X-Men no me pertence.

Advertencia: Continuamos con su programación habitual de ideación suicida, ansiedad, depresión. Nuevamente mención de infanticidio.


Charles.

Ahora Erik tenía un nombre que le permitiría obtener información, únicamente por eso era importante, no había ninguna otra cosa detrás, nada de emoción por finalmente saber el nombre del mutante al que no pudo matar.

Erik quería hablar con Azazel en ese momento mismo, pero para hablar con el otro mutante, siempre era más seguro esperar a la noche, además tenía trabajo que hacer. Así que por ahora se concentró en el cuidado de los cultivos (sin aceptar nunca la existencia de descansos breves tomados para observar a Charles conversar amablemente con los niños).

—¿Cómo supiste que Jean se llama Jean? — Cuestionó Scott colocando sus manos sobre una de las rodillas cubiertas de Charles, porque a pesar de la explicación previamente dada, probablemente para los niños no tuvo ningún sentido. El telépata le sonrió.

—Ella me dijo—

—Pero yo no la escuché hablar—

—Hay diferentes formas de comunicar lo que quieres decir, no únicamente hablando— Tres pares de ojos infantiles se notaban muy interesados en lo que el mayor decía. Erik sonrió sin darse cuenta.

—Como por ejemplo el lenguaje de señas en el que se utilizan las manos—

—¿Cómo? — Cuestionó Kurt está vez y por respuesta Charles hizo una especie de saludo militar para luego colocar una de sus manos en su pecho, chocar sus dedos índice y medio de ambas manos, para finalmente hacer lo que para Erik parecían diferentes variantes de puño cerrado.

Eso había sido un fluido lenguaje de señas.

—¿Qué fue eso? — Interrogó Scott emocionado.

—Lenguaje de señas, dije "Hola, mi nombre es Charles" — Los niños a cada segundo que pasaban con el mayor se notaban más y más interesados. —También está el lenguaje corporal—

—¿Cómo es ese? —

—Hmm… pues por ejemplo ¿cómo saben cuándo alguien está enojado sin necesidad de escucharlos gritar o hablar? — Los tres niños fruncieron el ceño al unísono y Charles rio para verse interrumpido por una ligera y corta tos que oculto detrás de un puño cerrado, buscando recuperarse rápidamente para seguir hablando, Erik fingió que no había estado a punto de correr hasta él para asegurarse de que estuviera bien. —Eso es lenguaje corporal, también…— Y el telépata alzó la flor que anteriormente Jean le había entregado. —Hay un lenguaje de las flores—

—¿Las flores hablan? — Preguntó Kurt abriendo grandemente los ojos. Charles lucía como si quisiera soltar otra risa, pero se limitó a sonreír más abiertamente, probablemente preocupado por no volver a toser, su garganta debía seguir irritada después de pasar una cantidad de días sin tomar agua desconocida para Erik, además de que por la falta de movimiento sus pulmones estaban débiles.

—No, pero las personas se han encargado de darle un significado a cada flor, la que me dio Jean se llama gazania y en el lenguaje de las flores significa un amor ideal y nuevos comienzos— El telépata hizo una pequeña pausa y continuó. —Pero supe el nombre de Jean porque ella me lo dijo con su mente, esa es su mutación, comunicarse con su mente—Jean sonrió ni bien escuchó su nombre de labios de Charles, Kurt seguía luciendo entre sorprendido e interesado en todo lo que se le explicaba, Scott frunció el ceño.

—¿Por qué nunca me ha hablado con su mente? Jean, ¿qué no somos mejores amigos? — Interrogó luciendo más herido que enojado, la niña se quedó ahí con rostro preocupado.

—Estoy seguro de que lo ha intentado, pero aún está aprendiendo a usar su mutación, es difícil— Y ante eso cualquier incomodidad en Scott desapareció.

—Oh, como cuando Kurt usa su mutación cuando estornuda— El hijo de Raven rio tapándose la boca con ambas manos. —Está bien, Jean, lo entiendo y perdón— Exclamó para abrazarse a la niña y ahí Erik ya no pudo fingir que no estaba escuchando la conversación ajena.

—Hey— Riñó sin dejar en claro porque regañaba, pero provocando que Scott dejara de abrazar a su… dejara de abrazar a la niña. Charles lo miró con el ceño ligeramente fruncido, para luego regresar su atención a los niños.

—¿Cuál es tu mutación Scott? — El castaño olvidó de inmediato el regaño de Erik, para contestar primeramente con un encogimiento de hombros.

—Quién sabe, mi hermano dice que a lo mejor aparece cuando este más grande o que a lo mejor no aparece, pero que eso va a estar bien, porque yo siempre voy a ser yo— Aquello Scott lo había dicho de corrido, sin ninguna emoción detrás, claramente repitiendo algo que Alex le había dicho una y otra vez.

