X-Men no me pertenece.
ADVERTENCIA: Favor de leer todas las advertencias previas, gracias.
Erik miró al sujeto sentado en el piso de la habitación, con la espalda contra una de las cuatro paredes, parecía únicamente capaz de dedicarse a respirar y parpadear, eso era por efecto del medicamento que le habían estado administrando (con previa aprobación de Hank), actualmente no era suficiente dosis para mantenerlo inconsciente, pero sí para mantenerlo levemente desorientado y somnoliento.
Casi parecía alguien común, alguien que podría cualquier día haber ido con Erik a quejarse de su ración de alimento o a comentar que se casaría o vincularía con "x" habitante de Genosha. Pero no, ese hombre se trataba del bastardo que intentó matar al omega que Erik amaba, a su compañero destinado.
No había querido preguntar por los eventos suscitados en la isla vecina desde la perspectiva de Charles, porque supuso que Xavier no querría hablar de ello y porque al ver las condiciones en las que se encontraba el omega, (ensangrentado, heridas por todo el cuerpo, ropa desarreglada), sumado a la posición en la que habían estado Warren y Charles cuando los encontraron, no necesitaba preguntar realmente.
Le provocaba un dolor indescriptible el imaginar a Charles a completa merced de Warren, imaginar lo que habría pasado si no hubieran llegado a tiempo, entender la razón por la que el bastardo desacomodó la ropa de Charles o el recordar como su compañero destinado admitió pensar que todo había terminado para él.
Quería hacerlo sufrir, agonizar hasta que llegara al punto de rogar por la muerte y una vez ahí torturarlo mucho más, que sintiera que la única forma de salvación era la muerte, pero que la única persona que podía entregársela no lo haría, disfrutar con sus agónicas suplicas desesperadas, rogando por el fin de su vida, para finalmente un día matarlo.
Pero Charles no quería eso, ¿su compañero destinado se enojaría con él si iba en contra de sus deseos? No quería actuar de forma que pareciera que no escuchaba o que no le interesaban los deseos del telépata.
Suspiró, girándose a ver a sus acompañantes. Se suponía que solo Raven y Janos debían estar presentes, pero Logan, siendo el bastardo desconfiado que era, se había auto-invitado; y la verdad era que Erik solo veía ventajas con la presencia de los dos alfas en los que más confiaba. Miró a cada uno de sus compañeros a los ojos.
—No me dejen matarlo— Raven se notó confundida ante la petición, probablemente porque esperaba que Warren muriera y que todos pudieran olvidarse de esto, la verdad es que Erik no había tenido tiempo de hablar con ella después de que la alfa le ofreciera ese necesitado consuelo hacía una semana, pero, aunque su amiga no entendía la petición, asintió.
Janos, siendo el hombre eficiente que siempre era, aceptó sin mostrar en su rostro inconformidad o confusión.
Logan lo miró casi como si pudiera entender la totalidad de la situación.
—Abre la puerta— Le ordenó a este último, quien obedeció.
La puerta hizo bastante ruido al ser abierta y, por supuesto, la atención del mutante con alas fue atraída, con ojos un poco desenfocados y con movimientos aletargados, pareciendo que solo tenía la fuerza suficiente como para alzar el rostro.
—Pero si es el héroe del mundo moderno— Dijo, en voz baja y lenta. Erik aprovechó la presencia de una varilla metálica de unos 40 cm, entre los escombros de una de las esquinas de la descuidada habitación para alzarla con su mutación y usarla para golpear a Warren en la frente. El rubio de inmediato protestó. —¿¡Qué mierda!? — Sangre brotó de la superficial herida recién creada.
—Cállate— Ordenó en voz imponente y liberando su aroma, Warren lució como si no pudiera ni parpadear. —¿Te das cuenta de la situación en la que estás?, sigues con vida únicamente porque así lo he querido, solo hablarás si yo así lo quiero—
—Mátame no me importa, ¿por qué querría vivir en este asqueroso lugar que perdona a un asesino?, mataste a Shaw solo porque era un alfa y no podías cogértelo, ah, pero se trata de un omega y sin importar todas las cosas crueles e inhumanas que hizo como…— esta vez hizo que los cuatro cuchillos que intentaba mantener ocultos entre su ropa en todo momento terminaran flotando en el aire a escasos segundos para lanzarlos con ayuda de su mutación al cuerpo de Warren en lugares estratégicos que causaran dolor pero que hicieran que fuera imposible para el alfa morir por esa clase de heridas.
