X-Men no me pertenece.

ADVERTENCIA: Las siempre presentes lágrimas de macho, tintes de depresión, autodesprecio no muy intenso, hombres con uñas pintadas… párrafos que no parecen ir a ningún lado, uso excesivo de texto entre paréntesis, faltas de ortografía porque así es la vida a veces, no nos hacemos responsables si el lector se pregunta por qué es que cada vez que Erik y Charles conversan alguien termina llorando, pseudo-ciencia.


Charles no se sorprendió cuando su telepatía le permitió saber que la historia que acababa de contarle, no era una historia desconocida para Hank.

—Mariko ya vino a que la revisaras— Hank sonrió, ni un poco amedrentado por el tono seguro de Xavier.

—Logan no habría podido dormir si no le aseguraba que todo estaba bien con Mariko— Charles también sonrió, aliviado, pero al mismo tiempo burlándose del alfa en compañía de la miradilla conspiradora de su buen amigo.

Finalmente, Hank apartó su expresión alegre, adquiriendo una pensativa y seria.

—Sobre lo que pasó…— Antes de que McCoy pudiera terminar su frase, Charles alzó una mano, mostrando su dedo índice y medio, sintiéndose un poco juguetón. El beta volvió a sonreír, aunque esta vez de forma más discreta. —Dos teorías, sí, ¿sabes eso gracias a tu telepatía? —

—No, soy un hombre inteligente, Hank— El más joven pareció conforme con la respuesta, pero nuevamente pasó a su actitud más seria y profesional y mucho menos amigable. No era que dejara de sentirse apoyado por el beta, era solo que sabía que habían pasado de "apoyo incondicional de mejor amigo" a "te diré tus verdades y no estaré de acuerdo contigo si es necesario, porque soy tu medico".

Charles quería seguir hablando para poder llegar a una conclusión a la situación que se había suscitado con Mariko, pero al mismo tiempo quería cubrir sus oídos, cerrar los ojos con fuerza y hacer como que esto no era un problema.

—La primera opción…— Comenzó su amigo, dejando escapar el resto de su frase de su mente. Así que Charles ya sabía de cual teoría estaban hablando.

—La menos probable— Agregó.

—Sí—

—No hay nada ocurriendo que apoye esa teoría, no tengo periodos de celo, no puedo percibir el aroma de otros, por tanto, supongo que no tengo aroma—

—Nada más allá de la forma en que Mariko actuó apoya esa teoría, tienes razón— Hank hizo una corta pausa, pensativo. —Aun así, siempre puede ser un efecto secundario del suero milagroso, por un mal cálculo— Charles negó con la cabeza.

—Tú y yo sabemos que eso no es posible, no es lo mismo sanar un órgano dañado, a producir un nuevo órgano que ya no está— Charles sabía que no había necesidad de decir esto, sin embargo, sentía que debía decirlo en voz alta… para él mismo. —Para que el suero milagroso llegara a ese punto de cambiar células y transformarlas en pluripotentes, primero terminaríamos provocando células neoplásicas—

—Es verdad— Confirmó Hank, porque esa, a fin de cuentas, había sido la razón por la que habían establecido un tiempo específico de vida del suero milagroso, buscando que sus efectos no se salieran de control. —Aun así, podríamos asegurarnos de que no… de que tu sistema reproductor y tus glándulas realmente no están, con el ultrasonido, la incertidumbre no es buena— Charles no quería, pero al mismo tiempo quería verlo, la ausencia de esos órganos.

—Ok— Aceptó sin decir nada más, sin decir que aquello era una perdida de tiempo, porque necesitaba esto.

Mientras Hank preparaba el aparato que claramente había visto mejores días, posterior a ayudarlo a acomodarse en una de las camillas, el beta comenzó a hacer una conversación sencilla.

Porque Charles era el telépata, pero Hank lo conocía bien, sabiendo cuando Xavier requería una distracción.

—Dijiste que no tienes aroma—

—¿Qué? —

—Antes, dijiste que no tienes aroma y es verdad, no tienes uno propio, pero…— Hank le sonrió suavemente apartando su mirada de la pantalla del aparato de ultrasonido. —Siempre hueles como Erik— Charles sintió su rostro acalorarse, Hank soltó una risa suave. —Jean aun no ha desarrollado un aroma, así que también huele como Erik, los tres… como la familia que son— Dicho aquello, el beta regresó su atención al aparato, tomando el transductor y el gel conductor. —Todo listo, descubre tu abdomen, por favor— Antes de dejar que McCoy continuara con sus acciones, Charles envolvió una de las muñecas del hombre de lentes, atrapando su atención con éxito.

