X-Men no me pertenece.
ADVERTENCIA: Depresión, ansiedad, trastorno de estrés post traumático, crisis de pánico, excesos de sonrojos, faltas de ortografía y perdida de elocuencia.
Estoy publicando en el trabajo a las 4 de la mañana, compartiéndome internet a mí misma porque perdí el control de mi vida… jajajajajajaja
Hank se tomó un buen tiempo escuchando sus pulmones y corazón, para finalmente asentir, alejar el estetoscopio de sus oídos y sonreírle complacido.
—Parece que todo está bien— Se centró en sonreírle al beta, mientras este tomaba el aparato improvisado que había realizado para ayudarle con su terapia pulmonar. —Sopla, por favor — Tomó el aparato, girándose solo un instante, para apreciar la total atención de Erik en su persona, se sintió extrañamente aliviado, para finalmente realizar la acción que previamente le habían solicitado.
Para este punto, ya se había vuelto mucho más sencillo alzar la pelotita hueca en el interior del vaso, incluso si aún terminaba demasiado agotado como para considerarse normal. Charles sabía que su recuperación iba a un ritmo satisfactorio, pensamiento que se confirmó cuando Hank asintió nuevamente luciendo relajado.
—Ahora, solo necesito que… ¿Jean? — Llamó a la menor que había estado entretenida escuchando el pecho del muñeco de gatito con el estetoscopio de Hank, pero que atendió de inmediato al ser nombrada. —¿Podrías prestarme tu libro del otro día? — Jean corrió hasta un pequeño espacio detrás de los futones donde Erik le había construido un pequeño mueble de madera para acomodar sus pertenencias, ahora que los tres futones se encontraban constantemente pegados y no podían ser usados para mantener juguetes, libros o crayones que podían ser nuevamente destruidos por la espalda de Erik.
Su hija sabía perfectamente a qué libro se refería Hank, era el mismo que le habían estado pidiendo a Charles leer todos los días como parte de su revisión, obteniendo resultados satisfactorios con el hecho de que cada día Xavier podía leer más y más palabras antes de quedarse sin aliento.
Jean entregó el libro al tutor de Scott, para acomodarse en el regazo de su padre hincado, siendo recibida por un abrazo flojo y una sonrisa especial para ella.
Charles sintió una pequeña explosión de emociones dulces y positivas ante la imagen, para aceptar el libro esta vez de manos de Hank.
Como había esperado la falta de aire apareció, obligándolo a guardar silencio, enfocándose solo en respirar y en sentir una de las cálidas manos de Erik posarse en su espalda. Le sonrió a Erik y a Jean, pues pese a su falta de aire, había logrado leer un párrafo más que el día anterior.
—Bien, tú recuperación va muchísimo mejor de lo esperado, unos días más y estoy seguro de que estarás lo suficientemente sano como para que regresemos a la terapia física— Explicó Hank con entusiasmo.
—Por el…—
Oh, falta de aire, cierto.
Aunque estaba ansioso por hablar, tuvo que tomarse un momento más para respirar, además de tomar la decisión consciente de hablar en voz baja.
—Por el suero milagroso— Dijo, intentando hacerle ver al beta lo agradecido que estaba.
Aún había una vocecita en el fondo de su cabeza que decía que no merecía recuperar su salud, que no merecía el haber sobrevivido al ataque de Warren, que no merecía recuperar el movimiento de sus piernas.
¿Qué no solo lo habías hecho por Jean?
Pero tenía que recordarse a sí mismo que había sido una víctima, sí, cometió errores, pero también era verdad que nada para lo que su mutación fue usada fue hecho con su consentimiento y aunque después de eso no se sentía totalmente merecedor, al menos las voces desaparecían y de repente su mente le permitía sentir un poco de felicidad.
—Y porque lo estás haciendo muy bien Charles— Afirmó su amigo con una sonrisa cálida. Le alegraba que alguien tan amable como Hank tuviera una vida feliz con una familia que lo amaba. —Y por supuesto porque el jefe y Jean te han estado cuidando bien— Sí, como recientemente parecía hacer, decidió pretender que su rostro no se puso rojo.
"¡Yo cuido a Charles!" Exclamó Jean feliz, alzando una mano, acción que imitaba a la forma en que Kurt hacía cuando se emocionaba. "Erik te cuida y no va a dejar que ningún hombre pájaro te lleve otra vez, ¿verdad, Charles?" A pesar de sus sentimientos desbordándose a través de un corazón agitado y un rostro caliente, asintió sonriéndole a su hija.
