X-Men no me pertenece.
Continuamos con "Veo que ambos nos estamos ahogando, pero por favor caballero usted use el salvavidas, yo estoy bien".
ADVERTENCIA: Personajes con depresión, ansiedad, sentimientos de culpa, mención de la muerte de un hijo, cursilerías. Este es un fic todo pobrecito y tristón.
Usé la traducción de unas partes de la letra de la canción Welly boots de The Amazing Devil, también de Two Little Boys de Rolf Harris.
Estaba mal, todo estaba mal. Cuando Charles estaba involucrado todo siempre terminaba peor de cómo estaba.
Fue usado por Shaw y facilitó que las vidas de muchos mutantes y no mutantes terminaran arruinadas. Muchos muertos, muchos dañados de formas inimaginables e irreparables.
Tú fuiste una víctima.
Raven parecía estar cuestionando la autoridad de Erik, de su alfa líder, cuestionándolo en su capacidad de cuidar de Jean, por la forma en que habló con Charles casi parecía que hasta estaba dudando de si aun podía confiar en Lensherr.
Charles no había querido eso, todo lo que había querido cuando solicitó la ayuda de Erik era desaparecer para no ser usado por nadie más porque pese a ser un mutante omega, un telépata, era un inútil que ni siquiera podía lograr el no ser usado por un tercero como si fuera un arma sin voluntad y en lugar de eso solo causaba y causaba más problemas.
A Erik.
A Jean
A Hank
A Alex
A Raven
A Logan.
Podía continuar con su lista, estaba seguro
Sin embargo, ahí estaba Erik, rehusándose a culparlo, sin siquiera mirarlo con un deje discreto de ira, con una mirada honesta de "todos mis problemas se deben a ti, te hubiera matado como lo pediste", tampoco lo miraba como si se arrepintiera de todas las palabras de consuelo que le había ofrecido.
Le había ofrecido a Raven ira muy mal controlada y eso había sido todo lo que Charles había visto, cercano a los sentimientos que había esperado serían destinados a él; en su lugar él recibió rostros que transmitían admiración, agradecimiento, un "si no fuera por ti todos estarían muertos", pero ninguna de esas cosas estaba justificada, no debían ser dirigidas a Charles.
Los visitantes se habían ido, Jean había regresado y Erik no había dirigido ninguna nueva palabra a Charles sobre el tema previamente tratado. No, no era que Erik estuviera fingiendo que Charles no estaba ahí, aún lo miraba y le hablaba, simplemente como si el conocimiento recién adquirido de él entrando en la mente de Shaw e inmovilizándolo para permitirle a Erik el asesinarlo hubiera desaparecido de su mente.
Charles quería estar aliviado de que Erik no le estuviera dando más vueltas al asunto, pero al mismo tiempo sentía que no debía sentirse aliviado tan fácilmente.
Sin darse realmente por enterado, la hora de dormir había llegado. Después de que Erik lo ayudó a acomodarse en el futón, se apartó para ayudar a Jean a acomodarse en el suyo, recolocando su almohada y cubriéndola con las cobijas correctamente.
—Listo, hora de dormir— Le susurró a la niña con el cariño escapándosele entre las palabras. Le sonrió a la menor pasando una mano por su cabello rojo. ¿Quién podría creer que Erik no era bueno para Jean?
¿Cómo podía creer Erik que no era un buen padre para ella?
El alfa hizo ademán de levantarse, para dirigirse a su propio futón, siendo detenido por la pequeña mano de Jean.
"Quiero que Erik cante" Transmitió Jean lanzándole una mirada añorante a Charles, como si esperara que Charles explicara por ella su deseo.
—Dice que quiere que le cantes— Le dijo a Erik sin poder permitirse mirarlo a los ojos, pese a la atenta mirada del alfa puesta en su persona; su intento de huir de Erik mientras se encontraban en la misma habitación no le permitió presenciar la sonrisa maliciosa de Lensherr.
—¿Y si le decimos mejor a Charles que nos cante? No lo ha hecho y eso que más temprano dijo que lo haría— Comentó Erik dirigiéndose a Jean, pero claramente hablándole a él.
Mierda, era verdad, había dicho que cantaría.
—Yo no creo que… — Jean aplaudió feliz.
"Sí, cántanos Charles" Solicitó la menor más como una orden que como una petición respetuosa, con ojillos brillantes y sonrisa inocente.
¿Cómo se suponía que iba a decir que no ahora?
—Claro, después de todo dije que lo haría— Deseo que su sonrisa no luciera extraña mientras veía a Erik alzar a Jean en brazos para ir a sentarse junto a él, Jean fue sentada sobre el futón, pero no duró mucho en esa posición, pues en cuanto pudo se acomodó, acostándose y recargándose contra el cuerpo de Charles, en una muestra de confianza total, además de parecer muy feliz por la nueva posición.
Le sonrió a la niña, porque Charles no merecía esta clase de muestras de afecto, esta confianza dirigida a su persona…
¿No lo merecía?
Pero Jean definitivamente merecía realizar estas acciones y recibir esta clase de afecto. En un acto reflejo miró el rostro de Erik encontrando una sonrisa complacida consigo mismo.
Ese estúpido alfa.
