X-Men no me pertenece.
ADVERTENCIA: Ideación suicida, depresión, ansiedad, palabras crueles, palabrería con una base científica 100 por ciento real no fake, que concluye en un sinsentido solo para que Hank y Charles se escuchen inteligentiosos.
Recordaba el dolor ensordecedor, el cómo cada parte de su cuerpo se sintió como si fuera recorrida por una descarga eléctrica, para de golpe sentir como si no debiera mover nada. Todo había estado en silencio, para que todo se llenara de gritos, sus propios gritos.
—Hubiera preferido no tener que hacer eso, pero simplemente no quisiste entender— Escuchó de parte de una voz sin inflexiones, llena de confianza y falsa decepción, para sentir como jalaban su cabello con fuerza, alzándole el rostro y permitiéndole ver al hombre de ojos fríos y con un casco que enmarcaba sus facciones. —Ahora vas a hacer lo que yo quiera— Ni siquiera tuvo energía para responder para cuando la telépata a cuya mente no podía entrar apareció justo por detrás de Sebastian Shaw.
—No es nada personal— Le dijeron voz gélida, justo antes de que todo se volviera negro.
…
—Charles— Escuchó en compañía de una mano en su hombro, la que apartó de inmediato de un manotazo. —Lo siento— Se disculpó Erik después de observarlo unos instantes en silencio que él utilizó para tratar de recomponerse, ubicándose en tiempo y lugar. —Es que no respondías, ¿estás bien? —
—Eh…— Trató de hablar notando de inmediato su voz temblorosa. —Sí— Erik asintió no muy convencido, mientras Jean eligió ese momento para acercarse a tratar de abrazarse a él, lo que era difícil considerando la altura de la silla de ruedas, por lo que más bien terminó recargando su cabeza en su regazo, decidiendo responder como siempre que la pequeña se acercaba a él, pasar su mano por su cabello.
—Es hora de ir al laboratorio de Hank…— Explicó Lensherr, información que probablemente había querido transmitirle desde hace rato.
—Lo sé— Comentó en un susurro, porque su garganta la sentía en un nudo y su lengua se sentía extraña. Erik puso una expresión curiosa, Charles solo podía suponer que quería seguir preguntando sobre lo que acababa de pasar, pero al parecer había tomado la decisión de dejar el tema a un lado.
—¿Quieres que Jean se siente de nuevo contigo? — Cuestionó en su lugar y él aceptó con asentimiento de cabeza, así justo después de que la niña fuera acomodada sobre sus piernas, iniciaron el camino hacia el laboratorio.
Esta vez al entrar no fueron saludados de inmediato por Hank, en su lugar fueron recibidos por la voz susurrante de este, viniendo del fondo del laboratorio.
Charles puso su mirada en Erik, sin saber si debía preguntar, sin saber si Erik sabía porque esta vez las cosas eran diferentes.
El alfa se encargó de llevarlos un poco más adentro de las instalaciones, hasta quedar en lo que podía llamarse como la habitación de internamiento, pues era la parte del laboratorio que contaba con las dos camillas y tripies para suero fácilmente reconocibles como reparados por Erik por la forma extraña en que diferentes metales se fusionaban; y ahí estaba Hank, sentado en una de las camillas que estaba siendo ocupada por Alex y Scott, el niño estaba dormido abrazado a su hermano, Alex por otra parte parecía estar despierto, acostado de lado como estaba y un poco encogido en sí mismo con una intravenosa conectada a alguno de sus brazos, incluso si Charles no alcanzaba a ver en donde se unía el equipo de venoclisis al omega, podía ver que el camino de la manguera iba hacia él.
Los susurros de Hank eran dirigidos a su pareja, mientras acariciaba su cabello y de tanto en tanto colocaba un beso en la frente del rubio.
Charles no tenía idea de que Alex estaba enfermo y por la expresión de Erik él tampoco debía saber lo que pasaba.
"¡Es Scott!" Transmitió Jean con emoción a su cabeza, removiéndose en su regazo como si estuviera a punto de brincar a saludar a su amigo.
—Espera, tranquila— Le ordenó, siendo obedecido de inmediato, si bien con un poco de duda en el rostro, Jean no se removió más.
Erik, claramente entendiendo que era un momento privado, no se acercó más.
