X-Men no me pertenece.

ADVERTENCIA: ¿Sangre?, ¿armas?, ¿extras muriendo?, ¿la sensación de que esto no tendrá fin?, ¿narración confusa?, ¿errores de ortografía?, ¿bebidas alcohólicas?, ¿exceso de Alex?, ¿mujeres siendo heridas?


Charles abrió los ojos, exaltado; estaba asustado por lo que había soñado, todo estaba claro y fresco en su mente, buscó con vista borrosa, sensación nauseosa, con el estómago hecho un nudo y manos temblorosas el cuerpo de su compañero destinado, pero únicamente encontró el pequeño de su amada hija.

Cierto, Erik no estaba.

Se sentó pasando sus manos por su rostro con un tanto de fuerza excesiva, se enfocó en su respiración (logrando estabilizarla), en su parpadear (que se volvió cada vez menos pesado) y en el toque entre sus manos, su corazón dejó de latir acelerado en su pecho y él pudo enfocarse en su mente conectada a la de Erik.

No estaba percibiendo palabras y jamás podría describir acertadamente las sensaciones que experimentaba por medio de su conexión con su compañero destinado, pero una comparación cercana, incluso si quedaba demasiado corta con respecto a la realidad, era como si estuviera siendo abrazado, envuelto por completo en la calidez de su pareja.

Inspiró profundo, aferrándose a la conexión y así como así, ya no podía recordar de qué había sido su pesadilla.

Dejó de enfocarse en su conexión con su compañero destinado, relegándola al fondo de su mente, como un punto brillante de paz y serenidad al que acudiría a lo largo del día cuando necesitara un poco de ambas cosas (y un demasiado de Erik), centrándose esta vez en el cuerpo durmiente de su hija.

Sonrió, pasando una mano por el cabello rojizo de la menor, percibiendo un muy ligero chispazo del mundo de sueños de Jean. No estaba seguro de cuánto tiempo pasó observando a su hija (estaba seguro de que era demasiado temprano como para preocuparse por el tiempo), solo supo que finalmente su adorada pequeña despertó, sin prisas, tranquila, ofreciéndole una sonrisa perezosa en cuanto logró mirarlo para levantarse sin mucha energía y aferrarse a él. Charles la acomodó apropiadamente en su regazo, de forma que Jean terminara abrazando su cuello con sus brazos y la cintura con las piernas.

—Papá— Llamó de forma adormilada, pero amorosa, dejándole un beso cariñoso en la mejilla. Charles le besó unas cuantas veces la frente y el cabello.

—¿Eres mi niña mimada? — Llamó de forma juguetona, sabiendo que Jean estaba sonriendo. La menor alzó el rostro de repente, viendo en todas direcciones y notándose desubicada.

—¿Papi? — Charles no se permitió mostrar una expresión de tristeza, le sonrió a su pequeña con todo su amor.

—Papi fue a una misión, ¿recuerdas? — Jean claramente recordó en cuanto Charles lo dijo, lo supo por la forma en que su expresión se volvió melancólica.

Charles suspiró de forma silenciosa para conectar su frente con la de Jean, inspiró profundo y se concentró en transmitirle a la mente de telepata de su hija la conexión que él compartía con Erik, las sensaciones de calidez, paz, amor, protección…

Para cuando alejó su frente de la de su hija, esta estaba nuevamente sonriendo.

—Papi— Llamó entre risas que Charles acompañó.

—Papi— Respondió en un susurró.

Luego de un rato más de disfrutar de la compañía silenciosa del otro, el estómago de Jean exigió atención.

—Quiero comida— Exclamó haciéndolo reír, acomodó a Jean en el futón, poniéndose de pie con calma y cuidado, algunas veces la lesión curada en su columna le provocaba parestesias y paresia transitorias, por suerte estas tendían a ocurrir solo por las mañanas, igualmente siempre había que ponerse de pie con cuidado.

Sintió las parestesias en todo su esplendor, apreciando el hecho de que el día de hoy no había paresia, estiró su espalda de a poco hasta elevar sus extremidades superiores hacia el techo, movió un poco más sus piernas y finalmente se sintió listo.

—Preparemos el desayuno— Informó a Jean que se puso de pie estirando los brazos para exigir ser alzada, ya era algo grande para eso, pero Charles no podía evitar el seguirla mimando.

Ya en la cocina, luego de que Jean ayudara a batir los huevos (tirando una muy pequeña cantidad), casi a punto de concluir el desayuno, la menor alzó el rostro como si escuchara un ruido insistente.

—Scott despertó— Y como si esa hubiera sido su presentación previa, el menor salió de la habitación de Jean, corriendo hasta abrazarse a la que aparentemente era su compañera destinada, provocándole una risa dulce, para que el siguiente en salir fuera Alex, sin rastros de la energía que su hermano menor acababa de mostrar.

—Buenos días, Charles— Ofreció Summers educadamente.

—Buenos días Charles, buenos días Jean— Agregó Scott.