Erik había repudiado a los no mutantes toda su vida, aún lo hacía al inicio de la guerra, ahora ya no estaba tan seguro de lo que sentía, porque el mundo solía ser simple antes, ellos y nosotros, pero la guerra le mostro que no había un ellos y no había un nosotros. Todos podían ser malos, pero también muchos podían ser buenos, aunque a veces ni siquiera se trataba de eso, a veces no se trataba de bueno o malo, blanco o negro, a veces solo se trataba de lo que tenía que ser hecho para sobrevivir.

Cuando comenzó a atardecer Alex había anunciado su retirada y tomado a Scott de la mano para alejarse juntos.

Raven caminó hasta Kurt ante lo cual el niño se teletransportó en brazos de Raven, quien estaba demasiado acostumbrada a ello como para hacer algo que no fuera sonreírle al niño. Su amiga le dedicó una mirada que claramente precedía a un listado de preguntas: "¿Nos vamos ya", "¿vas a necesitar que esta noche nuevamente cuidemos de Jean?", "¿En serio vas a hablar con Azazel?"

—Más tarde iré a tu casa, la niña, eh, Jean estará conmigo por el momento— Le dijo sin permitirle formular ninguna de las preguntas que podía verle en el rostro. —¿Puedes decirle a Logan que…? —

—Sí, sí— Dijo Raven e inició su camino.

Erik se acercó a Charles una vez que el único acompañante era Jean.

—Te voy a cargar de nuevo— Le explicó recriminándose por haber usado una voz un tanto golpeada, el telépata ni siquiera se giró a verlo. Jean (alcanzando un nivel de confianza extremo en poco tiempo) se encontraba con su cabeza recargada en las piernas cubiertas de Charles, feliz de que el ojiazul estuviera pasando una de sus manos entre su cabello rojo.

—Niñ-Jean— Llamó provocando que la niña alzara su cabeza de inmediato. —Necesito que te alejes un poco porque lo voy a cargar para que vayamos a casa— Jean sonrió asintiendo para alejarse dándole espacio, para que Erik finalmente pudiera inclinarse a alzar al telépata que de inmediato se aferró a su cuello. —Jean, agárrate de mi pantalón, por favor— Ni bien lo pidió, Erik sintió un pequeño jalón en su lado izquierdo.

Charles se estiró y torció un poco para poder sonreírle a Jean, pero por lo demás el camino hacia su casa fue hecho en silencio.

Al llegar y entrar, lo primero que hizo fue acomodar a Charles en el futón improvisado que usaba de cama, mientras Jean corría al suyo propio, como si hubiera extrañado dormir en este lugar.

—¿Dónde estamos? — Lo cuestionó Charles distrayéndolo de observar a Jean.

—Oh, ¿ahora sí vas a hablarme? — Le contestó al telépata. Su respuesta no hizo otra cosa que provocar una mirada molesta dirigida a su persona. Bufó. —Hank dice que ya estás suficientemente recuperado como para ya no estar en el laboratorio todo el tiempo—

—Sí, me había dicho— De alguna forma parecía que Hank había logrado agradarle al ojiazul, lo que provocaba una reacción en cadena con Alex, que también parecía si bien no completamente encantado, al menos neutro. Eso era bueno, que comenzara a hacer relaciones con los habitantes de la isla.

—Así que por el momento vivirás conmigo— Sintió a la niña abrazarse a su pierna de repente, por lo que pasó una mano por entre el cabello rojo. —Y con Jean— La pequeña sonrió.

—Le gusta que hagas eso— Dijo el otro en voz baja, para que Jean se apresurara en subirse a la cama, acomodando la cabeza sobre el abdomen de Charles. El ojiazul sonrió, proporcionando suaves caricias sobre la cabeza pelirroja como las que había presenciado previamente. —¿Tú cuidas de Jean? — Cuestionó el telépata y él asintió una única vez.

Y Erik sentía que había muchas cosas que quería decirle al otro, pero en lugar de eso fue y se paró junto a la puerta en espera de la llegada de Logan.

—Hay fruta y pan en ese plato— Apuntó en dirección al plato cubierto con una tela de colores colocado sobre la descuidada mesa que mantenía en la habitación, porque "su casa" era realmente eso, una habitación con algunos muebles por aquí y por allá, con la cocina el comedor y los futones para dormir sin divisiones entre ellas.

—¿Vas a algún lado? — Preguntó Charles, por primera vez sin un tono irritado, simplemente con un tono neutro.

Erik asintió y finalmente divisó a Logan acercándose.

—Hey— Saludó Logan al llegar.

