X-Men no me pertenece.

ADVERTENCIA: Clichés de película romántica porque yo amo las películas románticas, no nos hacemos responsables de que quiera salir a la calle y gritar "¡Ya cojan, maldita sea, hagan bebés con un demonio!", eso es lo que yo quiero también *Llora desconsolada para tomarse descansos para reír perversamente*, faltas de ortografía, errores de dedo, perdida de elocuencia.


Charles inspiró profundo con los ojos cerrados, percibiendo los olores a su alrededor. El olor del pasto, el olor característico de algunas plantas, el olor de la tierra y un poco más lejos podía sentirse el olor del mar.

La silla de ruedas dejó de moverse por lo que abrió los ojos para sonreírle a los cuatro niños que se acercaron a él con exceso de energía y con enormes sonrisas, haciéndolo notar lo mucho que lo habían extrañado.

—¡Charles volviste! — Exclamó Kurt en un grito, al tiempo que Jean se acercaba a él y a la silla para poder abrazarlo, porque podía ser que compartieran casa, pero para Jean (y no era queja, Charles amaba abrazar a su hija) volver a verlo siempre ameritaba un nuevo abrazo.

—¿Ya no estás enfermo?, ¿Hank te curó?, ¿Ya nos vas a enseñar a leer y escribir otra vez? — Cuestionó Scott sin pausas y aunque él quería apresurarse y responder a cada una de las preguntas, Ororo se le adelantó.

—¿Enfermo?, pero pensé que estabas lastimado, no enfermo, por lo que el señor malo con alas te hizo— Sintió una ligera vibración viniendo de la silla de ruedas y Jean lo abrazo más fuerte.

"Charles no está lastimado ni enfermo" Afirmó la pelirroja.

—¿El señor malo con alas que quiso robarte? — Preguntó Kurt, como si quisiera saber si estaba en el contexto correcto.

Aunque no le estaba viendo el rostro, estaba seguro que no encontraría nada más que tensión en Erik; porque podía ser que al alfa le enojara hablar de Warren, pero jamás trataría mal a los niños.

—Pero mi hermano me dijo que el señor Erik te salvó, ¿verdad Jean? — Agregó Scott buscando apoyo en su amiga y probable compañera destinada.

Jean se alejó un poco del abrazo que había mantenido con Charles, mirando a Scott y después a él y a Erik con un notorio toque de angustia.

"Sí, Erik salvó a Charles y Charles tuvo que descansar, pero ahora estas bien, ¿verdad?" Ahora Jean se escuchaba un poco dudosa de lo que Erik le había explicado al ella cuestionar por qué Charles se había estado quedando en casa en lugar de salir y enseñarles a leer y escribir como siempre.

Xavier trató de asentir en dirección a su hija, buscando calmar la angustia de la menor, mientras consideraba cuál sería la mejor forma de disipar las dudas y clara intranquilidad en los otros tres pequeños.

—Y que te enfermaste y por eso Hank tuvo que curarte— Concluyó Scott para distraerse al ver a Erik caminar, cambiando su posición desde atrás de la silla de ruedas hasta estar a la par de Charles, quedando un paso por delante, como si en realidad hubiera querido protegerlo de las miradas y palabras de los menores.

—Por qué no mejor dejamos ese te…— Sabía que, de forma bastante amable, Erik estaba por pedirles que no hicieran más preguntas y dejaran de incomodar, pero Charles no quería dejarlos tan confundidos.

—Erik— Llamó, al tiempo que colocaba una mano en contacto con el antebrazo más cercano del alfa. Lensherr guardo silencio y lo miró con el ceño levemente fruncido, para relajar su rostro y asentir, entendiendo sin necesidad de que Charles exteriorizara su deseo de explicarle a los niños. —Sí, Erik me salvó de…— No se permitió perderse en sus recuerdos de ese día, enfocándose en los movimientos que el alfa hacía para poder envolver la mano en contacto con su antebrazo con la propia, así como en la presencia de Jean y centrándose en las miradas infantiles. —Ese hombre— Sonrió. —Y después se puede decir que fueron ambas cosas, estaba herido y enfermo y por eso no podía estar aquí afuera con ustedes, pero ahora estoy mucho mejor— Miró específicamente a Scott. —Porque Hank me curó— El pequeño castaño sonrió satisfecho, al igual que el resto de los menores.

Erik dio un apretón en su mano, obligándolo a mirarlo.