—Hank, ¿está todo bien? — El hombre se enderezó de golpe, girándose a verlos, para ser imitado por Alex, que volteó levemente el rostro y alzó una mano.
—Hola, jefe, hola Charles, hola Jean— Saludó el rubio sin mucha fuerza en la voz. —Te dije que era tarde— Agregó en dirección a Hank, quien aún estaba descifrando la hora en su reloj de pulsera.
—¡Es-es cierto!, perdón Erik, no me di cuenta de que era tan tarde— Ofreció McCoy. —Y hola, buenos días— Erik frunció el ceño, no con enojo, si no con preocupación, Charles reconocía la preocupación en Erik porque así había mirado a Jean la noche que tuvo pesadillas y así lo había mirado a él justo esta mañana y así lo miraba casi todo el tiempo (incluso si no lo merecía o lo terminaba de entender, para este punto, era sencillo reconocer la preocupación).
—¿Alex, estás bien? — Decidió preguntar él, porque Erik se quedó parado ahí con ceño fruncido y puños cerrados y porque Alex no parecía odiarlo y tal vez contestaría a su pregunta.
—Ah, estoy bien, es que mi celo llegó y tomé los supresores y ya te había dicho antes, son horribles y tienen muchos efectos secundarios, me hicieron vomitar y como Hank es un exagerado nos obligó a venir al laboratorio para ponerme un suero y medicamento— Dijo el chico haciéndolo lucir como si no fuera nada, pero Charles podía notar la palidez en su rostro y como no hacía ni ademán por sentarse.
—N-no soy un exagerado, ¡amor! — Exclamó Hank alzando un poco la voz como si estuviera por revelar el mayor descubrimiento de la historia. —Tenías intolerancia a la vía oral, no era solo vómito era e-el…— Hank se trabó mientras hacía ademanes de lo que él solo podía suponer como escalones. —El siguiente nivel, puede llegar a ser peligroso— Alex respondió moviendo una de las manos como haciéndole ver que no, para él no era nada.
—¿Ya estás mejor? — Cuestionó Erik a Alex, quien asintió al momento.
—Justo a tiempo para hacer mi trabajo—
—Alex…— Comenzó a intentar reñir Hank a su pareja, pero Erik se le adelantó.
—Tú trabajo hoy es quedarte aquí y hacer caso a todo lo que Hank diga hasta que estés completamente recuperado—
—Jefe, tú y yo sabemos que Hank es un exagerado— Hank hizo un sonido extraño, como si hubiera estado a punto de hablar, pero al final sin decir nada, únicamente negando con la cabeza efusivamente.
—Que bien por ti, así te recuperaras aún más rápido— Terminó diciendo Erik con sonrisa burlona y arrancándole a Alex un gruñido insatisfecho.
Ante tanto escándalo finalmente Scott se sentó en la camilla viendo en todas direcciones.
—Es Jean, hola Jean— Dijo con los ojos un poco cerrados, pero no sin entusiasmo y alzando una mano descoordinadamente. Jean respondió al instante con ambas manos y sonrisa enorme.
—Buenos días— Saludó Alex, Scott por respuesta sonrió con pereza dándole un abrazo.
—¿Ya no estás enfermo? —
—Nunca he estado enfermo—
—Ah, ok, ¿puedo ir a jugar con Jean? — Al escuchar su nombre, Jean preguntó de inmediato.
"¿Me puedo bajar por favor?" Transmitió con su mente y con ojitos suplicantes.
—Erik— Llamó obteniendo la atención del alfa al instante. Charles únicamente requirió de un ademán hacia Jean para que Erik entendiera que la pelirroja quería bajarse, todo mientras una conversación entre Alex y su hermano se llevaba a cabo.
—Scott, hoy no voy a estar en los cultivos así que vas a tener que quedarte conmigo y con Hank— Explicó con la autoridad de un padre no con la autoridad de un hermano.
—¿Van a estar Jean y Kurt también? — Fue con lo que contraatacó Scott y Alex lució consternado.
—Bueno, no, pero…— Contestó inseguro, mirando de reojo a Hank, como si buscara ayuda.
—Me voy a aburrir— Soltó Scott haciendo un puchero discreto.
—No, podemos buscar algo divertido por hacer…— Se apresuró en decir Hank en busca de consolar a los miembros de su familia que claramente se estaban estresando.