—Buenos días a los dos, ¿durmieron bien? — Alex encogió los hombros para desordenar el cabello de Jean en son de saludo, su hija se dejó hacer con una sonrisa divertida.

—Yo dormí bien, soñé que Jean, Kurt, Ororo y yo íbamos a la playa y ahí había un conejo gigante— Explicó Scott y Jean lució inmediatamente interesada por escuchar más. Alex sonrió incrédulo, agotado, pero al mismo tiempo con toda su atención puesta en su hermano menor.

—¿El conejo los atacó? — Cuestionó el rubio.

—Claro que no, era un conejo bueno— Informó Scott.

—Oh, eso es bueno— Ofreció Alex.

—Me alegra que los conejos gigantes sean buenos— Agregó Charles.

—A mí también— Aceptó Scott con seriedad. Jean dio unos cuantos golpecitos en uno de los hombros de Scott atrayendo su atención hacía ella.

—¿Más? — Cuestionó la pelirroja, interesada por saber qué más había pasado en el sueño y de inmediato Scott dejó de lucir como un pequeño adulto a volver a actuar como un niño emocionado por conejos gigantes a los que aparentemente les crecían alas y te llevaban de viaje por el mundo.

—Preparé comida para ustedes también, ¿quieren? — Alex lo miró incrédulo.

—Charles, ¿en serio crees que rechazaría un desayuno que preparaste? — Dijo para soltar una risa sarcástica.

—Siempre puedes negarte, no estás obligado a nada—

—Jamás me negaré a comida gratis, preparada por alguien más— Charles opinaba que era sencillo conversar con Alex.

Jean estaba dormida y él debería estarlo también, pero justo ahora no era posible, aparentemente.

Había demasiadas cosas ruidosas en su mente, podía escuchar el murmullo de las mentes de los miembros de la manada y había un muy ligero dolor punzante en su abdomen (Definitivamente había comido demasiado).

Debía levantarse, tomar uno de sus libros y leer un rato, pero no estaba logrando juntar la voluntad de hacerlo, suspiró decidido a moverse para alcanzar algún libro para luego no hacerlo.

Escuchó el suave llamado a la puerta de la habitación que estaba compartiendo con Jean, percibiendo de inmediato, con su telepatía, que se trataba de Alex, pese a saberlo no pudo evitar que su corazón se acelerara.

Se puso de pie, abriéndole la puerta a Summers.

—Perdón, ¿estabas dormido? — Charles le sonrió al adulto que en realidad no lucía arrepentido de despertarlo (incluso si eso no ocurrió).

—No, no lo estaba— Respondió igualmente en un susurro.

—¿Salimos un rato? — Le cuestionó el rubio en respuesta, apuntando la puerta con su cabeza. Charles respondió sonriendo, mirando una ultima vez a su hija y saliendo de la habitación emparejando la puerta yendo detrás del omega menor.

Una vez fuera de la casa, ambos decidieron sentarse en los escalones que previamente habían sido una rampa para la silla de ruedas de Charles y fue ahí que Xavier notó los vasos que Summers había estado cargando, así como el recipiente transparente con un líquido desconocido.

Un vaso con líquido le fue ofrecido.

—¿Qué es esto? — Cuestionó acercando el vaso para oler el contenido. Alcohol y además uno fuerte. —Wow— Murmuró para escuchar la risa de Alex, quien respondió chocando su vaso con el suyo.

—Salud— Y sin más el rubio bebió, Charles no tenía razones para no imitarlo así que lo siguió.

Ese alcohol sabía horrible. Tosió un poco escuchando la risa de Summers.

—Este alcohol…—

—Es horrible, lo sé, Janos me enseñó a prepararlo—

—Uh, sí, es horrible— Y le dio otro sorbo.

—Coincides en que es horrible, pero sigues bebiéndolo, me encantas omega líder—

—Sí es horrible, pero no dije que no me lo tomaría— Summers soltó una carcajada más libre para tratar de callarse a sí mismo a mitad de esta, recordando que estaban sentados fuera de la casa del alfa y omega líderes en mitad de la madrugada.

—¿Estás bien? —

—¿Yo? —Cuestionó sin terminar de entender la pregunta. —¿Por qué preguntas? —

—Sé que tú y el jefe discutieron antes de que se fueran a la misión— Charles le dio otro trago a su vaso, arrepintiéndose de inmediato, sintiendo el ardor desde su garganta, atravesando su esófago y llegando a su estómago, el cual estuvo muy enojado, tanto que le provocó una nausea transitoria.

Alex, quien había sido el encargado de cuidar el radio de auxilio, había corrido en busca de Erik, justo a la hora del término de clases cuando Erik ya se había reunido con Charles y Jean.

—Jefe, es Moira MacTaggert— Su alfa lo había mirado como si quisiera asegurarse que estaban en la misma página.

Charles asintió y Erik corrió en dirección a donde se localizaba el radio.

