Bueno aquí estoy de nuevo con un nuevo capítulo del fic.
Muchas gracias por los rewievs y espero que este capítulo no os decepcione.
As always : One Piece no me pertenece ya que si así fuera Zoro no conocería la existencia de una prenda llamada camiseta MUAHAHAHAHAHHAA!
El último capítulo ya está en proceso así que el fic puede decirse que está prácticamente terminado.
Besotes y gracias por leerme!Rewievs pleaseeeeeee!
Kissu!
CAPÍTULO 3: CON OCHO BASTA
Zoro subió a la cubierta con la niña cogida de mal manera y haciendo malabarismos para que no se le cayese, una vez arriba y tras aguantar la bronca de Nami por coger tan mal a un bebé, ésta le obligó a bajar de nuevo a la barca para ver si había algo más.
- No hay nada, sólo quedan estas mantas-
-Bien, pues súbelas, que pueden resultarnos de utilidad más tarde- le dijo Nami con la niña agarrada de su cuello.
El espadachín obedeció a la navegante y llevó las mantas a la cubierta, dejando que la barca fuese a la deriva. La escena no podía ser más extraña, ver a un grupo de piratas de los más buscados, totalmente histéricos y descontrolados por el simple hecho de que un pequeño ser humano que no llegaba al año de edad se hallaba en el mismo barco que ellos.
-Yo paso, no me gustan los niños- dijo Robin alejándose del grupo- además seguro que me tendría miedo-
-Mira en eso tiene razón- dijo Nami aún con la niña en sus brazos.
-¿PODEMOS JUGAR CON ELLA, PODEMOS PODEMOS PODEMOS PODEMOS?-
-No Luffy, espérate un poco, es muy pequeña y no me fío ni un pelo de vosotros- le espetó la navegante.
-Uy qué mona es, cuchi-cuchi, ven con el tío Usopp que te va a contar un montón de aventuras – el trolero hizo ademán de cogerla pero al verle la niña empezó a llorar y se agarro con todas sus fuerzas de su "protectora".
-¿Veis? Ya la habéis asustado, tranquila pequeña, no te asustes que no dejaré que te hagan nada.- dijo Nami en un desconocido instinto maternal.
-Es Usopp que con la pinta que tiene no me extraña que la asuste, no es por meterme contigo, pero feo eres un rato.- dejó caer Sanji como quien no quiere la cosa mientras encendía un cigarrillo.
-Eh, tú, el fumar delante de la niña NUNCA MÁS-
-Sí Nami-san, lo que tú digas- dijo el cocinero apagando inmediatamente el cigarro.
Usopp y Luffy, viendo que la navegante no les dejaba acercarse ni a 5 pasos del bebé optaron por irse a armar un poco de bronca al otro lado de la cubierta, Chopper por su parte fue a preparar el instrumental necesario para hacerle una inspección a la niña para ver si se encontraba bien de salud y Nami se quedó con el cocinero y el espadachín en la cubierta.
-Bueno, yo me voy que aquí no pinto nada- Zoro se iba a ir cuando notó una mano que lo agarraba del cuello de la camiseta no permitiéndole andar-Nami ¿qué haces?
-Tú te quedas aquí-dijo ella, con una cara que no aceptaba un NO por respuesta- ¿no pensaréis que me voy a quedar yo sola con todo el embolado, verdad?-Sanji y Zoro se miraron tragando saliva y no respondieron por miedo a las consecuencias-¿VERDAD?-preguntó de nuevo la chica con un aura maligna fluyendo a su alrededor.
-Pues claro Nami-san yo me encargaré de ella como si fuese nuestra hija- contestó Sanji rodeando los hombros de Nami con el brazo.
-Entonces a mi ya no me necesitáis- Zoro estaba dispuesto a irse, cuando notó cierto instinto asesino dirigido directamente hacia él y cambió de idea rápidamente- aunque bueno pensándolo mejor dudo que sepáis cuidar a un bebé correctamente así que mejor os echo una mano
-Eso ya está mejor, sois un encanto chicos- dijo Nami ya más tranquila y dedicándole una amplia sonrisa a cada uno de ellos.- tomad, voy un momento a hablar con Chopper, lalalala- la navegante dejó al bebé en los brazos del cocinero, que la miró estupefacto sin saber muy bien que hacer con ella e intentó ofrecérsela a Zoro, que se alejó de la niña como si tuviese la peste.
- "Pues claro Nami-san yo me encargaré de ella como si fuese nuestra hija"…¿no se te ocurrió una tontería más grande?- se burló Zoro del cocinero.
-Yo sólo digo lo que siento, mira a esta niña, parece realmente la hija fruto de nuestro amor…- Sanji miró a la niña embobado imaginándose en su cabeza una bonita vida junto a su Nami-san y su preciosa hija.