—Si quieres puedo cuidarlo por ti— Ofreció Erik interrumpiendo la conversación.
—Jefe, tú estás ocupado— Respondió el omega con una sonrisa sincera.
—No me digas jefe— Riño Erik con rostro en blanco.
—Sí, sí lo que sea— Contestó Alex, sin mucho interés y sin el "casi" miedo que mostraba Hank cuando era regañado de igual forma. Erik decidió continuar con su ofrecimiento previo.
—Además yo solo lo cuidaría por una hora, lo que dura la rehabilitación de Charles, después básicamente él es el que los cuida— ¿Qué estaba diciendo Erik?, Alex nunca aceptaría eso, una cosa era que les enseñara a los niños a leer y escribir y sí, era quien pasaba más tiempo con ellos mientras todos los demás adultos trabajaban y sí, tal vez más de una vez había tenido que ordenar "No comas eso", "No te metas las manos a la boca, por favor" y "No corras con esa rama en las manos, te puedes caer y picar un ojo", pero permitirle a Charles, en quien nadie debía de confiar por obvias razones, cuidar de su hermano sin estar él presente…
—Oh, cierto— Soltó Alex con simpleza. —Mhm, bueno, si están de acuerdo y si tú estás de acuerdo Scott—
—Sí, me agrada el señor Erik y me agrada Charles también y quiero jugar con Jean y con Kurt— Alex suspiró.
—Scott, Charles también es un adulto y debes hablarle con respeto también—
—Oh, no, no es necesario que me diga señor— Terminó por contestar él, centrándose como un tonto en lo menos importante de la conversación que se había llevado acabo a su alrededor. Alex frunció un poco el ceño mientras le sonreía un poco divertido.
—Gracias por cuidar de mi hermano, ayer no dejaba de decir las vocales de corrido— Dijo divertido.
—Oh, sí, Charles debe ser muy buen profesor y claro Scott es un niño muy listo, ¿verdad? — El niño sonrió feliz ante lo dicho por Hank, mientras era ayudado por este para bajar de la camilla, no sin antes recibir un abrazo infantil.
Y Charles les sonrió, dejándose llevar por el momento, por la confianza tan fácilmente ofrecida hacia él sin atreverse a decir nada, mientras veía a Scott comenzar a hablar emocionado con Jean una vez fue puesto en el piso.
…
Después de que el jefe (a Alex sinceramente le valía tres hectáreas de zanahoria si a Erik le molestaba ser llamado así, era el jefe y fin de la conversación) se fuera del laboratorio en compañía de Jean y Scott, él se tuvo que decir a sí mismo que Scott estaría a salvo con el hombre mayor, probablemente hasta más que cuando estaba con Alex, después de todo el jefe tenía más experiencia cuidando niños.
Dedicó una pequeña frase respetuosa para el alma de la hija del jefe y se concentró en la conversación de Hank y Charles.
—…Supongo que podría mover una de las camillas para que Alex pueda dormir— Comentó su pareja, mientras Charles asentía en silencio.
—Eso no es necesario— Aseguró, provocando que la atención de sus interlocutores se colocara en él. —Sé que las camillas están aquí para más privacidad, además, estoy seguro de que con ruido o no, me voy a quedar dormido— Hank puso esa cara que hacía entre ceño fruncido y entre puchero, como si quisiera regañarlo, pero también estuviera a punto de ponerse a llorar.
Su beta era adorable.
Alex se limitó a sonreírle a su pareja, quien contestó acercándose hasta él, sentándose en la camilla nuevamente, terminando con un beso discreto sobre los labios.
—Asco, no me he cepillado los dientes— Pese a su comentario, Hank no puso una cara molesta o exasperada, simplemente le sonrió.
—Si ya no estás mareado puedo ayudarte a llegar al baño para que te los cepilles— Él contestó girándose a ver a Charles, porque probablemente el telépata no consideraría ver a Alex cepillarse los dientes como parte de su rehabilitación.
El mutante mayor, con sonrisa discreta en el rostro, le regresó una mirada de confusión.
—Charles, ¿te molesta si ayudo a Alex a…? — Hank no terminó la pregunta con palabras, en lugar de eso la terminó con ademanes apuntando en dirección al baño.