—Gracias— Ofreció, sabiendo que Hank no diría nada, no cuestionaría nada, solo sonreiría.

El transductor se paseó por el abdomen de Charles, para que en silencio le fuera ofrecido un poco de papel para retirar el gel conductor, siendo esta vez su cuello el que fue revisado.

Charles no estaba sorprendido de que ninguna de las dos exploraciones mostrara alguna imagen en la pantalla.

Se mantuvo recostado en una de las camillas, concentrado en mover suavemente los dedos de sus pies, sin apartar su mirada del techo y de aquella mancha que, gracias a la pareidolia, él la percibía como una ballena.

Sintió a Hank sentarse en un pequeño espacio en la camilla.

—¿Cómo estás? —

—No lo sé— Contestó luego de un rato y era verdad.

¿Se sentía mal? No estaba seguro, ¿se sentía bien? Definitivamente no diría eso.

—Ser un omega era difícil, no puedo hablar por otros, es decir, seguro que ser un alfa y un beta viene con sus propias complicaciones, pero ser un omega era difícil, tener que estar constantemente registrando cuando sería mi próximo ciclo de celo si no quería sorpresas, usar inhibidores de celo, el hecho de que el mundo no parecía poder entender como podía ser omega e inteligente a la vez, como podía percibir que algunos intentaban someterme porque me tenían cierto… miedo…— Bastante resumidas las complicaciones que venían con ser un omega. —Pero nunca lo odié, estaba feliz con mi naturaleza y definitivamente el sexo durante el celo esta a otro nivel— Se permitió ver a Hank a los ojos, disfrutando del sonrojo del otro, estaba seguro de que el beta entendía de cierta forma gracias a ser la pareja de un omega. —Pero qué puedo decirte yo que tú no hayas presenciado ya, ¿cierto? — Hank no dio una respuesta; no esperaba una. —Si lo pienso, no lo extraño en realidad, tanto como creo que debería— Explicó en medio de una risa vacía. —Pero cuando pienso en que ya no soy un omega porque… me arrebataron…—No quiso continuar. —Me siento muy enojado y quiero mi naturaleza omega de regreso—Limpió las escasas lágrimas que caminaron por su rostro. —Me siento como un compañero destinado roto que jamás va a poder ser todo lo que Erik merece— Hank lo miró como si quiera arrancarle aquellos pensamientos de la cabeza.

"Nada de eso es verdad, eres más que suficiente"

Charles sonrió suavemente.

—Voy a trabajar en eso—

—Te ayudaré a trabajar en eso—

—Gracias— Incluso aunque intentó decirlo fuerte y claro, su voz salió como un susurro. Inspiró profundo, recuperando la fuerza en su voz. —Entonces nos quedamos con la segunda teoría—

—Erik— Afirmó Hank, después de lucir como si no quisiera dejar ir por completo el tema anterior.

—Erik, su líder de manada y la forma en que actúa conmigo— Hank asintió.

—Somos criaturas manejadas por feromonas e instinto, lo que en gran parte controla nuestra interacción social con nuestra manada, por supuesto que la naturaleza omega de Mariko te reconocería como su omega líder si su alfa líder actúa como un idiota con tal de protegerte y hacerte feliz— Charles simplemente no pudo controlar su risa, dejándola escapar sin más. —Si hasta su aroma comenzó a cambiar en la medida en que su relación se volvió más cordial y ahora ese cambio es mucho más marcado—

—¡Wow!, ¿en serio? — Una pregunta que había rondado la mente de Charles, regresó con más fuerza. —¿A qué huele Erik originalmente y a qué cambió? —

—El jefe huele como… un bosque— Hank rio suavemente, Charles lo acompañó. —Lo siento, sabes que al ser beta no puedo dar muchos detalles de los aromas, pero sí, eso y ahora no es que su aroma a bosque haya desaparecido es solo que a su aroma se agregó esta especie de… es como… ahora también huele como si alguien estuviera preparando té—

Charles, que había estado en el proceso de sentarse, volvió a recostarse en la camilla, sin ningún cuidado y alejando por completo su toque característico de elegancia.