—¿No vas a cantar? — Insistió Erik con un marcado tono burlón. Charles se rehusó a hacerle una mueca, no quería enseñarle malos modales a Jean (incluso si Erik se merecía la mueca).
—Estoy pensando en la canción que voy a cantar— Erik alejó su sonrisa burlona y colocó una sonrisa discreta llena de algo que Charles decidió que no debía interpretar.
Charles se concentró un momento en la niña abrazada a él que no había dejado de sonreír, en espera de su canción.
Suspiró, porque finalmente se había decidido, aunque no estaba seguro de recordarla correctamente hasta el final.
—No soy bueno cantando y definitivamente no sé mantener el ritmo— Advirtió, confundiendo un poco a Jean y al parecer divirtiendo más a Erik. —Ok…— Tomó aire y comenzó. —Despierten, despierten, niños valientes…— Probablemente la parte inicial de la canción hablando de doblar esquinas de libros, una tormenta que se acerca y perder botas de color rojo no les decía mucho a Erik y a Jean, aun así, ambos se mantuvieron en silencio escuchando. —…Y te amo, no sabes, — Ante sus palabras Jean aumentó su sonrisa, así como la fuerza con la que lo abrazaba. —Que estaré contigo todo el tiempo siempre que seas amable con aquellos que no son fuertes y que no pueden encontrar sus botas escarlatas, porque cuando hace frío, envolveré mi bufanda a tu alrededor y cuando sea difícil colocaré tu cabeza en mis manos…— Hizo una pequeña pausa al quedarse sin aire, además de sentir su garganta irritada, secuelas aun de su encierro. Concentrarse en las sensaciones de su cuerpo provocó que olvidara parte de la letra, decidió decir justo las que sí recordaba. —Solo porque me fui no significa que no esté todavía aquí—
Y Charles hizo lo que pudo para continuar la canción y hacerle justicia.
—Sé que eres lo suficientemente fuerte para hacer esto por ti mismo—Pero para cuando terminó de cantar sabía que la pobre canción había sido arruinada.
Vio los ojos cerrados de Jean, su sonrisa discreta y su respiración profunda, por lo que supo que al menos había logrado el objetivo de hacer dormir a la menor.
Sonrió complacido, para alzar la mirada (aun sonriendo) topándose con toda la atención de Erik puesta en su persona. El alfa no estaba sonriendo, se notaba serio y Charles que había estado concentrado en la letra de la canción y en lograr recordar el ritmo de forma correcta, pudo finalmente usar su cabeza para darse cuenta de que no era que Erik no quisiera hablar del descubrimiento de recién, sobre él controlando la mente de Sebastian Shaw, si no que Erik había querido esperar hasta que Jean estuviera dormida.
—Charles— Comenzó Erik y él contestó apartando la mirada, girando la cabeza hasta quedar completamente del lado contrario al que se encontraba el alfa. —Me gustó tu canción— Y aunque una parte de su mente lo traicionó sintiéndose satisfecho con el cumplido, no se permitió hundirse en aquella emoción, obligándose a sí mismo a estar tenso.
—Eso no es lo que querías decir— Escuchó a Erik moverse discretamente por lo que no pudo evitar poner su atención en él.
¿Charles confiaba en Erik? Quería gritar que sí, pero no lo sabía.
—Voy a acomodar a Jean en su futón— Explicó mientras se inclinaba para tomar a la niña sin despertarla, pero tampoco sin ponerse de pie o hacer ademán de realmente ir y colocar a la menor en su futón, simplemente limitándose a verlo. —Charles, lo que hiciste al controlar la mente de Shaw…—
Iba a decirle a Erik nuevamente que no sabía a qué se refería, que él no había tenido nada que ver, pero de su boca escapó algo completamente diferente.
—Fue solo un segundo— O dos o tal vez cinco, no estaba seguro, para él, el tiempo que estuvo encerrado no estaba claro, todo estaba medio borroso, todo parecía lejano por el medicamento con el que lo mantenían dormido, pero a la vez todo se volvía demasiado doloroso. Había estado apenas consciente cuando encontró la mente de Shaw, oscura, llena de crueldad, llena de odio.
Habría preferido nunca estar en esa mente.
—Incluso si fue solo un segundo, eso decidió quien vivió y quien murió— Erik estaba haciendo sonar su intervención mucho más importante de lo que fue. —Estoy vivo por ti y muchos en la isla están vivos y son libres por lo que tú hiciste— Libertad que no habrían perdido en primer lugar si no fuera por él, sus vidas nunca habrían estado en peligro si Charles no hubiera sido usado como batería para una máquina. Una mano se posó en su brazo solo por un instante, lo exaltó, pero también lo obligó a centrarse en el momento y en la persona hincada frente a él quien aún cargaba a Jean. —Gracias— Le dijo Erik con voz firme y con la autoridad que ser el alfa dominante de la isla le confería. Charles no pudo no verlo. Finalmente, Lensherr se puso de pie, dándole la espalda para poder acomodar a Jean en su futón.
Siendo enfrentado con la espalda del alfa y no con sus ojos penetrantes cubiertos de su completa atención, Charles pudo hablar de nuevo.
