Los funko pop de X-Men que tengo sí me pertenecen, pero "X-Men" como tal… no.
ADVERTENCIA: Más, más lágrimas, más cursilerías, más clichés, más sazón depresivo y ansioso, exceso de personas visitando a Charles, faltas de ortografía y perdida de elocuencia.
Uso de algunas partes de la canción "Welly Boots" de The Amazing Devil.
Charles observó a Erik acomodarse en el futón que compartiría con Jean, desde su ubicación en la camilla.
Hank se había ido a descansar en el espacio dentro del laboratorio que tenía destinado específicamente para este tipo de casos, lugar que compartiría con Alex y Scott.
Sentía los ojos incómodamente hinchados y arenosos, no estaba seguro de si era por llorar o por sueño, de lo que sí estaba seguro era de que no quería dormir, no aún.
Erik se acomodó sobre su costado del lado del futón que quedaba más cerca de la puerta, dejando que Jean quedara en medio de ellos, respetando su forma de dormir habitual, incluso si realmente no debía contar porque Charles estaba a casi dos metros de distancia. El alfa pasó una mano sobre el cuerpo de su hija y enfocó su mirada en Xavier. Supuso que él tampoco estaba planeando dormir aún.
Recordó a Erik diciéndole que él también era "su regalo" y sintió su corazón acelerarse al tiempo que un poco de nerviosismo del bueno inundaba su estómago.
Sus emociones se tornaron un poco negativas al recordar lo que había estado haciendo previo a la aparición de Warren, se recordó a sí mismo que Lensherr estaba ahí acostado, abrazado a su amada Jean, luciendo ciertamente agotado, pero sin ninguna herida aparente.
Aun así, se sintió preocupado.
—¿Qué pasó al final con la líder de los no mutantes? — Comentó en voz baja, porque había notado que se agitaba si hablaba muy alto. Hank ya le había proporcionado un instrumento improvisado para terapia pulmonar, así que sabía que dicha sensación sería temporal.
Ante su pregunta, Erik abrió los ojos de golpe, Charles se sintió avergonzado de no haber notado que el alfa había estado a punto de quedarse dormido.
—Lo siento, no había notado que… puedes contarme después, debes estar muy cansado— Pese a que él intentó retractarse de su pregunta, Lensherr le sonrió.
—Se fue hace dos días— Le explicó el mutante alemán con tranquilidad, como si tuvieran todo el tiempo del mundo y como si no le importara el tener que estar despierto, aunque se notaba que realmente necesitaba dormir. —Vino porque tenía información sobre el aparente reclutamiento de mutantes por no mutantes que quería compartir conmigo— Las palabras de Lensherr le provocaron una curiosa sensación de alivio al darse cuenta de que estaba en tan buenos términos con la líder de los no mutantes como hasta para compartir información. —Tiene muchas razones para creer que Bolivar Trask, el científico detrás de la creación de los centinelas está también detrás de los reclutamientos, me dijo que durante la guerra él solía hacer experimentos con mutantes— Erik se notó muy enojado al mencionar eso último. Deseó poder ofrecer las palabras que ayudaran a que el alfa volviera a sentirse en calma, al igual que él. La misma sensación de alivio y protección que sintió cuando estuvieron en contacto físico. —Pronto mandaré a Azazel y a Janos en su búsqueda— Asintió entendiendo; no estaba muy seguro de que expresión puso, pero en seguida recibió una sonrisa suave de parte de Lensherr. —No te preocupes por eso, todo estará bien— Volvió a asentir, para mantener su mirada fija en Erik, quien lo imitó, para lentamente perder más y más la capacidad de competir con la necesidad exorbitante de cerrar los ojos y dormir.
—Si necesitas algo, háblame— Le murmuró el líder de la isla.
—Descansa— Le respondió él y finalmente el cuerpo de Erik se puso laxo.
…
—Tus pulmones comienzan a retumbar al mundo, Porque siempre fuiste fuerte, Cuando eras joven pateabas cosas solo para ver si caían, dijeron 'esa chica esta mal', Pero te defenderé…— Cantaba Charles en voz baja.
A pesar de que se había recuperado al punto de que Hank les había dicho que no era necesario que continuara en el laboratorio, aún se agitaba si trataba de usar mucha fuerza en la voz o si hablaba por un periodo prolongado, razón por la que Hank había unido un vaso de plástico con un agujero en la parte inferior lateral del vaso por donde introdujo un popote, colocando una pelota pequeña y hueca dentro del nuevo… aparato, diciéndole a Charles que debía soplar por varios minutos varias veces al día, para ayudarle al omega a que sus pulmones regresaran a su fuerza habitual.
