X-Men no me pertenece *Comienza a sonar de fondo "El muchacho de los ojos tristes"*
ADVERTENCIA: Toquecitos de depresión, pizquitas de ansiedad, ausencia de nopor y mpreg aunque los deseo... ¡Los deseo tanto!
Jean preferiría estar en el… ah, no, Charles le había dicho a Scott que así no se decía, en… le gustaría estar afuera, pero estaba lloviendo y Erik le había dicho que debía quedarse en la casa en la que Hank no vivía, pero en la que siempre estaba si no estaba en la casa donde vivía con Scott y con Alex, quedándose con Charles y con Scott, Kurt, Sean y con Hank.
Le gustaba estar con Charles, porque él era su papá, como Erik y porque se suponía que hoy no estaría junto a él porque a Charles le habían puesto su medicamento que a veces lo hacía dormir y que hacía que no pudiera enseñarles a leer y escribir a ella y a Scott y a Kurt y a Ororo.
A Jean también le gustaba estar con Scott y Kurt, porque ellos eran sus mejores amigos (también Ororo, pero ella sí se había quedado en su casa) y le agradaba Sean porque se movía gracioso y porque bailaba y a Jean le gustaba bailar.
También le agradaba estar con Hank, tenía una sonrisa bonita y sus lentes eran chistosos, le gustaba verlos; pero preferiría estar afuera, no le gustaba estar aquí adentro. Quería concentrarse en bailar y bailar, pero de repente recordaba al señor con alas que había tratado mal a Charles, que había querido llevárselo.
Pero Erik le dijo que no podía estar afuera, que se quedara con Charles, y pensar que solo tenía que esforzarse y Erik la escucharía sin importar si estaba lejos o cerca, la hacía sentir mejor, eso y poder correr hasta el fondo de la casa que no era casa a abrazarse a Charles cuando sintiera que quería hacerlo.
Su Charles la ayudaba a subir a la camilla y la abrazaba hasta que ella sentía que era suficiente y podía regresar a jugar con Sean y Scott y Kurt.
De repente se sintió feliz, muy, muy feliz, como si pudiera dar vueltas y vueltas mientras escuchaba la música y como si pudiera reír y reír, pero de repente comenzó a sentir miedo, como cuando el señor con alas se había llevado a Charles, de repente sentía que quería llorar.
—¿Jean? — La llamó Scott tomándola de la mano, su cara se veía borrosa.
—¿Por qué estás triste? — Preguntó Kurt, tomándola de la otra mano. Ella cerró sus ojos, fuerte, y pudo ver un poco mejor, sus dos amigos se veían como si fueran a llorar.
—¿Te duele algo?, ¿te pegaste?, ¿qué pasa? — La cuestionó Sean sentándose en el piso y pasando una mano por la cara de Jean.
Ella quería a Charles.
—¿Quieres ir con Charles? — Preguntó Scott y Sean, sin esperar una respuesta, se puso de pie, alzándola en brazos, la puso más triste el soltar las manos de sus amigos, pero no fue tan malo el poder verlos caminar junto a Sean, hasta que llegaron a donde Hank estaba curando las piernas de Charles.
—Lo siento, comenzó a llorar de repente y no sé…— Escuchó decir a Sean, ella vio a Charles, que también lloraba. —Yo… ¿estás bien? — Preguntó Sean. —¿Me la llevo?, ¿llamo a…? —
¿Se la iban a llevar?
No, ¿a dónde?
Ella quería estar con Charles, comenzó a removerse entre los brazos de Sean, queriendo llegar a su papá.
—No, está bien, estoy bien— Charles se limpió la cara con sus manos y luego estiró sus brazos hacia ella y Jean finalmente estaba donde quería.
Ahora todo estaría bien.
Pero no, no estuvo bien.
—¿Qué pasó? —Le preguntó Charles alejándola un poco, viéndola a los ojos.
"Tengo miedo", respondió y Charles hizo la cara que hacía cuando jugaba con el tablero negro y blanco con Erik.
—¿De qué? — Le preguntó en voz bajita.
Jean no sabía, por eso cerró los ojos, fuerte, dejando que Charles la abrazara.
—¿Pasó algo con Scott y Kurt? —
"No", nada había pasado, estaba segura. "Estábamos bailando y estaba feliz y después estaba más feliz y luego tuve mucho miedo y lloré".
Seguía llorando, seguía sintiendo miedo, aunque no de su papá, sentía… no sabía que sentía, era como… sí, era como cuando despertó y Charles gritaba y ella solo podía llorar y despertar a Erik.
¿Era eso?, Charles tenía un sueño feo, pero Charles no estaba dormido, ¿podías soñar feo sin estar dormido?