—Esto no cambia nada—
—Lo hace— Contestó Erik sin girarse a verlo. Charles sintió demasiada ira de golpe, conteniéndose apenas de gritar. Le molestaba que el alfa hablara como si entendiera todo, cuando no entendía nada. Cualquier replica de su parte fue detenida por la mirada de Erik. —Fuiste una víctima— No, no lo era, Charles no era una víctima, era un mutante omega, ¡un maldito telépata!, debió poder luchar contra Shaw, contra Emma Frost, contra todo y aun así…
¿Merecía consuelo?, ¿Merecía sentirse a salvo?, ¿Merecía la confianza con la que Erik lo miraba?, ¿Merecía paz?
—Pero ahora sé que eres un héroe también— Solo fue un instante, estuvo en la mente de Shaw un instante, porque en cuanto lo encontró, se dio cuenta de la situación, iba a matar al mutante líder de la resistencia y todo acabaría, Shaw ganaría y todas las personas mutantes y no mutantes seguirían siendo sometidas por él, necesitaba hacer algo para pararlo, porque Emma Frost ya no estaba, porque de repente podía hacer uso de su propia voluntad y entonces…
Sintió sus ojos humedecerse. Ardían.
—No lo soy— Murmuró, sintiéndose avergonzado de su voz entrecortada. No supo en qué momento Erik pasó de estar acomodando a Jean en su futón a estar nuevamente hincado frente a él, moviendo una de sus manos lentamente para tomar una de las suyas, en un toquecito casi imperceptible de dedos contra dedos pero que se volvió una especie de ancla que le recordó a Charles como respirar y como existir de forma correcta (sintió que no solo a él lo estaba salvando ese toque).
—Sin ti, estas personas viviendo en la isla, yo viviendo aquí, cuidando de Jean… nada existiría, tú eres un héroe—
Borró el recorrido de sus lágrimas por su rostro con su mano libre, pero su velocidad no podía competir con la velocidad con la que estas hacían un nuevo camino.
—Deberías dormir— Le dijo Erik en voz baja, pero sin apartarse y sin dejar de tomar su mano.
—Tú también— Le contestó, pretendiendo que su voz no sonó demasiado rara, concentrándose mejor en la sonrisa que Erik probablemente no se dio cuenta de que le mostró.
…
Raven caminaba hacia él, luciendo decidida y con su paso firme que parecía el habitual, pero en su porte y en su expresión, Erik podía notar un atisbo de nerviosismo, de duda.
"…solo quiero que sea feliz y que esté a salvo y no estoy segura de si tú puedes lograr eso"
Regresó su atención a arreglar la estructura de una nueva casa.
—No finjas que no notaste que estoy aquí— Le dijo Raven parándose muy cerca de él.
—No estoy fingiendo— Contestó con simpleza. El silencio que obtuvo por respuesta era justo lo que esperaba, pero no previó que este duraría tanto en desaparecer, si no pudiera seguir percibiendo el aroma de Raven entrelazado con el de Azazel, podría hasta creer que la mujer se había ido.
—Necesitamos hablar— Le dijo, usando palabras que el día anterior había dirigido a Charles, impregnadas de ira y desconfianza hacia el telépata. Impregnadas de vergüenza y disculpa para con él.
Se pasó una mano por el cabello, negándose aún a mirar a Raven, su amiga que planeó emboscarlo en su propia casa.
—Yo no lo necesito— Contestó, buscando sonar civilizado, sin importarle que Darwin, Angel, Sean y otros mutantes presentes los estuvieran observando como si no pudieran decidirse entre huir o quedarse a detener cualquier pelea que pudiera comenzar.
—No actúes como…—
—Y tampoco tengo ganas, ni tiempo, hoy he ayudado en los campos, hemos resuelto algunos problemas, he ayudado a reparar algunas casas y ahora estamos construyendo una nueva y pronto será hora de que me reúna con Jean y Charles, para ir a descansar. ¿Hoy sí se me permite decir que estoy cansado? — Raven lucía avergonzada, aun así, frunció el ceño.
—¡Dios, eres tan infantil!, ¡El gran alfa líder de los mutantes! — Raven habló en voz alta y Erik se concentró todavía más en no verla. Sí, definitivamente Darwin ya había tomado la decisión de intervenir. —¡Solo quiero disculparme! — Gritó Raven sorpresivamente, deteniendo las intenciones de Darwin y haciendo que Erik no pudiera seguir ignorándola. —Quiero que hablemos— Le dijo Raven más calmada una vez que se dio cuenta de que tenía su total atención. —Sin pelear— Agregó con un toque de desesperación en la mirada, como si aún creyera que pese a mostrarle vulnerabilidad, Erik se negaría. —Solo hablar— Le susurró al final con cejas fruncidas con angustia. Erik miró por un instante a los otros presentes, que de inmediato desviaron la mirada como si no hubieran estado ahí observando y escuchando todo.
—Vamos— Le ordenó a su amiga para alejarse un poco y pretender que contaban con privacidad, ahí en medio del exterior y donde todos podían verlos.
Erik quería entrar en modo "reclamos a la orden", pero Raven había dicho que quería disculparse y aunque la bolita orgullosa en el interior de Erik le decía que no debía aceptar tan fácilmente, la experiencia que la guerra le dejó es que el enojo o se iba demasiado rápido porque había cosas más importantes a qué poner atención y en las cuales poner sus emociones o duraba demasiado hasta darle oportunidad a las garras de la batalla de arrebatarle a alguien a quien nunca pudo pedir o dar perdón.