—¿Te dejo con ellos? — Preguntó, como si no fuera lo que habían decidido desde antes, dándole la oportunidad de decirle que no, sabiendo que si lo pedía volverían a pasar el tiempo dentro de la casa, sin tener que separarse nunca.

Y Charles sabía que negarse a estar ahí afuera, expuesto, era la opción más cómoda; pero eso no estaba bien, no era lo correcto, además había extrañado tanto estar en el exterior en compañía de los niños.

Sonrió mientras asentía con seguridad. Erik respondió con un movimiento de cabeza propio.

—Voy a estar aquí, en los cultivos, si necesitas cualquier cosa—

—Mhm, te llamo— El alfa enfocó su mirada en Jean.

—Jean, si pasa algo sospechoso— Lensherr guardo silencio dándose unos golpecitos en la sien con dos dedos, la menor sonrió.

"¡Llamaré a Erik con mi cabeza!".

Erik dio un último apretón a su mano, para dejarla ir.

Al ver a Erik caminar en dirección a los cultivos, se topó con Ellie, parada en medio del camino, notando como parecía querer preguntarle algo a su alfa líder, pero sin atreverse a hacerlo, igualmente el hombre pareció entender, girando la cabeza para mirar a Charles.

Ellie lo imitó, repartiendo su atención entre alfa, omega y Ororo. Xavier entendió la pregunta silenciosa.

"¿Ororo podía quedarse o tenía que irse?"

Sonrió, alzando una mano para saludar a la alfa, concluyendo que esa era respuesta suficiente, centrándose en los niños y en la conversación que tenían entre ellos.

Cuando se permitió volver a mirar, Erik y Ellie realizaban el camino en dirección a los cultivos, juntos.

—¡Qué bueno que regresaste, Charles! —Comentó Kurt.

—Sí, era divertido ir y visitarte a ti y al señor Erik y a Jean, pero es más divertido estar todos en el afuera— Agregó Scott, mientras Ororo asentía.

—Es afuera, no tienes que decir "en el"— Buscó corregir con amabilidad.

—Afuera— Volvió a decir el Summers menor.

—Yo creí que ya solo íbamos a verte en tu casa, pensé que te iba a extrañar y extrañar, como con mi papi, ahora solo tengo que extrañar a mi papi— Exclamó Kurt luciendo feliz, para que, al terminar su frase, hiciera una pausa y comenzara a llorar, sin gritos ni gimoteos, solo lágrimas.

Los tres niños restantes lucieron de inmediato asustados.

—Oh, cariño— Alzó las manos en un claro gesto que pedía un abrazo. Kurt entendió de inmediato corriendo a abrazarse a él, con menos práctica que la de Jean, pero igualmente lográndolo con éxito. —Tu papá va a regresar en una semana y podrás verlo y estar todo el día con él—

—Pero-pero mami dijo que se va a ir otra vez— Se quejó de forma desgarradora, como si del fin del mundo se tratara, porque para Kurt así debía ser.

—Solo por un rato— Mientras trataba de calmar al niño, los tres pequeños restantes se acercaron al abrazo, Scott y Jean con infinita confianza y Ororo con un poco de reticencia, pero sabiendo que no sería regañada o negada al tener cada mano entrelazada con uno de los otros menores que estaban por unirse al abrazo.

Kurt soltó una risita en cuanto sintió como su abrazo se había convertido en uno grupal.

Jean comenzó a pasar una mano por la espalda de Kurt, en la forma en que Erik hacía y Scott colocó un beso en la parte más alta que lograba alcanzar de la cabeza de Kurt, probablemente imitando un gesto de Alex o de Hank.

Ororo atacó con un poco de cosquillas en puntos estratégicos, haciendo a Kurt reír a carcajadas.

—Yukio y Ellie me hacen cosquillas cuando estoy triste— Explicó al tiempo que el abrazo terminaba, mientras Kurt aun reía un poco. —¿A dónde fue tu papi? — Interrogó justo después.

Como Kurt aun parecía estar ocupado quitando rastros de lágrimas y recuperando una respiración más normal, decidió que respondería él.

—El papi de Kurt está en una misión muy importante para mantenernos a todos en la isla a salvo—

—Oh, ¿es un héroe como el papi de Jean? — Cuestionó Ororo con mucho interés.

—Charles dijo que lo era, también dijo que el hermano de Scott y su Hank lo eran también— Respondió Kurt mucho más recuperado.