Jean acababa de quedarse felizmente dormida en el futón que tanto ella como Charles se encontraban ocupando. Incluso si era medio día. Habían sido días difíciles y Erik la dejaría dormir, aun si era probable que esa noche terminaría durmiendo tarde a causa de una pequeña con demasiada energía por haber tomado una siesta demasiado temprano.
Se dio cuenta de que Charles había dejado de cantar cuando una inspiración profunda atrajo su atención al momento presente.
—¿Estás bien? — Preguntó a su compañero destinado, quien le sonrió y asintió.
—Disnea de pequeños esfuerzos— Erik mordió el interior de su boca buscando mitigar su preocupación.
—Hank dijo que era normal— Charles continuó sonriéndole, asintiendo una segunda vez.
—Lo dijo— Murmuró Charles, no como si no estuviera interesado en mantener una conversación con él, sino como si buscara ahorrar aire.
Se suponía que ya debería estar listo para iniciar el camino en dirección al lugar en que Warren estaba encerrado, siendo custodiado por Janos y Raven, pero no le había avisado siquiera a Alex y Azazel que vinieran a acompañar a Charles y Jean.
Sería la primera vez en una semana que se alejaría de Charles desde lo que había pasado, pero la realidad era que Erik quería abrazarse al omega y pegar el rostro al cuerpo del otro lo más que se pudiera y quedarse dormido así sin pensar en nada más; enfocarse en solo ser Erik, el papá de Jean y el compañero destinado de Charles Francis Xavier, no en ser el líder de Genosha o el héroe del mundo moderno, sin tener que pensar en la búsqueda del tal Bolivar Trask, sin tener que pensar en el destino de Warren.
Trató de sonreír.
—Entonces… tu segundo nombre es "Francis"— Comentó con un tono medio burlón, Charles respondió como él esperaba, alzando las cejas y sonriéndole con diversión.
—¿Qué?, ¿tienes envidia por qué tú no tienes un segundo nombre? — Erik dirigió uno de sus dedos pulgares a apuntar a su pecho.
—Tengo un segundo nombre—
—"Héroe del mundo moderno" no es un segundo nombre, Erik— Contestó Charles en tono bromista.
—Rayos, creí que sí contaba— Xavier sonrió, mostrando todos sus dientes ante su respuesta.
—¿Cuál es? — Interrogó el omega apropiadamente.
—Magnus— Ofreció la información de inmediato con una sonrisa de medio lado y cejas levemente alzadas. Y Charles lució justo como alguien que estaba tragándose su risa, eso y que su rostro se había vuelto totalmente rojo.
—Es un buen nombre, te queda—
—Gracias, me lo creería más si no estuvieras aguantándote la risa— El telépata soltó una carcajada como simple aire expulsado por la nariz, cubriéndose la parte inferior del rostro con una mano, en una forma en que Erik solo podía describir como elegante.
—No, en serio— Logró decir calmándose un poco.
No quería alejarse de su compañero destinado.
Alejó su mirada de Charles, concentrándose en la forma tranquila en que Jean dormía y curioso por el silencio reinante, volvió a centrarse en el omega, encontrándolo durmiendo.
Ese acto de quedarse dormido cuando había lucido alerta y para nada somnoliento escasos minutos atrás, era algo que el telépata había perfeccionado estos últimos días. Hank insistía en que seguía siendo efecto de las dosis tan seguidas de suero milagroso, pero que no tenía por qué suponer un problema.
Erik salió del futón, asegurándose previamente de que su familia estuviera cómoda y que la puerta de la casa estuviera cerrada (lo comprobó tres veces), para ir a tomar un baño. No se permitió demorarse demasiado, porque se sentía vulnerable realizando aquello, cualquiera podría aprovechar ese momento para atacarlos.
Salió del baño procediendo a cambiarse. Apenas había terminado de colocarse su ropa interior y una camiseta gris, para cuando escuchó un leve quejido de voz de Charles. Al tiempo que se giró a verlo alarmado, notando a su compañero destinado despertando con miedo reflejado en el rostro.
Se acercó de inmediato.
—Charles, hey— Llamó, controlando su deseo de tocar al otro que se sentaba apresurado, respirando agitado. Erik de verdad esperaba que su llamado lograra orientar lo suficiente al omega. —Era una pesadilla— Afirmó, seguro de lo que decía porque conocía perfectamente cómo se veían las pesadillas del telépata.
Suavemente rodeó con sus brazos el cuerpo de Charles, atento a cualquier expresión desaprobatorio o incómoda que pudieran ofrecerle, pero en lugar de cualquier gesto negativo, Xavier colocó su cabeza en el hombro derecho de Erik y se aferró con una mano a su camiseta gris a la altura de su pecho. Lensherr lo rodeó con sus brazos apropiadamente.