Además, Erik estaba molesto con la forma en que Raven insistía en tratar a Charles, sabía que había una razón y sabía que Raven no había convivido con el telépata como él había hecho como para lograr confiar en él en la forma en que Erik hacía, pero no estaba molesto por lo que le dijo a él sobe ser malo cuidando de Jean, se sentía herido, avergonzado, incómodo, traicionado… pero no enojado, porque su mente se peleaba entre el conocimiento de que era un horrible cuidador y entre las palabras de Charles.
Quería y necesitaba esas palabras de consuelo, pero ¿sí las merecía?
—Primero que nada— Inició Raven, notando que él no podía ni quería iniciar la conversación. —Lo que te dije sobre no ser bueno cuidando de la niña...—
—Jean— Se arrancó el nombre de la garganta, cansado de escuchar como Raven se negaba a usar su nombre. —Su nombre es Jean, no la puedes seguir llamando niña— Raven lo miró con párpados casi ocultos y ojos repletos de sorpresa. La alfa asintió.
—Eres muy bueno cuidando de Jean, le haces bien y cuidar de ella es bueno para ti también, puedo notarlo— La espina bien enterrada en su pecho fue ligeramente movida, causándole dolor, pero no fue extraída.
Estaba a punto de decirle a Raven que no estaba de acuerdo, que ella tenía razón en lo que le había dicho antes, no podía mantener a salvo a Jean, no podía hacerla feliz, pero el recuerdo de las palabras de Charles, no le permitieron formas las palabras y liberarlas para que fueran escuchadas por su interlocutora.
—Desde el principio, has sido muy bueno cuidando de ella, preparándole comida, bañándola, haciéndola dormir, entreteniéndola, peinándola…— Raven hizo una corta pausa y sus ojos se humedecieron. —Notar tu experiencia es fácil— La mente de Erik reprodujo la risa de Nina porque cada vez que le cepillaba el cabello siempre exclamaba que le estaba haciendo cosquillas, pudo ver sus ojillos brillantes con inocente felicidad siempre que lograba que Erik terminara empapado al intentar bañarla, podía escuchar su voz diciendo que amaba la comida de papá.
Entre más tiempo pasaba el recuerdo de Nina dejaba de ser tan nítido y recuerdos de Jean comenzaban a equipararse a los recuerdos de su hija, ¿alguna vez la olvidaría por completo?, ¿cómo podía seguir viviendo cuando su hija no?, ¿cómo se atrevía a comenzar a olvidar a Nina?
—Con lo que no eras muy bueno era con el cuidado emocional que la… Jean necesitaba, necesita— Agregó Raven y Erik lo sabía. —Abrazos, decirles que los amas, mirarlos…— Agregó en voz baja, casi como si no quisiera seguir hablando, pero también como si no pudiera detenerse. La barbilla de Raven presentó un pequeño temblor como si se encontrara combatiendo un mohín que quería aparecer, pero que Raven no se lo permitiría.
Raven posó una mano en su espalda en un medio abrazo un tanto incómodo, pero apreciado.
—Lo entiendo, Erik— Le dijo su amiga y Erik quería gritarle que no, ella no entendía (y con suerte nunca lo haría). —Sé que recuerdas a tu hija todos los días— Le dijo Raven pausadamente. La espina en el pecho de Erik se encajó más profundo. —Sé que Jean desencadena esos recuerdos, pero también sé que te ayuda a poder sobrellevarlos— Erik miró a Raven a los ojos sin ser capaz de decir nada.
No podía negarlo, pero no estaba seguro de querer afirmarlo, porque eso hacía sonar a Jean como si fuera un instrumento únicamente para mantener viva la memoria de Nina, pero Erik no quería eso, sí, no quería olvidarla, pero, así como no quería sobreponer la imagen de Jean en Nina, no quería sobreponer la de Nina en Jean, eran diferentes.
Las amaba a ambas, había querido hacer feliz a Nina, quería hacer feliz a Jean, había querido mantener a salvo a Nina, quería mantener a salvo a Jean.
Nina había sido su amada hija.
Jean era su segunda e igualmente amada hija.
—Cada día eres mejor y mejor cuidando de ella— Murmuró Raven ofreciéndole una sonrisa incómoda. —Sé que la amas y lo siento no quería lastimarte, pero no sabía qué más hacer, estaba preocupada por ti y por Jean porque metiste al telépata a tu casa antes de que supieras si era alguien de confianza. Eres mi amigo y no quiero que nadie te haga daño y que no termines poniendo tu confianza en alguien en quien no lo merece. Eres mi líder, ¿si no puedo confiar en tu criterio entonces en el de quién? —
Le dolía, pero también entendía.
—Pero al final la que terminó lastimándote fui yo, todo porque creí que así lograría protegerte— Erik no tenía la fuerza para hablar. —Eso es todo lo que quería decirte, supongo, lo siento por herirte y no, no voy a hacer que Jean deje de vivir contigo, ustedes son felices y buenos el uno para el otro—
Mentir era muy fácil. Pero Raven no le estaba mintiendo, la espina no se había ido, pero había dejado de estar tan profunda.
—Charles— Murmuró con torpeza.
—¿Qué? — Raven lucía confundida.
—¿Qué has decidido con respecto a Charles? — Raven hizo una clara mueca de disgusto. Y se cruzó de brazos.