—Oh— Exclamó Charles con sorpresa no fingida. —No me molesta, claro que no— Dijo. Y podía ser que Alex no fuera el mejor en leer a las personas (aunque definitivamente era mucho mejor que Hank), pero sentía que el otro omega estaba extrañado por la pregunta que le habían hecho recién, casi como (y aquí Alex iba a tomarse la libertad de sacar muchas conjeturas) casi como si creyera que no merecía ese tipo de consideraciones.
—Vamos— Dijo Hank, ayudándolo con manos levemente temblorosas a salir de la camilla.
—Mhm— Soltó él.
Después de cepillar sus dientes, decidir que igual y orinar también era importante y estar nuevamente recostado en la camilla, el momento cambió a ver a Hank cargar a Charles para acomodarlo en una de las camillas libres, para que una vez acomodado, su pareja alzara las piernas de Charles, una a una, haciendo flexiones y extensiones con estás en diferentes posiciones.
Siempre era agradable ver a su torpe, pero a la vez genio novio en su modo profesional.
—Creo que el suero está casi listo— Comentó Hank con la vista puesta en las piernas de Charles.
"Tengo que ver cada uno de los movimientos que hacen sus músculos, para asegurarme de que los ejercicios de la rehabilitación son hechos de forma correcta" le había explicado, pero justo ahora Alex no estaba seguro de en qué momento había pasado eso, su mente se estaba poniendo lenta.
—El suero milagroso— Murmuró él sin mucha fuerza en la voz, comenzaba a sentir mucho sueño. Hank soltó una risa suave.
—No es realmente un suero milagroso, amor— Dijo Hank con voz suave, cálida y amena, provocándole una explosión de felicidad al saberse apreciado, amado.
El Alex de antes de la guerra que temía a su propia mutación jamás habría imaginado que alguien lo miraría, trataría y amaría como lo hacía Hank.
—Suero milagroso— Remarcó, solo por el hecho de que podía y porque le parecía divertido, sonriendo al ver la sonrisa amable de Charles.
—Bien, el suero milagroso casi está, solo siento que hay algo que estoy olvidando— Dijo Hank pensativo.
—Mhm, ¿haces anotaciones o algo? — Interrogó Charles, mientras movía su mano como si escribiera.
—Sí…— Comentó Hank y él decidió interrumpirlo.
—Las hace todo el tiempo y no siempre en hojas, a veces en las paredes, una vez escribió en nuestra mesa, todos esos garabatos inentendibles— Dijo con el único afán de molestar, abrazando un poco más la calma y el sueño.
—Yo los entiendo y ya dije que lo sentía— Contestó Hank entre molestia y arrepentimiento, para dedicarle una sonrisa.
—Lo sé, amor— Le dijo imitando su gesto.
—Ah, pero está vez lo hice en un cuaderno—
—¿Puedo ver? — Ante la pregunta del telépata, los ojos de Hank brillaron como los de Scott la primera vez que comió chocolate.
De verdad se alegraba de que su pareja tuviera alguien con quien conversar.
—¡Claro! — Aceptó su novio, acomodando las piernas de Charles en una posición correcta, para ir a otra parte del laboratorio, regresando rápidamente con un cuadernillo desgastado en manos, Alex conocía ese cuadernillo, era con quien más le molestaba compartir a su novio (con Scott jamás le molestaría, con Charles tampoco, con el jefe menos, con Logan, meh, con Raven ya nada), con ese cuadernillo y con este laboratorio. Suspiró.
Hank retomó la rehabilitación y Charles comenzó a leer las hojas en específico que se le habían indicado.
Pasaron algunos minutos y la verdad era que Alex creyó haberse quedado dormido, pero el poder escuchar claramente a Charles hablar le indicó que no, eso no había pasado.
—¿Estás tomando en cuenta la forma en que los telómeros de Logan funcionan? — El rostro de Hank se iluminó una segunda vez.
—¡Oh por Dios! — Exclamó su novio dramáticamente, su yo científico era muy sexy.