"Mariko dijo que Charles era un héroe también".

—La señora Mariko dijo que Charles era un héroe también, ¿tus mamás son héroes también? — Agregó Scott, probablemente luego de que Jean le transmitiera sus pensamientos, Charles quería negarlo, porque las voces que lo llenaban de culpa le estaban recordando que él no era ningún héroe, pero las nuevas voces que estaban empezando a acompañarlo lo instaban a cuestionar, "¿por qué no lo eres?, creo que sí lo eres". Al final no se atrevió a negar o confirmar nada.

Ororo lució un poco insegura.

—Yo creo que…— Intentó decir poco convencida, él no podía ver que Ororo lo dudara, que por su cabeza pasara que Ellie y Yukio tal vez y no podrían ser consideradas con unas heroínas.

—Lo son— Concluyó él, haciendo sonreír a la peliblanca.

—Yo también creo que lo son— Agregó con seguridad.

Satisfecho, relajó el cuerpo, dándose cuenta en ese momento que se había mantenido un tanto tenso.

—¿Les parece si comenzamos con nuestras clases para aprender a leer y escribir? —

—¡Sí! — Recibió una respuesta grupal llena de júbilo.

Suponía que era extraño encontrar paz en la monotonía, pero aquellos que habían pasado por una guerra probablemente coincidirían con Erik.

Subió la rampa metálica a la entrada del laboratorio. Le sorprendía lo lejano que se sentía el momento en que había hecho esa rampa, él mismo se percibía diferente a como se había sentido en aquel momento.

Charles le dedicó una mirada rápida y una sonrisa discreta, respondió el gesto de forma positiva.

Al ingresar al laboratorio y dirigirse al lugar habitual en el que encontraban a Hank, esta vez el hombre no estaba, McCoy en su lugar estaba sentado junto a una camilla, ocupada por un sentado Alex, no como si se fuera a acomodar en esta, si no como si estuviera por ponerse de pie.

Scott que parecía haber estado entretenido jugando sobre la misma camilla, fue ayudado por Hank a bajar, para luego correr a acercarse a ellos.

—Hola Jean, Charles, señor Erik— Ofreció de manera educada y con mucha energía para ser tan temprano.

Notó a Charles apresurarse en bajar a Jean de su regazo, muy seguramente a petición de su hija, su intención era acercarse y ayudar, pero el omega había logrado su cometido sin mayores problemas.

Erik se permitió un momento para abrazar el alivio que experimentaba al percibir esos pequeños detalles que le dejaban en claro la mejoría en la salud de Xavier.

Finalmente se enfocó en Hank y Alex.

—¿Está todo bien? — Alex sonrió, incluso si Hank no lo hizo.

—¿Ustedes están bien? — Cuestionó Charles a continuación. Summers miró a McCoy, como si quisiera darle la oportunidad de hablar y aunque parecía que el médico les explicaría todo, Alex pareció perder las ganas de esperar a que su novio lograra acomodar las ideas en su cabeza y finalmente lograra formular una frase coherente.

—Es de nuevo mi ciclo de celo, es todo, y como Hank le ha estado haciendo cambios a los supresores no me siento tan mal como la otra vez, no he vomitado ni una vez— Aseveró con una sonrisa llena de positivismo. —Pero como McCoy aquí es un exagerado pues...— Alex utilizó un tono que combinaba diversión y queja. —Aquí estoy— Concluyó sonriente.

—Pues sí, soy muy exagerado— Exclamó Hank en una especie de berrinche. Era graciosa la interacción de esos dos.

—Pero, ¿estás bien entonces? — Cuestionó Charles en voz un tanto baja, asegurándose con la mirada, de que Jean y Scott estuvieran lo suficientemente distraídos con sus propios juegos.

—Lo estoy— Contestó el rubio.

—No por completo— Dijo el beta al unísono. Summers torció los ojos, Hank frunció el ceño, aunque no se notaba enojado, se notaba más bien muy preocupado. —Puede que la severidad de los efectos adversos haya disminuido, pero aún están— Alex dejó de sonreír, sin negar ni afirmar lo dicho por su pareja. —Debes tomarte el día— Ante eso el omega comenzó a negar con la cabeza al tiempo que hacía una mueca precediendo a una respuesta hablada negativa.

—Por supuesto— Decidió interrumpir él. —Descansa el día de hoy Alex— Notó el asentimiento de cabeza silencioso de Charles. Se sintió validado.