-Deja de soñar imbécil, y vamos a ver que hacemos con ésta- añadió el espadachín dándole una colleja al rubio – Aunque ahora que lo dices, la verdad es que sí que parece vuestra hija, desde luego es igual que Nami en pequeñito y también tiene un ligero aire a ti, como salga con su carácter y tu idiotez lo llevamos claro-
-Eso es porque hace unos meses en una noche loca con Nami-san el fruto de nuestro amor dio lugar a esta niña, que ya ha nacido y que ha vuelto a nosotros gracias al destino-
-Si lo que dices fuese verdad tendría que haber sido hace casi dos años, pues la niña ronda el año y un embarazo dura 9 meses, y que yo sepa, sólo hace unos 3 meses que conoces a Nami.-
El cocinero, que se vio descubierto, salió de su ensimismamiento y le regaló una mirada de desprecio al espadachín por haber destruido en un momento su pequeño mundo de felicidad y se alejó con la niña en brazos en dirección a la cocina.
-Oi, espera, que si Nami no me ve con el bebé me mata ¡Oi, oi!-
-Pues que te mate, haría un gran favor a la humanidad-
-No tan grande como el que haría si yo mismo acabase contigo aquí y ahora "love-cook"-
Antes de que Sanji pudiera contestarle, el llanto de la niña hizo que ambos jóvenes se quedasen completamente rígidos sin saber qué hacer esperando a que viniese Nami, a la que tenían por madre experimentada, para que les dijese por qué lloraba y la hiciera callar.
-Toma Zoro, si Nami-san piensa que la he hecho llorar yo no me querrá más- dijo el cocinero pasándole la niña al espadachín.
El peliverde cogió a la niña por la cintura y extendió los brazos alejándola de sí lo más posible, como si le fuese a contagiar alguna enfermedad mortal por el simple hecho de acercársele un poco.
-¡ALÉJALA DE MI! toma toma, que a ti no te querrá pero a mi me pega- dijo Zoro devolviéndole el bebé al cocinero por miedo a que la navegante le viese con una niña desesperada llorando en sus brazos.
Y ahí empezó una especie de juego de ping-pong en el que se iban pasando el bebé que no dejaba de llorar el uno al otro, aterrorizados, como si fuese una bomba apunto de estallar y deseando que dejase de llorar de una vez y apareciera su "madre" para que la cogiese ella.
-¿¡SE PUEDE SABER QUÉ DEMONIOS ESTAIS HACIENDO?- ambos chicos se detuvieron al instante, tragaron saliva y lentamente se dieron la vuelta para encontrarse con una Nami que, literalmente, echaba fuego por los ojos y que tras propinarle un puñetazo a cada uno arrancó la niña, la cual seguía llorando, de los brazos de Zoro y se dirigió a su camarote, donde Chopper estaba preparado para hacerle la revisión a la pequeña.
-Al final nos ha pegado a los dos- dijo Zoro sentado en el suelo y sujetándose la cabeza dolorida
-Sí pero a mí me ha pegado con amor-comentó el rubio con corazones en los ojos y lucecitas brillando a su alrededor en plan Shôjo.
-¡Idiota!-
-Bueno, la niña está perfecta, no tiene nada, aunque no le vendría mal que le dieses algo de comer, ya sabes que los bebés hacen muchas comidas al día-
-¿Y qué le doy?-preguntó Nami al médico de a bordo, que estaba intentando despegarse de la niña que lo confundió con un peluche y no se soltaba de él.
-Pues hasta que podamos parar en una isla para comprar comida adecuada, dale leche y pídele a Sanji que haga algunas papillas de frutas y pescado, le vendrán bien-
-Muchas gracias Chopper- la pelirroja separó al bebé de su amigo para posteriormente darle un pequeño golpecito afectuoso en la nariz y dedicarle una sonrisa.
-No tienes nada que agradecer idiota, jejejejejee- y el médico comenzó con su baile habitual de "aunque te llame imbécil me alegra que me des las gracias".
Nami salió de su camarote dirigiéndose a la cocina, donde la esperaban el espadachín y Sanji, deseando que la niña se hubiese calmado y con ella, también su navegante.
-Nami-san ¿todo en orden?- se aventuró a preguntar el rubio exponiéndose a uno de los mayores peligros conocidos por la humanidad, Nami de mal humor.
-Sí, por suerte sí, aunque no precisamente gracias a vuestra ayuda- dijo ella mirándolos fijamente y acusándolos de lo ocurrido minutos antes- por cierto Chopper me ha dicho que le hagas papillas de fruta y pescado-continuó a la chica a la vez que se dejaba caer en una de las sillas de la cocina con la niña medio dormida agarrada a ella.
-Dicho y hecho- el cocinero se puso a ello en seguida, evadiéndose casi por completo de todo lo que le rodeaba y concentrándose en preparar la mejor papilla que el mundo jamás hubiese visto para su "hija", como él ya la llamaba.