—Bueno, supongo entonces que es momento de irme— Y justo ahí es que Charles dejó de divagar en su cabeza y recordó que había algo importante que había decidido transmitir.
—Ah— Eso atrajo la mirada preocupada de Erik y la interesada de Hank.
—¿Pasa algo malo? — Cuestionó Lensherr. Charles negó rápidamente con la cabeza, tratando de mantener su rostro relajado, esperando que eso lograra calmar la notable preocupación del alfa, para volver a mirar a Hank.
—Es… hay algo que me gustaría decirles a ti y a Alex… y a Erik por supuesto, con respecto a Jean y Scott— Explicó en forma lenta y susurrada y aunque trató de no hacerlo sonar problemático o preocupante, por las miradas que Hank y Erik le dedicaron, sabía que había fallado.
"¿Hablar de mí?" Cuestionó Jean interesada y apuntándose a sí misma con un dedo. Charles le sonrió a la pelirroja, pasando una mano por el rojo cabello, para continuar hablando mientras realizaba aquella acción.
—No es nada malo— Agregó, tratando de apaciguar el nerviosismo que había causado en Erik y McCoy. —Es solo…— Bueno, no podía decirlo realmente porque tampoco sabía por qué era que Scott parecía escuchar a Jean en su mente, así que se limitó a encoger los hombros.
—Puedo hablarle a Alex por la radio y decirle que venga— Erik asintió a lo dicho por Hank, notándose totalmente de acuerdo.
—No, eso podría asustarlo— Trató de acomodar un poco sus ideas, para no hablar de forma confusa. —Que venga mañana, contigo, a mi revisión— A pesar de la petición, ni Hank ni Erik parecían conformes. —En serio, está bien, no es urgente, ni algo malo, solo algo que he estado notando y que creo que deberían saber—
—Si crees que no es malo ni urgente, entonces bien, reunámonos mañana— Terminó aceptando Erik, volviendo a reafirmar su confianza en Charles, provocándole un poco de nerviosismo en el estómago, no podía decir que era una sensación mala.
Hank, se mantuvo pensativo un momento, para finalmente volver a sonreír.
—De acuerdo, entonces nos vemos mañana— Concedió, tomando sus cosas y poniéndose de pie para dirigirse hacia la puerta.
—Ahora regreso— Le dijo Erik, para caminar junto con Hank y salir de la casa dejando la puerta abierta, permitiéndole a Charles observarlos tener una conversación corta.
"Mira, Erik le hizo un sombrero de papel al perrito". Se giró a ver a Jean, quien le mostraba el muñeco con un pequeño sombrero hecho de papel coloreado de morado.
—Tu papá tiene muchos talentos— Afirmó, haciendo a Jean asentir. —Deberíamos decirle que nos enseñe a hacer sombreros de papel. La pelirroja de inmediato lució dispuesta a aquello.
Para cuando tuvo tiempo de girarse nuevamente a observar la conversación sucediendo entre Hank y Erik, este último ya estaba de regreso, cerrando la puerta de la casa.
¿De qué habría querido hablar el alfa con Hank?
"Erik, Erik, ¡Enséñanos a hacer sombreritos!". Solicitó Jean, apresurándose a abrazarse a las piernas de Lensherr. Charles sonrió mientras el alfa se inclinaba a alzar a la menor en brazos.
—Está pidiendo que nos enseñes a hacer sombreros de papel— Erik, que ya se había encontrado sonriéndole a Jean, cambio a la sonrisa que le dedicaba a Charles.
—Por supuesto, puedo enseñarles, pero…— Hizo una pausa al tiempo que se acercaba a una de las orejas de Jean, como si fuera a contarle un secreto muy importante, pero pese a susurrar, Charles pudo escuchar lo que el alfa dijo a continuación. —¿Por qué no primero pintas algunas hojas para que sean unos sombreros de bonitos colores? — Su hija lució complacida con la petición permitiendo que la pusieran nuevamente en el piso para correr nuevamente a su mueblecito y sacar montones de hojas y montones de crayones, acomodándose en el suelo para comenzar a colorear.
Cuando Erik se acercó a sentarse a su lado, él tuvo que obligarse a apartar la mirada de la pequeña que amaba, para ver al alfa que amaba.
Lensherr acercó su rostro al suyo y él no pudo evitar el sonrojarse, nuevamente.
—Te gustaría ir a la playa— Le susurró Erik, de forma mucho más exitosa que cuando le había susurrado a Jean.
—¿Por qué estamos susurrando? — Contestó divertido y en un susurro.