—Azazel— Llamó Charles en dirección a su amigo.

—Mantendré todo bajo control, ve— Afirmó el alfa. Charles respondió alzando a Jean en brazos y caminado a paso rápido en la misma dirección en la que Erik se había ido.

Cuando se reunió nuevamente con Erik la conversación con Moira ya había iniciado, pero fue fácil para Charles el sacar conclusiones, incluso sin necesidad de usar su telepatía.

—…les estamos ofreciendo toda la atención medica posible, pero no vemos mejoría y considerando que son mutantes y sabiendo que tienes el mejor médico del mundo, creí que avisarte es lo mejor que puedo hacer por ellos, cambio—

—Gracias por avisarme, Moira…— Erik hizo contacto visual con él. —Estaremos ahí lo más pronto posible, cambio— Y la comunicación terminó.

Su telepatía le permitió saber que Alex, Hank y Scott estaban ingresando al lugar.

—¿"Estaremos"? — Cuestionó.

—Charles…— Llamó Erik de forma condescendiente como si creyera que él estaba siendo demasiado emocional.

Erik jamás hacía menos los sentimientos de Charles, pero a veces simplemente no parecía terminar de entender de dónde venían.

El omega frunció el ceño, girándose a ver a su amigo beta y a su familia.

Bajó a Jean de sus brazos.

—¿Podrían cuidar de Jean un momento y dejarnos a solas, por favor? — Hank se acercó a tomar la mano de su hija.

—Por supuesto, Charles— Aseguró Alex, dedicándole una rápida mirada a Erik, para enfocarse en Scott, finalmente dejándolos a solas.

—No se supone que salgas de misión, Erik, no después de lo que acaba de pasar— Habló ni bien sintió las mentes de la familia Summers-McCoy lo suficientemente lejos.

—Pero estoy bien, Hank ya hizo todos los exámenes que tiene disponibles y no encontró nada mal en mí—

—Eso no quiere decir que realmente no haya algo mal—

—Charles— Volvieron a decir su nombre y él se sentía demasiado abrumado. —Son mutantes heridos, tenemos que ayudarlos—

—Pues puedes mandar a alguien más, no necesariamente tienes que ir tú—

—Al ser mutantes heridos protegidos por la líder de los no mutantes, definitivamente tengo que ir, sabes que si no voy eso será percibido como una debilidad de mi parte y pueden creer que pueden atacarnos porque nos hemos debilitado—

—O pueden atacarte porque estás yendo justamente a algo que bien suena como una trampa—

—Creí que confiabas en Moira—

—¡Lo hago! — Afirmó con fuerza, porque sí lo hacía.

Erik le permitió unos momentos de que la ira que estaba usando para ocultar su miedo se asentara un poco, acercándose lentamente, hasta rodearlo con sus brazos, en un abrazo flojo.

Charles quería alejarse de Erik, pero jamás le haría eso a su compañero destinado, rechazar su tacto, incluso en una pelea.

Inspiró un tanto de forma entrecortada.

—Tengo que ir y no quiero irme contigo enojado y en desacuerdo— Le dijo Erik en un susurro.

—Pues entonces no vayas— Le respondió de igual manera.

Erik se mostraba verdaderamente atormentado por la decisión que tenía que tomar. Charles cerró los ojos y se abrazó con fuerza a su alfa.

Erik iría, lo sabía.

—No me gusta— Le dijo con seguridad, sintiendo como su compañero destinado se relajaba entre su enlace.

—A mí tampoco— Le aseguró Erik.

—Lleva a Raven y a Logan—

—Sí—

—Vas a tener que llevarte a Hank, entonces Alex se va a tener que quedar— Erik asintió con la cabeza, liberando un ruidillo de acuerdo. —¿Angel o Darwin? —

—Angel— Dijeron al unísono. Erik se encargó de unir sus miradas.

—El alma de Darwin es demasiado gentil como para ir a una misión— Terminó murmurando, sobre explicando algo que Erik conocía perfectamente, todo porque no quería enfocarse en lo que realmente lo estaba atormentando.

—Voy a estar bien— Le dijo su compañero vinculado con seguridad, pero Charles lo conocía podía percibir su incertidumbre, su miedo.

Rodeó el rostro de su amado con sus manos.

—Por supuesto— Afirmó, sabiendo que Erik necesitaba escucharlo, tanto como él decirlo.

—No fue pelea, solo un pequeño desacuerdo—

—Claro— Y Alex no fue sarcástico en su respuesta, percibiendo que Charles no quería seguir hablando de esto, Summers cambio la conversación. —Bueno, lo único que nos hace falta en esta borrachera improvisada es un tema de conversación de borrachos, algo sobre religión o cómo resolver los problemas del mundo— Charles sonrió entretenido. Alex dio un nuevo sorbo a su vaso haciendo una mueca de desagrado, sirviéndose más.

—No estoy lo suficientemente ebrio— Afirmó Xavier y el rubio se apresuró en intentar servir más bebida en el vaso en las manos de Charles.