—Hey, gracias, regresó rápido—

—Más te vale bastardo— Erik no tenía ganas de discutir y Logan claramente lo notó, decidiendo poner su atención en el otro mutante adulto de la habitación y en la pelirroja. —Hola enana— la menor alzó una mano y saludó.

—Su nombre es Jean— Decidió decir.

—Oh, ¿finalmente decidiste ponerle nombre? — Cuestionó Logan sonriéndole con superioridad, Erik lo desprecia y lo aprecia a partes iguales.

—No, ese es su nombre— Dijo como si aquello explicara todo. —Jean, voy a casa de Kurt, ¿quieres venir o quieres quedarte? — Jean alzó la cabeza mirándolo con interés, para girarse y ver a Charles y finalmente regresar su atención a Erik mirándolo con enormes ojos angustiados.

Erik suspiró.

—Si te quieres quedar está bien, no me molesta— Jean le sonrió y volvió a acomodarse usando el abdomen del ojiazul como almohada.

—¿Estás seguro de que eso está bien? — Interrogó Logan sin hacer ningún esfuerzo por no ser escuchado por el otro adulto.

—Sí, estoy seguro, que civilizado de tu parte por preguntar— Dijo con un toque de sarcasmo.

—Si tú lo dices, pero quiero que quede claro que haré lo necesario en base a la amenaza que se me presente— Dijo de forma rebuscada haciendo a Erik torcer los ojos.

—Sí, sí, lo que digas, pero antes de amenazar gente, ¿por qué no te presentas? — Logan torció la boca y caminó hasta colocarse junto a la cama.

—Estuve en el bunker, seguro sabes quién soy—

—Logan— Dijo el telépata secamente, Logan asintió.

—Y él es Charles— Agregó Erik notando lo tenso que se había puesto el telépata, diferente a como había reaccionado cuando Raven lo amenazó, tal vez porque la mujer había dejado en claro lo que haría, mientras Logan se estaba limitando a observar al telépata.

El ojiazul lo miró como si le exigiera que no dijera nada más.

—Mucho gusto, Charles— Decidió agregar Erik con una sonrisa burlona, provocando en el otro un ceño fruncido. —Logan está aquí para protegerte— Dijo explicándole al telépata y para remarcarle su razón de estar aquí a Logan. —¿De acuerdo? —

—Claro, seguro que creo que no es porque temen lo que pueda hacer con mi telepatía, oh cierto, me la quitaron ustedes— Dijo Charles con sarcasmo, para parecer arrepentirse al notar a Jean verlo con enormes ojos un poco llorosos. —Oh, estoy bromeando, cariño, no estamos peleando realmente— Le dijo a la niña con voz suave y amable pareciendo calmarla al instante.

Erik no tenía idea de si Jean se había comunicado con la mente de Charles, preguntando algo como "¿están enojados?" o "¿están peleando?", pero suponía que así era.

Sonrió feliz con la situación.

—Bueno, Logan te va a proteger y te va a ayudar con lo que necesites hasta que regrese— Logan, que había estado de brazos cruzados hasta ahora, deshizo el nudo de golpe dispuesto a quejarse ante lo dicho. —Máximo será una hora, Jean, pórtate bien— Y así salió del lugar sin dar oportunidad a más quejas.

Erik se detuvo un instante para ver a Raven sentada fuera de su casa, quizás para permitirse presenciar si la forma en que ella se desenvolvía estando sola era diferente a cuando estaba en su compañía.

Se veía tal vez un poco más triste de lo que mostraba al saberse observada por él.

—Raven— Ofreció en son de saludo. Su amiga se puso de pie sin sonreír, claramente aún no conforme con las decisiones que estaba tomando Erik estos últimos días. —¿Azazel está…? —

—Ya le dije que quieres hablar con él, vamos, pasa— Dijo Raven con molestia detrás de sus palabras.

Una vez dentro de la vivienda no fue difícil para Erik ver hasta el fondo del lugar el futón donde Kurt dormía y a Azazel sentado en el comedor luciendo bastante satisfecho mientras bebía lo que fuera que estuviera dentro de su taza humeante.

—Hey Erik— Saludo levantando su única mano, ofreciendo una sonrisa a diferencia de su pareja.

—Hola Azazel— El movimiento relajado de la cola del hombre le dejaba en claro que Azazel estaba cómodo en su presencia, eso lo alivió.

—Raven me dijo que querías hablar conmigo y supongo que tiene que ver con el telépata que trajiste hace unos días a Genosha, ¿no? — Comentó indicándole con su mano que se sentara. Erik realizó la acción solicitada sin palabras, mientras asentía.

Raven lo imitó sentándose igualmente a la mesa.

—Antes dime, ¿cómo estás? —Cuestionó honestamente interesado por el bienestar del hombre frente a él.