Charles le sonrió cuando ella dijo que había estado feliz, pero ahora de repente parecía estar haciendo mucha fuerza con su cara, se veía rojo y sus ojos se veían brillantes.
—Lo siento— Le dijo comenzando a llorar sin hacer ruido.
—Charles—Hank se acercó a ellos y a Jean le agradaba Hank, porque quería mucho a Scott y siempre le sonreía y le hablaba bonito, pero él no era Erik.
—Está bien, Hank, lo siento— Creyó escuchar decir a su papá.
Cuando Charles lloraba o tenía sueños feos, Erik era el que lo ayudaba a estar mejor…
Erik tenía que estar aquí, Erik siempre sabía qué hacer, Erik ayudaría a que ella ya no quisiera llorar y que Charles no tuviera sueños feos sin estar dormido.
"¡Erik!" Trató de gritar con su cabeza, haciendo que Charles se llevara una mano a la suya, como si algo le doliera.
—Charles, ¿qué pasó?, ¿qué te duele? — Volvió a cuestionar Hank.
—No, Jean, estamos bien, no llames…— Pero en lugar de seguir hablando Charles cerró los ojos soltando un suspiro rápido.
—¿Por qué Jean está llorando?, ¿por qué Charles está llorando? — Escuchó la pregunta de voz de Kurt y aunque quería ver a sus amigos, no podía, tenía que estar concentrada.
—No sé si tuvo éxito, pero Jean acaba de intentar usar su mutación para comunicarse con Erik, llámalo por el radio, por favor, dile que no estamos en peligro— Vio a Hank tomar el radio que servía para hablar y no para escuchar música como el radio grandote de Sean.
Pero para cuando eso pasó, Erik ya había llegado volando hasta ellos, tocando el piso con sus pies apenas junto a la camilla en la que estaban.
Su papá estaba respirando rápido, parecía que tenía mucho calor, estaba mojado y tenía una capa chistosa encima, más temprano Charles le había explicado que era para que la capita chistosa era para que su papá no se mojara y no se enfermara; Jean sentía que Erik tenía miedo justo como ella.
Quería que Erik los abrazara, estiró los brazos en dirección a él, viéndolo acercarse apresurado.
—Jefe, el impermeable— Escuchó que dijo Hank, Erik se apresuró en quitarse la capa chistosa para, por fin, rodearla con su cuerpo, sin dejar de mirar en todas direcciones a los rostros de todos los presentes.
—¿Qué está pasando? — Ella no podía dejar de llorar y su Charles tampoco.
—Nada, lo siento, debiste asustarte mucho, lo siento, de verdad lo siento— Dijo su papá que le estaba enseñando a leer y escribir.
—Niños, vengan, dejemos al jefe y a Jean y a Charles y a Hank solos— Escuchó decir a Sean.
—Hank— Dijo su papá en esa forma seria en la que hablaba cuando no estaba jugando con ella o hablando con Charles.
—Fue mi culpa— Ella creyó que escucharía la voz de Hank, pero en su lugar escuchó de nuevo la voz de su Charles.
—Creo que… creo que pensé muy alto y la asusté, lo siento—
—¿Por qué te estás dis…? — Su papá tenía las cejas arrugadas. —¿Tú estabas asustado?, ¿por qué?, ¡Díganme qué fue lo que pasó! — Su Erik habló en voz más alta, le dio miedo, por eso quiso abrazarse más fuerte a él.
—Nada— Respondió Charles de una forma que a ella le daban más ganas de llorar.
—Hank— Volvió a llamar su Erik.
—Sí pasó algo, jefe, pero no algo que pusiera en peligro a alguien, no te preocupes por eso, lo que pasa es que no se si yo deba ser el que lo diga— Ella alejó su cara de su escondite, para centrarse en ver a Hank, el cual miraba a su Charles. —Puedo decírselo yo, si quieres—
—Pude contraer mis músculos cuádriceps a voluntad— Ella no entendió de qué hablaba Charles.
—Charles eso es… es increíble, es…— Su papá estaba sonriendo, se veía feliz y ella quería sentirse feliz también, pero solo sentía más miedo. —¿Pasó algo malo después de eso? —
—No solo eso y, como tú dices, es increíble— Charles sonrió, pero él no se veía feliz como Erik.
—Charles, ¿te gustaría decirnos lo que estás pensando?, si no quieres compartirlo con nosotros está bien, podemos esperar hasta que estés listo— Dijo el Hank de Scott, aunque ella seguía sin entender.
—¿Te duele? — Preguntó Erik en medio del silencio.