—Eso se puede resolver rápidamente sirviéndote más—

Charles colocó su mano sobre la boca del vaso, evitando así que Alex colocara más líquido en este.

—Por favor no—

—Creí que habías dicho que seguirías bebiendo—

—Sí, eso fue antes de que se me revolviera el estómago— El omega menor soltó una nueva carcajada amortiguada.

—Ya estás con resaca con un solo vaso, bueno, no juzgo—

—Agradezco a tu benevolente corazón—

—Puedo traerte agua si lo prefieres—

—Estoy bien— Y porque requería rápidamente de una distracción de esa muy real sensación nauseosa que quiso volverse más evidente luego de exteriorizarla, se apresuró en continuar la conversación. —¿Cómo va tu pintura? — Alex lució bastante sorprendido por el interés que él acababa de mostrar.

—¿Quieres verla? — Xavier asintió con la cabeza.

—Por supuesto—

Alex caminó con presura al interior de la casa, regresando con su regalo de aniversario para Hank, un lienzo con una pintura, aún por terminar según palabras del omega menor, de la familia que conformaban Alex, Hank y Scott.

Los conocimientos de Charles en relación a la pintura eran ciertamente superficiales, pero no nulos, así que era capaz de percibir las bases que Alex tenía en pintura, no era un pintor casual, era claramente alguien que había invertido parte de su vida a aprender a hacer esto y uno con talento por sobre todo eso.

—Eres realmente una persona muy talentosa, Alex— El nombrado lució avergonzado y complacido a partes iguales, centrando su mirada en su propia pintura. —¿Has hecho esto por mucho tiempo? — Summers rio con diversión ante la pregunta.

—¿Crees que me ha tomado demasiado terminar la pintura? — Charles rio.

—No, me refiero a cuánto tiempo has estudiado arte— Alex finalmente entendió la verdadera cuestión, acomodando el lienzo a un lado de él.

—Oh, estudié un tiempo, cuando era niño y adolescente, pero lo dejé, lo que más me ha ayudado son, ya sabes… las clases con Azazel, sí, llamémoslas clases— Charles asintió, poniéndole su total atención a su acompañante. —En el pasado lo dejé porque me vendieron la idea, ¿sabes? — Alex a veces hablaba de forma que Charles no terminaba de entender, hasta que el chico mostraba la totalidad de sus pensamientos, fue por eso que no interrumpió, pese a qué acababa de ser cuestionado, sabiendo que realmente no esperaban alguna palabra de él. —La pintura era un pasatiempo demasiado "omega" y yo no quería ser "demasiado omega" porque eso me volvería inferior, ¡Dios era tan estúpido! — Exclamó como su sintiera vergüenza de sí mismo.

—No puedes ser tan duro contigo mismo, eras un niño— Antes sus palabras Alex sonrió luciendo menos avergonzado de sí mismo.

—Supongo— Susurró Summers como si buscara internalizar sus palabras, luego bufó. —Pero en serio intentaba sobre compensar demasiado, dejando lo que realmente me gustaba por algo que creí me haría ser mejor visto, haciendo todos los deportes que se me cruzaran en frente, entre más agresivos mejor, porque "yo no iba a ser como los otros omegas", ridículo en serio y no es que no me gustara hacer deporte, me gustaba y me gusta— Hizo una corta pausa, claramente ordenando sus pensamientos para poder explicarlos mejor. —Además de que me ayudó mucho saber tanto sobre defensa personal durante la guerra y aún ahora, pero también me gusta el arte y porqué demonios hacer deporte no se supone que sea algo de omegas, ¡Qué mierda! —Charles rio porque definitivamente había escuchado cosa parecida de varias personas a lo largo de su vida, solo que esas personas no se habían cuestionado como Alex lo hacía.

—Te lo digo son patrones aprendidos que tenemos que ir cuestionando hasta cambiar nuestra mentalidad, pero sí, eso no quita que sea una mierda— Alex sonrió ante lo recién escuchado.

—Una mierda, en serio— Luego pareció perderse un poco en su mente, para regresar con una mueca de vergüenza avivada. —Cuando conocí a Hank seguía actuando como si todo lo que consideraba demasiado omega fuera lo peor, ¡Dios!, Hank me odiaba tanto— Exclamó echándose a reír lo más silenciosamente posible y Charles no pudo evitar ese recuerdo particular de algo dicho por Hank un tiempo atrás, riendo también.

—Te estás riendo mucho, Charles, ¿Hank te dijo algo?, ¡mierda, te dijo algo! —

—Tal vez… tal vez te comparó con un jugador de futbol americano—

—Mierda, ¡mierda sí era! — Exclamó en voz ligeramente demasiado alta para la hora que era, lanzándose contra Charles como si quisiera esconder su vergüenza igual que su rostro oculto contra el hombro de Xavier.

Charles rio paseando una mano por la espalda del omega menor en un intento de consuelo.