—Hank ya me valoró esta semana, dijo que…— Su vista se desvió al muñón donde antes había estado su brazo derecho. —Está cicatrizando bien, sin ningún indicio de infección— Eso era bueno, por lo que sonrió asintiendo.

—Bien— Azazel le sonrió imitando su movimiento de cabeza.

—Puedes solo preguntar lo que quieres saber sobre el telépata y terminar con esto— Dijo Raven sin poder contener más su ira, incluso dando un golpe en la mesa, girándose de inmediato preocupada para comprobar que Kurt siguiera dormido, lo que por suerte seguía pasando.

—Raven— Nombró Azazel, no como si riñera a su pareja o como si estuviera molesto, más bien como si estuviera triste.

Raven miró a su pareja con ojos vulnerables para posteriormente centrar su atención en otro lado.

—¿Quieres saber si lo conozco? — Decidió decir Azazel para continuar con la conversación. Erik asintió. —¿Cuál es su nombre? —

—Charles— Azazel hizo un suave sonido con su garganta de entendimiento.

—Sí, ese es el nombre del último telépata que Shaw usó—

—¿Sí lo conoces? — Interrogó Raven y Azazel asintió.

—No fueron tantos los telépatas que Shaw utilizó, es fácil recordar sus nombres, quería que tú me dijeras su nombre y no que yo presuponiera que era él, para asegurarnos que realmente lo es—

—¿Utilizó? — Remarcó Raven, antes de que Erik pudiera decir algo. Azazel sobó su nuca incómodamente.

—Sí, utilizó. A pesar de la opinión popular, de todos los telépatas conocidos durante la guerra, solo una estaba de parte de Shaw por voluntad propia, Emma Frost y eso era porque era la compañera destinada de Shaw— Raven hizo un extraño sonido de incredulidad antes de hablar.

—Eso no… "compañeros destinados" no es algo real— Afirmó la única mujer presente.

—No puedo asegurar si es real o no, no lo he experimentado— Bajo la voz para mirar específicamente a Raven. —No lo necesité para saber que quería estar contigo— Le dijo provocando que la mirada de Raven se suavizara por un corto instante. —Pero lo que sí puedo asegurar es que Emma Frost no podía ir en contra de Shaw y Shaw no podía hacer nada para herir a Emma, todos sabíamos que se debía a su estatus como "compañeros destinados", Emma a pesar de ser una telépata poderosa nunca hizo nada que pudiera dañar a Shaw y Shaw en lugar de usar a Emma, lo que sería la salida fácil, se encargó de buscar telépatas para usar y desechar solo para no herir a su compañera destinada—

—¿Por qué terminaría hiriendo a Emma Frost?, ¿qué no estaba de su lado en la guerra? — Interrogó él sin terminar de entender.

—Al parecer Emma le dijo a Shaw que los mutantes y los no mutantes eran fáciles de diferenciar por sus ondas cerebrales y así Shaw mandó a construir una máquina que incrementaba las habilidades de un telépata, para poder rastrear mutantes en todo el mundo, así como controlarlos en dado caso que se negaran a obedecer, pero como la máquina no había sido utilizada antes, no podía asegurar que de usarla Emma no saldría herida, así que comenzaron a buscar telépatas para ser usados en la máquina y la muerte del primer telépata a solo dos semanas de usar la máquina le dio la razón a Shaw, así que continuaron localizando telépatas, Emma los controlaba y los obligaba a usar la máquina—

—¡Qué mierda! — Exclamó Raven.

—Ninguno de los telépatas estaba de parte de Shaw— Se dijo más a sí mismo que a sus acompañantes.

—No— Concedió Azazel, aun así. —Charles fue el telépata más poderoso al que Emma controló, estaba a la altura de ella, así que fue una pesadilla atraparlo, su alto nivel de conocimiento y control de su propia mutación, sumado a que era un increíble peleador cuerpo a cuerpo, al principio Shaw había dado la orden de no herirlo, pero terminó cansándose, dando la orden de dispararle para poder atraparlo dejándolo parapléjico, eso facilitó el que fuera atrapado y una vez hecho eso no hubo un día en que Charles no estuviera drogado para que no pudiera usar su mutación para defenderse y fuera mucho más fácil mantenerlo controlado—

Erik tenía el estómago revuelto.

—Como el tercer telépata vivió lo suficiente para entrar en celo, creando un gran caos, Shaw, ni bien atraparon a Charles dio la orden de extraerle el útero y sus glándulas de vinculación para que no entrara en celo y eso no fuera un problema— Al final la que salió corriendo para poder vomitar con un poco de privacidad fue Raven.

—¿Los otros telépatas? — Quiso saber mientras tragaba saliva unas cuantas veces como si esa fuera la solución que lograría que el contenido en su estómago se mantuviera en su sitio.