—Los telómeros de Logan deben estar constantemente regenerándose, sin acortarse, por lo que sus células no envejecen—
—No envejecen—
—Pero, su cuerpo ha evolucionado para eso, así que, pese a que sus células no están envejeciendo y probablemente no realizan la apoptosis, no se requiere eso de ellas pues nunca se vuelven células peligrosas, no hay algo en él como células cancerígenas, por otra parte, si usamos simplemente la habilidad de Logan en mí, si lo hacemos mal podrías provocar que mis células se dividan indefinidamente en un frenesí…—
—¡Sin control! — Exclamó Hank en medio de una risa. —Eso no sería bueno— Alex cerró los ojos al tiempo que podía escuchar la risa de Charles agregarse a la de Hank.
—Necesitamos un catalizador en el suero, pero también un tiempo de vida definido, no permitirle provocar una regeneración descontrolada—
—Claro, por supuesto, en ese caso lo más factible serían varias dosis de suero, hasta la regeneración máxima que queramos lograr—
—Sí—
Entre la palabrería científica, Alex finalmente se quedó dormido, feliz de que su novio fuera feliz con sus cosas de nerd sabelotodo, preguntándose también cuáles serían los estudios que había tenido Charles y concluyendo que definitivamente el telépata era igualmente un nerd sabelotodo.
…
Erik sintió una molestia en el rostro, no estaba seguro de lo que estaba pasando.
"Erik" le pareció escuchar a lo lejos en una voz lejana, infantil y casi familiar.
¿Nina?
Ya sabía lo que sentía en la cara, alguien le estaba picando la mejilla con algo. Abrió los ojos de golpe encontrándose con Jean, acompañada de ojos llorosos y nariz siendo sorbida.
—¿Q…? — Cerró los ojos buscando apartar la vista borrosa por el sueño, sentándose en el futón para poder acercar a Jean a él. —¿Qué pasa Jean?, ¿tuviste una pesadilla?, ¿mojaste el futón? — Una vez había pasado y la niña lo había despertado llorando desconsoladamente. Pero esta vez Jean negó efusivamente con la cabeza, para apuntar en dirección a Charles.
Él cambió su atención hacia el telépata que se encontraba con ceño fruncido, rastro de lágrimas en el rostro, nudillos blancos por la fuerza con la que tenía atrapada la cobija entre sus puños.
Charles abrió la boca como si estuviera por soltar un grito, Erik no pudo escuchar nada, Jean por otro lado se tapó los oídos y todas sus facciones se inundaron de dolor, como si ella sí pudiera escuchar el desgarrador grito.
—¿Jean? — Llamó con un toque de desesperación, pero por respuesta la pelirroja solo se encogió más y más en sí misma, su respiración se agitó más y su llanto pareció volverse más caótico.
Era por su telepatía.
Se apresuró a acercarse a Charles, esperando que el hablarle fuera suficiente para hacerlo despertar.
—Charles— Llamó una vez, deteniéndose a medio camino de tocarlo. —Charles— Llamó nuevamente mirando a Jean aún en el suelo, adolorida y asustada. Charles seguía pareciendo como si soltara un grito que nadie podía escuchar.
Vio las balas trasladarse casi en cámara lenta, hasta impactar contra el cuerpo de su pequeña hija y de su esposa, Nina no murió al instante, se desangró lentamente, mientras Magda intentó gritar, pero su grito fue silenciado al morir en el acto.
—¡Charles! — Gritó desesperado, despertando al otro de golpe. Charles lo miró con sus ojos aun produciendo lágrimas, apartando su atención de él, para centrarse en Jean.
Erik se apresuró en ir a cargar a la niña que ya no parecía sentir tanto dolor.
—Jean, ¿Jean? — Llamó logrando que la pequeña lo mirara, aunque sin dejar de llorar.
—Y-yo...— Escuchó balbucear a Charles, viéndolo cubrir su boca, notando en su mirada como parecía entender algo que a Erik simplemente se le escapaba. —Aléjala de mí— Dijo de repente con voz temblorosa.
—¿Qué? —
—¡Dije que la alejes de mí! — Le gritó provocándole un estremecimiento repentino, porque lo estaban viendo con ira, pero no sentía que Charles estuviera enojado. Y de golpe las lágrimas de Charles volvieron a adquirir velocidad en su producción y caída. —No ves… ¿No ves que la estoy lastimando? — Vio a Jean imitar la fuerza con la que Charles lloraba, apresurándose en tomar el radio y correr hacia el exterior de la vivienda, parándose un poco alejado, pero sin dejar de vigilar la casa.
