Y aquí vuelvo con nuevo capítulo!
Muchísimas gracias por los rewievs, me han hecho mucha ilusión y mientras siga habiendo alguien que me lea seguiré poniendo el fic .
En este nuevo capítulo ya aparece el nuevo personaje, así que ya empieza en sí la historia del fanfic, el capítulo anterior más que anda era una introducción de la situación en la que se encontraban los personajes.
Este capítulo también es cortito, el siguiente ya será un poco más largo y los siguientes aún más, aunque no demasiado, hasta ahora no he pasado de las 12 páginas por capítulo, a ver en el último que es el único que me queda pro escribir.
Como siempre se debe decir One Piece no me pertenece ya que si así fuera Sanji y Zoro serían mis esclavos sexuales(es coña).
Espero que os guste. REWIEVS POR FAVOOOOOOOR!(sueno desesperada, lo sé)
CAPÍTULO 2: EL OCTAVO PASAJERO
-¡YA ESTÁ LA COMIDAAAAAAAAAAAAA!- la voz de Sanji se oyó por todo el barco sin necesidad de que el rubio tuviese ni siquiera que salir de la cocina.
Los primeros en aparecer fueron Luffy y Usopp, los cuales se sentaron uno al lado del otro y empezaron a aporrear la mesa con los tenedores y cuchillos a la vez que chillaban "¡COMIDA, COMIDA!" con tal ímpetu que parecía que no habían probado bocado en dos semanas. Robin, la cual estaba en el camarote femenino, fue la siguiente en hacer aparición y se sentó junto a Luffy, lo que hizo que, intimidados por la presencia de la joven, los chicos se calmasen un poco y dejasen de patalear y golpear la mesa, pero no así que Luffy dejase su ya típico "jooooo, Sanji, quiero comer, tengo hambre, quiero carneeeeee" en ese tonito suyo tan infantil y ñoño. Chopper entró en la cocina justo en el momento en el que Sanji le repetía a Luffy por séptima vez que tenían que esperar que SU Nami-swan llegase para poder empezar a comer mientras Usopp, por su parte se quejaba y murmuraba para sí mismo lo que no se atrevía a decir en alto. Finalmente Nami y Zoro hicieron aparición a la vez dirigiéndose entre ellos miradas de odio contenido y finalmente separándose con un "Hmpf" y dándose la espalda el uno al otro. Robin, que vio el gesto, no pudo evitar sonreír para sí misma y antes de que Sanji estallase acusando a Zoro de haber enfadado a su querida pelirroja, ésta se acercó a él por la espalda y poniéndose de puntillas y apoyando su mano derecha en el hombro del joven se asomó por encima del otro hombro del chico para fisgonear que es lo que había en la cazuela que tenía en las manos. El plan de la navegante funcionó, pues así que el rubio sintió los pechos de Nami contra su espalda se olvidó de su discusión con el espadachín y prácticamente derritiéndose cual mantequilla dedicó toda su atención a la pelirroja.
-¿Qué has preparado para comer Sanji-kun?- dijo ella poniendo de nuevo el tono meloso que adquiría su voz cada vez que quería algo del cocinero.
- OHHHHHHHHHHHHHHHH NAMI-SWAAAAAAAN, he preparado arroz con pollo y curry pero si no te gusta puedo hacer otra cosa para ti- dijo él con corazones en los ojos y apunto de soltar el recipiente que sostenía en las manos para sostener con ellas a cierta jovencita que estaba a su espalda.
-No hace falta, yo comeré lo mismo que el resto, pero gracias de todas formas Sanji-kun- añadió ella separándose de él no si antes recorrer la espalda del chico con su dedo índice.
Zoro y Robin miraron suspicaces la escena y la misma frase vino a la mente de ambos "Ésta algo quiere ". Mientras Nami se sentó junto al espadachín, éste la miro receloso como acusándola de algo, a lo que ella respondió sacándole la lengua en el más infantil gesto que se le pudo ocurrir, sabiendo que esto iba a desquiciar aún más al chico.
- Arpía manipuladora…- musitó él por lo bajo recibiendo justo después un golpe en la cabeza
-Cuidadito con lo que dices de Nami-san, cabeza de lechuga- dijo Sanji bajando la pierna tras haberle propinado una pequeña patada al joven espadachín.
-Diré lo que quiera imbécil, es más, te digo que te andes con cuidadito con lo que me dices a mí-
-Yo sólo te digo lo que mereces oír, idiota musculitos-
-¿Tan poco aprecias tu vida?-
¡CLONK!
-¡BASTA LOS DOS!-
-¡Sí Nami-swaaaaaan!-
-¡Hmpf!-
Cada uno se sentó en su sitio, quedando finalmente Nami entre Zoro y Sanji para evitar más peleas y el resto de la tripulación sentados frente a ellos.