—Porque no quiero que Jean escuche y se emocione y te sientas forzado a ir, solo creí que tal vez te gustaría un cambio de ambiente, pero tal vez no quieras salir, por eso pregunto, salir o quedarnos aquí, cualquiera está bien— Era increíble la capacidad de Erik de susurrar y aun así hacerse entender. Se veía adorable hablando con tanta seriedad mientras no dejaba de susurrar.
Rio, porque estaba feliz de lo apreciado que Erik lo hacía sentir, porque es la única forma que pudo liberar la calidez y amor en su pecho, porque la situación era simplemente divertida.
—¿Le preguntaste a Hank si…? —
—Si no había problema si salías, dijo que no—
—¿Es lo que le estabas preguntando recién? — Lensherr se notó un poco avergonzado, pero asintió con determinación.
Sentía que no podía parar de sonreír.
—Me gustaría ir— Aceptó, siendo el receptor de una sonrisa con dientes.
—Jean, ¿quieres ir a la playa? —
De golpe su hija olvidó los sombreros de papel.
…
Nuevamente se encontraban haciendo un castillo de arena, aunque esta vez habían venido preparados con pequeños baldes, para hacer una forma más estilizada.
Jean se había distraído de continuar con el castillo desde hacía unos minutos y había comenzado a colocar arena encima de las piernas de Charles, lo que más lo divertía era que Erik no parecía haberlo notado, demasiado ensimismado en hacer "El mejor castillo de arena de todos los tiempos, visto por mutantes y no mutantes" como él mismo lo había llamado, dándole indicaciones tanto a él como a Jean.
—¡Jean! — Llamó Erik no del todo como un regaño. —No puedes poner arena en las piernas de Charles— Ese sí había sido más un regaño y Jean entendió.
"Creí que a Charles le gustaría". Respondió su hija con honestidad infantil y luciendo solo un poco arrepentida.
—No me molesta— Explicó él sonriendo y deteniendo el claro intento de Erik de quitarle la arena semi-escondiendo sus piernas.
—Pero…— Intentó decir Erik. Xavier se enfocó en mirar sus extremidades inferiores.
—Puedo sentir como se mueve la arena y la presión y… la calidez— Logró exteriorizar la razón detrás de estar conforme con la situación sin dejar de ver la arena ocultando sus piernas.
Podía sentir, más como la sombra de un toque, muy diferente a la sensibilidad en sus manos y brazos, pero esta simple sombra ya era algo que no pensó que podría experimentar jamás, una sensación más positiva que el dolor que Warren le permitió experimentar.
Un sorpresivo abrazo de parte de Erik fue lo siguiente que pudo sentir.
—Estoy muy feliz de que…— Le susurró el alfa sin dejar de abrazarlo, trató de responder el abrazo, pero Lensherr lo estaba abrazando desde un costado así que era difícil, más allá de enredar su mano en el brazo rodeando su pecho por enfrente.
"Yo también quiero". Exclamó Jean para lanzarse con mucha fuerza contra ellos, él no pudo sostener su peso con un solo brazo y Erik, parecía haber estado en una posición demasiado extraña y demasiado distraído como para evitar la caída hacia atrás que sufrieron.
Charles solo atinó a reírse, colocando una mano en la cabeza de Jean que no disminuyó la fuerza de su abrazo pese a la caída.
—¿Están bien? — Cuestionó Erik de inmediato, cortando con el abrazo que había mantenido con Charles y sentándose.
—¿Te duele algo Jean? — Preguntó él directamente.
"No, fue divertido".
—Creo que estamos bien— Contestó sonriente. —¿Estás bien, Erik? — El alfa le sonrió.
—Sí— Afirmó para agregar rápidamente. —Te ayudaré a sentarte—Dijo, inclinándose contra él y Charles apartó su mirada de Jean, para centrarse en Erik y su rostro ensombrecido por efecto de los rayos del incandescente sol.
Justo como el rostro de Warren se había visto ensombrecido cuando se inclinó sobre él al desacomodarle la ropa, justo como se había visto el rostro de Shaw después de que Charles había recibido aquel disparo que le impidió volver a levantarse.
Terminó usando ambas manos para empujar a Erik por el pecho, no lo había pensado, solo había actuado, sintiendo que era lo único que podía hacer. Su cerebro había actuado por su cuenta.
Se obligó a sí mismo a enfocarse en la forma confundida y sorprendida en que Erik lo miraba, emociones teñidas de preocupación.
—N-no— Trató de decirse más a sí mismo, a su cerebro inundado de terror, deseando hacerlo parar.
La visión de Erik comenzó a verse borrosa a causa de ojos llorosos, quería enfocarse en los pensamientos que Jean buscaba transmitirle, pero no podía.