Jean, si bien no dejó de llorar, comenzó a lucir más alerta, viendo en todas direcciones, para comenzar a darle golpes suaves como si buscara decirle algo muy importante, como si creyera que Erik estaba cometiendo un error.
—Jean, Jean…— Trató de calmarla, sintiéndose desesperar. —Es que yo… no te entiendo, lo siento, no puedo escucharte— La abrazó contra él. —Lo siento— Tomó el radio en su mano. —¿Raven?, cambio, ¿Azazel?, cambio—
—¿Erik?, ¿Qué pasa? — Se dejó escuchar de voz de Raven con miedo medianamente oculto entre sus palabras. —Azazel— Se escuchó un poco a lo lejos, como si Raven no hubiera estado hablando directamente al radio.
—¿Podrían cuidar de Jean?, ¿puede Azazel teletransportarse aquí? —
—¿Por qué necesitas que cuidemos de la niña?, El telépata recuperó su mutación, Erik, ¡te dije que no confiaras en él! —
—No, no es eso, solo… después les explicó ahora solo, por favor, cuiden de Jean por mí un momento— El silencio del otro lado fue su respuesta. —Raven, por favor— Pidió en un susurro.
—¿Dónde estás? — Cuestionó su amiga.
—Afuera de mi casa, en frente, a unos 15 metros— Y Azazel se materializó frente a él en medio de una nube dispersa. Jean miró a Azazel y después a él, para darse cuenta de que sería entregada al otro adulto, comenzando a negar con la cabeza y aferrándose con fuerza a su cuello.
—Jean, Jean, escucha, Charles tuvo una pesadilla, como las que tienes tú, ¿verdad? — Esperaba que Jean lo estuviera escuchando. —Y quiero ayudarlo a que esté mejor, como…— Miró a Azazel de reojo, decidiendo que no se sentiría avergonzado al decir esto frente al padre de Kurt. —Como cuando canto para ti, así que tienes que ir con Azazel y quedarte un rato con él, con Raven y con Kurt y después Charles y yo iremos por ti y hablaremos y voy a poder saber lo que estás diciendo porque Charles nos va a ayudar, pero por ahora, necesito que vayas con Azazel— Finalmente pudo deshacer el fuerte agarre que la niña tenía en su cuello. —Por favor— Y finalmente la pasó a la pareja de Raven. Quien la acomodó diestramente en su regazo aun con un solo brazo, claramente acostumbrado al cargar constantemente a Kurt. —Gracias, Azazel, les explico después— Azazel desvió su mirada a la casa para asentir con seguridad.
—Tomate el tiempo que necesites— Habló con un deje de experiencia, porque… hubo noches en las que Erik tuvo que cuidar de Kurt pues Raven estaba ocupada cuidando de Azazel. Después de decir aquello, Azazel y Jean desaparecieron dejando un rastro de humo oscuro.
Erik se apresuró en regresar a su casa, encontrando a Charles aun acostado, viendo el techo, el llanto parecía haber parado, pero los rastros de lágrimas seguían ahí.
Se acercó lentamente, procediendo a sentarse buscando hacer el menor ruido posible.
El telépata no se giró a verlo ni una sola vez, limitándose a parpadear y respirar.
—Charles— Decidió llamar, cuando el silencio se volvió abrumador.
—¿Por qué no me mataste? — Le dijeron en un susurro, sin rastros de enojo, simplemente como una especie de plegaria, como un ruego desconsolado.
Erik se sintió inestable, tembloroso y con boca seca.
—Yo…— Ni siquiera estaba seguro de como continuar esa frase.
—No pudiste, eso me dijiste, pero ¿por qué no pudiste? — Le dijo Charles girándose finalmente a verlo, sin ira, sin odio, sin ceño fruncido repleto de coraje, si no que con mucho dolor nublando sus ojos azules. El llanto regresó con fuerza. —¿P-por qué me diste una silla de ruedas? — Charles tomó aire audiblemente, casi soltando un sollozo. —¿Por qué-porqué me llevas con Hank?, ¿por qué me das de comer?, ¿por qué me das un lugar seguro donde vivir?, ¿por qué me das algo que hacer?, ¿Por qué me dejas convivir con Jean? La lastimé, l-la…— Alzó una mano sin saber cómo detener las preguntas o el llanto o el dolor que claramente el otro estaba sintiendo.