El mutante con alas soltó un alarido de dolor.
—¡Mátame, mátame o te juro que lo voy a matar!, ¡Lo voy a matar y así vengaré a los que murieron y salvaré a los que siguen vivos! —Removió cada uno de los cuchillos clavados en el cuerpo de Warren con su mutación, provocando nuevos quejidos. —Los voy a salvar a todos de sus manipulaciones, hasta a ti, ¡oh gran héroe del mundo moderno! —Exclamó con sarcasmo y sonrisa torcida. —Los está controlando con su telepatía, ¿no?, no importa, a mí ya no puede controlarme— Agregó sin dejar de sonreír, luciendo claramente trastornado. —Creí que necesitaría el casco de Shaw, porque yo lo sé, ese casco era para que ningún telépata entrara a su cabeza, pero aun sin ese jodido casco, el telépata no pudo hacer nada contra mí— Erik le dio un nuevo golpe en la cabeza con la varilla metálica, satisfecho con el nuevo quejido de dolor.
—No puede usar su mutación con nadie porque usamos anti-mutágeno con él, imbécil— Explicó, escupiendo la ofensa. Warren movió la cabeza, negándose a creer.
—¿Es así de bueno cogiendo para que lo defiendas tanto? — Comentó el otro aparentando sentirse intocable, sin ningún rastro de miedo por su situación actual.
Quería matarlo, iba a matarlo, sería muy sencillo.
Su mutación terminó saliéndose de control y la puerta metálica se cerró de golpe.
—¡Erik! — Escuchó el llamado de Logan, seguido de su aroma natural de alfa dominante. El bastardo lo conocía bien, sabía que si bien su llamado no sería suficiente para atraer su atención un "aparentemente" amenazante aroma de otro alfa atraería a su instinto.
Después del sonido que había hecho la puerta al cerrarse el aroma de Warren (así como su expresión) se habían tornado temerosos (más por gran estruendo que otra cosa), por lo que había funcionado su instinto alfa lo obligó a mirar a Logan, pero en lugar de encontrar al alfa (El alfa sublevado que estaba yendo en contra de su autoridad), se encontró con el rostro de Charles apenas visible a través de la pequeña ventana, con rostro repleto de angustia.
No pudo escuchar su voz, pero Charles movió los labios en un claro "No".
Erik dejó de imponer fuerza en la puerta y su mente se enfrió al instante, momento justo en el que Charles se convirtió en una incómoda Raven y también momento en el que pudo notar como Janos parecía preparado para usar su mutación de ser necesario.
La puerta fue abierta y miradas interrogantes lo recibieron.
Erik bajó la mirada, concentrándose en Warren, asintió en dirección a sus compañeros, quienes entendieron la orden de inmediato, procediendo a drogar al mutante con alas.
—¡No me toquen! — Exclamó mientras era retenido por Logan y Raven, Janos se preparaba para inyectarlo directamente en la vena. —¡Defiéndelo todo lo que quieras, pero lo voy a matar y a humillarlo como él hizo con muchos mutantes!, ¡Voy a escapar y…! — Él silencio llegó de a poco, cuando las palabras del idiota fueron volviéndose susurros, hasta que su cabeza cayó de lado, completamente laxa.
Erik pudo notar las miradas de Raven, Logan y Janos, cuestionando lo que debían hacer después, él se limitó a flexionar el dedo índice de su mano izquierda con la palma hacia arriba, haciendo que los cuchillos dejaran el cuerpo del alfa alado, acomodándolos nuevamente en las fundas que mantenía bajo su ropa.
—Ahora vuelvo— Advirtió secamente y salió del lugar.
…
Darwin la había mantenido escondida contra su cuerpo, mientras colocaba besos en su cabeza de tanto en tanto.
—Te amo— Le susurraron al oído.
Aún seguía preguntándose qué cosa increíblemente buena había hecho para lograr que alguien tan perfecto como Darwin la amara.
Quería quedarse en el futón, disfrutando de la calidez y del aroma suave de su novio para siempre. Por desgracia su "para siempre" tuvo que terminar en ese instante, al escuchar el insistente toque en la puerta de su casa.