—No estoy asustado de ti, no te tengo miedo a ti— Sintió como un sollozo se le escapó, sintiendo sus manos temblorosas contra el pecho de Erik, percibiendo como el alfa estaba por alejarse de él. —No te tengo miedo a ti—Volvió a decir para cerrar los ojos con fuerza y tomar entre sus puños un pequeño pedazo de tela de la camisa que Erik portaba, rehusándose a que el hombre que amaba se apartara de él. —No te vayas— Terminó susurrando.
—No me estoy yendo— Escuchó a Erik explicar suavemente. —Charles— Lo llamaron enseguida. —Está bien—
No estaba bien, estaba actuando todo aterrado por la presencia de… no, no estaba asustado de Erik, no le temía a Erik, pero su cuerpo continuó temblando y su cerebro siguió pidiéndole huir, haciéndolo sentir que todo estaba mal.
—Charles, está bien— Repitió el alfa.
"¿Charles?". Transmitió Jean con un deje de miedo.
Estaba asustando a su hija.
Sintió a la menor aun abrazada a él, así como sintió a Lensherr ayudarlo a sentarse nuevamente. El cambio de posición le permitió abrazarse al alfa con una mano, mientras con la otra correspondía al abrazo de su hija, aun sintiéndose tembloroso, aterrado, falto de aire, incapaz de no llorar.
—Lo siento— Exclamó entre sollozos que estaba tratando de tragarse, sintiendo a Jean contra sí y como de inmediato Erik lo acercaba un poco más a él, comenzando a subir y bajar su mano por su espalda, sintiéndolo acomodar su cabeza contra uno de los hombros de Charles.
—Está bien, no tienes que disculparte por nada— Le dijeron con voz muy baja y suave.
—Lo siento— Pero él tuvo que volverlo a decir.
—Está bien— Repitió Erik, una y otra vez, hasta que su temblor, su miedo, su llanto desaparecieron. Hasta que su cerebro entendió que estaba a salvo y que debía calmarse.
Quería que, justo como Erik le repetía, de verdad todo estuviera bien.
Que él estuviera bien.
…
Alex miró a su hermano jugar con Jean, conversando con facilidad y una enorme sonrisa, sin ninguna preocupación, sin conocimiento de lo que Charles acababa de explicarles.
—No se los había comentado porque al principio creí que podría solo ser una coincidencia— Explayó el telépata. —Pero sigue pasando, Jean piensa algo y de inmediato Scott lo reproduce palabra por palabra y hasta el momento Jean no ha hecho lo mismo con nadie más que no sea Scott—
—Pero nunca me ha dicho que pueda escuchar a Jean— Trató de decir con seguridad, pero la verdad es que estaba confundido, ¿se había perdido de algo?, ¿había pasado por alto algún comentario de su hermano?
Sintió la mano de Hank cubriendo la suya. Concentró su mirada en su novio y las dudas y la auto-recriminación pararon.
—Creo que Scott no se da cuenta, de hecho, pienso que él solo ve esos pensamientos en su cabeza y los toma como propios— Agregó el omega mayor. El jefe se mantuvo en silencio atento a las palabras recién dichas.
Alex trató de hablar, pero su boca únicamente soltó sonidos incomprensibles. Bufó. Hank respondió cambiando la mano cubriendo la suya para que esta nueva extremidad libre se paseara por su espalda en un intento de tranquilizarlo, sí estaba funcionando.
—¿Eso quiere decir que Scott es un telépata también? — Charles le dedicó una sonrisa un tanto incómoda.
—No me atrevería a decir eso— El hombre de ojos azules hizo una pequeña pausa y Alex no estaba seguro de si se sentía aliviado o más aterrado ante la respuesta. —No puedo escuchar los pensamientos de Scott como escucho los de Jean, aunque claro eso podría ser por un desarrollo más retrasado de la mutación de Scott con respecto a la de Jean, pero de cualquier forma me parecería muy raro—
—¿Y entonces por qué Scott escucha a Jean? — Charles encogió los hombros y Alex sabía que recibiría un "No lo sé", pero la respuesta esperada fue interrumpida por Hank.
—Había un artículo que mencionaba que las mutaciones de los compañeros destinados tienden a ponerse en sintonía, al punto en que no pueden herirse el uno al otro con estas y tenía un pequeño párrafo en que hablaba de una hipótesis que tenían los autores sobre si uno de los compañeros destinados fuera telépata, que debía ser más fácil encontrar telepáticamente al compañero destinado—
¡Oh Dios!, ¡Scott y Jean eran compañeros destinados!