Cuando estaba despierto, Charles parecía tranquilo, incluso hasta un poco más… feliz, pero no había ningún periodo de sueño que no hubiera estado acompañado de una pesadilla.
Erik quería matar a Warren, quería arrancar casas y lanzárselas encima.
—¿Mejor? — Cuestionó, sin hacer ademán de que se apartaría, sintió como Charles movió su cabeza contra su hombro.
—Sí— Lo escuchó decir luego, distrayéndose con Jean despertando e hincándose en el espacio de futón que estaba usando, tallándose un ojo con pereza, para mirarlos con rostro adormilado. Erik le sonrió a su hija, que respondió acercándose y encontrando un huequito por debajo de uno de los brazos de Erik por el que pudo acomodarse en el regazo de Charles, quien colocó la mano con la que no estaba aferrado a Lensherr sobre la espalda de la menor, la cual pareció satisfecha con su nueva posición, volviendo a dormir.
Charles finalmente dejó de recargar su cabeza en Erik, por lo que supuso que era la señal de que el abrazo debía terminar.
Se apartó lentamente, asegurándose de que Charles podía mantenerse sentado, con Jean en su regazo, con su propia fuerza.
—Déjame acomodarla— Le dijo, colocando sus manos en contacto con Jean, pero Charles negó con la cabeza.
—Déjala así un rato más— Pidió en un susurro y Erik se hincó nuevamente junto a su familia.
Quería sentirse feliz y en calma de tener a su hija y a su compañero destinado junto a él, a salvo y en los brazos del otro, pero dejar ir lo que había pasado recién con lo de la pesadilla y lo que implicaba el empeoramiento de las pesadillas de Charles no era un lujo que se podía permitir.
Además de que ya había dejado pasar mucho tiempo sin atreverse a volver a tratar el tema, la petición que Charles le había hecho.
—¿Por qué no quieres que mate a… Warren? — Decidió usar el nombre, cuando quería llamarlo por todas las formas despectivas que conocía (incluidas las que conocía en alemán).
Charles no alzo la mirada, pero habló con calma.
—Warren cree que estaba haciendo lo correcto— ¿Cómo era que su compañero destinado podía decir aquello con tanta calma?, estaba por quejarse y negar todo con voz demandante, pero Charles no le permitió interrumpirlo. —Él de verdad cree que el acto de personas siendo controladas con mi telepatía fue realizado por mi voluntad, que yo estaba del lado de Shaw— Erik quería negarse en aceptar lo que el omega decía, pero podía entender perfectamente a donde quería llegar, la razón de porque no consideraba que Warren mereciera morir, incluso si Lensherr no estaba de acuerdo, incluso si lo odiaba, lo entendía. —Él no sabe que yo también estaba siendo controlado— Erik apartó la mirada. —En ese contexto… será condenado por no tener toda la información—
—Te atacó, frente a Jean, frente a Ororo, hirió a Hank, habría herido a Yukio y a Mariko también si se lo hubieras permitido— Afirmó buscando que eso le hiciera entender su punto de vista. Charles suspiró.
—No estoy diciendo que no deba ser castigado, pero la muerte no debe ser ese castigo— Erik volvió a ver la imagen de Charles ensangrentado, sin poder sostener su cabeza, con parpados casi cubriendo por completo sus ojos y todo remarcado por una respiración errática.
Sintió una mano fría enredarse con una de las suyas.
—No quise hacerte enojar— Le murmuraron con ojos levemente llorosos. No podía soportar ver a su compañero destinado así de vulnerable.
Rodeó la mano con las suyas, compartiéndole un poco de su calor.
—No estoy enojado— Concedió con voz suave. Estaba enojado, pero no con Charles. —No me gusta, pero entiendo lo que dices—
Lo entendía, igual que entendía que era momento de dejar de posponer el momento de ir a hablar con Warren.
—Tengo que ir a hablar con él— Charles tensó un poco el cuerpo y aumentó la fuerza con la que se aferraba a sus manos, (porque tal vez se sentía como él, añorante de evitar alejarse del otro) controlando su reacción al instante, para asentir. —Les diré a Alex y Azazel que vengan, se quedaran los dos contigo y con Jean—
Un toque firme a la puerta, terminó por atraer su atención, porque, como había mencionado antes, seguía sin haberse comunicado con Alex y Azazel.
Se apresuró en abrir sin permitirse en pensar en todo lo que podría estar saliendo mal.