—No— Ahora su papá Erik se veía como si quisiera llorar también. Su papá Charles empezó a llorar un poco más fuerte y bajó la mirada. —Tomé la decisión de hacerme responsable de los errores que cometí, los reales y diferenciar de aquellas acciones que en realidad ocurrieron no por mi causa y que por tanto no son mi responsabilidad, también tomé la decisión de no sentirme culpable por lo que no hice, de no sentir que no merezco ser feliz, que merezco los resultados favorables del uso del suero milagroso, pero no puedo— Charles comenzó a llorar más fuerte esta vez. —Quiero estar bien, estoy tratando de estar bien, pero no lo estoy y me siento muy culpable por poder recuperar la movilidad de mis piernas, pero quiero estar feliz, quiero…— Su papá Charles no pudo seguir hablando. Erik aun abrazándola a ella se acercó a rodear a Charles con un brazo.
Jean vio como Charles recargaba su cuerpo contra el de Erik.
El miedo que ella había estado sintiendo hasta ahora de repente ya no la hacía querer llorar.
—Charles, el problema con esta clase de situaciones es que uno no va a percibir grandes cambios rápidamente— Explicó Hank.
—Lo sé— Dijo Charles en medio de su voz sonando rara, alejándose un poco para poder verla ella y a Erik. —Solo siento mucho que por esto haya asustado a Jean… y te haya asustado a ti—
—No tienes que disculparte… estás luchando por estar bien… eso es muy admirable y valiente y es lo que me inspiró a intentar estar bien también— De nuevo Jean no entendía nada, pero se estaba sintiendo mejor.
—Erik— No entendía, pero creía que su papá Erik estaba diciendo cosas importantes y buenas.
—Después de tanto tiempo de no estar bien, será difícil lograr estarlo en el futuro, pero me siento mucho mejor desde que estoy tratando, sigo sin estar bien y algunos días todo se pone más difícil, pero definitivamente todo es mejor, ¿te sientes como yo? — Charles asintió de manera imperceptible sin alejar su mirada de Erik.
—Solo… sé que dijiste que te hago las cosas más fáciles, pero me es difícil verlo así—
—Te aseguro que eso es verdad, porque algunas veces tendré que venir volando al laboratorio de Hank por un llamado asustado de Jean— Dijo su papá sonriéndole y besándola en la frente. — Y algunas veces tú me dirás que debo tomarme el día para dormir o escucharas un aparentemente eterno monólogo sobre algo de lo que no había hablado en mucho tiempo… o de alguien—
—Claro que lo haré—
—Mi vida es mucho más fácil contigo en ella… mucho más feliz también, para Jean también, ¿verdad? — Agregó su Erik mirándola con una de sus sonrisas grandes.
Ella asintió rápidamente, porque sí, era feliz estando con sus papás, los dos, por eso sabía que eso era lo que debía hacer, así como abrazarse a sus papás que no se habían alejado del otro en ningún momento.
La sensación de miedo y las ganas de llorar simplemente se fueron, probablemente al mismo lugar que se iba el humito que salía de la leche con chocolate calientita o los hielitos que se derretían.
…
El jefe tenía el ceño fruncido, los hombros rígidos y no estaba parpadeando, como si creyera que, al no hacerlo, a Alex le quedaría muy claro lo importante de la conversación.
Summers entendía la severidad de la conversación, de la responsabilidad que se le estaba confiando, pero igual quería reírse ante la actitud del alfa líder.
Miró un momento a su novio, sentado junto al compañero destinado del jefe a orillas del lago, con los pies dentro del agua. Charles se encontraba un tanto torcido de tal forma que su tórax quedara dirigido a Jean, para poder acomodar el cabello de la pelirroja en un chonguito flojo, mientras no dejaba de explicarle algo a lo que Alex no quería poner atención.
Hank, con Scott sentado en su regazo, de forma que si el beta estiraba y bajaba las piernas alcanzaba a meter ligeramente al menor al agua (además de hacerlo reír) para luego elevarlas y alejar a su hermano del agua en un curioso juego que definitivamente el pequeño estaba disfrutando, se las arregló para mirarlo a los ojos y ofrecerle apoyo con una sonrisa indulgente.
"Nuestro jefe es sobreprotector y dramático y siempre lo va a ser" es lo que le había dicho a Hank alguna vez y aunque su novio había parecido un tanto avergonzado, pretendiendo no estar de acuerdo, al final no lo negó.
—Alex veme a los ojos— Ordenó el jefe y él dejó de mirar a Hank.
—Claro, Jefe—
—Tú vas a ser el único encargado de cuidar de Scott, Jean y Kurt, cuando llegue, ni si quiera cuando Raven esté presente debes sentir que ya no debes poner atención, tú eres el que se hará cargo y únicamente tú, no te confíes porque estamos todos nosotros, ¿sabes que es más probable que un niño se ahogue estando rodeado de muchos adultos que estando al cuidado de solo uno? — Se quería reír, pero otra parte se sentía muy triste por la experiencia de donde venía la sobreprotección del jefe.