—Bueno, aun así, se enamoró de mí— Soltó en un intento de auto consuelo.

Algo como "patético e igual logré conseguirme al amor de mi vida".

—Eso es verdad— Afirmó Xavier con seguridad. Alex volvió a sentarse apropiadamente y la calma regresó a su conversación. —¿Cuándo es su aniversario? — Summers le mostró una sonrisa de medio lado.

—Hoy— Charles no había tenido idea, estaba apunto de ofrecer una disculpa y palabras de consuelo, pero Alex se le adelantó leyendo acertadamente su preocupación. —Está bien— Aseguró, desviando su mirada a su pintura descansando a un lado de él y Charles pudo ver como lentamente la tristeza se apoderó del rostro del omega menor hasta liberarse como lágrimas silenciosas. —No, no está bien— Agregó con voz entrecortada por un nudo en la garganta.

Charles entendía a la perfección ese "No está bien", no era solo la decepción de no poder pasar una fecha importante con tu pareja, era la preocupación, el miedo detrás de saber en dónde estaba tu pareja.

—Cariño— Llamó acercándose a abrazar al miembro de su manada que actualmente requería consuelo, aliviado de que este aceptara su consuelo.

—Tomé demasiado— Dijo Alex en medio del abrazo, como justificación a sus lágrimas, Charles no requería ningún intento de justificación y deseaba que Alex tampoco sintiera que se la debía a alguien más o a sí mismo. —No es cierto, no bebí tanto— Agregó luego aceptando sus verdaderos sentimientos y Charles se sintió aliviado por ello.

—Hank va a volver pronto y entonces van a poder tener su celebración de aniversario, incluso aunque será un poco tarde— Ofreció.

Alex rio bajito.

—Ya no vas a poder retractarte de decir que cuidarán de Scott todo el día—

—Jamás te haría eso, mi amigo— Summers rio más abiertamente, apartándose del abrazo.

—Deberíamos ir a dormir— Dijo Alex, pero Charles sabía que ese no era su verdadero deseo, tampoco era el suyo.

—Quedémonos un rato más— Summers lo miró agradecido.

—Eso me gustaría—

Estar con Alex siempre era sencillo, fluido y el perfecto distractor de una mente en caos.

Hank salió del área donde se encontraban los mutantes heridos, mostrando un marcado ceño fruncido, notándose agotado.

Erik lo miró, exigiéndole una extensa explicación del estado de los mutantes que habían venido a ayudar, sabiendo que sus palabras no eran necesarias, no en este caso en particular.

—Jefe, están en muy mal estado, dos de ellos al menos, uno de ellos tiene altas posibilidades de una recuperación completa, los otros…— Hank no lo dijo en toda la extensión de las palabras, limitándose a negar con la cabeza, con una mueca que Erik no había visto desde la guerra, no la había extrañado en lo más mínimo.

Hank era gran parte de la razón por la que Erik podía ser este adulto funcional incluso con diagnósticos psiquiátricos previos actualmente bajo control, pero sabía reconocer cuando los papeles tenían que invertirse, cuando Hank no podía ser el terapeuta de Erik, cuando era un miembro más de su manada que necesitaba del respaldo de su alfa líder.

Colocó una mano en el hombro del beta, asintiendo con seguridad.

—Sin importar el resultado, Hank, sé que tú harás todo lo que este en tus capacidades— Hank inspiró profundo, cerró los ojos un momento como si estuviera haciendo crecer de a poco su seguridad, desapareciendo por completo su apariencia derrotada y agotada previa, abrió los ojos, dando un asentimiento repleto de seguridad.

—Voy a regresar con ellos—

Incluso con Hank perdiéndose entre la concentración de hacer un buen trabajo, Erik sabía que el beta estaría bien, pues Angel estaría con él asegurándose de eso.

Se giró a ver a Raven quien estaba concentrada en mostrarle desdén a Moira y a Logan que se negaba en hacer contacto visual con nadie.

Raven notó que la observaba, esta vez enfocándose en él, Erik aprovechó para reñirla con la mirada, incluso si Raven apartó la vista desinteresada en lo que sea que Lensherr pensara de su trato hacia Moira.

Erik decidió no molestarse en atraer la atención de Logan, decidiéndose por hablar con Moira.

—Nuevamente, MacTaggert, gracias por avisarnos—

—No es necesario el agradecimiento, habrías hecho lo mismo— Aun después de aceptar a Moira como una aliada por completo, sin sentir ni un solo deje de amenaza de su parte, seguía sin agradarle.

Por lo que respondió con silencio.

Moira se aclaró la garganta, atrayendo la atención de los tres mutantes.

—Tengo que decirte algo—

—Bien— Decidió decir ante la mujer alfa que se había quedado callada después.

—Podríamos hablar…— Moira miró a sus compañeros de manada. —A solas—

Logan y Raven adquirieron poses defensivas al instante.

—Hablemos a solas— Dijo el con autoridad, deteniendo todo acto de los alfas que lo acompañaban.