—También llegué a leer ese artículo, pero recuerdo que la forma en que fundamentaban los argumentos que apoyaban sus hipótesis no era buena, además de que la bibliografía era escasa y no era la mejor tampoco— Aportó Charles.
—¿Pero podría ser? — Interrogó Summers con un deje de desesperación. Exigía respuestas.
—¿Scott y Jean siendo compañeros destinados? — Cuestionó el jefe por primera vez desde que Charles comenzara a hablar.
—También podría ser una opción, pero tampoco puedo asegurarlo—
—¿Pero puedes compararlo con cómo se siente para ti? — Agregó de forma demandante, dándose cuenta de su error al instante.
Todos suponían que Charles y el jefe eran compañeros destinados, a pesar de que este último nunca lo había afirmado, tampoco nunca lo había negado y esa, consideraba Alex, era respuesta suficiente.
Sabía que no debían mencionarlo frente a Charles porque Alex había sido capaz de entender que existía la posibilidad de que el telépata, al haber perdido su instinto omega, no pudiera percibirlo y él acababa de hacer esa pregunta tan estúpida.
—Para… yo nunca…— Charles habló con un marcado titubeo, para finalmente guardar silencio y sonreír en son de disculpa. Alex era el que debía disculparse.
—Lo siento— Murmuró Alex con la mirada baja.
—Está bien, Alex— Dijo Charles en la misma voz suave en que había estado hablando. —Siento no tener una respuesta para ustedes, aun así, quería comentarles lo que sucede, no quería dejar pasar más tiempo solo conmigo teniendo ese conocimiento— Alex se enfocó nuevamente en su hermano, viendo como Jean le entregaba un sombrerito de papel color rojo.
—¿Es para mí? — Jean asintió. —Me gusta mucho, ¡Hasta es de mi color favorito! — Exclamó su hermano con mucha emoción, mientras colocaba el sombrero en su cabeza.
No pudo detener la sonrisa en su rostro.
—Esperaba que la respuesta fuera sencilla, tener finalmente una respuesta acerca de su mutación, quiero saber si va a ser un mutante o no y si lo es, quiero saber cuál será su mutación, deseo que no tenga una mutación destructiva como la mía…— Hizo una pausa.
Aunque Alex ya se lo había mencionado a otras personas, Charles y el jefe incluidos, siempre lo había hecho pasar como algo sin mucha importancia, como si no le hubiera quitado noches de buen sueño en el pasado (y el presente), eso con excepción de Hank, su amable y amoroso novio, en cuya presencia simplemente no había podido evitar soltar todos sus miedos sin ninguna restricción y con llanto presente, recibiendo de inmediato todo su apoyo y consuelo, ofrecidos sin tapujos ni limitaciones.
Se aferró a la mano de Hank entre la suya y continuó hablando, porque confiaba en el jefe y en Charles.
—No quiero que Scott se tema a él mismo— Murmuró, sintiendo un nudo en la garganta y ojos llorosos, confiando en que estaba bien ser honesto y desahogarse en presencia de los dos hombres mayores.
—Eso es lo que todos queremos Alex, que no teman a sus mutaciones, que nadie los haga sentir como monstruos— Respondió el jefe y él casi pudo sentir el "como nosotros" dejado sin decir. —Porque no lo son, mutantes o no—
—Entiendo que estar sin saber es lo más difícil, al final es lo que más nos da miedo "No saber", pero, mutación o no, una mutación fácil o difícil de controlar, tú y Hank estarán para Scott y todos en Genosha estarán para ustedes—
Le gustaba hablar con el jefe y le gustaba hablar con Charles, ¿estando ambos mutantes mayores juntos conversando?, Alex volvía a remarcar para sí mismo que no necesitaba que ni el jefe ni Charles lo afirmaran en voz alta, para él ellos eran compañeros destinados.
Admiró la sonrisa amorosa de Hank, para recargar su cabeza en el hombro de este, con confianza y sin un toque de pena.
—Si resulta que Scott y Jean son compañeros destinados, ¿vas a estar bien con eso jefe? —Decidió decir en un intento de tono malicioso, buscando calmar su estrés y abrazando la calma que le ayudaron a sentir todos los presentes.
El jefe frunció el ceño, notoriamente molesto.
Alex no tuvo ningún deseo de retener la carcajada recién formada.
—Amor— Riñó Hank.
—Erik— Riñó Charles.
…
Había notado un cambio para mejor en Charles, eso era verdad. Lo veía feliz, más libre, más en sintonía con su alrededor, incluso podía notar que estaba realmente feliz con el hecho de el suero milagroso estaba ayudando a la recuperación de sus piernas.