Quería enojarse y decirle al jefe que jamás se le ocurriría alejar su vista de Scott, que él sabía cómo cuidar a un niño, pero estar al cuidado de su hermano menor le había enseñado a ser paciente, su relación con Hank le había enseñado que algunas veces uno tiene que ceder.
—Lo entiendo, jefe, no alejaré mi vista de Jean, Scott y Kurt, me mantendré enfocado sin confiarme, aunque Raven…—
—¿Qué? — Exclamó Raven llegando al pequeño espacio sin árboles en el que estaban parados, lugar que rodeaba el pequeño lago presente en Genosha.
—…llegue, hola— Concluyó su frase previa, para saludar a la alfa y a su hijo.
—¡Hola Alex! — Al final su saludo fue recibido por Kurt, en lugar de por la madre, Jean y Scott corrieron a saludar a su amigo.
—¡Mira Kurt, hicimos barquitos de papel para ponerlos en el agua! — Exclamó su hermano luciendo feliz, mientras Jean alzaba los cinco barcos entre sus manos. El hijo de Raven sonrió en la misma forma en que su mamá hacía.
—¡Wow!, ¿me prestan uno? —
—Obvio sí— Respondió Scott.
—Yo no sé hacer barcos—
—A mí me enseñó Jean, no sé si yo podría enseñarte, pero junto con Jean, creo que sí, pero te enseñamos luego porque ahora no tenemos papel, ¿verdad Jean? — Le pelirroja asintió muchas veces en cuanto se dio por enterada de que acababan de pedir su opinión.
Aún se sentía tan raro que le pareciera tan fácil aceptar que Jean y Scott eran compañeros destinados.
—El jefe dice que es mi trabajo mantenerme vigilando a los niños— Raven alzó una ceja entre interrogante y un tanto demandante, pero al final no cuestiono nada, después de todo entendía al jefe mucho mejor que él.
—Ok, ¿qué trajeron para comer? —
—¡Sándwiches! — Exclamó Hank desde la lejanía.
—Oh, yo traje sopa fría, no creo que vaya muy bien, pero… no importa— Alex encogió lo mismo porque pensaba lo mismo. —¿Ustedes? — Cuestionó directamente a Erik, esta vez.
—Papas— Respondió.
—Rico, ¿dijeron Logan, Mariko, Yukio y Ellie qué iban a traer? — Tanto él como el jefe negaron con la cabeza.
—Mariko dijo que planeaban solo traer postres, pastel y postre de frutas— Informó Charles y ante la pregunta silenciosa de cómo era que había obtenido esa información (pues hasta el jefe lucía confundido), el omega mayor encogió los hombros, sonriendo nerviosamente, aunque no del todo. —Me contó ayer cuando fue a su revisión mensual con Hank— Su novio asintió al escuchar su nombre.
—Es una verdadera fiesta entonces, si hay postre incluido— Exclamó Alex.
—No se me dijo que era una fiesta, no traje regalo— Agregó Raven en son de broma, él rio.
Vio al jefe acercarse un poco a Charles, quien de inmediato alzó la mirada sonriéndole, siendo al instante correspondido, porque, aunque el jefe lucía como alguien cascarrabias, nunca le negaría una sonrisa a su hija o a su compañero destinado.
—¿Ahora sí vas a llenarla con agua? — Preguntó Charles a lo que el jefe asintió, centrando su mirada en el recipiente metálico de unos dos metros de diámetro, estirando sus manos frente a él.
—No se acerquen— Advirtió, ante lo que él se acercó a abrazar a Jean y Scott con cada uno de sus brazos, mientras Raven hacía lo mismo con Kurt.
Finalmente, el depósito se alzó en el aire gracias a la mutación del jefe, flotando hasta llegar al lago, hundirse ligeramente en este para obtener agua en su interior y posteriormente ser colocado nuevamente en su sitio previo.
Tanto él como Raven centraron su mirada en el jefe, pidiendo permiso para acercarse, permiso concedido a través de un firme asentimiento de cabeza.
Caminaron sin soltar a los menores, inclinándose un poco para ver el interior del recipiente metálico con el agua llegando a poco más de 50 cm de altura.
—¿Ya podemos meternos? — Cuestionó su hermano con un toque de urgencia.
—Mami, ¿podemos? — Agregó Kurt.
Jean lo veía a él para luego ver a su papá alfa.
—Sí, ya pueden— Afirmó el jefe, ante lo que él dejó de abrazar a los menores para permitirles meterse a la alberca metálica improvisada, en medio de risas y ruidillos de emoción.
El jefe le dedicó una última mirada llena de advertencia (y amenaza, obviamente), para dirigirse a donde estaban Hank y Charles, en espera del inicio de la rehabilitación del omega mayor.