—¿Qué pasó?, ¿estás bien? —

—¿Cómo si alguien estuviera preparando té? —

Erik no estaba seguro, pero creía que había hecho enojar a Charles.

No tenía idea de lo que había hecho o dicho para hacerlo enojar y sabía perfectamente que preguntar iba a terminar por hacer todo peor.

Porque… primero lo hace enojar y ¿ni siquiera se da cuenta de lo que hizo para provocar tal cosa?, sí, no estaba ayudando a su caso.

Tampoco estaba tan seguro de que Charles estuviera realmente enojado, después de todo, seguía hablándole con normalidad y su saludo con beso incluido (una vez que fue a recogerlo al laboratorio de Hank luego de asegurarse de que MacTaggert se fuera de su hogar) no fue rechazado, pero de alguna forma sentía que estaban "evitándolo sin realmente evitarlo".

—Charles—

—¿Sí? — Le respondieron de inmediato, sin girarse a mirarlo y Erik se alegró de escuchar algo más aparte del ligero rechinido que hacían las ruedas de la silla del omega.

—¿Cómo estuvo tu rehabilitación? —

—Bien, muy bien— Su pareja giró el rostro en su dirección, permitiéndole notar una sonrisa. Erik comenzó a relajarse.

Tal vez Charles no estaba enojado, solo cansado.

—¿Tuviste oportunidad de hablar con Hank sobre lo que ocurrió con Mariko? — Ante la pregunta, la postura de Charles se tornó tensa.

¿Qué había pasado?

Tal vez no estaba realmente enojado con él, tal vez solo era un tema del que no quería hablar.

Erik no podía (ni quería) obligarlo a hablar.

—Oh, Janos está cuidando de los niños el día de hoy— Erik se preguntó si era lo correcto dejar el tema por la paz.

La comunicación era importante, pero también respetar los límites de tu pareja.

Tratar de ser inteligente emocionalmente no era lo suyo.

—Sí, ayer se hirió una mano mientras ayudaba con el mantenimiento de una casa y no le pareció cuando le dije que se tomara el día, así que me pareció una buena solución—

Planeaba hacer que Janos se quedara todo el rato haciéndole compañía a Charles

Charles le mostró una sonrisa amable, casi con un deje de admiración que le provocó un curioso aleteo en el pecho, se sentía complacido consigo mismo. Se aclaro la garganta.

Los niños se encontraban sentados en un círculo deforme en compañía de Janos, muy concentrados en lo que sea que estuviera en sus manos, bastante silenciosos para ser ellos… el efecto Janos, suponía Erik.

De golpe Jean alzó la cabeza, como si hubiera escuchado algo que el resto simplemente lucía incapaz de escuchar.

Girando todo el cuerpo para poder verlos llegar, su hija se levanto de inmediato, corriendo hacia el encuentro con ellos. Charles rio al tiempo que la menor primeramente abrazaba a Erik, para luego subir al regazo de Charles, se había vuelto muy ágil en realizar aquella acción (o tal vez era porque estaba un poco más alta, así Erik quisiera aceptarlo o no).

—¿Estás haciendo una corona de flores? —Le habló Charles a la menor ni bien esta le mostró lo que traía en sus manos.

—Hola Charles, hola señor Erik— Saludaron Kurt y Scott, Kurt acompañando sus palabras con un cambio de posición, poniéndose de pie de un brinco. Ororo estiró ambos brazos agitando sus manos con un efusivo saludo.

—Hola, hola— Comenzó a decir sin parar de sonreír, Jean respondió el saludo, incluso si este no era dirigido a ella.

—Hola Kurt, Scott, Ororo, Janos— Saludo Charles una vez Erik acomodó la silla.

Janos, siempre tendiendo a ser silencioso, se limitó a ofrecer un movimiento de cabeza en lugar de un saludo hablado y regresó a la tarea entre sus manos (su propia corona de flores).

Erik podía entender el no tener deseo de hablar, pero decir "hola" tampoco es que requiriera demasiada energía, aún así no comentó nada, incluso si frunció ligeramente el ceño.