Erik había estado muy feliz la tarde de la playa, al ver como Charles aceptaba aquel hecho, sin insinuar que no lo merecía. Podría parecer nada para otros, pero para él que había escuchado decir al omega que "Debió suicidarse", el omega que le pidió a Erik matarlo, había sido un alivio y alegría indescriptibles.
Sabía que Charles estaba mejor, pero también sabía que no todo estaba bien.
Quería ayudar y estar ahí para el hombre que amaba hasta lograr que sus pesadillas desaparecieran y que cosas como esa crisis de pánico que tuvo en la playa no se repitieran.
Quería creer que matar a Warren podría ayudar a Charles a sanar, pero al igual que no les había ayudado (ni a él ni a Charles) a sanar el matar a Shaw, la muerte de Warren tampoco haría eso por el omega, además de que su compañero destinado se lo había dejado claro, no quería que Warren muriera, porque no creía que el alfa lo mereciera.
Conociendo al telépata como lo hacía, si castigara al hijo de perra con la muerte, Charles se dedicaría a cargar con dicha muerte el resto de su vida y Erik no quería eso, quería ayudarlo, no hacerle todo peor.
Sí, la opción a la que había llegado en compañía de Darwin y Angel era la mejor, para dejar en claro su autoridad, para dejar en claro por qué había estado mal, para permitirle a Charles sanar.
—Estás despierto— Escuchó la voz adormilada de Charles. Era aproximadamente la una de la mañana; Jean dormía y él y el telépata deberían hacerlo también.
Se giró a mirar a Xavier, siendo una tarea fácil para sus ojos acostumbrados a la oscuridad. Le sorprendió tanto no haber escuchado al omega despertar hasta que este habló, que no pudo dejar la pregunta sin ser formulada.
—¿Tuviste una pesadilla? —
—No lo recuerdo— Comenzó Charles. —No sé, creo que solo… desperté— Su compañero destinado sonrió, por lo que tuvo que corresponder, no había otra posibilidad.
—Si fueran las tres de la mañana me preocuparía que estuviéramos en una película de terror— Su intento de broma fue un éxito rotundo, al ver como la sonrisa en el rostro adormilado de Charles se hacía más grande, acompañado de una risa muy discreta. Se apresuró en seguir hablando. —¿Crees que esa idea de las tres de la mañana, también tenga que ver con los mutantes como lo de las posesiones y los poltergeists que me comentaste el otro día? — Xavier pareció considerarlo un momento, para concluir con un poco de pereza.
—¿Cómo…?, ¿Cómo que a las tres de la mañana por alguna razón las mutaciones sean más poderosas? —
—No lo sé, usted es el del doctorado— Charles sonrió.
—Creo que tendré que pedirle a Hank que hagamos algunos experimentos— Esta vez fue el turno de Erik de soltar una carcajada silenciosa, mientras confirmaba que no estaban perturbando el sueño de Jean. —Erik— Llamó el telépata. —¿Tú tuviste una pesadilla? —Lensherr se apresuró en responder.
—No, solo no podía dormir, estaba pensando—
—¿Quieres…? — Charles se escuchó un poco inseguro y eso era algo que Erik no quería; todo lo que deseaba era que Charles se sintiera en la confianza suficiente como para decirle cualquier cosa, sin miedo, sin dudas.
Porque él quería lo mismo para con el omega.
—¿Quieres hablar de eso? — Se sintió aliviado y pleno cuando su compañero destinado pudo terminar su pregunta.
Y es que, para Erik, Hablar con Charles parecía algo tan simple, algo tan rutinario, pero era el hecho de quién era lo que hacía que fuera tan ameno, tan especial, tan único, haciendo que no pudiera con las emociones cálidas y añorantes en su pecho.
Comenzó a molestarse consigo mismo, porque estaba por arruinar el ambiente ameno. Por desgracia, sentía que debía explicarle a Charles lo que lo había mantenido despierto hasta ahora, porque ya tenía muchas cosas sin decirle al omega, porque era hipócrita desear confianza si simplemente no le decía nada.
—La verdad es que estaba pensando en el castigo de… Warren, ya lo decidí— Charles no dijo nada, únicamente manteniendo su mirada fija en Erik. —Creo que lo decidí desde que lo vi hablar con Angel, pero me rehusaba a aceptarlo, además de que aún tenía que hablar de algunos detalles con algunas personas, pero…—Inspiró profundamente. —¿Quieres escucharlo? —
Charles ya no estaba sonriendo cuando asintió en aceptación.
…
Raven lo miró con el ceño fruncido, Erik podía notarlo, pese a él estar enfocado en observar a Warren a través de la ventana en la puerta.