—Jefe…— Parecía que Summers quería negarse, pero, a pesar de no notarse tan afectado como la vez anterior, muy seguramente sí debía sentirse mal. —¿De verdad está bien que me tome el día? —

—Claro que sí, de hecho, Hank si quieres tomarte el día también, aunque claro te avisaríamos en el caso de una urgencia— Notó el rostro lleno de color de Alex, así como una sonrisa casi formándose. Hank se notaba sorprendido, como si estuviera a punto de gritar un "sí", pero como si no estuviera seguro de permitírselo.

El beta se giró a mirar a su novio, siendo correspondido por este.

—¿En serio, jefe? — Interrogó el hombre de lentes.

—En serio— Confirmó.

—Podríamos cuidar a Scott todo el día— Agregó Charles, de forma pausada y con un toque inseguro, pero al final lo había soltado como una sugerencia, no como una pregunta.

—Sí, podríamos— Afirmó él, dirigiéndole una sonrisa a su compañero destinado. —Y toda la noche, también— Dejo de enfocarse en la sonrisa del ojiazul, para hacerlo en el rostro aún más rojo de Alex que combinaba con el de Hank.

—¿En se…? — Antes de que Alex pudiera volver a preguntar, se detuvo a sí mismo, para dirigirse a su hermano. —Scott, ¿quieres estar todo el día con Jean y después hacer piyamada en su casa? —

—¡Sí, sí quiero! — Contestó el menor, ni bien la pregunta fue hecha. —Jean, ¡voy a dormir en tu casa! — Y el niño abrazó a su hija.

Ese pequeño mocoso precoz, no le bastaba con la posibilidad de que fuera el compañero destinado de su inocente niña.

Los iba a alejar, claro que sí.

Su intento de caminar hasta los menores fue detenido por una mano enredándose en la suya que dio un pequeño jalón. Charles no se giró a mirarlo, pero estaba casi riendo sin acabar con el agarre.

—Yo… bueno… entonces nos vamos— Dijo Hank ayudando a Alex a ponerse de pie para rodearle el cuerpo en un semi abrazo seguro, probablemente temiendo que se mareara y cayera, la verdad era que Erik creía que el omega menor sí estaba un poco mareado. —L-lo siento, Charles, tu rehabilitación…—

—Oh, no, Hank, no tienes que disculparte, cuida bien de Alex—

—Si Scott empieza a llorar a mitad de la noche pueden llevarlo de regreso sin problemas, no tienen que tratar de calmarlo— Agregó Alex.

—De acuerdo— Contestó Erik.

Beta y omega se dirigieron a despedirse de Scott. Una vez que se aseguró que Alex tenía una pared cerca como nuevo soporte improvisado, Hank cargó al niño, dejando un beso en su frente, así como un abrazo apretado,

—Te portas bien, Scott— Ordenó McCoy con cariño.

—Ok— Respondió el castaño al tiempo que Hank lo pasaba a los brazos de Alex, para nuevamente asegurarse de que no hubiera viajes espontáneos al piso con ayuda de un brazo rodeándolo de forma suelta por la cintura. Summers beso y abrazo a su hermano por dos minutos completos.

—Te amo— Le dijo al menor.

—Yo también— Respondió el niño con una sonrisa enorme para ser nuevamente puesto en el suelo y acercarse a Jean y entretenerse nuevamente jugando con ella.

—Jefe, ¿cierra usted? —

—Sí, Hank, yo cierro—

Una vez que Hank y Alex salieron del laboratorio él y Charles se permitieron compartir sonrisas cómplices y burlonas.

—¿Seguro que no te importa estar aquí desde más temprano? — Cuestionó mientras veía a Jean y Scott recostarse sobre el pasto en el lugar habitual en el que solían jugar. Charles rio, ante las acciones de los menores o ante sus preguntas, Erik no estaba seguro.

—No— Le contestó con amabilidad.

—Solo quería estar seguro— Dijo, bajando la mirada.

—Está bien— Respondió el omega. Erik quería sentarse en el pasto junto a su hija y a Scott y limitarse a conversar con su compañero destinado, pero el hecho de que no pudiera ni siquiera mantenerse unos segundos más en sus ensoñaciones fue respuesta suficiente del universo.

"No, Erik, no puedes hacer eso".