No podía saber qué había pasado en la vida de Janos para llevarlo a no estar muy interesado en usar sus palabras si no era estrictamente necesario. Incluso si no había una historia rebuscada y llena de dolor detrás, Janos era capaz de comunicarse, incluso si algunas veces casi caía en ser descortés, Erik no era la mejor persona para juzgarlo por ello.

Una mano de Charles se enredó con una suya, haciéndolo apartar su mirada de Janos, para disfrutar de la sonrisa de su pareja, no podía confirmar nada, pero suponía que Charles acababa de leer todos los pensamientos, en torno a Janos, que habían rondado su mente.

Xavier asintió ante la pregunta que Erik no había hecho.

Sonrió seguro de que el omega no estaba molesto con él. De golpe Charles lució extrañado, como si aquel último pensamiento también hubiera alcanzado a escucharlo.

Esta vez Charles negó con la cabeza, como si quisiera preguntar muchas cosas, pero al mismo tiempo se negara a hacerlo, sabiendo que no era el momento ni el lugar.

—¡Ahí estás!, ¡Sabía que estarías aquí! — Exclamó Logan, interrumpiendo su conversación de miradas, acercándose a él a paso rápido. —Te necesitamos, date prisa—

—¿Pasa algo malo? — Cuestionaron él y Charles a la vez.

—Cosas habituales de ser el alfa líder de una isla, ¡date prisa! — Logan no necesitaba gritar para ser autoritario y activar su instinto alfa, deseoso de discutir con otro alfa.

Erik colocó una mueca en su rostro, girándose a mirar a su compañero destinado, relajando su expresión en una casi sonrisa, para besar la frente de su hija, que sonrió aferrándose a su cuello, pasando a compartir un beso de labios con su amado.

—¿Por qué mierda siempre actúan como si no se fueran a ver nunca más? — Murmuró Logan, como si el imbécil no se diera cuenta de la forma en que actuaba alrededor de Mariko.

—Vuelvo más tarde— Charles asintió mostrándole dos dedos pulgares, siendo al instante imitado por todos los niños, incluso Janos.

Erik se permitió una risa amortiguada ante aquella imagen.

Jean no entendía.

Miró las manos de Kurt, luego las de Janos, paso por las manos de Ororo y finalmente se centró en las manos de Scott, para que de inmediato Scott la mirara sonriéndole y haciéndola sentir bonito por dentro.

Le sonrió, para regresar a su actividad previa, observar las manos de todos.

No lo entendía.

Escuchó la risa de Charles, decidiéndose que sí, debía preguntarle a su papá, porque es que de verdad que no lo entendía.

"¿Por qué las uñas de Kurt y Janos son de color diferente?".

—Kurt— Llamó Charles después de que ella hiciera su pregunta. —El niño apartó su atención de las flores entre sus manos. —Jean quiere saber porqué tus uñas son amarillas—

—¿Mis uñas? —

—¿No las pintaste? — Preguntó Ororo, Jean quería entenderlo todo, "¿las uñas pueden pintarse?".

—Las uñas de Kurt son amarillas— Dijo Scott con esa voz que usaba cuando explicaba cosas, como cuando les explico que gusano y oruga no eran lo mismo, porque él era así de inteligente y sabía muchas cosas, Jean estaba maravillada ante la respuesta.

—Sí, mis uñas son amarillas, no las pinté— Dijo Kurt con una sonrisa feliz y asintiendo muchas veces.

—¡Wow!, quisiera que mis uñas fueran blancas, como mi cabello— Dijo Ororo y Jean se concentró en sus uñas, recordando de repente, ¿entonces las uñas del señor Janos eran negras?

—¿Janos?, ¿tus uñas son de ese color naturalmente o las pintaste?, lo siento, espero que no te moleste la pregunta de Jean— El señor Janos negó con la cabeza, a Jean le gustó la forma en que su cabello se movió junto con su cabeza.

—Las pinté, cuando Sean va a misiones, a veces encuentra frascos de esmaltes y me los da—

Entonces, las uñas de Kurt eran amarillas y el señor Janos pintaba las suyas de color negro. Sonrió feliz.

—Entonces a ti te gustaría tener tus uñas blancas— Habló el señor Janos en dirección a Ororo. —¿A ustedes de que color les gustaría tenerlas? — Preguntó después.