—Coincidencias, todo en él está lleno de coincidencias, ¡Ahora resulta que te ayudó a matar a Shaw! — Erik no estaba muy seguro de qué pasó, pero de golpe una carcajada se le escapó. —¡No te rías imbécil! — Raven claramente no se estaba divirtiendo, estaba honestamente molesta y lo demostró dándole un certero y duro golpe en el hombro. —¿¡Por qué decidiste confiar en él tan fácilmente!? —
—No decidí confiar en él fácilmente —
—Ay, claro, solo tuvo que decirte que lo mataras para que lo trajeras a la isla, te rehusaras a usar anti-mutágeno en él, le dieras un hogar, alimento, cuidados a manos del mejor médico mutante de la historia, le construyeras una silla de ruedas, le hicieras un camino… no necesito continuar ¿o sí? — Con Raven diciéndolo así, Erik sentía que lo mínimo que debía hacer era sonrojarse.
—Al principio tal vez era un poco de lo que tu dijiste cuando recién lo trajimos a la isla, ¿proyectarme?— Exclamó en son de pregunta, asegurándose de que Raven recordaba, su amiga asintió, pidiéndole continuar. —Pero más que eso sentí como si él fuera a entender— Como si Charles pudiera entenderlo como nadie más había podido antes (o podría después). —Pero eso no hizo que confiara en él, lo que me hizo confiar fue…— Hizo una pausa, cuestionándose a sí mismo si estaba preparado para decir esto en voz alta a otra persona. —Charles es una buena persona— Al parecer esas fueron las palabras incorrectas porque Raven explotó.
—No haber herido a nadie hasta el momento no lo hace buena persona, ser educado al hablar no lo hace buena persona, haber ayudado a matar a Shaw…—
—No ayudó a matarlo, si no fuera por la intervención de Charles…—
—Sí, sí, todos estaríamos muertos, pero eso no lo hace una buena persona— Estaba muy cansado de escuchar a Raven quejarse de Charles y buscar hablar mal de él y aparentemente odiarlo sin razón.
Parecía ser que su sentido común también, porque decidió que en ese momento se ausentaría de la conversación y al Erik sin sentido común le pareció una buena idea gritarle la razón a Raven.
—¡Es porque él sabe de las muertes de Nina y de Magda! — Raven detuvo todos sus movimientos y sus palabras no dichas fueron borradas.
—¿Cómo que él sabe? — Y probablemente Raven tenía muchas otras preguntas que hacer, pero en su lugar solo se quedó viéndolo esperando que todas sus preguntas no formuladas obtuvieran respuesta.
—Charles estuvo en mi cabeza mucho más tiempo del que estuvo en las de ustedes, así que vio mis recuerdos, supo cómo me siento… sentía— No estaba seguro de cuál era la correcta ¿se sentía igual que en el pasado? No, ¿la culpa había desaparecido por completo? No —Con ese conocimiento, ¿sabes lo fácil que sería lograr romperme? — Raven hizo una expresión dolorosa.
—¿Qué hizo el telépata? — Erik se cubrió los ojos con una mano y sonrió.
—Trató de convencerme de que no fue mi culpa— Se quitó la mano de la cara, pero se negó a encarar a Raven. —Él pudo…— Decirle montones y montones de palabras crueles, unas cuantas frases lo habrían hecho caer al suelo y llorar como un niño desconsolado completamente roto, pero en lugar de eso le ofreció consuelo. —Confió en Charles—
Raven apartó la mirada, como si ver a la lejanía fuera más interesante que velo a él. Habló lentamente.
—Azazel cree que son compañeros destinados— Erik no contestó ni varió su expresión, Raven lo tomó como confirmación. —Por eso no pudiste matarlo—
—Mi instinto lo supo en cuanto lo vio— Raven hizo un claro gesto de asco. —No dije nada porque supuse que lo tomarías a mal, después de lo que nos dijo Azazel sobre Shaw y su compañera—
—Sí, lo sé, lo entiendo— Dijo Raven, aceptando que Erik había estado en lo correcto al no decirle a nadie. —¿El telépata lo sabe? —
—No lo creo, ni siquiera puede percibir aromas, creo que su instinto omega esta… atrofiado— Raven asintió agregando a su asco un poco de sentimiento de lastima.
—¿Le dirás? —
—No por ahora—
—Sí, supongo que no es precisamente lo que quiere escuchar ahora— Raven soltó un largo suspiró. —Mira, sí, dejaré de lado lo de confiar o no en él, claramente no voy a cambiar tu decisión y al menos si realmente son compañeros sé que él tampoco puede lastimarte, pero solo ten cuidado—
Asintió sin estar seguro de qué esperaba Raven exactamente al ordenarle "tener cuidado".
—¿Cómo es? — Agregó de repente la mujer.
—¿Qué? —
—¿Cómo se siente tener un compañero destinado?, ¿es cómo estar enamorado? — Suponía que podía ser un sentimiento similar, pero Erik había estado enamorado antes, no sentía amor por Charles.
Lo quería a salvo.
Lo quería feliz.
Lo quería libre.
Lo quería con paz mental.
—No, es diferente—
—Imagino que eso de "sentir que él te entendería" es parte de que sean compañeros destinados— Erik asintió porque pensaba lo mismo.