Darwin se levantó justo después de colocar un nuevo beso en su frente.
—Vuelvo rápido— Le dijo, para dirigirse a la entrada. Escuchó el rechinar familiar de las bisagras seguido de la voz de su pareja. —¿Jefe? — Al procesar la pregunta, se apresuró en levantarse, cosa que supo que fue la acción correcta a realizar, al alcanzar a escuchar la contestación del alfa líder.
—Necesito hablar con Angel— Ella se acercó con corazón agitado y anticipando algún problema ocurrido con Warren, sin ponerse de acuerdo de qué era lo que la aterraba más, si escuchar que el hombre había muerto o si escuchar que había nuevamente escapado e intentado herir a alguien más, todo mientras Salvadore se aseguraba discretamente de que su ropa no estuviera tan mal acomodada después de pasar algunas horas acostada.
—Hola, jefe— Saludó, atrayendo la atención del héroe del mundo moderno hacia ella de inmediato.
—Angel— Comenzó Lensherr y ella entendió que la razón de la visita le sería explicada sin preámbulos. —¿Aceptarías hablar con Warren? — Darwin varió su expresión muy ligeramente entre preocupación y sorpresa, con un ligero toque que le solicitaba a Angel que no aceptara. Erik continuó hablando. —Quiero matarlo, eso es lo único que quiero hacer, matarlo y olvidarme de su existencia, para mí él solo representa una amenaza para Charles— Angel sintió que quería llorar al escuchar lo que alguien más consideraba del hombre que había intentado mantenerla protegida mientras estuvieron encerrados, el hombre que trató de ofrecerle consuelo cuando la culpa casi logró hacerla suicidarse, pero no podía culpar al jefe y tampoco a Charles, lo que acababa de escuchar era completamente válido y algo que Warren se había ganado con sus acciones, incluso si ella deseaba que no ocurriera. —Pero Charles no quiere eso— Agregó después el jefe y ella se notó confundida, pero suponía que era una respuesta que debió esperar, considerando la culpa que el omega mayor cargaba.
Cuando hablaron no lo había insinuado, pero ¿habría creído que era algo que merecía?... ¡Qué mierda!, ella había estado tan deseosa de consuelo y perdón que no se detuvo a pensar que tal vez al hablar con el telépata le habría dado más razones para sentirse culpable, para creer que Warren no merecía la muerte, pese a lo que hizo.
—Dice que él no tenía toda la información para entender que realmente Charles fue una víctima como tú o como Warren, y aunque no estoy de acuerdo quiero estar seguro de que la petición de Charles no puede ser cumplida, pero como ese bastardo no puede hablar conmigo sin decir que va a matar a mi…— Erik guardo silencio de golpe, tragando saliva, luciendo incómodo. —A Charles y como no puedo asegurar que no lo voy a matar si sigo hablando con él, quería saber si tú querías intentar explicarle su situación— El jefe acababa de darle la oportunidad de darle una posibilidad a Warren de vivir.
Puso su atención en Darwin. El hombre omega que amaba quien le regresó la mirada con el claro deseo de que Angel se negara, pero que al final cerró los ojos para sonreírle como si le dijera a Angel que debía intentarlo.
—Lo haré, hablaré con él— Aceptó.
…
Ya lo había visto, con sus alas encadenadas, extremidades amarradas y drogado al punto en que apenas podía sostener su cabeza derecha, aun así, le dolía ver así a su amigo.
—Warren, tienes que hablar conmigo— El alfa ni siquiera se giró a verla y ella enfocó su mirada en Raven, Logan y Janos de pie frente a la entrada de la habitación con la puerta abierta, dispuestos a intervenir de ser necesario.
Erik estaba más atrás sentado en una de las sillas que los guardianes de su amigo habían traído, como si así buscara mantener la calma.
—Warren, la oportunidad que Erik me dio de hablar contigo es para considerar que tu castigo después de lo que hiciste no sea la muerte—
—Esa es una estupidez, si no me mata voy a matar al telépata—
—Warren— Riñó.