Jean lo pensó seriamente, porque esta era una pregunta muy importante.

"Rojo", pensó ella.

—Rojo— Dijo Scott. —O azul o amarillo—

—Sí, a mí me gustaría tenerlas azules, como mami— Agregó Kurt.

—También me gustaría tenerlas rosas— Jean estaba de acuerdo.

"O moradas"

—¿A Jean que le gustaría? — Preguntó el señor Janos mirándola a ella y su Charles. El señor Janos no sonreía nunca, nunca, pero ella sentía que él estaba feliz, justo como ella.

—Rojas o moradas—

—Buenas elecciones las de todos— Jean no entendía muy bien lo que la palabra "elección" significaba, pero igualmente sonrió y asintió.

—¡Hey!, ¿qué hacen? — Saludó de repente una de las mamás de Ororo, la que tenía el pelito de colores divertidos, ¡sería genial tener todas las uñas de diferentes colores! —¡Están haciendo coronas de flores, mi especialidad! — Ororo rio.

—Tú especialidad es pelear con la katana— Afirmó su amiga sin dejar de sonreírle a su mamá.

—Esa es mi otra especialidad, tengo muchas especialidades, como dar los mejores besitos en la frente— Exclamó hincándose junto a Ororo besándola múltiples veces en la frente, haciéndolos reír a todos.

—¿Tienes tu katana contigo? — Cuestionó el señor Janos de repente, atrayendo la atención de la señora Yukio.

—Sí, ¿por qué?, ¿cuál es el problema? — Preguntó de inmediato, dejando de sonreír y poniéndose de pie.

—Nada, ¿ya terminaste tu trabajo?, ¿puedes quedarte con ellos un momento? —

—Oh, claro—

—¿Esta bien si me voy un momento?, regreso rápido— Habló esta vez en dirección a su Charles.

—Por supuesto Janos, tomate el tiempo que necesites— El señor Janos se puso de pie y se alejó de ellos, corriendo rápido.

Le había gustado estar en compañía del señor Janos, no sabía por qué se había ido.

Jean apartó su mirada del lugar por el que el señor Janos se había ido y se concentró en la historia divertida y graciosa de la mamá sonriente de Ororo.

Había estado tan entretenida que cuando de repente el señor Janos se paro frente a ellos su corazón empezó a latir muy, muy rápido, Kurt había soltado un gritito que se parecía al ruido que hacían los ratoncitos y ella rio junto a Scott.

El señor Janos estiró las manos frente a Scott y Scott, aunque no sabía qué pasaba, Jean lo sabía porque ella tampoco sabía, puso sus manos frente al señor Janos, el cual le puso un frasquito de color rojo brillante.

—Rojo— Habló el señor Janos en voz bajita, luego estiró sus manos frente a Ororo, dándole un frasquito de color diferente. —Blanco— luego caminó hacia Kurt. —Azul— Y al final se paró junto a ella, dándole dos frasquitos. —Rojo y morado—

Jean no podía creerlo.

—¿Entonces nos podemos pintar las uñas? —

—¡Vaya!, tenía rato sin ver un esmalte— Mencionó la mamá de Ororo, desde donde estaba sentada en el suelo, abrazando a Ororo que estaba felizmente sentada sobre una de las piernas de su mamá.

Jean le mostró los dos frasquitos a Charles.

"Mira, Charles, ¡tienen colores muy bonitos!"

—Mhm, son muy bonitos— Le dijo su Charles, sonriendo. —Janos, ¿estás seguro? — El señor Janos movió la cabeza arriba y abajo.

—De todas formas yo solo uso negro y Sean está de acuerdo en que se los dé—

—Niños, es importante agradecer cuando recibimos un regalo—

—Gracias, señor Janos— Dijeron sus amigos.

"Gracias, señor Janos", Se apresuró en transmitir al tiempo que todos lo hicieron.

Jean estaba muy concentrada en pintar su uña de color morado, Erik no estaba seguro de dónde había más esmalte, si dentro o fuera de su uña.

No se estaba quejando, estaba disfrutando mucho del ceño fruncido en concentración de su adorada hija.

Quería reírse y al mismo tiempo no hacerlo por temor a avergonzar a la menor.