Le sonrió a su novio una vez, al notarlo observarlo, recibiendo un adorable saludo con una mano agitándose, (amaba a su bobo), para sentarse junto a la tina.
Se enfocó en ver a los niños, al tiempo que Raven se sentaba a su lado, alcanzando a ver como el jefe alzaba a Charles en brazos, para elevarse ligeramente con ayuda de su mutación y juntos introducirse, lentamente al lago.
Charles se estremeció al sentir el agua, aferrándose con más fuerza al cuello del jefe, para luego sonreír con un toque de vergüenza, no podía ver claramente el rostro del jefe, pero estaba seguro que solo encontraría el amor desbordándosele por los ojos, igual que todo el tiempo, la verdad era que ninguno de los dos mayores era muy discreto… no eran nada discretos.
—¡Ugh! — Se quejó Raven, atrayendo su atención al instante. —Los odio— Murmuró la alfa, él puso su mirada en los niños jugando con barcos.
—¡Una ola! — Exclamó Kurt salpicando a sus amigos, hundiendo un barco y salpicándolos a ellos un poco. Se permitió reír pese a sentirse incómodo con el hecho de que Raven no parecía gustar de la casi relación del jefe y Charles, porque él no entendía su desaprobación.
—Podrían solo coger, para que los demás podamos concentrarnos en algo que no sea fingir que no sabemos lo mucho que se aman— Susurró su amiga, pero, aunque lo había dicho de forma muy baja, él aun así se alarmó al temer que Scott o Jean pudieran escuchar la palabra "coger".
—¡Raven! — Intentó regañar, pero el regañar era cosa de Hank, él terminó riéndose a mitad de la pronunciación del nombre de la alfa.
—Tú lo piensas, yo lo pienso, ¡mierda!, hasta Ellie se dio cuenta y eso que odiaba a Charles al principio— Raven bufó para bajar aún más la voz. —Hasta el baboso de Warren lo notó— Se permitió centrar su mirada un momento en el jefe, Charles y Hank.
Las posiciones habían cambiado, ahora Charles tenía la espalda pegada al pecho del jefe, mientras este lo rodeaba con sus brazos por el tórax, mientras Hank estaba frente a ellos, moviendo las piernas del omega.
Mientras eso ocurría Charles juntó sus manos frente a él y aunque Alex no podía ver claramente la posición en la que tenía sus manos, sí fue capaz de ver el chorro delgado de agua que voló a toda velocidad hasta chocar con el rostro del jefe.
—¡Oh! — Escuchó exclamar al telépata mientras Hank trataba de aguantarse la risa, Raven no se contuvo ni un poco. —Lo siento, mi amigo, creí que no recordaría bien cómo hacerlo, además no tenía idea de que tenía tan buena puntería—
Si él o Hank o incluso Raven hubieran hecho algo así, habrían recibido una mirada amenazante y silencio, pero no Charles.
—Ya tendré mi venganza— Charles rio.
Regresó su mirada a los niños. Todos a salvo.
—¡Qué me maten ya! —Balbuceó Raven, —Hank es un santo por tolerar esto— Volvió a reír.
—¿De qué están hablando que los tiene tan divertidos? — Escuchó la pregunta de voz de Mariko, permitiéndose girar el rostro momentáneamente, notando como la mujer omega llegaba de la mano con Logan y en compañía de Yukio, Ellie y Ororo en brazos de la última.
—Estamos hablando mal de Logan— Contestó Raven en esa forma sarcástica que solo ella había perfeccionado. Logan soltó un quejido mientras desviaba la mirada, yendo a extender una cobija junto a ellos. —Pero no te preocupes, nunca hablaríamos mal de ti Mariko, sabes que te amo, te ves hermosa, por cierto— La mujer de ascendencia asiática sonrió, permitiendo que su compañero vinculado la ayudara a sentarse sobre la tela recién acomodada.
—Tú te ves hermosa, también, Raven— La pareja de Azazel lució complacida, lanzándole una miradilla de victoria a Logan, pero el hombre no parecía particularmente interesado.
—Ay, no seas tan gruñón, no estábamos hablando mal de ti, lo admito, estábamos hablado mal de Erik— Ante esas palabras, Logan soltó una risa discreta. Alex negó con la cabeza, pero sin dejar de sonreír.
—Hola, Ellie, Yukio, Ororo— Ofreció, para agregar en seguida mirando directo a la peliblanca. —Deberías ir directo a meterte al agua con Scott y los demás—
—Hola, Alex, hola Raven— Saludó Yukio amablemente para que Ellie caminara, aun con la menor a su cuidado en brazos, hasta colocarse junto al enorme recipiente metálico.
—¡Hola Ororo! — Saludaron Scott y Kurt, Jean alzó ambas manos agitándolas en el aire.