—Sí, pero no puedo explicarte qué lo hace diferente a sentir amor— Raven asintió.
—Entiendo que debe ser algo nuevo y raro—
—No se siente como algo malo— Aclaró Erik, porque no podía quitarse la sensación de que debía aclararlo. Raven le sonrió suavemente.
—Yo no dije eso—
…
Kurt había estado enfocándose mucho en él. Es decir, no era que Kurt no les pusiera atención a sus explicaciones sobre la letra de turno, aprendiendo su forma y su pronunciación, pero hoy se estaba enfocando en él sin necesidad de que Charles estuviera explicando algo.
Pensó que tal vez lo mejor era esperar a que el niño estuviera listo y hablara de aquello que habría estado rondando su cabeza durante todo el rato, después de todo sabía que los niños no podían pasar mucho tiempo sin soltar lo que sea que tomara importancia en su cabeza en el momento, sin embargo, Kurt se mantuvo conversando con Scott y con Jean, mientras aprendía a hacer la letra "F".
Kurt lo miró otra vez y Charles ya no pudo seguir esperando a que el menor hablara primero.
—Kurt— Llamó con voz suave, pues no quería asustar al niño. El hijo de Raven que ya lo estaba viendo, no se escondió ni fingió que no había tenido su atención puesta desde antes sobre él (como tal vez habría hecho un adulto), lo que sí hizo fue sonreír. —¿Me quieres preguntar algo? — Ante su cuestionamiento Kurt lució emocionado, era casi como si hubiera estado esperando todo el día por la oportunidad de hablar, la forma en que estaba siendo criado debía ser la causante.
—¿Por qué sólo usted tiene una silla con ruedas? — Ah, así que era eso. Scott lució igualmente curioso acerca de cuál sería la respuesta.
"Yo sé, es que Erik te la dio". Contestó Jean felizmente. Charles se inclinó un poco hasta poder pasar una mano por el cabello de Jean que estaba sentada sobre el pasto.
Eso era verdad, pero no era precisamente la respuesta correcta que Kurt debía recibir.
—La necesito para moverme de un lado a otro—
—¿Moverte?, ¿Por qué no caminas? — Cuestionó Scott sin terminar de entender, pero claro que no lo entendía, Charles no le había explicado aún.
Alcanzó a ver un poco de movimiento por el rabillo del ojo, encontrándose con Alex corriendo hacia ellos, pero deteniéndose justo donde terminaba la tierra arada para cultivo.
—No le están haciendo preguntas incómodas a Charles, ¿verdad? — Riñó Summers, porque probablemente estaba más cerca de lo que Charles pensó y porque Scott hablaba siempre en un volumen de voz muy alto (justo como Alex).
—Está bien, no me molesta que me pregunten, tienen dudas, es normal— No le molestaba hablar de su paraplejía.
Era algo que merecía, ¿por qué le molestaría?
Alex no parecía del todo convencido, pero él continuó hablando.
—No puedo caminar, tuve una herida muy grave en mi espalda y ahora mis piernas ya no se mueven— Ante su calma al explicar, Alex dejó de lucir un tanto nervioso.
Agradeció en silencio la preocupación del omega más joven.
—Oh— Exclamó Kurt con llaneza. —¿Ya no le duele su cortada? — Bueno, no había sido precisamente una "cortada".
—No, ya no— Eso era una mentira, la verdad era que la dorsalgia y la lumbalgia, que sospechaba era más psicosomático que real, eran algo habitual, pero los niños (y Alex) no tenían por qué saber eso.
—¿La hiciste tú? — Cuestionó Scott.
—¿La silla? — Cuestionó él obteniendo un asentimiento de cabeza. —No, Erik la encontró con ayuda y después la reparo y…
"¡Te la regaló!" Exclamó Jean con emoción y Charles cedió ante aquel pensamiento.
—Me la regaló— Kurt le sonrió mostrando todos sus pequeños dientes, Jean colocó sus manos en su rostro (esa era su "risa a carcajadas") y Scott sonrió entusiasta.
—Un regalo porque lo ama como cuando Hank le trae florecitas a mi hermano porque lo ama— Agregó Scott sonando honestamente feliz por la situación en la que Charles se encontraba actualmente.
—¡Ya veo, como cuando mami le trae moritas a papi para que haga pintura y pueda hacer sus dibujitos porque se aman! —
"¡Las familias se aman!, claro que Erik ama a Charles" Afirmó la mente de Jean.
—Es lo mismo, ¿verdad Jean? — Exclamó Scott tomando una de las manos de Jean, mientras la pelirroja concedió una respuesta afirmativa con la cabeza.
La sonrisa de Charles se congeló y Alex dejó de mantener su imaginaria distancia.
—No, Scott, eso no es…—
—¿Por qué no?, cuando le pregunté a Hank por qué te traía florecitas dijo que era porque te amaba mucho, mucho y quería que lo supieras, si el señor Erik le regaló una silla de ruedas a Charles para que se mueva…—
—Es un regalo, papi dice que los regalos son para que la gente que amas sea feliz— Interrumpió Kurt con la misma energía en que Scott había hablado.
¿Amor?