—Uh— Escuchó a Charles quejarse, girándose para verlo tallarse el ojo derecho mostrando una mano repleta de uñas de color rojo en todo su esplendor.

Quiso asustarse, correr hacia el omega y asegurarse de que todo estuviera bien. Porque era su naturaleza, necesitaba siempre tener el control y proteger y porque su naturaleza alfa requería que todo estuviera bien todo el puto tiempo.

Pero Charles no parecía realmente adolorido y todo simplemente lucía en calma, solo estaban ellos tres en su casa.

—¿Estás intentando distraerme para hacer trampa? — Cuestionó, centrándose en el tablero frente a ellos, estudiando si había de repente algo diferente que implicara que realmente Charles había hecho trampa.

El omega rio.

—Ya te he dicho que no necesito hacer trampa para ganarte— Afirmó su compañero destinado, finalmente apartando su mano de su ojo, ligeramente rojo y lloroso. —Creo que me entró una pestaña al ojo— Erik pidió de forma silenciosa apartarse de Jean, quien de inmediato lo permitió, yendo a ponerse una nueva (¿sexta tal vez?) capa de esmalte en sus propias uñas. —Déjame ver— Pidió, enmarcando el rostro de su pareja con sus manos, teniendo cuidado de la pintura fresca sobre sus uñas (y dedos).

Fue fácil encontrar la pestaña de la que Charles hablaba, pues esta ya no estaba dentro del ojo de su pareja, si no que se encontraba iniciando un camino por su mejilla.

Con dificultad logró hacer que la pestaña se pegara a su dedo índice, intentando en todo momento no dejarle ninguna mancha de pintura en el rostro.

—Listo, aquí está— La mostró a su antiguo dueño. —¿Vas a pedir un deseo? — Cuestionó sintiéndose de repente en una comedia romántica, lo que le arrancó una risa. Charles le sonrió de forma burlona, alzando las cejas como si no pudiera creer lo que Erik acababa de preguntar.

Charles miró a Jean, porque seguramente su hija le había transmitido algo.

—¡No, cariño…! — Ante la urgencia con que Charles dijo aquello, Erik tenía que asegurarse de que Jean estuviera bien, encontrándola con su dedo índice y pulgar agarrando las pestañas de su ojo izquierdo, y manchando sus parpados superior e inferior de esmalte rojo y morado.

—Jean— Riño suavemente, tomando el pedazo de tela que habían mantenido cerca en caso de que este tipo de accidente ocurriera.

Limpiando rápidamente la cara de la menor. Por suerte ni las pestañas ni el ojo habían sido atacados por esmalte. Eso habría sido más difícil de manejar.

—Lo siento, cariño, pero arrancarse las pestañas para pedir deseos no va a funcionar, si las arrancas las pestañas pierden sus poderes, solo funciona si ellas solas deciden soltarse de tu ojo— Jean hizo un pequeño puchero ante la explicación de Charles.

Erik, incluso perdiéndose de la mitad de la conversación, miro a ambos miembros de su familia con todo el amor que podía escapársele de los ojos, que estaba seguro era una ínfima parte de todo el amor que realmente sentía.

—Ah, perdí tu pestaña, ya no podrás pedir tu deseo— Explicó en dirección a Charles una vez terminó de limpiar a Jean.

Charles sonrió para agregar de forma dramática.

—Supongo que podré perdonar este ultraje de tu parte— Erik solo pudo sonreír de forma grande y aparatosa y de nuevo Charles lo miró en esta forma que Lensherr había notado durante todo el día.

Era una mezcla de incredulidad, adoración y un deje de incertidumbre que él solo podía terminar por pensar que realmente había hecho algo para molestar a Charles.

Vio a Jean distraerse pintando "las uñas" de sus muñecas (no tenían, pero Erik no iba a detener a la menor) y finalmente se acercó a Charles.

Antes había estado bien darle su espacio a Charles, porque habían estado en público, además de que de cierta forma su amante le había querido trasmitir que realmente no estaba enojado con él, más temprano, cuando había leído su mente, pero ahora estando en su hogar, debía ser seguro el preguntar.

Una cosa era una conversación de miradas (con un toque de telepatía por una de las partes) y otra una verdadera conversación con palabras. Estaba realmente tratando de mejorar en su comunicación verbal, porque no quería volver a provocarle ningún sentimiento negativo a Charles ni a ninguna de las personas que amaba, solo porque se sentía "incapaz" de comunicarse apropiadamente.