—Erik— Medio gruño Raven.

—Esta bien, estará bien— Dijo tratando de recordarle a los dos idiotas que confiaban en Moira.

—No nos iremos lejos, solo saldremos y estaremos detrás de esta puerta, sabrán en dónde estamos en todo momento, lo prometo— Aseguró Moira y aunque Raven y Logan no calmaron sus sospechas, si parecieron estar dispuesto a esperar.

Erik asintió, dejando atrás a una Raven de puños tensos y a un Logan de labios apretados.

Una vez fuera del establecimiento y a solas, Moira no perdió ni un momento, para comenzar a hablar.

—Lo siento, no quería parecer sospechosa, pero no sé si quieras compartir esta información con ellos, sé que ni bien te la dé, si quieres hacerlo no importa si estoy a favor o en contra, lo sé, pero quería darte la oportunidad de decidirlo por ti mismo como alfa líder—

—De acuerdo— Dijo con un toque de sospecha, incluso si confiaba en esta alfa, ciertamente estaba actuando extraño.

—Ok, ok…— Moira suspiró de forma un tanto temblorosa. —Tengo algunas pruebas de que alguien está continuando con el trabajo de Trask—

—¿¡Qué!?, ¿cómo que pruebas? —

—En su mayoría eran rumores, ¡no te iba a hablar de rumores!, hasta… bueno…— Moira dirigió su mirada hacia la puerta por la que recién habían salido.

—Ellos…—

—Ellos son… pruebas también… sí—

—¡Mierda!, ¿qué más sabes? —

—No mucho más, lo siento, Erik—

—¡Mierda! — Se giró con la determinación de ingresar nuevamente al lugar y ver si podía obtener algo de información de los mutantes heridos o si simplemente era imposible, cuando escuchó el inconfundible sonido de una batalla ocurriendo.

Apuró sus movimientos y sus pasos, viendo de la nada como no mutantes atacaban con todo lo que tenían a Logan, Raven e incluso a otros no mutantes presentes, sus compañeros de manada eran diestros y experimentados guerreros.

—¡MacTaggert! — Gritó Raven en medio de un gruñido.

—¿Qué mierda está pasando?, ¡Deténganse! —La orden de Moira fue ignorada, seguida de un arma siendo dispara en dirección a la alfa líder, disparó que fue fácilmente desviado por Erik.

El ataque casi recibido por la alfa no mutante había sido uno con el potencial no solo de dañar sino también de matar.

Erik tenía las cosas claras con respecto a Moira.

—¡Encárguense aquí, voy con Hank y Angel! —

—¡Sí, jefe! — Respondieron los alfas al unísono.

Moira sacó un arma de entre su ropa, yendo con él, al ingresar al lugar que había mantenido más privado en busca de un ambiente más estéril, lo primero que notó fue a un mutante que usaba fuego, sosteniendo una feroz batalla con Hank, quién se encontraba en su otra apariencia.

Angel por otro lado estaba en el suelo gritando de dolor, Erik fue capaz de notar al instante la ausencia de una de sus alas y la presencia de una horrible quemadura en la piel.

El mutante desconocido apartó la vista de Hank enfocándose en Erik y Moira, les sonrió satisfecho, elevando un arma en dirección a ellos.

Erik alzó la mano buscando detener la bala, pero esta no cedió, como si no se tratara de metal, estaba atónito, pero él también era un guerrero experto, se apresuró en usar un cuchillo de los que mantenía ocultos entre su ropa, desviando la trayectoria de la bala.

Hank atrajo la atención del mutante de fuego nuevamente hacia sí, Moira soltó un grito detrás de él, girándose a verla caer al suelo comenzando a formarse un lento charco de sangre alrededor de la alfa.

Nuevos enemigos estaban llegando.

Realmente había sido una trampa.

Charles recortó un "pétalo", alejando la hoja de papel colorida un poco, tratando de visualizar su idea apropiadamente en su cabeza.

Recortó un poco más, notando como las risas de los niños y la de Alex se habían acallado, todo estaba bastante silencioso de golpe. Sabía que todo debía estar bien, pero igualmente no pudo controlar la sensación ansiosa que lo obligó a ponerse de pie e ir en busca de sus tres acompañantes, abriendo la puerta del cuarto de Jean, encontrando a Alex en el suelo respirando agitado con una sonrisa en el rostro mientras Scott y Jean hacían lo mismo acostados con sus cabezas recargadas en distintas partes del cuerpo de Alex (Jean con su cabeza acomodada en el brazo derecho del rubio y Scott con la suya sobre su abdomen), al parecer el juego había concluido.

—¿Se divirtieron mucho? — Tres pares de ojos se enfocaron en él al instante.

—Estoy envejeciendo— Exclamó Alex de manera entrecortada.

—Estás siendo muy dramático— Respondió Charles con diversión.

Scott y Jean tuvieran una clarísima conversación de miradas.