—¿Por qué no lo entiendes Angel?, ¡Tú también estuviste a su merced!, hiciste cosas que no querías porque él estaba en tu cabeza, ¿¡Por qué lo defiendes!?, quieres pretender y tener una ridícula vida feliz falsa con ese estúpido omega al que llamas novio y jugar a los mejores amigos con Charles mientras le trenzan el cabello a su bastard…— La casa presentó un marcado temblor, que la obligó a sostenerse de la pared más cercana y que hizo que Warren terminara resbalando cambiando su posición de estar sentado a estar acostado.
—¡Cállate Warren! — Le ordenó, a lo que el alfa terminó por obedecer, probablemente más asustado por el efecto de la mutación de Erik que por las palabras de Angel. El temblor se detuvo. —Charles es inocente—
—¿Qué mierda estás diciendo?, ¡Tú lo viste en tu cabeza también!, ¡tú también lo recuerdas!, ¡Ese bastardo es un monstruo! —
—¡Tú y yo también somos monstruos! — Gritó y posteriormente hizo una pausa para recuperar la compostura. —A ojos de los que matamos, a ojos de los que herimos y dejamos con vida, somos monstruos—
—No lo somos, fuimos obligados a…—
—Charles también—
—¡Eso no es verdad, él es el que…! —
—¡Yo lo vi! — Gritó nuevamente, acallando al otro. — Lo vi, inconsciente, conectado a montones de cables, casi desnudo, desnutrido… siempre custodiado, ¿a quién más que estaba del lado de Shaw viste con esa apariencia? — Warren luciendo confundido, inseguro, le causó una ligera sensación de alivio ante la posibilidad de que realmente su amigo aun podía acceder a un castigo menor que la muerte.
—N-no— Tartamudeó el alfa encadenado, negando con la cabeza unas cuantas veces, pero con un toque de desesperación como si buscara luchar con el efecto de los medicamentos que le administraban. —Eso no es verdad, él es culpable, él es un monstruo, él…— Se apresuró en intentar incrementar la inseguridad de Warren, el deje de duda que comenzaba a mostrar, cuando hasta ahora había lucido tan confiado de sus creencias.
—Charles fue encerrado y obligado a usar su mutación como todos nosotros, en contra de su voluntad, intentaste matar a alguien inocente, intentaste…— Angel no podía decirlo, pero sabía que Warren no solo había querido matar al telépata, ella había visto la ropa desarreglada del omega mayor.
¿Había pasado o solo se había quedado en un intento?
¿De verdad Warren merecía la oportunidad que Charles le estaba dando?
Hasta ahora había estado confundida, preocupada, triste, insegura, pero ahora se había agregado un incesante sentimiento iracundo.
No quería dejar nada sin decir, aunque no sabía si hablar con tanta libertad haría enojar al alfa líder, tampoco le habían advertido sobre algo de lo que no pudiera hablar, así que continuó con seguridad.
—La única razón de que sigas con vida y de que Erik me permita hablar contigo es porque Charles le pidió que no te matara, porque dice que no tenías toda la información, ¿te das cuenta?, la persona que atacaste abogó por tu vida—
—É-él está jugando con la cabeza de todos, nada de eso es verdad, tú crees haber visto algo, pero…—
—¡Por Dios, Warren!, ¡No puede usar su mutación le inyectaron anti-mutágeno! —Sintió que había gritado demasiado, que ya no podía ver a su amigo a la cara.
—Él no puede… no puede no ser el culpable, está constantemente en mis pesadillas… en las pesadillas de todos, ¿qué pasa con los que murieron con los que…? —
—La muerte de Sebastian Shaw y de Emma Frost fue la venganza por sus muertes— Warren se veía confundido, la seguridad e ira con la que la había enfrentado antes había desaparecido, ahora no parecía poder ni alzar el rostro.
Angel se rehusaba a continuar en esa habitación, salió, para girarse y ver a Logan, Raven y Janos encargarse del alfa.
Erik solo la miró un segundo, para dar un asentimiento de cabeza y presenciar con un lento parpadear como Warren era nuevamente puesto a dormir.
…
Trató de enfocarse en sonreírle a los niños.
