La Venganza del Heredero y la Traición de la Marquesa
Valmont Riddle
Capítulo 6: La Dimisión
Harry bajó a comer al mismo tiempo que los Dursley. Ellos tres lo miraban de una manera muy distinta, ya no parecían odiarlo; no había ni un asomo de cariño, pero al menos Harry creía que el odio había desaparecido. En silencio comieron. Debido al estrepitoso fracaso de la dieta de Dudley hacía dos años, seguían comiendo la misma comida que siempre. Y la ración que le sirvieron a Harry ( ¡le sirvieron¡No se tuvo que servir!), era una ración humana. Petunia lo miraba constantemente, preocupada, al igual que en el coche. Harry, incómodo por esa extraña actitud, se apresuró a terminar y salió a la calle. No faltaba mucho tiempo para que los resultados de los Timos llegaran. El Profeta empezaría a llegar al día siguiente, Hedwig andaba de paseo… seguramente habría alguien haciendo guardia y vigilándolo…
Harry se decidió a encontrarlo. Tenía que ser por métodos muggles, pues no sabía si las restricciones de magia en menores de edad aún eran válidas. Recorrió cada palmo del jardín de Privet Drive #4, pero no halló a su vigilante. Harry se sintió decepcionado, pues tenía grandes deseos de ver a alguien del mundo mágico. Entró nuevamente a la casa y de ahí a su cuarto, en donde pasó encerado toda la tarde.
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Cuando Harry abrió los ojos, ya lo estaba esperando una lechuza al pie de la cama. Había dejado un ejemplar de El Profeta, y lo miraba fijamente. Harry pensó que tendría que pagar, pero cuando tomó el periódico, la lechuza emprendió el vuelo. Harry se puso los lentes y miró la primera plana. Inmediatamente ahogó un grito y el periódico cayó de sus manos. Miró la primera plana, en la cual había una foto grande de un bulto en el suelo cubierto con una sábana.
SECRETARIA DEL MINISTRO ASESINADA
El día de ayer, a eso de las once de la noche, la secretaria del Ministro de Magia y ex-directora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Dolores Jane Umbridge, fue asesinada mientras dormía en su residencia. Los guardianes de su puerta fueron hallados muertos en el jardín de la Funcionaria, al parecer después de haber sido torturados. El asesinato lo descubrió uno de los transeúntes al ver la Marca Tenebrosa flotando sobre la casa. Los aurores llegaron rápidamente, pero era ya muy tarde.
"Lamentamos mucho decir que Dolores Umbridge fue asesinada después de haber sido sometida a torturas. Creemos que El-que-no-debe-ser-nombrado estuvo a cargo del atentado. Pedimos a la comunidad mágica tomar extremas precauciones. Por el momento no podemos decir más.", dijo un auror que prefirió no revelar su nombre.
Esta noticia ha puesto al mundo mágico en un estado de terror, pues es el primer asesinato que El-que-no-debe-ser-nombrado comete desde su regreso hace más de un año, y se teme que con esto se inicie una nueva oleada de terror. Hasta el momento, este periódico no ha conseguido entrevistarse con Cornelius Fudge, el Ministro de Magia, ni con nadie relacionado a él.
Harry no siguió leyendo. Odiaba a Dolores Umbridge, y quizá muchos momentos deseó su muerte, pero el impacto que recibió no fue por la muerte en sí, sino el hecho de que Voldemort ya hubiera empezado a atacar a gente. Y a su juicio, esa muerte había sido sólo una advertencia a Fudge. No era de extrañar que se hubiera negado a ser entrevistado. Seguramente se había ya escondido, dejando a la comunidad mágica sola.
Escuchó un silbido en su habitación, que lo hizo sobresaltarse. Recorrió con la mirada rápido hasta que notó que el pergamino de La Orden estaba brillando. El brillo se detuvo cuando Harry lo tocó con la varita, mostrándole en las orillas nuevamente algunos nombres: Ron Weasley, Hermione Granger, Arthur Weasley y Albus Dumbledore. El que a Harry más preocupó fue el de Dumbledore. Decía:
Ni pienses tan sólo un segundo en salir de casa de tus tíos al menos el día de hoy.