No, no, no… Erik y él ni siquiera eran amigos. Eran… Erik lo hacía sentir a salvo y le ofrecía consuelo, era un trabajador excepcional… Erik estaba claramente roto (Charles no lo estaba diciendo como crítica) y sin embargo era tan fuerte y valiente y cada día buscaba hacer las cosas mejor y mejor para todos los que estaba a su cuidado y claramente necesitaba ser consolado y protegido tanto como le gustaba consolar y proteger y tal vez Charles había comenzado a… ¿apreciarlo?... un poquito…
Charles no merecía amar.
Muchísimo menos ser amado.
—¡No! — Exclamó con demasiada fuerza en la voz, exaltando a todos, provocando en Alex una expresión de preocupación (estas amables personas estaban comenzando a conocerlo demasiado y él comenzaba a conocerlos demasiado). Buscó calmarse y sonreír, lo logró a duras penas. —Hay… así como hay diferentes formas de lenguaje hay diferentes formas de…— No quería usar la palabra en voz alta. —Amor— Sonó extraño, casi como si estuviera constipado. Antes de que pudiera continuar sonando raro, Alex intervino.
—Así es, no es el mismo tipo de amor el que siento por Hank al que siento por ti Scott—
—¿No es? —
—No, a Hank lo amo como novio y a ti como hermano, son diferentes tipos de amor— Kurt asintió pensativo.
—Sí, mi mami y mi papi se aman diferente de cómo me aman a mí que soy su hijo— Jean lució confundida.
"¿Cuál tipo de amor siente Erik por Charles?" Ay no, no quería contestar eso, Erik no… sí, claramente se preocupaba por Charles, no entendía por qué y seguía siendo más fácil pretender que no era tan importante para él el saber que Erik confiaba en él.
—¿Cuál tipo de amor siente el señor Erik por Charles? — Cuestionó esta vez Scott.
Un momento, ¿Jean acababa de comunicarse con Scott? O era solo una coincidencia.
Charles se negó a pensar en aquello como una simple coincidencia; tal vez todo este tiempo Jean sí que se había estado comunicando solo que de forma tan imperceptible que las mentes no telépatas no podían reconocer pensamientos ajenos de los propios.
—Jean, acabas de…— La pequeña pelirroja estaba claramente emocionada de que uno de sus mejores amigos tuviera la misma duda que ella, nada de lo que le transmitió a Charles parecía dejar entrever que sabía que había transmitido su pregunta exitosamente a la mente de Scott. Mejor dejarlo pasar porque ¿qué tal si solo emocionaba a Jean para que la pequeña se decepcionara al no poder repetir el acto?
—¿Amigos? — Contestó Alex más como una pregunta que como una respuesta.
—Ohh— Soltó Kurt entusiasmado. —Como el amor que siento por Scott y por Jean— Y los tres pequeños se abrazaron felices.
—Sí, de ese tipo— Concedió Charles sintiéndose de repente como si hubiera perdido.
—Que es diferente del amor que sientes por Jean— Afirmó Scott aun en el abrazo triple.
Su mente detuvo el caos y se centró en mirar a Jean. La pequeña pelirroja lo imitó, dedicándole toda su atención.
Charles le sonrió a la niña, porque tal vez él no merecía amar o ser amado, pero Jean sí merecía ese amor.
Y Charles iba a dárselo.
Mientras esté vivo.
—Es diferente a como te amo a ti— Dijo, en voz baja pero perfectamente audible.
Jean cortó el abrazo con sus amigos y corrió hasta él, ofreciéndole ese mismo abrazo en el que se adecuaba para lograr su cometido aun con silla de ruedas incluida.
"¡Te amo, Charles!", sus ojos se humedecieron y su garganta se cerró, pero se enfocó en continuar sonriendo.
—Alex, ¿por qué no estás trabajando? — Se escuchó de una voz femenina. Charles aún no había hablado con ella, pero la conocía, gracias a la mente de Logan.
—Mariko, estaba explicándole algo a Scott— La no mutante omega, sonrió suavemente, Charles sintió que ella podría ser la líder de la isla si se lo propusiera.
—¿Y ya terminaste? — Alex sonrió con un poco de molestia.
—Mandona— Murmuró, Charles apenas alcanzó a escucharlo.
—¿Dijiste algo? —
—Dije que ya voy— La atención de Mariko paso de estar centrada en Alex a enfocarse en Charles.
—Hola, Charles, creo que no te había saludado hasta ahora, pero debo suponer que sí sabes quién soy—
—Eres Mariko, la compañera vinculada de Logan— La no mutante colocó una sonrisa complacida con la respuesta.
—Un placer medio héroe del mundo moderno— Dijo la mujer no como broma, tampoco con sarcasmo mal disimulado, si no como si honestamente lo creyera.
Charles no quería ni la broma, ni el sarcasmo ni la honestidad, solo quería que nadie hiciera mención de lo que hizo.
Alex y Mariko se alejaron finalmente dejándolo en un poco de privacidad con los niños.
Suspiró buscando enfocarse, pensando que ya que habían hablado de… amor…
—¿Les gustaría hacer un regalo? —
—¿Un regalo? —
—Sí, Kurt para sus papás, Scott para Alex y Hank y Jean para Erik— Su idea fue recibida con aprobación.
…
—"Puedes sentir Joe, soy todo un temblor, quizás es el ruido de la batalla, pero creo que es que recuerdo cuando éramos dos niños pequeños"— Su canción terminó y Jean (en lugar de estar dormida) aplaudió con demasiada energía para la hora que era, luciendo como si quisiera continuar acomodada contra el cuerpo de Charles unas 4 horas más.