—Todos muertos—

—¿Sacrificó a todos esos telépatas porque amaba a Emma Frost? — Preguntó Raven no del todo recuperada.

—No dije que la amara, ni siquiera creo que lo hiciera, tampoco Emma a él, pero según lo que se dice, no puedes ir en contra de tu compañero destinado— Azazel suspiró, poniéndose de pie para pasar su mano por la espalda de su pareja suavemente, buscando darle consuelo, mientras Raven se limitaba a estar medio inclinada hacia el frente, cabeza gacha, con brazos estirados y manos recargadas en el respaldo de una de las sillas. —Yo… sé que tal vez no sea nadie para decir esto, considerando mi pasado, pero me alegra Erik, que hayas salvado al telépata y lo hayas traído aquí—

Erik no estaba seguro de lo que debía decir en este momento, ese ni siquiera era el pensamiento más importante para él, buscar que contestar… no había realmente algún pensamiento coherente, en su cabeza solo se repetían las palabras de Azazel, sobre una más de las asquerosidades que Shaw había hecho, siempre diciendo que buscaba la supremacía mutante, pero matando a tantos mutantes como fueran necesarios para lograr sus objetivos.

Charles era una víctima, encerrado igual que otros mutantes, víctimas de Shaw, usado, casi destruido…

Recordó como había encontrado a Jean dormida en medio de un campo de cadáveres infantiles, con cicatriz en el cuello, mirada pérdida, casi sin piel libre de moretones.

"Después de liberarlos a todos, te mostraré el lugar en el que estoy yo… y me matarás".

Quería matar otra vez a Shaw.

Sintió su vista borrosa, por lo que cubrió sus ojos con sus manos, comenzando a tallarlos repetidamente, mientras continuaba luchando con las náuseas, acciones que se detuvieron cuando sintió una mano en su hombro. Al destapar sus ojos se topó con Raven de pie frente a él mirándolo directo y profundo, con Azazel detrás de ella luciendo un poco triste y un poco decepcionado, como si él ya supiera lo que su pareja iba a decir.

—Es horrible— Dijo Raven con voz temblorosa. —Lo que tuvo que pasar es horrible— Explicó cerrando con fuerza los ojos por un instante, para abrirlos y mostrarle más determinación que antes, incluso si lágrimas recorrieron su rostro. —Pero, Erik, eso no hace que automáticamente sea alguien de fiar, puede ser que no estuviera del lado de Shaw, pero eso no hace que este de nuestro lado—

Erik quería regresar a los días en que pensaba que el mundo era solo blanco y negro, fingiendo que el gris no existía.

¿Alguien podía decirle que debía hacer?

Logan no apartó su vista del telépata en ningún momento.

Charles o como sea que se llamara se había limitado a conversar en voz baja con la enana, contestando a ratos como si la niña realmente le estuviera hablando.

De repente la pelirroja salió del futón de un salto, corriendo hacia otro más pequeño (lugar que había acondicionado Erik probablemente para que durmiera) tomando de entre las cobijas un libro viejo de colores vibrantes, apresurándose a regresar con el telépata, entregándole el libro y acomodándose a su lado.

—¿Quieres que te lo lea? — Cuestionó el ojiazul con amabilidad (fingida, destinada para manipular, Logan estaba seguro). Sin esperar algún asentimiento por parte de la niña, el libro fue a abierto y la lectura comenzó. —"Estos dos señores tan viejos son el padre y la madre del señor Bucket. Se llaman abuelo Joe y abuela Josephine. Y estos dos señores tan viejos son el padre y la madre de la señora Bucket. Se llaman abuelo George y abuela Georgina. Este es el señor Bucket. Esta es la señora Bucket. El señor y la señora Bucket tienen un hijo que se llama Charlie Bucket. Este es Charlie." — La niña se emocionó, apuntando al telépata quien rio suavemente. —Sí, se llama como yo, Charlie es una abreviación de Charles, como el nombre del hermano de Scott que en realidad es Alexander, pero le decimos Alex— La niña miró con atención durante la explicación del ojiazul.

Logan se preguntó si debía hacer que el telépata dejara de hablar con la niña, pero suponía que, si a Erik no le importaba, él no tenía por qué hacer nada, además de que no parecía que quisiera lastimarla… a veces así lucía alguien que definitivamente estaba a punto de lastimar. Se mantuvo alerta.

Charles guardo silencio un momento.