—Es mi turno entonces— Comentó para cerrar los ojos, mientras escuchaba las risas infantiles adornadas con la de Alex y Azazel, anticipándose al dibujo desastroso que haría. —Ok, la cabeza— Explicó al tiempo que hacía un círculo. —Sus ojos y su sonrisa— Kurt hizo un curioso sonido de sorpresa para soltar una sonora carcajada en compañía de Scott, Charles podía escuchar la risa de Jean en su cabeza, no pudo evitar reír también, incluso si no podía ver su creación. —Oh, su nariz, casi la olvido, ¿cómo va a respirar?, ahora voy a hacer su cuerpo—
—Es como una "i" con cabeza flotante— Exclamó el Summers menor.
"¡Es verdad!"
—Scott, Charles necesita concentrarse— Explicó Alex, buscando hablar con seriedad.
—Pero necesita muchísima concentración— Comentó Azazel.
—Papi, Shhh— Riñó Kurt con la alegría reflejada en su voz.
—Su cabello— Procedió, decidiendo que continuar dibujando era la mejor respuesta.
"Tiene el pelo chino, me gusta, aunque ahí no va el pelo… creo", se permitió volver a reír, para escuchar el toque a la puerta, seguido de la voz de Erik.
—Soy yo, ábranme— Dejó de tener los ojos cerrados, sintiendo como un tipo diferente de felicidad y calma se apoderaba de él. Le gustaba estar en compañía de Alex, Azazel, Scott y Kurt, pero nada se comparaba a pasar su tiempo en presencia de Erik.
Sonrió, anticipándose a la visión del alfa entrando por la puerta.
"…ustedes se aman".
Sintió como su sonrisa casi se volvió un gesto de incomodidad y su rostro le pareció que nuevamente irradiaba calor.
Esta vez el que se había levantado a abrir la puerta era Azazel, aunque para ser exactos, hizo a Kurt a un lado y se teletransportó junto a la entrada, permitiéndole a Charles dejar de imaginarlo y al fin ver a Erik de regreso en la casa.
El alfa paseó su mirada por todo el lugar hasta concentrarse en Jean corriendo hasta él, alzándola en brazos y mimándola mientras la mantenía en su regazo, como si hubieran pasado días sin verse y no escasas dos horas.
Justo en medio del abrazo que Lensherr mantenía con su hija, su mirada se enfocó en Charles, adornando todo con una sonrisa suave y la verdad era que Xavier podía pretender, pero podía sentir como las emociones que el alfa transmitía cuando se enfocaba en él, no eran las mismas que transmitía cuando miraba a otros, tal vez la que más se comparaba era a la forma en que miraba a Jean, pero incluso ahí, era diferente.
Solo tenía que enfocar su atención en el rostro de Erik, en como su expresión se suavizaba y sus ojos adquirían un cierto brillo para sentirse cálido, feliz, protegido, para estar seguro de que cuando Erik le había dicho "Eres importante para mí", no estaba mintiendo.
Pero de ahí a considerar que lo que Ellie había dicho era verdad… ¿Erik amando a Charles?
¿Charles amaba a Erik?
—¿Todo bien? — Cuestionó Lensherr con cejas levemente arrugadas con preocupación. Se apresuró en sonreír.
—Sí— Contestó levemente falto de aire y con extraño entusiasmo que le dio un poco de vergüenza, se regañó mentalmente y aunque (a pesar de su curioso comportamiento) Erik pareció conforme con su respuesta, parecía que algo en el ambiente del lugar lo acababa de poner alerta, más específicamente algo en el aroma de su hogar, por la forma en que alzó el rostro levemente, para luego acercarse a oler a Jean, haciéndola reír.
"Erik me hace cosquillas" La escuchó transmitir con diversión.
—¿Estuvo alguien más aquí? — Cuestionó el alfa y Alex y Azazel de inmediato lucieron nerviosos, aun si intentaron ocultarlo.
—Bueno…—
—Eh…— Sus visitantes adultos comenzaron un extraño tartamudeo.
—Yukio— Comenzó Alex, Azazel asintió unas cuantas veces, buscando mantener su rostro relajado.
—¡Ororo! — Exclamó Kurt con emoción e incluso alzando una mano con mucha energía.
"¡La mami enojada de Ororo!" Pensó su hija con entusiasmo.
—¡La mami enojada de Ororo! — Charles tenía que hablar con Erik, Hank y Alex de esa extraña capacidad de Scott de escuchar los pensamientos de Jean y reproducirlos, por ahora debía enfocarse en como Erik estaba notablemente molesto con Alex y Azazel.