Harry se preguntó qué pensaba Dumbledore que iba a hacer. Sí, seguramente lo más lógico era salir a la calle cuando un asesino y sus mortífagos andaban sueltos.
Ron decía:
¿Ya te enteraste, Harry? Han matado a la Umbridge. No es que me de pena, pero… mamá está aterrada. Dice que este es el inicio del fin. Fred y George, que nos vinieron a visitar, dicen que no fue Quien-tú… bueno, ése, sino que sólo unos mortífagos. Dice que no nos debemos de preocupar tanto, y que pronto él nos dirá qué es lo mejor. Percy se disculpó con mis padres y a que no adivinas qué¿Recuerdas a Penélope Clearwater? Percy y ella se han unido a la Orden. Ya Dumbledore tiene instrucciones para ellos, y mañana mismo se lanzan a cumplirlas. Percy sigue siendo el asistente de Fudge, así que me imagino que por ahí andará el asunto. Creo que la semana que viene Hermione irá a Grimmauld Place, y yo también. No sé qué sucederá contigo aún. En cuanto sepa, te lo informo.
Ron.
Hermione decía:
No lo puedo creer. ¡En las narices de sus guardias mataron a Umbridge! Aunque dice Dumbledore que no debemos de temer, yo estoy aterrada. Pero me aterran más los resultados de los Timos. ¿Y si no los paso¡Que horror! Pero trato de serenarme. Creo que la siguiente semana me iré para el Cuartel, e spero que estés tú para ese entonces allá.
Hermione.
Y el señor Weasley decía:
No te preocupes, Harry. La Orden está haciendo todo lo posible porque tu seguridad sea absoluta. No debes de salir de casa de tus tíos bajo ningún motivo. Escribiré pronto.
Arthur Weasley.
No había más mensajes.
Harry miró por la ventana. Parecía ser que Voldemort había vuelto a matar. Pero…
Tomó su pluma y escribió en la orilla del pergamino:
Para: Ron Weasley, Hermione Granger, Albus Dumbledore, Remus Lupin, Arthur Weasley.
¿Saben? Dicen los de El Profeta que Voldemort cometió el asesinato de Umbridge. Pues yo creo que no. Me imagino que, de haberlo hecho él, se habría sentido contento y yo no sentí nada anoche, ni soñé nada. Yo creo que fueron algunos de sus mortífagos, pero que él no estuvo. Y hasta el momento no lo he sentido, así que quién sabe si es algo que le haya importado.
Harry.
Con eso debería de ser suficiente para que se tranquilizara Hermione y que los demás tuvieran información extra. Cuando Harry terminó de escribir la carta, ésta se esfumó poco a poco, al igual que los nombres hasta dejar el pergamino vacío. Se sentó en la cama y se preguntó si Voldemort no había sentido emoción alguna con el asesinato de Umbridge¿por qué sería¿Acaso Umbridge fue un capricho de algún mortífago¿Acaso aún no se enteraba?
Pensaba esto cuando tuvo un súbito y muy fuerte dolor en la cicatriz. Estaba furioso, muy furioso. En cuento Harry pudo, se levantó y miró por la ventana. ¿Se había enterado del asesinato de Umbridge¿Eso era lo que lo había puesto furioso? Pensó un instante en decírselo a Sirius, cuando la imagen de su padrino cayendo por el velo regresó a su mente. De inmediato todo se vino abajo. Su sentimiento de culpa hizo presencia, y un fuerte dolor en el estómago lo hizo doblarse hasta caer en el suelo. Estaba llorando, estaba furioso consigo mismo por haber sido tan egoísta e irresponsable, por haber sido tan estúpido, por haber sido un blanco fácil de engañar por Voldemort. Snape tenía razón: era débil.