—Puedo mostrarte como se escribe tu nombre, ¿tienes un lápiz o un color? — La niña nuevamente corrió hacia su lugar en la casa, regresando con varios crayones de diferentes tamaños y en diferente grado de descuido. —¿Puedo escribir en la parte de atrás de tu libro? — Preguntó el ojiazul tomando uno de los crayones, la pelirroja asintió emocionada. Una vez con el libro reacomodado, el omega comenzó a escribir con un extraño toque de elegancia que Logan no terminaba de entender porque estaba comparando con el de su compañera vinculada. —Creo que así debe escribirse tu nombre— Explicó, provocando en la niña un nuevo grado de emoción. —Mi nombre es así— Dijo volviendo a escribir. —Así se escribe "Erik", creo, no sé si sea con "CK" o solo con "K"— Dijo más para sí que para la niña. —¿Sabes si "Erik" es solo con "K"? —Interrogó mirándolo específicamente a él. Él encogió los hombros porque sinceramente no quería contestarle ninguna pregunta a ese mutante que había trabajado para Shaw.

—Solo con "K"— Terminó por decir cuando el telépata le había ofrecido una sonrisa resignada (que Logan sentía ni siquiera él mismo había notado que había hecho).

—Bien, entonces lo escribí bien— Le dijo a la niña. —"Logan" debe escribirse así— Agregó moviendo el crayón por el papel una última vez, entregando el libro a la niña que lo tomó para correr hasta Logan, manteniendo el libro en alto y abierto en la página con cuatro nombres escritos con letra impecable, mostrándole a él.

Se hincó frente a la niña y apunto al primer nombre escrito en la hoja amarillenta.

—Así que este es tu nombre, Jean— Dijo notando la emoción en la niña desbordándose de su sonrisa enorme. —Y este de abajo— Apunto al último nombre. —Es el mío, Logan— Y después agregó. —¿Vas a aprender a escribir tu nombre? — Y la niña lo vio con sus ojos bien abiertos, para mirar la hoja con cuatro nombres, girándose de golpe a ver al hombre sentado en el tendido.

—¿Quieres intentar escribirlo? Solo tienes que imitar las líneas que hice— Y así la niña corrió nuevamente a acomodarse junto al telépata, sentándose y colocando el libro sobre sus piernas, tomando un crayón verde achatado, comenzando. —Primero la letra "J" que es como un anzuelo para pescar—

Después de escribir su nombre tal vez unas 10 veces Jean había terminado por quedarse dormida aún con crayón en mano y libro abierto, con su cabeza sobre una de las piernas del telépata.

Después de un rato en silencio el telépata comenzó a removerse muy discretamente con un poco de incomodidad. Logan supuso que tal vez era el hecho de que la niña estaba prácticamente sobre él y lo que impedía que cambiara de posición lo que estaba molestándolo así que se acercó, dispuesto a cargar a la niña y llevarla a su propio lugar de descanso, pero su acercamiento sorpresivo lo único que provocó fue que el telépata pareciera querer alejarse a toda velocidad.

Logan reconocía a alguien que le tenía miedo ni bien lo veía.

Suspiró alejándose y alzando sus manos buscando mostrarse no amenazante.

—No voy a hacerte nada, solo quiero acomodar a la niña en su cama—

—Claro— Le contestaron fingiendo que no había voz temblorosa.

—No voy a lastimarte, si no me das una razón para hacerlo. Erik lo dijo, ¿no?, estoy aquí para que nadie te ataque— Una sonrisa un tanto burlona le fue ofrecida, como si el telépata no creyera lo que acababa de decirle. Él no estaba aquí para convencer a nadie de nada. —Voy a acercarme a cargar a Jean— Y después de su advertencia realizó la acción previamente explicada.

Una vez Jean acomodada, Logan regresó a su sitió anterior y el telépata volvió a pretender que él no estaba ahí.

—¿Por qué pareces entender a la niña si se supone que no tienes tu telepatía? Erik no me dijo nada de que tu telepatía había regresado—

—No es mi telepatía la que me permite comunicarme con Jean, es la suya—

—Oh— No le sorprendía la parte de la telepatía, él sabía dónde la había encontrado Erik, le sorprendía la parte en la que la niña no había usado su telepatía con él. —Eso es muy sospechoso considerando que nunca la ha usado conmigo—

—Eso es porque aún es pequeña, su telepatía aún se está desarrollando, no es tan fuerte como para traspasar las barreras naturales de tu mente y comunicarse contigo, todo este tiempo debe haber estado intentando comunicarse con todos ustedes, pero ha sido incapaz de lograrlo—

—Y se supone que debo creer que tú sí puedes escucharla aún sin telepatía porque…—

—Porque telepatía o no mi cerebro es diferente debido a mi mutación, así que es más fácil para mí recibir la información del cerebro de Jean, solo eso—

—Pues que conveniente es ser un telépata— Dijo con desdén porque ya no le quedaba otra cosa por decir (y porque no quería admitir que casi le estaba creyendo al mutante frente a él).