—¿Por qué la…? — Comenzó a reprochar, pero Xavier se dijo que debía apresurarse y detener al alfa, por lo que lo interrumpió.
—Se disculpó— Logró decir, atrayendo la atención de Erik hacia él de nueva cuenta.
—Y te dio las gracias también— Aseveró Azazel. Charles cerró los ojos por un instante, porque era extraño escuchar agradecimientos de alguien que pensó que lo odiaba.
Porque además Ellie había mencionado que Erik y él se amaban.
—Sí, también— El alfa líder seguía notándose molesto. —Te explicaré lo que pasó con Ellie, pero antes por qué no dejas que Azazel, Kurt, Scott y Alex se vayan a sus casas— Solicitó sin entender porque Azazel hizo mucha presión con sus labios como si quisiera aguantarse la risa, mientras que Alex miró en otra dirección con una enorme sonrisa en el rostro.
—Bien— Concedió Erik sin apartar su mirada de él.
—Bien, ¿es cambio de turno verdad? — Cuestionó Azazel en dirección a Erik para luego alzar a su hijo en brazos sin esperar una respuesta. —Kurt vamos con mami— El pequeño de inmediato le facilitó la acción a su papá. —Dile adiós a Jean, Charles y a Erik, ¿Alex, necesitas que los lleve? —
—Adiós Jean, Adiós Charles, adiós señor Erik— Comentó Kurt al mismo tiempo que su padre hacía la pregunta a los Summers, mientras Charles y Jean le ofrecían al pequeño una despedida de mano agitándose en el aire.
—No, gracias, caminaremos, ¿verdad Scott? — El pequeño castaño asintió feliz.
—¿Iremos al laboratorio con Hank? — Alex le sonrió a su hermano menor.
—Bueno, Kurt, diles adiós a Scott y Alex también—
—¡Adiós, Adiós! — Exclamó el niño usando ambas manos para despedirse justo antes de desaparecer en una nube de humo.
—Nosotros también nos vamos, adiós— Dijo Alex seguido de su hermano.
—Adiós, Jean, Charles, señor Erik— Se despidió el menor sin moverse pese a que su hermano había iniciado el camino hacia la puerta, para luego correr, ponerse a la par del rubio y tomar la mano que le ofrecían.
Una vez a solas y con la puerta cerrada y asegurada, Erik bajo a Jean, la cual ya se había interesado en buscar sus muñequitos de perrito y gatito y había iniciado un juego privado. El alfa se sentó junto a él.
—¿No paso… nada malo con Ellie? — Preguntó Erik con ojos vulnerables, como si temiera que la respuesta fuera que Ellie lo había ofendido nuevamente y como si viera eso como un fallo personal, como algo que lo afectaba a él también.
En el pasado, Charles solo necesitaba una mirada de soslayo, una sonrisa suave, un ínfimo deje de interés dirigido a su persona para saber que alguien se sentía atraído hacia él y hacer algo al respecto. No le importaba si se equivocaba, podía intentar cambiar la opinión de la otra persona y lograr interesarlo y si estaba en lo correcto bueno, ¡Qué mejor!
Pero, incluso aunque ahora podía notar y aceptar que era tan especial para Erik, simplemente no podía atreverse a considerar que el alfa sentía algo tan profundo como "Amor" hacia él.
¿Qué sentía Charles?
Charles sentía…
…
Ya no importaba.
Ya ni siquiera sentía dolor, ni hambre, ¿sed?, oh, esa había sido terrible al principio… no estaba seguro, pero creía que hasta había gritado en algún punto, ahora solo estaba muy cansado.
A veces había tantas voces y a veces había tanto silencio, que nadie le preguntara cuál era mejor porque no tenía una respuesta. Sonrió sintiendo como la piel de sus labios se rasgaba levemente, percibiendo un sabor metálico.
¡Qué estúpido!, ¿quién le haría preguntas en esta situación?, ¿ratas y cucarachas?
Era patético, no podía salvarse a sí mismo y sabía que las posibilidades de alguien más salvándolo eran nulas.
No le importaba morir, (solo deseaba que su muerte llegara más rápido, pero bueno, una muerte lenta y así de dolorosa era lo que un monstruo como él merecía), lo que sí le preocupaban eran los otros mutantes atrapados en el bunker.