Erik quería que le pasara un poquito de energía, gracias, porque ciertamente el ya no contaba con nada.
—Erik tiene muy buena voz de cantante, ¿verdad? — Comentó Charles en dirección a la pelirroja, que asintió a lo dicho.
—Gracias por sus halagos, pero se suponía que era una canción para ir a dormir no para recibir aplausos— Riñó con diversión, Jean continuó sonriendo, para volver a mirar a Charles, probablemente estaba hablándole con su mente otra vez, porque esta vez Charles fue el que asintió. —¿Qué dijo? — Charles sonrió encogiendo los hombros, Jean corrió hasta su futón para regresar con una hoja doblada a la mitad, que le ofreció a Erik con exceso de felicidad.
Erik no entendía bien lo que estaba pasando, pero igualmente tomó la hoja que le ofrecían.
Al desdoblarla encontró un corazón un poco chueco y sobre él las letras que claramente se leían como un "Te amo, Erik" incluso si estaban torcidas y unas más grandes que las otras.
—Es un regalo— Dijo Charles, logrando que Erik apartara su vista de la tarjeta en sus manos. —Es lo que dice Jean— Agregó en tono un poco bajo. —También quiere saber si te gustó— Erik apartó su vista de Charles, para ponerla sobre Jean, tomándola en brazos y sentándola sobre sus piernas.
—Mhm, me gustó mucho, Jean, gracias— El abrazo de Jean lo hizo suponer que la menor estaba complacida con su respuesta, pero él no lo estaba.
¿Alguna vez le había dicho a Jean que la amaba?
Apretó un poco más el abrazo para la niña.
—Jean— Llamó apartándola un poco para poder verla a los ojos. —Y-yo…— Podía escuchar a Nina diciéndole que lo amaba, se podía escuchar a él mismo diciéndole que la amaba. Se sentía tan culpable, él debió siempre asegurarse de que su pequeña estuviera a salvo, pero no pudo, fracaso, su niña había muerto y él seguía vivo y ahora tenía la oportunidad de recibir otra vez palabras de amor.
Lo siento Erik, pero no, hiciste todo lo que pudiste.
Jean merecía ser amada, escuchar esas palabras, se abrazada, consolada, adorada.
No fue tu culpa, no lo fue.
—Yo también te amo— Jean colocó sus manos sobre sus labios sin dejar de sonreír y encogiendo un poquito los hombros, para luego abrazarse a él.
Charles liberó una muy discreta risa corta.
—¿Dijo algo? — Cuestionó.
—Dijo que lo sabía— Le explicó Charles con simpleza.
Erik no podía creer que Jean lo supiera, todo este tiempo… ¿todo este tiempo se había sentido amada?
De repente vio a Jean comenzar a llorar, sintiéndola querer aferrarse a él con desesperación.
—¿Estás bien?, Jean, ¿te duele algo?, ¿por qué estás…? — Sus palabras se detuvieron al sentir a Charles acunar la mitad de su rostro con una mano.
—Estás llorando y Jean está preocupada— Le explicó con tranquilidad. ¿Lo estaba?
Debía controlarse, debía cortar su llanto, pero justo ahora parecía ser imposible.
Charles colocó su mano libre sobre la cabeza de Jean que se había escondido contra el pecho de Erik, solicitando que lo mirara, Jean no parecía ser capaz de no obedecer algo que Charles pidiera.
—Erik estaba preocupado de que tú no supieras que te ama mucho, mucho y como ahora le dijiste que tú sabías él se siente…— Charles lo miró un momento, Erik no estaba seguro si estaba tratando de descifrarlo o si estaba esperando que él dijera algo, pero Erik no podía hacer otra cosa que no fuera llorar y mirar. —Feliz, esta aliviado y feliz— Jean pareció decir algo. —Te lo dije, llorar no es malo, te ayuda a liberarte y Erik…— Nuevamente la atención de Jean y Charles se colocó sobre él. —Lo necesita, así que no tiene por qué obligarse a dejar de llorar—
Jean se volvió a esconder contra su pecho, abrazándolo con toda la fuerza de sus brazos infantiles. Muy lentamente, probablemente buscando no exaltarlo, fue dirigido a colocar su frente contra el hombro de Charles, dándosele permiso para quebrarse, pero ofreciéndole un soporte necesario.
Suspiró entrecortadamente al sentir la espina en su pecho ser extraída por completo.
Se sentía a salvo.
Se sentía protegido.
Nada se comparaba a la paz de estar con su hija y con su compañero destinado.
Nota 1: Perdón por tardar tanto en subir este capítulo, la verdad es que si me hubiera esforzado perfectamente habría podido subirlo ayer, pero tomé la decisión consciente de no esforzarme mientras veía memes y leía mangas, imaginaran lo trágico que es vivir conmigo misma *risa nerviosa* no le digan a la supervisora que terminé el capítulo en el trabajo.
Nota 2: Usé Welly Boots porque me gusta esa canción, usé Two Little Boys por esa entrevista en la que Michael canta con mucha emoción, mientras James se queda ahí tratando de recordar la letra.
Muchas gracias por leer y otro histérico gracias por comentar.