¿Warren habría intentado escapar?, por supuesto que solo "intentado", porque Raven y Janos jamás permitirían… frente a él se encontró con Darwin con mano aun alzada como si hubiera estado por tocar de nuevo, un paso detrás de él estaba Angel con mirada gacha y con sus brazos rodeándose a sí misma, como si tratara de protegerse.
—Hola, jefe…— Comenzó Darwin, siendo interrumpido en el acto por su novia.
—¿Puedo hablar con Charles? — Erik los miró con el ceño fruncido, suponía que debía sentir más desconfianza con la situación, pero Angel había sido de gran ayuda en la captura de Warren, siempre había sido amable con Charles y hasta había pasado tiempo con él por voluntad propia. Por otra parte, después de todo lo que pasó en compañía de Darwin durante la guerra, jamás podría no confiar en el hombre, fuer por eso que terminó por girarse un poco para permitir el paso de ambos omegas.
—Siéntense en el comedor, no hagan mucho ruido, Jean está dormida—
—Charles, buenas tardes— Ofreció Darwin en dirección al telépata que se encontraba sentado en el futón. El área en que dormían estaba lo más alejado posible de la puerta de la casa, pero al final seguía tratándose de un cuarto simple en el que todo era visible desde donde sea que se encontraran una vez dentro de la vivienda.
—Oh, hola, Darwin, Angel— Respondió el hombre de ojos azules. Darwin sonrió mientras Angel se mantuvo en silencio. Erik realizó un nuevo ademán de que pasaran al comedor a sentarse, para ir e hincarse junto a Charles.
—Angel quiere hablar contigo— Explicó con simpleza. Charles se notó interesado por saber la razón detrás de la petición de la omega, pero antes de permitirle hacer más preguntas, volvió a hablar. —Te llevaré al comedor— Dijo, buscando no importunar el sueño de su pequeña, procediendo a acomodar al omega entre sus brazos, su compañero destinado le rodeo el cuello en un acto demasiado familiar y cómodo.
Erik luchó por suprimir el recuerdo de cargar a Charles después de encontrarlo siendo ahorcado por Warren, lo logró al enfocarse en el rostro lleno de confianza dirigida a su persona.
"Como mi regalo que me dice que no terminó".
Acomodó a su compañero destinado en la silla libre del comedor, debido a que la silla de ruedas necesitaba una pequeña reparación de una parte no metálica, daño que había sufrido durante el ataque de Warren y que Erik, hasta el momento, no había encontrado el tiempo para solucionarlo.
A pesar de que ya todos se encontraban correctamente localizados para iniciar una conversación, el silencio continuó por más tiempo del esperado. Angel no parecía dispuesta a mirar a Xavier y Darwin se notaba muy preocupado por ella. Erik alzó las cejas en dirección al hombre omega, tratando que ese gesto fuera el mensajero apropiado para un imperativo "hablen", pero solo obtuvo un encogimiento de hombros.
—¿De qué quieres hablar, Angel? — Al final fue Charles el que acabó con el silencio. Angel tomó aire profundo.
—Lo que… te pasó…— Comenzó y Erik por un momento creyó que se había equivocado; que tal vez había juzgado mal a la mujer omega y que ella tenía algo que ver. La ira casi causo una explosión en su interior. —Debí haberlo sabido, debí… haberte informado apropiadamente— Ella había sabido. —Sabía que te... odiaba, pero no creí que intentaría…— Angel no pudo decir la palabra. Erik lo agradeció, mientras trataba de no permitir que su ira explotara en el exterior.
—¿Tú sabías que Warren atacaría a Charles? — Cuestionó y Angel le regresó la mirada, respirando agitado y completamente paralizada de miedo.
—No, Angel no lo sabía— Se apresuró en afirmar Darwin. —Angel trató de que se apoyaran mutuamente en su nueva vida en Genosha, pero él solo la alejó, además de que a veces se ponía algo agresivo si Angel trataba de insistir demasiado en mantener contacto y yo le dije que, aunque queramos ayudar a alguien, no podemos obligarlos a aceptar nuestra ayuda y que debemos tomar la decisión de alejarnos de personas que no nos están haciendo ningún bien— Explicó Darwin con detalle.
Erik quería confiar completamente en esa explicación, pero se rehusaba, porque equivocarse entre confiar o no, hacía la diferencia en la seguridad de su compañero destinado y de su hija.
Charles colocó su mano sobre una de las que Angel mantenía sobre la mesa.
—Pero sí me informaste Angel, me informaste de lo que sabías, me dijiste que había personas que me culparían de todo—
—… Lo siento— Murmuró la mujer, luchando porque sus palabras pudieran ser entendidas.