Cualquier rastro de reticencia de parte de cualquiera de las dos desapareció y Ororo fue colocada suavemente junto a los otros menores.
—¿Qué tienes ahí? — Preguntó Kurt
—Es una patito de madera, Yukio lo hizo para mí—
—Me gustan los colores— Afirmó su hermano menor, al tiempo que Jean asentía abrazándose a Ororo.
La hija de Yukio y Ellie soltó una risita feliz.
—Ellie me ayudó a pintarlo—
La mujer alfa se alejó lentamente, como si dudara, pero como si al mismo tiempo supiera que eso era lo que debía hacer, los miro a ellos, luego a Hank, Charles y Erik que estaban demasiado concentrados como para saludar y finalmente pareció concluir que ir a sentarse junto a su novia no sería algo malo.
—¿En serio hicieron ese patito ustedes? — Cuestionó él, ¿por qué en diminutivo? Porque ahora era la única forma en que sabía hablar gracias a su interacción con Scott.
—Yo no lo hice, Yukio lo hizo— Afirmó Ellie y aunque parecía que Yukio tenía algo en contra que decir, se vio interrumpida por Raven.
—Eres hábil— Aseguró la alfa.
—Gracias— Aceptó la mujer de cabello colorido, sin dejar de sonreír. Ellie se notaba satisfecha con el cumplido que su pareja acababa de recibir.
—¿No estás planeando venderlos? Te compraría— Volvió a hablar Raven.
—Oh, bueno…— Respondió dubitativa para terminar por callarse sin dar realmente una respuesta negativa o afirmativa.
—Y yo— Decidió agregar.
—Y yo— Agregó Logan mientras Mariko le dedicaba una sonrisa dulce a la beta.
—Podría ser—
—Piénsalo, ahora que ya están aquí, ¿podemos comer? — Habló Raven, cambiando de tema al instante.
—Deberíamos esperar a Hank, Charles y Erik— Alex decidió comentar.
—Ugh, solo lo haré por Hank— Se quejó la alfa mayor.
Lo cierto es que no tuvieron que esperar mucho para cuando el jefe salió del lago en la misma forma en que había entrado, con uso de su mutación, acomodando a Charles sobre su silla de ruedas y envolviéndolo en una toalla grande.
El jefe no podía ser más devoto, ni aunque se esforzara.
—Deberías secarte también o te enfermaras— Alcanzó a escuchar al tiempo que veía a Hank caminar hasta él, agitando una mano en son de saludo para los recién llegados. Le sonrió a su novio para abrazarse a él ni bien lo tuvo a su alcance.
—Alex, estoy mojado— Fingió reñir su novio.
—¿Y qué tiene? —
—Hola Charles— Escuchó a Yukio decir.
—Hola, siéntate a mi lado, Charles, hace mucho que no hablamos— Aportó Mariko.
—Hola— Ofreció Charles un saludo general, para luego mirar a Erik.
—¿Quieres sentarte sobre el pasto? — Susurró el jefe, recibiendo un asentimiento de cabeza de parte del omega mayor.
—Por favor—
—¿Cuándo crees que regrese tu telepatía?, Logan y yo estamos ansiosos de poder saber lo que nuestra hija siente— Comentó Mariko con llaneza pasando una mano con suavidad por su pequeño vientre que era bastante visible a causa de su delgada complexión habitual, una vez Charles estaba lo suficientemente cómodo, con su espalda recargada contra el árbol.
—¡Hija! — Exclamó Raven con emoción.
—¿Hija? — Cuestionó él, buscando respuestas en su novio y tal vez recriminándole un poquito el no haberle dicho, incluso si entendía que había cosas que Hank no podía compartir con él por respeto a la confianza médico-paciente.
—Aún no sabemos eso— Explicó Logan, al tiempo que él observaba a Hank encoger los hombros y negar con la cabeza sin escatimar en sonrisas.
—Es una ella, te lo aseguro— Contestó Mariko de inmediato. Logan, justo como el jefe no podía ocultar sus sentimientos, le sonrió a su compañera destinada con una suavidad que no le mostraba a nadie más. —Entonces, ¿Charles? — El omega mayor parecía haber compartido una broma privada con Erik, luciendo un poco distraído con la mirada desviada hacia el alfa líder, adquiriendo solo un poco de color en las mejillas al notarse observado y aclarándose discreta y elegantemente la garganta.
—No estoy seguro, pero Hank cree que ocurrirá en menos de un mes—
—¿No sientes que esté regresando? — Preguntó Logan, porque entre todos los presentes, él y el jefe eran los únicos que previamente habían experimentado los efectos del anti-mutágeno, debía saber de lo que hablaba.
—No— Respondió Charles con una sonrisa, no como si aquello le pesara o le pareciera algo terrible, siempre lució bastante conforme con el uso del anti-mutágeno, al menos desde la perspectiva de Alex.
