X-MEN no me pertenece.
ADVERTENCIA: Uso excesivo de la palabra lágrimas y sus sinónimos, sangre, descripción no muy explícita de un procedimiento médico, ansiedad, sentimientos de culpa, clichés, ideas que probablemente he plasmado antes con variaciones leves por las cuales no me voy a disculpar.
Había tenido mucho miedo, porque un señor con alas había golpeado a Charles, lo había hecho caerse de su silla y después se lo había llevado lejos, lejos.
Erik no había estado para ayudarlos y Charles había dejado su silla ahí, Charles necesitaba su silla para moverse.
Quería a Charles y quería a Erik con ella siempre.
Había intentado hacer que Erik viniera rápido con ella, encontrarlo y hablarle como le hablaba a Charles, había sido raro, no sabía cómo era que lo sabía, pero sabía que había visitado a muchas personas que quería sin moverse de donde la señora Mariko la tenía abrazándola.
No le había molestado que la señora Mariko la abrazara, le gustaban los abrazos, pero prefería los abrazos de sus papás.
Después de visitar a las personas equivocadas, nuevamente sin saber cómo, sabía que lo había encontrado, había podido visitar a Erik en donde estaba haciendo cosas importantes de jefe, se puso muy feliz, pero seguía estando asustada y triste por lo que se esforzó mucho, mucho para que Erik supiera lo que había pasado.
La verdad era que no supo que lo había logrado hasta que Erik llegó, muy poquito tiempo después de que Charles se fuera y ella no había querido soltar a su papá, pero Erik le explicó que tenía que traer a Charles.
Sabía que lo que Erik le decía era verdad, su papá siempre cumplía con lo que decía porque no era un mentiroso.
Así que había terminado por ser traída a la casa de Kurt, junto con Scott, Ororo, la señora Mariko y las mamás de Ororo. También estaba el señor papá de Kurt.
Y ella quería tener ganas de jugar con sus amigos porque los quería mucho (sí, a Ororo también), pero ahora solo tenía ganas de llorar y de ser abrazada por Charles y por Erik.
Sintió y vio una mano tomando una de las suyas, alzó la vista y se encontró con Scott que le sonrió chiquito.
El miedo y las ganas de llorar ya no se sentían tanto.
—¿Leemos un libro? — Preguntó Kurt de repente, muy cerca de su cara y con una sonrisa grande. Le sonrió a su amigo, mientras se tallaba un ojo distraídamente.
—¿Ya pueden leer solitos? — Preguntó Ororo, acercándose pasito a pasito, como si le diera pena llegar así nada más. Jean no quería que su amiga más nueva se sintiera así. Kurt se rio.
—No— Aclaró en esa forma que tenía de hablar cuando les contaba un chiste. Scott encogió los hombros, igualmente sonriendo, Ororo respondió las sonrisas con una suya, animándose por fin a sentarse junto a ellos, volteando a ver a sus mamás solo por un momento.
—…Si se requiere de apoyo ayudaré— Escuchó decir a la mamá de pelo corto.
—Ayudaremos— Agregó la mamá de pelo de color divertido, hablando con el señor papá de Kurt.
—Gracias, esperemos que no sea necesario—
—¿Quieren que les lea? — Les preguntó la señora Mariko, hincándose junto a ellos. Kurt corrió hacia su camita y regresó con muchos libros (¡Cómo 6 o 1000!).
—¿Cuál leemos? — Preguntó Kurt para alzar un libro blanco que ella ya conocía. —¿Este? — Sin esperar respuesta, su amigo levantó otro libro para mostrar. —¿Este? —
Scott rio y ella lo hizo también.
—¿De qué se trata este? — Preguntó Ororo y ya que era el favorito de Kurt, parecía que era el que terminarían leyendo. No le importaba, a ella también le gustaba.
—¡Leamos ese! — Exclamó Scott feliz.
Y de repente Jean sentía que todo estaría bien y que pronto estaría con sus papás otra vez.
Erik se lo había dicho después de todo, que traería a Charles y así los tres iban a estar juntos otra vez.
…
Habían acordado antes de llegar que en caso de encontrar a Charles en donde Ellie les había indicado, se dividirían, Logan y Angel controlarían a Warren y él se llevaría a Charles a un lugar seguro.
Una vez la situación medianamente controlada llamarían a Azazel para pedirle que los regresara a todos a Genosha.
Erik se olvidó por completo de su propio plan ni bien vio la sangre en el cuerpo de su compañero destinado, por lo que terminó siendo él mismo el que lo llevó volando de regreso.
Se había sentido como si en un momento hubiera estado en la pequeña isla disculpándose, y al otro estaba acomodando a Charles en una de las camillas del laboratorio.
Hank se acercó de inmediato (con su apariencia humana), seguido por Alex, quien acercó una pequeña mesita metálica que contenía un montón de gasas, antiséptico y una gran cantidad de instrumental médico.
