Se quedo en esa posición, apoyada contra la pared, hasta que tocaron la puerta, ella lentamente se levantó y se dio vuelta para abrirla
-hija, que haces aquí? No que ibas a salir?
-si, pero Romina tuvo que cancelar a ultima hora
-que lastima, con lo linda que te ves arreglada así
-"cierto, se me había olvidado que aun tengo estas cosas puestas" si, pero ya que, buenas noches, me voy a dormir
-bueno, buenas noches, tienes todo listo para mañana?
-si, buenas noches
ya en su pieza se quito todo el maquillaje, se puso pijama y se desarmo el peinado y se acostó, pero a media noche tuvo unos sueños muy extraños.
Se encontraba en el mismo lugar en donde había visto a los dos sujetos pelear y amos se encontraban peleando, pero cuando el de ojos verdes estaba a punto de derrotar al contrincante, el de ojos rojos saco unas alas de su espalda, a lo que Natalia miro asombrada. Eran magnificas, de plumas blancas, y así teniendo el de ojos rojos la ventaja aérea pudo ganarle con facilidad, pero al contrario de lo que pensaba Natalia, es decir que iba a matarlo, solo le quito la espada a su oponente y la tiro lejos alejándose de él, mientras el de ojos verdes lucia una cara de impotencia total.
Romina no había sido vista y justo cuando ambos iban a voltear a verla, esta despertó viéndose en su pieza donde el reloj marcaba las 11 de la mañana.
- Natalia, mamá dice que despiertes para que alcances a ver a papá antes de que te vayas, acuérdate que te vas a las 5!
-voy!-dijo alzando la voz aun confundida por su sueño.
Terminó de hacer sus maletas rápidamente, se ducho y se vistió para bajar a tomar desayuno, en realidad para almorzar y al bajar estuvo con su papá unos minutos hasta que se fue, ya a eso de las 3 tenia que ir al aeropuerto, al llegar allá se encontró con Romina, quien la iba a despedir.
-chao, que te vaya bien y porfa, a penas llegues, llámame y no tienes excusa, teniendo un celular que agarra en todas partes, quien no.
-chao, te voy a extrañar
-yo también
y así entre despedidas entre Natalia, Romina y su familia, esta abordó el avión.
Natalia se encontraba sentada en la sala de embarque y se sentía terriblemente nerviosa, estaba dejando todo lo que conocía por irse a un lugar del que no sabia casi nada con gente desconocida con la cual no sabia tampoco si iba a tener algo en común, si siquiera se iban a poder soportar o iba a ser simplemente un suplicio. En especial a ella se le ocurría hacer un viaje así, a la más "sociable", este viaje sería ideal para alguien como Romina, seguro ella haria muchas amistades y se llevaría increíblemente bien con su familia adoptiva, pero no ella, en serio que se sentía aterrorizada.
-es como irse a otro planeta muy lejano del cual no hay retorno hasta que cumplas con lo que debes y tienes que hacer, no?- fue lo que Nati escucho de una señora de alrededor de 35 años, ella en si era muy extraña, llevaba un abrigo largo de color negro (estilo matrix pero con capucha) con una capucha que cubría su cabeza lo cual en general solo le dejaba visibles las manos y de la nariz para abajo, pero lo más importante, como sabia esa señora lo que sentía? O es que había dicho algo en voz alta? Y aunque así fuera, como logro describir en una simple frase todo lo que ella sentía en ese momento y se sentía incapaz de traducir a palabras? Tímidamente solo pudo decir
-¿Quién es usted?
-Hay, no me trates de usted, que no me veo tan vieja, ¿o si?-dijo dándole su mano a modo de saludo y fue allí donde Natalia se fijo en algo que no había visto, porque o esa señora tenía unas uñas muy peculiares o ahí pasaba algo raro.
-Yo me llamo Merle, tu como te llamas? Porque te puedo tutear, cierto?
-Si, claro, soy Natalia
-estas nerviosa, ah? Sabes lo que te espera?
-ah? Porque lo dice así, es solo un intercambio...perdón, dices
-tienes mucho por delante, sabes?-dice mirando al horizonte
-bueno...si, como todo el mundo
-pronto aprenderás la diferencia entre tu y el resto, todos son únicos y tu en especial lo eres
-Que?
-Tenemos que irnos, vamos
-A donde? Yo tengo que abordar el avión
-Por favor, confía en mi, tienes la piedra en tu mochila, cierto? Con la que flotaste el otro día, verdad?
-Que?
-Te hemos estado esperando, sabes? Tu tienes el don perdido de la visión, el poder que Gaea ya no posee
-Que de que? Y como sabes tu de anduve flotando por ahí... ok, eso no suena bien, pero aun así, ¿cómo sabes?
-Ya te dije, te hemos estado esperando y esta vez esta todo organizado, no volveremos a cometer los mismos errores, tienes tus cartas esas del tarot, cierto?
-Ah? Cartas de charol? Esos no eran los zapatos?
-no importa, estoy segura de que eres tu, vamos que la puerta se esta cerrando
-pero si aun van en la zona 2 y la mía es la zona 4 (N/A: para los que no han viajado en avión, llaman para entrar en el avión por zonas cuando son vuelos internacionales o sea que los que pagan mas, entran primero, lo encuentro una estupidez, pero bueno...)
se la llevo corriendo a toda velocidad hacia una especie de portal tridimensional, como esos de las películas de ciencia ficción, donde los bordes se ven electrificados mientras que se puede ver a la otra dimensión y antes de que Natalia pudiera frenar para detener a Merle se dio contra el piso, pero desafortunadamente fue al otro lado del portal.