El resto de la comida transcurrió sin más incidentes importantes, salvo las miradas de odio contenido que se dirigieron el espadachín y el cocinero a lo largo de toda la velada, y las tonterías de Usopp y Luffy, que no dejaron de jugar con la comida y de imitar al resto de la tripulación durante dos horas, la única que se libró de ser burlada fue Nami, que amenazó con dejarlos abandonados en mitad del mar con una piedra atada el cuello y con la única compañía de una tabla de madera podrida y repleta de gusanos y una lechuga seca. Fue cuando acabó la comida cuando Zoro y Robin averiguaron a que se debía el empalagamiento anterior de su navegante con el rubio, y cuáles eran sus verdaderas razones, hoy le tocaba fregar a ella.
-Sanji-kuuun, hoy me toca fregar a mi pero es que no quiero que mis manos se estropeen ya que así no podré dibujar más mapas, ¿te importaría fregar por mi?- dijo poniendo su ya conocida carita de niña buena.
-"con esa carita caería hasta yo"- reconoció Zoro para sí mismo, los ojos de chica desvalida e inocente que ponía Nami eran capaces de convencer al más insensible de los hombres, de hecho no hay día que pase que el espadachín no se pregunte el por qué la navegante no se metió a actriz, con lo bien que se le da y lo bien pagado que está.
-Pues claro que sí Nami-swan, yo nunca permitiría que estas hermosas y suaves manos se estropeasen lo más mínimo- dijo el aludido en plan gentleman y cogiendo las manos de la chica entre las suyas con suavidad para besarlas. Una vez dichas las palabras mágicas, Nami se olvidó repentinamente del cariño que segundo antes parecía sentir por Sanji y soltando sus manos de las del chico salió por la puerta de la cocina sin musitar ni un mísero "gracias" en dirección a su camarote.
-¿No es encantadora?- dijo Sanji con corazones en los ojos y ahogándose en su propia baba.
-Tan encantadora como un cardo borriquero- murmuró Zoro dejando él también la estancia y dirigiéndose a la cubierta para echarse una siestecita.
Poco a poco todos fueron saliendo de la cocina dejando al pobre Sanji con todo el engorro de los platos, que anhelaba, iluso de él, una recompensa por parte de la navegante por haber hecho su tarea, y todos sabemos muy bien cuál es el tipo de recompensa que quiere Sanji.
Luffy y Usopp, los cuales se empezaron a aburrir optaron por ir a molestar al pobre reno y dado que al cabo de un rato eso también les aburrió Usopp se decidió por contarles sus "maravillosas aventuras", que Luffy y Chopper se creyeron de cabo a rabo son poner en duda ni uno sólo de la gran variedad de acontecimientos que el artillero contaba y sin pensar en ningún momento que todas las hazañas que el trolero se atribuía fuesen mentira. Robin los observaba divertida desde su silla, intentando que en algún momento dejasen de gritar para así poder enfrascarse de nuevo en su lectura. Nami, la cual estaba haciendo unos mapas salió hasta 8 veces de su camarote intentando hacerles callar a base de golpes, amenazas, gritos, más golpes, más amenazas, pero sin que nada de ello surtiese efecto, teniendo que optar al final por improvisar unos tapones para los oídos con un poco de algodón que cogió del botiquín del médico de a bordo.
Zoro, crispado, optó por ponerse a entrenar, pues raro el él, era incapaz de dormirse, y eso era algo muy malo para la tripulación, pues pocas horas de sueño de Zoro es directamente proporcional a mosqueo, crispación, enfado y "no te acerques que te rajo". Así que, por una vez, el trío calavera decidió usar la cabeza y no acercarse mucho al espadachín, que cuando los sentía a menos de 5 metros de él entraba en modo Berserker y no era consciente de sus actos.
Él no sabía cómo estaba el ambiente, él se había mantenido ausente de todo en la cocina, él iba a sufrir, mucho. Él se dirigió al camarote de Nami, tras tener que soportar las historias de Usopp, tras sentir el aura asesina de Zoro persiguiéndole y tras soportar a Chopper agarrado de su pierna llorando desgarradoramente y chillando "NO, NO ENTRES AHÍ, MORIRÁS!". Pero él no creía eso, ella no le haría algo así, SU Nami-swan no es mala ni cruel como ellos dicen. Además él sólo iba a buscar su bien merecida recompensa. Y…sin pensárselo dos veces y con las esperanza de encontrarse a su querida navegante en ropa interior, Sanji irrumpió en el camarote femenino sin siquiera llamar a la puerta
-NAMI-SWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN ya acabé de fregar los platos y pensé que quizás tendrías alguna pequeña recompensa para mí, mi dulce navegante…eh? Nami-san ¿qué haces con esa sill…?-
CLONK!
Cuando Sanji volvió a abrir los ojos estaba tumbado sobre el sofá del camarote masculino con un montón de caras preocupadas mirándole fijamente.
-Mirad, mirad ya se despierta- Sanji creyó reconocer la voz de Luffy.
-Menos mal está vivo- sin duda alguna, la preocupada vocecita venía de Chopper.
-Pues se podría haber muerto-
-No sean tan bruto Zoro…¡mirad ha abierto un ojo! ¡menos mal, soy demasiado joven para que mueras!- evidentemente Usopp.
-¿Bruto yo? Bruta la loca esta que le ha arreado con una silla- respondió ofendido el aludido
-¿Estás bien Cocinero-san?- Sanji, con los ojos entreabiertos pudo discernir la figura Robin.