Hasta el momento, su compañero destinado había mantenido su atención en Erik, así como una mano aferrada a una de las suyas con apenas fuerza perceptible, como si no pudiera tolerar que Lensherr desapareciera, él había correspondido el gesto enfocado en la respiración forzosa y entrecortada y en el rostro pálido y sudoroso.
Cuando Charles escuchó el llamado de Hank, apartó finalmente la mirada, centrándola en el beta.
—Charles— Había nombrado el beta, aluzando los ojos del omega con una pequeña lámpara, mientras Alex le acomodaba unas puntas nasales para poder administrarle oxígeno. El médico vio el vendaje improvisado que Erik le había colocado a Charles en la herida de su pierna. —Haz presión en su herida del pecho, jefe, Alex dale gasas— Les solicitó y las acciones fueron rápidamente realizadas.
—…nk— Trató de decir el omega, pero el nombre de McCoy le salió entrecortado. Sabía que Charles acababa de notar el vendaje en el pecho de Hank por lo que salió de sus labios después. —L… si… nto— Trató de decir, haciendo que su mirada saltara del beta a Alex y de regreso.
El omega menor solo atinó a negar con la cabeza, demasiado impactado con el cuerpo herido y sangrante de Charles.
—No fue tu culpa Charles, perdón por no haber evitado que él te llevara— Erik supo que el telépata intentó negar con la cabeza, pero un solo movimiento lateral del cuello fue todo para acabar con su poca energía.
Después de eso Hank se colocó un estetoscopio procediendo a escuchar el pecho del omega, mientras Alex revisaba la presión arterial.
Erik pudo notar, desde un sitio privilegiado, como la expresión de Hank cambiaba de una de concentración a una de profunda preocupación.
—¿Cuál es su presión? —
—90/60— Hank arrugó aún más las cejas.
—Necesito que me traigas el bulto que está detrás de la lámpara que no funciona—
—Ok— Aceptó Alex para alejarse a paso rápido.
McCoy, mientras tanto, tomó un frasco de líquido transparente y llenó una gran jeringa con este, después tomó la hoja de un bisturí y unas pinzas con puntas picudas y curvas.
—Cambiemos de lugar— Le ordenó, para apresurarse en caminar hacia donde él se encontraba, Erik se alejó de Charles, obligándose a soltar su mano, notando que en medio de todo Charles movió su mano levemente, como si lo buscara. —Ponte del otro lado y vuelve a hacer presión en la herida en su pecho, jefe, voy a necesitar que lo sostengas— le dijeron de forma imperativa.
Se apresuró en obedecer las primeras dos órdenes que recibió, temeroso por lo que implicaba "sostener", ¿qué iba a hacer Hank que requería de sostener a Charles, una hoja de bisturí y unas pinzas puntiagudas?
McCoy comenzó a palpar el costado de Charles, pareciendo contar.
—No dolerá, tal vez sea molesto, pero quiero estar bien seguro de que no se mueva— Murmuró al tiempo que Alex regresaba corriendo con un bulto en manos. —Ábrelo y déjamelo aquí cerca— Le dijo Hank a su pareja y Erik fue capaz de ver que el contenido del bulto se trataba de una especie de tubo transparente. —Alex mientras yo hago esto— Dijo apuntando en la dirección general al costado de Charles. —Necesito que tú lo canalices, ¿puedes hacerlo? —
—Puedo hacerlo— Afirmó Summers en voz alta y clara, apartándose para regresar con lo necesario para colocarle una vía intravenosa en el brazo justo del lado en el que Erik se encontraba.
—Lo siento, jefe— Comentó Alex, colocándose muy cerca de él.
—Esto va a ser molesto Charles, lo siento. Jefe no permitas que se mueva— Explicó Hank, nuevamente, haciéndole el ademán de que debía colocar sus manos sobre el omega.
Lensherr, expectante por lo que ocurriría a continuación, pero confiando ciegamente en el médico, colocó una de sus manos sobre un hombro, manteniendo la otra en la herida y su mirada en el rostro de su compañero destinado, quien pese a que los párpados parecían pesarle demasiado se mantuvo enfocado en él de forma recíproca.
Alcanzó a ver (y sentir por como el cuerpo de Charles se estremeció y sus ojos y labios se fruncieron) a Hank primeramente inyectar a Charles en un espacio entre sus costillas, para después hacerle un corte en la piel con la hoja del bisturí para que luego metiera la punta de las pinzas por la herida recién creada, esta vez Charles abrió la boca como si fuera a soltar un quejido, pero se limitó a aferrarse a uno de los brazos de Erik con una mano.
Hank tomó el tubo transparente y lo metió en la herida creada previamente.
Erik apartó su mirada del rostro de Charles solo un instante, viendo sangre recorrer el tubo recién colocado, regresó de inmediato su atención a su compañero que acababa de terminar de canalizar a Charles, asegurándose de que la solución pasara correctamente.
—¿Terminaste? — Cuestionó a su pareja con un toque de urgencia, como si le pidiera que se apresurara sin realmente decirlo.