—¿Por qué te sometiste a usar anti-mutágeno? — Cuestionó Ellie, porque parecía que siempre hacía las preguntas precisas cuyas respuestas eran cosas de las que nadie quería hablar.
Un silencio incómodo se instaló.
Charles sonrió, abriendo la boca como si estuviera dispuesto a explicarle a Ellie la razón, incluso si Erik claramente quería lanzarle la tina en donde estaban los niños encima a la mujer alfa.
—¡Azazel! — Todo se vio interrumpido por Raven poniéndose de pie para correr a abrazarse a su pareja. —Se suponía que vendrías hasta dentro de dos días, ¿está todo bien? — El hombre de piel roja sonrió.
—Sí, es solo que el jefe nos dio permiso de venir antes, aunque con la condición de no decirte nada— Raven miró a Erik, siendo la receptora de una sonrisa de medio lado.
—Feliz cumpleaños— Murmuró el jefe y Raven chasqueo con la lengua.
—Son unos tontos— Exclamó la mujer de piel azul. —¿Janos está bien? —
—Dijo que iría a casa—
Claro, la casa en la que vivía con Sean "únicamente por orden del jefe de que nadie viviera solo". Alex no podía asegurar que esos dos se amaban, pero, según palabras de Sean "su compatibilidad sexual era demasiado elevada como para no aprovecharla".
—¡Papi! — Exclamó Kurt, en imitación al grito previo producido por su progenitora, Alex se apuró en ayudar al pequeño a salir del agua, para que pudiera correr apropiadamente al encuentro de su padre, pero sus intentos no pudieron llevarse a cabo al ver a Kurt desaparecer, para aparecer entre el abrazo de sus padres con bastante agua incluida.
—¡Kurt! — Se escuchó de voz de Raven.
—¡Te extrañé papi! —
—También los extrañé, amor— Respondió Azazel sin estar muy interesado en el hecho de haberse empapado.
Jean aplaudió emocionada, siendo inmediatamente imitada por Scott y Ororo.
…
Raven caminó hacia Logan y Erik, que actualmente estaban un poco alejados de los demás, fumando.
—¿Me das uno? — Solicitó, Logan le ofreció un cigarro de inmediato, ayudándola a encenderlo.
—Creí que no te alejarías ni un momento de Azazel— Comentó de forma burlona mientras lo hacía. Ella se giró a ver a su pareja y a su hijo conversar.
Amaba a su hijo, no creía ser una mala madre, ciertamente podría ser mejor, siempre se podía, pero sentía que Kurt y Azazel tenían una clase de entendimiento al que ella nunca podría acceder y estaba bien con ello.
—Sentí que mis hombres necesitaban un momento de privacidad— Erik miró a Azazel y a Kurt cuando ella dejó de hacerlo, para hacer un curioso gesto, luciendo como si entendiera algo que ella no había explicado.
—Tuvimos una idea— Escuchó decir a Mariko que insistía en conversar con Charles, centrándose en una conversación en la que no era participe. El omega no se veía incómodo, parecía corresponder el interés de la pareja destinada de Logan.
—¿Cuál idea? —
—Una escuela— Contestó Mariko.
—Sí, usar una de las casas no habitadas y que los niños tengan horarios establecidos y hasta hora de recreo, clase de educación física…— Agregó Yukio.
—Después de todo tú enseñándoles a leer y escribir ya es como si fueran a la escuela— Aportó Ellie.
—Sería bueno para ellos experimentar algo parecido a las escuelas, si nosotros no lo construimos para ellos, nunca sabrán cómo era— La conclusión había sido dada por la omega.
—Suena como una buena idea— Aceptó el telépata.
—Porque lo es— Le encantaba la confianza con la que siempre hablaba la compañera vinculada de Logan.
Charles estaba a salvo con esas tres, por lo que nuevamente se enfocó en Erik, notando que él también escuchaba la misma conversación que ella, mostrándose aliviado, con una sonrisa casi imperceptible, justo como cada vez que notaba que Charles era tratado con respeto y casi cariño por los demás habitantes en Genosha.
No podía más.
—Cuando le vas a decir a Charles que lo…— No, si lo decía tal cual, lo iba a espantar. —Que es tu compañero destinado— Incluso así, se apiadó del alma del alfa líder, susurrando.
Desgraciadamente, a pesar de su intento por ser sútil, Erik se ahogó un poco con el humo de su cigarro.
—Uh…— Balbuceó con elegancia. Un caso perdido.
—Deberías decirle algo, porque si esperas más, su telepatía va a regresar y entonces lo va a leer en tu mente, es mejor que tú se lo digas en tus propios términos— Erik se puso totalmente pálido.
Raven suspiró, torciendo los ojos.