Erik, cambio— Escuchó a través del radio colgando en su cintura. Lo tomó, apresurándose en contestar a Raven, obligándose a controlar sus pensamientos negativos.

"Nada debía haberle pasado a Azazel, nada debía haberle pasado a Janos, la misión debía estar yendo excelentemente." Repitió una y otra vez, como un mantra.

—Te escucho, Raven, cambio— Charles le dedicó una mirada interrogante combinada con inquietud, aun así, no lo interrumpió con preguntas que podrían distraerlo de continuar una conversación con su amiga que podía necesitar ayuda. Trató de mantener la calma al recordar que Raven realmente se había escuchado tranquila.

¿Crees que podría tomarme el día de hoy?, cambio — La preocupación nuevamente se apoderó de él.

—¿Pasó algo malo?, cambio — Necesitaba saber detalles, ahora mismo, entre más detalles tuviera sobre el problema más posibilidades de éxito tendría al buscar resolverlo.

No, no—Negó su amiga al acto, para soltar un suspiro cansado perfectamente reconocible aún a través del radio. —Es solo que Kurt tuvo una noche difícil y Charles me dijo que lloró un poco porque extraña a Azazel— Erik experimentó dos sensaciones en ese momento. Su corazón sufrió acompañando a su amiga, porque entendía lo que era extrañar a quien amabas, sabiéndose responsable de la situación pues, aunque Azazel se hubiera ofrecido, al final el que dio la orden definitiva fue Erik, pero otra parte de él sintió alivio, removiéndose en un charco de comodidad al notar como su amiga trataba cada día de ser más amable con Charles, comenzando a ofrecer su confianza e interés. —Por eso pensé que sería bueno para él que pasemos todo el día juntos, pero si no se puede lo entiendo, cambio

—Por supuesto que se puede, Raven, si necesitas cualquier cosa avísame, cambio—

Gracias, Erik, cambio— Percibió el alivio inmediato en la voz de Raven ante su respuesta positiva.

Acomodó el radio en su lugar previo y le sonrió a Charles.

—Voy al baño— Informó poniéndose de pie, apartando la vista del tablero de ajedrez, concentrándose en Charles. —Sabré si haces trampa— Amenazo de forma juguetona, incluso agregando un dedo acusador.

Charles le ofreció una sonrisa dulce.

—No, no lo sabrás— Trató de pensar una respuesta inteligente e indignada, pero simplemente no pudo aguantar la risa, iniciando su camino al baño.

Desde su nueva localización con puerta cerrada, podía escuchar la voz amortiguada de Charles y de Scott.

—¿Scott te enseñó a hacer aviones de papel?, ¡Wow, vuela muy alto! —

—Mi hermano y Hank me enseñaron y Jean me enseñó a hacer sombreritos y ahora me va a enseñar a hacer barcos—

—Son todos unos maestros del origami— Escuchó la risa de Scott e imaginó la de Jean.

—¿Qué es eso? Suena chistoso—

—Es como se le dice al arte de saber doblar el papel para hacer figuras—

—Pues tiene un nombre muy chistoso— Erik reacomodó su ropa y procedió a lavarse las manos.

—Yo creo que es más chistoso el hecho de que encontré una abeja—

¿¡Había una abeja en la casa!?, ¿¡Qué pasaba si le picaba a Jean o a Scott o a Charles y eran alérgicos!?

Se apresuró a salir del baño, para darse cuenta de que Charles tenía sus dedos índice y pulgar juntos, haciendo una pinza como si realmente sostuviera algo, sin embargo ahí no había nada.

—Yo no veo nada— Dijo Scott, pese a estar muy cerca de la mano de Charles, al igual que Jean que tenía la boca abierta denotando su excesiva concentración.

—Es porque es invisible y está buscando su casa que también es invisible—

—Las abejas viven en un panal, me lo dijo Hank— Charles sonrió ante la explicación del castañito, para mirar a Jean.

—Es verdad, es verdad, está buscando su panal, ¿dónde podrá estar? — Comentó moviendo su mano con lentitud en zigzag. —Será que está… ¡Aquí! — Exclamó para atacar el abdomen de Jean con cosquillas. La pelirroja se encogió luciendo divertida.

Scott tenía una expresión que combinada diversión y miedo.

—¡O será que está aquí! — Exclamó Charles, esta vez acercando su mano al abdomen de Scott. El menor de los hermanos Summers huyó sin pena hasta esconderse a espaldas de Erik.