Zoro se quedó mirando fijamente tanto a Nami como a la niña, mientras ambas jugaban estando sentada la segunda sobre la mesa, cuando la situación se prolongó durante 5 minutos Nami se dio cuenta de que estaba siendo observada y sentando al bebé en su regazo miró al espadachín interrogante como esperando una respuesta.
-¿Qué miras tan atentamente?- preguntó finalmente la pelirroja.
-¿Eh, no nada, sólo me preguntaba cómo te las apañaste para hacer que dejase de llorar-
-Muy fácil, en cuanto vio a Chopper se creyó que era un peluche y no hubo manera de separarle de él en un buen rato-
-Ah- Zoro se quedó mirando a su alrededor, formándose entre ambos un silencio incómodo que sólo se veía molestado por el sonido de Sanji cocinando.-Oi, Nami
-¿Aja?-contestó la pelirroja girando la cabeza de nuevo hacia él y dedicándole una sonrisa
-¿Me podrías enseñar a cogerla?- el espadachín enrojeció dándose cuenta de lo ridículas que sonaban esas palabras saliendo de su boca, y más aún cuando Nami empezó a reír descontroladamente provocando también la risa de la niña, que miró a Zoro y le acercó una de sus manitas intentándolo tocar.
-Si lo llego a saber no pregunto- bufó él enfurruñándose como un niño pequeño y cruzando los brazos sobre su pecho poniendo cara de pocos amigos.
-No es eso, es que me suenan raras esas palabras saliendo del gran asesino y espadachín Roronoa Zoro, anda ten- Nami depositó con cuidado la niña en los brazos del peliverde, enseñándole cómo tenía que colocar correctamente las manos para evitar que el bebé se hiciese daño o pudiera caerse.
Zoro se quedó completamente rígido sin moverse ni un ápice del puro miedo que tenía, y por su parte la niña le sonreía y se agarraba con sus manos a la camiseta del joven buscando un abrazo por parte del chico.
-¿Qué hago?- preguntó el espadachín ansioso. Realmente resultaba gracioso ver al famoso pirata cuya cabeza estaba valorada en 60.000.000 de berris, aterrorizado por una pequeña niña de 10 meses.
-Abrázala, es lo que quiere-
-¿Eins?...- Zoro atrajo a la niña contra sí sin saber muy bien qué hacer, pero la pequeña no dudó en agarrarse del cuello del muchacho a lo que éste respondió agarrándola para que estuviese más cómoda.
-¿Ves? No es tan difícil.- Nami apoyó la barbilla en sus manos y se quedó mirando a Zoro, el cual ya se iba acostumbrando a tener a la niña en brazos, con una sonrisa en la cara.
-¿Qué pasa?- le espetó él mosqueado, creyendo que la sonrisa se debía a que se estaba riendo de él.
-Nada, simplemente que con la niña en brazos y en plan paternalista resultas bastante mono, diría que hasta resultas kawaii-
-Hmpf- bufó él pero sin poder evitar sonrojarse, al fin y al cabo era la primera vez en su vida que alguien le decía que era mono.- Gracias, supongo-
-NAAAAAAAAAMI-SWAAAAAAAAN YA PREPARÉ LA COMIDA PARA NUESTRA HIJA-
-¿Ha dicho "nuestra"?-preguntó Nami por lo bajo a Zoro.
-Déjalo, paranoias de las suyas- dijo el espadachín a la vez que dejaba a la niña en brazos de la pelirroja para que ésta le diese de comer.
Sanji apareció a la espalda de Nami dejando sobre la mesa un plato repleto de una papilla con una pinta bastante asquerosa pero que desprendía un agradable olor y un vaso pequeño con intención de que la pequeña pudiese beber de él hasta que lograran encontrar un recipiente mejor. La pelirroja empezó a dar de comer a la niña, que gustosa aceptó la papilla y que entre cucharada y cucharada no cesaba de dedicarle sonrisas tanto al rubio como al espadachín por igual, y que , aunque, ninguno de ellos lo reconociese abiertamente, se les caía la baba con la pequeña.
En un instante y al olor de la comida Luffy y Usopp hicieron aparición en la cocina rogándole a Sanji que les diese un aperitivo, el cual, pasó de ellos y se sentó junto a Nami observando ensimismado la escena de lo que para él ya eran su amantísima esposa y su hija.
-Oh, si Nami-san, ahora tienes que darle el pecho- dijo Sanji una vez la niña hubo terminado de comer.
-Sí, sí eso eso, yo también quiero ver eso- añadió Luffy poniéndose frente a la pelirroja y mirándola fijamente.
-Yo también me apunto- terminó por decir Usopp que se puso junto a su capitán esperando que la navegante hiciese top-less alegrándoles así el día.