—Sí—
—Necesito que… Ese frasco de allá, ponlo aquí cerca—Pidió Hank esta vez, siendo nuevamente obedecido por Summers. —Prepárame para suturarlo, por favor — Agregó inmediatamente después, al tiempo que conectaba el extremo libre del tubo a la tapa del frasco.
—Sí— Respondió el rubio, acercándose al bulto inicial de gasas e instrumental médico.
—Ya puedes soltarlo, jefe— Deshizo su agarre de los hombros de Charles, aferrándose esta vez correctamente a la mano que se había mantenido apenas sosteniéndose de su brazo, topándose con que la fuerza había desaparecido de la mano, además de un rostro con ojos cerrados.
—¿Charles? — Llamó con voz temblorosa, pero ni bien dijo su nombre, el omega abrió los ojos con mucho esfuerzo.
Sintió que podía respirar otra vez.
—Charles— Llamó Hank, atrayendo la atención de ambos. —Considero que usar una dosis de suero milagroso te ayudaría en este momento, tienes un pulmón perforado, puedes recuperarte de eso por ti mismo, estoy seguro, pero las complicaciones son muchas y aquí no es el lugar perfecto para tratar una herida tan grave, por eso te pondré una nueva dosis— Charles asintió una única vez y Hank se concentró esta vez en él, como si esperara una respuesta afirmativa de él también.
Asintió, incluso si no creía que su respuesta importaba, incluso si jamás podría negarse a una recomendación de Hank.
Y Erik se mantuvo ahí, siendo testigo de cómo Charles recibía tratamiento apropiado para sus múltiples heridas, hasta que le administraron medicamento que terminó por hacerlo dormir y la mano entre las suyas perdió por completo su fuerza y los ojos azules quedaron ocultos detrás de párpados, hasta que ya no fue necesitado y Hank le pidió esperar afuera.
…
Erik había aprendido a vivir con el pensamiento constante de "debí haber hecho las cosas diferentes", debió proteger mejor a Magda y a Nina, debió tal vez decirles a Magda que no tuvieran hijos, así no habría sufrido la pérdida… tal vez debió mantenerse alejado de Magda desde un principio y así nunca habría experimentado ese sufrimiento que aún hoy podía sentir.
¿Magda seguiría viva si ellos nunca se hubieran casado?
Tal vez debió esforzarse más para que la guerra contra Shaw terminara antes, tal vez debió ser más estricto con las reglas a cumplir en Genosha.
Tal vez debió mantenerse al lado de Charles, sin alejarse ni un instante, sin suponer que estaría a salvo, que siempre serían capaces de protegerlo.
¿Nunca debió traer a Charles a la isla? No, su compañero destinado habría muerto si no lo hubiera traído.
Se cubrió el rostro con ambas manos.
En lugar de estar sentado sobre la rampa de metal en la entrada del laboratorio, debería ya haber ido por Jean, pero las piernas le temblaban, no podía enfocar su vista en nada y simplemente no podía hacer otra cosa que tratar de calmar el nudo en su garganta.
Solo podía ver la sangre en el cuerpo de Charles, su ropa desarreglada…
Logan y Angel se habían llevado al mutante con alas… Warren, ahora podía recordar que su nombre era Warren y que solo conversaba con los mutantes con los que había estado encerrado, Angel incluida.
Sintió como alguien se acercaba a él, por lo que se obligó a sí mismo a enfocar la mirada con alerta. La persona frente a él era Raven.
Su amiga lo miró con sorpresa, preocupación y duda. La notó quedarse paralizada a escasos pasos de donde él estaba sentado, para que enderezara su postura y finalmente se sentara junto a él.
—¿Hank está tratando a Charles? — Erik quería solo agradecer que Raven se dirigiera a su compañero destinado por su nombre, ya no era solo "el telépata" dicho de forma despectiva. Pero al escuchar el nombre del omega, solo pudo centrarse nuevamente en mantener en control el nudo en su garganta, sin poder encarar a la mujer. —Estoy segura de que él va a estar bien— Nadie podía afirmar eso, por la forma en que Hank había actuado ni bien Erik dejó a Charles en una de las camillas, estaba seguro de que ni el beta podía afirmarlo. —¿Quieres ir a mi casa? — Cuestionó Raven en voz baja. Erik no respondió, porque no podía moverse, la simple idea de alejarse del laboratorio le provocaba nauseas. Raven suspiró y agregó inmediatamente después. —¿Quieres que le pida a Azazel que traiga a Jean? —
—Les falle—
—¿Qué dices? —
—A Jean y a Ch-Charles— Le había costado demasiado decir su nombre. —¿Por qué siempre fracaso en proteger a las personas que amo? — No permitió que su voz flaqueara y tampoco se permitió presenciar la expresión de Raven.
—No fallaste, Jean está bien, sí, está asustada por lo que pasó, pero tú y… Charles van a estar para ella, para que pueda olvidarse de este feo evento— Raven hizo una pausa corta. —Y a Charles… trajiste a Charles de regreso a Genosha, vivo—
Sí, pero…
Nuevamente las heridas en el cuerpo del omega eran en lo único en que podía pensar.