—Ni siquiera lo habías considerado, ¿verdad? —
—Yo…— Dios, era tan tonto desde que se había enamorado.
—Mhm— Soltó Logan.
—¡Cállate! — Ordenó Erik.
—No dije nada— Se defendió Logan con crudeza.
—Yo sí lo diré, eres un tonto, díselo ya, entiendo que no habías querido hacerlo porque no quieres incomodarlo, pero solo míralo, claramente no se va a incomodar, obviamente te a… te adora— Incluso en medio de sus deseos por crudeza total, sintió que debía censurarse.
Erik hizo una mueca extraña. Algo le decía que no se lo iba a decir a Charles y que no creía sus palabras.
Casi sentía lástima por el omega.
…
—¿Y cómo van las cosas con Erik? —Le había preguntado Mariko, luego de una rápida mirada hacia el lugar en el que se encontraban los tres alfas. Charles la había imitado y en el momento solo había encontrado a Erik y a sus mejores amigos enfrascados en una acalorada conversación.
—¿Pelearon o algo?, no, pero si se ven tan felices juntos— Había agregado Yukio honestamente preocupada.
—Mhm— Aportó Ellie con total atención, pero sin tener mucho que decir, Charles había notado que tendía a ser silenciosa, aunque muy buena oyente.
Podía notar a las personas suponiendo que había una relación ocurriendo entre él y Erik, no los más cercanos, pero Yukio, Ellie, Angel, Sean había insinuado algo antes, pero nada de eso era real… ¿no?
Es decir, sí, Charles amaba a Erik y Erik… tal vez…
No, no era correcto.
"…recuerdo preguntarme si debía decirle mis sentimientos porque qué pasaba si nuestro amor no era uno bueno, si no uno incorrecto…"
Jean corrió por la casa, sin rastro de agotamiento.
—Creí que estaría cansada y que tal vez llegaría directo a dormir, iluso de mi parte— Rio ante el comentario de Erik, siguiendo a Jean con la mirada, viéndola acercarse a Erik con una pequeña taza rosa chillón de plástico.
"Te hice una taza de café". Exclamó Jean.
—Dice que te hizo café—
—¿Sí? — El alfa tomó la tacita entre sus manos, llevando el contenido a sus labios. —Este café sabe a jugo de manzana— Exclamó como si no hubiera visto a Jean servir el jugo, tirando una parte, sin darle mucha importancia de limpiarlo. —Delicioso—
Amaba mucho a ese hombre.
"…porque da miedo cuando entiendes que amar es una oportunidad también para ser herido, para provocar dolor y herir "
¿Charles no quiere café?"
Esta vez una taza se encontraba frente a él y por estar distraído casi hace entristecer a Jean.
—Oh, gracias— Expuso aceptando el recipiente ofrecido. Erik lo miró con el ceño fruncido, sin rastro de enojo.
—¿Estás cansado?, debes estarlo, te llevaré al futón—
—No, estoy bien— Le dio un gran sorbo a su jugo de manzana. —El mejor café que he probado, aunque yo prefiero el té— Comentó buscando hacer una conversación casual. Erik aún se veía preocupado, incluso si su plática había logrado regresarle a Jean su felicidad habitual. Engañar a Erik no era tan fácil.
Inspiró profundo.
—Erik…—
"Pero me daba más miedo pensar en no decirlo y perderlo y pasar el resto de mi vida preguntándome qué habría pasado si se lo decía".
—Podrías… ¿podrías ayudarme a estar en una posición de pie? — Erik pudo haber preguntado muchas cosas, pudo haberse negado antes de que las dudas reflejadas en su rostro fueran resueltas, pero en su lugar se puso de pie, colocándose frente a él.
Las maniobras necesarias para lograr que Charles saliera de su silla y terminara estando de pie, con el total apoyo del alfa, eran unas ya conocidas y perfeccionadas por ambos (sentir como los brazos de Erik lo rodeaban, rodear el cuello del alfa con sus brazos, percibir la firmeza del piso en las plantas de sus pies y el leve temblor de sus aun débiles piernas).
Por lo general no se permitía alzar la mirada cuando se encontraban en una posición similar, porque al instante sentía su rostro enrojecer y como si no pudiera nunca más escapar de la mirada del alfa que amaba.
Esta vez lo hizo y fue gratificado con Erik regresándole la mirada.
Se enfocó en la sonrisa que le ofrecieron y en la calidez del cuerpo ajeno, en la presión que hacían los brazos del alfa alrededor de su cuerpo.
—Erik—
—Mhm—
—Te amo—
Muchas gracias por leer.
La semana pasada solo quise existir, no escribir. Esta semana sí que quería escribir, pero mi computadora insiste en hacérmelo difícil, el capítulo tal vez habría estado antes si no.