—¿Estás seguro?, aún puedes cambiar de opinión y matarlo — Erik se giró para encarar a su amiga.
—No, Raven, no voy a cambiar el plan ahora— Afirmó con llaneza. Sean miraba incómodo en todas direcciones, Janos lucía desinteresado, Logan los miraba concentrado en la conversación que se estaba llevando a cabo, pero sin lucir interesado en agregar algo más.
Por la forma en que Logan se había limitado a ofrecerle su apoyo y obedecer a cualquiera que fuera su petición de turno desde que encerraron a Warren, Erik se sentía extrañamente comprendido por el otro alfa. Le daba asco, pero igualmente lo agradecía.
Sabía que para este momento Darwin y Angel debían estar recorriendo la isla diciéndole a los habitantes sobre la reunión que se llevaría a cabo en poco menos de 30 minutos.
Hank y Alex debían estar preparándose también.
Azazel, Mariko y Yukio estarían con Charles y los niños en casa del primero. Ellie se ofreció para ayudar en lo que se necesitara.
—Y confío en que es un buen plan, en serio, es solo que aun no entiendo ¿Por qué no simplemente matarlo? —Erik suspiró, hasta ahora había logrado evitar el responder la repetitiva pregunta de su amiga alfa. —Atravesarle el cráneo con algo metálico y ¡Pum!, muerto, que alguien más lo incinere y nos olvidamos de esto— No pudo ocultar la verdadera razón por más tiempo, simplemente su amiga acabó con su paciencia.
—Charles me lo pidió— Raven torció los ojos.
—¿Es uno de esos pacifistas? — Exclamó la alfa como si sintiera asco, para notarse pensativa y soltar una carcajada. —El destino debe divertirse mucho, ¡Darte un compañero destinado pacifista!, ¡A ti! — Su amiga continuó riendo, Logan mostró una sonrisa de medio lado.
Bastardos.
Que Logan lo comprendía y una mierda.
—Voy a entrar— Dijo, logrando acallar la risa de Raven, obligando a los presentes a ponerse alerta. —No me dejen matarlo— Volvió a ordenar, para finalmente entrar a la habitación.
Warren alzó la mirada, sin hacer ademán siquiera de moverse. Ya no se notaba enojado, tampoco deseoso de gritar que mataría a Charles.
—Por fin vienes a matarme— Comentó como si estuviera hablando de la muerte de alguien más. —Ya era hora— Erik sonrió.
—No voy a matarte— Respondió y Warren lució extrañado. —No me malentiendas, no es que no quiera hacerlo, quiero torturarte hasta sentir que es suficiente y finalmente acabar con tu vida por lo que le hiciste a Charles, pero tú me has dejado claro que no tienes miedo de morir, así que por qué debería castigarte con algo a lo que no le temes— Finalmente ahí estaba, la mirada que se tornaba lentamente en miedo. La guerra había hecho que se acostumbrara a esa mirada.
Era satisfactorio verla en el bastardo que había atacado a su compañero destinado.
—Vamos a usar anti-mutágeno contigo— Warren abrió los ojos con sorpresa y terror, mientras sus alas encadenadas intentaban moverse.
—Pero soy un alfa, nunca voy a recuperar mi mutación— Eso no era cien por ciento real. Erik era un alfa que había sido sometido al anti-mutágeno, lo mismo había pasado con Logan (omega de nacimiento o no, eso a Erik le daba igual, había sido un alfa cuando lo habían sometido al anti-mutágeno), pero no era algo que le diría a Warren, por lo que se limitó a sonreír.
—Después de eso, te sacaremos de la isla, no te voy a permitir seguir viviendo aquí, después de lo que hiciste y después de dejarme en claro que lo vas a intentar de nuevo—
No le iba a decir que lo mantendrían vigilado, que Angel había estado dispuesta a visitarlo cada cierto tiempo, que le proveerían unas cuantas provisiones de ser necesario, porque Erik no quería que muriera así de fácil, porque pese a todo Angel parecía apreciar al alfa.
—Eso no es un castigo, podré vivir lejos de esta isla dominada por ese… telépata bastardo— Podía ver que lo estaba intentando, pero ya no tenía la fuerza furiosa de la primera vez que hablaron.
—Yo creo que lo es, Warren, no vas a tener a nadie para apoyarte, no vas a tener una casa, no vas a tener tu mutación, vas a tener que buscar la forma de sobrevivir en un mundo en crisis post-guerra—
Se giró a ver a través de la ventana notando como Raven daba la señal de que era hora. Erik asintió viendo a sus amigos entrar, para que entre Janos y Logan tomaran al alfa, que aún presentaba efectos de los medicamentos para dormir, sumado a que, al aún estar atado, no podía resistirse mucho a ser arrastrado fuera de la vivienda que había sido su prisión.