—¡Señor Erik, sálvenos! —

¿Y así esperaban que aceptara a Scott como el compañero destinado de su perfecta hija?

Charles seguía riendo, mirándolo solo por un instante, haciéndolo percibir su amor por él crecer.

—¡Definitivamente debe estar aquí! —Exclamó el omega iniciando un nuevo ataque a Jean, quien pese a saber lo que ocurriría no se movió, únicamente encogió el cuerpo sin dejar de sonreír para luego hacer un ademán de querer alejar a Charles de su persona y ni bien ese gesto fue realizado de manos empujando la nada, Charles, el tablero y la silla de ruedas, que había estado detrás del omega, terminaron actuando como si realmente hubieran sido empujados.

El tablero y la silla de ruedas no eran tan importantes, ni tan preocupantes como el hecho de que Charles hubiera terminado recostado sobre su espalda, además de deslizarse unos escasos centímetros lejos de Jean.

—¡Charles! — Llamó, asegurándose de no empujar a Scott al moverse con rapidez hacia su compañero destinado, quien seguía riendo con un rostro repleto de admiración, aceptando de inmediato la ayuda que él ofreció para sentarlo. —¿Qué fue…? — Trató de descubrir mirando a todos los presentes. —¿Estás bien? — Cuestionó al omega. —¿Jean estás bien?, ¿Scott? —

—Sí— Le contestó como si le pareciera lo menos importante mientras aceptaba el abrazo de una asustada y confundida Jean, al cual se sumó Scott.

Después agregando con mucho interés.

—Creo que Jean no solo es telépata, tiene telequinesis—

—¿Qué? —

—Claro, si Scott hubiera estado más cerca no habría sido posible diferenciar sobre quién era el verdadero causante de ese empujón, pero con Scott tan lejos… creo que es la posibilidad más… acertada— Charles no dejó de sonreír en ningún momento, tampoco se notó asustado.

—¿Jean hizo que Charles se cayera? — Cuestionó Scott achicando uno de sus ojos.

—Sí— Respondió el omega como si estuviera explicando un chiste. —Oh, no cariño yo sé que no querías lastimarme— Agregó abrazando nuevamente a Jean. —Es… creo que es una segunda mutación, tienes al parecer dos mutaciones— Y entonces Jean miró a Erik, con ojillos húmedos y ceño fruncido con intranquilidad, como si esperara el peor de los regaños.

Se apresuró en abrazar a su hija, incluso si Charles aún estaba haciéndolo también, sintiéndola recargar su cabeza contra él.

—Eres increíble Jean, dos mutaciones— Le dijo en voz suave y sonriendo, notando como el aparente miedo en el rostro de la pelirroja desaparecía.

—Eres una niña muy especial— Dijo Charles. Ante eso, la sonrisa tímida que había aparecido ante las palabras de Erik se volvió una radiante.

Jean miró a Scott y nuevamente a ellos. Erik esperó la traducción de Charles.

—Claro, Scott también es muy especial— Scott lució satisfecho con lo escuchado.

—Claro que lo es— Afirmó él en apoyo a su compañero destinado.

—Pero yo no tengo ninguna mutación— Dijo Scott, incluso si seguía sonriendo.

—Eso no quiere decir que no seas muy especial— Certificó el telépata mayor.

Ambos menores se miraron para comenzar a reír (incluso si él no era capaz de escuchar la risa de Jean, estaba seguro de ello).

Aprovechando que los menores se habían distraído, volvió a preguntar de forma más discreta.

—¿Estás seguro de que estás bien?, ¿tu cabeza?, ¿tu cuello? — Charles le sonrió pasando una mano por su cabeza.

—Estoy bien— Afirmó. —Mi largo cabello amortiguó el golpe— Agregó en tono juguetón. Erik rio de forma discreta.

—Es verdad, eso fue— Decidió seguir el juego, pues si bien el cabello de Charles había crecido bastante, seguía siendo corto y no el mejor amortiguador.

Lo que sí era verdad, era que el largo permitía notar que era un poco rizado.

Pasó su mano por un pequeño mechón de cabello, recordando de repente que no debía de permitirse tanta confianza.

Miró a Charles, temiendo haberlo hecho sentir incómodo, pero todo lo que encontró fue un rostro tranquilo, si bien un poco enrojecido.

Sintió el calor aumentar en su propio rostro.