—Creo que como toda mutación tiene sus numerosas ventajas, pero también muchas desventajas—

(Logan podía entender, porque era precisamente por su mutación que seguía con vida, pero era esa misma la que había hecho que científicos pensaran que era el conejillo de indias perfecto para sus experimentos, era su misma mutación la que le había salvado de incontables escenarios que parecían sin salida, la que tal vez no le permitiría morir y eso era aterrador).

—¿No estás de acuerdo? — Agregó el telépata (Logan no iba a aceptar así de fácil que estaba de acuerdo).

—¿No deberías saber ya si estoy de acuerdo o no? Considerando que estuviste en mi mente—

—No estuve muy profundo en tu mente, no me gusta pasearme tan irrespetuosamente por la mente de las personas, solo aprendí cosas generales, tu mutación, tu nombre, pero solo por haber estado en tu mente una vez no quiere decir que de repente entiendo exactamente tu forma de pensar—

—¿Se supone que crea que te limitaste al usar tu mutación? —

—Tú puedes elegir creer o no—

—¿Igual que tú has creído cuando Erik y yo te hemos dicho que no voy a lastimarte? — Ese había sido un golpe bajo, Logan lo reconocía, pero no quería permitirse confiar en este mutante, porque todo en él le gritaba que era inofensivo, que debía confiar, pero ¿cuántas veces había confiado y había terminado siendo manipulado? Y justo ahora, aunque nunca lo admitiría en voz alta, la persona en cuyo juicio Logan confiaba más (Erik) estaba como… idiotizado y él tenía que encargarse por el otro, para tratar de tener el menor número de consecuencias negativas.

—Me trajeron aquí cuando yo no lo pedí, me mantienen con vida y además usaron anti-mutágeno conmigo, ¿estando en mi situación confiarías? —

Puta madre. El muy cabrón tenía un punto.

—Eres bueno dialogando, te concedo eso— Un pequeña y discreta sonrisilla se mostró en el rostro del telépata, manteniéndose sin mirar en dirección a Logan.

—Mentí— Agregó después de un rato de parecer pelear con la palabra que quería salir de su boca.

—¿Qué? —

—Mentí antes, cuando dije que solo sabía tu nombre y de tu mutación, sé algo más de ti— Logan no estaba seguro de si debía sentirse enojado o traicionado o… —Sé de tu compañera vinculada, Mariko—

—¿Es eso una amenaza? —El telépata negó unas cuantas veces con la cabeza.

—Solo quería dejar en claro que también sé de ella, porque me intriga mucho que es una omega no mutante—

Era una puta amenaza, ¡ese bastardo!

—Porque ella es una mutante en cierto sentido— Agregó notándose más y más emocionado entre más palabras salían de su boca. —Tal vez no en el sentido en que nosotros lo somos, pero los omegas no mutantes son tan intrigantes y especiales como alguien con heterocromia iridum o el albinismo o…— De repente el telépata un poco sonriente y tal vez más relajado de lo que Logan había presenciado hasta ahora, lo miró deteniendo su extraño discurso, regresando a su rostro serio de antes.

—¿Te interesan esas cosas?, ¿eres médico o algo? —

—No—

—Hmm— Eso definitivamente no era una amenaza.

—¿Qué es hetero…? — Trató de repetir, pero simplemente el resto de la palabra escapo de su mente.

—Heterocromia iridum es tener los irises de cada ojo de diferente color—

—Hmm— Ofreció asintiendo. —Cuando conocí a Hank dijo algo parecido, no en la parte de la hetero lo que sea, lo de Mariko siendo una omega no mutante. Ya entiendo porque ha estado hablando tanto contigo y de ti en buenos términos—

Y justo como sentía que Hank no era una amenaza para él o su compañera vinculada (a pesar de cómo lo sintió la primera vez que mencionó el género secundario de su compañera), justo ahora estaba teniendo una lucha sobre si creer o no en que este mutante realmente no buscaba lastimarla.

¿Incluso si era alguien a favor de la ideología de alguien como Shaw? Esa era la cuestión, Logan ya ni siquiera podía asegurar aquello sin sentir que tal vez podía estar equivocado.

—¿Por qué aun estás despierto?, ¿tú por qué sigues de pie en el mismo lugar que te deje? — Fue lo primero que cuestionó Erik ni bien entrar.

Logan alzó una mano discretamente.

—Es por mí, ¿cómo dormir cuando hay alguien en quien no confías en la habitación? — Ninguno de sus acompañantes dijo nada. —Ya que estás aquí, me voy— Como si sus palabras hubieran sido una invitación, Erik lo acompañó afuera, cerrando la puerta tras de sí. Ambos dieron unos diez pasos fuera de la vivienda y finalmente él preguntó. —¿Qué te dijo el bastardo? — Erik bajó un poco la cabeza. —¿El telépata estaba de parte de Shaw? — Erik negó con la cabeza, pero no agregó nada más, dejándole en claro que no le daría detalles y Logan entendía que había cosas que era mejor no decir por respeto a otras partes; ¿el telépata merecía ese respeto? Eso era algo de lo que Logan no estaba seguro, no era un rotundo no, pero tampoco un rotundo sí. Logan confiaba en Erik y sabía que de ser necesario se le informarían detalles que era importante que fueran de su conocimiento, no más, no menos.