Zoro, creyendo que realmente iba a hacerlo miró hacia otro lado no queriendo saber nada del tema, y evitando así que Sanji le matase por dignarse a mirar el cuerpo de "su querida Nami-swan".
-¿Pero sois tontos o qué os pasa?¿no veis que sino me he quedado embarazada no puedo darle el pecho?- saltó ella furiosa apunto de ponerse a repartir capones por la cocina.
-¿Y por qué no?- preguntó intrigado un inocente Luffy secundado por Usopp que no paraba de decir "eso, eso ¿por qué, por qué? "
-Eres más tonto y no naces Luffy, y lo mismo te digo a ti Usopp-
-¿Pero qué pasa Nami?¿Por qué somos tontos?- preguntó de nuevo el capitán siendo secundado por el artillero que seguía con la dichosa frasecita "Eso, eso ¿por qué, por qué?"
Nami decidió ignorarles y les dijo que fuesen a avisar a Chopper y Robin, ya que tenían algo importante que decidir. Ambos se olvidaron del tema en seguida y obedecieron a su navegante llevando al médico y a la arqueóloga a la cocina prácticamente a rastras.
-¿Qué pasa navegante?- preguntó Robin sentándose junto a la pelirroja y mirándola fijamente.
-Punto 1: tenemos qué decidir que hacemos con la niña-Nami los miró a todos buscando una respuesta y finalmente Zoro fue el primero en hablar.
-No podemos llevarla a la policía ni a la marina, nos detendrían-
-Y tampoco podemos dejar un cartel diciendo que al hemos encontrado pues tendríamos que poner algún tipo de contacto y nos localizarían- añadió resuelta la navegante.
-Y espero que ninguno de vosotros esté pensando en abandonar a esta pequeña damisela en un puerto hasta que alguien la recoja- dijo Sanji en un ademán de encenderse un cigarrillo el cual cesó ante la fulminante mirada de Nami.
-Decidido, nos la quedamos – dijo Luffy con toda la felicidad del mundo.
-¿Cómo nos la vamos a quedar? te recuerdo que somos piratas Luffy- saltó Zoro alarmado temiéndose lo peor
-Pues como que nos la quedamos- finalizó el capitán sin permitir réplica ninguna.
Una vez dicho esto Robin salió de la cocina alegando que ella no quería saber nada del tema, siendo secundada por Usopp, que la siguió, más que nada, enfadado porque cada vez que intentaba acercarse a la pequeña ésta echaba a llorar desconsoladamente. Chopper dijo que esperaría fuera a que tomasen una decisión, pero nadie le hizo mucho caso pues evidente que alguien con pezuñas no puede cuidar un bebé humano correctamente.
Luffy sonriente se quedó sentado en la mesa y se puso a jugar con la niña, que en seguida tomó confianza con él y reía descontroladamente haciendo que al joven capitán le entrase la risa floja montando un gran escándalo.
-Por cierto Nami ¿Cómo se llama?- ante la inocente y no tan estúpida pregunta del moreno, Nami que estaba con los brazos y la cabeza apoyados sobre la mesa lamentándose, levantó su rostro y tras pensar dos segundos se dio cuenta de que no tenía ni idea del nombre de la pequeña.
-Pues la verdad es que no lo sé, ¿no ponía nada en la barca Zoro?-
-No me fijé-
-Pues le ponemos nosotros uno y ya está- dijo Luffy contento- Ya sé, la llamaremos Carne-chan-
-LUFFY- gritaron molestos al unísono el cocinero, la navegante y el espadachín. Fue entonces cuando al rubio se le ocurrió la mejor idea del mundo según él mismo claro está.
-La podríamos llamar NaSan- dijo él acercándose a Nami con el lívido por las nubes.
-¿NaSan?¿de dónde has sacado eso "ero-cook"?- le increpó Zoro.
-Pues evidentemente de la unión de los nombres de sus padres, Nami y Sanji, NaSan - como respuesta a este comentario Sanji se llevó un puñetazo por parte de la aludida que lo dejó KO tirado en el suelo.
-Casi mejor lo elijo yo- dijo ella acariciándose la mano dolorida
-¿Tú? mejor no, eres capaz de ponerle un nombre tan ridículo como al camello y al cangrejo de Arabasta.-
-Y tú eres capaz de llamarla Espada, Honor o algo por el estilo, decidido, se llamará ¡Arashi!- contestó resuelta la chica
-He de reconocer que suena bien Nami- dijo un sorprendido Zoro.
-Suena genial Nami-swan, no podías haber escogido un nombre mejor- la peloteó Sanji ya despierto de su golpe
-¡Pues decidido entonces!- dijo Luffy con una sonrisa de oreja a oreja cogiéndola en brazos y elevándola sobre su cabeza-¡Bienvenida a bordo Arashi-chan!