Alguien subía por las escaleras. Se detuvieron los pasos frente a la puerta del cuarto.
– ¿Estás bien? – preguntó tía Petunia.
– ¡Estoy bien! – respondió Harry a gritos.
Le dolía haber sido como fue, le dolía haber perdido a Sirius, el único vestigio de que su vida algún tiempo fue normal y dichosa…
– Si necesitas algo, ya sabes. – continuó tía Petunia del otro lado de la puerta antes de alejarse y bajar las escaleras.
Harry ya no contestó. A su rabia se sumó su desconcierto. Todo, que un día antes iba tan bien, en menos de diez minutos había caído al fondo del pozo.
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Nuevamente había una lechuza al pie de la cama cuando Harry despertó. Recibió el periódico, pero no lo desdobló al instante. Se acercó a la ventana, intrigado pues no alcanzaba a comprender por dónde entraba la lechuza si la ventana estaba cerrada. El cielo estaba cubierto de nubes, nada que presagiara que sería un mejor día que el anterior. Harry desdobló el periódico. La primera plana lo hizo sobresaltarse más que el día anterior.
MINISTRO DE MAGIA DIMITE A SU PUESTO
Ayer, el Ministro de Magia, Cornelius Fudge, dimitió a su puesto, tras declararse incapaz de "mantener el control en una situación tan riesgosa." Esto ha provocado polémica, pues precisamente ayer fue asesinada la secretaria del Ministro.
En cuanto se recibió la noticia, lo que sucedió ayer a las diez de la noche, el Wizengamot ha estado buscando a un Ministro temporal, mientras otras elecciones se organizan. El nombre que ha sonado más fuerte es el de Albus Dumbledore. Sin embargo, el mago ya ha declinado la oferta. Pese a las insistencias, Dumbledore no ha aún concedido entrevista a ningún medio de comunicación, alegando estar ocupado en asuntos que realmente importan. Pese a que el Wizengamot no dio válida la dimisión de Fudge, éste abandonó el Ministerio de Magia y se halla en paradero desconocido.
Este "acto de cobardía", como lo han llamado, ha suscitado diversas reacciones por parte de la comunidad mágica. Fudge acaba de demostrarnos su ineptitud para el cargo. Es una pena que apenas lo notáramos y no antes. "Gracias a Fudge apenas nos hemos enterado del regreso de Quien-ustedes-saben, es realmente vergonzoso que un Ministro de Magia actúe así", dijo Susan Bones. Así como ella, los funcionarios del Ministerio se han mostrado sorprendidos y muy molestos. Percy Weasley, quien fuera asistente de Fudge, dijo: "Me da vergüenza haber creído a este hombre. Es el ejemplo de irresponsabilidad total, nunca debió ascender al puesto de Ministro."
Ha habido gente que ha salido a las calles a hacer protestas, incluso en lugares muggles. Pero, como ya hemos dicho, Fudge, a quien también han llamado "arrogante imbécil y cobarde", no se ha aparecido.
Debajo del artículo, había una enorme foto que mostraba lo que parecía ser una manifestación de cientos de personas en alguna calle.
Harry no lo podía creer. Desde que negó el regreso de Voldemort, había tenido la peor impresión de Fudge, pero nunca se imaginó que renunciaría al cargo de Ministro. Ahora sí estaba grave el asunto. ¿Cuánto tardaría el Wizengamot en elegir un ministro provisional¿Por qué Dumbledore no había querido aceptar el cargo de Ministro? Ah, ésa sí se la sabía: porque Dumbledore jamás dejaría Hogwarts. Miró aún con sorpresa el periódico.
Como el día anterior, el silbido del pergamino fue seguido por un resplandor. Harry corrió hacia allá, para encontrar que había sólo un mensaje. Y su sorpresa fue tremendamente enorme, pues el mensaje era de Alastor Ojoloco Moody.
Continuará...