—¡Papá! — Exclamó Jean entusiasta, lo siguiente es que Charles vio a ambos menores ponerse de pie y de golpe lanzarse hacia él, Jean usó su telequinesis no solo para elevarse a sí misma en el aire si no que a Scott también y con dos niños de 9 años abalanzándose hacia él con tal fuerza, Charles no habría podido mantener el equilibrio si no hubiera sido por los rápidos reflejos de Alex, por eso, en lugar de terminar golpeándose la espalda contra el piso (lo que habría dolido muchísimo y probablemente le habría tomado una preocupante cantidad de tiempo lograr ponerse de pie), Alex se había aferrado a uno de sus brazos trayéndolo hacia enfrente, haciéndolo caer sobre sus rodillas, aún había sido una caída, sí, pero el dolor presente había sido fácil de ignorar; además Jean y Scott se habían aferrado a su cuello y tórax tan fuertemente que no habían sufrido ningún daño, en lugar de eso hasta habían iniciado con el ataque a su rostro, dejando marcas de besos hechos con labial rojo.

—¡Scott, Jean…! — Comenzó Alex, buscando iniciar un extenso regaño, pero Charles lo interrumpió sin dejar de reír, para dejar un beso en la frente de cada uno de los menores, intentando hacerles cosquillas (conocía el punto débil de cada uno, el cuello para Scott y el abdomen para Jean), logrando alejarlos de él victoriosamente.

—Vayan a lavarse la cara, el juego término—

—Pero…— Intentó negarse Scott y aunque Jean no lo exteriorizó, estaba de acuerdo con ese intento de negación.

—Scott— Aseveró el Summers mayor, deteniendo cualquier protesta, Scott pese a todo era un niño obediente, Jean lució confundida para aceptar la mano que Scott entrelazó con una de las suyas.

—Vamos Jean, lavemos nuestras caras— Y con los niños lejos, Charles finalmente se reacomodó buscando inspeccionar el estado de sus rodillas.

—¿Estás bien? — Cuestionó Alex hincándose frente a él y Charles no pudo evitar reír porque alguien con marcas de besos hechos con labial rojo perdía impacto sin importar qué tan preocupado lucía.

—Estoy bien, gracias por preguntar— Sus rodillas actualmente solo lucían rojas, pero definitivamente habría equimosis posteriormente.

Comenzó sus intentos de ponerse de pie y Alex lo ayudó al instante.

Sus piernas parecieron protestar un poco, pero nada que no fuera rápidamente olvidable.

—Pudieron lastimarte realmente—

—Sí y hablaré con Jean más tarde, pero no quería arruinarles toda la diversión que acaban de tener—

Alex lo observó un instante con el ceño fruncido.

—No entiendo cómo lo haces—

—¿Cómo hago qué? —

—Siempre estás tan… calmado y yo siento que soy demasiado emocional todo el tiempo—

—Soy muy emocional también, Alex, me has visto ser emocional incontables veces—

—Sí, pero no te he visto explotar por estar enojado, incluso el otro día cuando peleaste con el jefe…—

—No estábamos peleando—

—…primero te aseguraste de que Jean no estuviera presente—

—Sí he explotado… antes, explotar por estar enojado con Erik—

—Oh—

—Pero no me sentía bien después de eso, así que siempre me recuerdo a mí mismo ese sentimiento, no me malinterpretes, no estoy diciendo que no debamos permitirnos el enojarnos, es importante dejarnos sentir todas las emociones, buenas o malas, el enojo también, sentirlo y expresarlo si es necesario, pero jamás con palabras crueles o hiriendo a alguien más o a nosotros mismos— Alex inspiró suavemente de forma casi silenciosa, para asentir unas cuantas veces. —Debería lavar mi cara y después comenzar a preparar algo para cenar—

—Te ayudo, pero primero debo lavar mi cara también y asegurarme de que Scott y Jean limpien las suyas adecuadamente— Charles sonrió ante lo dicho por el otro omega.

Al salir de la habitación de Jean, Alex hizo una parada en el comedor de la casa, atraído por el papel colorido sobre este.

—¿Qué hacías? — Lo cuestionó.

—Intento hacer un ramo de flores de papel—

—¿Por? —Y aunque no se giró a verlo, sabía que Alex había elevado una de sus cejas inquisitivamente, sonrió. —Tenemos bastantes flores en la isla—

—Sí, pero quiero enseñarles a los niños a hacer esto porque no quiero seguir fomentándoles la idea de que esta bien cortar y cortar flores, lo hemos hecho antes, por supuesto, pero no logró hacer una flor lo suficientemente buena— Dijo apuntando a sus intentos fallidos.

—¿Puedo? — Solicitó Alex tomando uno de los papeles en la mesa sin esperar por permiso.

Charles observó como el rubio movió las tijeras entre el papel con destreza, haciendo unos cuantos dobleces, posteriormente tomando un poco de pegamento para que finalmente una pequeña flor fuera acomodada en la palma de su mano.