—No me debes una disculpa o algo más, Angel, tú siempre has sido muy amable conmigo, me permitiste explicar lo que me sucedió y me dijiste que no creías que yo tuviera que disculparme por lo que pasó, también me viste como alguien merecedor de una nueva vida, incluso ayudaste a detener a Warren, no me debes nada, ni siquiera sentirte culpable— Angel se volvió un desastre discreto de lágrimas y sollozos silenciosos, aferrándose a la mano que Charles había colocado sobre la suya y recargándose contra Darwin cuando este se acercó a abrazarse a su novia, desde un costado.
Erik seguía sin estar del todo convencido de dejar ir el temita de que Angel tal vez pudo haber sabido que Warren atacaría a Charles, pero terminó por ceder cuando su compañero destinado tomó una de sus manos, dedicándole una mirada que solo podía reflejar el honesto deseo de que Erik confiara en él, en Angel, en Darwin y en toda la explicación.
Suspiró, comenzando suaves caricias en la mano entre la suya con el pulgar.
…
No había querido que Erik se fuera. Entendía que debía ir a hablar con Warren y finalmente le había explicado sus motivos para negarse a que se privara al mutante de su vida, no había dejado nada sin decir y aun así sentía que no quería alejarse del alfa.
No se sentía particularmente indefenso, tampoco se sentía paranoico o como si cualquier cosa fuera a atacarlo en el minuto siguiente, pero simplemente no quería tener que estar lejos de Lensherr.
Jean, aun algo adormilada, estaba felizmente jugando con Scott y con Kurt, mientras él estaba sentado en su futón, con Azazel y Alex sentados a su alrededor y justo después de que Darwin se llevara a Angel, a la casa que compartían, a descansar.
—¿Cómo está Hank? — Fue lo primero que se apresuró en preguntarle a Alex. El rubio lo miró curioso, Azazel sonrió.
—Creí que nosotros seríamos los que te haríamos esa pregunta a ti, para saber cómo estás tú— Comentó Azazel con un deje de diversión.
—Y además, creí que tú lo sabrías, ves a Hank todos los días— Agregó Alex. Charles les sonrió.
—Ah, pero yo… — No se atrevió a decir que estaba bien. —Es que siento que Hank no me va a decir honestamente si su herida aún le molesta—
—Sí, tiende a ser esa clase de persona— Aceptó Alex. —Pero la herida que le hizo el bastardo de Warren ya se cerró completamente, no te preocupes, ni siquiera dejó cicatriz, ya me aseguré— Azazel colocó una mano sobre su boca abierta, exagerando una pose dramática de sorpresa. El rostro de Alex se encendió como una luz led roja. —No me refería a… bueno claramente vi el pecho desnudo de… pero es que… ¡ay, bueno, claramente Hank y yo tenemos sexo!, así que sí, vi su pecho— Azazel rio un poco seguramente satisfecho con la reacción que su acción había generado. Charles se limitó a sonreír, porque se sentía un poco mal por el omega más joven, pero también se sentía divertido con la situación. Summers logró recuperarse de su vergüenza previa con bastante rapidez. —Hank ya te habló de que su ata… vismo… atavismo… ¿lo dije bien?— Lo cuestionó, a lo que le contestó con un asentimiento de cabeza. Alex continuó con su frase como si la pregunta nunca hubiera sido hecha. —Que su atavismo se agrava cuando está enojado o en peligro— Charles volvió a asentir.
—Me había hablado un poco, me dijo que creó un suero para disminuir el fenotipo de su mutación, pero no me hablo de los detalles de las características de su atavismo—
—Se pone como un sasquatch azul— Comentó Azazel, no con burla si no como un dato concreto sin lugar a dudas
—Sí, sí, le sale vello en todo el cuerpo, azul, es vello azul y sus facciones cambian un poco—
—Oh, vaya—
—La herida que le hizo Warren fue lo suficientemente grave como para activar su atavismo, pero es el hecho de que su activis-atavismo— Se corrigió a sí mismo con rapidez. —Se activó lo que hizo que su herida se curara tan rápido, así que tranquilo, él está bien—
—Me alivia que no me estuviera mintiendo—
—Es demasiado nerd para mentir sin ser descubierto— Eso no tenía mucho sentido para Charles, pero suponía que para Alex sí, si usaba la expresión con confianza y soltura. —¿Y tú cómo estás? — Debía dar una respuesta rápida, pero no tenía una.
Abrió la boca unas cuantas veces, pero simplemente no encontraba la respuesta que se sintiera correcta. Decir "estoy bien" no se sentía como la verdad.
—Tú también eres demasiado nerd para mentir— Agregó Alex, con un marcado tono juguetón que logró calmarlo.