—No debió haber pasado nada de esto, yo no debí permitirlo— Sintió a Raven ponerse de pie y rodearle el rostro con ambas manos, obligándolo a encararla.
—No puedes controlar lo que otros hacen, esto no fue tu culpa, ¿es que tú le ordenaste al tipo que secuestrara a Charles enfrente de su hija, que atacara a Hank, que golpeara a Charles, que intentara mat…? — No pudo seguir escuchando, por lo que le cubrió la boca a su amiga bruscamente. Raven aceptó la mano en su rostro que le impidió seguir hablando sin ningún tipo de protesta, ni verbal ni física, le permitió que se mantuvieran así unos momentos, para finalmente alejarse de él lentamente. —Lo que sí puedes controlar es lo qué vas a hacer ahora, cómo vas a reaccionar ante las acciones de otros, como estar ahí para Jean y para Charles para lo que sea que necesiten de ti— El nudo en su garganta ya no pudo ser contenido más, liberándose en forma de lágrimas.
Raven volvió a sentarse nuevamente junto a él, ofreciéndole consuelo en forma de un abrazo.
—No puedo perderlos, Raven, no puedo— Terminó por susurrar, porque era verdad, no podría pasar por la pérdida de Charles o de Jean.
Sabía que ya no lograría sobrevivir a ese dolor.
—No lo harás— Le contestó Raven y aunque Erik podía quejarse de que eso era una mentira patética, abrazó las palabras como si fueran la ropa abrigadora perfecta para el más crudo invierno.
—Quiero que Jean esté aquí—
—Ok, vamos a esperar a que te calmes un poco y entonces le diré a Azazel que la traiga— Ofreció su amiga con voz amable, hablándole de forma un tanto parecida a como le hablaba a Kurt.
Cuando el día había comenzado creyó que a la noche estaría jugando ajedrez con Charles, justo antes de la hora de ir a dormir, en la que podría volver a escuchar a su compañero destinado cantarle a su hija.
Ahora esa imagen se veía tan lejos.
…
La herida que Logan le había hecho a Warren había sido tratada parcialmente, no había sido con el trato experto de Hank, pero incluso ella entendía que el alfa estaría bien.
Actualmente Warren estaba amarrado, inconsciente gracias al uso de medicamento para dormir y encerrado en una habitación con puerta metálica y que contaba con una pequeña ventana para observar al interior, acción que Logan no dejaba de repetir.
Ella había sido testigo de cómo Warren había tenido a Charles en el aire con las manos alrededor del cuello del omega, el cual presentaba enormes manchas de sangre en una de las piernas y en el pecho, así como ropa desarreglada y moretones en el rostro.
Angel sabía que Warren le tenía rencor a Charles, porque lo culpaba de todo lo malo por lo que había pasado, pero nunca creyó que llegaría al punto de intentar matarlo.
"¡No, quítense, tengo que matarlo!, ¡Tengo que salvarlos a todos!". Es lo que había dicho cuando ella y Logan lo restringieron.
"¡Angel!" Le gritó con desesperación, como si se sintiera traicionado.
—Logan— Llamó, dándose cuenta de que había usado muy poca fuerza en la voz, pero tampoco creía poder reunir más. —¿Puedo irme? — Había ayudado a atrapar al alfa, había ayudado a drogarlo, a ser encerrado, a que su herida fuera atendida.
Sentía que, aunque se obligara a sí misma, simplemente ya no podía estar ahí.
Sabiendo que Angel y Warren se mantenían en buenos términos, que se conocían, que estuvieron encerrados juntos, ¿Erik y los demás creerían que ella sabía sobre el plan de Warren?, ¿Charles entendería?
¿Darwin lo creería?
Pero no hubo miradas severas ni llenas de ira, Sean la miró a ella con un deje de entendimiento, para luego centrarse en Logan, quien le dedicaba una mirada igual.
El alfa inclinó la cabeza.
—Claro, Angel— Concedió y ella casi sintió que podía respirar con más facilidad.
—Gracias— Murmuró, para salir de la casa deshabitada en la que habían encerrado a su antiguo compañero de celda, apenas alcanzó a dar un paso fuera del lugar para cuando Darwin se había convertido en lo único que podía percibir en su campo de visión.
Su pareja tampoco la veía con ira o como si la considerara culpable, simplemente la veía con preocupación, al tiempo que tomaba una de sus manos suavemente, como si temiera incomodarla.
—¿Estás bien? — Se animó a reír con un toque de nerviosismo.
—Sí, ¿crees que Warren podría haber hecho algo en contra de Erik, Logan y de mí? — Darwin negó con la cabeza.
—No, imaginé que físicamente estarías bien, pero… Warren acaba de hacer algo terrible, alguien a quien aprecias, que es tu amigo— Sintió algunas lágrimas bajar por su rostro.