—Charles— Llamó torpemente sin saber que más decir o hacer, aparte de colocar su mano en uno de los hombros del otro, acción que no pudo concluir.
—¡No me toques! — Le gritaron con terror, Erik sintió como si su garganta se cerrara. —¿¡No te das cuenta!?, si tengo mi mutación de nuevo voy a poder lastimar no solo a Jean si no a Scott, a Kurt, a Alex, Hank, ya lastimé a Hank antes, ya lastimé a todos en tu isla antes, puedo hacerlo otra vez, ¿por qué no me mataste? —
Erik se trasladó al momento en que jaló el gatillo de su arma y escuchó el disparo ser efectuado, para que su mutación (como si tuviera voluntad propia) detuviera de golpe la bala que había estado por atravesar el cráneo del otro y eso había sido porque… él sabía la verdad, eso había sido porque Charles era…
—Yo…— Tragó saliva sonoramente, siendo atravesado por los ojos llorosos que hacían conjunto con el rostro empapado en lágrimas.
Recordó todo lo que Azazel le explicó sobre los telépatas siendo drogados y controlados, sobre todo lo que había pasado Charles, sometido a una cirugía en contra de su voluntad porque era conveniente para Shaw, siendo obligado a usar su mutación mientras estaba constantemente en un estado fácil de manipular, fácil de utilizar, todo porque Shaw no podía herir a su compañera destinada, la única telépata que habría podido usar sin destruirla hasta morir como hizo con todos los demás.
—Solo quiero que tengas una vida feliz— Y por primera vez en todo el rato, la ira regresó al rostro de Charles.
—Te elegí para matarme no porque seas bueno dándole vidas felices a los que te rodean, te elegí por toda la muerte que te rodea, por toda la muerte de la que eres responsable, incluidas las muertes de tu hija y tu esposa—
Sintió que de golpe que el aire era demasiado denso como para pasar por su nariz, se sentía como si sus pulmones se hubieran encogido y hubieran perdido la capacidad de expandirse de nuevo. Era muy doloroso.
Su visión se volvió un poco borrosa y sus ojos se sentían demasiado calientes y su garganta estaba completamente cerrada para este punto.
—¿Q…? — Carraspeó un poco, mirando hacia el techo. —¿Quieres agua? —Sin esperar respuesta se puso de pie, porque necesitaba calmarse.
—Erik—
Porque no debía sentirse herido por algo que era verdad.
—Erik—
Porque Charles tenía razón.
Escuchó un gran estruendo detrás de él, girándose para encontrar la silla de ruedas, que mantenía cerca del futón de Charles, caída de lado y a Charles en el suelo fuera del futón, llorando aún más fuerte.
—Erik— Lo llamó entre sollozos y él se apresuró a hincarse para cargarlo y regresar a acomodarlo a su futón, mientras Charles no dejaba de hablar. —Lo siento, no debí… no debí decir eso, yo… estuve en tu cabeza y decir eso… lo siento tanto— Le dijo entrecortadamente y con voz compungida.
Erik se concentró en acomodar al otro en el futón, sin poner mucha atención a lo que diría, porque si ponía atención, las imágenes se repetirían en su cabeza con torturante lujo de detalle.
—No, está bien, después de todo es verdad, la… la muerte de Nina y de mi esposa, fueron mi culpa— Dijo convencido, porque aquello era un hecho irrefutable.
—No, no lo fue, tú no…— Le dijo Charles susurrante y él no pudo seguir escuchando aquello, porque no era verdad.
—Fue mi culpa— Dijo de forma cortante finalmente logrando ver al otro a los ojos otra vez sin sentir que lloraría patéticamente por algo por lo que no merecía sufrir, porque lo que le pasó a su familia fue su culpa y los culpables no merecían esa clase de consuelo.
Charles estiró una mano en su dirección que él no entendió exactamente para qué era, pero que no pudo dejar sin tomar, colocando una de las suyas encima de la más pequeña del otro, sintiendo un poco de frío en las puntas de los dedos de la mano contraria.
De golpe fue jalado con brusquedad quedando su rostro al alcance de un par de manos que definitivamente estaban muy frías.