—Entendemos que no debe ser fácil encontrar qué decir cuando te preguntan "cómo estás" después de pasar por algo como lo que tú— Dijo Azazel sin generar presión, por lo que se animó a decir lo primero que pasó por su cabeza en ese momento justo.
—No es como si no hubiera esperado que pasara algo así en algún momento—
—Charles…— Nombró Alex como si sintiera que aquel pensamiento fuera demasiado triste. Charles no lo pensaba… nunca lo había visto así, porque se suponía que él lo merecía, esa clase de trato, o al menos hacía había sido, ahora…
—Esperarlo no hace que estés bien con ello— Habló nuevamente el alfa. —Sabes, puedes decirnos que no estás bien o directamente decirnos que no quieres hablar de ello, son respuestas perfectamente válidas—
—Lo son— Aportó Alex, con total aceptación a lo dicho por la pareja de Raven.
Se sentía constantemente tan rodeado de apoyo. Miró un momento a Jean, refugiándose por un instante en los susurros cálidos de su mente.
—Creo que no lo estoy manejando tan mal— Alex soltó una risa suave.
—Definitivamente mejor que el jefe—
—Sí, mejor que Erik, aunque para ser justos con él, yo sí creí que estaría manejando esto muchísimo peor— Comentó el mutante de piel roja.
—Sí, como un alma errante llena de culpa y pena— Dijo Alex con burla y él entendía que el alfa y el omega solo estaban tratando de relajarlo, pero no pudo evitar que sus ojos se humedecieran al recordar a Erik disculpándose cuando recién despertó, porque se sentía culpable de lo que Warren le había hecho e intentado hacer. Summers lució muy alarmado al acto. —Oh, Charles, no, ¡lo siento! —
—No queríamos hacerte…— Trató de decir Azazel.
—Se disculpó conmigo como si fuera culpable de algo— Terminó por soltar de forma entrecortada, limpiando su rostro.
—Así que habló contigo, por eso…— Posó su mirada interrogante en Azazel, el alfa sonrió negando suavemente con la cabeza. —Nada, nada, claramente es porque tú estás con él que se ha mantenido tan centrado— ¿Qué se suponía que…?, Charles no había hecho nada más que decirle a Erik la verdad. —Charles, quiero que sepas que estoy muy feliz de que estés a salvo, que Erik y Jean te hayan recuperado y por supuesto que todos en la isla podamos seguir teniéndote en nuestras vidas—
—Completamente de acuerdo—
La vocecita al fondo de su cabeza intentó hacer ruido, explicándole por qué no merecía aquellas palabras, por qué era malo que hubiera conservado su vida, por qué estaba mal que estuviera en las vidas de Erik y de Jean, pero esa vocecita no estaba siendo lo suficientemente ruidosa como para que él no pudiera ignorarla.
—Aduladores— Dijo como una broma mientras trataba de limpiar nuevamente su rostro de cualquier rastro de lágrimas, acción interrumpida por Jean lanzándose a su regazo.
"¿Quieres un abrazo?, ¿quieres que intente hablarle a Erik sin moverme?, funcionó una vez, te gustan sus abrazos, ¿verdad?, yo me siento feliz y sin ganas de llorar cuando me abraza, ¿tú también?" La primera respuesta de Charles fue abrazarla.
—Gracias, sí necesitaba un abrazo, pero no tenemos que llamar a Erik, está ocupado—
"¿Y si otro señor pájaro quiere hacerte algo malo otra vez?"
—Eso no va a pasar, pero si pasa… sí, sería una buena razón para avisarle a Erik— Jean asintió totalmente convencida.
—Charles— Llamó Scott atrayendo su atención. — ¿Y tu silla con ruedas? —
—Sí, siempre que te visitamos a ti y a Jean y al señor Erik, tú te sientas en tu silla con ruedas, ¿por qué ahora estás en tu camita? — Agregó Kurt, uniéndose a la conversación.
—Creo que sentarte en tu silla con ruedas debe ser más divertido— Concluyó Scott, yendo a acomodarse al regazo de su hermano.
"La silla con ruedas de Charles se rompió". Jean adornó sus palabras mentales con un toque de tristeza, que Charles también había experimentado al ver su pobre silla de ruedas.
—Sí, mi silla se rompió y necesita ser reparada, por eso no puedo usarla por ahora—
—Oh, qué triste— Exclamó Kurt con decepción real, acercándose a abrazar a su papá por el cuello. —Y eso que fue un regalo de "te amo" del señor Erik—
—Kurt— Riño levemente Azazel como si no quisiera que su hijo dejara realmente de pensar que existían los "regalos de te amo".