—Tú…— Comenzó el otro. —Tú, ¿qué opinas de él? — Lo cuestionó luciendo igualmente vulnerable que cuando llegó para reunirse con ellos en el bunker con un hombre inconsciente en brazos. Logan preparó su honestidad.

—No lo sé—

Había algo más que Charles había sentido en la mente de Logan y que no había querido decirle y eso era el profundo amor que este sentía hacia su compañera vinculada, así que él sabía que estaría a salvo, sabía que no estaban planeando lastimarlo (pese al odio que dirigía a su persona, compartido con Raven), sin embargo, no pudo controlar la reacción de su cuerpo al ver al mutante acercarse de repente.

Estaba tan cansado, porque habían pasado muchas cosas, había podido estar nuevamente a la luz del sol, tocar plantas y tierra, conversar con alguien que no lo odiaba o que lo veía como si le doliera aparte de Hank, pero sabía que sin importar cuanto tiempo pasara con los ojos cerrados no podría lograr dormir, porque su cabeza no guardaría silencio entre voces que no eran suyas y su propia voz recriminándose cada uno de sus errores pasados y los nuevos que cometía cada día que seguía con vida; como cuando Raven le dijo que si lastimaba a alguien ella lo mataría y él pensó en lo sencillo que sería lastimar a Kurt y que aquello finalmente le permitiría lo que tanto deseaba y entonces recordó lo asqueroso y despreciable que era por solo pensarlo y entonces pensó en hacer enojar a Logan, sería fácil pues el mutante alfa ya estaba enojado; solo hacía falta llevarlo a una ira suficiente como para que lo matara, Charles sabía que no pesaría en la conciencia del otro siempre y cuando lograra que Logan creyera que él le hacía más bien al mundo muerto que vivo (cosa de la cual estaba probablemente casi convencido para este punto).

Soltar su lengua o incluso fingir que lastimaría a Jean sería fácil… Jean, la pequeña niña telepata que había pasado toda la tarde lanzándole pensamientos dulces, cálidos e infantiles, la niña a la que claramente le habían hecho algo a sus cuerdas vocales, para obligarla a comunicarse con su mente, para que pudiera desarrollar su telepatía más rápidamente. La niña que todo este tiempo probablemente había estado intentando comunicarse sin lograrlo, porque era pequeña… tan, tan pequeña.

Charles no quería hacer nada que pudiera herirla más.

"Lo intenté, pero no pude" Y Erik, ¿qué diría Erik si Charles moría?

Nada y a él no debía importarle Erik.

Al final fue fácil estar despierto, Jean hizo todo tan ameno para él mientras estuvo despierta, abrazándolo y hablando con él sin miedo, por un momento muy corto casi hasta disfruto conversar con Logan.

Erik entró sigilosamente, después de hablar con Logan sobre algo desconocido para él, información que sería fácil obtener con ayuda de su telepatía, aun así, extrañamente, no le importaba no saber. A pesar de tantas dudas, preguntas sin resolver, no se sentía amenazado.

No se había sentido no amenazado en mucho tiempo.

—Deberías dormir— Le dijo Erik con voz suave. —No me voy a acercar a ti si eso te preocupa, tengo otro futón. Dormir así fue idea de Mariko, la compañera vinculada de Logan— Le explicó Erik, como si tuviera ganas de conversar.

—Es muy… apropiado considerando las circunstancias— Erik dio un único asentimiento.

—¿Necesitas algo?, ¿agua?, ¿ir al baño? — Él negó sintiendo los ojos pesados. —Entonces duerme— Y su mente lentamente fue quedándose en silencio, mientras escuchaba un extraño sonido metálico, preguntándose porque era que, aunque con Logan no lograba relajarse hasta quedarse dormido (porque Logan era alfa como Shaw había sido) con Erik presente, era muy fácil lograrlo.


Nota 1: Puede ser que Azazel de comic sea incapaz de perder una extremidad, peeero ustedes síganme el rollo… ¡por el drama!

Nota 2: Hay por ahí un extracto del inicio del libro de Charlie y la fábrica de chocolates, según lo que obtuve ilegalmente del internet.

Nota 3: Me pareció… más posible que durmieran en futones improvisados a que se hicieran unas camas súper acá con colchón y base y toda la cosa… no sé, creo yo.

¡Muchas gracias por leer!