—Alex, no sabía qué sabías hacer cosas así— Summers encogió los hombros.

—Me gustan las manualidades, distraen mi mente—

—Eres muy talentoso— Y al igual que la noche anterior cuando admiró su talento en la pintura, el omega menor le sonrió como si no hubiera esperado sus palabras, pero igualmente apreciándolas y abrazándolas, haciéndolas suyas. —Además esto es lo suficientemente sencillo como para que los niños aprendan a hacerlo—

—¿Por qué quieres enseñarles a los niños a hacerlo? —

—Quiero que sea un regalo para sus padres y cuidadores, para algunos… será un regalo de bienvenida— Alex dejó de sonreír un momento, para volver a hacerlo con más fuerza.

—Siempre me ha gustado como piensas, Charles—

—Gracias— Aceptó alegremente, para soltar una risa discreta. —Lo siento, es que luces demasiado gracioso—

—Mira quién lo dice, iré a limpiarme la cara, esto empieza a picar, además Jean y Scott están demasiado silencioso, empiezo a sentir miedo de lo que pueden estar haciendo… o rompiendo— Charles sonrió divertido, para usar su telepatía.

—Somos afortunados, no han roto nada aún, pero están cerca, comenzaré con la cena, avísame cuando salgas para lavar mi cara—

—Bien— Le respondió su acompañante un tanto distraído.

Charles dio un paso en dirección a la estufa, sintiendo al instante las piernas débiles, un marcado mareo, pero lo más importante era el zumbido en sus oídos y el intenso dolor de cabeza.

Podía ver el rostro asustado de Alex frente a él y sabía que le estaba hablando, pero no podía escuchar nada ni sentir nada.

De golpe ya no era él, seguía siendo Charles, pero al mismo tiempo no, está era una sensación ya antes experimentada, tan conocida como la primera vez que ocurrió, volvía a sentirse como un todo, poderoso, indestructible.

Las imágenes frente a él cambiaron, lejos estaba la imagen de su hogar, ahora podía ver a Hank y Angel pelear y forcejear con un mutante (que tenía un arma en sus manos sin disparar) que de tanto en tanto atacaba con fuego.

Hank lucía cansado y enojado, Angel estaba sudando demasiado, su rostro estaba contraído en dolor y una de sus alas no estaba.

Había tres camillas, una desocupada y dos ocupadas por personas inconscientes, detrás de él se encontraba Moira en el suelo, sangrando de una herida en su abdomen, alrededor de seis desconocidos estaban apuntándoles con armas.

Se enfocaron en Intentar quitarles las armas a todos los presentes (incluido el hombre con el que Hank peleaba), no lo lograron. Estaban muy confundidos, pero se enfocaron en entrar a la mente de los seis hombres detrás de él.

—Alto— Ordenaron en voz alta. —Duerman— Agregaron viendo los seis cuerpos caer.

Se hincó junto a Moira ayudándola a hacer presión en su herida.

Alzando una mano en dirección al mutante peleando con McCoy.

Al instante bajaron la mano, asustados, porque no podían entrar en esa mente. El mutante de fuego rio.

No podían sentir nada viniendo de él. Fruncieron el ceño ante la risa del enemigo, viendo que Hank finalmente había logrado colocarlo contra la pared, viendo a Angel finalmente el permitirse hincarse en el suelo totalmente agotada.

—Hank— Ordenaron con facilidad, logrando que Hank se apartara y lanzándole al enemigo tres cuchillos, dos enterrándolos con fuerza en sus hombros y otro en una de sus piernas, escuchando los gritos de dolor.

Lo vieron perder la conciencia, para que el ruido de un arma disparándose atrajera su atención esta vez, al buscar el lugar de donde venía el ruido encontraron a una de las personas previamente inconsciente sentada en la camilla, con arma en mano. Le había disparado a la otra persona recostada en la camilla de al lado en el cráneo.

Angel intentó ponerse de pie, pero sus piernas le fallaron, Hank se movió rápido, ellos intentaron usar sus mutaciones a la vez, entrar en su mente, quitarle el arma de las manos, pero ambas mutaciones fallaron; la mujer recién despierta se movió demasiado rápido incluso para sus ojos, (esa era su mutación definitivamente).

Para cuando Hank llegó con la mutante en la camilla, ya había una herida de bala en su cráneo, igual que en el cráneo del mutante atrapado con cuchillos.

No habían logrado detenerla.


Yo: Finalmente es momento de escribir la parte mpreg y cosas cursis y rosas y…

El fic: Quiero, necesito oscuridad

Yo: Ay

Perdón por tardar tanto en hacer este capítulo, en parte fue porque me puse a releer el fic
(me hice reír y llorar a mí misma, again, fue terapéutico, again) y lo único que puedo decir es que el fic está ok, pero… ¿sus comentarios? JAJAJAJAJAJAJA 1000000/10 les amo mucho a todos en serio.

Espero y sigan disfrutando de esta historia junto conmigo.