No tenía un espejo a la mano, pero no lo necesitaba para saber que con solo ver su rostro otros podrían sentir vergüenza ajena.
—Estoy seguro de que el jefe la va a reparar y Charles tendrá su silla de ruedas de regalo funcionando como antes o hasta mejor—
—Cierto, Erik es un hombre muy habilidoso— Dijo, esperando que fuera suficiente para hacer que su rojo rostro pasara desapercibido.
—Terco, más bien es terco, se rehúsa a perder— Explicó Azazel. A Charles, eso definitivamente le sonaba como Erik.
Los niños rieron junto con Charles, aunque probablemente no entendían del todo.
La corta conversación se vio interrumpida por el toque a la puerta.
Alex se levantó a abrir, encontrándose con Yukio cargando a Ororo.
—Hola— Saludó la mujer beta en compañía de la mano de Ororo agitándose. Alex la dejó pasar, después de un acuerdo mutuo entre él y Azazel realizado con miradas y asentimientos de cabeza. Pero antes de aceptar entrar a la casa, desde la entrada de esta, Yukio realizó una remarcada reverencia de pie.
—¡Lo siento mucho, Charles! — Exclamó en voz alta, atrayendo hasta la atención de los niños. —Estoy segura de que podría haberlo hecho mejor, pude haber ayudado a protegerte, pero permití tu secuestro— Explicó sin hacer ademán de que se enderezaría.
Para este punto los niños habían corrido a esconderse tras su adulto correspondiente y pese a la confusa situación, alzaron una mano para saludar a Ororo.
—No, no tienes que…— Seguía sin poder creer que las personas se disculparan con él.
Hank, Erik, Angel, ahora Yukio también…
—Tomaste la decisión correcta, evitar luchar con Warren para que ni Ororo ni Jean…— Se giró un momento a ver a su hija, sonriéndole. —No merecen ver más violencia— Agregó en un susurro, para tomar aire profunda y lentamente, buscando no escucharse demasiado agitado. —Además pudieron ayudar más rápido a Hank, así que definitivamente fue la mejor opción— Charles estaba convencido. Yukio alzó el rostro, aun en reverencia. —No tienes que disculparte— La beta se enderezó finalmente.
—¿Se van a quedar? — Cuestionó Alex con una sonrisa de medio lado. Ororo lució inmediatamente emocionada de poder estar ahí. Charles sonrió también, pero su sonrisa disminuyó al recordar que Ellie no estaba de acuerdo con que su hija estuviera en presencia de Charles.
Pero en lugar de negarse, Yukio bajó a Ororo, quien corrió hacia los menores como si estuviera acostumbrada a aquello, para que los cuatro se alejaran de los adultos y procedieran a reanudar su diversión.
Aunque más tranquila, Yukio seguía nerviosa, ahí en medio de la habitación, únicamente dando unos cuantos pasos hacia el interior.
—En realidad, sé que tal vez es pedir demasiado, pero… Ellie está afuera y le gustaría hablar contigo Charles, si es posible— Alex frunció el ceño, Azazel alzó una ceja con interés.
No entendía de qué querría hablar Ellie.
Yukio suspiró.
—Se portará bien, prometo que si no lo hace yo misma le haré pagar— Afirmó la mujer y eso le causó un poco de diversión, además de que seguía aportando a mantenerlo distraído de su nerviosismo por la ausencia de Erik y el conocimiento de que el alfa estaba hablando con Warren.
—¿Estás bien con eso Charles? — Lo cuestionó Azazel y él aceptó.
—Sí, hablaré con Ellie— Yukio salió de la casa un momento, para regresar en compañía de su novia alfa.
La mujer de cabello corto los miró en su forma habitual, para luego sentarse en donde Alex les indicó, cerca de Charles.
—No voy a dudar en usar mi mutación si se te ocurre hacer algo en contra de Charles— Afirmó Alex, como una certera amenaza.
Ellie asintió, luciendo como si no le importara, para luego enfocarse en él. Charles no sabía qué esperar de esta conversación, porque la última vez que habló con la alfa terminó con el recordatorio de que no merecía esta vida llena de personas cálidas y amables, en la que se le había ofrecido una familia.
—Quería agradecerte por tomar la decisión de dejar que el mutante con alas te llevara para así poder mantener a salvo a los otros que estaban en el laboratorio—
No esperaba que ese fuera el motivo de la visita de Ellie y por los rostros de Alex y Azazel, ellos tampoco. La única que parecía saber, era Yukio, lo que tenía sentido.