Si su amado decidía no responder su pregunta, eso estaría bien. Erik lo aceptaría sin rechistar, porque "límites".

—Charles— Su pareja que miraba a Jean con una sonrisa suave se giró a mirarlo a él, aun sonriendo. —Hice…— De verdad esperaba que esto no volviera todo peor. —¿Hice algo que te molestara? — Xavier lució confundido al instante, dejando de sonreír y frunciendo el ceño, no con enojo, si no con preocupación.

—¿Qué? No— Charles rio suavemente sin dejar su ceño fruncido. —¿Por qué preguntas eso?, también antes lo pensaste… ¿me veo enojado? —

—No— Afirmó. —Pero siento que algo te molesta— Charles no dejó de sonreír mientras negaba con la cabeza, pero Erik podía sentir que estaba llegando al punto exacto en el que su compañero destinado estaba por dejar de pretender. —Y que ese algo tiene que ver conmigo—

Finalmente, la sonrisa despareció. A Erik no le gustaba la forma en que Charles tendía a apartar la mirada cuando algo le molestaba o cuando tenía que pensar algo a profundidad, no porque le desagradara el gesto, le desagradaba lo que implicaba; Charles perdido en sus pensamientos, en su mente, la cual tendía a no ser muy amable con su dueño.

—No es molestia o enojo— Le dijeron en voz baja. Para mirarlo nuevamente a los ojos. —Hank y yo hablamos sobre lo que pasó con Mariko y… concluimos que probablemente es por la forma en que tú, su alfa líder actúa en mi presencia y eso llevó a que habláramos de tu aroma y del hecho de que a cambiado recientemente— Erik lo sabía, todos a su alrededor parecían bastante entusiasmados en hacérselo saber. —Hank me dijo que tu aroma original es algo parecido a un bosque y dice que recientemente hueles también a…—

—Sí, como si alguien estuviera preparando té— Hasta Moira jodida MacTaggert había mencionado algo, pero ¿qué podía decir o hacer Erik?, el aroma natural de cada persona podía cambiar con el paso del tiempo, cuando algo bastante importante ocurría.

Nunca se lo había mencionado a nadie, pero antes de la muerte de Magda y Nina, su aroma había sido más parecido a "un día soleado" incluso si eso lo hacía sonar como una jodida tarjeta de felicitaciones.

El hecho de que ahora su aroma cambiara, se debía a su nuevo estado mental, cada día se sentía más feliz, más saludable, más amado… era esperado y lógico y por eso no le decía nada negativo a cualquier persona que decidiera que era bueno mencionárselo, como si no pudiera percibirlo por sí mismo, porque sabía que lo hacían porque estaban felices por él.

—¿Sabes cómo solía describir la gente mi aroma de omega? — Erik siempre se lo preguntaba y siempre había querido preguntarle a Charles, pero nunca lo hizo y probablemente jamás lo habría hecho de no ser por esta oportunidad de su compañero destinado mencionándolo por sí mismo, porque temía incomodar a Charles.

—¿Cómo? — Murmuró, temeroso de decirlo en voz alta y que aquello de alguna forma rompiera el ambiente.

—Como si alguien estuviera preparando té—

Su mente se congeló ante la implicación.

Erik no era inteligente como Hank o como Charles, pero no era estúpido.

¿Cuáles eran las probabilidades de que esto fuera una casualidad?

Las parejas vinculadas, como Mariko y Logan, terminaban compartiendo aromas, haciendo una curiosa mezcla que permitía percibir los aromas por separado y al mismo tiempo entremezclarlos.

Charles dijo que podía sentir como si estuviera con él siempre.

Erik podía sentirlo también, pensó que se debía a la telepatía.

Inspiró profundo, percibiendo su aroma, el bosque, el olor a té, separados y entremezclados, extrañamente a la vez.

El mismo aroma que percibía en Charles y en Jean.

