Una salida fortuita...
3- Recuperando el tiempo perdido.
Durante mi espera, volví a divisar el felino blanco...ahora podía asegurar que mi intuición no me fallaba, alguien me seguía y no tenia muy buena espina.
Ya era la hora, espere a Harry en la esquina que habíamos quedado. Ya me ha visto, ahora solo hace falta que me siga.
-Hola... – dijo y se agacho temeroso a mi. Cuando su cara estuvo a mi altura le empecé a lamer la cara de felicidad... por fin lo tenía cerca... como lo añoraba, a este renacuajo.
Me puse en marcha. Harry después de darme un saludo con una caricia en la cabeza repuso la marcha hacia donde yo le indicaba.
Llegamos, era un callejón no muy transitado pero perfecto para destranformarme y que no me vieran. Lo hice, recupere mi forma humana y eso sobresaltó demasiado a Harry que se retiro espalda contra la pared.
-No...- dije y intente calmarlo con movimientos de manos. – soy yo... Sirius... – su cara era un poema... – soy un animago, te han explicado algo de la magia?
-a parte de que no existe no! como lo has hecho? Que eres? Eres peligroso?- eso me dolió, peligroso, no! –Nunca te haría daño.
-Pero entonces...? –esta demasiado nervioso y no se me ocurre nada más que hacer. Como convencerlo de que soy inocente.
-Fui enviado a Azkaban cuando eras un enano y ahora... pues... como decírtelo... – dije mirando el cielo y me rasque la cabeza. –pues... me he escapado. –los ojos se le abrieron a más no poder. Ahora si la había hecho buena. –No... pero soy inocente, me culparon. Bueno, inocente no del todo. Pero si en parte y estoy muy arrepentido.
-y por que vienes a mi? Que te he hecho yo? – dijo, su mirada de miedo y su expresión desencajada me hirieron.
-tu, tu eres lo único que tengo. Tu eres el hijo de mi mejor amigo, el que consideraba como a un hermano. Y además eres mi ahijado y lo más bonito que me ha pasado nunca. Sin ti no soy nada, y sin ti me moriría. Mi existencia no es nada si no puedo estar contigo y si algún día me llegaras a perdonar por no haber cuidado de ti como le juré a tu padre que haría, lo entendería. – me giré, no quería que me viera llorar. Le di la espalda para no ver como se marchaba de este lugar.
De repente noté un tirón en la pierna. Alguien me esta estirando de la túnica. Me giró y lo veo. Sus ojos están llorosos, pero su expresión sigue siendo la misma.
-esto... señor... –se aventuró a decir.
-no... –negué con la cabeza. – Sirius.
-emm... si eso... Sirius... usted era muy amigo de mis papas?
-si. Lo era. Tu padre era mi mejor amigo, lo quería mucho. Y tu madre era fantástica. –Harry ya no me miraba, estaba mirando algo que le llamaba la atención más atrás. Me giré, lo volví a ver. El gato. El gato se encontraba al principio del callejón y nos miraba con sus penetrantes ojos negros.
-Oh! –se sorprendió Harry. –Micu! Que haces aquí? La señora Figg te estará buscando. –Harry se acercó al gato y lo cogió en brazos antes de volver hasta mi. – me tengo que ir! Debería devolverle este gato a mi vecina, ama a los gatos. Nos veremos otro día? – preguntó y en sus ojos vi por primera vez un brillo.
-Claro. Rondare por la zona unos días así que cuando me veas acércate, ya sabes un perro negro. Y si me llamas, dime Hocicos.
-jajja Hocicos? – me dijo y arruó la nariz – que nombre! Me contaras cosas de mis papas?
-si. Lo intentare.
-y sobre la magia? Yo también podré hacer?
-jajaj claro que si! – dije y mi risa parecía más un ladrido que lo que en realidad era.- eres mágico por naturaleza. Claro que harás magia, y cuando tengas la edad iras a Hogwarts a estudiar.
-Hogwarts?
-ya te contaré. Ahora escúchame bien. Tu no me has visto vale? No puedes decirle a nadie que has hablado con migo no quiero que te metas en problemas. Cuando nos veamos te contare infinitas cosas y tu también! Y Ahora vete ya! – dije y le hice un movimiento con las manos en señal de que se apresure.
El resto de día merodee por las calles. Me fije en algo no muy normal. Al menos como esta mañana. Había cierta gente extraña por la zona, gente que me resultaba vagamente familiar, y sospeche que muy pronto los aurores no tardarían en aparecer en escena si no me iba de ese lugar. Pero a donde?
Esa pregunta me rondaba todo el día. A casa de Lunático? No podría, vive bastante lejos de aquí y no me quería escuchar.
Amelie!
Si eso era... ella lo entendería. Ella me escucharía. Estoy segura que me ha echado mucho de menos, tanto como yo a ella.
Oooooooooooooooo-oooooooooooooooooO
Buenoo! Yaa se acerca el gran momento! Se que ha vuelto a ser muy corto el capítulo pero a medida que avance los capis los intentare hacer más largos lo prometo.
Bueno, que os ha parecido... solo han sido 3 capítulos pero el plato fuerte vendrá ahora. No tardaréis en conocer a Amelie y a otras personas que serán claves en esta historia.
Un besoo muy grande y espero vuestras críticas!
