Una salida fortuita...
1-El comienzo
Bueno veamos... esto es de locos no aguanto más en esta celda de cuatro paredes. Si no salgo pronto de aquí me volveré loco al igual que Esteven Pill. Se encuentra delante mío, lleva más o menos el mismo tiempo aquí que yo. Lleno de tristeza y de soledad. Su mujer le traicionó y lo culparon a él de ser un mortífago cuando en realidad era ella.
Y yo? Bueno mi historia es larga... muy larga y no quiero aburriros, pero llevo aquí, si no me fallan las cuentas que llevo escribiendo en la pared desde que llegué 6 años y 6 meses... yo, que siempre he sido una buena persona, una persona admirada y querida por mis amigos. Ahora me encuentro aquí acusado de traición a mi " hermano". Yo que daría la vida por él, pondría mi boca al dementor si él no hubiera hecho todo lo posible por sacarme de aquí. Pero no esta... se marcho... todo por mi culpa, todo lo he hecho yo, soy un ser despreciable.
Ya es de noche y los dementores se acercan a darnos la comida. Me acuerdo de cuando era pequeño y mi madre me castigaba sin comer, yo me lo tomaba a broma, le decía que me daba igual, que total ya comería luego. Y después... bueno... la comida que hoy me sirven es un cazo de sopa y un mendrugo de pan. Si alguien me hubiera dicho que de mayor acabaría así, pensaría que se han vuelto locos.
Pero... como puedo salir de aquí, miro la ventana que hay en mi celda, tan pequeña y embarrotada de gruesas barras de acero anti-magia, en la lejanía de la noche veo la luna los rayos de la cual se filtran entre los barrotes, la luna es llena y brillante, cuantas juergas hacíamos ese día del mes. Lunático... pobre... tan solo y tan desgraciado. La vida le ha dado una torta desde pequeño. Las largas noches que pasábamos ayudándolo en su pequeño problema, porque a nuestros ojos solo era pequeño, bueno y peludo según lo que decía Cornamenta. Como conseguimos hacernos animagos, que días eran aquellos...
Flash Back
-Niño! Que he dicho. Que en mi casa no se pronuncia a nadie proveniente de una familia tan vulgar como esa... la raza muggle es cruel! – mi madre e gritaba...
me encontraba en la cocina del numero 12 de Grimuald Place, agazapado entre la esquina de la cocina y la mano de mi madre a punto de pegarme. Yo, no debía tener más de 5 años por entonces.
Mis padres siempre comparando. "Este niño no sabe hacer nada" " míralo siempre tan esquivo en las conversaciones" " acabaras mal" "Sucio traidor a nuestra sangre" "Si te vas no vuelvas"
Fin Flash Back
-aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh! – los dementores. Me giró hacia los barrotes que daban al pasillo, allá están ellos, por lo menos 3 de ellos, están aquí para amargarme, porque, porque... volví a mirar a la luna recordando a Lunático. ANIMAGOS!
-Lo tengo! – di un golpe con el puño en mi otra mano y acto seguido me transforme en animago, que como es que soy un animago? Bueno eso también es una historia bastante larga, aunque como ya he dicho anteriormente viene todo gracias a Lunático y su problema. Si creo, y espero que funcione, ningún guardia tiene que pasar por aquí estos días a parte de los dementores, esto es perfecto entonces, mi plan puede dar resultado.
Yo, un perro grande, negro y con unos preciosos ojos grises se encuentra ahora en mi celda. Quieto, agazapado entre las frías sabanas que nos han proporcionado los generosos del ministerio. Mañana cuando me lleven la comida daré el siguiente paso a mi vida.
Es agotador... llevo toda la tarde nadando sin parar, por suerte soy un perro y tengo cuatro patas. Es un ventaja bastante buena. He huido de Azkaban este mediodía, ha sido fácil, los dementores son ciegos así que no pasa nada, apenas han notado mucha diferencia, pensaron que estaba loco, claro, normal no pueden reaccionar del todo bien con los sentimientos animales.
Por fin veo tierra, es bastante tarde y ya ha empezado a amanecer, el efecto de los dementores va desapareciendo de mi ser poco a poco que me voy acercando a tierra firme. Pero bueno ahora lo importante es que estoy fuera, fuera del alcance de ellos, fuera de todo lo relacionado, con los recuerdos, con la desesperación... soy libre... bueno al menos hasta que den el toque de alarma en Azkaban.
Después de pasar una noche entera debajo de un puente a la espera que se haga de día y pueda emprender el camino hacia mi destino. El cuidado de mi ahijado, ese era mi objetivo, cumplir la promesa que juré cuando sostuve en mis brazos el cuerpo inerte de mi "hermano" y compañero de juegos en el colegio, James Potter. Un hombre valiente que no dudo en poner su vida en peligro para salvar a su familia de las garras de ese ser vil y despreciable. Así que me encamino hacia el este, donde se encuentra mi pequeño.
Bueno, que tal? Bien? No es muy largo pero es que no quiero hacerlo largo. Más bien es un mini fic... espero que lo hayáis disfrutado, a mi me ha entristecido mucho!
Un besoo!
LilBlack/ Lil-Black-Kate (soy la misma)