—No sabía que él— Se tragó el sollozo que trató de escapar por entre sus labios. —Sabía que consideraba a Charles alguien culpable, que lo odiaba, pero nunca creí que haría algo así, nunca mencionó nada…— Hizo una pausa para tratar de aclarar su voz, pues se escuchaba demasiado temblorosa. —Debí haber sabido— Sintió a Darwin abrazarla, a lo que correspondió con todo de sí.
—¿Cómo ibas a saber?, tú misma acabas de decir que nunca podrías haber imaginado que haría algo así—
—Lo dejé solo, sabía que le estaba costando acostumbrarse a esta nueva forma de vivir y sabía que confiaba en mí, tal vez debí…— Ya no pudo seguir hablando, porque ahora solo sollozos luchaban por salir de su boca, por lo que prefirió guardar silencio.
—Lo intentaste, Angel, pero él se negó a continuar una relación contigo, además no sabemos si eso habría cambiado algo— Le explicó Darwin moviendo una mano por su espalda en son de consuelo.
Ella vio lo que Warren le había hecho a Charles. Warren merecía un castigo, pero… ¿ese castigo sería la muerte?
…
Cuando volvió a ver a Erik después de que le dijo que iría por Charles, fue abrazada fuerte, fuerte y después fue llevada ante Charles, que tenía (otra vez) una tripita en su brazo, un moretón chiquito abajo del ojo y estaba dormido.
Vio a Erik, queriendo preguntarle si Charles estaba bien, pero no sabía si Erik la escucharía.
—Tranquila, Charles está bien, solo necesita descansar— Le dijo su papá con una sonrisa chiquita. Se abrazó a él porque sentía que quería llorar y tal vez así la sensación desaparecería.
Ahora quería abrazarse a Charles, por lo que balanceó su cuerpo en dirección a la cama donde estaba dormido su otro papá, pero Erik la volvió a enderezar.
—No podemos acercarnos a Charles todavía, porque esta…— Escuchó como Erik tragó saliva de forma muy ruidosa y como hacía esa cara que hizo cuando chocó su pie contra una de las patas de la mesa de su casa. —Esta algo enfermo y si nosotros no tenemos cuidado podemos traerle bichos que lo enfermen más—
¿¡Pero qué le estaba diciendo Erik!?, ¡Ella nunca le traería bichos a Charles que lo hicieran enfermar!... tal vez catarinas o algún escarabajito de color azul como los ojos de Charles o un gusanito bailarín, esos no enfermaban personas que querías.
Arrugó las cejas, enojada.
Erik le sonrió, soltando una risa en bajito.
—No te enojes, Charles está débil por… porque está enfermo y si no tenemos cuidado de no tocarlo, no hablarle muy cerca y lavarnos las manos constantemente, se puede enfermar más, porque todos tenemos… eh…—
—Animalitos muy chiquititos— Aportó Hank, siendo la única cosa que había dicho después de saludarla con un hola y un abrazo.
—Sí— Aceptó su papá feliz. —Animalitos muy chiquititos que son normales y…—
—Nos ayudan a vivir bien— Ella tuvo que sonreírla a Hank al escucharlo hablar nuevamente.
—Sí, pero si no estamos sanos o estamos débiles como Charles, pueden enfermarnos, por eso, tenemos que esperar a que Charles esté mejor y entonces vamos a… vas…— Erik cerró los ojos un momento, soplando por la nariz. Sentía que nunca había visto los ojos de su papá tan rojos. —Vamos a poder abrazarlo y llevarlo a casa— Su parte favorita de todo lo que le dijo su Erik, fue esa del final. —¿Entiendes? —
Movió la cabeza en un sí.
Quería que su papá le dijera que nunca más, nunca jamás de los nunca, alguien más se llevaría a Charles, quería que le dijera que él no dejaría que ningún otro hombre pájaro se lo llevara o lo golpeara… pero, aunque lo intentó, no pudo visitar a Erik en su cabeza y hablarle como le había hablado antes, por lo que terminó recargando su cabeza en el hombro de su papá, sin dejar de ver a su papi durmiendo.
…
—Siempre lo dije— Reconocería esa voz en cualquier lado. —Lo supe desde que descubrimos que eras uno de esos— Suspiró al ver a su madre, cabello bien peinado, ropa bien planchada y de colores vibrantes, joyería a juego, expresión severa. —Todos los de tu clase son monstruos—
—Ser un mutante no me hace ser un monstruo, madre— Sharon endureció aún más su expresión.
—¿No? — Cuestionó de forma irónica. —¿Y qué ocurre entonces con Sebastian Shaw? — Su madre acaba de hacer una buena pregunta. Suspiró.
—Sí, él es-era— Corrigió con rapidez negándose a permitir que su voz flaqueara. —Lo más cercano que existe a un monstruo, pero no lo era por ser un mutante, lo era por sus ideas, por las atrocidades que cometió, por no respetar la autonomía de nadie, por no importarle lo que tuviera que hacer para cumplir sus objetivos— Su madre lo miró con una mueca de desagrado, para reacomodar su cabello (que no había tenido ni un solo cabello fuera de lugar), posando su mirada lejos de Charles.