-Pues claro que sí Robin-chwan….¿que ha pasado?- dijo finalmente el rubio incorporándose un poco mareado. Al hacerlo se fijó en que tenía la cabeza vendada y notó un intenso dolor en su frente.- ¡ITAI!-
-No te levantes aún, la herida es reciente- le increpó el médico
- Tu encantadora "Nami-swan" te ha arreado un sillazo que te ha dejado seco, ya te podía haber dado con más puntería y así nos libraba de tu presencia-
-CÁLLATE ZORO- se oyó chillar a la aludida, la cual estaba sentada junto al sofá donde Sanji reposaba, y éste, por increíble que parezca, no se había percatado de su presencia hasta que la chica habló.-Lo siento mucho Sanji-kun, pero pensé que eras Luffy y claro como él es de goma…- realmente, la navegante parecía arrepentida, algo extraño en ella y más aún teniendo en cuenta que la violencia es su medio de expresión habitual.
-No te preocupes Nami-san está todo olvidado- respondió el rubio con una sonrisa.
-Oh! gracias Sanji-kun- y sin mediar más palabra la chica abrazó afectuosamente al rubio y le estampó un sonoro beso en la mejilla para posteriormente salir de la habitación y dedicarse de nuevo a sus mapas.
-¡CHICOS TRAED AGUA SE HA VUELTO A DESMAYAR!-
-NOOOOOOOO SE VA A MORIR, ESTÁ ARDIENDO DE FIEBREE, LE SALE HASTA HUMO-Usopp empezó a correr por la habitación llorando a moco tendido y chillando desesperado
- WOOOOO QUEMAAAAAAAAA- dijo Luffy sacudiendo la mano dolorida tras haber tocado la cara del cocinero
-TIENE LA GRIPE AVIAR, VA A MORIIIIIIIR- Usopp siguió montándose su película casi atropellando a Zoro que venía de la cocina con un barreño con agua y un par de trapos limpios
-Éste lo que necesita no es un médico, sino una ducha fría- dijo el espadachín mientras le pasaba el barreño a Chopper
-Corroboro la idea- añadió Robin a la vez que desaparecía camino de la cubierta.
-Mirad se ha vuelto a despertar.. ¿estás bien Sanji?- preguntó preocupado el renito.
-¡Mejor que nunca! Todos habéis sido testigos del gran amor que Nami siente hacia mí-
-Menos lobos caperucita- bufó Zoro hastiado de lo cansino que podía llegar a ser su compañero.
-Sé que los celos te carcomen, pero ella me ama a mi, no a ti- dijo Sanji en plan teatrero y montándose su propia telenovela.
-¿Pero qué dices?- saltó mosqueado Zoro apunto de partirle la cara a Sanji sino fuese por los acontecimientos que se sucedieron a continuación.
-CHICOOOOOOOOOOOOS, VENID UN MOMENTO-la voz de la susodicha se oyó desde la cubierta y tanto Robin como la parte masculina de la tripulación se dirigieron a la cubierta para ver que quería su navegante.
Una vez arriba Sanji intentó por todos los medios coger a Nami por la cintura, llevándose varios pellizcos en las manos y acabó optando por desistir y dejarlo para más tarde. Zoro lo llamó idiota repetidas veces, lo que estuvo a punto de provocar otra discusión si la navegante no hubiese cogido a cada uno de ellos por una oreja tirando con fuerza hasta que pararon de intentar partirse la cara a puñetazos.
-Chicos, escuchadme atentamente, hemos chocado contra algo, no el qué porque según mis cálculos aquí no hay ni rocas ni arrecifes así que debe ser algún tipo de embarcación o algún animal…Luffy ¿me estás escuchando?...¡LUFFY!-
El capitán ya estaba curioseando y asomándose a la barandillas hasta que finalmente dio con lo que estaban buscando
-Aquí, aquí hay una barca y hay algo dentro-
La tripulación al completo se dirigió hacia el lugar donde se encontraba Luffy, y, en efecto había una barca con lo que parecían ser sacos o un montón de mantas en él.
-Zoro, baja a ver que es- ordenó Nami tajante.
-Oi, Nami- se iba a quejar el chico
-BAJA, ¡YA!- dicho y hecho el chico saltó a la barca y no pudo evitar abrir los ojos de par en par al ver que es lo que había escondido entre lo que resultó ser un puñado de mantas.
-¿QUÉ ES QUÉ ES?¿ES CARNE?¿SE PUEDE COMER?-
-Relájate Luffy..¿es algún tipo de tesoro?- añadió Nami con sus ojos transformados en berris
-No os lo vais a creer….es..es un bebé- dijo Zoro elevando al susodicho para que sus compañeros lo pudiesen ver. En efecto, el espadachín sostenía en sus brazos a una niña de unos 10 meses, de cara sonrosada y bonitos mofletes, que les sonreía inocentemente y les miraba con sus enormes ojos. Todos se quedaron aún más boquiabiertos al ver a ese pequeño ser de tirabuzones pelirrojos y ojos azules, que sino fuese por algunos detalles dirían que es la hija misma de Nami.