No por primera, quinta, vigésima vez deseó no ser tan patético y poder hacer algo por ellos, pero la realidad era así de cruda. Suponía que si estuviera en una escena épica y desgarradora de película este sería el momento en que una lágrima solitaria recorrería su rostro, pero Charles estaba tan deshidratado que ya no podía ni producir lágrimas.
Cerró los ojos, concluyendo que todo lo que podía hacer por ahora era esperar su muerte.
Tocar mentes era una sensación que nunca podría transmitir de forma correcta con palabras, porque no había palabras concretas para explicarse, no a alguien que no fuera telépata y que no lo hubiera experimentado por sí mismo, tampoco podía terminar de explicar cómo era que se podía diferenciar una mente nueva de una ya conocida con un simple toque, aun antes si quiera de ver sus pensamientos.
Pero sabía que estaba tocando mentes nuevas.
Las tocó de forma superficial, eran cinco, llenas de fuerza, vida, calidez… fue un poco más profundo y todos le siguieron pareciendo personas fascinantes.
Raven, tanta fiereza y fortaleza.
Alex, tanto valor y bondad.
Sean, tanta paz y entendimiento.
Logan, con características similares a Raven, pero también tan lleno de deseo de proteger… ¿su compañera destinada era una omega no mutante? Asombroso.
Charles no podía explicarle cómo se sentía tocar mentes a alguien que no era un telépata, cómo era que se podía diferenciar una mente de otra, pero la mente de Erik era… caos y dolor en la superficie, paz, calidez, amor, luz, tanta, tanta luz en el centro. Quería llorar, pero también quería quedarse ahí, recostarse y quedarse dormido por siempre mientras trataba de disipar esos espacios oscuros y dolorosos en esta hermosa mente.
Solo quería estar ahí y abrazar a su dueño para que nunca nada lo hiriera jamás.
Erik Lensherr, el héroe del mundo moderno, pareció notar su presencia porque fue descuidado, se apresuró en hacer desaparecer todo rastro de sospecha.
En otra vida, tal vez él… en está, Charles quería que Erik Lensherr lo matara.
…
Paz, felicidad, protección, deseos de proteger.
El deseo de quedarse en esta casa, con este alfa y su pequeña hija, sin miedo a la separación, porque esa nunca sería vista como una posibilidad, mientras ideaban juegos divertidos para la menor, días llenos de abrazos y palabras dulces, cuentos antes de dormir, canciones de cuna que originalmente no eran de cuna, juegos de ajedrez y…
Amor, Charles sí sentía amor, pero no podía simplemente decirlo y esperar que todo saliera bien.
¿Cómo esperar que todo saliera bien si él no estaba bien?
Erik se notó alarmado y él se apresuró en limpiar las lágrimas de su rostro, para sonreírle al hombre que amaba.
—Ellie dijo que realmente el problema no tenía que ver conmigo siendo telépata, si no que proyectó a alguien más en mí— Explicó recuperando su calma.
—¿A quién proyectó? — Erik siempre era bueno haciendo las preguntas adecuadas. Se llenó de valor para poder decir los nombres de los protagonistas de la mayoría de sus pesadillas.
—A Emma Frost, dice que la conoció antes de que ella y Shaw se conocieran— Sí, había esperado la ira en el rostro del alfa.
—Ella conoció a…— Erik buscó mantener la calma al notar como atrajo la atención de Jean, buscando sonreírle a la pequeña, quien luego miró a Charles buscando respuestas.
Él también le sonrió a la pequeña pelirroja, Jean pareció conforme y regresó a sus muñecos. Lensherr volvió a hablar.
—No entiendo por qué…—
—Fue alguien muy importante para la vida de Ellie y dice que yo se la recuerdo, aunque no profundizó mucho en qué aspectos, dijo que Emma Frost cambió después de conocer a Shaw— Trató de acomodar sus ideas, recordando lo dicho por Ellie y buscando el no permitirles a sus recuerdos llenos de terror y dolor colarse en la conversación. —Ellie confiaba en Emma Frost, pero la traicionó al punto de decirle que la mataría si Shaw lo pedía, creo que Ellie al sentir que yo era parecido a… — No podía volver a decir su nombre. —La telépata, temió confiar de nuevo, para ser traicionada y amenazada otra vez— Finalmente el alfa parecía en sintonía con la explicación, ya no lucía tan desconfiado y molesto.