—Jean— Se tuvo que aclarar la garganta, pues le había parecido que su voz se había escuchado rara. —Jean es de verdad una mutante muy poderosa, si tiene telepatía y telequinesis—

—Lo es— Confirmó Charles.

—Nuestro propio Poltergeist en casa— Dijo, buscando hacer reír al hombre que amaba.

Funcionó.

—Erik— Lo riñeron, pero no se sintió regañado porque el telépata no había dejado de reír.

Amaba mucho a su familia.

Añoró poder decirle a Charles lo mucho que lo amaba, sin miedo a herirlo por tales sentimientos.

Era demasiado temprano, pero como Alex había previsto, Scott no parecía querer aguantar más tiempo lejos de su hermano y de su Hank (palabras del mismo Scott, no de Erik).

Había intentado calmar al niño, no porque no pudiera sobrellevar el llanto de un niño, sino porque no quería que terminara despertando a Charles y a Jean también; en parte había funcionado, además, él era el alfa líder de la isla, conocía perfectamente los horarios de sus más allegados y sabía que para esta hora Hank ya debía estar despierto.

—Escucha— Inició la explicación al niño lloroso entre sus brazos, que finalmente había sido entretenido con pan y leche. —Le hablaré a Hank por el radio y si contesta le diré que venga por ti, si no contesta, necesito que esperes a que Charles y Jean despierten, para que vayamos todos juntos a tu casa, porque no quiero dejarlos aquí solos mientras te llevo a ti con Alex y Hank— Scott lo miró, con ojos grandes y cejas alzadas.

Erik sabía que habían llegado a un entendimiento mutuo, incluso antes de la confirmación verbal. Alguien tan comprensivo podía ser que sí fuera el compañero destinado de su hija.

—Sí, yo tampoco quiero que estén solitos—

—Bien, entonces, ¿puedes esperar un poco más? — Scott sorbió la nariz escandalosamente.

—Sí— Y le dio un trago pequeño a su vaso con leche.

Erik lo acomodó en la silla de al lado, para ponerse de pie e ir por el radio.

Como previó Hank contestó al instante y en 10 minutos ya estaba en la puerta de la casa abrazando a un lloroso Scott que exclamaba lo mucho que lo había extrañado.

—Nosotros también te extrañamos—

—Pe-pero sí me divertí con Jean y con Charles y con el señor Erik— Hank rio sin dejar de hacer movimientos suaves en la espalda del menor.

—Me alegro mucho— Afirmó Hank sin sonar fingido como Erik temía que él se habría escuchado.

—Jugamos a ser maestros de "omami" y a las cosquillas con abejas y Jean empujó a Charles con sus poderes… con su mutación— Hank lucía confundido, él también habría estado confundido si no hubiera estado presente.

—Creo que quiso decir maestros de origami, Charles les hizo cosquillas fingiendo que tenía una abeja en las manos que buscaba su panal y al parecer Jean tiene telequinesis también— Hank de inmediato se notó muy interesado.

—Tengo tantas preguntas, pero tal vez debería… debo esperar a que sea una hora más razonable para hacerlas, además creo que alguien quiere ver a su hermano— Agregó apuntando a Scott con la mirada de forma fugaz. —Telepata y además con telequinesis— Suspiró para negar con la cabeza como si quisiera aclarar su mente y centrarse en el momento actual. —Gracias por cuidarlo, jefe— Erik negó con la cabeza.

—No hay problema, Hank— Lensherr aceptó una última sonrisa de parte de McCoy para verlo dar media vuelta e iniciar su camino hacia su propio hogar, al reencuentro con Alex.

Erik estaba por cerrar la puerta, mientras centraba su visión en Charles y Jean que continuaban durmiendo

"…tú me haces querer estar bien".

—Hank— Llamó, esperando aun ser suficientemente silencioso, saliendo de la casa, pero sin atreverse a alejarse más allá de un metro.

El beta regresó sobre sus pasos luciendo extrañado.

—Podrías…— Mierda, ¿cómo se decían estás cosas? —Me ayudarías a… con mi…— Entrecerró los ojos, haciendo una mueca agria. —¿Salud mental?, ¿Es así como se dice? — Hank le ofreció una sonrisa ligera.

—Claro que sí, jefe—


¿Hank y Alex tuvieron sexo? Mucho.

¿Charles y Erik lograran tener sexo en algún momento? Ufff, mucho.

Muchas gracias por leer.