—Yo lo vi, en tu cabeza, vi lo que les pasó… fueron heridas por personas que iban específicamente a eso, a buscarlos, cazarlos… tú fuiste herido, no pudiste moverte más, no pudiste usar tu mutación para ayudarlas, solo ver. Así que no, no fue tu culpa—
—D-debí…— Si no hubiera dejado de hablar en ese momento un sollozo habría escapado desde el fondo de su pecho, rasgando su garganta. —Debí luchar más— Los ojos de Charles se inundaron en lágrimas.
—Lo siento, Erik, pero no, hiciste todo lo que pudiste, hiciste todo lo que estaba en tus manos, no fue tu culpa, no lo fue—
De repente la imagen de Charles frente a él era borrosa, por más que parpadeaba la imagen no se aclaraba.
No supo en qué momento fue abrazado, tampoco en qué momento respondió el gesto, escondiendo su rostro contra el cuello del omega, que no olía a nada, pero que aquello no aminoraba lo reconfortante que era estar en esa posición.
Las pocas lagrimas que se le escaparon, le dieron una claridad repentina. Se permitió un poco más de ser reconfortado y de estar escondido en el otro, para finalmente obligarse a apartarse, aunque no por completo, atrapando una mano entre la suya.
—Yo sé sobre ti— Le dijo con voz firme. Charles le dedicó una mirada confusa. —Sé que… sé que Shaw te mantuvo encerrado y conectado a esa máquina en la que te conocí, sé que te mantuvieron drogado en contra de tu voluntad para que la telépata que estaba del lago de Shaw pudiera controlarte y usarte para encontrar y usar a otros mutantes, sé que nunca estuviste del lado de Shaw— Una sola lágrima bajo por el rostro de Charles. —Sé que jamás lastimarías a nadie, no voluntariamente, no conscientemente— Charles negó con la cabeza y cerró los ojos con fuerza, como si estuviera a punto de explicarle a Erik que estaba equivocado, pero ¿cómo podía Erik creer que alguien que se empeñaba tanto en explicarle porque algo de lo que Erik estaba seguro era el culpable, realmente no lo era?, ¿cómo podía Erik no confiar en alguien tan dispuesto en darle paz mental incluso aunque parecía odiarlo, incluso cuando estaba enojado con él? —Tú fuiste una víctima, justo como los mutantes a los que me pediste ayudar a escapar de ese bunker—
—¡No! — Exclamó el otro más con desesperación que con ira. —No— Le dijo entre un gimoteo. —Tú no entiendes, yo…— Charles se limitó a llorar unos segundos, para inspirar temblorosamente y hablar con firmeza, cerrando los ojos de golpe y obligando a otras pocas lágrimas a bajar. —Fui muy arrogante, me creía invencible, creí que podría contra Shaw que jamás podrían utilizarme y me equivoqué, me equivoqué y dejé que mucha gente saliera herida, debí haberme suicidado en cuanto supe su plan, ¡yo sabía su plan!, debí…—
Esta vez fue él quien se abrazó a Charles, buscando esconderlo contra su cuerpo, escuchando como el llanto del telépata se volvía más fuerte y más desesperado.
—Lo siento Charles, pero eso no hubiera servido de nada. Si tú hubieras muerto, ellos solo habrían buscado a otro telépata y todo habría pasado exactamente igual o tal vez habría sido todo peor, pero el plan y la guerra contra Shaw habría seguido su curso tal cual, y los mutantes y no mutantes que sufrieron y los que murieron, todo habría sido igual, porque no fue tu culpa, lo siento—
Charles continuó llorando y Erik continuó repitiéndole que lo sentía.
Telómero: Según Wikipedia "son los extremos de los cromosomas. Son regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Además están involucrados en enfermedades tan importantes como el cáncer." Básicamente cada vez que una célula se divide para hacer otra los telómeros se van acortando y acortando hasta que la célula ya no se puede dividir más, es vieja y muere x_x
Apoptosis: Muerte celular programada. Ya saben, la célula hace harakiri.
Muchas gracias por leer y por sus bonitos comentarios, ¡gracias por decidir embarcarse en esta historia llena de slow burn! Les prometo que no habrá muertes, terceros en discordia y definitivamente llegaremos al mpreg porno… en un futuro lejano no tan lejano.