—¿Cuáles son las probabilidades de que a tu aroma se agregara específicamente el aroma que yo solía tener? — Dijo Charles como si coincidiera con los pensamientos de Erik, tal vez y sí había leído su mente, pero eso no era lo importante en este momento. —Hank y yo creemos… yo creo que te vinculaste a mí— Erik no se había atrevido ni a pensarlo, pero aquí estaba Charles diciéndolo, su amado compañero desti.. ¿vinculado? —Sin necesidad de mordida de vinculación, si tengo que decir algo diría que es desde que conectamos nuestras mentes durante el ataque al laboratorio de Trask, puede ser que otras reglas apliquen a nosotros por ser… destinados…— Parecía que Charles quería hablar y hablar, pero no estaba diciendo lo que Erik realmente quería escuchar.

El cómo y el por qué no eran importantes para él, no como lo era el saber…

Se acercó rodeando el rostro de Charles son sus manos y uniendo sus frentes.

—¿Cómo te sientes? — Charles que había mantenido su vista perdida en un punto detrás de Erik, cerró los ojos.

El omega removió suavemente su cabeza, haciendo que sus frentes rozaran la una con la otra en una curiosa caricia.

—No lo sé— Cuando Charles decía "no saber", Erik sabía que estaba recibiendo una de las respuestas más honestas de parte de su amado, por ello agradecía y se sentía aliviado, incluso si sentía que su corazón dolía. —Se supone que debes hablar de estas cosas y tomar la decisión en pareja antes de que tu naturaleza como compañero destinado decida vincularte sin avisarte nada— Charles dijo aquello en tono relajado y cómico, Erik se permitió reír. —¿Cómo te sientes tú? —

Sí, vincularse era una decisión que no debía tomarse a la ligera; claro que muchos terminarían enojados y resentidos de descubrir que de repente estaban vinculados.

Pero Erik… Erik ya había decidido que quería estar con Charles por el resto de lo que le quedaba de vida.

No quería ser separado nunca más de su compañero destinado.

¿A Charles lo incomodaría si Erik admitía que se sentía tremendamente feliz de estar vinculado a él?, ¿por qué… qué pasaba si Charles sí resentía el estar atrapado con Erik de ahora en adelante?

—No me siento atrapado, quiero estar contigo y con Jean—

Mierda, otra vez esta conversación estaba avanzando con ayuda de la telepatía de Charles, no porque Erik estuviera haciendo un buen trabajo en eso de usar sus palabras.

Escuchó la risa del omega.

—Tal vez esta es una de las razones por las que soy tu compañero destinado, por mi telepatía—Charles finalmente separó sus frentes y abrió los ojos, permitiéndole notar su sonrisa, mientras negaba con la cabeza. —También estoy feliz, incluso si ya no soy un omega— Erik iba a odiar por siempre la forma despectiva en que Charles decía aquello. —Si ya no tengo los órganos necesarios para una vinculación— Se corrigió al acto mostrándole una sonrisilla conspirativa. —Mi amado compañero destinado, tú sí puedes tener casi la experiencia completa de tener un compañero vinculado— Acarició el rostro de Charles con una de sus manos, disfrutando de cómo el omega parecía disfrutar en sobre manera de las caricias, incluso cerrando los ojos.

Charles atrapó la mano de Erik entre las suyas (frías), y abrió los ojos.

—Me siento triste también, porque nunca voy a poder sentirlo cómo tú, incluso si puedo sentir un poco de nuestra… conexión, porque no puedo evitar el preguntarme como habría sido si yo aún… y entonces me siento malagradecido porque ya tengo esta vida perfecta contigo y con Jean, que es mucho más de lo que jamás habría imaginado cuando estaba encerrado en ese bunker… ¡mierda!, creo que ni siquiera hace unos cuantos meses— Ayudo a Charles a retirar las lágrimas de su rostro, para luego abrazarlo contra él. Charles paseó la punta de su nariz por un pequeño espacio del cuello de Erik. —Desearía poder percibir tu aroma y poder oler nuestros aromas entremezclados— Le susurraron sobre la piel de su cuello.

Erik se sentía victorioso, un ganador, pero al mismo tiempo esto no se sentía como una victoria completa.

E incluso así, era suficiente.


Espero no pasar tanto tiempo sin escribir, de verdad esa es siempre mi intención y de repente me doy cuenta de que han pasado meses, ¡meses!

¿Cómo era que hacía para escribir un capítulo por semana? No tengo idea.

Espero y el capítulo haya sido disfrutable, ¡Saludos y nos estamos leyendo!