—¿Warren es un monstruo? — Preguntó su madre de forma sorpresiva y él pudo ver con nitidez las imágenes en su cabeza del rostro de Warren reflejando el rencor y el odio que sentía hacia él.
Casi parecía como si aún pudiera escuchar sus palabras.
—No, Warren no es un monstruo— Podía percibir voces al fondo, voces lejanas que comenzaban a hacer más y más ruido.
—¿Ni siquiera después de lo que te hizo? —
—Fue una víctima, que buscaba venganza por sí mismo y por otros que sufrieron, alguien que no tuvo el control por mucho tiempo que busca recuperar ese control que se le arrebató—
—¿Quién se lo arrebató?, ¿quién lo hizo sufrir?, ¿quién los hizo sufrir? — Trató de hablar, pero las voces se habían dotado de una tremenda claridad.
Tu culpa.
Fue tu culpa.
Sufrimos por ti.
Morimos muertes indignantes, sin el control de nuestro propio cuerpo.
De nuestra propia mente.
Por tu culpa.
—¿Fuiste tú? — Interrogó su madre, mirándolo con seriedad, no más muecas de desagrado. Charles inspiró profundo, tratando de calmar el temblor que presentaba todo su cuerpo, negándose a reconocer como su visión se estaba nublando, como su respiración estaba de repente demasiado agitada, como su pecho comenzaba a doler.
Era verdad. Era su…
"¿Sabes lo que es sentirte atrapado en tu cabeza?"
—No, madre, no fui yo. Jamás hubiera querido que alguien tuviera que pasar por eso, que alguien fuera herido así, privados de su propia voluntad, nunca quise que eso pasara, luche para evitarlo— Sus ojos dejaron las lágrimas, que había tratado de retener, salir. —Y fallé, pero eso no me hace…— Le estaba costando hablar. —Eso no me hace un monstruo—
Bajó la vista, sintiendo que solo quería dejarse caer y llorar.
Se sorprendió al ver los pies de su madre ataviados en un par de elegantes tacones rojos demasiado cerca. Levantó el rostro, notando a su madre con un rostro relajado y ojos mostrándole calidez, algo que no había presenciado antes.
Sharon conectó su mano dominante a la mejilla de Charles, en un gesto maternal casi dulce.
—Es verdad, no lo eres—
Sentía que la bocanada ruidosa de aire que dio en ese momento, interponiéndose en el camino de un gimoteo suave, había permitido que ese aire limpio llegara a cada rincón de su cuerpo.
…
"Blanco."
Es lo primero que su cabeza proceso.
"Un techo blanco", fue lo siguiente.
Se sentía cómodo y tranquilo. Podía percibir que había una razón por la que debía estar asustado, pero simplemente se le escapaba de la mente dicha razón, solo podía sentir que no todo estaba completamente bien, pero como si debiera estarlo.
"¡Charles!". Escuchó en la conocida voz de su hija, que había inundado sus palabras de felicidad, amor y calidez.
Giró el rostro para ver a Jean levantándose del lugar en el que jugaba en el suelo y correr a acercarse al borde de la camilla en la que él se encontraba acostado, colocando sus manos sobre esta, también percibió de reojo a Erik sentado en una silla y cabeceando adormilado.
Vio a Jean sonreírle con grandes cantidades de felicidad.
Alzó un brazo, sintiéndolo más pesado y torpe de lo que esperaba, pero logrando su cometido de acariciar la cabellera pelirroja peinada en dos trenzas.
—Hola Jean— Su voz había salido un tanto rasposa, débil y en definitiva le había lastimado la garganta, provocándole una tos ligera.
Ante sus acciones, tres situaciones le sucedieron, lo primero fue que Jean dejó de sonreír para comenzar a llorar y comenzar a luchar por subir a la camilla con él, lo segundo fue Erik enderezándose en la silla, mirar en todas direcciones desorientado para luego notarlo despierto y soltar un torpe.
—¡Charles! —
Y lo tercero fue Hank llegando corriendo desde otra parte del laboratorio.
Y él recordó por qué se suponía que debía estar asustado. Había sido secuestrado por Warren uno de los muchos mutantes… que fue sometido al uso de su telepatía en contra de su voluntad.
Recordaba el dolor, ser golpeado, como se habían sentido las palabras de Warren, palabras que siempre había esperado escuchar.
Recordaba sentir la certeza de que moriría.
Y recordaba haber luchado contra el alfa, recordaba ver a Logan y Angel restringirlo y recordaba haber sido cargado por Erik.
Erik lo había salvado.
¿Qué había pasado después?
Un momento… Hank había estado herido.
—¿Hank, estás bien? —Atinó a preguntar primero y Hank le sonrió de forma discreta.
—Estoy bien, Charles, no te preocupes— Se sintió un poco más tranquilo, pero aun sentía que debía decirlo.
—Lo siento— Hank negó con la cabeza.