—Sé que probablemente solo lo hiciste por tu hija, pero mantuviste a salvo a mi familia… y a Mariko, así que te agradezco por eso— No sabía qué decir. —También quería disculparme, por como actué antes— Ellie hizo una pausa corta como si estuviera acomodando sus ideas. —No te grite o me negué a que tuvieras contacto con Ororo porque creyera que realmente eras una amenaza por el hecho de que eres un telépata, actué así porque proyecté a alguien más en ti— Esta vez hasta Yukio lució perdida.
—Nunca mencionaste…— La beta no continuó, decidiendo mantenerse callada.
Ellie se estaba disculpando con él, ¿todo esto era real?
Después de ser secuestrado por Warren, golpeado, amenazado de asesinato, había regresado a esta tranquila y feliz vida con Erik y Jean, siendo amado por la menor y escuchando a Erik decirle que era "su regalo", recibiendo disculpas, siendo protegido por personas que lo apreciaban y ahora la persona que le había tratado como creía merecer le estaba pidiendo perdón.
Ellie enfocó su mirada en Azazel.
—Recuerdo saber que tú estabas de parte de Shaw— Dijo con llaneza, sin rastro de ira o demanda en la voz. El ambiente se volvió tenso ante el comentario.
—Soy… era un espía— Afirmó el padre de Kurt y Ellie asintió como si aceptara la idea sin más.
—Conocí a Emma Frost, antes de que ella conociera a Shaw— Charles tuvo que mantener los ojos cerrados un momento más del necesario al escuchar ambos nombres, al ver los ojos fríos de ambos, al recordar el sonido de sus voces. —Podrías decir que éramos familia, cuidó de mí, la Emma que creí conocer jamás habría hecho todo lo que hizo estando con Shaw, los asesinatos, los mutantes encerrados y a los que les arrebataron su voluntad, cambió después de conocerlo y darse cuenta de que eran compañeros destinados, cambió tanto que… llegó al punto en que me dijo que me mataría si Shaw se lo pedía, porque él era su compañero destinado—
Emma Frost, la mujer omega que parecía un monstruo en su cabeza… había sido una persona que fue amada antes de la guerra.
—Yo confiaba en Emma, era mi familia, la amaba y ella simplemente no pudo ir en contra de su compañero destinado, se volvió alguien completamente diferente, alguien que podría herirme hasta a mí, cuando siempre me dijo lo importante que era para ella— Dijo con la mirada desenfocada. —Tú eres un telépata como ella y… no puedo decir que sus personalidades son iguales pero algunas cosas en ti me recuerdan a ella, también claro, está tu relación con Erik Lensherr…— Charles, demasiado pensativo y enfocado en las palabras de Ellie no pudo ver las señas que Alex le hacía del otro lado del futón, pidiéndole a la alfa que no mencionara eso. —Quiero decir no es realmente lo mismo porque claramente, a diferencia de Shaw y Emma, ustedes se aman, ah…—
A… ¿Amor?
Sintió su rostro demasiado caliente de golpe. Pero qué cosas creía Ellie, sí, Charles era importante para Erik y el alfa era importante para Charles, eran amigos, eran familia...
—¿Te sientes bien?, te ves acalorado, ¿no tienes fiebre o algo?— Comentó Ellie con ceño fruncido.
—E-estoy bien—
—Bueno, como sea, el punto es que proyecté a Emma en ti, confié en ella y después la perdí, no quería confiar en ti y que todo se repitiera, pero eso no fue justo para ti porque tú no tienes la culpa de nada de eso, lo siento— Agregó Ellie y él se concentró en las palabras en lugar de en sus pensamientos. —Incluso si no puedes perdonarme, lo aceptaré, pero te pido que no culpes a Ororo, por favor, permitan que juegue con Jean y si estás de acuerdo, una vez que te recuperes, por favor enséñale a escribir y leer— Ellie lució casi avergonzada con su petición, Yukio sonrió como si sintiera ternura al ver a su novia.
Erik había estado muy molesto por lo que había pasado con Ellie antes, pero sonrió, sin poder imaginar que el alfa le negaría a Ororo jugar con Jean.
—Por supuesto que puede jugar con Jean, y claro que puede unirse a aprender a leer y escribir— Concedió sin pensarlo demasiado.
Tenía mucho que contarle a Erik, deseaba que no hubiera más problemas y que el alfa estuviera ya aquí con él y con Jean.
"Ustedes se aman".
Y Charles recordó los abrazos, las manos entrelazadas, dormir abrazados, la forma en que era observado por el alfa como si él fuera realmente apreciado, porque lo era, porque Erik dijo que era importante para él, que era su regalo, que…
Pero eso… no era así.
Solo quería que Erik regresara pronto.
Muchas gracias por leer, ¡Espero y fuera disfrutable!