—Aun así, eso no fue tu culpa, ella no debió…—
—Por eso se disculpó por la forma en que me trató, también dijo que no tenía que disculparla realmente, ni obligarme a mí mismo a convivir con ella y me agradeció porque considera que la decisión que tomé evitó que Warren hiriera a Ororo, Yukio o Mariko— Erik no parecía muy conforme.
—No pongas esa cara— Le dijo con tono ligero y limpiando cualquier rastro que pudo haber en su rostro de lágrimas.
—Merecías esa disculpa y ese agradecimiento— Le dijo el alfa con seguridad en sus palabras y en los sentimientos detrás de estas, el hombre que constantemente ha tratado de decirle que merece perdón, merece felicidad, merece estar a salvo… que lo hace sentir merecedor de ser a… apreciado. —Mejores, opino—
—Erik— Buscó reñir, pero sin poder evitar el sonreír o sentir sus ojos nuevamente llorosos.
—¿Te hizo sentir… bien, su disculpa? — Se apresuró en asentir.
—Sí— Terminó por decir en un casi susurro.
Él, que había pensado que no era merecedor de un trato amable, que creyó que esa era en la forma en que merecía ser tratado por sus errores, por aquellos a los que hizo sufrir…
—Eso es lo importante— Le dijo Erik y Charles sintió que solo quería recargar su cabeza contra el cuerpo del alfa, abrazarlo y ser abrazado, por lo que lo hizo, siendo recibido con nada más que aceptación.
—¿Cómo te fue con… con Warren? — Pese a ponerse un poco tenso, Lensherr no se apartó de él y tampoco detuvo el movimiento suave que hacía con su mano en la espalda de Charles.
—No tenía muchas ganas de hablar conmigo, así que le pedí a Angel que hablara con él, funcionó mejor—
—Oh, ¿Angel está bien? —
—Se veía bien— Esperaba que la mujer omega no volviera a sentirse culpable, tal vez… podía intentar ir a visitarla una vez que su silla de ruedas funcionara de nuevo, ¿eso le molestaría a Angel o a Darwin?
No creía que Erik se negara a que él visitara a la omega, porque no era un prisionero, porque Lensherr le había dicho que no tenía que pedirle permiso, lo que sí es que probablemente iría acompañado del alfa o alguien más para asegurarse de que estuviera siempre a salvo, para que no volviera a ocurrir algo como lo que pasó con Warren, por el bien de Erik, de Jean… de sí mismo.
Se preguntó a si Erik le diría todo lo que había pasado en su visita a Warren, también se preguntó si realmente quería saber.
¿El alfa ya habría decidido el castigo de Warren?
Sabía que el alfa había tomado en cuenta su petición de no matarlo, porque así era Erik.
Charles sabía que era egoísta de su parte y sabía que le dificultaba las cosas a Erik al solicitarle al alfa no matarlo, pero no podía soportar el imaginar que alguien más moriría por su culpa, porque Warren pensaba que estaba vengándose a sí mismo y a todos sus compañeros que sufrieron, por la forma en que Shaw y Emma Frost usaron la mutación de Charles, al matar a Xavier; porque no podía culparlo de hacer su propia justicia (justificada con su información sesgada) cuando él ayudó a Erik a hacer lo mismo, matar a Sebastian Shaw para vengarse, para hacer justicia, para hacerle un bien al mundo en base a la información con la que habían contado y que justificaba su actuar al acabar con la vida de alguien tan despreciable como Shaw.
—¿Ya tomaste una decisión sobre qué clase de castigo vas a darle? —
Erik negó con la cabeza, como respuesta a su pregunta.
—Pero no te preocupes por eso, es solo que quiero tomar una decisión que deje en claro para los habitantes de Genosha porqué algo así no puede volver a ocurrir, pero que también… te facilite a ti dejar… dejar esto atrás—
Erik le dedicó de nuevo esa mirada llena de…
—Gracias— Le dijo, ofreciéndole una enorme sonrisa al alfa que constantemente había estado validando su opinión y deseos.
El alfa al que no podía evitar amar.
Quería tanto estar bien.
Muchas gracias por leer y comentar.