—Yo también lo siento, Charles—
—Pero nada fue tu culpa— Y aunque parecía que Hank no estaba del todo de acuerdo, suspiró y agregó.
—Tampoco tuya, por eso no debes seguir disculpándote— Le dijeron sin darle tiempo a contestar, comenzando a ser revisado, con calma; sintiéndose cada vez un poco más alerta, dándose cuenta de que Erik estaba de pie con mirada preocupada y con Jean entre sus brazos.
—¿Puedes decirme tu nombre? — Preguntó primero el beta.
—¿Completo? —
—Sí, completo— Charles lo consideró por un instante, sabía que preguntarle si podía saber su nombre completo era parte de conocer su estado mental, su orientación en las tres esferas, tiempo, espacio y persona, pero había algo de lo que estaba seguro.
—Hank, tú no sabes mi nombre completo— Su amigo le sonrió, dejando de comprobar que su reflejo pupilar estuviera presente.
—Cierto— Respondió el beta. —¿Sabes dónde estás? —
—En tu laboratorio— Contestó con simpleza. Para mirar a Erik.
—Charles Francis Xavier, ese es mi nombre completo— Erik se veía cansado, un tanto angustiado, pero aun así le sonrió ni bien escuchó su nombre.
—Ah, pues mucho gusto, Henry Philip McCoy— Charles le sonrió al beta y al notar que Hank había terminado con su valoración, alzó sus manos, pidiendo tener a Jean en sus brazos, sintiendo sus ojos humedecerse.
Vio a Erik cuestionar a Hank con la mirada, quien respondió con un asentimiento de cabeza y Jean fue acercada a él.
Una enorme sensación de paz lo embargó al tener a Jean entre sus brazos.
No pudo detenerse de llorar, recordando lo que había pasado justo antes de que Warren lo alejara de su hija.
Lo asustada que se veía, las ganas que había tenido de esconderla en su abrazo.
—Lo siento, Jean— La pequeña respondió escondiéndose más contra él.
"Te extrañé Charles, te amo".
—También te amo—
—¿Qué es lo último que recuerdas?, ¿sí recordabas estar en el laboratorio? — Charles lo consideró un instante.
—No, recuerdo estar con Warren y ver a Logan y Angel retenerlo… y recuerdo a Erik— Recordaba al alfa hablándole, luciendo asustado, pero no podía recordar lo que le había dicho. —Fuiste por mí—Murmuró dedicándole nuevamente su atención al alfa, pero esta vez Lensherr no le correspondió.
—Tenías un pulmón perforado y temíamos que la herida en tu pierna hubiera dañado la arteria femoral, pero por suerte eso no pasó, hice lo que pude para tratarte de forma convencional, pero con tus heridas, requerías cuidados muy especializados y un ambiente estéril para prevenir complicaciones, cosas que no hay aquí, por eso… usé nuevamente suero milagroso— Asintió entendiendo la severidad de sus heridas, buscó la lesión que debía estar en su pecho, no encontrando ni rastro de cicatriz. —No podía asegurar que todo saldría bien al usarlo tan seguido, estuviste dormido por 3 días… lo siento— Charles negó con la cabeza.
—Salvaron mi vida— Lo pensó por un momento, luchando con las sombras en su cabeza, sentía que no debía decirlo, que no era algo por lo que agradecer, pero finalmente logró arrancar las palabras del fondo de su mente. —Gracias— Murmuró con una mano aun en su pecho, mientras la otra mantenía el abrazo firme en Jean, posando su mirada en Erik, quien se mantenía sin regresársela.
Quería conectar su mirada con la del alfa.
Desvió su mirada a su muslo, encontrándolo igualmente ausente de heridas o cicatrices, recordando el dolor sordo y asfixiante que sintió cuando Warren le encajó la punta de una de sus alas.
—Sentí dolor—
—¿Qué? — Cuestionó Erik acercándose a él de inmediato, como si creyera que podría solucionar todo, que podría rápidamente hacer todo mejor. Se sintió protegido y apreciado.
—¿Dónde tienes dolor? — Preguntó Hank como si estuviera a punto de traer todos sus recursos para el control del dolor.
—No, quiero decir, antes, cuando Warren… atravesó mi pierna, lo sentí… el dolor— Y Hank con la cara de sorpresa más efusiva que le había visto, terminó por sentarse en la camilla libre de al lado, como si no pudiera soportar más su propio peso.
—¿Está funcionando? — Cuestionó para luego sonreír y repetir con seguridad. —¡Está funcionando! —
—Hank— Riñó Erik, sin decir nada más.
—Lo siento, lo siento— Afirmó Hank, sin dejar de sonreír. —No me hace feliz que sintieras dolor, pero, ¡lo sentiste!, ¡sentiste algo! — Exclamó con alegría, asintió sonriéndole al beta, queriendo corresponder su entusiasmo.
Pero incómodo con el hecho de que Erik se notaba enojado.
