse miraba hacia el jardín de la casa, que era lo más grande.

"Nosotros vivimos en la casa que está adelante, así que cualquier problema nos tocan la puerta. Y unos metros más atrás hay un pequeño lago de agua termal, es nuestro, así que sientanse libre de usarlo cuando quieran." –comentaba Naoko.

"¿El lago es de ustedes?" –preguntó sorprendido Ranma.

"Esta zona está llena de aguas termales, entonces es bastante común que en casi todas las casas haya alguno." –respondió Saito.

"Que bueno…" –se quedo maravillada Akane.

"Espero la casa les sea cómoda, ayer la limpiamos y acondicionamos para que puedan usarla sin problema." –prosiguió Naoko.

"¿Por cuánto se piensan quedar?" –preguntó Saito.

"Creemos que por una semana, si el dinero nos alcanza…" –contestó Ranma un tanto avergonzado.

"No se preocupen, si no gastan demasiado este lugar es muy barato, incluso puede que les sobre dinero si lo administran bien." –intentó tranquilizarlo Naoko.

"Muchas gracias por su amabilidad, esperamos no ser mucha molestia." –tanto Ranma como Akane hicieron una reverencia.

"Para nada, disfruten de su luna de miel. Bueno, nos vamos así se ponen cómodos. Y cualquier cosa, no duden en decirnos por favor." –con estas palabrasSaito y Naoko se retiraron a su casa.

Ranma y Akane se pusieron a acomodar en los muebles de la cocina algunas cosas que habían llevado para cocinar y luego en el baño pusieron el shampoo, jabón y demás. Finalmente, entraron a donde sería su habitación y ubicaron su ropa en el ropero. Ranma ya se estaba haciendo a la idea de que ahí también tendría que dormir en el piso, así que se llevó su futon para estar más cómodo.

"Ranma, ya que tenemos unas horas hasta que se haga de noche¿te gustaría ir a conocer la ciudad?"

"Sí, por qué no."

"Bueno, me voy a cambiar entonces…eh…¿podrías salir de la habitación?"

"¿Por qué me tengo que ir yo?. Andá al baño."

"¿Qué te cuesta salir un segundo?" –Akane ya empezaba con su temperamento.

"A los dos nos lleva el mismo tiempo entonces por qué tengo que ser yo el que se tiene que ir?"

"Simplemente andate."

"Si no querés irte vos aguantatela, porque yo no me pienso mover de acá."

Akane lo agarra por su trenza y lo arrastra hasta afuera. –"¡Kawaikune!. ¡Soltame!" – Finalmente Ranma terminó afuera.

Ranma decidió entonces pararse al lado de la puerta hasta que terminara, ya que tenía que cambiarse también. A los pocos minutos Akane salió vestida con una yukata color rosa llena de flores, en el cabello unas delicadas hebillas y getas en sus pies. Una sonrisa dibujada en su cara. Ranma se quedo mirándola fija por unos segundos, Akane al notar esto se sonrojó un poco y con algo de vergüenza preguntó –"¿Te gusta Ranma?"

"Sí, me gustas mucho…" –respondió Ranma aún atontado.

"¿Cómo?" –saltó Akane sorprendida.

"Que la yukata te queda bien, bueno, ahora me cambio yo." –Y antes de que Akane pudiera hacer alguna otra pregunta se metió dentro de la habitación.

"¿Ranma dijo que le gusto?"

"¡Le dije que me gusta?. ¡Baka!. ¡En que estoy pensando!" – se quejaba Ranma mientras buscaba que ponerse.

Una vez listos salieron hacia la ciudad. La cual no quedaba muy lejos ni era muy grande, pero había un pequeño templo en el cual se estaba realizando un festival por lo que decidieron pasar el tiempo allí. Principalmente observaron, ya que no querían gastar mucho dinero, pero tal como les habían dichoSaito y Naoko, todo era bastante accesible, por lo que pudieron cenar e incluso comprar unos dulces. Como estaban bastante cansados por el viaje y era un poco tarde decidieron volver a la casa.

Al volver, Akane fue a darse un baño antes de dormir y mientras Ranma se preparó su futon en el suelo. Cuando Akane terminó su baño fue el turno de Ranma. Cuando Ranma terminó fue a acostarse al futon, sin embargo Akane seguía despierta. –"Ranma…"

-"Si Akane"

"Bueno, estaba pensando que… ¿no tenés frío ahí abajo?" –al decir esto Akane se asomó por el borde de la cama para mirarlo.

"No, estoy bien. ¿Por qué?. ¿Vos tenés frío?"

"No, yo estoy bien, pero…"

Esta vez Ranma se sentó en el futon mirando a Akane, lo que la hizo retroceder un poco.

"Porque si tenés frío, podés…podés dormir en la cama si querés.." –al decir esto Akane se ruborizó un poco y miró hacia otro lado mientras apretaba las sábanas levemente con sus manos.

Ranma al darse cuenta del rubor de su mujer se ruborizó también. –"No es necesario que me tengas lástima Akane."

"No te tengo lástima…es que…bueno…al estar casados ahora…en algún momento lo vas a tener que hacer¿no?. O sea, no vas a dormir toda tu vida en el suelo…" –Akane intentó sonar lo más amable posible intentando no insinuar nada que pueda ser motivo de burla por parte de Ranma.

"Toda mi vida dormí en el suelo…ya estoy acostumbrado."

"Baka. Nada más intento ser amable. Dormí en el suelo todo lo que quieras por lo que me importa."

"¡Kawaikune!"

"¡Baka!"

Se miraron con disgusto por un momento y Akane se acostó dándole la espalda, Ranma la imitó, pero los minutos pasaron y ninguno de los dos pudo dormir, por supuesto que no sabían que el otro seguía despierto. Ranma volvió a sentarse en su futon y espió a Akane. Ella continuaba dándole la espalda. Entonces se paró y la sacudió un poco del hombro. Akane simuló estar dormida. –"Hey, hey, Akane."

"¿Qué pasa Ranma?" –abrió un ojo pesadamente prosiguiendo con su actuación.

"Tengo un poco de frío…" –mintió Ranma.

"¿Y qué puedo hacer yo?"

"Correte un poco, así me puedo acostar"

Akane se corrió perezosamente, simulando moverse entredormida, evitando generar en Ranma la intención que ella le estaba cediendo su lugar voluntariamente. Esa noche durmieron en la misma cama pero evitando cualquier tipo de roce, cada uno en una punta deésta y dándose las espaldas. Despertándose a cada rato para confirmar que ninguno se había acercado al otro. Más allá de la distancia, ambos tenían una amplia sonrisa en el rostro.

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A Sakura Niwa: muchas gracias por tu review. Me puso muy contenta que te haya gustado. Espero no decepcionarte con este capítulo.

Palabras que pueden no entender:

futon: es una cama japonesa que se enrrolla. Como cuando una se va de campamento y lleva su bolsa de dormir.

yukata: es como un kimono. Pero la yukata es más de épocas cálidas y es más usada por chicas jóvenes. Porque se caracterizan por tener vivos colores y diseños juveniles, se podría decir. O sea, el kimono es un poco más serio. Se que tiene un diferencia en el largo de las mangas también, pero no me acuerdo cual es el más largo, creo que la yukata.

Ja-ne.