Caminaron en silencio hasta el espacio previamente indicado como el punto de encuentro, viendo como ya se encontraban ahí algunos de los habitantes de Genosha, al igual que Alex, Hank y la silla metálica que les había pedido traer del laboratorio.
—Siéntenlo— Ordenó apuntando a Warren y seguidamente a la silla.
El alfa fue acomodado, ante la vista de más y más habitantes apareciendo.
Erik esperó hasta que Raven levantó una mano, gesto que habían acordado como señal de la hora pactada. Todos los habitantes de Genosha estaban presentes, con las excepciones previamente conocidas por el alfa líder, incluidos algunos otros niños en la isla y sus cuidadores.
Angel se notaba incómoda, Darwin la miraba preocupado. Ellie estaba atenta por si se necesitaba de su ayuda. Erik asintió para comenzar a hablar.
—Estoy seguro de que la mayoría debe saber lo que Warren hizo. Si para alguien no quedó claro, lo diré, Warren atacó a Charles, el telépata— Unos cuantos murmullos se dejaron oír, pero Erik decidió no enfocarse en poner atención al punto de entender lo que decían, temía enojarse y que todo terminara en caos, quería que esto terminara rápido para regresar con su familia. —Por eso Warren será castigado. Usaremos anti-mutágeno con él y no se le permitirá vivir en Genosha— Los cuchicheos se volvieron más ruidosos.
—¡Todo por un jodido traidor de mier…! — Impidió que Warren siguiera hablando al provocar un movimiento brusco de la silla.
Esperaba haberle provocado un esguince cervical.
—Sé que muchos aquí no confían en el telépata, porque en sus cabezas creen tener la respuesta a todo y creen estar seguros de saber que todos los telépatas estuvieron de parte de Shaw— Inició con un tono ligero. —Pero la realidad es que no saben nada— Afirmó con crudeza, percibiendo en el aroma combinado de su manada la incomodidad y nerviosismo que la situación les estaba provocando. —Ninguno de los telépatas conocidos estuvieron de parte de Shaw, a excepción de una, Emma Frost, el resto fueron víctimas, obligados a usar su mutación en contra de su voluntad, como muchos mutantes aquí presentes— Las voces susurrantes se detuvieron teniendo la vista de todos, puesta en él. —Les dije que yo me haría cargo del telépata, que habíamos usado anti-mutágeno con él y aun así uno de ustedes intentó matarlo pasando por encima de mi autoridad, sin confiar en mí y en el hecho de que les dije que todo estaba bajo control— Explicó girándose a ver a Warren por unos segundos. —Todos somos una manada y yo soy su alfa líder, no pueden volver a pasar por encima de mi autoridad, si algo les molesta o si no están conformes con cómo se está manejando Genosha, hablen conmigo o con Raven o con Logan y juntos buscaremos una solución que no perjudique a nadie, no traten de resolverlo así, al punto de intentar matar a uno de sus compañeros de manada, no pueden dañar a ninguno de los miembros de la manada, eso incluye al telépata, a Mariko y a Azazel— Enfocó su mirada en algunos de los presentes. —De lo contrario serán castigados como Warren, ¿Fui claro? —
—Sí, jefe— Respondieron sus allegados al instante (Raven, Logan, Janos, Sean, Hank, Alex, Darwin, Angel… Ellie incluida), Siendo imitados justo después por el resto de los habitantes.
Erik asintió en dirección a Hank, que de inmediato (con ayuda de Alex) comenzó a preparar el anti-mutágeno, al ver esto Logan, Raven, Janos y Sean se acercaron a restringir a Warren.
—¡No me…!, ¡No! — El anti-mutágeno comenzó a entrar al sistema del alfa y los gritos de dolor no se hicieron esperar.
Erik también lo había experimentado, el anti-mutágeno era muy doloroso, pocas cosas se podían comparar a ese dolor físico, por eso habían dormido a Charles al usarlo en él; Warren había perdido ese privilegio, después de todo, este era un castigo.
¿Dictadura en Genosha? Puede ser, ¿Erik o yo nos arrepentimos? No, ¿Habrá una revolución en el futuro? Nop.
Recuerden que al pensar en el futuro de este fic deben imaginar lo más dramático posible y después bajarle la potencia hasta llegar a 1% y es ahí cuando esa imagen mental se parecerá más a lo que tengo planeado, ¡Muchas gracias por leer!