…
Jean había terminado por quedarse dormida en brazos de Charles y aunque probablemente su hija sería más feliz despertando en la misma camilla que el omega, sabía que no sería lo suficientemente cómodo o seguro para su compañero destinado aún en recuperación, por eso acomodó el futón en el que habían estado durmiendo él y Jean los últimos 3 días
Erik quería abrazarse a Charles en la misma forma en que Jean había hecho, quería… quería besarle la frente, tal vez también los labios, aferrarse a sus manos y decirle que todo estaría bien, pedirle que le dijera que todo estaría bien.
Pero, aunque Raven le había explicado el por qué nada de lo que ocurrió era su culpa, porque sí, él no habría pedido jamás que Charles pasara por nada de a lo que lo sometió Warren, Erik lo permitió, esas situaciones jamás debieron ser posibles, pero él no pudo evitar que pasaran.
Por eso no podía permitirse sentir paz al refugiarse en Charles y en el hecho de que estaba a salvo.
—Deberías dormir también— Ordenó, para ver como Charles respondía con una sonrisa discreta y cambiando su posición a reacomodarse sobre su costado, pudiendo mantener su vista en él y en Jean.
Él había tenido esta sensación de que debía apresurarse y ayudar al otro a reposicionarse en la camilla, pero al final el omega había logrado su cometido por el mismo.
La sonrisa desapareció del rostro de Charles.
—¿Qué pasó con Warren? —
—Está encerrado… por el momento—
—¿Qué planeas hacer con él? — Quería torturarlo, hacerlo temblar del miedo, perder la capacidad de controlar sus esfínteres por el terror que lo embargaba al estar en presencia de Erik, que le quedara bien claro porque lo que hizo nunca debió haber ocurrido y que le quedara en claro a todos los demás habitantes de la isla, porque algo así no debía volver a pasar jamás.
Quería matarlo.
—No lo mates— La petición tan específica lo hizo girarse a ver a su compañero destinado al instante.
—¿Por qué no? — Cuestionó, pero Charles no le ofreció una respuesta. —Charles— Agregó con ira. —Él iba a matarte— Lo dijo teniendo que escupir las palabras porque no querían salir, no querían dejar el interior de su boca y dejar de ser pensamientos dolorosos a volverse palabras desgarrantes.
—Lo sé—Lo interrumpió el omega, para bajar la mirada y seguir hablando con la vista enfocada en el suelo.
El telépata se mordió el labio inferior, mientras sus ojos comenzaban a humedecerse.
—Sé que… pedir-te…— Y Charles hizo una pausa para decirle algo que en definitiva no esperaba. — Siento mucho hacer tu vida tan difícil constantemente—
—¿Qué? — Terminó por exclamar sin poder dar un solo paso para acercarse a Charles.
—Te hice pelear con Raven, hice que escucharas palabras tan crueles como que no eres buen padre para Jean, hice que tus aliados dudaran de ti, tienes que cuidar de mí, asegurarte de que nunca este solo para que nadie me ataque y ahora pasó esto con Warren, en tu isla que nunca habría tenido esta clase de problemas si yo no…—
—Basta, ¡basta! — Ordenó en voz alta, acercándose finalmente a sentarse en la camilla de Charles, colocando una de sus manos en contacto con uno de los brazos de su interlocutor.
—Nada de eso ha sido culpa tuya, tú no haces mi vida difícil, la has hecho más fácil… feliz, me gusta tenerte en mi vida, me has ayudado mucho a entender a Jean, me has ayudado a entender y aceptar muchas cosas con respecto a mí y a mi vida que de no ser por ti yo nunca habría…— Se concentró en los ojos llorosos y claros enfocados en él y la culpa atrapada en su pecho finalmente se liberó, en forma de lágrimas y palabras. —Lo siento, Charles, yo… no debió haber pasado, ese bastardo no debió, ¡Debí haberte protegido!, ¡debí mantenerte a salvo! —
—Oh, Erik— Llamó Charles, envolviéndole el rostro con ambas manos. —Eso no fue tu culpa— Inclinó la cabeza, dejando que Charles no tuviera problemas en mantener su rostro entre sus manos. —Me has protegido, me has mantenido a salvo. Me has salvado, tú…— Charles hizo una corta pausa, como si buscara acomodar sus ideas. —Creí que iba a morir en el bunker y entonces apareciste y me sacaste y me disté una vida nueva…— A Charles le había costado decir la palabra "nueva". —Feliz, con una familia, con amigos y cuando nuevamente pensé que iba a morir me salvaste otra vez, siempre que pienso que todo va a terminar porque es lo que merezco… apareces tú, como… como mi regalo que me dice que no terminó— Erik dejó que las lágrimas siguieran recorriendo su rostro con libertad, sin apartar la mirada de Charles. —Gracias— Aunque trató de retenerlo un sollozo suspirado se le escapó.
—Tú eres mi regalo también— Luchó por decir.
Charles le sonrió con ojos rojos y rostro empapado.
Muchas gracias por leer, espero y el capítulo haya sido disfrutable.
